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COLEGIO SUPERIOR DE CIENCIAS “VALLE DE CASTAÑO”

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA EDUCATIVA

2DO. TETRAMESTRE

EXAMEN 1ER. PARCIAL

ALUMNA:

FÁTIMA VALENTINA RODRÍGUEZ LÓPEZ

CURSO:

ESCUELA Y FAMILIA

CATEDRÁTICO:

JOSÉ MIGUEL CASTRO GARCÍA

APODACA, N. L. 07 DE JUNIO DEL2023


“La relación escuela familia”

Las relaciones entre escuela y familia son objetos de reflexión y análisis

desde hace años. Antes se consideraba que la familia era la institución

encargada de la socialización de los alumnos y la escuela la responsable de

la enseñanza de conocimientos.

Los medios de comunicación y la tecnología permiten que parte del

aprendizaje se adquiera en otros entornos, entre ellos el familiar. La escuela

y familia son corresponsables de formar a las nuevas generaciones.

Una visión general:

Es necesario profundizar en el análisis de las características y

comportamientos familiares que inciden en el rendimiento escolar y en los

factores condicionantes de los mismos.

Resulta fundamental disponer de un cuerpo de conocimientos que

coadyuve a orientar las acciones encaminadas a lograr una colaboración

eficiente entre familia y escuela.

La participación de los padres de familia es primordial en las estructuras

formales del sistema escolar; el concepto de participación incluye una visión

ampliada en las que las relaciones familia-escuela se plantean como un

instrumento esencial para la mejora de los procesos y resultados educativos.

“La investigación sobre la influencia de la familia en el rendimiento escolar”

En la primera mitad del siglo XX se llevaron a cabo los primeros estudios

destinados a analizar la relación existente entre las características de las


familias y el logro académico de los hijos.

Factores y variables:

• Estructura y el tamaño de la familia.

• Origen étnico.

• Estatus socio-económico o su nivel cultural.

• Habilidades intelectuales.

• Éxito o el fracaso académico.

Sin duda, es necesario conocer la interconexión que se produce entre

ellos en los distintos ámbitos en los que estos se desenvuelven, dentro de los

cuales juega un papel primordial la familia.

Existen modalidades de implicación como: Crianza, comunicación,

voluntariado, aprendizaje en el hogar, toma de decisiones y colaboración

con la comunidad.

Rasgos que cabe destacar:

Se considera que entre familia y escuela se debe plantear un trabajo

cooperativo en un clima de diálogo y confianza mutua, asumiendo que los

padres deben contribuir en la toma de decisiones importantes de la escuela.

Se deben desarrollar acciones para conseguir la implicación de todos

los padres, considerando que todos ellos tienen voz y que todas las voces

deben ser escuchadas.

Cada realidad plantea sus propias exigencias, por lo que no existe una

fórmula única para alcanzar buenos resultados, sino que será necesario
diseñar, desde planteamientos innovadores, modelos concretos de

colaboración que permitan que escuelas, familias y comunidades trabajen

unidos hacia una meta común.

“Los compromisos”

La tarea central es que en la familia eduquen las capacidades

específicamente humanas como: la inteligencia, la voluntad y la

afectividad.

La inteligencia, una voluntad y una afectividad es una unidad de vida

y es lo que le permite tener conciencia de sí mismo.

Los padres deben saber cómo potenciar sus capacidades y cómo

enseñarles a aceptar sus limitaciones y vivir con serenidad su vulnerabilidad

con la finalidad de sobreponerse a ellas.

Toda persona tiene dignidad humana, misma que está impresa en su

ser: la categoría de persona es porque tiene el don más maravilloso que es

la libertad y el entendimiento, que no son materiales, sino espirituales.

“Dignidad humana”

Es la cualidad inherente del ser humano, pues valemos por el simple

hecho de existir. La dignidad implica tener una actitud: frente a las cosas,

frente a los demás y respecto a sí mismo.

Notas constitutivas de la persona:

La singularidad es lo que permite ser lo que es y no otra cosa, al ser un

ser singular tu hijo es necesario saber que es único, irrepetible,


incomunicable y original.

La tarea de formar un hijo autónomo es una nota que lo constituye

como persona, que sea capaz de autogobernarse, de ser soberano, de

tomar sus propias decisiones, conociendo qué es lo que quiere en su vida,

al ser dueño de su libertad personal.

“La persona humana”

La persona es un ser de intimidad y un ser de apertura, por lo que es

necesario saber cómo lo ayudas en ambas. La persona es un ser de relación:

consigo mismo, con los otros, con la naturaleza y como ser relacional.

Vivir en unidad de vida, esforzándose en la congruencia de vida, entre

lo que piensa, lo que siente, lo dice y lo que hace. No se puede vivir en

desorden, es necesaria la unidad de vida.

El compromiso es formar hijos buenos, en todos los aspectos para que

sus actos buenos trasciendan en la búsqueda del bien común.

“La autoridad”

Envuelve la idea de superioridad o de un prestigio, identificándose

con la capacidad o superioridad de una persona en función de una

determinada actividad o saber.

En un sentido sociológico, significa la facultad que tiene una persona

para orientar y determinar la conducta de otras.

En un sentido ético, la autoridad envuelve la idea de superioridad o

de prestigio moral, de capacidad o de rango superior de una persona en


función de una determinada actividad o saber.

La autoridad de los padres no sólo incide en la formación de los hijos,

sino también en la unidad y la autonomía de la propia familia e incluso en

la mejora de la sociedad.

“La emoción familiar”

Cuando la autoridad está fundamentada en el amor, en la fuerza del

cariño, los hijos obedecen no por temor, sino porque confían en sus padres;

cuando la confianza prevalece, los hijos perciben que sus padres son

sinceros y justos.

Los estilos educativos en función del control y la calidez son:

autoritativo, permisivo, indiferente.

La autoridad como servicio exige distinguir entre “tener autoridad” y

“ejercer autoridad” Una de las finalidades de la autoridad es crecer juntos

como padres e hijos, la autoridad siempre se complementa en la superación

personal.

La autoridad como prestigio exige: el buen humor, la serenidad, la

naturalidad.

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