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HÁBITOS Y ESTILO DE VIDA SALUDABLE PARA NIÑOS

ALEXANDRA RENDÓN ARANGO

ESPECIALIZACIÓN EN PSICONEUROPEDAGOGÍA INFANTIL

UNIVERSIDAD CATÓLICA LUIS AMIGÓ

Medellín. 09 de abril de 2019


Contenido

HÁBITOS Y ESTILO DE VIDA SALUDABLE PARA NIÑOS ...................................................................... 3

HÁBITOS ALIMENTICIOS ..................................................................................................................... 3

Recién nacidos ................................................................................................................................ 4

3 a 6 años ........................................................................................................................................ 4

7 a 12 años ...................................................................................................................................... 4

ACTIVIDAD FÍSICA ............................................................................................................................... 4

0 a 5 años ........................................................................................................................................ 5

6 a 9 años ........................................................................................................................................ 5

10 a 12 años .................................................................................................................................... 5

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................................... 6
HÁBITOS Y ESTILO DE VIDA SALUDABLE PARA NIÑOS

Por instinto, los animales protegen a sus crías, buscando que todos, o en algunos casos los
que sobrevivan, tengan todos los elementos para ser fuertes. Así también los humanos, que
también son animales, procuran cuidados a los niños con el fin de que tengan una vida
saludable y plena. En los seres humanos el cuidado no es solo instintivo. Racionalmente,
padres, profesores, diferentes profesionales, gobiernos y ONGs buscan construir hábitos de
vida saludable en los más pequeños. Lo que se considera o no saludable varía dependiendo
del contexto social y cultural. En el siglo XXI se ha venido produciendo un proceso de cambio
debido a los desarrollos tecnológicos, los cuales provocan un cambio en el estilo de vida de
las personas, su comportamiento individual, con el entorno y con los demás. También el
acceso a bienes y servicios que protegen la salud han provocado una transición
epidemiológica, en la que las principales enfermedades que las personas padecen y por las
que mueren son tabaquismo, hipertensión, alcoholismo y sobrepeso, diferentes a las que
solían ser a principios y mediados del siglo XX, que eran las enfermedades transmisibles
(Díez, 2012). La importancia de esta transición es que ahora la salud depende más de los
hábitos personales.
Los hábitos alimenticios, los horarios de sueño, la higiene personal, la actividad física, el
entorno social… estos factores definen la salud de los niños, así como su vida adulta, puesto
que se ha demostrado que los hábitos adoptados en las etapas iniciales de la vida suelen
perdurar y que el cuerpo “recuerda” las rutinas. Además, los factores están relacionados.
De esta forma, una adecuada nutrición y el suficiente descanso es básico para que los niños
tengan un adecuado desarrollo físico, psíquico y social.
La educación ara la salud en niños se debe enfocar de forma diferente a la que se dirige a
los adultos, ya que “no debería formar modelos de comportamientos en los individuos o en
los grupos” (González-Gross, 2010) (de niños y adolescentes). El problema central es de qué
manera se enseña efectivamente hábitos a los niños y desde qué edad, asegurando que
estos hábitos sean interiorizados y no rechazados por su imposición.
Está claro que los horarios del sueño deben ser fijados, aunque no está claro cómo
enseñarle, a un niño o a un adulto, a dormir. También está claro que la higiene diaria es
importante y que el entorno social hace al niño feliz. Los factores más problemáticos, por la
diferencia entre los métodos de crianza, son los hábitos alimenticios y de actividad física.
El juego goza del papel principal en la actividad física de los niños. Mediante él se viven
nuevas experiencias, se aprende, y se ejercita mental y físicamente, al mismo tiempo que
se establecen vínculos sociales, se manejan emociones y se afianza la personalidad. (Díez,
2012).

HÁBITOS ALIMENTICIOS
Una de las hipótesis más comunes es que los niños aprenden con el ejemplo (Díez, 2012).
Bajo esta hipótesis habría que analizar si, por ejemplo, el niño que observa el
comportamiento repetitivo de sus padres al comer verduras hace que el niño
automáticamente quiera comerlas. Por ejercicios de observación, se puede asegurar que
no es así en todos los casos. Los niños tienen la capacidad, y la usan, de expresar cuáles son
sus alimentos predilectos. Sin embargo, no se puede negar que los hábitos de los padres si
influyen. El niño no podrá probar, y por lo tanto no va a querer comer, un alimento que
nunca está en su casa.
Otra estrategia utilizada por padres y colegios en el tema de la alimentación es obligar al
niño a comer. “Hasta que no termine no se levanta de la mesa”. Bajo este supuesto es
necesario analizar el tamaño nutricional de las porciones, que son diferentes para un niño
de 3 años y para uno de 7, la cantidad de actividad física que realiza, y el desarrollo del gusto
en los menores. Además, si la alimentación como una obligación no está creando realmente
un hábito saludable.
Recién nacidos
El recién nacido, hasta los seis meses debe tomar exclusivamente leche materna a
demanda, ésta suple y estimula el sistema inmune, con el acompañamiento afectivo
contribuye al desarrollo del Sistema Nervioso Central. En la medida de lo posible, debe
continuar el suministro de la leche materna hasta que la madre y el hijo quieran, sin
presiones sociales, introduciendo a partir del sexto mes y paulatinamente otros alimentos
con orientación medica, combinando texturas y colores para que el niño aprenda a masticar

