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Diferencia entre meta y objetivo

Es importante mencionar que tanto las metas como los objetivos conservan sus propias
características y aspectos que los diferencian.

Las metas y objetivos corresponden a los resultados que desea lograr con éxito una persona o
empresa en un determinado tiempo. La mejor forma de conseguirlo es a través del establecimiento
de un plan de acción claro sobre qué tipo de objetivos o metas se quieren alcanzar.

La meta es al sitio que se quiere llegar, mientras que los objetivos son los pasos para llegar ahí.

Las metas son un puerto; los objetivos, la brújula que te guía.

Qué es una meta

Una meta es una declaración previa y corta de un resultado que debe lograrse durante un período
de tiempo determinado. No describen los pasos específicos para obtener resultados, por lo que son
una manifestación amplia y directa sobre algo que se quiere. A continuación, te detallamos los
diferentes tipos de metas:

Basadas en el tiempo. Se refiere a las metas que se establecen con plazos de tiempo específicos, en
el que las personas deben cumplir y respetar esos rangos para poder lograr los objetivos que se
propongan. Además, estos periodos pueden ser a corto, mediano o largo plazo.

Orientadas a resultados. Las orientadas a resultados son independientes del tiempo. En este caso,
se enfocan en cómo deben completarse los resultados y cómo medir el éxito de la meta.

Orientadas a procesos. Estas se basan en acciones y tareas específicas. A diferencia de las metas
orientadas a resultados, las que son orientadas a procesos ponen especial atención al desarrollo de
las tareas y cumplen con diferentes reglas en cada una de las fases.

Qué es un objetivo

Los objetivos son pasos específicos o acciones que se deben realizar para lograr las metas. En pocas
palabras, son partes pequeñas que en conjunto sirven para lograr una meta. Respecto a los plazos
de los objetivos, son más inmediatos y específicos, por lo que tienen límite de tiempo y se pueden
cuantificar con facilidad.

Mientras que las metas difícilmente se cambian, los objetivos sí se pueden modificar de forma
sencilla en pro de alcanzar los resultados deseados. Los objetivos y las metas van de la mano para
alcanzar un fin que beneficie a una persona o a una organización.

Cuál es la diferencia entre meta y objetivo

Las metas son los resultados que pretende lograr una persona u organización, mientras que los
objetivos son acciones pequeñas para lograr la meta y, por ende, el resultado. Ambos funcionan en
conjunto para alcanzar el éxito y deben fijarse de forma clara para evitar inconvenientes o resultados
indeseados. Algunos aspectos que diferencian a una meta de un objetivo son:
Alineación y orden. Las metas son más amplias que los objetivos y representan el resultado final,
por lo tanto, deben organizarse por orden de prioridad. El alcance que se pretende conseguir con
los objetivos es mejor que el de las metas.

Especificidad. Las metas son declaraciones generales de lo que se quiere lograr, mientras que los
objetivos son tareas detalladas y específicas. Por ejemplo, si se tiene como meta obtener
financiamiento para una empresa, un objetivo puede ser solicitar el financiamiento al banco.

Tangibilidad. Una meta suele ser intangible y difícil de medir, mientras que los objetivos son tangibles
y pueden medirse. Por ejemplo, una meta sobre mejorar el servicio al cliente es algo intangible, pero
integrar un chat de servicio al sitio web en una semana es algo tangible y específico.

Tiempo. Otra diferencia entre meta y objetivo es el tiempo. Mientras que las metas se determinan
a largo plazo, los objetivos están pensados para realizarse en un tiempo reducido.

Beneficios de establecer metas y objetivos claros

Tener claras las metas y objetivos que se quieren cumplir trae varios beneficios para una persona u
organización. Se mencionan las principales ventajas en cada caso.

Metas

Los beneficios de tener metas claras y convincentes incluyen:

Dirigir tus esfuerzos. Las metas muestran un panorama sobre dónde debes dirigirte y hacia qué
aspectos debes inclinar tus esfuerzos. Si no tienes claro lo que quieres, será complicado saber hacia
qué dirección moverte para obtener resultados.

Establecer prioridades. Cuando tienes claro lo que deseas, será más fácil ordenar las prioridades.
Esto significa que puedes categorizar las tareas por orden de importancia y, en consecuencia, enfocar
todos los esfuerzos en ello.

Aumentar la confianza. Otro beneficio de tener metas claras es que aumenta la confianza de la
organización o persona porque sirve como evidencia de que las metas son posibles y alcanzables.
Una de las claves del éxito es saber hacia dónde dirigirse y cuánto es el esfuerzo que se requiere en
tiempo y dinero para llegar al destino que se desea.

Mejorar la toma de decisiones. Con las metas claras no hay confusión hacia dónde debes moverte,
así que el proceso de toma de decisiones es más claro. Siempre que debas tomar una decisión,
tendrás la suficiente claridad para seleccionar la opción más beneficiosa.

