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La salud hoy en día debe verse con un enfoque integral, el llamado estilo de vida debe
tener bases sólidas basadas en la evidencia científica actual. Lo ideal como consejo de
vida saludable, no solo se basa en una alimentación balanceada si no también en ser una
persona físicamente activa pero además tener hábitos que reflejen esto, es decir, reducir
considerablemente los hábitos que son de carácter sedentario (pasar muchas horas
sentado, usar ascensor en vez de escaleras, etc). De esta manera, además de sentirnos
mejor vamos a disminuir considerablemente nuestro riesgo cardiovascular.
Si, por lo tanto nos detenemos a pensar en nuestros hábitos, es muy posible que la gran
mayoría llegue a la conclusión de que es una persona sedentaria y además tiene hábitos
sedentarios. Si a esto le sumamos que tal vez ya cumple con alguno de los factores de
riesgos, entonces el panorama se complica aún más. No obstante, como futuros
Kinesiólogos estamos en el deber de informarles que la actividad física es un factor
determinante en cambio de estilo de vida para mejorar la salud y disminuir de esta forma
el riesgo cardiovascular.
Cuando pensamos en aumentar la actividad física diaria muchas personas imaginan una
gran demanda de tiempo para realizar estas actividades, pero no necesariamente debe
ser así ya que realizando cortas sesiones de ejercicio intenso se logran los mismos o
mejores resultados que hacerlo durante prolongados periodos de tiempo, todo esto
siempre y cuando el ejercicio sea supervisado por un profesional competente en el área
de la prescripción de ejercicio.
Los beneficios de la actividad física de forma regular son incontables y muy variados,
entre ellos podemos encontrar : beneficios fisiológicos (controlar el sobrepeso, la
obesidad y el porcentaje de grasa corporal, regular la glicemia y disminuir los niveles de
colesterol), psicológicos( mejora el estado de ánimo y disminuye el riesgo de padecer
estrés, ansiedad y depresión; aumenta la autoestima y mejora la calidad del sueño) y
sociales (aumenta la autonomía, integración social, esto es importante en el caso de
discapacitación física o psíquica). De esta forma no solo encontraremos la ausencia de
enfermedades, sino además nos sentiremos mucho mejor y abriremos un universo lleno
de nuevas posibilidades y experiencias gratificantes para nuestras vidas. Por ello nos
animamos a compartir esta experiencia y conocimiento para que juntos podamos trabajar
para una mejor calidad de vida y salud.
Por: Hugo Morales, académico Kiara Mayorga y Claudia Soto, estudiantes Carrera de
Kinesiología, Univ. San Sebastián
¿Cómo la cuarentena afecta la salud emocional
de los adolescentes y jóvenes?
No poder participar de eventos sociales genera un malestar emocional en los jóvenes, pues su naturaleza les exige
buscar nuevas experiencias, explica la psicóloga Rosa Cornejo del Policlínicode la Universidad de Piura.
A lo largo de la pandemia ocasionada por la COVID-19, muchos adolescentes y adultos jóvenes han demostrado un
total desacato al cumplimiento de las normas, lo cual pone en riesgo su vida y la de los demás. ¿A qué se debe este
comportamiento? ¿Cómo debe actuar el círculo familiar ante esta situación? Rosa Cornejo, psicóloga del Centro
Policlínico de la Universidad de Piura, explica de qué forma el confinamiento está afectando la vida de los
adolescentes, y establece algunas medidas que pueden seguir los padres o el círculo familiar para hacer frente a esta
problemática. Durante el confinamiento, los niños pueden estar entusiasmados ante el hecho de estar más tiempo
con sus padres, pero, en el caso de los adolescentes, puede pasar todo lo contrario. El adolescente, dice la
especialista, tiende a rechazar las órdenes como “no salgas de casa”, y ahí se puede presentar la primera dificultad
para que cumpla con el distanciamiento social.
Además, son conscientes de que la COVID-19 no es tan peligrosa para su rango de edad como sí lo es para los
adultos mayores, lo cual “les genera una idea distorsionada de invulnerabilidad que los hace sentir invencibles”.
El impacto del coronavirus en la salud mental de los jóvenes adolescentes, afirma la psicóloga, no es igual para todos,
pues depende de diversos factores: el fallecimiento de un ser querido, la vulnerabilidad personal, los trastornos
mentales, las dinámicas familiares disfuncionales, entre otros.
¿Cómo deben actuar los padres?
En este proceso, es primordial el apoyo de los padres. Por ello, la especialista recomienda a los progenitores hacer
hincapié en el distanciamiento social, explicar las consecuencias que genera la exposición al virus y tener una
comunicación directa cuando noten que su hijo está de mal humor por estar en casa. También se debe ofrecer un
espacio para compartir y validar los sentimientos de los jóvenes sin juzgarlos. “Reconozca lo frustrante que es para
ellos estar separados de sus amigos; pregúntele cómo se siente y, luego, exprésele su confianza”, agrega.
La familia debe fomentar hábitos saludables, es decir, asegurarse de que sus hijos están comiendo y durmiendo bien.
De igual modo, sugiere la especialista Rosa Cornejo, los papás deben motivarlos a que realicen nuevas actividades y
que encuentren nuevas formas de interacción social con sus amigos.
El contenido del presente documento tiene fines exclusivamente pedagógicos y forma parte de la estrategia de educación a
distancia gratuita que imparte el Ministerio de Educación.
Estamos ignorando el estigma que rodea a la salud mental y que impide que muchos hombres busquen ayuda
cuando más la necesitan, y esto, literalmente, los está matando.
En Puerto Rico, el suicidio es mayormente cometido por los hombre (83.9%). Esto debido a que el método
utilizado, en comparación con las mujeres suele ser mas letal.
