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COMPORTAMIENTO HUMANO EN MOMENTOS DE SUPERVIVENCIA

(ENSAYO)

La mente humana en momentos de supervivencia experimenta respuestas emocionales


intensas como miedo y ansiedad. Nuestra atención se vuelve selectiva, detectando
rápidamente posibles amenazas y tomando decisiones acertadas. Se produce un aumento en
la fuerza física y resistencia gracias a la liberación de hormonas como la adrenalina.
Además, podemos experimentar cambios en la percepción del tiempo y la memoria,
priorizando la información relevante para sobrevivir. La mente se adapta y busca
soluciones creativas para garantizar nuestra seguridad. En resumen, en situaciones
extremas, nuestra mente se activa y enfoca en protegernos, desatando todo su potencial para
sobrevivir.

El comportamiento humano en situaciones extremas de supervivencia ha sido objeto de


investigación e interés durante siglos. Cuando nos enfrentamos a situaciones extremas,
nuestra verdadera naturaleza se pone a prueba y los aspectos positivos y negativos de
nuestro comportamiento salen a la luz. Investigamos el comportamiento humano en
situaciones de supervivencia y analizamos cómo la adversidad afecta nuestras decisiones,
relaciones sociales y moral.

Nuestros instintos más básicos entran en juego cuando nos encontramos en una
situación de supervivencia. Luchar por sobrevivir puede desencadenar respuestas
primitivas como buscar comida, refugio y cobijo. Estos instintos pueden llevarnos a
tomar decisiones impulsivas y egoístas para asegurar nuestra supervivencia

. en el "Ensayo sobre la ceguera" es una novela del autor portugués José Saramago
publicada en 1995. La historia se desarrolla en una ciudad anónima donde un extraño brote
de ceguera blanca comienza a afectar a sus habitantes. El protagonista, conocido como el
médico, es el único personaje que no pierde la visión y se convierte en testigo de los
horrores que se desatan.

A medida que más personas quedan ciegas, la sociedad se sumerge en el caos y la


desesperación. Los afectados son llevados a un asilo abandonado, donde se enfrentan a
condiciones inhumanas y se ven obligados a luchar por su supervivencia. La falta de visión
física se convierte en una metáfora de la ceguera moral y social, ya que los personajes
muestran su verdadera naturaleza egoísta y violenta.

Dentro del asilo, los personajes principales forman vínculos y enfrentan situaciones
extremas. La esposa del médico, que también queda ciega, se convierte en su guía y apoyo
emocional. Juntos luchan por mantener su humanidad frente a la crueldad y la falta de
empatía de otros.

A medida que el caos aumenta, surge un líder autoritario entre los internos ciegos, quien
impone su voluntad a través de la violencia. Sin embargo, en medio de la oscuridad y el
sufrimiento, también hay actos de bondad y solidaridad que demuestran la capacidad del ser
humano para resistir y encontrar esperanza.

La narrativa de Saramago se caracteriza por su estilo distintivo, con oraciones largas y falta
de puntuación convencional. Esto crea un ritmo fluido y una sensación de fluidez en la
lectura, pero también desafía al lector a prestar atención y sumergirse en la historia

Reconocemos que Ensayo sobre la ceguera es un poderoso reflejo de la condición


humana, la moralidad y la fragilidad social. A través de su poderosa narrativa y personajes
memorables, Saramago plantea preguntas incómodas sobre nuestra capacidad para
enfrentar la adversidad y seguir siendo humanos en tiempos difíciles.

A pesar de las reacciones espontáneas, también hemos observado que las situaciones
extremas pueden evocar un profundo sentido de cooperación y solidaridad entre las
personas. En momentos clave, las personas pueden unirse para enfrentar desafíos comunes,
construir una comunidad y superar obstáculos juntos. La solidaridad es una fuerza
poderosa que nos ayuda a sobrevivir en tiempos difíciles y seguir siendo humanos.
Los dilemas éticos y morales pueden ser más complicados en situaciones de
supervivencia.

Cuando los recursos son escasos, las personas pueden enfrentar decisiones difíciles que
ponen a prueba sus principios y valores. ¿Es aceptable robar comida para sobrevivir?
¿Hasta qué punto podemos sacrificar nuestros propios principios para asegurar nuestra
supervivencia? Estos dilemas éticos plantean preguntas sobre la naturaleza de la moralidad
y su impacto en la adversidad. como luce

En “el hoyo” es una película impactante e inquietante que arroja dudas sobre la
naturaleza humana y las estructuras sociales. A través de sus narrativas visualmente
impresionantes y su poderoso simbolismo, nos invita a reflexionar sobre la desigualdad, la
empatía y nuestras propias acciones en un mundo marcado por la injusticia.

