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Carlos Ospina Cruz ∗

LA ACCIÓN RACIONAL CON RESPECTO A FINES,


O, EL FRUSTRADO SUEÑO DE LA ACCIÓN
EDUCATIVA

Resumen
Cuando hablamos aquí de un tipo de racionalidad, referida a la acción racional con respecto a fines en el campo
educativo, y más concretamente en el contexto de la escuela, estamos diciendo que se viene imponiendo la creencia
de que toda acción tiene unas metas y unas formas de hacerla, es decir, que las diversas posibilidades de pensarla,
de racionalizarla, se hacen, como condición sine qua non, en tal dirección. En este tipo de razonamientos centramos
nuestra crítica en el presente artículo.

Palabras clave: Educación, tecnología, racionalidad tecnológica, fines, escuela.

A ação racional em relação aos fins ou o frustrado sonho da ação


educacional

Resumo
Ao falar de um tipo de racionalidade, referida à ação racional relacionada aos fins no campo da educação, sobretudo
no contexto da escola, afirmamos que se impõe a crença de que cada ação é orientada para metas e existem umas
formas de executá-la. Portanto, as diversas possibilidades de pensar y racionalizar são uma condição sine qua non
orientada nesse sentido. Neste artigo, a nossa crítica vai contra essa classe de raciocínio.

Palavras-chave: Educação, tecnologia, racionalidade tecnológica, Fins, Escola.

Rational action related to goals, or the frustrated dream of educative


action
Abstract:
When we are talking about a type of rationality related to the rational action referred to the goals in the educational
field, and more concretely to the school context, we are saying that the belief that every single action has a purpose
and ways of doing it, it means that the different possibilities of thinking about, and rationalizing it, are done as a con-
dition ‘sine qua non’ in that direction. In these kinds of reasonings we focus our criticism on the present article.

Key words: Education, technology, technological rationality, goals, school.

* Candidato a Doctor en Educación, Línea pedagogía histórica e historia de las prácticas pedagógicas de la
Universidad de Antioquia, Magíster en Pedagogía, Sistemas Simbólicos y Diversidad Cultural. Docente de cátedra del Departamento de
Pedagogía de la Universidad de Antioquia. Directivo docente del Municipio de Medellín.
Correo electrónico: caospicruz@yahoo.es

Articulo recibido el 22 de marzo de 2009 y aprobado el 14 de mayo de 2009

Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 47-53
47
Sólo el despotismo exige autómatas.
Humboldt, 1796

El poder tanto de la teología, como de la metafísica,


tiene sus límites y la tecnología presenta
evoluciones que algunas veces no pueden
ser detenidas por ninguna fuerza.
Postman, 1994

