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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN


UNIDAD SANTO TÓMAS

ANÁLISIS SITUACIONAL

MERCADOTECNIA AMBIENTAL

HECHO POR: Serrano


HECH
Gómez Rosalba

CATEDRÁTICO: ERICKA MOLINA RAMIREZ.

13.10.20
INDICE

1. Análisis situacional
1.1. El proceso de planeación estratégica, considerando el ambiente ecológico,
social, económico, competitivo, político y legal
1.2. Incorporación de la perspectiva ecológica en la declaración de la misión.
1.3. Integración de la misión ecológica en los objetivos, estrategias y tácticas de
mercadotecnia.
1.4. La integración de la misión ecológica en los objetivos, estrategias y tácticas de
mercadotecnia.
1.5. El valor agregado de la estrategia de sustentabilidad a todos los stakeholders
1.6. Problemas socio ecológicos a nivel macro
1.7. Impacto socio-ecológico de los productos a nivel mico
1.8. El compromiso organizacional con los stakeholders frente al desarrollo
sustentable de la sociedad
1.1. El proceso de planeación estratégica, considerando el ambiente
ecológico, social, económico, competitivo, político y legal

La Planeación Estratégica es una herramienta de gestión que permite establecer el quehacer y el camino
que deben recorrer las organizaciones para alcanzar las metas previstas, teniendo en cuenta los cambios
y demandas que impone su entorno. En este sentido, es una herramienta fundamental para la toma de
decisiones al interior de cualquier organización. Así, la Planeación Estratégica es un ejercicio de
formulación y establecimiento de objetivos y, especialmente, de los planes de acción que conducirán a
alcanzar estos objetivos.

El proceso de planeación estratégica involucra tanto la planeación en sí misma, como la ejecución de la


estrategia. Para explicar este proceso nos basamos en las ideas presentadas en el libro Execution Premium
escrito por Robert Kaplan y David Norton. De forma general, las etapas del proceso de Planeación
Estratégica son:

1. Crear la estrategia
2. Planear la estrategia
3. Alinear la organización con la estrategia
4. Planear la operación de la organización
5. Controlar y aprender de la operación
6. Probar y adaptar la estrategia

A continuación, presentamos las principales ideas del libro y, posteriormente, describimos detalladamente
cada una de las etapas del proceso de Planeación Estratégica.

ETAPA 1: Crear la estrategia

En esta primera etapa se crea toda la estrategia gracias a la definición de la información y al despliegue de
las herramientas estratégicas con las que cuenta dentro de su compañía. Si aún no cuenta con la
información necesaria, preocúpese por definir los siguientes aspectos:

 Misión, visión y valores que dirigen y orientan su organización.


 Puntos clave que debe enfrentar. Aquí, recuerde tener en cuenta tres aspectos fundamentales:
el análisis del entorno externo, el del entorno interno y el de la estrategia existente.
 Aspectos para lograr una mejor competencia. Aquí debe tener en cuenta los nichos en los que
competirá, los diferenciales de su organización y los procesos y tecnologías que generan valor.

ETAPA 2: Planear la estrategia

En esta segunda etapa deberá organizar los objetivos estratégicos de su compañía, indicadores, metas,
iniciativas y presupuestos que le permitirán poner en marcha todo su plan estratégico. Para que pueda
tener claridad en los aspectos que guían la acción y la asignación de recursos tenga en cuenta:

 El mapa estratégico que definirá sus dimensiones estratégicas.


 Los objetivos traducidos en mapas estratégicos dentro de un BSC de indicadores y metas. Esto le
ayudará a medir todo su plan.
 Iniciativas estratégicas o programas de acción de corta duración que le permitan garantizar la
ejecución de toda la planeación estratégica.
 Asegúrese de mantener un presupuesto específico para gastos estratégicos.
 Configure un cargo que garantice un seguimiento de toda la ejecución de la estrategia.
ETAPA 3: Alinear la organización con la estrategia

Durante esta etapa debe concentrarse en relacionar la estrategia total de la compañía con las estrategias
de todas sus unidades funcionales y sus negocios individuales. De esta manera, también deberá alinear y
motivar a sus empleados. Los siguientes elementos podrán ayudarle a avanzar dentro de esta etapa, al
igual que le ayudarán a definir con claridad toda la información que debe tener en cuenta.

