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Nombre del alumno: Luis Enrique Radilla Silva

Matricula: 172624

Grupo: E129

Materia: Comunicación y dinámica de grupos

Responsable: Ruth Padilla Casillas

Actividad 2: El desarrollo social y la ideología individual

Maestría: Ciencias de la Educación

Chilpancingo, Guerrero 20 de febrero del 2023.


Introducción

Es muy importante establecer la función principal de este ensayo, el cual es


conocer el proceso de interiorización de conceptos y reglas sociales
para la formación de la personalidad del individuo. El infante a lo largo de su
desarrollo obtendrá conocimientos desde sus primeros años de vida, conocerá
cuestiones intelectuales, conocerá valores y comenzará a interpretar las acciones
que pasan a su alrededor, adoptarán elementos establecidos por ciertos grupos
sociales, por compañeros de clases, por sus amigos o por la familia. La función de
una familia es que los integrantes se formen de una manera autónoma dispuestas
a relacionarse con la sociedad, utilizando la total apertura y el respeto hacia los
demás integrantes, asumir los problemas que se presenten para tener una mejor
calidad de vida. Se entiende que la familia juega un papel muy importante en el
desarrollo de la personalidad del niño. Si bien, la función de la familia es apoyar el
desarrollo del niño para la integración a la sociedad, está claro que cada cultura
tiene sus propias normas y valores, cada individuo que nace en dicha sociedad o
cultura, se ve en la necesidad de adaptarse a dichas normas, adquirir sus valores
y a convivir, a este proceso de aprendizaje e interiorización, se llama proceso de
socialización.

¿Qué implicaciones tiene en la conformación de la personalidad, la


interiorización de conceptos y reglas sociales?

Para poder abordar el tema en cuestión es importante definir que es interiorización


y, de ahí partir con el desarrollo del ensayo. Según la Real Academia Española
(2022), interiorizar es “incorporar a la propia manera de ser, de pensar y de sentir,
ideas o acciones ajenas”. Como parte de los aspectos esenciales en el
desarrollo de los conceptos y reglas sociales en el infante, nos
encontramos con la internalización, que consiste en hacer que las normas sociales
y los estándares de comportamiento formen parte de la persona que las adopta
como una secuencia de valores propios, es decir, va creando una visión propia de
lo que en ese momento lo rodea. Al principio los niños debes internalizar estas
reglas, en mayor parte, por imitación, pero luego por la interacción con otros
individuos y las relaciones que resulten de ello. Por eso los niños cuando están en
desarrollo y, que están aprendiendo las reglas sociales y sus conceptos, a
menudo tienden a cuestionar las acciones de los demás, por ejemplo, “¿por qué
a ese niño lo están regañando?” y por lo regular contestamos, “porque
se está portando mal”. Entonces si el niño crece aprendiendo a diferenciar las
distintas características de un buen comportamiento y uno malo, la
probabilidad de que el genere mejores atributos en su comportamiento seria alta.
En fin, la interiorización consiste en que la familia te va enseñando lo que está
bien y mal de acuerdo a la sociedad en que vivimos, desde pequeños
van incorporándonos y verificando nuestras acciones, ya que se pretende que un
niño se identifique con las normas y valores de una familia, es por eso, que los
padres deben implicarse en las necesidades y emociones de sus hijos, para que
así, aprendan a regular sus emociones, conductas y empatía.

Los niños menores de dos años no pueden controlar sus emociones, a partir de
esta edad son capaces de sentir empatía y comprender emociones ajenas. Se dan
cuenta cuando al observar a su padre o madre sobre la reacción que tienen al
hacer un acto indebido entonces estos comprenden la tristeza, la alegría o el
enfado que puedan llegar a tener sus padres.

Antes de los seis años las conversaciones ya son más sofisticadas, casi saben
cuál es el bien y el mal, lo que deben o no hacer, opinan sobre juicios
morales, realizan cuestionamientos más complicados, mismos que están basados
en la opinión de quienes para el son fuente de autoridad. Como hemos observado,
la capacidad de razonamientos importante para poder comprender los valores y
las normas morales y sociales, pero más importante aún son las vivencias
emocionales, sobre todo de tipo empático que aportan los padres y demás
personas que interactúan con el niño.