Para empezar esta discusión, podemos Incluso, no se trata de estar de acuerdo o de unas únicas, y a veces demasiado
decir que la máquina educadora moderna no con una cierta forma de racionalidad, ortodoxas, formas o instrucciones para
funciona, o ha pretendido funcionar, his- sino de ser capaces de leer en un contexto ver y ser en el mundo, de construirlo,
tóricamente con una lógica mecánica de determinado cuál es la mejor manera de de deconstruirlo y de pensarlo, lo cual
las intencionalidades subjetivadoras, es hacer algo. Y cuando decimos la mejor ma- puede llegar a ser mal visto o, según el
decir, la de la acción racional con respecto nera es aquella que se piense en términos contexto, verlo como incoherente y falto
a fines en los seres humanos. Partamos, de resultados, de efectividad, de eficacia. de sentido común. Y hasta negativo o
en principio, de lo planteado en estos dos No hay pues una relación directa entre un positivo en otras perspectivas cartesia-
postulados (Carvajal, 2005, p. 76): tipo de racionalidad y unos fines concretos, nas, por ejemplo. La celosa vigilancia
la relación se alcanza en la medida en que del pensamiento único no parece tener
“La racionalidad en cuanto proceso
una racionalidad dada permite mejorar el freno.
mental implica la noción de intenciona-
lidad”. Ésta es la “marca de fábrica” de alcance de los fines. Algo así como que el
la racionalidad” (Broncano 1996, p. 34, fin justifique los medios, porque los medios Mientras que “la racionalidad práctica
citado por Carvajal, 2005, p. 76). son parte de lo que la racionalidad ofrece. (la de la vida diaria) es instrumental
O, en otras palabras: en el sentido en que siempre habrá de
“En una conducta racional, la acción considerar los medios para alcanzar
se dirige hacia un objetivo o fin que los fines con la información disponible
La racionalidad no consiste en tener
quiere alcanzarse”. en un contexto determinado” (Carvajal,
ciertas razones para lo que uno hace,
sino en alinear nuestras creencias, ac- 2005, p. 78), la racionalidad presente en
Al mismo tiempo, decir que toda acción es lo educativo no se queda únicamente
ciones y evaluaciones de modo efectivo
intencionada hacia unos fines específicos en lo instrumental, aunque lo necesite,
con la mejor o más fuerte razón dispo-
y presupuestados, de antemano, implica sino que hace uso de otras acciones,
nible. Proporcionar o seguir el curso del
que se dicten unas formas de hacerlo, es igualmente técnicas, aunque no de corte
consejo inteligente y responsable es la
decir, que se piense de manera prescrip- estrictamente instrumental. Obviamen-
clave de la racionalidad (Rescher, 1988,
tiva sobre los diagnósticos y las acciones te, si pensamos por un momento en el
p. 20, citado por Carvajal, 2005, p. 77).
y se profetice de modo prospectivo sobre contexto educativo, los medios y las ac-
los resultados esperados. Lo que signifi- ciones que se utilizan y los fines que se
Hacer las cosas de otra manera es ir
ca que: persiguen, veremos la estrecha relación
abierta –o solapadamente– en contra
La noción de racionalidad intenta ser que hay entre ellos. Lo que significa que
descriptiva, predictiva y normativa. por dejar de ser instrumental no se deja
Toda buena teoría de la racionalidad de apuntar a unos fines. Como lo explica
práctica ha de describir una realidad Carvajal (2005, p. 78):
determinada y, a la vez, predecirla, es
Los mecanismos de supervisión de
decir, en la racionalidad hay un intento
la calidad de la intencionalidad de la
por adelantar los hechos. La teoría ha
acción atribuibles a la racionalidad tec-
de ser normativa, pues la racionalidad
nológica están supeditados a la planifi-
dice cómo resolver cuestiones concer-
cación y a la proyección. O sea que la
nientes a creencias, acciones y valores
racionalidad práctica no es tan rigurosa
(Carvajal, 2005, p. 77).
como la racionalidad tecnológica que
tiende a ser más exacta, controladora,
Todos terminamos por ser iguales, apren- medidora y con la aspiración de metas
der igual, querer igual y hasta amar igual. y la regulación sobre el mismo proceso
El tímido sueño de la autonomía, de la operativo.
siempre escasa y relativa autonomía de
los sujetos a formar, naufraga en el am- O, lo que es lo mismo, la racionalidad
plio, pero sereno, mar de la racionalidad es integral, lo que significa que no es
tecnológica universalizante.