 Identifique cuáles unidades de negocio están alineadas entre sí.


 Vincule las unidades de soporte con las estrategias de unidad de negocios y la estrategia
corporativa a través de mapas estratégicos.
 Comunique la estrategia con todo su equipo para que la totalidad de la organización esté
motivada con la consecución de objetivos.

ETAPA 4: Planear la operación de la organización

A lo largo de esta cuarta etapa procure estructurar un plan que pueda darle respuesta al siguiente par de
preguntas, tanto a largo plazo como en las operaciones diarias.

 ¿Cuáles mejoras a los procesos de negocio son las más críticas para el éxito de la estrategia?
Gracias a los tableros de control personalizados, integrados por indicadores clave del desempeño
de los procesos locales, usted podrá tener mayor focalización y retroalimentación de los
esfuerzos dirigidos a optimizaciones.

 ¿Cómo puede relacionar la estrategia con los planes y presupuestos operativos?


Debe recordar que los planes de mejora deben convertirse en un plan operativo anual que le
permita conocer: una proyección detallada de las ventas, un plan de capacidad de recursos, y una
idea presupuestal de gastos operativos y de capital.

ETAPA 5: Controlar y aprender de la operación

Durante esta etapa usted deberá gestionar reuniones de revisión de todas las operaciones. Esto le ayudará
a examinar en detalle el desempeño de cada uno de los departamentos y las funciones que debe poner en
marcha para resolver problemas nuevos o inconvenientes existentes.

ETAPA 6: Probar y adaptar la estrategia

Esta etapa consiste en implementar reuniones de análisis estratégico que permitan comprobar la validez
de lo que se ha planificado. Estas reuniones resultan muy beneficiosas ya que, luego de meses de la
ejecución de su estrategia, la organización cuenta con datos adicionales que le permitirán identificar
nuevos cambios en el entorno competitivo y normativo, además de ofrecerle nuevas oportunidades de
planificación.

Durante esta etapa la pregunta clave debe ser “¿tenemos la estrategia correcta?” Gracias a ella usted
podrá abrir la posibilidad a nuevas rutas de planificación organizacional. Nosotros le aconsejamos que
realice esta reunión al menos una vez al año, o si lo prefiere, cada tres meses, según las dinámicas del
mercado en el que su organización se desenvuelve.
Planeación estratégica desde lo ecológico
La planificación ambiental estratégica puede definirse como un instrumento para implementar los
lineamientos de una planificación en el largo plazo de objetivos ambientales y sustentables en el territorio,
considerando tanto las iniciativas privadas como de gobierno.

Entre los objetivos de una adecuada planificación ambiental estratégica podemos mencionar el asegurar
un alto nivel de protección del Medio Ambiente, el contribuir a la integración de las consideraciones
ambientales en la elaboración y preparación de los planes y programas y el promover un de desarrollo
sostenible mediante una evaluación ambiental de planes y programas que puedan tener efectos
significativos sobre el Medio Ambiente.

Planeación estratégica desde lo social:

Para entender mejor como hacer un plan estratégico para una organización social, hay que partir de lo que
es una estrategia. Una estrategia es la decisión de realizar acciones que se han planificado durante un
tiempo determinado para alcanzar un objetivo o una misión. La estrategia es el arte de identificar las
opciones más favorables que tiene una organización social para llegar a una meta planteada.

El plan estratégico para una organización social se lo realiza mediante la planificación estratégica que
consiste en un proceso de análisis, definiciones y llamado a la acción, realizado al interior de la organización
de manera consensuada con la participación de la dirección y todo su equipo de coordinación, en el que se
construye lo que se conoce como plan estratégico y que se refiere a un documento en el que se plasman
las metas y objetivos de la organización junto con las directrices del camino a seguir para alcanzarlas. Un
plan estratégico debe definirse para un periodo de entre tres y cinco años, pues se trata más de una visión
a futuro y no algo puntual a corto plazo.

Entre las ventajas que la planificación estratégica brinda a una organización de la sociedad civil están:

 Descubrir lo mejor de la organización, en cuanto a capacidades, fortalezas y acciones;


 Identificar los cambios que se deben realizar o que quieren alcanzarse;
 Mejorar la coordinación y la comunicación en la organización, al trabajar de manera colaborativa
en su diseño;
 Anticiparse a lo que vendrá, planteando temas y acciones de manera proactiva;
 Reducir los conflictos, al alinear a toda la organización en torno a metas y objetivos comunes.

