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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006

QUEJOSA: **********, SOCIEDAD ANÓNIMA


DE CAPITAL VARIABLE.

MINISTRO PONENTE: SERGIO SALVADOR AGUIRRE


ANGUIANO.
SECRETARIA: LIC. LOURDES FERRER MAC-GREGOR
POISOT.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
veintinueve de noviembre de dos mil seis.

VISTO BUENO:

COTEJADO:
V I S T O S; y
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Por escrito presentado el treinta de agosto de


dos mil cinco ante la Sala Regional del Centro II del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, **********, en
representación de **********, Sociedad Anónima de Capital
Variable, promovió juicio de amparo directo contra la sentencia
dictada por la Sala señalada el primero de julio de dos mil cinco,
en el juicio de nulidad **********, en la que se reconoció la validez
de la resolución negativa ficta recaída al recurso de revocación
interpuesto por la quejosa contra la resolución determinante del
crédito fiscal **********, por la cantidad de ********** (**********).
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SEGUNDO. La peticionaria de garantías señaló como


terceros perjudicados al Secretario de Hacienda y Crédito Público
y al Administrador Local de Recaudación del Estado de
Querétaro; invocó como violados en su perjuicio los artículos 16 y
17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y
formuló los conceptos de violación que estimó pertinentes, entre
ellos el relativo a la inconstitucionalidad del artículo 146, segundo
párrafo, del Código Fiscal de la Federación.

TERCERO. El Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo


Noveno Circuito dictó sentencia definitiva en el juicio de amparo
directo ********** con fecha once de enero de dos mil seis, en la
que negó el amparo y protección de la Justicia de la Unión a la
sociedad quejosa.

CUARTO. Inconforme, la quejosa, **********, Sociedad


Anónima de Capital Variable, por conducto de su representante
legal, **********, interpuso recurso de revisión.

El Presidente de esta Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por acuerdo de veinticuatro de febrero de dos mil seis,
desechó, por extemporáneo, el recurso de revisión y, mediante
diverso proveído de nueve de marzo del mismo año, en virtud de
no haberse interpuesto recurso de reclamación contra el acuerdo
desechatorio del recurso de revisión, ordenó devolver los autos al
Tribunal Colegiado de origen y, en su oportunidad, archivar el
asunto como concluido.

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Mediante diverso auto de veintitrés de mayo de dos mil seis,


en virtud de las manifestaciones efectuadas por el representante
legal de la quejosa en relación con la interposición del recurso de
revisión, el Presidente de este Alto Tribunal tuvo a la quejosa
interponiendo recurso de reclamación, el cual se registró con el
número **********-PL, en el cual esta Segunda Sala dictó
resolución con fecha nueve de junio del mismo año, determinando
que no se trataba de un recurso de reclamación, pues la intención
del promovente no era combatir el auto de Presidencia de esta
Suprema Corte de Justicia que desechó el recurso de revisión
que interpuso mediante escrito presentado directamente ante este
Alto Tribunal, sino que se le informara sobre el trámite que se le
dio a un escrito de agravios distinto al desechado en el auto de
Presidencia referido, ordenándose remitir los autos y los escritos
de la parte quejosa al Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Segundo Circuito para que acordara lo que conforme a derecho
correspondiera y, de existir un recurso de revisión pendiente de
trámite diverso al desechado en el auto de Presidencia de este
Alto Tribunal de veinticuatro de febrero de dos mil seis, se
remitieran a esta Suprema Corte los autos del juicio de amparo
una vez que hubiere sido acordado el mencionado recurso de
revisión.

Por acuerdo de once de octubre de dos mil seis, el


Presidente del Tribunal Colegiado referido dio cumplimiento a la
resolución de este Órgano Colegiado, determinando que al no ser
imputable a la parte quejosa, **********, Sociedad Anónima de
Capital Variable, el extravío del escrito original del recurso de
revisión, se le tenía interponiendo el mismo contra la sentencia

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pronunciada en el juicio de amparo directo **********, por lo que


debían remitirse los autos a la Suprema Corte de Justicia.

QUINTO. Por acuerdo de veinticinco de octubre de dos mil


seis, el Presidente en funciones de este Alto Tribunal admitió el
recurso de revisión, ordenó notificar el acuerdo al Procurador
General de la República, acompañándole copia del escrito de
expresión de agravios para que, si lo estimaba pertinente,
formulara pedimento dentro del plazo de diez días y, una vez
formulado el mismo o transcurrido el plazo legal sin haberlo
hecho, turnar los autos al Ministro Sergio Salvador Aguirre
Anguiano.

El Subsecretario General de Acuerdos de este Alto Tribunal


hizo constar que el Agente del Ministerio Público Federal no
formuló pedimento en el plazo legal.

Mediante diverso proveído, el Presidente de esta Suprema


Corte de Justicia de la Nación, con base en el dictamen del
Ministro ponente, ordenó pasar el asunto a la Segunda Sala, cuya
Presidenta, por acuerdo posterior, declaró competente a la Sala
para conocer del asunto y ordenó devolver los autos al Ministro
Sergio Salvador Aguirre Anguiano.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver el

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presente recurso de revisión, de conformidad con lo dispuesto en


los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 84, fracción II, de la Ley de Amparo y
21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, en relación con los puntos Primero y Segundo del
Acuerdo General Plenario 5/1999, y los puntos Segundo y Cuarto
del Acuerdo Plenario 5/2001, en virtud de que si bien subsiste en
el recurso el problema de constitucionalidad planteado respecto
del artículo 146, segundo párrafo, del Código Fiscal de la
Federación, es innecesaria la intervención del Tribunal Pleno
dado que existe precedente del que deriva el criterio de solución.

SEGUNDO. En la parte conducente de la sentencia


recurrida se determinó:

“…CUARTO.- Resultan infundados, en una parte,


fundados pero inoperantes en otra, e inoperantes
en otra más los motivos de disentimiento
expresados, los cuales por razón de orden y
metodología jurídica serán analizados en un orden
distinto al propuesto por la parte quejosa.--- En
principio, se analizarán los conceptos de violación
en los cuales se plantea la inconstitucionalidad del
artículo 146 del Código Fiscal de la Federación,
aplicado en el fallo reclamado, pues de resultar
fundados, ello generaría a la parte quejosa un
mayor beneficio en su esfera jurídica, cuenta
habida que por excepción los motivos de ilegalidad
le generan un beneficio igual o mayor.--- Sobre el

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particular, alega la quejosa **********, S. A. de C. V.,


en el apartado quinto de su escrito de demanda: el
dispositivo legal de mérito, viola la garantía de
seguridad jurídica consagrada en el artículo 16 de
nuestra Carta Magna, pues al establecer que la
prescripción del crédito fiscal se interrumpe con
cada gestión de cobro notificada por el acreedor
“no hace más que nulificar la figura de la
prescripción…privándose así de un derecho
otorgado por el propio precepto…de tal manera que
sujeta a los particulares a estar obligados
indefinidamente a créditos respecto de los cuales
ya se duplicó o triplicó el término de cinco años…”;
refiere además: el precepto en cuestión no señala
cuál es el plazo máximo, o cuántas veces se puede
interrumpir la prescripción del crédito fiscal,
generando así inseguridad jurídica para el
gobernado, quien no conoce a ciencia cierta
cuándo se libera de su obligación, permitiendo
paralelamente a la autoridad el uso abusivo e
ilimitado de sus facultades de cobro.--- Los
razonamientos sintetizados con antelación,
resultan infundados.--- El precepto tildado de
inconstitucional, literalmente dispone: ‘El crédito
fiscal se extingue por prescripción en el término de
cinco años.--- El término de la prescripción se inicia
a partir de la fecha en que el pago pudo ser
legalmente exigido y se podrá oponer como
excepción en los recursos administrativos. El

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término para que se consume la prescripción se


interrumpe con cada gestión de cobro que el
acreedor notifique o haga saber al deudor o por el
reconocimiento expreso o tácito de éste respecto
de la existencia del crédito. Se considera gestión
de cobro cualquier actuación de la autoridad dentro
del procedimiento administrativo de ejecución,
siempre que se haga del conocimiento del
deudor’.--- ‘Cuando se suspenda el procedimiento
administrativo de ejecución en los términos del
artículo 144 de este Código, también se suspenderá
el plazo de la prescripción’.--- ‘Asimismo, se
interrumpirá el plazo a que se refiere este artículo
cuando el contribuyente hubiera desocupado su
domicilio fiscal sin haber presentado el aviso de
cambio correspondiente o cuando hubiere
señalado de manera incorrecta su domicilio
fiscal”.--- ‘Los particulares podrán solicitar a la
autoridad la declaratoria de prescripción de los
créditos fiscales’.--- Para poder determinar sobre el
cuestionamiento de la norma jurídica transcrita, se
estima conveniente analizar, en primer término, la
naturaleza jurídica de la figura de prescripción.--- El
artículo 146 del Código Fiscal de la Federación
contiene una norma de carácter sustantivo, en
tanto contempla la extinción de los créditos
fiscales por el transcurso del tiempo, a saber, cinco
años, a cuya figura jurídica se ha denominado
prescripción.--- La prescripción tiene su origen en

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el derecho civil y se define como el medio de


adquirir bienes o liberarse de obligaciones por el
simple transcurso de cierto tiempo y bajo las
condiciones establecidas en la ley, existiendo una
distinción entre la adquisición de bienes, en virtud
de la posesión llamada prescripción positiva y la
liberación de obligaciones por no exigirse su
cumplimiento que se denomina prescripción
negativa.--- En materia fiscal no aplica esa
distinción, pues la prescripción sólo se prevé en
su modalidad negativa u obligación tributaria
mediante el transcurso de cierto plazo establecido
en la legislación aplicable, en este caso, el Código
Fiscal de la Federación, ordenamiento el cual
regula en los artículos 22 y 146 la prescripción.---
En el caso, sólo se habrá de analizar el segundo de
tales normativos, por ser la materia de la
inconstitucionalidad planteada.--- En dicho
precepto, se instituye el término de cinco años para
la prescripción de los créditos fiscales,
entendiendo como tales conforme al artículo 4°. del
Código Fiscal de la Federación, todas aquellas
percepciones a que tenga derecho el Estado,
provenientes de contribuciones, de
aprovechamiento o sus accesorios, incluyendo los
derivados de responsabilidades que tenga derecho
a exigir de sus servidores públicos o de los
particulares, así como aquéllos a los cuales las
leyes les den ese carácter y el Estado tenga

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derecho a percibir por cuenta ajena.--- La


prescripción fiscal, como se anticipó pertenece al
derecho sustantivo, no al procesal o adjetivo, pues
se refiere a la extinción de una obligación fiscal por
el sólo transcurso del tiempo determinado en la ley
de la materia; el artículo 146 del referido Código,
prevé la posibilidad de que los particulares puedan
solicitar la declaratoria de prescripción, en
términos de lo previsto en el último párrafo del
precepto, vía acción, o bien, puedan hacerla valer
en el recurso administrativo o medio de defensa
legal procedente.--- Lo de interés al presente
asunto, se refiere a la posibilidad de que el término
de la prescripción se interrumpa o se suspenda,
hipótesis totalmente diversas y con consecuencias
distintas.--- En efecto la interrupción del término de
cinco años previsto para la extinción del crédito
fiscal por prescripción, implica que inicie de nueva
cuenta el cómputo del término para la actualización
de dicha figura, a diferencia de la suspensión que
se refiere al supuesto en que habiéndose iniciado
el término respectivo, no podrá computarse el
lapso que duró suspendido sino hasta que haya
desaparecido la causa de la suspensión, caso en el
cual se reinicia el término, esto es, sigue
computándose el ya iniciado.--- Sobre el primer
aspecto, se establece en el párrafo segundo del
precepto en cita, que el término de la prescripción
se interrumpe con cada gestión de cobro que el

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acreedor notifique o haga saber al deudor; por el


reconocimiento expreso o tácito de éste en
cualquier gestión que realice ante la autoridad
hacendaria respecto del crédito, considerándose
gestión de cobro cualquier actuación de la
autoridad dentro del procedimiento administrativo
de ejecución, siempre que se haga del
conocimiento del deudor.--- Al respecto, cabe
destacar que gramaticalmente el supuesto
establecido por el legislador en el precepto aludido,
se refiere a la acción y efecto de gestionar y
tramitar las diligencias pertinentes para la
consecución de un asunto. Desde el punto de vista
legal, el propio precepto señala que por gestión de
cobro se entiende cualquier actuación de la
autoridad dentro del procedimiento administrativo
de ejecución, siempre que se haga del
conocimiento del deudor.--- Desde esa óptica,
resulta que al gestionar la autoridad fiscal el cobro
de un crédito fiscal dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, el acto fundamental
que da lugar a interrumpir el término de la
prescripción, conforme a lo previsto por el artículo
146 del Código Fiscal de la Federación, lo es la
notificación por la que se le hace saber al deudor
cualquier actuación de la autoridad dictada en
dicho procedimiento, es decir, la circunstancia de
que el deudor quede enterado de esa actuación
vinculada con el crédito fiscal cuyo cobro le es

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referido. Tan es así que el propio precepto


establece también como forma de interrumpir el
término de la prescripción, el reconocimiento
expreso o tácito del contribuyente derivado de
gestiones efectuadas en torno a ese crédito; de
donde se sigue que tal interrupción no
necesariamente está condicionada a la
subsistencia del acto que constituye la gestión de
cobro; sino a la circunstancia que el deudor tenga
pleno conocimiento de tal gestión de la
autoridad.--- En consecuencia, del precepto en cita
se deduce, el crédito fiscal ya determinado se
extingue por prescripción en el término de cinco
años, y su cómputo inicia a partir de que el pago
pudo ser legalmente exigido, pues constituye una
sanción en contra de la autoridad hacendaria
basada incuestionablemente en su inactividad
derivada de no ejercer su facultad económico
coactiva, de modo que bajo esa óptica, la
prescripción sólo puede empezar a correr si tiene
expedita su jurisdicción para el ejercicio de la
facultad mencionada.--- También es importante
señalar que la interrupción de la prescripción es
una figura jurídica que, una vez actualizada,
subsiste a pesar de que el acto de cobro que la
motivó quede insubsistente en virtud de una
sentencia de nulidad para efectos, ya que ésta no
tiene como propósito invalidar el crédito fiscal, sino
tan sólo que, en su caso, se repara el vicio formal o

