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Síndrome Metabólico

Introducción

El Síndrome Metabólico (SM), también denominado Síndrome Plurimetabólico


o Síndrome de Insulinorresistencia, ha recibido diferentes definiciones a través
de los años y en la actualidad se ha tratado de unificar criterios para tener un
consenso en su diagnóstico. De esta manera, el síndrome metabólico
constituye una herramienta útil y práctica para evaluar el riesgo cardiovascular
y la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

En la fisiopatología del SM se ha descrito a la insulinorresistencia como el pilar


para el desarrollo de las alteraciones que lo conforman, como son
fundamentalmente la hipertensión arterial, elevación de la glucemia, aumento
de los triglicéridos plasmáticos, disminución del colesterol HDL y la obesidad
abdominal. A la obesidad abdominal o central, medida por el aumento de la
circunferencia de la cintura y su relación con la insulinorresistencia, se la ha
sugerido como el origen o factor desencadenante del síndrome.

Definición y aspectos fisiopatológicos

El SM representa una serie de alteraciones metabólicas que en su conjunto son


considerados un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad
cardiovascular.

La fisiopatología del SM es compleja, interviniendo factores genéticos y


ambientales que influyen sobre el tejido adiposo, la propia inmunidad y la
respuesta inflamatoria. La resistencia a la insulina es un fenómeno
fisiopatológico donde se altera la acción biológica de la insulina en los
diferentes tejidos de la economía, y provoca una hiperinsulinemia
compensatoria. Cuando el organismo no puede mantener esta respuesta de
hiperinsulinemia, se desarrolla la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Pero si la
hiperinsulinemia se sostiene, se desarrollan una serie de alteraciones,
principalmente de tipo metabólico, que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad
cardiovascular. Dada la estrecha relación entre obesidad abdominal e
insulinorresistencia, se ha planteado también que la obesidad abdominal sería
el más importante de los factores de riesgo y el que llevaría al
desencadenamiento de las demás anormalidades en este síndrome. La
obesidad abdominal implica el aumento y acúmulo de grasa a nivel visceral
(depósito de tejido graso principalmente en hígado, músculos y páncreas) y
tendría la mayor implicancia en el desarrollo del SM.

En este tejido graso, tanto en los adipocitos, fibroblastos como macrófagos que
lo integran, se forman sustancias químicas con acción inmunomoduladora,
llamadas adipoquinas. Estas adipoquinas favorecen estados proinflamatorios y
protrombóticos, que a su vez contribuyen al desarrollo de insulinorresistencia,
hiperinsulinemia compensadora, alteración de la fibrinólisis y disfunción
endotelial. Ejemplos de estas adipoquinas son el factor de necrosis tumoral alfa
(TNF), interleuqina 1, interleuquina 6, interleuquina 18, Resistina, PAI-1 y
Leptina. Una adipoquina en particular, la adiponectina que tiene acción
insulinosensibilizadora y antiinflamatoria, a diferencia del resto, se encuentra
disminuida en esta situación.

Por otro lado el tejido adiposo, sobre todo el visceral, es muy activo en la
liberación de ácidos grasos libres no esterificados, que aumentan en el plasma,
y la mayor oferta de ácidos grasos en el hígado conduce al aumento de la
gluconeogénesis, incremento en la producción de triglicéridos, con aumento de
VLDL y por consiguiente de LDL, que se tornan más pequeñas y densas y por
ende más aterogénicas. Este proceso contribuye a generar insulinorresistencia.
Otros factores ambientales influyen sobre el desarrollo del SM, como ser la
inactividad física, que promueve el desarrollo de obesidad y modifica la
sensibilidad a la insulina en el músculo y las dietas con alto contenido en
grasas, azúcares y pobres en fibra.

También el uso de fármacos como corticoides, antidepresivos, anti-psicóticos,


podrían tener como efecto adverso el SM, porque llevan a obesidad e
intolerancia a la glucosa.
Criterios diagnósticos

Los criterios diagnósticos del Síndrome Metabólico han sido sujeto de muchas
definiciones, entre las que encontramos:

1- 1998 La Organización Mundial de la Salud (OMS)

2- 2001 National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (ATP
III)

3- 2002 Grupo Latinoamericano de la Oficina Internacional de Información en


Lípidos (ILIB LA)

4- 2007 International Diabetes Federation (IDF)

5- 2009. Harmonizing the Metabolic Syndrome

6- 2010. La Asociación Latinoamericana de diabetes (ALAD)

En el año 2010, la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) publicó el


consenso de “Epidemiología, Diagnóstico, Prevención y Tratamiento del
Síndrome Metabólico en Adultos”, con base en la información de estudios en
América Latina, en el cual se considera al perímetro abdominal de corte para
diagnóstico de SM en varones con más de 94 cm y mujeres con más de 88 cm
de cintura, siendo el resto de los criterios vigentes similares a los propuestos
por Harmonizing the Metabolic Syndrome.