El ambiente familiar influye de manera crucial en nuestra personalidad. Las


relaciones entre los miembros de la casa determinan valores, afectos, actitudes y
modos de ser que el niño va asimilando desde que nace. Dicho ambiente es el
que se da al interactuar en el mismo espacio familia, de ahí se desarrolla cada
miembro con particularidades propias y esto hace que cada familia sea única y, es
lo que las diferente de otras. Pero sea como se la familia, estas tienen una
gran influencia en las funciones educativas y el comportamiento de sus
hijos.

Para que el ambiente familiar influya correctamente en el desarrollo


del niño, es fundamental tener autoridad participativa, es decir, hay que persuadir
a los niños cuando son pequeños, y volverlos participativos ya que sean mayores,
ya que, en el primer caso el niño no tiene la capacidad de razonar, por ejemplo, no
entenderá que con unas tijeras se puede cortar, lo que en su caso se debe hacer,
es persuadirlo de forma que entienda que puede hacerse daño y que eso causa
preocupación a sus padres. De esta forma generas un mejor razonamiento y
desarrollo del sentido de empatía.

Los niños más empáticos son aquellos cuyos padres expresan con frecuencia
principios morales y estimulan su empatía, teniendo en cuenta que la empatía es
la capacidad para ponerse en el lugar de otro y comprender lo que siente o piensa
sin que sea necesario que lo exprese directamente.

Una vez que el infante va aprendiendo a diferenciar lo bueno de lo malo, a ir


teniendo empatía y su rol dentro de la sociedad, este aprenderá a ir formando su
personalidad. La personalidad no es más que el conjunto de características
intelectuales, físicas, culturales y psicológicas que distinguen a una persona
dentro de un grupo social y, aquellos factores que la conforman se encuentran en
interacción constante y se debe, en gran parte, al aprendizaje temprano dentro del
contexto familiar y esto da como resultado el concepto del “yo”, en otras palabras,
de su identidad.

Sin duda, para la formación de la personalidad la familiar es una parte esencial, ya


que es el primer contacto del niño con una educación, la cual lo guiara para una
formación de aprendizaje sobre cómo debe interactuar en esta sociedad.

Conclusión.
Como fuimos observando en el desarrollo del tema, la interiorización de conceptos
y las reglas sociales en la formación y desarrollo de la personalidad del niño en su
infancia, es algo que no solo es cuestión de esta etapa, sino que, es a lo largo de
la vida humana, si bien, en la infancia es donde se observa un mayor
avance en el desarrollo de su personalidad; el ser humano sigue
aprendiendo conforme va madurando. Todas las características que
definen y distinguen a cada individuo están determinadas por la cultura
y la sociedad en la que este se desarrolla. En los padres esta la responsabilidad
de ayudar a que su hijo tenga un desarrollo de personalidad, ya que en los
primeros meses de vida se va formando para que vaya controlando sus
emociones y esto a su vez ayuda a la aceptación de sí mismo, es por eso que un
ambiente familiar sano es crucial para que el desarrollo del niño sea funcional para
la sociedad, porque esto ayudara a tener un infante más empático y con un
autoestima mejor desarrollado y, sobre todo lo ayudara a practicar la participación
en la sociedad con los valores que le sean inculcados.

Por otro lado, las familias que viven en una misma sociedad, no quieren decir que
el desarrollo de valores de sus hijos será igual, ya que cada núcleo familiar o
ambiente; tiene diferentes creencias y distintas interpretaciones de moralidad,
aunque estas vivan bajo las mismas reglas sociales, la diferencia de aprendizaje y
enseñanza es distinto, porque las prioridades para cada familia son diferentes, y
eso hace a nuestra sociedad tan diversa y a su vez funcional.

Por último, la familia es parte esencial y primordial en el desarrollo del niño como
una persona funcional en la sociedad, pero también por parte del docente es
facilitar los medios y herramientas necesarias para que su personalidad sea más
completa, y esta apoye en el desarrollo y descubrimiento del “yo”.
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