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de procedimiento de que se trate, lo que en modo


alguno hace desaparecer el conocimiento cierto y
directo del deudor, respecto de la gestión de cobro
del crédito fiscal.--- Pues bien, de todo lo
anteriormente expuesto se concluye que el
precepto en cuestión (146) no es contrario a la
garantía de seguridad jurídica consagrada en el
artículo 16 de nuestra Constitución Federal, pues si
bien dispone que la gestación de la prescripción
del crédito fiscal determinado se interrumpe (lo que
implica volver a comenzar el cómputo) con cada
gestión de cobro, ello en modo alguno
desnaturaliza el propio precepto, pues no debe
perderse de vista que si la prescripción se va
configurando con el desinterés acumulado de la
autoridad hacendaria, al no actuar en pro de la
efectivación del crédito, esa situación no se
actualiza, cuando, dicha autoridad, desarrolla
acciones concretas para la gestión del adeudo a su
favor, verbigracia, el cobro mismo o el embargo de
bienes como ha acontecido en la especie.--- Por lo
demás si lo que pretende evidenciar el inconforme
es que nunca se va a llegar a configurar el derecho
a no pagar el crédito por prescripción, ello es
infundado, pues basta que transcurra el término de
cinco años desde que el crédito es exigible sin que
la autoridad hacendaria realice gestión alguna de
cobro y se la haga de su conocimiento, para que se
configure dicha prescripción y por consecuencia se

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extinga la obligación fiscal que le había sido


impuesta por la autoridad.--- Dicho de otro modo,
en la ley no se deja al arbitrio de la autoridad
determinar los tiempos ni las formas en que habrá
de actualizarse la prescripción de los créditos, sino
señala de forma clara y precisa los hechos que
generan la prescripción de un crédito fiscal, para
que el particular, apegándose a ello pueda exigir
como un derecho adquirido, que no se le haga
efectivo un adeudo fiscal cuando ya prescribió.
Por ende, se concluye no se contraviene en modo
alguno la garantía de seguridad jurídica.--- Ahora si
lo que pretende argumentar la parte inconforme es
que al prever el propio dispositivo donde se
contempla la prescripción por el transcurso del
tiempo, un mecanismo de interrupción de ese
lapso, ello habrá de generar que nunca pueda
configurarse tal figura; tal argumento también
resulta infundado, pues a juicio de este Órgano
Colegiado, no se trata de un acto imposible en su
realización o que la condición lo elimine a sí
mismo, basta que durante el lapso de cinco años, la
autoridad hacendaria no realice ninguna gestión
para el cobro del crédito ni la haga del
conocimiento del deudor, para que opere, lo cual
dicho sea de paso, ha ocurrido en un sin número
de ocasiones.--- No pasa desapercibido lo alegado
por la parte quejosa, en el sentido de que en alguna
hipotética situación, el cobro del crédito pudiera

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prolongarse por largo tiempo, excediendo en su


acumulación el lapso de cinco años establecido
para la prescripción, todo ello, por el hecho de
haberse interrumpido en una o varias ocasiones la
gestación de la extinción del crédito.--- Empero, a
diferencia de lo que pretende evidenciar la parte
inconforme, las gestiones de cobro realizadas por
el fisco respecto de un crédito determinado a su
favor, no tienen como única finalidad interrumpir la
prescripción de la obligación fiscal,
primordialmente, están encaminadas a hacer
efectivo ese crédito, por lo que resulta
prácticamente increíble que la autoridad
hacendaria, construya una situación como la
narrada en el ejemplo precisado en su demanda, y
que sólo se ocupe en estar interrumpiendo la
prescripción del crédito en la víspera de cada
gestación, pues el interés del fisco no es ése, sino
la captación de capital, para que el Estado pueda
cumplir con sus deberes.--- Además, el
contribuyente determinado, no tiene ninguna
obligación de esperar el requerimiento de la
autoridad hacendaria para la liquidación del
crédito, pues puede liberarse de su obligación
pidiendo a aquélla, la liquidación respectiva para su
pago, lo cual no podrá negarse a realizar,
injustificadamente, la autoridad.--- Por cuanto que
el precepto no establece cuál es el término máximo
para la prescripción o no se establece cuántas

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veces se puede interrumpir la prescripción, tales


argumentos también resultan infundados, por lo
siguiente:--- Al disponer el artículo 146 del Código
Fiscal de la Federación que la prescripción se
interrumpe con cada gestión de cobro, ello
significa, sin lugar a dudas que el número de
interrupciones puede ser ilimitado, pero la razón es
obvia, dado que como se viene diciendo, la
prescripción está basada en el desinterés de la
autoridad de hacer efectivo el adeudo existente en
su favor, y esa situación desaparece de facto, cada
vez que la autoridad hacendaria pretenda el cobro,
y la prolongación en el tiempo no le es atribuible
entonces a la autoridad, sino al contribuyente,
quien no realiza el pago respectivo, obligando a la
autoridad a volver en ocasiones posteriores a
formular dichos requerimientos y así hasta llegar el
embargo y remate de bienes, en ocasiones
obstaculizados dichos procedimientos por la
interposición de recursos y medios de defensa que,
a final de cuentas no prosperan al particular.--- Al
resultar infundados los argumentos de
inconstitucionalidad vertidos por la persona moral
inconforme, por consecuencia resulta ineficaz
aquél relativo a que el fallo reclamado es ilegal por
estar apoyado en un precepto contrario a la Carta
Magna, correspondiendo ahora estudiar los
diversos motivos de disenso donde se tilda de

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ilegal, la resolución materia de este juicio de


amparo”.

TERCERO. El representante legal de la sociedad quejosa


hace valer el siguiente agravio:

“PRIMERO. (SIC) La sentencia que hoy se reclama,


es ilegal y violatoria del artículo 77 de la Ley de
Amparo en vigor, porque no está debidamente
fundada ni motivada, en virtud de que el A quo
resolvió en la sentencia recurrida, respecto a la
inconstitucionalidad del artículo 146 del Código
Fiscal de la Federación en los siguientes términos:
(Se transcribe).--- De la cita transcrita se desprende
que el Tribunal Colegiado del Primer Circuito,
concluye que el artículo 146 del Código Fiscal de la
Federación NO es inconstitucional, porque
considera que cualquier gestión de cobro que
realice la autoridad es válida para configurar la
interrupción de la prescripción, y en tanto la misma
efectúe gestiones de cobro no podrá configurarse
la prescripción, señalando además que no es
imposible la actualización de ésta, pues basta el
transcurso del término de cinco años, sin que la
autoridad realice gestión de cobro alguna, por lo
que no se deja al arbitrio de la autoridad fiscal la
determinación del término de prescripción, pues el
artículo 146 del Código Fiscal de la Federación es
preciso al señalar los hechos que generan la

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prescripción.--- Sin embargo, es claro que lo


anterior es ilegal, toda vez que contrario a lo que
aduce el A quo, el hecho de que el precepto en cita,
señale que el término de prescripción se
interrumpirá con cada gestión de cobro que realice
la autoridad, sí vulnera la garantía de seguridad
jurídica, ya que sí queda al arbitrio de la autoridad
la determinación del plazo de prescripción, pues
las conductas encaminadas a hacer efectivo un
crédito fiscal, implican actos de procedimiento
económico coactivo que suponen necesariamente
actos de molestia y de privación de bienes o
derechos y de acuerdo con el precepto en cuestión,
así como con el reconocimiento que realiza el
propio A quo, dichas gestiones pueden tener lugar
de modo ilimitado, por lo que es evidente que el
artículo 146 en cita, ES INCONSTITUCIONAL, al
violar el principio de seguridad jurídica, porque al
aplicar el artículo 146 en cuestión y éste no fijar
un límite en cuanto a la forma y términos de
interrupción de la prescripción, permite que
cualquier gestión de cobro en cualquier momento
pueda interrumpir la prescripción, lo que implica
violaciones graves a las garantías de seguridad
jurídica del gobernado, pues es evidente que no
importa el número de veces que esté próximo a
configurarse la prescripción, basta cualquier
gestión de cobro para de nueva cuenta interrumpir
el término de prescripción, y así en un sinnúmero

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de ocasiones, pudiendo transcurrir, 6, 10, 15 o más


años, sin que llegue a configurarse la prescripción,
lo que resulta por demás aberrante y este Alto
Tribunal no debe permitir, pues alentaría conductas
ilegales que van en contra de su función de
defensor de nuestra Constitución.--- Asimismo y
contrario a lo sustentado por el A quo, sí se deja al
arbitrio de la autoridad la determinación de los
tiempos y formas en que se actualiza la
prescripción, pues basta CUALQUIER actuación de
la autoridad para interrumpir el término de
prescripción, no importando si cubre con las
exigencias de ley, pues de acuerdo a la
interpretación que le ha dado el Tribunal A quo, es
suficiente una gestión de cobro cualquiera para
que surta el efecto de interrumpir la prescripción,
sin que ello suponga mayor esfuerzo de la
autoridad fiscal, incluso violando las garantías de
los gobernados, y encontrándose legitimada por
los propios órganos judiciales de emprender
acciones ilegales, de ahí que sí quede a su arbitrio,
pues de acuerdo con el criterio que se impugna, no
es necesario que se cumplan los requisitos y
exigencias de legalidad para hacer efectivo un
crédito fiscal, y por tanto cualquier acto
improvisado que pretenda hacer efectivo un crédito
fiscal es suficiente para que se interrumpa la
prescripción, lo que se insiste, no debe permitir
este Alto Tribunal, porque lejos de hacer que la

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autoridad fiscal se preocupe por emitir actos


administrativos cada vez más perfeccionados y
apegados a la ley, lo que hace es motivar y
fomentar estos actos ilegales que perjudican la
gestión administrativa pues se le autoriza y legitima
a emprender actos ilegales que surten efectos
como actos legales, en vez de obligar a la autoridad
que emita actos apegados a derecho y respetuosos
de garantías tal y como dispone nuestro orden
constitucional.--- Cabe señalar que el Tribunal
Colegiado A quo, considera que la prescripción es
un derecho a no pagar el crédito, lo que pone de
manifiesto su total desconocimiento de la figura en
cuestión, pues la prescripción es una figura jurídica
a través de la cual se adquiere derecho o se
extinguen obligaciones y en materia fiscal es una
forma de extinción de las obligaciones, por lo que
es importante aclarar que lo que alega mi
representada es que la obligación fiscal se
extinguió y no así que haya adquirido el derecho de
no pagar, lo que es por demás absurdo e ilógico.---
Por lo expuesto se insiste, al señalar el artículo 146
en cita, que es ilimitado el número de
interrupciones, se confirma la inconstitucionalidad
del precepto en cuestión, toda vez que tal
afirmación, hace consecuentemente que el término
de prescripción sea ilimitado en el tiempo, lo que
entonces nos lleva a concluir que el precepto en
cita sí vulnera la garantía de seguridad jurídica, y

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

por tanto sí es inconstitucional, sin embargo el A


quo no lo consideró así, de ahí lo infundado e
inmotivado de la sentencia que se recurre.---
Asimismo no puede determinarse como lo hace el
precepto que se tacha de inconstitucional, y como
lo confirma la interpretación del A quo, que el
número de interrupciones pueda ser ilimitado,
porque como se ha señalado con insistencia, de
aceptarse así, se legalizarían los actos ilegales de
la autoridad, permitiéndole reincidir en las
violaciones cometidas una y otra vez de manera
ilimitada, porque contrario a lo aducido por el A
quo sí vulnera la garantía de seguridad jurídica,
pues sin importar el número y gravedad de las
violaciones, se autoriza y peor, legitima a las
autoridades administrativas a incurrir
ILIMITADAMENTE EN DICHAS VIOLACIONES.--- Me
permito aclarar lo anterior con el hecho de que el
dispositivo que se tacha de inconstitucional,
permita que se puedan emprender un número
ilimitado de gestiones encaminadas a hacer
efectivo el crédito fiscal y ello se concluye porque
supone que aun cuando las gestiones de la
autoridad sean ilegales, éstas son suficientes para
interrumpir el término de prescripción.--- Lo
anterior es así, porque si los actos del
procedimiento administrativo de ejecución se
efectúan en una única ocasión, ello supone que el
mismo se efectuó de manera legal, y que llegó

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

hasta el remate y venta de los bienes, y por tanto


que la autoridad obtuvo el pago forzoso del crédito
fiscal, porque aun cuando el particular los hubiese
impugnado, los argumentos de éste resultaron
infundados pues la autoridad pudo continuar con la
ejecución del crédito fiscal, tan es así que en su
caso, obtuvo el pago forzoso de dicho crédito.--- A
mayor abundamiento, el A quo realiza una indebida
interpretación del artículo 146 del Código Fiscal de
la Federación, toda vez que conforme a su criterio,
el número de gestiones de cobro que puede realizar
la autoridad es ILIMITADO y tal situación sólo
puede tener lugar cuando los actos del
procedimiento administrativo de ejecución no
prosperaron por ser ilegales, es decir, si la
autoridad pretende el cobro del crédito fiscal
mediante el procedimiento económico coactivo,
únicamente basta con que el mismo se emprenda
por una sola ocasión para obtener el cobro
pretendido, por el contrario, cuando los actos
encaminados a hacer efectivo un crédito fiscal, son
ilegales y el particular los impugna, obteniendo
sentencia favorable entonces es cuando se permite
que la autoridad ocurra en segunda, tercera y
posteriores ocasiones a hacer efectivo el crédito
fiscal, porque al ser ilegales tuvo que reiniciar el
procedimiento económico coactivo, para subsanar
las violaciones cometidas, de ahí que se concluya
que el precepto en cuestión resulta

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inconstitucional, porque al permitir que ocurra en


gestiones de cobro ilimitadamente, con ello se está
permitiendo que aun cuando dichas gestiones de
cobro sean ilegales, éstas interrumpen el término
de prescripción, lo que es por demás erróneo.--- Lo
anterior se corrobora con el análisis que se efectúa
a continuación:--- Como se desprende de la lectura
que se efectúe del artículo 146 del Código Fiscal de
la Federación, “El término para que se consume la
prescripción se interrumpe con cada gestión de
cobro…” lo que a su vez resulta ambiguo, y da
origen a interpretaciones erróneas como la que
efectúa el A quo, ya que la ley debe referirse a
GESTIÓN DE COBRO, como cualquier gestión de
cobro LEGALMENTE PRACTICADA O EFECTUADA,
y no como pretende el Tribunal Colegiado, que el
particular por conocer el acto encaminado a hacer
efectivo un crédito fiscal, este solo conocimiento
surta todos los efectos legales, sin tener en cuenta
las características de forma y fondo del acto, pues
tal consideración es violatoria del principio
constitucional de SEGURIDAD JURÍDICA, ya que
con el criterio que plantea el Tribunal Colegiado se
pretendería, que un acto aun cuando sea ilegal,
surtiera todos los efectos legales como lo haría un
acto legalmente practicado, no obstante el primero
incumpla con las exigencias previstas en ley que
se previeron precisamente para hacer que las
autoridades observen y respeten las garantías

