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Actividad:
Aprendizaje 2
Materia:
Seminario de Tesis
05 de Marzo 2022
Título:
Preguntas:
Justificación:
Los bacteriofagos son virus que lisan a bacterias específicas, al utilizar a la familia
de fagos Myoviridae en combinación con el fago específico CD119 , el cual fue uno
de los primeros en ser secuenciados de C. Difficile; Con esta terapia se conseguirá
que las bacterias beneficiosas puedan proliferar de mejor modo a la vez que la
microbiota intestinal tendrá una regeneración más rápida.
En la utilización de antibióticos, la microbiota intestinal se ve perturbada,
permitiendo que la superbacteria Clostridium Difficile sea de las primeras en
establecerse durante el proceso de regeneración, esta bacteria comienza a producir
toxinas causando diarrea, deteniendo el proceso regenerativo de la microbiota o en
casos significativos colitis pseudomembranosa la cual puede ser mortal. Al ser una
bacteria resistente a antibióticos, optar por una terapia que incluya los virus
bacteriofagos CD119 que son capaces de lisar al modificar su genoma sin perjudicar
la presencia de bacterias que benefician al cuerpo y no afectan la microbiota
intestinal suena a una opción viable, y con un impacto positivo sin ser tan agresiva
como los antibióticos de alto espectro, a su vez permite la proliferación de la
microbiota intestinal de manera más rápida.
Marco Teórico
Su cuadro clínico:
El cuadro clínico de la infección por C. Difficile puede ir desde portadores
asintomáticos pasando por diarrea leve, colitis o una colitis pseudomembranosa y
puede empeorar a un megacolon tóxico con riesgo vital. La diarrea es síntoma
fundamental en este padecimiento, tiende a aparecer coincidiendo con un
tratamiento antibiótico, aunque algunas veces puede hacerlo incluso semanas
después del retiro del tratamiento, e incluso en diversas ocasiones no existe este
antecedente (Bush, 2023). La manifestación básica de la infección es la diarrea, las
evacuaciones suelen ser abundantes, líquidas, con moco y sangre y acompañadas
de dolor abdominal. En la mayor parte de los pacientes no hay manifestaciones
sistémicas, ni hallazgos positivos a la exploración física, excepto la hiperestesia de
la parte inferior del abdomen. Un dato que puede orientar en el análisis clínico hacia
la presencia de la enfermedad es la leucocitosis no explicada (superior a 15.000 ×
109 células/l) con una aparición de neutrófilos no segmentados. Los pacientes que
se encuentren en esta situación pueden estar expuestos a un elevado riesgo de
complicaciones, tal como una perforación intestinal y megacolon tóxico que puede
ser capaz de evolucionar a sepsis grave y fallecimiento del paciente.
La colitis grave no seudomembranosa suele presentarse con una diarrea profusa
debilitante, dolor y distensión abdominales. El cuadro clínico suele incluir fiebre,
náusea, anorexia y deshidratación. El cuadro clínico de la colitis seudomembranosa
consta fundamentalmente de los mismos síntomas que la colitis simple, aunque
todas las manifestaciones están exacerbadas.
La colitis fulminante por esta bacteria es de pronóstico grave, se acompaña de un
cuadro de abdomen agudo que pone en peligro la vida. El paciente con colitis
fulminante por C. difficile tiene gran ataque al estado general, letargia, fiebre,
taquicardia y dolor abdominal. El tono muscular del colon puede estar ausente,
causando megacolon por dilatación. El íleo paralítico y la dilatación colónica pueden
provocar una paradójica disminución de la diarrea (Portillo - Lopez, 2002).
Los bacteriófagos, como su nombre lo expresa, son virus que tienen la capacidad de
infectar exclusivamente a las bacterias, cuyo material genético puede estar
compuesto de RNA o DNA, el cual se encuentra rodeado por una envoltura proteica.
Este tipo de fagos necesitan de un huésped viable (bacteria) en cuya parte interna
se replican usando su equipo metabólico y de este modo pueden sintetizar su propio
material genético y las proteínas presentes en la envoltura. Existen dos tipos de
bacteriófagos, los líticos o virulentos, que son capaces de infectar a las bacterias y
de matarlas, por otra parte los lisogénicos o temperados, que pueden establecer
una relación simbiótica con la bacteria que ataca, que tienen un ciclo replicativo no
lítico, estos pueden ser capaces de convivir con ella e incluso podrían causar
cambios fenotípicos en estas. Estos fagos se han ido aislando de muchas especies
bacterianas, incluyendo de clamidias. Existe una extensa gama de hospederos,
morfología, tamaño (20-2000nm) y estrategias presentadas de replicación son muy
variadas (Domínguez, 2020).
Tienen la capacidad de ser específicos, significa que cada uno reconoce un receptor
diferente el cual le permite adherirse a estas; tienen un tropismo únicamente por
bacterias, no pueden ser capaces de unirse ni infectar células eucariotas. Los
bacteriófagos que son utilizados en la terapia fágica, se replican utilizando el ciclo
lítico, esto siendo una referencia a que el bacteriófago primero se adhiere a un
receptor específico presente en la célula bacteriana, y a continuación, inyecta su
DNA o RNA en la bacteria mediante la liberación de una lisozima proveniente del
fago a través de su cola, la cual tienen la capacidad de que degrada una porción de
la pared celular, esto da paso a permitir que la vaina de la cola entre en contacto y
así empiece su introducción mediante la membrana bacteriana, mientras tanto el
ácido nucleico es liberado y es cuando empieza la biosíntesis del ácido nucleico
viral por parte de la bacteria hospedera. El DNA de la bacteria hospedera se es
degradado y detiene la síntesis de proteínas bacterianas, esto debido a que el DNA
o RNA del fago obtiene el control de la célula bacteriana, mediante la utilización de
los nucleótidos y enzimas de replicación de la bacteria, esto funciona para replicar
su genoma.
Posterior a esto, el fago utiliza el equipamiento que contiene la célula para así poder
producir las proteínas virales, que sucede del mismo modo como si la célula
bacteriana estuviera produciendo sus propias proteínas, pero solo el RNA viral se
transcribe, y no el de la bacteria. El genoma existente del fago y la cápside del virus
se unen, las lisozimas sintetizadas que se encuentran dentro de la célula bacteriana
finalmente rompen la pared y es así como permite la liberación y esparcimiento de
los nuevos virus.
La célula bacteriana concluye su ciclo funcional para los fagos y muere, por tanto
los virus recién producidos pueden infectar otras células.
Uno de los beneficios que nos otorgara la terapia de fagos es que podemos
caracterizar a C. difficile adaptando la terapia a lo que nuestro paciente necesita con
base en el análisis de como se encuentra su microbiota intestinal, esto permitirá que
al eliminar a C. Difficile, la regeneración de la microbiota sea más rapida, yendo de
la mano con evitarle al paciente una complicación de salud o incluso poder
ocasionar la muerte.
Hipótesis
Objetivos Generales
Objetivos Específicos
https://www.redalyc.org/pdf/535/53529348019.pdf
https://doi.org/10.4067/s0716-10182012000400011
8. Meyer, S. L., Espinoza, A. R., & Quera, P. R. (2014). Infección por clostridium
https://doi.org/10.1016/s0716-8640(14)70064-1
9. Rodríguez-Pardo, D., Mirelis, B., & Navarro, F. (2013). Infecciones producidas
https://doi.org/10.24875/rmimss.m20000073