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Opinión

Dunedin: la importancia del autocontrol

KIKE GONZÁLEZ

Un mayor autocontrol puede tener efectos muy beneficiosos a nivel del Estado y la economía.

Durante miles de años, sabios, científicos y filósofos de todo el


mundo se han preguntado qué determina nuestra personalidad,
salud, riqueza y felicidad futuras. Si es algo predefinido en
nuestros genes al nacer o si es el resultado de nuestras
experiencias en la infancia. ¿Qué me hace ser como soy? ¿Cómo
serán mis hijos de mayores?

No seré yo, un humilde economista, futbolista amateur retirado y


aprendiz de plumilla, quien vaya a encontrar una respuesta a esas
preguntas. Es obvio que los primeros años, la niñez, son decisivos
en lo que puede ser la vida de una persona. Intervenir en esa fase
puede resultar trascendental y muy beneficioso.

Gracias a un amigo descubrí un interesante trabajo que ha


descubierto las respuestas. Se trata del Estudio Dunedin, un
estudio longitudinal realizado por la Facultad de Medicina de la
ciudad de Dunedin, Nueva Zelanda. Llevan desde 1972
monitorizando y estudiando las vidas, historial médico,
personalidad, relaciones, absolutamente todo, de 1.037 niños
nacidos ese año. Más de 40 años examinando la vida de esas
personas.

Los resultados son sensacionales. Partiendo de la existencia de


una serie de factores que predeterminan, en cierta medida, cómo
puede ser el futuro de un bebé -genética, clase social, coeficiente
intelectual o esfuerzo-, determinaron que la clave realmente es la
intervención de los padres en la crianza y en la educación de los
niños.

El autocontrol es el principal rasgo que


permite anticipar el éxito futuro de una
persona
Los investigadores advirtieron que a los 3 años podías dividir a los
niños en cinco grupos según su personalidad y que esa
personalidad se mantenía hasta la vida adulta. Ese perfil
determina ciertos patrones de comportamiento, influyendo en la
salud física y mental, así como en el bienestar social y económico
del individuo.

El 83% de los niños estudiados se pueden incluir dentro de las tres


categorías que podríamos llamar sanas. El 17% engloba las dos
categorías insanas. Estos últimos sufren más problemas en sus
relaciones sociales, laborales y de pareja, más períodos de
desempleo, peores empleos, más problemas de salud y mayor
propensión a la delincuencia.
Otra conclusión muy interesante es descubrir cuál es el principal
rasgo o característica que nos permite anticipar el éxito futuro de
una persona. No es ninguno de los mencionados anteriormente:
clase social, inteligencia, etcétera. Es el autocontrol.

A los 3 años es fácil medir el autocontrol de un niño gracias a una


prueba ideada por la Universidad de Stanford. Consiste en sentar a
un niño en una sala con una golosina encima de la mesa. Si es
capaz de esperar quince minutos sin comerla le darán otra.

Con este simple experimento, se puede determinar si un niño a los


3 años disfruta de autocontrol. Un elevado grado de autocontrol
incrementa la probabilidad de disfrutar 30 años después de una
relación sentimental duradera, un buen historial laboral e incluso
buena salud, mientras que un bajo nivel de autocontrol puede
facilitar la tendencia a la obesidad, colesterol, hipertensión,
adicciones a tabaco, alcohol o drogas y enfermedades cardiacas o,
incluso, de transmisión sexual.

Un mayor autocontrol puede tener efectos


muy beneficiosos a nivel del Estado y la
economía
Un mayor autocontrol podría tener unos efectos muy beneficiosos
no sólo individualmente, sino a nivel colectivo. La sociedad, el
estado, la economía pueden favorecerse indirectamente de unos
individuos con mejor salud y bienestar laboral ya que se requerirá
menor gasto público.

La buena noticia es que el autocontrol puede desarrollarse


trabajándolo desde la infancia. El papel de los progenitores es
fundamental, dando una respuesta sensible a los problemas de los
niños, imponiendo unos límites adecuados para su edad,
estableciendo retos que les motiven a esforzarse y premios no
inmediatos. Siendo concretos, controlar las horas de televisión o la
rutina del sueño puede ser vital en el desarrollo futuro del adulto
en potencia que es el niño. Extraordinario. Suerte.

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