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solamente instrumental o de medios, gias y el consiguiente análisis sobre ellas. del sujeto; y un componente educativo, en
sino que de ella también forman parte Puede hablarse, entonces, de tecnologías tanto se traza horizontes en relación con
unos fines, que se pretenden a sí mis- relacionadas con alguna actividad huma- la sociedad global hacia la cual se orienta
mos, altruistas, por supuesto. En este na sin que automáticamente implique la para trasformar las condiciones y la calidad
sentido, su pretendida neutralidad queda referencia a instrumentos. En lo planteado de vida (Vargas y Rueda, 2006, p. 136).
en entredicho, porque los fines ya con- coincidimos con Langdon Winner (1987,
llevan de por sí unas formas de concebir p. 38), para quien “el término tecnología Lo complicado del asunto estriba en que
la vida humana y, en consecuencia, de abarca todo artificio práctico moderno”, sin el dominio de lo tecnológico a veces ad-
formar a las personas en razón de las embargo, para evitar confusiones, prefiere quiere mayor importancia que la formación
cosmogonías o de las teleologías pre- hablar de “tecnologías en plural, piezas o humana. La tecnología ha hecho su parte
existentes: sistemas más grandes o más pequeños de para mejorar los procesos logrando mayor
hardware de una clase específica”. cobertura, eficacia y rapidez, pero allí mu-
No se trata de calibrar unas prácticas chas diferencias del ser humano individual
con la medida de una racionalidad que En realidad, el concepto de tecnología que pueden haber perecido.
llevaría a apreciarlas como formas más nos interesa en esta ocasión se perfila más
o menos perfectas de racionalidad, en lo operativo que en lo instrumental, en La tecnología no ha sido mejor aliada de
sino, preferentemente, de ver cómo se las maneras analizadas de la actividad la libertad y de la búsqueda de nuevas op-
inscriben en unas prácticas o en unos educativa en tanto: ciones vitales. En este sentido, siguiendo
sistemas de prácticas, unas formas, de a Habermas (2001, p. 58), la tecnología
La tecnología es una forma de ver el
racionalizaciones y qué papel desem- representa la gran racionalización de la
mundo, una cosmovisión y no tiene
peñan en ellas. Pues es cierto que no nada que ver con los aparatos y tam- falta de libertad humana y demuestra la
hay prácticas sin un cierto régimen de poco puede reducirse a un conjunto imposibilidad técnica de la realización de
racionalidad (Foucault, 1982, p. 67). de procedimientos. Más bien, es una la autonomía, de la capacidad de decisión
manera de pensar que se ha conver- sobre la propia vida. Pues esta ausencia
Se trata de hallar el juego existente entre tido en normal en la cultura. Afecta de de libertad no aparece ni como irracional
los códigos que regulan unas maneras manera singular la subjetividad y crea ni como política, sino más bien como so-
de hacer y una producción de discursos nuevas posibilidad de interrelación, metimiento a un aparato técnico que hace
verdaderos que sirven de fundamento, de intersubjetividad (Vargas y Rueda, más fácil la vida y eleva la productividad
de justificación. Ya lo ha dicho Foucault 2006, p. 123). del trabajo. La tecnología funge como la
(1982, p. 69): panacea, como la mejor ruta a seguir, pero
Hemos dicho, entonces, que entendemos más enfocada en el dispositivo que en el
Programas, tecnologías, dispositivos, el concepto de tecnología como el uso de sentido o en “el reconocimiento de las
nada de todo eso es el “ideal tipo”. Yo una serie de técnicas o estrategias imple- transformaciones que opera su introduc-
intento ver el juego y el desarrollo de mentadas en un determinado ámbito de ción en la cotidianidad” (Vargas y Rueda,
diferentes realidades que se articulan la vida humana y el consiguiente análisis 2006, p. 131).
entre sí: un programa, el vínculo que lo sobre ellas. Por tal razón, también en-
explica no son menos reales (aunque contramos afinidades con N. Luhmann y Nada queda al margen de las aplicaciones
de otro modo) que las instituciones que E. Schorr (1993, p. 136) cuando afirman tecnológicas, ni siquiera la educación, o
les dan cuerpo o los comportamientos que: sea, ni siquiera la formación de los huma-
que más o menos fielmente se ajustan El concepto de tecnología se refiere
nos; la tecnología tiene mucho que decir
a ellos. al nivel operativo de un sistema, nivel y más que ofrecer en un mundo cada
en el cual el objeto de su actividad es vez más preocupado por la eficiencia y el
modificado para fines determinados progreso; tiene mucho que decir, porque
Tecnología, más que mediante procesos de trabajo orde- mucho se cree que puede decir:
Instrumentos nados, la tecnología de un sistema es
la totalidad de reglas según las cuales Lo que es ahora se encuentra marcado
En este punto, es necesario recabar so- se va a llevar a cabo este proceso por el dominio de la esencia de la técni-
bre lo siguiente: cuando hacemos alusión de modificación, por ejemplo, el que ca moderna, dominio que se manifiesta
al término “tecnología” en el ámbito de la los alumnos aprendan lo que se les ya en todos los campos de la vida y por
educación, no estamos desplazándonos enseña. medio de características que pueden
a un tipo de ideas relacionadas con sofis- recibir distintos nombres tales como fun-
ticados aparatos o instrumentos, aunque Históricamente, la tecnología entendida cionalización, perfección, automatización,
ellos formen parte de ese conglomerado en el nivel operativo del sistema ha hecho burocratización e información (Heidegger,
de lo que hoy se conoce como expresión presencia en la educación porque: 1998, pp. 115-117).
tecnológica. Más bien, nos centramos en
la consideración del concepto como la apli- Tiene en el desarrollo social un componen-
cación de una serie de técnicas o estrate- te en tanto se orienta hacia la formación