El proceso para definir un plan estratégico para una organización social, se puede resumir de la siguiente
manera:

1. Definir la misión: Lo primero que se debe considerar para realizar un plan estratégico para una
organización social es que tenga claramente definida cuál es su razón de ser, es decir el objetivo
principal bajo el cual se constituyó la organización. Esta razón de ser, este objetivo es lo que se
conoce como la misión. La misión de una organización es una declaración del objetivo central de
la organización, de su razón de ser. Es una enunciación a largo plazo que debe distinguir y
diferenciar a la organización de las demás e identificar los valores que guían su accionar.
2. Definir la visión: La segunda pregunta a realizarse en la organización dentro de un proceso de
planificación estratégica es ¿a dónde vamos, a dónde queremos llegar? La respuesta a esta
pregunta es lo que se conoce como la visión. La visión de la organización permite el trabajo
conjunto de todo el equipo de colaboradores y le da el rumbo a la organización. Es fundamental
definir la visión de una organización para saber cómo se va a llegar al objetivo central, cuáles son
los valores que van a guiar este camino y cuál es la conducta que se va a adoptar para llegar a esa
meta. La visión debe ser breve y fácil de captar y recordar, además de inspiradora. Debe transmitir
una idea triunfal, algo positivo que resuma la meta a la que se quiere llegar en los próximos tres a
cinco años.
3. Definir los objetivos estratégicos: La tercera pregunta tiene que ver con qué se desea hacer en la
organización, es decir los objetivos a corto y mediano plazo. Los objetivos son la respuesta a qué
intenta y qué intentará alcanzar la organización en el marco de la misión y la visión definidas. Los
objetivos deben ser realistas, medibles, concretos, alcanzables y programados en el tiempo. Estos
deben definirse haciendo una reflexión y análisis realista en la organización sobre qué acciones se
pueden realizar considerando sus capacidades, talentos y recursos disponibles. Considerando que
los objetivos también se plantean para un periodo de tres a cinco años, puede salir un número
alto de estos por lo que es importante priorizar y establecer cuáles van a ser más importantes que
otros.
4. Adicionalmente, se pueden definir los siguientes temas como parte de la planificación estratégica:
o El entorno y la previsión del futuro
o El inventario de recursos
o La Situación Actual
o La Situación Deseada
o La brecha de cambio
o El diseño de la estrategia
o Las acciones estratégicas de cambio
o Las definiciones tácticas y el Plan Táctico
o El Plan Operativo Anual
o La Conducción del Plan
o La Evaluación del Plan

Siguiendo los anteriores puntos se puede crear un plan estratégico que sirva de base para el accionar de
una organización social en el futuro cercano.

1.2. Incorporación de la perspectiva ecológica en la declaración de la


misión.

Para lograr el crecimiento de cualquier empresa, el primer paso es plantear una misión que defina el rumbo
del personal y que se adapte a las posibilidades materiales.

La misión se entiende como la razón de ser de la empresa, es decir, el motivo por el cual existe, puesto que
determina las funciones básicas para cumplir con el objetivo deseado; satisfacer las necesidades del cliente
a través de los productos o servicios a ofertar.

La misión debe de ser amplia, concreta, motivadora y posible; puede construirse tomando como base las
preguntas:

 ¿Quiénes somos? – Identidad, legitimidad


 ¿Qué buscamos? – Propósitos
 ¿Qué hacemos? – productos o servicios que ofrece
 ¿Por qué lo hacemos? – Valores, principios, motivaciones
 ¿Para quienes trabajamos? – Clientes
 ¿Somos una empresa socialmente responsable? – Nos comprometemos con el ambiente, el
personal, calidad en los productos.
En cuanto a la correcta formulación del propósito, este debe estar bien definido y contar con tres
elementos importantes:

• Un verbo que indique cambio del status quo (incrementar, bajar, generar, eliminar, transformar,
etc.).
• La explicación del problema o condición que se busca cambiar.
• La identificación de los clientes específicos.

Es importante identificar y construir la misión sin confundir los fines y los medios del cual nos valemos para
lograr su materialización, es decir, la misión de un periódico no es vender papel impreso, sino, vender
información. La razón de ser no es el producto o servicio que ofrecemos, es la necesidad que estamos
satisfaciendo.