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

esenciales del gobernado, por lo que el artículo 146


al no ser preciso en cuanto a la duración del plazo
de prescripción así como de establecer límites a la
interrupción de la misma, es evidente que dicho
precepto viola la garantía de seguridad jurídica de
los gobernados y en el caso concreto de mi
representada, de ahí que proceda revocar la
sentencia recurrida y conceder el amparo y
protección de la Justicia de la Unión a la quejosa.---
De lo anterior, puede concluirse que el precepto
que se tacha de inconstitucional, esto es el artículo
146 del Código Fiscal de la Federación
definitivamente sí viola el principio constitucional
de seguridad jurídica ya que lo que debe
entenderse por gestión de cobro es toda GESTIÓN
DE COBRO LEGALMENTE PRACTICADA, y no así
cualquier gestión de cobro como lo considera el A
quo, pues se insiste, de considerarse tal, se estaría
permitiendo que actos viciados tuvieran y surtieran
efectos de actos legalmente efectuados---Y lo
anterior no deben permitir los Ministros de esta
Suprema Corte, como órgano encargado de hacer
respetar las garantías del gobernado, pues de
respaldar una interpretación del artículo 146 del
Código Fiscal de la Federación como lo hace el
Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito,
que además provoca el precepto por su
imprecisión, y que en su momento se llegara a fijar
dicho criterio como obligatorio, haría nugatorias las

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

garantías constitucionales de legalidad y de


seguridad jurídica de los gobernados, pues se le
darían efectos de un acto de autoridad
perfectamente legal a actos que de origen se
encuentran viciados y que incluso han sido
declarados nulos por resoluciones del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.--- Por lo
que se insiste, si el precepto en cuestión permite
interpretaciones como la del juzgador
constitucional en primera instancia, ello
quebrantaría y mermaría todo el sistema jurídico
que rige en las relaciones de supra a subordinación
en materia fiscal, esto es a las relaciones que
existen entre la autoridad fiscal y el gobernado,
quedando este último, totalmente desprotegido
ante los actos de autoridad, particularmente en lo
relativo al procedimiento administrativo de
ejecución, lo que a su vez, haría desaparecer de
facto la figura de la prescripción que dota al
sistema fiscal mexicano de certeza jurídica, al fijar
un límite temporal a las obligaciones en materia
tributaria, lo que resulta inconstitucional al vulnerar
de manera grave la garantía de seguridad jurídica,
pues sin importar que cumplan o no con los
requisitos legales previstos en ley y aun cuando
dejen de inobservadas las garantías del gobernado,
tales actos de autoridad, tendrían efectos en
perjuicio de dichos gobernados al permitir que
surtieran efectos como si fuera un acto legal, esto

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

es que las gestiones ilegales de cobro aun cuando,


como en el caso concreto tienen una declaratoria
de nulidad de un órgano de administración de
justicia, puedan interrumpir la prescripción, lo que
viola de manera evidente el principio de legalidad y
de seguridad jurídica de los gobernados, pues no
puede ni debe permitirse que surta efecto alguno
un acto ilegal, y toda vez que el artículo 146 al ser
impreciso y permitir apreciaciones e
interpretaciones erróneas que vulneran garantías,
procede revocar la sentencia recurrida, conceder el
amparo y protección de la Justicia de la Unión a la
quejosa.--- Lo anterior se fortalece con lo que se
expone enseguida y es que de permitirse que una
gestión de cobro ilegal surta efectos legales como
lo es la interrupción de la prescripción, también
cuestionaría e invalidaría toda la TEORÍA DEL
ACTO JURÍDICO que rige nuestro sistema jurídico
mexicano, ya que es un hecho ampliamente
conocido que un acto que adolece de un vicio de
ilegalidad es NULO y todos sus efectos deben
retrotraerse pues también son nulos, pues los
efectos de un acto viciado siguen la suerte de lo
principal, como está fijado por JURISPRUDENCIA,
que los frutos de actos viciados también son nulos:
“FRUTOS DE ACTOS VICIADOS”. (Se
transcribe).--- Lo anterior ilustra lo dicho: si los
actos del procedimiento administrativo de
ejecución emprendidos por la autoridad fiscal para

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

hacer efectivo un crédito a cargo del contribuyente


es declarado nulo NO PUEDE SURTIR EFECTO
LEGAL ALGUNO y por tanto no puede actualizarse
el supuesto de INTERRUPCIÓN del plazo de
prescripción, al ser el efecto legal de una gestión
de cobro, pues si el acto que pretende interrumpir
dicho plazo, es ilegal, resulta indudable que tales
gestiones no pueden hacer que opere la
interrupción, en tanto que al ser NULOS NO TIENEN
VALOR LEGAL ALGUNO, sin embargo el precepto
al ser ambiguo y permitir interpretaciones que per
se, violan garantías y motivan y alientan conductas
ilegales resulta evidente que el precepto en
cuestión es INCONSTITUCIONAL y
consecuentemente, se solita a este Alto Tribunal
revoque la sentencia recurrida y conceda el amparo
y protección de la Justicia de la Unión a la
quejosa.--- Por lo anterior, el precepto legal en
cuestión, al prever dicho precepto que el término
de prescripción se interrumpe por cada gestión de
cobro, así como no fijar un límite al número y
condiciones de dichas gestiones, es decir que se
trate de gestiones de cobro legalmente practicadas,
supone que cualquier acto ilegal surte todos sus
efectos, lo que se ha dicho en múltiples ocasiones
resulta violatorio de las garantías de legalidad y de
seguridad jurídica además de mermar las bases de
nuestro sistema jurídico mexicano al dejar
inobservados los elementos y principio de la teoría

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

del acto jurídico, por lo que se solicita revocar la


sentencia recurrida y conceder el amparo y
protección de la Justicia de la Unión a la quejosa.---
Lo anterior, aunado al principio general del derecho
que establece que nadie puede beneficiarse u
obtener mejor condición de un acto ilegal en que
haya incurrido, nos lleva a concluir que el artículo
146 del Código Fiscal de la Federación al dar
cabida a que la autoridad no obstante realice
gestiones de cobro ilegales, se beneficie de ellas, al
obtener una interrupción que le permite “mantener
vivos” créditos que operativamente no puede
obtener su legal cobro, lo que distorsiona los
principios básicos de la teoría del acto jurídico, de
los principios generales del derecho y además
resulta violatoria de la garantía de seguridad
jurídica, por lo que resulta evidente la
inconstitucionalidad del precepto que se cuestiona,
procediendo se revoque la sentencia recurrida y se
conceda el amparo y protección de la Justicia de la
Unión a la quejosa.--- Ahora bien, procede realizar
un análisis a contrario sensu, para mejor
comprensión de lo anterior, lo que se hará con un
ejemplo que sucede constantemente en la
realidad.--- La autoridad cuenta con el
procedimiento administrativo de ejecución para
hacer efectivo los créditos fiscales que tenga a su
favor, por otra parte el particular que haya realizado
un pago de lo indebido o cuenta con un saldo a

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

favor, puede solicitar la devolución ante la


autoridad fiscal. Dichas situaciones son opuestas
pero análogas en cuanto a que en una de ellas el
deudor es el particular y el acreedor la autoridad
fiscal y en la otra el deudor es la autoridad fiscal y
el acreedor lo es el contribuyente. En ambos casos
la ley prevé para el acreedor un medio de obtener el
pago, así como el derecho a obtener devolución
por pago de lo indebido, mismos que se extinguen
en el plazo de cinco años, por lo que prácticamente
estamos hablando de obligaciones, derechos y
términos idénticos.--- Bien, si el particular desea
obtener la devolución debe ocurrir ante la autoridad
fiscal, mediante el formato determinado por la
misma, cumpliendo con todos y cada uno de los
requisitos previstos por la ley y además por las
resoluciones misceláneas que usualmente
establecen mayores requisitos.--- El particular
entonces, ocurre ante las oficinas de la autoridad
competente, con la documentación que requiere y
en la ventanilla respectiva le indican que el formato
no está debidamente llenado, entonces el particular
llena un nuevo formato con la información
requerida, regresa a las oficinas de la autoridad y
ésta le informa que le falta anexar determinado
documento, una vez que el particular lo obtiene,
ocurre nuevamente con la autoridad con el formato
debidamente llenado y la documentación faltante y
entonces le indican que conforme a la resolución

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

miscelánea fiscal reciente, se establecieron nuevos


formatos que son distintos a los que está
presentando, y en fin, un sinnúmero de requisitos
que por una u otra circunstancia el particular no
llega a cubrir, y en ese lapso transcurrieron los
cinco años. El particular mostró interés al acudir de
manera constante, pero NUNCA le recibieron la
documentación, en la última visita que realice ante
las autoridades fiscales le dirán que su derecho
para solicitar la devolución se extinguió, sin que
ninguna de sus gestiones pueda significar para la
autoridad que el particular solicitó la devolución,
por lo que para la misma dicho particular nunca
solicitó tal devolución en el término de ley, por lo
que no importa que el particular haya mostrado
interés o no, si nunca le recibieron la
documentación, porque nunca cumplió con todos
los requisitos previstos en ley, para la autoridad es
como si el particular nunca hubiera ocurrido ante
ella a solicitar dicha devolución.--- Y en un sentido
de equidad, lo mismo debiera ocurrir para el caso
en que la autoridad se ostente como acreedor: no
debe importar cuantas veces pretenda realizar el
cobro la autoridad fiscal, si las gestiones
encaminadas a ello no cumplieron con los
requisitos de ley y en su momento fueron
declaradas nulas, debe tenerse a dichas gestiones
como JAMÁS REALIZADAS, pues un acto nulo, es
bien sabido no surte efecto legal alguno y toda vez

29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

que el precepto en cuestión permite


interpretaciones equivocadas, contrarias a nuestro
orden jurídico constitucional, se solicita a este Alto
Tribunal, revoque la sentencia recurrida y conceda
el amparo y protección de la Justicia de la Unión.---
Lo argumentado se fortalece porque incluso note
su Señoría, que en materia penal existe la figura de
la prescripción, donde se establecen los plazos
máximos en los que las autoridades podrán
ejercitar la acción penal, y si tenemos en cuenta
que los bienes jurídicamente tutelados son de más
alta jerarquía, con mayor razón procede que en
materia fiscal se cuente con seguridad jurídica en
cuanto a términos y formas de extinción de las
obligaciones fiscales, de ahí que toda vez que el
artículo 146 en cita, no establece con claridad los
términos y condiciones de la prescripción de las
obligaciones fiscales y no otorga por tanto
seguridad jurídica al contribuyente, se concluye
que dicho precepto viola la garantía de seguridad
jurídica, y por tanto resulta inconstitucional.--- De
todo lo anterior se desprende que el precepto en
cuestión sí es inconstitucional, no sólo porque
viola el principio de seguridad jurídica, sino porque
su ambigüedad lleva a interpretaciones
equivocadas que nulifican la figura de la
prescripción en perjuicio de los gobernados,
porque genera incertidumbre en cuanto que no
señala con precisión cuál es el plazo máximo que

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

tiene la autoridad para cobrar un crédito fiscal y


porque permite que dicha autoridad fiscal,
practique un ilimitado número de gestiones de
cobro, de ahí que proceda que este Alto Tribunal,
revoque la sentencia recurrida y conceda el amparo
a la quejosa.”

CUARTO. Del único agravio planteado por la parte quejosa


recurrente, transcrito en el considerando precedente se advierte
que en él se plantea, en esencia, que, contrariamente a lo
determinado en la sentencia recurrida, lo dispuesto en el segundo
párrafo del artículo 146 del Código Fiscal de la Federación en
torno a que el término de prescripción se interrumpirá con cada
gestión de cobro que realice la autoridad, sí vulnera las garantías
de legalidad y de seguridad jurídica establecidas en el artículo 16
constitucional, por lo siguiente:

a) Deja al arbitrio de la autoridad la determinación del plazo


de prescripción, en tanto bastará cualquier gestión de cobro para
que éste se interrumpa, pudiendo transcurrir así 6, 10, 15 o más
años sin que la prescripción se configure. Lo anterior, en virtud
de que no se fija límite alguno en cuanto a la forma y términos de
interrupción de la prescripción, pues:

a.1. No limita el número de interrupciones que puede


llevarse a cabo; y

a.2. No dispone que sólo las gestiones legalmente


practicadas o efectuadas son las que interrumpen el término de la

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

prescripción, ya que los actos viciados no pueden producir efecto


legal alguno, pues los actos que adolecen de un vicio de
ilegalidad son nulos y sus efectos siguen la suerte de éste, con lo
que se legitima a la autoridad para emprender acciones ilegales,
es decir para que emita actos improvisados sin cumplir con los
requisitos y exigencias de legalidad y, no obstante ello,
interrumpan el término de prescripción.

a.3. No se establece un plazo máximo, como acontece


en materia penal en la cual se establecen plazos máximos en los
que las autoridades podrán ejercer la acción penal y, por mayoría
de razón al ser los bienes jurídicamente tutelados de más alta
jerarquía, procede también que en materia fiscal se otorgue
seguridad jurídica en cuanto a términos y formas de extinción de
las obligaciones fiscales.

b) La norma impugnada es violatoria de las garantías de


legalidad y seguridad jurídicas al ser ambigua y dar origen a
interpretaciones erróneas que hacen desaparecer de facto la
figura de la prescripción y que quebrantan y merman todo el
sistema jurídico mexicano y la teoría del acto jurídico, como la que
efectúa el Tribunal Colegiado al considerar que cualquier gestión
de cobro interrumpe el término de la prescripción, pues debe
entenderse que sólo las legalmente practicadas o efectuadas son
las que interrumpen dicho término, ya que los actos viciados de
ilegalidad son nulos y sus efectos siguen la suerte de éste.

c) La norma impugnada implica un trato desigual en favor


de la autoridad, pues cuando el particular realiza el pago de lo

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

indebido o tiene un saldo a favor y desea obtener la devolución,


debe acudir ante la autoridad fiscal a solicitarlo en un formato
determinado, pudiendo la autoridad negarse a recibirlo si no está
correctamente llenado, si no acompaña la documentación
necesaria, si el formato se varía, etcétera, y todas esas ocasiones
en que el particular mostró interés pero no le fue recibida la
documentación correspondiente y que implican gestiones de su
parte para obtener la devolución no interrumpirán el término de la
prescripción, lo que de igual forma debería acontecer, en un
sentido de equidad, cuando la autoridad como acreedora de un
crédito fiscal realice gestiones de cobro que no cumplan los
requisitos legales y sean declaradas nulas.

QUINTO. Por razón de técnica, se estudian los


planteamientos hechos valer en orden diverso.