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Todo es tecnología y en En ese sentido, se observa lo siguiente: cuatro elementos: control, optimización,
todo cabe la tecnología las técnicas sirven en sí mismas, pero, dominio y orden.
como valor agregado, pueden llegar a
Similarmente, Habermas (2001) se lamen- hacer parte de unas formas de pensar, El escenario escolar es considerado uno
ta de que “hoy la dominación se perpetúa y unas racionalizaciones enfocadas hacia de los lugares de congregación humana
amplía no sólo por medio de la tecnología el planeamiento controlado, y la tecnología donde tradicionalmente se hace más im-
sino como tecnología, y ésta proporciona materializa ese tipo de planeamiento con la perativo un orden que permita el flujo de
una gran legitimación a un poder político aplicación y operatividad estratégica de las las actividades tendientes al aprendizaje
expansivo que engulle todos los ámbitos técnicas. En tal dirección, queda claro que de los estudiantes, a la enseñanza de los
de la cultura” (p. 58), la educación inclui- “la racionalidad tecnológica, en lugar de educadores o a la implementación de ac-
da. Si seguimos cavilando con Heidegger eliminar, respalda la legalidad del dominio; ciones en equipo o colaborativas, según el
(1998, p. 115-117), cuando dice que “la y el horizonte instrumentalista de la razón caso. Así mismo, el orden escolar se ase-
representación y formación de este ente se abre a una sociedad totalitaria de base meja en muchas ocasiones al orden social,
dominado por la esencia de la técnica pue- racional” (Marcuse, citado por Habermas, de allí la importancia de lograr procesos
de ser llamado tecnología”, se puede decir 2001, p. 58). La racionalidad tecnológica introyectivos de un tipo dado de orden. El
que este gran ente es el universo humano asume el control porque se percibe y se poder simbólico de los educadores y de la
y que si en nuestra existencia precedente hace percibir a sí misma como el mejor institución educativa, como lugar sagrado
como especie la determinación tecnológica camino, al menos el más eficiente y orga- para los ritos de iniciación a lo que se debe
era importante, pero relativamente sopor- nizado. Esto sin contar las inimaginables saber, encarna el dominio de la sociedad
table, ahora en la actualidad es asfixiante, relaciones de la tecnología con la búsque- sobre las vidas de los educandos tanto en
y un ejercicio como el presente no es más da de la perfección, el equilibrio cósmico y el orden conceptual como en el de lo cog-
que un esfuerzo para aprender a respirar las ortodoxias morales. noscitivo. A las preguntas ¿qué conocer?,
en medio de esa ola expansiva. ¿cuándo conocerlo?, ¿cómo conocerlo?,
Es más, “la racionalidad tecnológica va ¿para qué conocerlo? Siempre hay res-
más allá de la razón instrumental” (Car- puestas que la escuela parece tener bajo
¿Qué estamos entendiendo vajal, 2005, p. 76), lo cual significa que la manga. Hay un dominio tanto sobre
por racionalidad ésta no se queda ceñida al campo de lo las formas de acceder como a lo qué se
tecnológica en la instrumental, es decir, al uso de apara- accede, con todas las implicaciones pos-