Al elaborar la misión de tu empresa, debes incluir los siguientes elementos:

• Definir qué es la empresa y lo que aspira a ser.


• Ser lo suficientemente específica para excluir ciertas actividades y lo suficientemente amplia para
permitir el crecimiento creativo.
• Distinguirse de las demás empresas.
• Servir como marco para evaluar las actividades presentes y futuras.
• Estar formulada en términos tan claros que pueda ser entendida en toda la empresa, facilitando la
ejecución y evaluación de estrategias.

1.3. Integración de la misión ecológica en los objetivos, estrategias y


tácticas de mercadotecnia.
La lucha para proteger el medio ambiente y contra el calentamiento global dicen mucho de una empresa.
El crecimiento económico de nuestra sociedad y la industrialización supusieron un grave daño para el
medio ambiente, algo que se repite a día de hoy en los países en vías de desarrollo. Pero el desarrollo
económico no debería suponer prejuicios para el medio ambiente, así que desde la gestión ambiental de
tu empresa puedes fijar unos objetivos medioambientales y aportar un granito de arena en la protección
del planeta.

Cada cierto tiempo, generalmente de forma anual, la empresa debería fijar sus objetivos ambientales y
valorar si hasta el momento se ha cumplido con ellos. En este sentido, la Norma ISO 14001:2015 apareció
para ofrecer una línea a partir de las que se pueden diseñar unas políticas de empresa relacionadas con el
medio ambiente. Según esta normativa, la política ambiental debería poder medirse y seguirse, y todos los
trabajadores deberían conocer y comprender los objetivos verdes de la empresa.

Así, dentro de los objetivos medioambientales deberían figurar el objetivo, las acciones que van a hacer,
los recursos humanos, materiales y económicos necesarios y el plazo para cumplir con ese objetivo. Una
vez lleguemos a la fecha de finalización hay que evaluar los resultados, aunque cada cierto tiempo se debe
hace un análisis de seguimiento. También debes tener claras las prioridades en las acciones
medioambientales, ya que no siempre se pueden llevar a cabo.

Las acciones que puede llevar a cabo nuestra empresa para mejorar el medio ambiente es muy grande, y
el sector al que pertenezca la empresa será clave. Al fin y al cabo, no es lo mismo una empresa que se
dedica a la construcción que una asesoría o una clínica dental, cada uno tendrá sus objetivos y sus
posibilidades a la hora de ayudar al medio ambiente. Aun así, hay una serie de objetivos generales que
podemos utilizar como punto de partida para establecer los objetivos medioambientales.
Dos de los objetivos estrella son la reducción del consumo de papel y de electricidad. Para reducir el papel
que utilizamos en el trabajo tenemos alternativas como utilizar impresoras de doble cara o un papel de
menor densidad.

El hecho de reciclar, reutilizar y optar por el uso de materiales reciclados ayuda a lograr los objetivos
ambientales de tu empresa.

La reducción del consumo eléctrico no solo ayudará al medio ambiente, también es interesante desde el
punto de vista económico.

Como vemos cada empresa debe marcarse sus propios objetivos medioambientales en función de su
actividad y sus posibilidades. Sin embargo, es necesario que poco a poco se vayan cumpliendo algunas de
las metas que nos permitan asegurar los recursos que adquirimos de la naturaleza por mucho
tiempo. Estos no dejan de ser una parte de los objetivos empresariales que se van definiendo año tras año,
por lo que debemos tenerlos en cuenta constantemente .

Estrategias y tácticas de mercadotecnia.

El marketing verde se entiende como el comercio de productos y servicios ecológicos, con valor ambiental,
que protegen al medio ambiente. Estos productos o servicios se diferencian del resto en cambios como
que sean menos contaminantes en sus procesos productivos o tengan un packaging reducido y
reutilizable.

En el marketing verde se pueden desarrollar varias estrategias en favor del medio ambiente, aquí
mostramos 7:

1. Reduce tus materias primas, minimiza los residuos que generas y comunícalo.

Si puedes aplicar los principios Cradle to Cradle (De la cuna a la cuna), donde el concepto basura no existe
ya que todo resto es valorizable y puede volver al ciclo de vida del producto. Recomendamos que leas este
libro que explica cómo un químico y un arquitecto consiguen producir sin generar residuos.