Objetivos

Tener objetivos claros también ofrece una serie de beneficios, dentro de los que se destacan los
siguientes:

Medir el progreso. Como los objetivos son medibles hacen posible el cálculo del progreso hacia el
logro de las metas. Por este motivo, si las metas no se dividen en pequeños objetivos, puede ser más
complicado alcanzarlas.
Evidenciar el éxito. Cumplir los objetivos crea una sensación de logro y motiva a una organización o
individuos a seguir con los siguientes pasos hasta llegar a la meta final.

Mejorar la toma de decisiones. Tener un patrón claro de pasos a seguir hasta llegar a la meta ayuda
a tomar decisiones correctas, ya que siempre puedes consultar los objetivos previos o siguientes
para asegurarte de que vas en la dirección precisa.

Consejos para crear objetivos efectivos

Si quieres fijar objetivos efectivos que te ofrezcan los resultados que deseas, sigue estos consejos:

Piensa en los resultados. Antes de seleccionar los objetivos, pon atención a lo que quieres lograr y
determina si vale la pena el tiempo que vas a invertir en ello. Si la lista de objetivos es muy larga
puede que no logres finalizarlos, por lo que lo ideal es depurar objetivos y dejar únicamente los más
importantes.

Utiliza objetivos SMART. Puedes utilizar una de las técnicas más difundidas para establecer objetivos,
conocida como la técnica SMART. Consiste en hacer que tus objetivos sean específicos (Specific),
medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y limitados en el tiempo
(Time-bound). Sirve como un método “inteligente” para depurar tus objetivos y dejar los que de
verdad garanticen éxito.

Specific (específico): ¿qué quieres conseguir en tu área focal?

Measurable (medible): ¿qué KPI o indicadores se pueden utilizar para medir su eficiencia?

Attainable (alcanzable): ¿es razonable respecto de la situación interna y externa de la empresa?

Relevant (relevante): ¿por qué le interesa a tu empresa o a tus clientes?

Timely (a tiempo): ¿cuándo se tiene que conseguir esta meta?

Escribe los objetivos. Escribir los objetivos hace que dejen de ser simples ideas para convertirse en
pasos previos para alcanzar una realidad de carácter tangible. Cuando tengas preparada una lista de
objetivos, puedes apuntar cada uno en pequeñas notas o documentos con un tono positivo para
mantener la motivación en el proceso.

Consejos para crear metas efectivas

Para lograr tus metas a mediano o largo plazo, debes tener un plan de acción previo. Ten en cuenta
estos consejos útiles para establecer metas efectivas:

Ten prioridades. No se puede hacer todo al mismo tiempo, así que lo ideal es organizar las metas
por orden de prioridad. Estructurarlas de esta manera te ofrecerá un panorama claro sobre lo que
quieres conseguir y los pasos que debes cumplir para lograrlo.

Aprende de otros. Prestar atención a la forma en la que otros asumen sus retos, puede servirte como
guía para alcanzar tus propias metas. Observa y analiza cómo los errores u obstáculos de otros te
sirven como lección, de forma que puedas evitar las mismas acciones.
Elige metas realizables. A menudo, las metas se establecen a mediano y largo plazo. Sin embargo,
evaluar tu preparación y capacidad en el presente te permite determinar los recursos que necesitas
para cumplirlas con éxito.

Crea un plan de acción. Un plan de acción es una idea clara sobre cómo lograrás aquello que quieres,
es decir, un procedimiento acerca de las acciones que debes tomar. Por ejemplo, si trabajas en una
empresa de marketing en la que quieres mejorar las ventas de un cliente, deberás poner objetivos
claros en el plan de acción como “crear una página web corporativa” o “auditar los resultados de las
redes sociales”.

Realiza un seguimiento de tus metas. El seguimiento te permite entrar en contexto de cuánto llevas
completado y cuánto te falta para obtener tu meta final. Este punto es fundamental, porque te
ofrece una visión acerca de los ajustes o reevaluaciones que debes hacer en tus planes.

Ejemplos de metas y objetivos

Te mostramos algunos ejemplos que te servirán de guía sobre la diferencia entre una meta y un
objetivo:

Ejemplo 1

Meta: Mejorar las ventas anuales de una empresa.

Objetivo: Optimizar el sistema de ventas de un departamento.

Ejemplo 2

Meta: Conseguir más reconocimiento a nivel nacional.

Objetivo: Incrementar un 30 % las interacciones en redes sociales.

Ejemplo 3

Meta: Ganar más suscriptores en mi red de YouTube.

Objetivo: Crear una estrategia de redes para publicitar mi perfil de YouTube.

Ejemplo 4

Meta: Fidelizar nuevos clientes.

Objetivo: Dar ofertas del 20 % de descuento a clientes potenciales.

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