3 a 6 años
Continua el descubrimiento de sabores, importante evitar alimentos procesados,
embutidos, “paqueticos” y otros que solo aportan un gran dosis de calorías y aditivos
perjudiciales
7 a 12 años
A esta edad la dieta debe incluir todo tipo de alimentos, lo más natural posible, cuidando
que el momento de alimentarse siga siendo armonioso y libre de distracciones como
pantallas

ACTIVIDAD FÍSICA

Un elemento del estilo de vida saludable aparentemente menos problemático es el del


ejercicio físico. Generalmente, a menos que el niño tenga problemas serios de salud o en
su entorno familiar o social, el niño busca realizar actividad física, busca correr y jugar.
La actividad física debe ajustarse a unos parámetros de intensidad, duración y frecuencia
recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la comunidad científica en
2010 en las llamadas recomendaciones internacionales sobre práctica de actividad física
para la salud para niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años (Miraflores et. Al).
Es importante que la actividad física sea inculcada desde temprana edad para evitar el
sobrepeso y la obesidad y es importante que se instaure en la familia y en la escuela (Díez,
2012). Es esencial reforzar de forma positiva cualquier actividad física, pero los padres no
deben ejercer presión para que sus hijos la hagan (González-Gross, 2010).

0 a 5 años

Algunos países como Australia, Reino Unido, Canadá y España han publicado las
recomendaciones sobre práctica de actividad física en las que se incorpora la franja de edad
de 0 a 5 años. (Miraflores et. Al). Según el reporte español, los menores que aún no caminan
deberían hacer ejercicio con cualquier intensidad varias veces al día, fomentando así su
movimiento y disfrute y reduciendo su sedentarismo (se recomienda que los niños estén en
el coche o caminador menos de una hora seguida). Además, no se recomienda el uso de
aparatos electrónicos. Los menores que caminan deberían hacer ejercicio con cualquier
intensidad por mínimo 180 minutos al día, procurando que se desarrollen sus actividades
motrices básicas. El uso de aparatos electrónicos debería limitarse a menos de una hora al
día, aunque algunas pedagogías como la waldorf, sugieren abolirlos completamente hasta
los doce años, ya que sugieren, limitan la creatividad en el infante

6 a 9 años

Entre los 6 y los 7 años crecen la flexibilidad, la velocidad, la fuerza, la resistencia y la


coordinación. Además, la curiosidad de los niños está en su cúspide, motivo por el cual
hacen muchas preguntas. Este es momento ideal para aprender a relacionarse sanamente
y a perder y a ganar.
A los 8 y 9 años, se desarrollan las capacidades analíticas, por lo que el niño puede y prefiere
realizar juegos más complejos. La amistad adquiere un mayor significado para los niños y es
conveniente que se sientan parte de un grupo y que practiquen deportes grupales.
Las falencias del aprendizaje de lo que es perder y ganar y la incapacidad de relacionarse
sanamente, que se aprenden generalmente a los 6 y 7 años, hacen que el proceso se
paralice, ya que a los 8 y 9 años los niños, aunque con más empatía, se sienten orgullosos
cuando son mejores que sus amigos en determinada actividad.

10 a 12 años

En la transición entre la infancia y la adolescencia se consolidan los hábitos aprendidos. Este


período es decisivo para los hábitos saludables que tendrá el adulto. Los cambios corporales
y de ánimo pueden ser un obstáculo para la constancia en las rutinas, y el infante-
preadolescente necesita el acompañamiento de sus padres y profesores, aunque por su
apariencia pareciera que ya no lo necesitara o que no lo quisiera.

BIBLIOGRAFÍA

Miraflores Gómez, E; Cañada López, D; Abad Galzacorta, B. Actividad Física y Salud de 3 a


6 años Guía para docentes de Educación Infantil. España: Ministerio de Educación, Cultura
y Deporte: Arantxa Gordo Santos. Tomado de:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/Estrategia/docs/G
uiaAF_3_6anos_docentes.pdf
Díez, H. (2012). Guía Para La Promoción De Hábitos Saludables Y Prevención De La Obesidad
Infantil Dirigida A Las Familias. Madrid, España: CEAPA. Tomado de:
https://www.fundadeps.org/recursos/documentos/581/Guia%20Promocion%20habitos%
20saludables.pdf
González-Gross, M; Gómez Lorente, J; Valtueña, J; Ortiz, J; Fuentes, F; Meléndez, A. (2010).
La pirámide del estilo de vida saludable para niños y adolescentes. Madrid, España.
Universidad Politécnica de Madrid. Tomado de:
http://www.edu.xunta.gal/centros/iescatabois/system/files/201106%20Gu%C3%ADa%20
pr%C3%A1ctica%20para%20padres%20para%20un%20estilo%20de%20vida%20activo%20
y%20saludable.pdf
UNICEF. Guía de actividades: únete por la niñez. Conjunto para el desarrollo del niño en la
primera infancia: un cofre de tesoros lleno de actividades. Tomado de:
http://files.unicef.org/supply/Activity_Guide_Spanishv1pdf.pdf
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Actividad Física para la Salud y
Reducción del Sedentarismo. Recomendaciones para la población. Estrategia de Promoción
de la Salud y Prevención en el SNS. Madrid, 2015.
Ministerio De Educación Y Deportes, Ministerio De Salud Y Desarrollo Social, Instituto
Nacional De Nutrición. Formación De Hábitos Alimentarios Y De Estilos De Vida Saludables
Dirigido a docentes y otros adultos significativos que atienden niños y niñas entre 0 y 6 años,
331. Venezuela: Imprenta I.N.N. Tomado de:
https://www.unicef.org/venezuela/spanish/educinic9.pdf

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