A medida que el protagonista desciende a través de los niveles, presencia actos cada vez
más brutales y desesperados para obtener comida. Se encuentra con otros personajes que
también están atrapados en el sistema, con un hombre violento y manipulador

Así mismo que la película avanza, se revelan metáforas sobre la desigualdad social y el
egoísmo humano. "El Hoyo" representa una sociedad estratificada donde pocos tienen
acceso a la riqueza y muchos luchan por sobrevivir. La plataforma de comida simboliza la
distribución desigual de los recursos en el mundo real.

Aunque este individuo intenta cambiar el sistema desde adentro, se da cuenta de que la
verdadera solución radica en la solidaridad y la cooperación entre los prisioneros. Sin
embargo, incluso cuando logra un cambio temporal, el ciclo de desigualdad y violencia
continúa.

"El hoyo" es una película impactante y perturbadora que plantea preguntas sobre la
naturaleza humana y las estructuras sociales. A través de su narrativa visualmente
impresionante y su simbolismo poderoso, nos invita a reflexionar sobre la desigualdad, la
empatía y nuestras propias acciones en un mundo marcado por la injusticia.

La cooperación es una respuesta común en situaciones de supervivencia, pero también


pueden ocurrir competencia y conflicto. Los conflictos por recursos limitados pueden
crear tensiones entre individuos y grupos, lo que lleva a situaciones de conflicto y
confrontación. El miedo y la desconfianza pueden alimentar estos conflictos y amenazar
la supervivencia de individuos y grupos.

Una característica notable del comportamiento humano en situaciones de supervivencia es


la capacidad de adaptación y resiliencia ante la adversidad. A pesar de las situaciones
difíciles, las personas tienen una capacidad única para encontrar soluciones creativas,
utilizar los recursos disponibles y resistir situaciones extremas. La resiliencia nos permite
enfrentar los desafíos con determinación y esperanza.

En resumen, el comportamiento humano en situaciones de supervivencia es complejo y


multifacético. Nuestros instintos básicos pueden llevar a un comportamiento egoísta, pero
también pueden mostrar cooperación, unidad y resiliencia en tiempos de crisis. Nuestra
capacidad para tomar decisiones éticas y morales en situaciones extremas refleja nuestra
humanidad y el desafío constante de equilibrar las necesidades individuales y el bienestar
colectivo. En última instancia, el comportamiento humano en situaciones de supervivencia
nos muestra tanto nuestras debilidades como nuestras fortalezas, y nos impulsa a
reflexionar sobre lo que significa ser verdaderamente humano. Por un lado, el
comportamiento humano en situaciones de supervivencia tiende a estar regido por
instintos de supervivencia. Los humanos pueden tener una mayor agudeza sensorial y
reaccionar rápidamente al peligro potencial. Además, a menudo se priorizan
necesidades básicas como alimentos, agua y vivienda.

En algunos casos, una persona puede cambiar su comportamiento social y cooperar


con otros para mejorar sus posibilidades de supervivencia. Por otro lado, el
comportamiento competitivo también puede ocurrir cuando los recursos son escasos. En
general, el comportamiento humano en situaciones de supervivencia refleja nuestra
adaptabilidad y capacidad para enfrentar desafíos extremos con el fin de asegurar
nuestra supervivencia y la de los demás. Por supuesto, los mecanismos de
supervivencia a menudo se activan cuando la vida de una persona está en peligro y
pueden manifestarse de muchas maneras. Algunas personas pueden experimentar
reacciones de combate. Esto significa tratar de enfrentar una situación peligrosa
directamente, ya sea defendiéndose o enfrentándose a un atacante. Otros eligen la
respuesta de escape y tratan de salir rápidamente de la situación. También existe la
posibilidad de una reacción de congelación, en la que el cuerpo se paraliza o se
congela ante el peligro. Esto podría ser una reacción automática del sistema nervioso ante
una amenaza extrema.

Además de estas reacciones espontáneas, las personas también pueden utilizar sus
conocimientos y habilidades previos para tomar decisiones estratégicas rápidas. Esto
incluye buscar ayuda externa, utilizar las herramientas y los recursos disponibles, evaluar
los riesgos y tomar medidas para mitigarlos. Es importante tener en cuenta que diferentes
personas pueden reaccionar de manera diferente en situaciones peligrosas y que no existe
un único curso de acción "correcto". La respuesta depende de la situación, las
habilidades del individuo y las circunstancias específicas del momento. Cuando una
persona está asustada, el cerebro activa una serie de respuestas automáticas para preparar
el cuerpo para posibles amenazas.