El planteamiento resumido en el inciso b) anterior resulta


inoperante, en virtud de que la quejosa no hizo dicho
planteamiento en su demanda de amparo, sino que lo introduce
en el presente recurso de revisión. En efecto, en el quinto
concepto de violación, que es en el que se planteó la
inconstitucionalidad del artículo 146 del Código Fiscal de la
Federación la peticionaria de garantías manifestó:

“…QUINTO. El artículo 146 del Código Fiscal de la


Federación es inconstitucional, al violar la garantía
de seguridad jurídica consagrada en el artículo 16
constitucional.--- El artículo 146 del Código Fiscal
de la Federación, establece lo siguiente: (Se

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

transcribe).--- Si realizamos una correcta


interpretación del precepto anterior, llegamos a la
conclusión que éste establece la PRESCRIPCIÓN
como figura extintiva del crédito fiscal, señalando
que el término es de 5 años, iniciando su cómputo
a partir de la fecha en que el pago pudo ser
legalmente exigido, e interrumpiéndose con cada
gestión de cobro que el acreedor notifique o haga
saber al deudor o por el reconocimiento expreso o
tácito de éste respecto de la existencia del crédito,
sin embargo con ello se viola la garantía de
seguridad jurídica consagrada en el artículo 16
constitucional, por lo siguiente: --- a) Porque al
señalar que con cada gestión de cobro se
interrumpe la prescripción, no hace más que
nulificar la figura de la prescripción, como lo
demuestro con el siguiente ejemplo: --- Tenemos
un contribuyente que a través de un procedimiento
de fiscalización la autoridad le determinó **********.
Este particular no promovió ningún medio de
defensa dentro de los 45 días hábiles siguientes,
por lo que el crédito se hizo exigible.--- A la
autoridad fiscal se le “olvida requerir su pago”, por
cuatro años y medio, sin embargo, se percata que
la prescripción va a operar, y lo requiere de pago,
logrando con ello, que la prescripción se
interrumpa, y logrando contar con OTROS 5 años
para cobrar el crédito fiscal, y si nuevamente se le
llegara a pasar 4 años, 11 meses 28 días, y se da

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

cuenta y al último día que tiene que cobrar, realiza


otra gestión de cobro, nuevamente contará con
OTRO plazo de 5 años, (llevando ya prácticamente
15 años cobrando) evento que nos lleva a concluir
que la figura de la prescripción, se nulifica,
privándose así de un derecho otorgado por el
propio precepto.--- Y esto se demuestra con lo que
sucede en el caso que nos ocupa, pues el crédito
fiscal en cuestión corresponde a los ejercicios de
1990, 1991, 1992, 1993, 1994 y 1995, esto es se
constituye por ejercicios respecto de los cuales
han transcurrido de NUEVE A CATORCE AÑOS,
desde que se inició el presente juicio, de ahí que
baste cualquier acto de la autoridad, incluso ilegal,
para interrumpir el término de prescripción, pues
de las constancias del procedimiento
administrativo de ejecución que exhibió el hoy
tercero perjudicado en su contestación a la
ampliación de la demanda, manifiesto que muchas
de ellas las desconozco, pero no las pude
impugnar ya que las mismas fueron exhibidas por
la autoridad fiscal hasta la contestación a la
ampliación de la demanda y los demás actos que sí
impugno fueron dejados sin efectos, no obstante
ello la Sala A Quo considera que tales actos sí
interrumpen el término de prescripción.--- De lo
anterior se desprende que lejos de dar seguridad
jurídica a los contribuyentes, el artículo 146 del
Código Fiscal de la Federación supone una

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

regulación del término de prescripción de tal


manera que sujeta a los particulares a estar
obligados indefinidamente a créditos respecto de
los cuales ya se duplicó o triplicó el término de
cinco años, lo que no deben permitir los
magistrados de este H. Tribunal, como encargados
de hacer respetar las garantías de los gobernados.
b) Porque no señala cuál es el plazo máximo, o
cuántas veces se puede interrumpir la prescripción
del crédito fiscal, lo que genera inseguridad jurídica
para el gobernado al no conocer a ciencia cierta
cuándo se libera de su obligación, y le permite a la
autoridad el uso abusivo e ilimitado de sus
facultades de cobro.--- Incluso note este H. Tribunal
Colegiado, que en materia PENAL que también es
de orden público, como en materia civil, existe un
plazo máximo para la prescripción, generando con
ello certeza y seguridad jurídica para los
particulares, razón por la cual debe también existir
ese plazo máximo en esta materia, a fin de crear
certidumbre jurídica, de ahí que si en este precepto
no se establece el plazo máximo a que se hace
referencia, es evidente que se deja en completo
estado de incertidumbre e inseguridad jurídica al
particular.--- Por los argumentos vertidos con
anterioridad es evidente que el artículo 146 del
Código Fiscal de la Federación, es inconstitucional,
al violar la garantía de seguridad jurídica
consagrada en el artículo 16 constitucional, por lo

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

que procede se conceda el amparo y protección de


la Justicia Federal que se solicita.”

Como se advierte del concepto de violación transcrito, en él


no se adujo la inconstitucionalidad del precepto impugnado por
ser ambiguo y provocar incertidumbre al dar lugar a diversas
interpretaciones, por lo que resulta un planteamiento que
pretende introducirse en el presente recurso de revisión, lo que
determina su inoperancia.

Al respecto resulta aplicable la tesis jurisprudencial 150/2005


de la Primera Sala de este Alto Tribunal que este Órgano
Colegiado comparte, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, diciembre de
2005, página 52, que textualmente establece:

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS


QUE SE REFIEREN A CUESTIONES NO
INVOCADAS EN LA DEMANDA Y QUE, POR ENDE,
CONSTITUYEN ASPECTOS NOVEDOSOS EN LA
REVISIÓN. En términos del artículo 88 de la Ley de
Amparo, la parte a quien perjudica una sentencia
tiene la carga procesal de demostrar su ilegalidad a
través de los agravios correspondientes. En ese
contexto, y atento al principio de estricto derecho
previsto en el artículo 91, fracción I, de la ley
mencionada, resultan inoperantes los agravios
referidos a cuestiones no invocadas en la demanda
de garantías, toda vez que al basarse en razones

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

distintas a las originalmente señaladas, constituyen


aspectos novedosos que no tienden a combatir los
fundamentos y motivos establecidos en la
sentencia recurrida, sino que introducen nuevas
cuestiones que no fueron abordadas en el fallo
combatido, de ahí que no exista propiamente
agravio alguno que dé lugar a modificar o revocar
la resolución recurrida.”

A mayor abundamiento, debe señalarse, por una parte, que


toda norma jurídica se encuentra sujeta a interpretación, lo que
constituye precisamente labor de los órganos jurisdiccionales, sin
que, por tanto, de ello pueda derivarse su inconstitucionalidad,
como lo ha sostenido esta Segunda Sala al resolver la
contradicción de tesis 181/2005-SS, resuelta el diecisiete de
febrero de dos mil seis, por unanimidad de cuatro votos, al
precisar el concepto de aplicación estricta de las normas fiscales
que establecen elementos esenciales de los impuestos,
señalando, en la parte conducente:

“…La interpretación jurídica ha sido objeto de una


evolución que se inició con la concepción
tradicional que, en Europa, llegó al extremo de
prohibir a los jueces que interpretasen las
disposiciones legislativas, las que debían aplicar
de manera mecánica, ya que establecer su
significado correspondía en último grado al órgano
legislativo que las había expedido.

38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

En ese sentido, especialmente tuvieron gran peso


las ideas expresadas por Carlos Luis de Secondat,
barón de Montesquieu, en su obra clásica El
Espíritu de las Leyes, en el sentido de que: "... los
jueces de la nación, como es sabido, no son ni más
ni menos que la boca que pronuncia las palabras
de la ley, seres inanimados que no pueden mitigar
la fuerza y el rigor de la ley misma ...", consecuente
con lo anterior, estimaba que de los tres poderes,
"el juzgar es casi nulo ...", lo que equivalía a
sostener que no era un verdadero poder.
Con la obra codificadora de los comienzos del siglo
XIX se creyó llegado a la perfección el terreno
legislativo, se pensó que el juzgador estaba
obligado a aplicar la ley en sus términos, de
manera que sólo en los casos excepcionales en
que existiera duda sobre su alcance, se le
otorgaba, con renuencia, la facultad de
interpretarla.
La realidad se ha encargado de desvanecer esa
ilusión, comenzándose a superar la figura del
juzgador como un aplicador automático de las
disposiciones legislativas, a la manera de una
verdadera máquina silogística.
La doctrina contemporánea es casi unánime en
subrayar que no es posible la aplicación textual de
una norma jurídica a los casos concretos de la
experiencia, sin que previamente se hubiese
interpretado.

39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

El acto de aplicación presupone el conocimiento de


la regla que se trata de aplicar y, por ende, la
indispensable labor de interpretación.
La aplicación de la norma jurídica tiene
normalmente su premisa indispensable en la
interpretación, en virtud de que su correcta
inteligencia garantiza también la recta aplicación de
la norma al caso concreto.
La función judicial es una actividad dinámica,
puesto que la aplicación de las disposiciones
normativas abstractas a los casos concretos de la
realidad, forzosamente tiene que presuponer una
labor interpretativa, indispensable para adecuar el
mandato genérico a las modalidades específicas,
infinitamente variables, de la práctica.
La experiencia ha evidenciado que el Juez no
puede materialmente limitarse a interpretar y
aplicar el derecho a través de un silogismo simple
o silogismo judicial, cuya premisa mayor está
constituida por la norma abstracta en su
apreciación textual, la premisa menor por los
supuestos de hecho, y la conclusión por la
aplicación del mandato legal al caso particular.
Los órganos jurisdiccionales aplican el derecho
dentro de la sociedad, no fuera de ella, de lo que
deriva que, de hecho, la decisión jurisdiccional no
pueda constituir una simple aplicación mecánica
del derecho, si se toma en cuenta que no consiste

40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

solamente en una constatación de éste que nada


agregue al orden jurídico.
Aceptar lo contrario llevaría a confundir lo
abstracto con lo concreto y desconocer el
movimiento dialéctico que opera por el fenómeno
de la concreción de las normas. Si la tesis (norma
abstracta), produjera una antítesis (norma
concreta), y la síntesis no fuera otra cosa que el
regreso a la tesis original, carecería de
significación jurídica calificar a la jurisdicción
como una de las funciones materiales del Estado,
en tanto que nada estaría aportando ni en lo
abstracto ni en lo concreto. Lo cierto es que al
pasar de la antítesis a la síntesis se produce una
nueva situación jurídica, diferente de la inicial,
porque la sentencia no es idéntica a la norma en
que se funda, al interpretarla y, en ocasiones,
integrarla.
Esa línea de pensamiento es acorde a la
jurisprudencia de este Alto Tribunal que a
continuación se transcribe:
Octava Época. Instancia: Tercera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, abril
de 1991, tesis 3a./J. 18/91, página 24.
"LEYES FISCALES. LA INTERPRETACIÓN
SISTEMÁTICA DE SUS NORMAS NO
CONTRAVIENE LOS PRINCIPIOS DE
INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN ESTRICTA Y DE
LEGALIDAD QUE RIGEN EN DICHA MATERIA. Si

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

bien es cierto que la interpretación y aplicación de


las normas impositivas es estricta, también es
cierto que resultaría imposible interpretar cada
precepto considerándolo fuera del contexto
normativo del que forma parte, ya que de ser así,
cualquier intento estricto de interpretación
resultaría infructuoso para determinar el sentido y
alcance de las normas. Toda norma requiere de una
interpretación, aunque sea literal, sin importar su
rango, ya sea constitucional, legal, reglamentario,
contractual o de cualquier otra índole, y un
principio de hermenéutica obliga a interpretar los
preceptos jurídicos en función a los demás que
integran el ordenamiento al que pertenecen, y en
función a los demás ordenamientos que integran
un determinado régimen jurídico; sin que ello
implique que en materia impositiva una
interpretación estricta pero al fin y al cabo
interpretación, vaya a obligar al sujeto pasivo de la
norma tributaria al pago de contribuciones no
establecidas en las leyes fiscales. En
consecuencia, interrelacionar las normas de
manera sistemática no viola el principio de
interpretación y aplicación estricta que rige la
materia fiscal, ni el principio de legalidad que
prevalece en dicha materia, de acuerdo con el
artículo 31, fracción IV, constitucional."

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

Por otra parte, debe señalarse que esta Segunda Sala ya ha


establecido la interpretación del artículo 146 del Código Fiscal de
la Federación en el aspecto que ahora cuestiona la recurrente,
como se advierte de la tesis la tesis jurisprudencial 141/2004,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página 377, que
señala:

“PRESCRIPCIÓN EN MATERIA FISCAL. SU PLAZO


SE INTERRUMPE CON CADA GESTIÓN DE COBRO,
AUN CUANDO SEA DECLARADA SU NULIDAD POR
VICIOS FORMALES. De conformidad con el
artículo 146 del Código Fiscal de la Federación, el
plazo de prescripción se interrumpe con cada
gestión de cobro que el acreedor notifique o haga
saber al deudor o por el reconocimiento expreso o
tácito de éste respecto de la existencia del crédito.
Bajo esa óptica, el término de cinco años previsto
en el referido precepto para que opere la
prescripción de un crédito fiscal cuyo pago se
exige al deudor principal o, en su caso, a la
institución afianzadora, se interrumpe con cada
gestión de cobro efectuada por la autoridad
hacendaria competente, aun en el supuesto de que
se combata y sea declarada su nulidad para
efectos, por contener algún vicio de carácter
formal. Ello es así, pues el acto fundamental que da
lugar a la interrupción del plazo de la prescripción
lo es la notificación, por la cual se hace saber al

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

deudor la existencia del crédito fiscal cuyo pago se


le requiere, así como cualquier actuación de la
autoridad tendente a hacerlo efectivo, es decir, la
circunstancia de que el actor quede enterado de su
obligación o del procedimiento de ejecución
seguido en su contra, lo que se corrobora con el
indicado artículo 146 al establecer como una forma
de interrumpir el término de la prescripción, el
reconocimiento expreso o tácito del deudor
respecto de la existencia del crédito, de donde se
sigue que tal interrupción no necesariamente está
condicionada a la subsistencia del acto que
constituye la gestión de cobro, sino a la
circunstancia de que el deudor tenga pleno
conocimiento de la existencia del crédito fiscal
exigido por la autoridad hacendaria.”