educación? tos o instrumentos. Discutir ahora sobre teriores que esto puede tener en el marco
la importancia de algunos artefactos en de acción social particular y colectiva de
En líneas anteriores se ha intentado de- situaciones concretas de nuestra vida las personas.
jar claro lo entendido por racionalidad y es innecesario, porque es evidente que
por tecnología. Ello con la intención de muchos de esos artificios son bastante La optimización encuentra una de sus clá-
permitir una visión panorámica por el con- útiles en diversos campos. Pensar en sicas expresiones en el aumento constan-
cepto de racionalidad tecnológica con un tecnologías no tiene que conducirnos te del número de estudiantes que deben
mayor conocimiento sobre el asunto. Se automáticamente a instrumentos; hay ser atendidos por la escuela en general
ha dicho que existen unas técnicas que tecnologías desinstrumentalizadas, pero y por cada educador en particular. Como
de diversas maneras se usan y articulan casi tan efectivas como otras de evidente ya se ha visto, desde Comenio, la labor
para configurar ambientes tecnológicos. presencia material. educativa se piensa intencionalmente de
En el mismo sentido, se ha expresado la manera más amplia posible para lograr
que la racionalidad que viene ganando O sea que no se trata de poner en discu- una buena cifra de personas educadas con
espacio en la educación se relaciona sión ni esos instrumentos ni su utilidad, menos educadores. En el mismo sentido,
directamente con la creencia en que se sino de ampliar el rango de comprensión se intenta que lo aprendido por los educan-
requiere de ciertos procesos planificados de la racionalidad tecnológica ubicada en dos sea realmente lo que necesiten para la
en la búsqueda de unos alcances o fines el campo de lo instrumental, pero también vida social, aunque no para su explosión
estipulados con anterioridad y sobre los en el terreno de la planeación y del con- como seres únicos y diversos.
cuales hay que centrarse esencialmente trol, incluso sin instrumentos. Bueno, pero
en el proceso educativo. También se ha ¿qué es lo que hace que la racionalidad El control se manifiesta en los contenidos
expresado que, para el caso, el concepto tecnológica gane más incidencia y se po- entregados, las formas de enseñanza,
de tecnología es visto como la aplicación sicione en la vida humana? Para Carvajal la evaluación, los valores pregonados y
de una serie de técnicas o estrategias y (2005, p. 81), “es probable que el atractivo los espacios de la infraestructura escolar,
el consiguiente análisis sobre ellas y que de la racionalidad tecnológica resida en entre otras situaciones. En la sociedad
puede hablarse de tecnologías relaciona- el uso de reglas claras y precisas, en las capitalista, con la creciente tecnificación,
das con alguna actividad humana sin que nociones de control y optimización; así el progreso científico y la burocracia resul-
automáticamente impliquen la referencia como la sensación de dominio y orden que tante, tiene lugar un proceso de alienación
a instrumentos. provoca”. Miremos, a continuación, estos y se pierde la importancia del individuo.
La razón ilustrada del siglo XVIII vio como
esencia del ser humano la vigencia de