Según Mental Health America, 6 millones de hombres se ven afectados por la depresión en los Estados
Unidos cada año.
El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo calcula que el número anual de hombres
que mueren por causas relacionadas con el alcohol es de 62.000, en comparación con 26.000 mujeres.
Los hombres también tienen de dos a tres veces más probabilidades de abusar de las drogas que las
mujeres.
La depresión y el suicidio se clasifican como una de las principales causas de muerte entre los hombres y, sin
embargo, es mucho menos probable que busquen tratamiento de salud mental que las mujeres.
El estigma que enfrentan los hombres
Partiendo de una sociedad machista, muchos hombres no quieren admitir que se podrían enfrentar a un problema
de salud mental. Incluso, todavía algunos ven la depresión como un signo de debilidad.
Nuestros expertos confirman que este tipo de pensamiento está desactualizado, una reliquia de generaciones
pasadas que no habla de la comprensión médica actual de las enfermedades mentales. Conocemos mucho más
ahora y reconocemos el rol de los cambios químicos. En muchos sentidos, la enfermedad mental es como la diabetes
o cualquier otra condición física.
No obstante, mucha gente no lo ve de esa manera. En cambio, todavía ven las luchas por la salud mental como un
problema personal y una falta de fortaleza personal.
Por esto, y el estigma que todavía existe en torno a las enfermedades mentales (sin mencionar la presión que
sienten los hombres de siempre ser "fuertes"), muchos hombres luchan por admitir que pueden necesitar ayuda.
Si bien hemos hecho mucho trabajo para reducir el estigma y expandir las oportunidades de apoyo, los hombres aún
pueden experimentar sentimientos de vergüenza y culpa que podrían hacer que estén menos dispuestos a pedir
ayuda.
Hablar de masculinidad tóxica ayuda a reducir la forma en que se crían a los hombres. Si miramos las películas viejas
de John Wayne (Die Hard), ese era el modelo al que se suponía que todo hombre debía aspirar. Les enseña a ser
fuertes y callados. Pero también ese modelo es disfuncional en muchos sentidos.
Este modelo de masculinidad puede ser la razón por la que es menos probable que los hombres denuncien los
síntomas de depresión. Pero ciertos rasgos más tradicionalmente masculinos también pueden contribuir a un
aumento de las tasas de depresión, según una investigación de Trusted Source. Cuando el impacto negativo es un
aumento de los síntomas depresivos, a menudo puede seguir el uso indebido de sustancias.
Si los hombres están menos dispuestos a pedir ayuda, seguirán experimentando los síntomas que contribuyen a la
depresión. El consumo de drogas es a menudo una estrategia de afrontamiento inadaptada. Cuando las personas
que luchan contra la depresión, la ansiedad y otras condiciones de salud mental no están adoptando recursos
saludables para afrontar la situación, pueden recurrir al alcohol y otras drogas como una forma de adormecer el
dolor. El problema es, ¿cómo podemos nosotros, como sociedad, cambiar la percepción de los hombres de buscar
ayuda antes de llegar a ese punto?
Reduciendo el estigma
Muchos hombres caen presa de la falsa idea de que deberían ser "lo suficientemente fuertes" para solucionar todos
sus problemas por sí solos. Les preocupa que al mostrar vulnerabilidad, incluso en el caso de una enfermedad física,
puedan perder su autoridad ante los demás. Como resultado, pueden creer que pueden solucionar este problema
rápidamente y pasar al siguiente, o pueden simplemente negar que haya un problema. Abordar eso, y ayudar a los
hombres a superarlo, requiere primero terminar con el estigma de pedir ayuda. Todos podemos fomentar una
mayor transparencia en torno a los problemas de salud mental y abuso de sustancias. Nadie es inmune al estrés.
Hablar con otros sobre cómo te está afectando puede fomentar la empatía y el apoyo entre sí. Necesitamos darnos
cuenta que la depresión, la adicción y el estrés se tratan de problemas médicos, que hay buenos tratamientos
disponibles y que hay esperanza. Es importante reconocer que los problemas de salud mental no tratados pueden
manifestarse muy rápidamente en dolencias físicas, especialmente cuando las personas se autotratan con alcohol y
otras sustancias. Existe una desventaja física real en el abuso de alcohol a largo plazo.
La concienciación y la educación juegan el papel más importante en términos de lo que se puede hacer para ayudar a
las personas lo antes posible. Es pertinente por ello hablar con nuestros seres queridos de todas las opciones de
ayuda disponibles pero primero deben estar dispuestos a probarlas.
Hay ayuda disponible. Infórmate sobre la adicción y los problemas de salud mental. Debemos transmitir el mensaje
de que está bien pedir ayuda, ya sea para tu, un seres queridos o cualquier persona que creas que pueda necesitarla.
Y para aquellos que han superado obstáculos de salud mental en sus propias vidas, no tengan miedo de compartir
sus propias historias. A veces, reducir el estigma significa estar dispuesto a hablar sobre las veces que hemos
necesitado pedir ayuda a nosotros mismos.
Existen muchas formas en las que podemos cuidar nuestro cuerpo y alimentación para obtener un estilo de vida
saludable. Algunas personas optan por ir al gimnasio, otras por hacer ejercicio en su casa o en áreas recreativas
como los parques. Otros prefieren llevar una dieta balanceada o cuidar las calorías que consumen.
En algunos otros casos, las personas prefieren una combinación de actividad física y una alimentación balanceada y
saludable. Un adulto necesita hacer 150 minutos a la semana de actividad física para mejorar su salud, según la Guía
de Actividad Física para los estadounidenses.