2. Promueve el consumo responsable frente al consumismo convencional.

De tal forma que el cliente pueda elegir un producto o servicio en función de su impacto ambiental y social,
con una vida sin “obsolescencia programada” que proceda de una economía justa y social o que tenga una
huella ecológica reducida. Es importante que prime la reutilización, que se den opciones de reducir los
residuos que se generan y finalmente poder reciclar al 100% el producto que ya no puede tener una
segunda vida útil.

3. Impulsa una causa ambiental como tuya.

Si realmente te sientes identificado con alguna causa, únete a ella y apóyala. Lucha contra la contaminación
y el cambio climático o en favor de la protección de especies en peligro de extinción y autóctonas. No tiene
por qué ser a nivel global, piensa en local, actúa en local: ayuda a asociaciones cercanas a tu entidad,
promueve la protección de una especie de tu zona o haz labores ambientales en tu comunidad. Las
acciones que haces de forma local tienen una repercusión global.

4. Muestra que los productos o servicios que ofreces están avalados por etiquetas o certificaciones.
Etiquetas y certificados ecológicos nutren el mercado, pero debemos conocer qué criterios recogen: si
están basados en su ciclo de vida, en un aspecto ambiental concreto o en declaraciones ambientales de
producto. Cuáles son los más restrictivos y por quién están avalados, ya que proliferan etiquetas no
oficiales que realmente no tienen componente “verde” aunque lo parezcan. Infórmate y conoce si hay
alguna etiqueta en tu municipio que prima los productos locales, conoce quién está detrás de la
certificación y qué público está interesado en consumirla.

5. Muestra tus productos y servicios verdes en el mundo digital

No hay mejor forma de mostrar lo que haces y cómo lo haces que internet. Una buena web te dará
visibilidad y será un canal de marketing inmejorable. Acompáñalo de un buen uso de las redes sociales y
tendrás un filón, nútrete de los comentarios de tu público, haz promociones, difunde tu mensaje verde…
Es muy importante trabajar con un objetivo como ser más sostenible año tras año, prueba a difundir tus
acciones y verás cómo tu inversión revierte en nuevos clientes y en clientes más contentos.

6. Participa y colabora en eventos relacionados con el medio ambiente

Varias ferias hablan de medio ambiente año tras año, te recomendamos Biocultural y CONAMA, pero hay
otras muchas. De cara a consolidar tu marca, es importante que se asocie con eventos ambientales, ya sea
participando con una ponencia que aporte valor, patrocinando el evento o mostrando tus productos y
servicios en un stand. A nivel local puedes también participar promoviendo eventos que fomenten el
cuidado ambiental, hacer la fiesta de tu empresa con un toque verde con un evento divertido como un
monólogo que muestre las ventajas de practicar el ahorro energético o reuniendo a tus empleados para
hablar de pequeños gestos que harán mejor a la empresa.

7. Sé un ejemplo con tu conducta

Facilita que el transporte en tu entidad sea más sostenible, promueve que los productos que se consumen
en tus dependencias sigan algún criterio de cercanía, favorece la colaboración con proyectos sociales y
ambientales… y práctica con el ejemplo. Es importante lo que haces, pero también que lo cuentes, si haces
actividades para ser más sostenible cuéntaselo a tus clientes, involucra a tus empleados y a la gente que
te rodea.

Lo ideal si partes de cero es comenzar con pequeñas acciones: mejorar la recogida de residuos, disminuir
tu consumo energético, promover proyectos ambientales, involucrar al personal con formación en esta
materia o favorecer el transporte sostenible en la empresa.

1.4. El valor agregado de la estrategia de sustentabilidad a todos los


stakeholders

La presión que ejercen los grupos de interés sobre la empresa en relación a las demandas de mejora en el
comportamiento ambiental de las organizaciones. Los directivos de las empresas reciben significativas
presiones de los grupos de interés primarios tales como accionistas, empleados, clientes, proveedores y
poderes públicos, y aunque en muchos casos estas demandas son difíciles de compatibilizar, en términos
generales, suponen que la empresa incremente su esfuerzo medioambiental. Por ejemplo, los clientes
industriales y consumidores demandan productos ambientales; los proveedores en ocasiones, promueven
cambios medioambientales desarrollando infraestructuras para el reciclaje. Sin embargo, la presión
medioambiental también es ejercida por los grupos de interés secundarios. Así, las asociaciones
ecologistas, medios de comunicación, ONGs, etc. pueden tener también un impacto significativo en las
operaciones de producción, bien de forma directa, o indirecta, por ejemplo a través de iniciativas
legislativas (Clair et al., 1995). En definitiva, todas estas presiones de los grupos de interés han venido
motivando que las prácticas de protección ambiental en las empresas se conecten o estén acompañadas
de prácticas de integración de los grupos de interés.