El anterior criterio jurisprudencial fue sustentado por este


Órgano Colegiado al fallar la contradicción de tesis 50/2004-SS,
en sesión de tres de septiembre de dos mil cuatro, por
unanimidad de cinco votos, sosteniendo, en la parte conducente
de la resolución, lo siguiente:

“…SÉPTIMO.- Como ya quedó establecido en el


considerando quinto de la presente resolución, la
materia de la contradicción se circunscribe a
determinar si se interrumpe o no el término de la
prescripción previsto en el artículo 146 del Código
Fiscal de la Federación, con motivo de un

44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

requerimiento o acto de cobro cuya nulidad ha sido


declarada para efectos en sentencia del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, esto es,
por contener vicios formales.
Es decir, si el requerimiento o acto de cobro
realizado por la autoridad hacendaria al deudor
principal, o en su caso a la institución afianzadora
tratándose de créditos fiscales garantizados con
fianza, interrumpe o no el plazo de la prescripción
cuando ha sido declarado nulo por vicios formales.
Por ende, a fin de resolver la presente
contradicción de criterios se estima conveniente
analizar, en primer término, la naturaleza jurídica de
la figura de la prescripción, así como su evolución
en el Código Fiscal de la Federación y sus
particularidades en la materia.
La palabra prescripción deriva del término latino
“prescribiere” que significa adquirir un derecho
real o extinguirse un derecho o acción de cualquier
clase por el transcurso del tiempo en las
condiciones previstas por la ley (Diccionario de la
Lengua Española, Vigésima Primera edición,
Madrid 1992, página 1660).
La prescripción tiene su origen en el derecho civil y
conforme a lo dispuesto por los artículos 1135 y
1136 del Código Civil Federal (anteriormente
Código Civil para el Distrito Federal en Materia
Común y para toda la República en Materia
Federal), se define como el medio de adquirir

45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

bienes o liberarse de obligaciones por el simple


transcurso de cierto tiempo y bajo las condiciones
establecidas en la ley, haciendo la distinción el
segundo de los preceptos señalados, entre la
adquisición de bienes en virtud de la posesión
llamada prescripción positiva y la liberación de
obligaciones por no exigirse su cumplimiento que
se denomina prescripción negativa.
En materia fiscal no aplica esa distinción debido a
que la prescripción sólo se prevé en su modalidad
negativa o liberatoria, es decir, como un medio para
que el deudor se libere de una obligación tributaria
mediante el transcurso de cierto plazo determinado
en la legislación aplicable, esto es, el Código Fiscal
de la Federación, ordenamiento en el cual se
encuentra regulada la prescripción en los artículos
22 y 146.
El primer numeral prevé la extinción de la
obligación del Estado por el transcurso del tiempo,
de devolver las cantidades pagadas indebidamente
por los contribuyentes por cualquier concepto
tributario, cuando éstos no ejercen su derecho de
solicitar o exigir su devolución antes de que
transcurra el término para que se consuma la
prescripción, estableciendo que ésta opera en los
mismos términos que tratándose de créditos
fiscales.
El segundo precepto -artículo 146- instituye el
término de cinco años para la prescripción de los

46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

créditos fiscales, entendiendo como tales conforme


al artículo 4° del Código Fiscal de la Federación,
todas aquellas percepciones a que tenga derecho
el Estado, provenientes de contribuciones
(impuestos, aportaciones de seguridad social,
contribuciones de mejoras y derechos), de
aprovechamientos o sus accesorios, incluyendo
los que deriven de responsabilidades que tenga
derecho a exigir de sus servidores públicos o de
los particulares, así como aquellos a los que las
leyes les den ese carácter y el Estado tenga
derecho a percibir por cuenta ajena.
La prescripción fiscal, a diferencia de la caducidad,
pertenece al derecho sustantivo, pues se refiere a
la extinción de una obligación fiscal por el sólo
transcurso del tiempo determinado en la ley de la
materia. Con independencia de las diferencias
existentes entre ambas figuras jurídicas, el artículo
146 del referido Código, prevé la posibilidad de que
los particulares puedan solicitar la declaratoria de
prescripción, vía acción, o bien puedan hacerla
valer en el recurso administrativo o medio de
defensa legal procedente.
Previo al estudio del precepto en comento a que se
refiere la materia de la presente contradicción, se
estima pertinente destacar de manera sucinta la
evolución que ha tenido la figura jurídica de la
prescripción en el ámbito fiscal; para tal fin se citan
los antecedentes legislativos siguientes.

47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

El Código Fiscal de 1938, en su artículo 55,


disponía que la prescripción de la facultad de las
autoridades fiscales para determinar en cantidad
líquida las prestaciones tributarias y la prescripción
de los créditos mismos, constituía una excepción
que podía oponerse como extintiva de la acción
fiscal.
Puede verse que en el referido ordenamiento se
daba un tratamiento similar a dos figuras jurídicas
distintas como son la caducidad y la prescripción,
no obstante que esta última, a diferencia de la
caducidad, pertenece al derecho sustantivo y se
refiere a la extinción de una obligación fiscal por el
transcurso del tiempo.
Dicho error fue corregido en el Código Fiscal de
1967 que substituyó al de 1938, como se verá a
continuación.
En las notas del anteproyecto del citado Código
Fiscal de 1967, se afirma: “se separa la
prescripción como institución de derecho
sustantivo, de otra de carácter procesal que es la
extinción de las facultades de las autoridades
fiscales. La pérdida de facultades no debe
confundirse con la prescripción, ya que ésta
supone la existencia de un crédito que se extinga y
las facultades de la autoridad para actuar no
suponen necesariamente la existencia de crédito.
La pérdida de facultades por falta de su ejercicio

48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

dentro de un plazo corresponde más bien al


concepto procesal de caducidad.”
En el dictamen de la Cámara de Diputados (Cámara
de origen), se asentó: “Por lo que hace a las
facultades de la autoridad para determinar la
existencia de obligaciones fiscales, caso distinto
de la prescripción de créditos definidos, se
establece (artículo 88) que las mismas se extingan
en el término de 5 años no sujeto a interrupción ni
suspensión. La norma expresada resulta
indispensable para poner término a situaciones o
posibles responsabilidades que permanecen
indefinidas en el tiempo y que afectan a la
seguridad jurídica y económica de los
particulares.”
Por su parte, en el “dictamen de primera lectura” de
la Cámara de Senadores (revisora), se asentó: “En
la iniciativa se unifican los plazos para que se
consume la prescripción tanto a favor como en
contra del fisco; se crea la caducidad de la facultad
de la autoridad administrativa para determinar
créditos fiscales.”
En base a lo anterior se estableció en el Código
Fiscal de 1967, en su artículo 32, un modo de
extinción de los créditos fiscales, o sea el derecho
de los particulares para que en el término de cinco
años se extingan, por prescripción, sus
obligaciones ante el fisco federal y los créditos a
favor de éste por impuestos, derechos, productos o

49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

aprovechamientos, en tanto en su artículo 88 se


consignaron las facultades de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público para determinar la
existencia de obligaciones fiscales, señalar las
bases de su liquidación o fijarlas en cantidad
líquida, para imponer sanciones por infracciones a
las disposiciones fiscales, así como la facultad
para verificar el cumplimiento o incumplimiento de
dichas disposiciones, previendo que se
extinguirían en el término de cinco años.
Sobre el particular, esta Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia, en la jurisprudencia
cuyo rubro y texto a continuación se cita,
determinó:
“PRESCRIPCIÓN Y EXTINCIÓN DE FACULTADES
DE LAS AUTORIDADES FISCALES. CÓDIGO
FISCAL DE 1938 Y CÓDIGO FISCAL VIGENTE. El
artículo 55 del Código Fiscal derogado disponía
que la prescripción de la facultad de las
autoridades fiscales para determinar en cantidad
líquida las prestaciones tributarias y la prescripción
de los créditos mismos, era excepción que podría
oponerse como extintiva de la acción fiscal. Como
puede observarse, en dicha disposición se
contemplaban la prescripción y otra institución,
propiamente de carácter procesal, o sea la de
extinción de las facultades de las autoridades
fiscales, que son instituciones jurídicas distintas,
ya que se decía que prescribían tanto las facultades

50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

de las autoridades fiscales para determinar en


cantidad líquida las prestaciones tributarias, como
los créditos mismos. Sin embargo, en el Código
Fiscal vigente el legislador dio un tratamiento
diferente a la prescripción como medio legal para la
extinción de las obligaciones ante el fisco federal y
los créditos a favor de éste, y lo que constituye una
caducidad, a saber, la extinción de facultades para
actuar de las autoridades fiscales. Efectivamente:
el artículo 32 del Código Fiscal de la Federación
contiene una norma de derecho sustantivo que
establece un modo de extinción de los créditos
fiscales, al prever el derecho de los particulares
para que, por prescripción, en el término de cinco
años, se extingan sus obligaciones ante el fisco
federal y los créditos a favor de éste por impuestos,
derechos, productos o aprovechamientos. Por su
parte el artículo 88 del ordenamiento legal sujeto a
estudio establece que las facultades de la
Secretaría de Hacienda para determinar la
existencia de obligaciones fiscales, señalar las
bases de su liquidación o fijarlas en cantidad
líquida, para imponer sanciones por infracciones a
las disposiciones fiscales, así como las facultades
de verificar el cumplimiento o incumplimiento de
dichas disposiciones, se extinguen en el término de
cinco años, no sujeto a interrupción ni suspensión.
Este numeral también contempla un medio de
extinción, pero referido únicamente a las facultades

51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

de las autoridades para actuar, pues ya ejercitadas


las facultades legales y determinado el crédito, la
extinción de este último se rige por las reglas
relativas a la prescripción.” (Semanario Judicial de
la Federación. Séptima Época. Tomo 72. Tercera
Parte. Página: 52).
En el Código Fiscal de la Federación vigente,
publicado en el Diario Oficial de la Federación de
treinta y uno de diciembre de mil novecientos
ochenta y uno, se siguió la misma idea que inspiró
el derogado Código Fiscal de 1967, pues se previó
tanto la figura de la caducidad en el artículo 67,
como la de la prescripción en los artículos 22 y 146
referidos en párrafos precedentes.
Ahora bien, en virtud del tema materia de la
contradicción, es menester acudir al contenido del
artículo 146 del Código Fiscal de la Federación, el
cual a la letra dispone:
“Artículo 146.- El crédito fiscal se extingue por
prescripción en el término de cinco años.
El término de la prescripción se inicia a partir de la
fecha en que el pago pudo ser legalmente exigido y
se podrá oponer como excepción en los recursos
administrativos. El término para que se consume la
prescripción se interrumpe con cada gestión de
cobro que el acreedor notifique o haga saber al
deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de
éste respecto de la existencia del crédito. Se
considera gestión de cobro cualquier actuación de

52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

la autoridad dentro del procedimiento


administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor.
(ADICIONADO, D.O.F. 31 DE DICIEMBRE DE 1999)
Cuando se suspenda el procedimiento
administrativo de ejecución en los términos del
artículo 144 de este Código, también se suspenderá
el plazo de la prescripción.
(ADICIONADO, D.O.F. 5 DE ENERO DE 2004)
Asimismo, se interrumpirá el plazo a que se refiere
este artículo cuando el contribuyente hubiera
desocupado su domicilio fiscal sin haber
presentado el aviso de cambio correspondiente o
cuando hubiere señalado de manera incorrecta su
domicilio fiscal.
Los particulares podrán solicitar a la autoridad la
declaratoria de prescripción de los créditos
fiscales.”
Conforme al precepto transcrito, el término para
que se actualice la figura jurídica de la prescripción
(cinco años), comienza a correr a partir de la fecha
en que el pago del crédito fiscal de que se trate
pudo ser legalmente exigido, aspecto sobre el que
ya existe jurisprudencia en ese sentido, emitida por
la Segunda Sala de este Alto Tribunal al resolver la
diversa contradicción de tesis 11/1999, con el rubro
“PRESCRIPCIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 146
DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. EL
PLAZO PARA QUE SE INICIE ES LA FECHA EN

53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

QUE EL PAGO DE UN CRÉDITO DETERMINADO


PUDO SER LEGALMENTE EXIGIBLE.”
Cabe destacar al respecto, que al referirse el
numeral en cita al pago del crédito fiscal, ello
presupone que previamente fue determinado y
debidamente notificado al particular el documento
que contenga su determinación en cantidad líquida,
pues de no realizar el pago correspondiente o
garantizar su monto dentro del plazo de cuarenta y
cinco días previsto en el artículo 65 del mismo
Código Tributario Federal, esto último en el caso de
haber impugnado el crédito fiscal, será legalmente
exigible por la autoridad, iniciando así el término de
la prescripción.
En el supuesto de que se interponga algún medio
de defensa legal en contra de la determinación del
crédito, será hasta el momento en que se notifique
al contribuyente la resolución recaída al mismo que
confirme esa determinación, cuando inicie el
término de la prescripción, pues es hasta ese
momento que puede estimarse legalmente exigible.
Por otra parte, el numeral en comento prevé la
posibilidad de que el término de la prescripción se
interrumpa o se suspenda, hipótesis totalmente
diversas y con consecuencias distintas, aunque no
es el caso de establecerlas ni ocuparnos de ellas,
sino sólo de lo relativo a si se interrumpe o no la
prescripción en el supuesto analizado por los

54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

Tribunales Colegiados contendientes, el cual ya ha


sido precisado.
Sobre ese aspecto, se establece en el párrafo
segundo del precepto en cita, que el término de la
prescripción se interrumpe con cada gestión de
cobro que el acreedor notifique o haga saber al
deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de
éste respecto de la existencia del crédito,
considerándose gestión de cobro cualquier
actuación de la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor; de ello deriva que el
término para que se configure la prescripción
puede interrumpirse por dos motivos, a saber:
A. Por la gestión de cobro que el acreedor notifique
o haga saber al deudor; y,
B. Por el reconocimiento expreso o tácito del
contribuyente deudor respecto de la existencia del
crédito.
En consecuencia, del precepto en cita se deduce,
en lo que al caso interesa, que el crédito fiscal se
extingue por prescripción en el término de cinco
años y que éste se inicia a partir de la fecha en que
su pago pudo ser legalmente exigido, pues
constituye una sanción en contra de la autoridad
hacendaria por su inactividad derivada de no
ejercer su facultad económico coactiva, de modo
que bajo esa óptica, la prescripción sólo puede

55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

empezar a correr si tiene expedita su jurisdicción


para el ejercicio de la facultad mencionada.
Habiendo quedado precisado que el término de
cinco años para que se consuma la prescripción
fiscal, inicia a partir de que el pago del crédito
fiscal respectivo es legalmente exigible al deudor,
se procede a examinar la causa por la que uno de
los tribunales contendientes estima que no se
interrumpe dicho término prescriptorio y el otro
sostiene una posición contraria.
En principio, importa destacar que los asuntos
sometidos a la consideración de los dos tribunales
contendientes, tienen en común que se trata de
revisiones fiscales en las que la autoridad
recurrente, demandada en el juicio de nulidad,
impugna la sentencia dictada en cada caso por una
Sala del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, en las cuales se abordó el tema
relativo a la interrupción del término de la
prescripción con motivo de un requerimiento o acto
de cobro de la autoridad hacendaria.
Para combatir la nulidad decretada en las
sentencias materia de revisión fiscal, por haber
estimado la Sala resolutora que operó la
prescripción fiscal, la autoridad recurrente
argumentó que los requerimientos de cobro
referidos en cada caso, sí interrumpieron el término
de la prescripción porque su nulidad se declaró
para efectos por contener vicios formales,