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conocimientos verdaderos sobre el mun- presentando “oscilaciones que dependen actuando de conformidad. Para analistas
do; los que da la ciencia y las prácticas en de la interacción con los valores vigentes sociales como Tedesco, es necesario mirar
ella contenidas y aplicadas en la escuela; en una sociedad” (Carvajal, 2005, p. 86). críticamente el desencanto existente en la
sin embargo, de esta manera, la razón se Vale decir, entonces, que la racionalidad modernidad con la creciente instrumentali-
transformó en una razón instrumental y tecnológica es histórica, se trasforma, se zación tecnológica que ha permeado una
orientada a fines. La razón instrumental modifica. La racionalidad tecnológica per- buena parte de los ámbitos sociales y su
observa al ser humano y al mundo sólo manece en el tiempo, muta su apariencia, uso se convierte en perentorio.
desde la perspectiva de la utilidad. pero no sus intencionalidades de control.
La racionalidad instrumental y burocrático–
En tal sentido, la flexibilidad de la racio- tecnológica con su respectivo aparato de
nalidad tecnológica es uno de sus puntos ¿Racionalidad tecnológica producción deviene totalitaria; es decir, de-
fuertes porque “no es maximizadora en igual a educación? termina, al mismo tiempo, las actividades y
sentido absoluto, sino que, conservando las aptitudes que implica la vida social, así
su carácter normativo y de búsqueda de Ubiquémonos en el siguiente ambiente: como las aspiraciones y las necesidades
las alternativas óptimas, puede perfecta- la pretensión de la razón tecnológica es individuales. Ésta se convierte en política
mente adecuarse a los contextos y las creer en una educación perfecta para de la dominación del ser humano por el
posibilidades que permiten dichos entor- buscar mejorar al ser humano hasta su ser humano. La racionalidad instrumental
nos” (Carvajal, 2005, p. 76). Es decir, la punto máximo de perfección. Ya que el se impone como modo de ser del mundo,
racionalidad tecnológica no es universal sujeto A y el sujeto B no parecen lograr como modo de organizarlo y evaluarlo. Las
en sus aplicaciones, pero sí en su funda- una relación fuerte de aprendizaje, se condiciones que impone la acción instru-
mentación. requiere de unos mecanismos, técnicas mental (entendida como control planificado
o estrategias que los enlacen y potencien y no sólo como artefacto) se van apoderan-
Si bien la racionalidad tecnológica
dicha relación a partir de lo que el primero do de todos los contextos de lo social. La
forma parte del dominio general de
la acción, muestra particularidades y
puede entregar a ese otro en proceso de modernización aparece como causa y a la
constricciones en la toma de decisio- iniciación como representante de la tradi- vez como consecuencia de la racionalidad
nes y en el control de sus procesos, las ción, del conocimiento, de la verdad o de con relación a fines; el sistema escolar,
que se expresan en la idea de instru- otros elementos comparativos. Un bueno con toda la importancia estratégica que
mentalidad y en el criterio de eficacia arregla a un malo; un sabio enseña a un representa en una sociedad, no puede
tecnológica (p. 76). ignorante; un creyente convierte a un ateo; abstraerse fácilmente de esta presión
el bienaventurado salva a un pecador; un a la modernización y menos al control de
Así la tecnología aparezca como una políti- iluminado ayuda a otro a encontrar el ca- sus productos: un sujeto ilustrado A casi
ca organizadora, al final se va a manifestar mino verdadero saliendo de las tinieblas; o que debe replicarse en B en estado de
de manera clara en las etapas en las que un maestro dirige un alumno. Para el caso desconocimiento.
se ordenan instrumental o estratégicamen- que nos ocupa, aunque el último caso que
te las labores a desarrollar, en las cuales colocamos es el que nos hace pensar en Según Luhmann y Schorr (1993) ya “desde
hay unos instrumentos, ya sean aparatos, la educación, no hay tal, pues todos son tiempos remotos, la enseñanza ha sido
órdenes o rutinas, que se realizan con mi- parte del círculo educativo en el que nos una forma de intensificar el desempeño
ras a obtener determinados resultados. En movemos a diario, sepámoslo o no. de la educación mediante la institución
el dispositivo, como lo expresa Foucault y repetición concatenada de sistemas
(1982, p. 69): Según Runge (2007): interactivos especiales con roles com-
plementarios para maestros y alumnos”
Unas estrategias diferentes acaban por Para sobrevivir y satisfacer sus nece-
sidades vitales (autoconservación), el
(p. 132). Requiere, además, de unas
oponerse, componerse, superponerse
ser humano busca dominar la natura- prácticas tecnológicas porque “entre más
y producir unos efectos permanentes
leza. Pero para mantener ese dominio se puedan dominar las operaciones de
y sólidos que se podrían incluir per-
se ve en la necesidad de imponerse él manera rutinaria, ser más previsibles y
fectamente en su misma racionalidad,
aunque no sean conformes a la pro- mismo reglas y coacciones que termi- diagnosticarse rápidamente en casos de
gramación inicial: ahí está la solidez y na por someter su naturaleza en él.
la flexibilidad del dispositivo.
Posteriormente, en las sociedades con-
Por otra parte, la racionalidad tecnológi- temporáneas, la tecnología (racionalidad
ca, como las técnicas, la racionalidad y tecnológica) funge como medio de cohe-
la tecnología, cambia de acuerdo con las sión social. En nombre de un falso interés
transformaciones de aquellas y en el senti- social, la uniformidad económica, técnica
do de ubicarse históricamente y no perder y consumista manipula las necesidades
su influencia en lo humano. Así pues, la individuales y los individuos terminan por
racionalidad tecnológica también es his- identificarse así con la realidad que se les
tórica y, por tanto, dinámica y cambiante, impone y encuentran su propia realización