La gestión de los «grupos de interés» se caracteriza por la incorporación de las demandas de estos grupos
a las decisiones empresariales. El desarrollo del Stakeholder management ha consolidado la necesidad de
que la preocupación por las cuestiones éticas esté presente en las prácticas de las empresas. La gestión
de los grupos de interés pretende de esta forma, tanto la consecución de los objetivos empresariales,
como la adopción de una posición responsable por parte de las empresas. Implicar a los «grupos de
interés» en los procesos de dirección de empresas se ha convertido en un proceso crítico que minimiza los
inconvenientes y enfatiza las ventajas de la perspectiva estratégica de la Responsabilidad Social
Empresarial. De esta forma, en las cuestiones ambientales la gestión de los grupos de interés ha ayudado
a explicar la importancia de tener un compromiso ambiental por parte de las empresas, a la vez que
también han contribuido significativamente a mejorar la legitimidad económica del esfuerzo ambiental de
las organizaciones.

La integración de los grupos de interés en la gestión empresarial tiene múltiples consecuencias para la
actividad empresarial. Entre estas consecuencias, son especialmente relevantes la mejora en la
satisfacción de estos grupos, la mejora de los rendimientos empresariales, el desarrollo de ventajas
competitivas o la capacidad de absorción. La situación económica actual obliga a las empresas a mejorar
su rendimiento financiero, pero a la vez, la presión de los grupos de interés hace que sea necesario mejorar
también las prácticas de gestión medioambiental en las empresas.

Por otra parte, un componente importante para la adopción de medidas de protección ambiental en las
organizaciones es el grado de proactividad. Con la proactividad estratégica los directivos tienen un nuevo
campo para desarrollar ventajas competitivas de la implantación de estrategias medioambientales y la
integración de los «grupos de interés» es una capacidad estratégica asociada a esta proactividad. En
definitiva, un mal rendimiento medioambiental de la empresa puede afectar negativamente a los
beneficios de la misma: las instituciones financieras pueden declinar su apoyo a la empresa por el riesgo
que supone una mala gestión medioambiental; los empleados pueden preferir trabajar en empresas con
una mejor gestión medioambiental; o los proveedores pueden verse presionados a dejar de proveer
recursos a empresas que contaminan el medio ambiente ya que afectaría al impacto ambiental de sus
productos tras su venta.

La conexión de la integración de los Stakeholder y la gestión ambiental ha mostrado la importancia que


para el desarrollo de las estrategias medioambientales tiene la colaboración e implicación de los “grupos
de interés”. Con carácter general, se señala que esta integración genera una mayor receptividad hacia las
necesidades ecológicas del mercado y las tecnologías que reducen el impacto ambiental durante toda la
vida del producto. De forma más específica, se apunta la importancia de la integración de los grupos de
interés para intercambiar información que facilitan el desarrollo de innovaciones en productos o procesos,
y que finalmente redundan en una mejora del rendimiento empresarial. Adicionalmente, en la
configuración de la estrategia medioambiental de la organización también se han enfatizado la
importancia del grado y forma de ejercer el poder por parte de los «grupos de interés» sobre la empresa o
el nivel de comunicación entre la empresa y sus «grupos de interés». Por tanto, en la medida en que las
interacciones que se produzcan con los «grupos de interés» se incrementen, se enriquece su contribución
a la estrategia medioambiental que además de venir acompañada frecuentemente de soluciones más
innovadoras, goza de una mayor legitimidad social.

En definitiva, la integración de los «grupos de interés» en la empresa recoge la influencia de los «grupos
de interés» en la estrategia medioambiental de las organizaciones. La presión de los «grupos de interés»
provoca la puesta en marcha de medidas de protección ambiental en la empresa y hace muy conveniente
la colaboración con estos grupos. La proactividad estratégica se manifiesta tanto en la adopción de
medidas de protección ambiental, como en el desarrollo de las relaciones con los Stakeholder, y la
satisfacción de éstos se ve condicionada por el comportamiento ambiental de la organización.