56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

destacando al respecto que sólo la declaratoria de


nulidad lisa y llana no interrumpe el plazo de la
prescripción establecido en el artículo 146 del
Código Tributario Federal, porque la nulidad
decretada en esos términos por el Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa, implica la nada
jurídica respecto del acto autoritario de molestia;
por consiguiente, adujo la recurrente que si un acto
de autoridad no nació a la vida jurídica, ello no
puede considerarse como una causa de
interrupción de la prescripción fiscal.
Analizados en cada caso los argumentos de la
autoridad recurrente, a la luz de las
consideraciones vertidas en las sentencias sujetas
a revisión, los Tribunales Colegiados contendientes
arribaron a conclusiones opuestas en torno al tema
central materia de la presente contradicción.
Ahora bien, para saber si en términos del artículo
146 del Código Fiscal de la Federación, un acto o
gestión de cobro de la autoridad hacendaria,
interrumpe la prescripción aun cuando haya sido
decretada su nulidad para efectos en sentencia
firme dictada por una Sala del Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, es necesario tener
presente cuáles son los alcances de una sentencia
de nulidad, conforme a lo previsto por el artículo
239 del Código Fiscal de la Federación, que a la
letra dice:
“Artículo 239.- La sentencia definitiva podrá:

57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

I. Reconocer la validez de la resolución


impugnada.
II. Declarar la nulidad de la resolución impugnada.
III. Declarar la nulidad de la resolución impugnada
para determinados efectos, debiendo precisar con
claridad la forma y términos en que la autoridad
debe cumplirla, salvo que se trate de facultades
discrecionales.
(ADICIONADA, D.O. 31 DE DICIEMBRE DE 2000)
IV. Declarar la existencia de un derecho subjetivo y
condenar al cumplimiento de una obligación, así
como declarar la nulidad de la resolución
impugnada.
(REFORMADO, D.O. 29 DE DICIEMBRE DE 1997)
Si la sentencia obliga a la autoridad a realizar un
determinado acto o iniciar un procedimiento,
deberá cumplirse en un plazo de cuatro meses
contados a partir de que la sentencia quede firme.
Dentro del mismo término deberá emitir la
resolución definitiva, aun cuando hayan
transcurrido los plazos señalados en los artículos
46-A y 67 de este Código.
(REFORMADO, D.O. 15 DE DICIEMBRE DE 1995)
En el caso de que se interponga recurso, se
suspenderá el efecto de la sentencia hasta que se
dicte la resolución que ponga fin a la controversia.
(REFORMADO POR LA FRACCION III DEL
ARTÍCULO DÉCIMO PRIMERO DE LAS
DISPOSICIONES TRANSITORIAS DE LA LEY

58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

ORGÁNICA DEL TRIBUNAL FISCAL DE LA


FEDERACIÓN, D.O. 31 DE DICIEMBRE DE 2000)
Siempre que se esté en alguno de los supuestos
previstos en las fracciones II y III, del artículo 238
de este Código, el Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa declarará la nulidad para el
efecto de que se reponga el procedimiento o se
emita nueva resolución; en los demás casos,
también podrá indicar los términos conforme a los
cuales debe dictar su resolución la autoridad
administrativa, salvo que se trate de facultades
discrecionales.”
De conformidad con lo dispuesto en dicho precepto
legal, las sentencias dictadas por el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa podrán
reconocer la validez del acto o resolución
impugnada, o bien decretar su nulidad, caso en el
que se hace la distinción entre nulidad lisa y llana o
para determinados efectos.
Si la sentencia declara la nulidad lisa y llana de la
resolución impugnada en el juicio contencioso
administrativo, tal declaración implica que dicha
resolución quede insubsistente y la autoridad
emisora deberá abstenerse de realizar cualquier
acto de aplicación o ejecución de la misma,
debiendo abstenerse también de reiterarla dentro
del mismo contexto específico del que provino.
En cambio, si la nulidad es declarada para
determinados efectos, la resolución impugnada

59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

quedará insubsistente y la autoridad emisora, en


los casos que proceda, estará constreñida a
cumplir con los lineamientos precisados en la
sentencia correspondiente, debiendo emitir una
nueva resolución purgando los vicios y defectos
que hubiera presentado la anterior, o reponer el
procedimiento, según corresponda, salvo los casos
en que se trate de facultades discrecionales, en los
que queda a elección de la autoridad determinar si
emite o no un nuevo acto.
En los casos analizados por los tribunales
contendientes, el acto o gestión de cobro
impugnado en juicio contencioso administrativo,
quedó insubsistente por virtud de la nulidad para
efectos decretada por la Sala del Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa que conoció de
cada juicio, al estimar que dicho acto de cobro no
interrumpió el término de la prescripción, aspecto
del que se ocuparon los órganos colegiados en
virtud de haber sido controvertido en la revisión
fiscal por la autoridad recurrente, en torno al cual
sostuvieron posturas discrepantes, pues el Octavo
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, determinó que el término para que
se configurara la prescripción de la póliza de fianza
controvertida sí se interrumpió al mediar un
requerimiento de pago por parte de la autoridad
hacendaria, legalmente notificado a la empresa
afianzadora, lo que consideró no obstante haber

60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

advertido que se decretó su nulidad para efectos


por contener vicios formales; en cambio, el Noveno
Tribunal de la misma Materia y Circuito, resolvió
sobre la misma cuestión, que la prescripción no se
interrumpe con un acto de la autoridad fiscal
cuando éste ha sido declarado nulo para efectos,
por contener vicios formales.
Sobre el punto en contradicción, procede
establecer que en los supuestos en comento, el
requerimiento o acto de cobro realizado por la
autoridad hacendaria sí interrumpe el término de la
prescripción, aun cuando haya sido declarada su
nulidad para efectos al resolverse su impugnación
en la vía contencioso administrativa ante el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
Lo anterior se determina así porque el hecho de
que el requerimiento o acto de cobro impugnado
mediante juicio de nulidad, haya quedado
insubsistente o sin efectos por la existencia de
vicios de forma, no significa que no hubiese
interrumpido el término de la prescripción, dado
que los supuestos a que alude el artículo 146 del
Código Fiscal de la Federación, no se refieren a la
existencia y subsistencia legal de un acto
administrativo, sino al conocimiento por parte del
deudor de la obligación fiscal que se le exige, tal
como se corrobora con la transcripción de dicho
precepto, que en lo conducente dispone:

61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

“Artículo 146.- El crédito fiscal se extingue por


prescripción en el término de cinco años.
El término de la prescripción se inicia a partir de la
fecha en que el pago pudo ser legalmente exigido y
se podrá oponer como excepción en los recursos
administrativos. El término para que se consume la
prescripción se interrumpe con cada gestión de
cobro que el acreedor notifique o haga saber al
deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de
éste respecto de la existencia del crédito. Se
considera gestión de cobro cualquier actuación de
la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor.
…”
El primer supuesto que en términos del referido
numeral interrumpe la prescripción, se refiere a la
gestión de cobro que el acreedor notifique o haga
saber al deudor y, el segundo, al reconocimiento
expreso o tácito del deudor respecto de la
existencia del crédito fiscal. De ambos supuestos
se deduce que el hecho fundamental que da lugar a
considerar que se interrumpió el término de la
prescripción, lo constituye el conocimiento pleno
del deudor sobre la existencia del crédito fiscal
cuyo cobro se le exige; por tanto, respecto de la
gestión de cobro, entendida como tal cualquier
actuación de la autoridad notificada al deudor,
cobra particular relevancia el acto de notificación a

62
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

través del cual se entera aquél de la obligación o


crédito fiscal que se le reclama o del procedimiento
administrativo de ejecución seguido en su contra.
Al respecto, cabe destacar que gramaticalmente el
supuesto establecido por el legislador en el
precepto aludido, se refiere a la acción y efecto de
gestionar y tramitar las diligencias pertinentes para
la consecución de un asunto. Desde el punto de
vista legal, el propio precepto señala que por
gestión de cobro se entiende cualquier actuación
de la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor.
Desde esa óptica, resulta que al gestionar la
autoridad fiscal el cobro de un crédito fiscal dentro
del procedimiento administrativo de ejecución, el
acto fundamental que da lugar a interrumpir el
término de la prescripción, conforme a lo previsto
por el artículo 146 del Código Fiscal de la
Federación, lo es la notificación por la que se le
hace saber al deudor cualquier actuación de la
autoridad dictada en dicho procedimiento, es decir,
la circunstancia de que el deudor quede enterado
de la existencia del crédito fiscal cuyo cobro le es
requerido o del procedimiento de ejecución
seguido en su contra. Tan es así, que el propio
precepto establece también como forma de
interrumpir el término de la prescripción, el
reconocimiento expreso o tácito del contribuyente

63
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

respecto de la existencia del crédito; de donde se


sigue que tal interrupción no necesariamente está
condicionada a la subsistencia del acto que
constituye la gestión de cobro, sino a la
circunstancia de que el deudor tenga pleno
conocimiento de la existencia del crédito fiscal que
le es requerido por la autoridad.
Aunado a ello y con independencia de las
opiniones doctrinales que existen respecto de la
nulidad de los actos en general, tratándose de una
resolución jurisdiccional que declara la nulidad
para efectos, conforme a lo dispuesto por el
artículo 239, fracción III, del Código Fiscal de la
Federación, sus alcances no conllevan la ineficacia
total del acto impugnado, considerado éste por su
contenido intrínseco y no por su expresión
material, sino que dicha nulidad, en los casos en
que se determine dejar insubsistente el acto
administrativo para determinados efectos,
concretamente para que se emita otro, significa que
éstos están subjúdice, sujetos a la condición de
que se emita uno nuevo que sustituya el acto
declarado nulo, o en el caso de facultades
discrecionales, la afectación al particular respecto
del mismo crédito sigue latente, de modo tal que
aunque materialmente dicho acto sea sustituido, la
pretensión de la autoridad queda incólume para
efectos de la prescripción, porque al tratarse de
una nulidad para efectos, el supuesto de dejar

64
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

insubsistente el acto impugnado no puede


desvincularse de dicha pretensión que sigue
existiendo por virtud de la propia sentencia fiscal,
pues al determinarse en ésta como efecto de la
nulidad la emisión de un nuevo acto, ello implica el
reconocimiento de la gestión de cobro realizada
por la autoridad; de lo contrario, podría llegarse al
absurdo de considerar que el nuevo acto no
constituye una gestión de cobro que también
interrumpa la prescripción, por ser consecuencia
de la sentencia en la que se decretó la nulidad para
efectos y no propiamente de la voluntad de la
autoridad fiscal.
No obsta a lo anterior la circunstancia de que se
considere gestión de cobro cualquier actuación de
la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor, sin distinguir el
motivo que la haya originado, ya que dicha
disposición se advierte que sólo tuvo como
propósito considerar como acto administrativo que
interrumpe la prescripción, cualquiera que sea
emitido dentro del citado procedimiento, aunque
directamente no requiera o pretenda ejecutar de
inmediato el cobro, como es el caso del embargo
ordenado por la autoridad fiscal.
En esos términos, se colige que la interrupción de
la prescripción es una figura jurídica que una vez
actualizada subsiste a pesar de que el acto de

65
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

cobro que la motivó quede insubsistente por virtud


de una sentencia de nulidad para efectos, ya que
ésta no tiene como propósito invalidar el crédito
fiscal, sino tan sólo que, en su caso, se repare el
vicio formal o de procedimiento de que se trate, lo
que en modo alguno hace desaparecer el
conocimiento cierto y directo del deudor, respecto
de la gestión de cobro o de la existencia del crédito
fiscal.
Así, la interrupción del término de la prescripción
se funda en el hecho de que el deudor tiene
conocimiento de la determinación del crédito fiscal
cuyo cobro le requiere la autoridad, cuestión
esencial que lleva a considerar que subsiste la
interrupción, aun cuando el acto de cobro sea
declarado nulo para efectos, pues de otro modo
sería probable que en muchos casos se actualizara
la extinción de los créditos fiscales por el solo
transcurso del tiempo, pues bastaría que el
particular hiciera valer algún medio de defensa
contra cada gestión de cobro y que la resolución se
prolongara más allá del término de cinco años.
Lo anterior, se corrobora con lo dispuesto en el
tercer párrafo del artículo 146 del Código Fiscal de
la Federación, adicionado por Decreto publicado en
el Diario Oficial de la Federación el treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y nueve, que
dice: “Cuando se suspenda el procedimiento
administrativo de ejecución en los términos del

66
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

artículo 144 de este Código, también se suspenderá


el plazo de la prescripción.”
Tal disposición prevé que el plazo de la
prescripción se suspende cuando a la vez sea
suspendido el procedimiento administrativo de
ejecución, en los términos del artículo 144 del
referido ordenamiento legal y este último precepto
contempla como uno de los supuestos que dan
lugar a suspender el procedimiento administrativo
de ejecución, cuando se garantice el interés fiscal,
satisfaciendo los requisitos legales.
Aquí, conviene precisar que la interrupción del
término de cinco años previsto para la extinción del
crédito fiscal por prescripción, implica que inicie de
nueva cuenta el cómputo del término para que se
actualice dicha figura, a diferencia de la suspensión
que se refiere al supuesto en que habiéndose
iniciado el término respectivo, no podrá
computarse el lapso que duró suspendido sino
hasta que haya desaparecido la causa de la
suspensión, caso en el cual se reinicia el término,
esto es, sigue computándose el ya iniciado.
Luego, si un determinado crédito es impugnado y
se garantiza el interés fiscal satisfaciendo los
requisitos legales, tal circunstancia suspende el
procedimiento administrativo de ejecución y
conlleva, por consecuencia, a la suspensión del
término de la prescripción, lo cual significa que
mientras no se resuelva en definitiva el medio de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

defensa intentado, que es lo que junto con la


garantía del interés fiscal suspende la ejecución, no
podrá computarse dicho término que inició a partir
de que el pago del crédito fiscal pudo ser
legalmente exigido; en el entendido que una vez
desaparecido el motivo de la suspensión, cada
gestión de cobro de la autoridad interrumpe la
prescripción de que se trata, dando inicio a un
nuevo cómputo del término respectivo, salvo los
casos de excepción en que por alguna causa legal
plenamente justificada no opere la interrupción del
término de la prescripción.
En las condiciones expuestas, debe colegirse que
el término de la prescripción se interrumpe con
cada acto o gestión de cobro que el acreedor
notifique o haga saber al deudor, aun cuando haya
sido declarado nulo para efectos por contener
algún vicio de carácter formal, porque si bien
queda insubsistente con motivo de dicha
declaratoria de nulidad, lo cierto es que subsiste la
cuestión fundamental relativa al hecho de que el
deudor o en su caso la institución afianzadora,
garante de la obligación fiscal a cargo de un
tercero, tuvieron conocimiento cierto de la
existencia del crédito fiscal que les es requerido a
través del acto o gestión de cobro de la autoridad o
en su caso del procedimiento de ejecución seguido
en su contra, siendo éste el propósito instituido por
el legislador federal como motivo esencial para que

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

opere la interrupción del término de la prescripción,


cuando por virtud de la notificación del crédito
realizada al deudor, tiene conocimiento pleno de su
existencia, situación que subsiste no obstante la
declaratoria de nulidad para efectos del acto o
gestión de cobro de la autoridad hacendaria.
Cabe aclarar que ello no implica prejuzgar sobre la
posibilidad de que exista cosa juzgada cuando la
nulidad se hubiese decretado en forma lisa y
llana…”

SEXTO. El argumento sintetizado en el inciso a) del


considerando cuarto de la presente resolución es infundado, en
virtud de que lo dispuesto en el precepto legal impugnado en
torno a que el término de la prescripción se interrumpe con cada
gestión de cobro que se notifique o haga saber al deudor,
entendiéndose por ésta cualquier actuación de la autoridad dentro
del procedimiento administrativo de ejecución, siempre que se
haga del conocimiento del deudor, no vulnera las garantías de
legalidad y seguridad jurídica consagradas en el artículo 16
constitucional.