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posibles fallas, más fácil es centralizar los un conjunto de esfuerzos racionales y bre disciplinado); es la generalización y la
problemas del conocimiento, del cambio coordinados, unos objetivos definidos puesta en conexión de técnicas diferentes
estructural o de la eliminación de la falla” y continuados, unos instrumentos para que a su vez tienen que responder a unos
(Luhmann y Schorr, 1993, p. 140). Es decir, alcanzarlos, etc. Todo eso es lo real, objetivos locales (aprendizaje escolar)” (p.
los elementos de control, orden, planifica- aunque no pretenda ser “la realidad” 69). En similar dirección, para Habermas
ción y dominio, que ya se han señalado misma, ni toda “la” realidad (Foucault, (2001, p. 69):
como característicos de la racionalidad 1982, p. 46).
El aprendizaje de las reglas de la ac-
tecnológica, no son una nueva adquisición
La realidad, así vista, es la existencia ción con respecto a fines nos provee
de la educación, son parte de su misma de la disciplina que representan las
naturaleza al parecer. histórica de un conjunto de dispositivos
habilidades, y la internalización de
que pueden ser problematizados y en-
normas de comportamiento nos dota
No obstante, la tecnología educativa pen- tendidos a la luz de las dinámicas que el
de la disciplina que representan las
sada desde la relación educativa entre el investigador educativo logre captar en su
estructuras de la personalidad.
que sabe y el que debe aprender no es tan interior en discusión con la racionalidad
simple. Tiene varios problemas. Uno de que las sustenta. No es la realidad de toda
Las acciones escolares responden a
ellos es el que Luhmann y Schorr (1993, la sociedad, pero sí la racionalidad de un
unas finalidades inmediatas, en el senti-
p. 143) denominan como la “referencia problema: la práctica tecnológica escolar
do de permitir ambientes de trabajo con
sistémica dual: siempre se refiere a sis- es parte de la racionalidad tecnológica que
los estudiantes, pero también mediatas
temas personales y a un sistema social se pone en evidencia mediante el uso del
en tanto van forjando unos esquemas
a la vez, planéese o no”. Lo complicado dispositivo tecnológico.
mentales, así como en el comportamien-
está en poner en interrelación dos sujetos to de los sujetos.
distintos, que piensan diferente, se ven En algunos círculos académicos, hablar
diferentes, para que entiendan lo mismo y del control y de las estrategias que se
En síntesis, el campo educativo es la
se acerquen por sus aspectos comunes en aplican en ciertos contextos sociales im-
manifestación intencional de una ra-
lo social; deben entenderse a sí mismos, plica señalar casi con nombres propios a
cionalidad tecnológica, dispuesta para
al otro y a la sociedad. los autores y no se acepta el análisis del
trabajar unas acciones planificadas con
problema y sus manifestaciones, sino que
miras a la obtención de filantrópicos
Por esa razón, para Luhmann la edu- se exigen seres humanos particularizados
fines bajo la premisa de un control cari-
cación es un ejercicio tecnológico, pero como evidencia. Hablar de racionalidad
ñoso. La racionalidad tecnológica es un
deficitario, es decir, la educación man- tecnológica en la educación es uno de
modo específico de intencionalidad, ya
tiene una deuda con la educación del estos problemas en los que, más que
que se trata de:
ser humano: indicar personas, pretendemos conocer
sus dinámicas, sus procesos de marcha, Intervenir en el curso de las cosas,
Es posible imaginar que el déficit su aparente motricidad mecánica. En para impedir que se produzcan ciertos
tecnológico se puede más que com- este marco, hablar de racionalidad tec- estados o, por el contrario, para hacer
pensar con la intuición o la experien- nológica en la educación es lo que hace aparecer estados que no lo harían es-
cia del maestro. Lo que interesa son que Foucault (1982, p. 50) se pregunte, pontáneamente. Y esto en función de
las condiciones estructurales y las por ejemplo: ciertos objetivos dictados, en definitiva
consecuencias estructurales de una por los sistemas de valores que rigen la
tecnología deficiente sobre todo que ¿Qué es lo automático? ¿Qué es lo acción. Estos sistemas de valores son
exista una inseguridad respecto a sí que funciona solo, sin nadie que lo los que determinan qué es deseable y
se actuó bien o mal, que no se puede haga funcionar o, mejor dicho, con qué debe evitarse (Ladriere, 1977, p.
erradicar en los metaniveles (Luhmann unos maquinistas cuya cara y cuyo 54, citado por Carvajal, 2005, p. 82).
y Schorr, 1993, p. 140). nombre apenas importan? Pues bien,
justamente las máquinas previstas, Recordemos los regaños en clase, las
La referencia sistémica dual, siempre pensadas, imaginadas, soñadas, tal
fábulas con su moraleja incluida, los
presente, aunque pueda ser soslayada vez por, por unas personas que tienen,
cuentos con sus mensajes explícitos
por el trabajo inmediatista del educador, ellas sí, una identidad muy precisa y
o implícitos, los consejos y los rituales
no desvirtúa el hecho tecnológico en lo que responden efectivamente a un
nombre. religiosos o cívicos.
educativo. Porque surge por sus prác-
ticas la racionalidad tecnológica fallida, Por cierto, han venido tomado fuerza
pero persistente. Parafraseando a Foucault, se podría decir
que el aparato tecnológico produce poder en el campo educativo los procesos
“un poder que tiene su principio en una de medición al estilo industrial para
Allí están, permaneciendo y cambiando fijar metas y logros con base en datos
de presentaciones, pero al fin y al cabo cierta distribución concertada de los cuer-
pos, de las superficies, de las luces, de cuantitativos. Para controlar tendencias
con pretensiones de control: y mejorar procesos:
las miradas” (Foucault, 1982, p. 50). Para
Un tipo de racionalidad, una manera Foucault, la disciplina, por ejemplo, “no es La ejecución de la enseñanza necesita
de pensar, un programa, una técnica, la expresión de un tipo ideal (el del hom- técnicas en el sentido de una exone-