1.5. Problemas socio ecológicos a nivel macro

El medio ambiente se encuentra en peligro por diversas amenazas que ponen en peligro no solo a los
ecosistemas, sino a todos los seres humanos. Conocer los problemas ambientales es el primer paso para
concienciarnos de su importancia y reclamar y participar en acciones para la protección y recuperación de
la naturaleza. Este artículo presenta, en orden alfabético, los 10 problemas ambientales que deberían
preocuparnos.

1. Cambio climático

El incremento desde el siglo XIX de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera por las
actividades humanas está provocando la Tierra esté sufriendo un cambio climático. Este problema
ambiental causa diversos impactos "abrumadores" sobre la naturaleza y los seres humanos. Así lo subraya
el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el grupo internacional de científicos organizado
por Naciones Unidas para estudiar el problema, en su más reciente informe.

2. Contaminación

El cambio climático causa diversos impactos "abrumadores" sobre la naturaleza y los seres humanos,
según el IPCC

La contaminación ambiental provoca impactos negativos en los ecosistemas y diversas enfermedades,


alteraciones y la reducción de la esperanza de vida en millones de personas en todo el mundo. Los agentes
contaminantes son muy diversos y cada vez causan más problemas de salud, incluso antes de nacer. Así lo
señalan desde grupos de investigación a organismos internacionales como la Organización Mundial de la
Salud (OMS).

3. Deforestación

La destrucción de los bosques, o deforestación, ha disminuido a nivel global en los últimos años, pero
continúa a un ritmo "alarmante" en muchos países, en especial en Sudamérica y África, según la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). La agricultura insostenible o
la explotación maderera intensiva son sus principales causas.

4. Degradación del suelo

Las actividades humanas provocan fenómenos graves de degradación del suelo. Entre ellos cabe destacar
la erosión, un problema que, según los expertos, se está acelerando en todos los continentes y cada año
causa una pérdida de entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables. En España, amenazas tan
diversas como la agricultura intensiva, la construcción o la contaminación han supuesto que su situación
sea mala en general.

5. Energía

El consumo cada vez más elevado de energía a nivel mundial y la continuidad de los combustibles fósiles
generan diversos impactos ambientales y resultan preocupantes para el desarrollo humano de las
próximas décadas. El uso de energías renovables y el aumento de la eficiencia energética son algunas de
las soluciones para combatir este problema.

6. Escasez de agua

El agua, el acceso a ella en unas mínimas condiciones de calidad y su escasez son cada vez más
preocupantes. Algunos expertos hablan incluso de que el agua será el elemento más valioso del siglo XXI
y principal causa de guerras y conflictos. Naciones Unidas declaraba 2013 como Año Internacional de la
Cooperación en la Esfera del Agua para concienciar sobre la trascendencia de proteger y garantizar este
recurso natural.

7. Extinción de especies y pérdida de biodiversidad

Los científicos alertan desde hace años del aumento de las especies en peligro de extinción y la pérdida de
biodiversidad. Así lo dejan en evidencia trabajos como la Lista Roja de la Unión Mundial para la Naturaleza
(UICN). Nick Nuttall, portavoz del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
asegura que "somos testigos de una sexta extinción impulsada por los seres humanos". La pérdida de
biodiversidad no solo causa daños en el medio ambiente, sino en la economía, como recalca el estudio
"The Economics of Ecosystems and Biodiversity (TEEB)".

8. Invasión y tráfico ilegal de especies

Las especies invasoras, la introducción de seres vivos desde fuera de su área de distribución natural,
representa, según la UICN, la segunda causa de amenaza a la biodiversidad, tras la destrucción de los
hábitats. El número de especies introducidas se ha incrementado de forma notable a nivel global en los
últimos decenios. Por su parte, el contrabando de especies pone en peligro la supervivencia de cientos de
especies amenazadas en todo el mundo y los ecosistemas de donde son arrebatadas.