El artículo 146 del Código Fiscal de la Federación, en su


primer segundo y último párrafos, dispone:

“Artículo 146.- El crédito fiscal se extingue por


prescripción en el término de cinco años.
El término de la prescripción se inicia a partir de la
fecha en que el pago pudo ser legalmente exigido y

69
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

se podrá oponer como excepción en los recursos


administrativos. El término para que se consume la
prescripción se interrumpe con cada gestión de
cobro que el acreedor notifique o haga saber al
deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de
éste respecto de la existencia del crédito. Se
considera gestión de cobro cualquier actuación de
la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga
del conocimiento del deudor.
Los particulares podrán solicitar a la autoridad la
declaratoria de prescripción de los créditos
fiscales.”

Por decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación


el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y nueve
y cinco de enero de dos mil cuatro, se adicionaron,
respectivamente, un tercer y cuarto párrafos, pasando el original
tercer párrafo a ser el quinto párrafo, los cuales señalan:

“Cuando se suspenda el procedimiento


administrativo de ejecución en los términos del
artículo 144 de este Código, también se suspenderá
el plazo de la prescripción.

Asimismo, se interrumpirá el plazo a que se refiere


este artículo cuando el contribuyente hubiera
desocupado su domicilio fiscal sin haber
presentado el aviso de cambio correspondiente o

70
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

cuando hubiere señalado de manera incorrecta su


domicilio fiscal.”

El cuarto párrafo adicionado al artículo en análisis, en el que


se establece que cuando el contribuyente hubiere desocupado su
domicilio fiscal sin haber presentado el aviso de cambio
correspondiente o cuando hubiere señalado de manera incorrecta
su domicilio, se interrumpirá el plazo de la prescripción, deriva del
hecho de que en tales hipótesis se imposibilita a la autoridad a
cumplir la condición a la que se sujetan las gestiones de cobro
para poder interrumpir el término de la prescripción, a saber el
notificarlas o hacerlas del conocimiento del contribuyente. Se
advierte, sin embargo, que al haberse adicionado este párrafo por
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el cinco de
enero de dos mil cuatro, no resulta aplicable al caso al no ser el
crédito fiscal posterior a su vigencia, sin que lo anterior implique
prejuzgar sobre la posibilidad de que los casos en dicho párrafo
señalados puedan constituir causas que impidan la configuración
de la prescripción al imposibilitar a la autoridad a cumplir la
condición a la que se sujeta la realización de gestiones de cobro
que interrumpan el término relativo, al ser ello ajeno a la litis.

La quejosa recurrente, concretamente, controvierte el


segundo párrafo del artículo 146 en la porción que establece que
el término para que se consume la prescripción se interrumpe con
cada gestión de cobro porque, en su concepto, vulnera las
garantías de legalidad y seguridad jurídicas consagradas en el
artículo 16 constitucional, en tanto se deja al arbitrio de la
autoridad el plazo de la prescripción, pues bastará cualquier

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

gestión de cobro para que ésta se interrumpa, pudiendo así


transcurrir 6, 10, 15 o más años sin que la prescripción se
configure, al no limitarse las interrupciones a un número
determinado, no establecerse que sólo las gestiones legalmente
realizadas interrumpen el término y al no establecerse un plazo
máximo.

El argumento referido es infundado, en virtud de que parte


de una desnaturalización y una concepción equivocada de la
figura jurídica de la prescripción, pues en virtud de ésta se
produce la liberación de una obligación (prescripción negativa,
que es la única modalidad existente en materia fiscal) pero no
sólo por el transcurso del tiempo señalado en la ley, sino,
además, por la no exigencia de su cumplimiento hecho del
conocimiento del contribuyente.

Así, si la parte acreedora, en el caso de la prescripción fiscal


la autoridad hacendaria, realiza gestiones de cobro que se hacen
del conocimiento del contribuyente, éstas interrumpirán el término
de la prescripción porque implican el que deje de surtirse una de
los presupuestos propios de la figura en análisis, a saber la no
exigencia por la autoridad del cumplimiento de la obligación que
se hace del conocimiento del contribuyente, lo que dará lugar a
que se reinicie el cómputo del término relativo, a partir de la última
gestión, pues con motivo de ésta se destruye el tiempo que había
transcurrido para tales efectos.

Para efectos meramente aclaratorios y en virtud de que la


recurrente alude a la regulación de la prescripción en materia civil,

72
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

se señala que lo anterior acontece así también en dicha materia,


en la cual tuvo su origen esta institución, pues conforme al
artículo 1168, fracción II, del Código Civil Federal, antes Código
Civil para el Distrito Federal en materia común y para toda la
República en materia federal, la prescripción se interrumpe “Por
demanda u otro cualquier género de interpelación judicial
notificada al poseedor o al deudor en su caso”, estableciéndose
expresamente, en el artículo 1175 del propio Código que “El
efecto de la interrupción es inutilizar, para la prescripción, todo el
tiempo corrido antes de ella.”

Así, el hecho de que el cómputo del término de la


prescripción reinicie con motivo de cada gestión de cobro
obedece a la naturaleza propia de esta figura jurídica que exige
para su configuración no sólo el transcurso del plazo que señale
la ley de la materia, sino también la no exigencia del cumplimiento
de la obligación por la autoridad hacendaria no obstante
encontrarse en aptitud legal de hacerlo al ser el crédito fiscal
relativo exigible, requisito este último que en el caso de la gestión
de cobro que se hace del conocimiento del contribuyente deudor,
deja de satisfacerse y que origina que se pierda el tiempo que
hubiere transcurrido.

Por tal motivo, el que en el precepto legal en análisis no se


prevea la existencia de un número límite de gestiones que
interrumpan el término de prescripción o un número máximo de
años para solventar una obligación considerando interrupciones
en el término de la prescripción, no lleva, en los términos
pretendidos por la recurrente, a considerarlo violatorio del artículo

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

16 constitucional, pues ello responde a la naturaleza propia de la


figura jurídica de la prescripción, que si bien tiene por finalidad
liberación de obligaciones por el transcurso del tiempo para que
éstas no sean indefinidas, tal liberación se encuentra sujeta al
cumplimiento de las condiciones legales establecidas, como lo es
la falta de interés de la parte acreedora que se revela por la falta
de exigencia del cumplimiento de la obligación legal hecha del
conocimiento del deudor en el plazo legal establecido, siendo este
último requisito el que deja de surtirse cuando existe una gestión
de cobro de la autoridad en los términos definidos por el precepto
legal y el que da lugar a que se reinicie el cómputo relativo.

Sólo debe añadirse en torno al plazo máximo que la


recurrente sostiene el precepto legal debía contener, aun
considerando las interrupciones por gestiones de la autoridad,
para respetar el principio de seguridad jurídica, en aplicación por
mayoría de razón de la materia penal al tutelar ésta bienes
jurídicos de inferior jerarquía que los de la materia fiscal, que
carece de sustento la invocación relativa porque los bienes
jurídicos materia de tutela en cada una de las materias son
diversos y no existe base alguna para estimar de mayor jerarquía
unos que otros, correspondiendo al legislador definir las
peculiaridades propias de la figura jurídica de la prescripción
acordes a la naturaleza propia de la materia de regulación, sin
que de las características que haya determinado respecto de una
materia pueda derivarse la inconstitucionalidad de la diversa
regulación que haya efectuado en otra materia, por lo que tal
argumento resulta inoperante.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

El planteamiento de violación al principio de seguridad


jurídica por omitir sujetarse a un plazo máximo o número
determinado de interrupciones la prescripción, resulta también
inoperante porque en la sentencia recurrida el Tribunal Colegiado
del conocimiento desestimó tal argumento, sin que en el recurso
se combatan los razonamientos relativos.

En efecto, en la sentencia recurrida se desestimó el


planteamiento aludido al considerarse que la razón de que las
interrupciones por gestión de cobro sean ilimitadas es obvia, en
tanto la prescripción está basada en el desinterés de la autoridad
de hacer efectivo el adeudo existente en su favor, situación que
desaparece de facto cada vez que la autoridad hacendaria
requiere el cobro, por lo que la prolongación en el tiempo no es
atribuible a la autoridad, sino al contribuyente que no realiza el
pago respectivo, obligando a la autoridad a realizar nuevas
gestiones de cobro hasta llegar al embargo y remate de bienes,
en ocasiones obstaculizados dichos procedimientos por la
interposición de recursos y medios de defensa que, a fin de
cuentas, no prosperan en favor del particular; y que la hipotética
situación a que alude la quejosa de prolongación del cobro del
crédito por la interrupción en varias ocasiones del término de
prescripción, no implica el que se deje al arbitrio de la autoridad el
plazo de la prescripción, pues se pierde de vista que las gestiones
de cobro tienen como fin principal lograr el cobro del crédito,
resultando prácticamente increíble que se constituya una
situación como la que la quejosa narra en su demanda en que la
autoridad se ocupe sólo en estar interrumpiendo el término de
prescripción del crédito en la víspera de cada consumación, al no

75
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

ser éste el interés del fisco, sino la captación del capital que el
entero del crédito implica para que el Estado pueda cumplir con
sus deberes.

Las anteriores consideraciones no son controvertidas por la


recurrente en su agravio único, sino que sólo se limita a insistir en
su argumento, lo que lleva a su inoperancia.

De igual manera, la falta de limitación de la interrupción del


término de la prescripción a que las gestiones de cobro sean las
legalmente practicadas o efectuadas, que, en concepto de la
recurrente, es contraria al sistema jurídico mexicano, contradice la
teoría del acto jurídico y legitima a la autoridad para emprender
acciones ilegales, carece de sustento porque si, como lo analizó
esta Segunda Sala en la contradicción de tesis 50/2004-SS,
resuelta en sesión de tres de septiembre de dos mil cuatro por
unanimidad de cuatro votos, cuyas consideraciones han quedado
transcritas en el considerando precedente, el elemento
determinante que da lugar a la prescripción es el conocimiento
por el contribuyente del crédito fiscal que debe enterar, es decir,
la circunstancia de que el actor quede enterado de su obligación o
del procedimiento de ejecución seguido en su contra, debe
colegirse que la interrupción de la prescripción no tiene por qué
condicionarse a la subsistencia del acto que constituye la gestión
de cobro, sino a la circunstancia de que el deudor tenga pleno
conocimiento de la existencia del crédito fiscal exigido por la
autoridad hacendaria, ante la importancia que el cumplimiento de
los deberes tributarios implica para la sufragación de los gastos
públicos y la satisfacción de los intereses y necesidades sociales.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

Lo anterior obedece a la naturaleza propia de la figura


jurídica de la prescripción en materia fiscal que opera respecto de
créditos fiscales y cuyo cómputo se inicia a partir de la fecha en
que el pago del crédito pudo ser legalmente exigido, es decir
transcurrido el plazo de cuarenta y cinco días siguientes a aquél
en que haya surtido efectos su notificación conforme a lo previsto
en el artículo 65 del Código Fiscal de la Federación sin que se
haya efectuado el entero relativo.

Así, la exigibilidad del crédito fiscal para la iniciación del


término de la prescripción presupone que previamente fue
determinado y debidamente notificado al particular el documento
que contiene su determinación en cantidad líquida, y que no se
realizó su pago dentro del plazo de cuarenta y cinco días,
referido.

Si se parte de que el hecho fundamental que da lugar a la


interrupción del término de la prescripción lo constituye el
conocimiento pleno del deudor sobre la existencia del crédito
fiscal cuyo cobro se le exige o del procedimiento de ejecución
seguido en su contra, es lógico concluir que la insubsistencia
legal de la gestión de cobro no dé lugar a la interrupción del
término de la caducidad, pues lo relevante para tal efecto es el
conocimiento del requerimiento por parte del contribuyente para
que efectúe el pago y no en sí la gestión de cobro relativa que
pueda ser nulificada.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

En la contradicción de tesis referida se sostuvo, en esencia,


lo siguiente:

1) La prescripción tiene su origen en el derecho civil y se


define como el medio de adquirir bienes o liberarse de
obligaciones por el simple transcurso del tiempo y bajo las
condiciones establecidas en la ley, distinguiéndose entre
prescripción positiva, cuando se adquieren bienes en virtud de la
posesión, y prescripción negativa cuando se produce la liberación
de obligaciones por no exigirse su cumplimiento.

2) En materia fiscal sólo se prevé la prescripción negativa o


liberatoria, como un medio para que el deudor se libere de una
obligación tributaria mediante el transcurso de cierto plazo
determinado en la legislación aplicable, encontrándose regulada
en los artículos 22 y 146 del Código Fiscal de la Federación, el
primero de dichos numerales relativo a la extinción de la
obligación del Estado de devolver las cantidades pagadas
indebidamente o los saldos a favor de los contribuyentes y, el
segundo, a la prescripción de los créditos fiscales a cargo de los
contribuyentes.

3) La prescripción fiscal, a diferencia de la caducidad,


pertenece al derecho sustantivo, pues se refiere a la extinción de
una obligación fiscal por el sólo transcurso del tiempo
determinado en la ley de la materia.

4) Los particulares pueden solicitar la declaratoria de


prescripción, vía acción, o bien pueden hacerla valer en el recurso

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

administrativo o medio de defensa legal procedente, como


excepción.

5) El término de cinco años para que se actualice la figura


jurídica de la prescripción, comienza a correr a partir de la fecha
en que el pago del crédito fiscal de que se trate pudo ser
legalmente exigido.