Los criterios para el diagnóstico de SM según las recomendaciones de las


guías de ALAD 2010 son:

• Obesidad abdominal: perímetro de cintura ≥ 94 cm en varones y 88 cm en


mujeres.

• Triglicéridos altos: > 150 mg/dl (o en tratamiento hipolipemiante específico).

• Colesterol-HDL bajo: < 40 mg% en hombres o < 50 mg% en mujeres (o en


tratamiento con efecto sobre el col-HDL).

• Presión arterial elevada: presión arterial sistólica (PAS) ≥130 mmHg y/o PAD
≥ 85 mmHg.
• Alteración en la regulación de la glucosa: glucemia anormal en ayunas,
intolerancia a la glucosa o diabetes.

El diagnóstico de síndrome metabólico se realiza si existe obesidad abdominal


más dos de los cuatro componentes descritos.

Comparación del diagnóstico de SM según Harmonizing the Metabolic


Syndrome y ALAD

Componente Harmonizing the Metabolic ALAD


Syndrome
Obesidad Incremento de la CC definición Varones ≥ 94 cm
abdominal específica según población y Mujeres ≥ 88 cm
país
Triglicéridos ≥ 150 mg/dl (o trat ≥ 150 mg/dl (o trat hipolipemiante
altos hipolipemiante específico) específico)
HDL col bajo < 40 mg/dl en hombres y < 50 < 40 mg/dl en hombres y < 50
mg/dl en mujeres (o en mg/dl en mujeres (o en tratamiento
tratamiento con efecto sobre con efecto sobre HDL col)
HDL col)
Presión arterial PAS ≥ 130 y/o PAD ≥ 85 mmHg PAS ≥ 130 y/o PAD ≥ 85 mmHg (o
elevada (o en tratamiento en tratamiento antihipertensivo)
antihipertensivo)
Alteración de la Gl ayunas ≥ 100 mg/dl o en Glucemia anormal en ayunas,
glucosa tratamiento para glucemia intolerancia a la glucosa o diabetes
alterada
Diagnóstico 3 de los 5 componentes Obesidad abdominal + 2 de los 4
propuestos restantes

Definicion de insulino resistencia

Es la resistencia que ponen los tejidos a la acción de la insulina, es decir al


estado en el que se requieren cantidades mayores de insulina para provocar
una respuesta cualitativamente normal.

O la IR se define como la respuesta subnormal en los tejidos a una cantidad


dada de insulina
Se puede medir mediante el Homa R, se calcula

Glucemia x Insulinemia
405

Valores superiores a 2 indican insulino resistencia.

Manejo del Síndrome Metabólico

Objetivos del manejo del SM:

Teniendo en consideración que el SM es una condición de riesgo


cardiometabólico pero que a su vez es un grupo de alteraciones metabólicas
que pueden encontrarse en diferentes estados de evolución desde el sub-
clínico hasta el de enfermedad avanzada, los objetivos del tratamiento del SM
se podrían resumir en:

1. Prevenir la enfermedad cardiovascular mediante la reducción del riesgo


atribuible al SM.

2. Prevenir la diabetes tipo 2 mediante la reducción del riesgo atribuible al SM.


3. Corregir sus componentes mediante el alcance de metas de normalidad.

Medidas no farmacológicas para tratar el SM:

Los cambios del estilo de vida son los más efectivos para manejar el SM en
forma global porque una dieta hipocalórica, baja en grasas, limitada en
azúcares simples y rica en fibra soluble puede normalizar el peso y por ende la
obesidad abdominal y permite alcanzar la meta de triglicéridos en muchos
casos. También puede reducir modestamente la presión arterial y corregir las
alteraciones en la regulación de la glucemia. El ejercicio también contribuye a
todo lo anterior y además puede elevar el colesterol HDL. Algunos estudios con
dieta mediterránea han demostrado una disminución significativa del número
de personas con diagnóstico de SM.
¿Qué dieta debe llevar una persona con SM?

El plan de alimentación es el pilar fundamental del tratamiento de los pacientes


con SM y no puede haber un buen control sin una adecuada alimentación. Las
siguientes son las características generales que debe tener este plan de
alimentación:

 Debe ser personalizado y adaptado a cada individuo de acuerdo con su edad,


género, estado metabólico, situación biológica, actividad física, hábitos
socioculturales, situación económica y disponibilidad de alimentos en su lugar
de origen.

 Consumir una amplia variedad de frutas y verduras, cereales con granos


enteros, lácteos bajos o libres de grasa, pescados y leguminosas.

 Limitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol.


Sustituirlas por grasas insaturadas provenientes de aceites vegetales,
pescados y oleaginosas (nueces).

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