9. Residuos

La generación mundial de basura en las ciudades será el doble que la actual en 2025 y más del triple en
2100. Así lo señala un estudio en la revista Nature, que afirma que es el contaminante ambiental más rápido
en producirse. Si los residuos no se tratan de forma adecuada, en especial los peligrosos, pueden provocar
daños muy diversos en el medio ambiente y los seres humanos. El reciclaje, además de paliar este
problema, evita el uso de nuevas materias primas y reduce así el impacto ambiental.

10. Sobrepesca

El 60% de las especies comerciales más importantes del mundo están sobreexplotadas o agotadas, y solo
el 25% de los recursos pesqueros actuales se consideran constantes. La sobrepesca, que afecta tanto a
grandes mares y océanos como a ríos, pone en peligro la supervivencia de los recursos marinos y, por ello,
la disponibilidad de una importante fuente de alimento para la población mundial. La Unión Europea ha
reformado su Política Pesquera Común para proteger el medio marino mediante la pesca sostenible.

1.6. Impacto socio-ecológico de los productos a nivel micro

El consumo responsable implica un consumo ético, ecológico y social. Se trata de elegir productos no sólo
en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las
empresas que los elaboran.
Cuando hablamos de consumo responsable, es importante plantearse a la hora de elegir un producto las
condiciones humanas y laborales en que se manufacturan los productos o el efecto de las plantas de
producción al lugar donde se ubican.

El concepto de consumo responsable es muy amplio, y podemos sintetizarlo en el consumo ético,


ecológico y social:

El consumo ético hace especial hincapié en la austeridad como valor, teniendo la capacidad para distinguir
entre necesidades reales e impuestas y dándole más importancia a otras actividades que al propio hecho
de consumir. Hablamos de cambiar los hábitos de consumo, y optar por un modelo de bienestar no basado
en la posesión de bienes materiales. Reflejo del refrán “No es más feliz el que más tiene, sino el que menos
necesita”.

El consumo ecológico contiene las tres erres de reducir, reutilizar y reciclar. Cada ciudadano debe
responsabilizarse en sus compras de bienes y servicios y contemplar en sus procesos de decisión aspectos
relacionados con la protección del medio ambiente y de los derechos humanos.

El consumo social contribuye a la creación de empleo, garantiza condiciones de vida de calidad; para
preservar el equilibrio de los ecosistemas y para mejorar el nivel de ingresos de los que participan de las
redes solidarias combatiendo, de este modo, la exclusión social y el daño ambiental.

Algunos de los puntos a tener en cuenta en el consumo responsable son:

 Considerar el impacto ambiental de los productos que compramos, valorando los procesos de
producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
 Determinar la huella ecológica que determinados estilos de vida y consumismo producen.
 Determinar empresas, productos y servicios, que respeten el medio ambiente y los derechos
humanos.
 Asegurar la calidad de lo comprado.
 Pensar a qué tipo de comercio quieres favorecer. No olvidar que consumir productos locales,
productos ecológicos o productos naturales y productos reutilizados y reciclados son, sin duda,
las mejores opciones medioambientales y sociales.
 Hacer un buen mantenimiento de las cosas y cuando acabe la vida útil de un producto, tener en
cuenta las posibilidades de reciclaje de los materiales con los que está hecho.

Recuerda que realizar un consumo responsable únicamente implica realizar un cambio en nuestros
hábitos de consumo que no conllevan comportamientos muy diferentes a los que ya tenemos, no
producen inconvenientes considerables y no requieren esfuerzos específicos adicionales

1.7. El compromiso organizacional con los stakeholders frente al


desarrollo sustentable de la sociedad

Integrar a los grupos de interés, supone también realizar cambios en la empresa, y estos cambios
normalmente pueden suponer un coste añadido que no siempre se ve compensado con mejora de
resultados. Sin embargo, la importante conexión de la gestión ambiental en la empresa y la gestión de los
grupos de interés nos permite sugerir la existencia de sinergias en términos de mejora de imagen de la
empresa, aportación de conocimientos de los grupos de interés, reducción de las posibilidades de rechazo
por parte de los grupos, colaboraciones en procesos concretos, etc. Esto nos lleva a pronosticar que la
integración de los «grupos de interés» y el desarrollo de prácticas de protección ambiental son actividades
complementarias en la gestión empresarial y su desarrollo conjunto debe favorecer el logro de los
objetivos empresariales.

Bibliografía
Asociación Red de ONG de Guayaquil (AROG). (04.01.2018). ¿Qué es un plan estratégico para una
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