6) La exigibilidad del crédito fiscal para la iniciación del


término de la prescripción presupone que previamente fue
determinado y debidamente notificado al particular el documento
que contenga su determinación en cantidad líquida, y que no se
realizó su pago dentro del plazo de cuarenta y cinco días, previsto
en el artículo 65 del Código Fiscal de la Federación.

7) En el supuesto de que se interponga algún medio de


defensa legal en contra de la determinación del crédito, será
hasta el momento en que se notifique al contribuyente la
resolución recaída al mismo que confirme esa determinación,
cuando inicie el término de la prescripción, pues es hasta ese
momento que puede estimarse legalmente exigible.

8) El artículo 146 del Código Fiscal de la Federación


establece hipótesis de suspensión y de interrupción de la
prescripción fiscal, las que son diversas y con consecuencias
distintas.

9) Conforme al segundo párrafo del artículo 146 del Código


Fiscal Federal el término de la prescripción se interrumpe con

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

cada gestión de cobro que el acreedor notifique o haga saber al


deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de éste respecto
de la existencia del crédito, considerándose gestión de cobro
cualquier actuación de la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga del
conocimiento del deudor.

10) Así, el término de la prescripción sólo puede


interrumpirse por dos motivos, a saber, por la gestión de cobro
que el acreedor notifique o haga saber al deudor y por el
reconocimiento, expreso o tácito del contribuyente deudor
respecto de la existencia del crédito.

11) La prescripción constituye una sanción en contra de la


autoridad hacendaria por su inactividad derivada de no ejercer su
facultad económico coactiva y, por ello, sólo puede empezar a
correr hasta que el crédito es exigible y la autoridad tiene expedita
su jurisdicción para el ejercicio de la facultad mencionada.

12) Para efectos de determinar si un acto o gestión de cobro


de la autoridad hacendaria que haya sido declarado nulo
interrumpe la prescripción, es necesario tener presente cuáles
son los alcances de una sentencia de nulidad.

13) Si la sentencia declara la nulidad lisa y llana de la


resolución impugnada en el juicio contencioso administrativo, tal
declaración implica que dicha resolución quede insubsistente y la
autoridad emisora deberá abstenerse de realizar cualquier acto de
aplicación o ejecución de la misma, debiendo abstenerse también

80
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

de reiterarla dentro del mismo contexto específico del que


provino.

14) En cambio, si la nulidad es declarada para determinados


efectos, la resolución impugnada quedará insubsistente y la
autoridad emisora, en los casos que proceda, estará constreñida
a cumplir con los lineamientos precisados en la sentencia
correspondiente, debiendo emitir una nueva resolución purgando
los vicios y defectos que hubiera presentado la anterior, o reponer
el procedimiento, según corresponda, salvo los casos en que se
trate de facultades discrecionales, en los que queda a elección de
la autoridad determinar si emite o no un nuevo acto.

15) El requerimiento o acto de cobro realizado por la


autoridad hacendaria sí interrumpe el término de la prescripción,
aun cuando haya sido declarada su nulidad para efectos, pues los
supuestos a que alude el artículo 146 del Código Fiscal de la
Federación, no se refieren a la existencia y subsistencia legal de
un acto administrativo, sino al conocimiento por parte del deudor
de la obligación fiscal que se le exige.

16) El primer supuesto que en términos del artículo 146 del


Código Fiscal de la Federación interrumpe la prescripción, se
refiere a la gestión de cobro que el acreedor notifique o haga
saber al deudor y, el segundo, al reconocimiento expreso o tácito
del deudor respecto de la existencia del crédito fiscal.

17) De ambos supuestos se deduce que el hecho


fundamental que da lugar a considerar que se interrumpió el

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

término de la prescripción, lo constituye el conocimiento pleno del


deudor sobre la existencia del crédito fiscal cuyo cobro se le
exige, es decir, la circunstancia de que el deudor quede enterado
de la existencia del crédito fiscal cuyo cobro le es requerido o del
procedimiento de ejecución seguido en su contra. Por ello,
también se establece como forma de interrumpir el término de la
prescripción, el reconocimiento expreso o tácito del contribuyente
respecto de la existencia del crédito.

18) Se sigue de lo anterior que la interrupción de la


prescripción no necesariamente está condicionada a la
subsistencia del acto que constituye la gestión de cobro, sino a la
circunstancia de que el deudor tenga pleno conocimiento de la
existencia del crédito fiscal que le es requerido por la autoridad.

19) Aunado a ello y con independencia de las opiniones


doctrinales que existen respecto de la nulidad de los actos en
general, tratándose de una resolución jurisdiccional que declara la
nulidad para efectos, conforme a lo dispuesto por el artículo 239,
fracción III, del Código Fiscal de la Federación, sus alcances no
conllevan la ineficacia total del acto impugnado, considerado éste
por su contenido intrínseco y no por su expresión material, sino
que dicha nulidad para efectos, concretamente cuando tales
efectos implican que deba emitirse otro acto, significa que éstos
están subjúdice, sujetos a la condición de que se emita un nuevo
acto que sustituya al declarado nulo, o en el caso de facultades
discrecionales, la afectación al particular respecto del mismo
crédito sigue latente, de modo tal que aunque materialmente
dicho acto sea sustituido, la pretensión de la autoridad queda

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

incólume para efectos de la prescripción, porque al tratarse de


una nulidad para efectos, el supuesto de dejar insubsistente el
acto impugnado no puede desvincularse de dicha pretensión que
sigue existiendo por virtud de la propia sentencia fiscal, pues al
determinarse en ésta como efecto de la nulidad la emisión de un
nuevo acto, ello implica el reconocimiento de la gestión de cobro
realizada por la autoridad. De lo contrario, podría llegarse al
absurdo de considerar que el nuevo acto no constituye una
gestión de cobro que también interrumpa la prescripción, por ser
consecuencia de la sentencia en la que se decretó la nulidad para
efectos y no propiamente de la voluntad de la autoridad fiscal.

20) Así, la interrupción de la prescripción es una figura


jurídica que una vez actualizada subsiste a pesar de que el acto
de cobro que la motivó quede insubsistente por virtud de una
sentencia de nulidad para efectos, ya que ésta no tiene como
propósito invalidar el crédito fiscal, sino tan sólo que, en su caso,
se repare el vicio formal o de procedimiento de que se trate, lo
que en modo alguno hace desaparecer el conocimiento cierto y
directo del deudor, respecto de la gestión de cobro o de la
existencia del crédito fiscal.

21) Se precisa que la interrupción del término de


prescripción, implica que inicie de nueva cuenta el cómputo del
término para que se actualice dicha figura, a diferencia de la
suspensión que se refiere al supuesto en que habiéndose iniciado
el término respectivo, no podrá computarse el lapso que duró
suspendido sino hasta que haya desaparecido la causa de la

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

suspensión, caso en el cual se reinicia el término, esto es, sigue


computándose el ya iniciado.

22) Se concluye así que el término de la prescripción se


interrumpe con cada acto o gestión de cobro que el acreedor
notifique o haga saber al deudor, aun cuando haya sido declarado
nulo para efectos por contener algún vicio de carácter formal,
porque si bien queda insubsistente con motivo de dicha
declaratoria de nulidad, lo cierto es que subsiste la cuestión
fundamental relativa al hecho de que el deudor o en su caso la
institución afianzadora, garante de la obligación fiscal a cargo de
un tercero, tuvieron conocimiento cierto de la existencia del
crédito fiscal que les es requerido a través del acto o gestión de
cobro de la autoridad o en su caso del procedimiento de ejecución
seguido en su contra.

23) Se precisa que lo anterior no implica prejuzgar sobre la


posibilidad de que exista cosa juzgada cuando la nulidad se
hubiese decretado en forma lisa y llana.

La porción normativa del artículo 146 del Código Fiscal de la


Federación que se controvierte no puede considerarse contraria a
los principios de legalidad y de seguridad jurídica por el hecho de
que la gestión de cobro hecha del conocimiento del contribuyente
deudor interrumpa la prescripción aunque sea declarada su
nulidad para efectos, porque atendiendo a los efectos propios de
una nulidad para efectos en términos de lo dispuesto en el
artículo 239, fracción III, del Código Fiscal de la Federación, que
es a la regulación específica que debe atenderse con

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

independencia de las opiniones doctrinales existentes en torno a


la nulidad de los actos en general, sus alcances no implican la
ineficacia total del acto impugnado, considerado éste por su
contenido intrínseco y no por su expresión material, pues no se
invalida de forma absoluta el crédito fiscal, sino que sólo da lugar
a que se repare el vicio que contenga, lo que no hace
desaparecer el conocimiento cierto y directo del deudor, respecto
de la gestión de cobro o de la existencia del crédito fiscal, de
modo tal que aunque materialmente dicho acto sea sustituido, la
pretensión de la autoridad queda incólume para efectos de la
prescripción.

Importa resaltar que el fomento a la emisión de actos de


cobro ilegales por parte de la autoridad, a que la recurrente afirma
da lugar la norma controvertida, carece de sustento alguno, pues
la finalidad de la gestión de cobro, como lo señaló el Tribunal
Colegiado en la sentencia recurrida en las consideraciones que
no controvierte la recurrente, es la obtención de pago del crédito
fiscal relativo, por lo que es claro que la emisión de actos ilegales
que incumplan el artículo 16 constitucional sólo daría lugar a
retrasar el objetivo que se persigue con la gestión de cobro en
virtud de la nulidad que su ilegalidad ocasiona, con independencia
de que interrumpan el término de la prescripción, al ser ésta sólo
una consecuencia de la gestión relativa, pero no su finalidad.

Lo anteriormente expuesto permite concluir que la norma


reclamada no incurre en violación al artículo 16 constitucional.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

SÉPTIMO. Finalmente, el planteamiento resumido en el


inciso c) del considerando cuarto de la presente resolución, en el
que se aduce la desigualdad de trato entre la prescripción de
cantidades adeudadas por la autoridad por pagos de lo indebido o
saldos a favor de los contribuyentes y la prescripción fiscal de
créditos fiscales, resulta inoperante, en virtud de que, como puede
advertirse del quinto concepto de violación de la demanda de
amparo en el que se adujo la inconstitucionalidad del artículo 146
del Código Fiscal de la Federación, transcrito en el considerando
quinto de la presente resolución, en él no planteó el argumento de
inequidad y desigualdad que pretende ahora introducirse en el
presente recurso de revisión, resultando en este sentido aplicable
la tesis jurisprudencial 150/2005 de la Primera Sala de este Alto
Tribunal que en el considerando aludido se transcribió y que lleva
por rubro: “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS
QUE SE REFIEREN A CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA
DEMANDA Y QUE, POR ENDE, CONSTITUYEN ASPECTOS
NOVEDOSOS EN LA REVISIÓN.”

A mayor abundamiento, se advierte que carece de razón la


recurrente en la inequidad de trato que aduce pues, sin
prejuzgarse sobre si los contribuyentes y la autoridad fiscal
efectivamente puedan homologarse para efectos de analizar el
tratamiento fiscal que les otorga el legislador, lo cierto es que las
situaciones que se plantean son diversas.

En efecto, la inequidad de tratamiento se sustenta en que


para el cómputo de la prescripción en favor de la autoridad
respecto de la devolución de saldos a favor o cantidades

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

adeudadas por pago de lo indebido, no se toma en cuenta para


interrumpir el término relativo las diversas gestiones que realice el
particular cuando no le sea recibida la solicitud relativa, como
sería cuando no se presenta en el formato adecuado, no se
encuentra éste correctamente llenado, no se acompaña la
documentación correspondiente, etcétera; mientras que para
interrumpir el término de la prescripción en favor del contribuyente
sí se consideran las gestiones de cobro de la autoridad, no
obstante que no cumplan los requisitos legales y sean declaradas
nulas.

Sin embargo, tales hipótesis difieren en un aspecto


fundamental, a saber en el conocimiento que la parte deudora
haya tenido de la gestión realizada, pues mientras que en los
casos que describe la recurrente la autoridad no llega a tener
conocimiento fehaciente de las gestiones llevadas a cabo por el
contribuyente para solicitar la devolución del crédito a su favor, ya
sea por saldo a favor o por pago de lo indebido, precisamente por
no serle recibida la solicitud y documentación correspondiente, lo
que impide que las actuaciones realizadas puedan interrumpir el
término de la prescripción; el artículo 146 del Código Fiscal de la
Federación establece que “Se considera gestión de cobro
cualquier actuación de la autoridad dentro del procedimiento
administrativo de ejecución, siempre que se haga del
conocimiento del deudor”, es decir que la gestión de cobro para
que interrumpa el término de la prescripción debe necesariamente
ser conocida por el contribuyente deudor y si no es así, al igual
que acontece en los casos que cita la recurrente, no interrumpirán
el término de la prescripción, hipótesis que difiere de la que refiere

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

la recurrente relativa a la gestión de cobro que se declara nula,


pues en esta última hipótesis, como se analizó con anterioridad, el
contribuyente deudor queda enterado de la existencia del crédito
fiscal cuyo cobro le es requerido o del procedimiento de ejecución
seguido en su contra.

En atención a todo lo anterior, al haber resultado


inoperantes e infundados los planteamientos aducidos en el único
agravio hecho valer, procede confirmar la sentencia recurrida y
negar el amparo a la quejosa.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


**********, Sociedad Anónima de Capital Variable, contra la
autoridad y por el acto especificados en el primer resultando de
esta resolución.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución,


vuelvan los autos al Tribunal Colegiado de origen y, en su
oportunidad, archívese el toca.

Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros Genaro David Góngora Pimentel, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y
Presidente en funciones Juan Díaz Romero. Ausente la señora

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos por atender comisión del


Tribunal Pleno. Fue ponente el señor Ministro Sergio Salvador
Aguirre Anguiano.

Firman el Ministro Presidente en funciones y el Ministro


Ponente, con el Secretario de Acuerdos de la Segunda Sala que
autoriza y da fe.

PRESIDENTE EN FUNCIONES:

MTRO. JUAN DÍAZ ROMERO.

PONENTE:

MTRO. SERGIO SALVADOR AGUIRRE ANGUIANO.

SECRETARIO DE ACUERDOS:

LIC. MARIO ALBERTO ESPARZA ORTIZ.

ESTA FOJA CORRESPONDE AL AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006,


QUEJOSA: **********, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE. FALLADO EN
SESIÓN DE SALA EL DÍA VEINTINUEVE DE NOVIEMBRE DE DOS MIL SEIS, EN EL
SIGUIENTE SENTIDO: PRIMERO. SE CONFIRMA LA SENTENCIA RECURRIDA.
SEGUNDO. LA JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA NI PROTEGE A **********,
SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, CONTRA LA AUTORIDAD Y POR EL

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 297/2006.

ACTO ESPECIFICADOS EN EL PRIMER RESULTANDO DE ESTA RESOLUCIÓN.


CONSTE.

“En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley


Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos”.

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