Este proceso comienza en la amígdala, la región del cerebro encargada de procesar las
emociones, especialmente el miedo. La amígdala envía señales al hipotálamo, que
desencadena la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Estas
hormonas preparan al cuerpo para responder al miedo. Su corazón late más rápido, su
respiración se acelera y su presión arterial aumenta. Además, se producen cambios en la
atención y la memoria para centrarse en la amenaza y recordarla en el futuro. El
comportamiento de quienes quieren acabar con la vida de otros es muy complejo y
puede tener múltiples causas, incluidas enfermedades mentales, ramificaciones sociales,
traumas pasados y otros factores. Estas acciones son a menudo el resultado de una
combinación de situaciones individuales y contextuales que son difíciles de comprender y
explicar por completo. Al mismo tiempo, el cerebro activa el sistema de “lucha o huida”,
que implica prepararse para el peligro o huir. Esto significa una mayor activación en las
regiones del cerebro involucradas en la toma de decisiones rápidas y el comportamiento
motor.

Volviendo al principal tema d comparación con respecto a las obras presentadas


anteriormente. Tanto la película "El hoyo" como el libro "Ensayo sobre la ceguera" son
obras que nos sumergen en situaciones extremas y distópicas, donde los personajes se ven
enfrentados a condiciones inhumanas y desafiantes. Ambas exploran la fragilidad de la
condición humana y cómo las personas reaccionan y se transforman en contextos límite.
Recordando lo anteriormente hablado.

En "El hoyo", nos encontramos con una estructura vertical donde los prisioneros están
ubicados en diferentes niveles, y cada nivel solo recibe una cantidad limitada de comida. La
película examina cómo la falta de recursos y la desigualdad social afectan la moralidad y
las relaciones humanas en un entorno opresivo.

Por otro lado, "Ensayo sobre la ceguera" nos muestra una sociedad en la que una epidemia
de ceguera repentina afecta a las personas. A través de esta metáfora, el libro explora cómo
los seres humanos reaccionan ante la adversidad, revelando tanto lo peor como lo mejor de
nosotros mismos. La historia pone a prueba la solidaridad, la empatía y las normas sociales
establecidas.

Ambas obras también abordan temas como el egoísmo, la supervivencia, el poder y las
dinámicas sociales en situaciones extremas. Nos invitan a reflexionar sobre los límites de
nuestra humanidad y cómo nuestras acciones pueden cambiar frente a circunstancias
extraordinarias.

el comportamiento humano es profundamente influenciado por su entorno. Nuestra


interacción con la sociedad, la cultura, la educación, la familia y las experiencias personales
moldean nuestras actitudes, valores y formas de relacionarnos con los demás. Creo que
somos seres altamente adaptables y que nuestro entorno tiene un impacto significativo en
cómo nos comportamos.

El entorno puede influir en nuestras creencias, actitudes y comportamientos de diversas


maneras. Por ejemplo, si crecemos en un entorno donde prevalece la violencia y la falta de
respeto, es más probable que internalicemos esos patrones de comportamiento. Del mismo
modo, si crecemos en un entorno que fomenta valores como la empatía, el respeto y la
solidaridad, es más probable que nos comportemos de manera más positiva y constructiva.

Sin embargo, también es importante destacar que el comportamiento humano es complejo y


multifacético. Aunque el entorno puede ser un factor influyente, cada individuo tiene su
propia capacidad de elección y libre albedrío. Incluso en entornos desfavorables, algunas
personas pueden desarrollar una resiliencia excepcional y desafiar las circunstancias
adversas.

En última instancia, creo que el comportamiento humano es una combinación de factores


genéticos, biológicos y ambientales. Si bien el entorno puede tener un impacto significativo
en nuestra manera de ser y actuar, también tenemos la capacidad de reevaluar nuestras
creencias y cambiar nuestros patrones de comportamiento a lo largo de nuestras vidas.

Es fundamental reconocer que cada persona es única y que el comportamiento humano es


diverso. No podemos generalizar ni simplificar las influencias del entorno en el
comportamiento humano, pero sí podemos comprender que el entorno juega un papel
importante en la configuración de nuestras acciones y decisiones. Teniendo en cuenta que
en situaciones de vida o muerte las condiciones extremas causan que las personas cometan
actos extremos son precauciones, en resumen, ante el miedo, el cerebro inicia
respuestas fisiológicas y emocionales para proteger al individuo de posibles amenazas.

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