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ración de atención innecesaria, en el En este orden de ideas, para enseñar se La tecnología, es la esencia de una
requiere de una “tecnología educativa”. época. No se puede decir, que hay una
sentido de concentrase en aquello que
Una práctica tecnológica en la que los superación en ella, por ejemplo, de la
probablemente genere éxito y en el
contenidos educativos no son formas vida conectada a fines (trátese de sal-
sentido de una planeabilidad y repe-
culturales preexistentes, sino que son el vación, hermandad, o cualquiera otra
tibilidad no ligadas al momento. Todo
producto de una trasformación mediada intencionalidad). Tampoco se puede
esto debe obtenerse en el campo de
por reflexiones, decisiones y acciones decir, que ella sea la negación de la
los datos agregados, las probabilida-
pedagógicas que van desde el qué en- misma. Es la ontología del presente
des estadísticas y la premisa de toma
(Vargas y Rueda, 2006, p. 134).
de decisiones comprobadas y, en este señar, para qué, y por qué enseñarlo
sentido, se convierte en tecnología hasta cuándo enseñarlo, como lo expli-
(Luhmann y Schorr, 1993, p. 152). ca Klaus Runge (2007) citando a Klafki.
Pero, ¿adónde conduce?:

BIBLIOGRAFÍA
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Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 53

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