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U.N.S.T.A- LIC EN NUTRICION.

ELABORACION Y MANEJO DE ALIMENTOS- 2020

Tema: Plan alimentario apto al Síndrome Metabólico ( SM)

El síndrome metabólico está conformado por un conjunto de factores de riesgo no independientes


entre si, como son la hipertensión arterial, la obesidad y la insulinorresistencia, con el consiguiente
aumento de la glucemia o diabetes tipo II. Todos estos trastornos son de alta prevalencia en la Argentina.
Prevenir y tratar la obesidad equivale a prevenir y tratar a la insulino resistencia. Por otro lado, controlar
a la insulino resistencia, IR, es prevenir enfermedades como la diabetes, dislipemias, hipertensión 1
arterial, aterogénesis y enfermedad cardiovascular.
La resistencia a la insulina es el centro del Síndrome Metabólico y la obesidad abdominal la forma más
prevalente del Síndrome.
Definición Clínica del Síndrome Metabólico según diferentes organismos
En la detección del síndrome metabólico se ven involucrados factores de origen lipídicos y no
lipídicos de origen metabólico:
• Obesidad en sus formas centrales, especialmente la visceral (medida por la circunferencia
de la cintura).
• Hiperinsulinemia y resistencia a la insulina.
• Glucemia en ayunas alterada y/o tolerancia a la glucosa alterada.
• Dislipemias: hipertrigliceridemia y/o HDL disminuido.
• Hipertensión Arterial.
• Alteraciones de la homeóstasis, fibrinólisis y coagulación arterial.
No existe internacionalmente un único criterio para la definición de Síndrome Metabólico. Los
principales criterios diagnósticos fueron propuestos en 1998 por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en el 2001 por el Programa Nacional de Educación para el Colesterol en su tercer reporte (NCEP-
ATP III), en el 2002 por el Grupo Latinoamericano de la Oficina Internacional de Información en Lípidos
(ILIB LA) y en el 2005 por la Federación Internacional de Diabetes (IDF).

Lic. Andrea López Lampa


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NOTEN, EN LA ÚLTIMA FILA DE LA TABLA 1, QUE CADA ORGANISMO, PROPONE DIFERENTES FACTORES
DIAGNÓSTICO, POR EJEMPLO:
 PARA EL ATP III, SI EL PACIENTE PADECE INSULINO RESISTENCIA, MÁS 3 DE LOS FACTORES DE
RIESGO CITADOS, EL DIAGNÓSTICO ES S.M.
 PARA LA O.M.S, SI EL PACIENTE PADECE MÁS DE 2 FACTORES DE RIESGO, EL DIAGNÓSTICO SERÁ
SINDROME METABÓLICO.
 USAREMOS EL CRITERIO DE LA O.M.S..
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Objetivos y Estrategias del Tratamiento


Los objetivos del tratamiento de un paciente con Síndrome Metabólico deben apuntar a normalizar
tanto los parámetros antropométricos como los bioquímicos que se encuentren alterados, de manera
tal de disminuir el riesgo cardiovascular, y la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro
( SI AUN NO LA PADECE).
Como estrategias del tratamiento se tendrán en cuenta la Dietoterapia, un correcto plan de
Actividad Física y la Farmacoterapia de ser necesaria.

Analizamos brevemente el manejo de los alimentos

A través del plan de alimentación se perseguirán varios objetivos:


- Disminución del Peso corporal en exceso y/o la grasa visceral;
- Normalización del lipidograma;
- Estabilización de los valores de tensión arterial;
- Normalización de los valores de la glucemia pre y post prandial.
La disminución del peso corporal reduce la cantidad de ácidos grasos liberados por los adipocitos,
con lo cual mejora la sensibilidad a la insulina.
Una disminución del 10 % del peso corporal, logra disminuir el 30% de la grasa visceral. En este
punto, es fundamental la modificación en la calidad de la alimentación y de los hábitos alimentarios.

Prescripción Dietoterápica
El régimen deberá ser adecuado según cuáles fueran los factores metabólicos presentes:
- Régimen hipocalórico si hay sobrepeso, obesidad o es obeso con peso normal.
- Se aportará un plan no menor a 800 a 1200 Kcal.
Con control de los carbohidratos concentrados si hay hipertrigliceridemia y/o intolerancia a
la glucosa (suprimir o limitar los hidratos de carbono concentrados y el alcohol).
- Hiposódico si hay hipertensión arterial o prehipertensión.
- Aplicar ATP III esté o no el lipidograma alterado (disminuír las grasas saturadas, los ácidos
grasos trans y el colesterol, y aumentar los ácidos grasos mono y poliinsaturados, como la
fibra soluble, las isoflavonas y esteroles vegetales.

En RESUMEN… EL TRATAMIENTO NUTRICIONAL Y SELECCIÓN DE ALIMENTOS EN EL


SINDROME METABOÓLICO, REQUIERE de una fina MIXTURA de los PLANES ALIMENTARIOS
YA VISTOS: PLAN HIPOCALÓRICO, PLAN APTO A DIABETICOS, PLAN HIPOSÓDICO, PLAN
CONTROLADO EN LÍPIDOS, adaptados, por supuesto, A LOS COMPONENTES DEL S.M.
PRESENTES, a los gustos, hábitos, cultura, religión, preferencias, situación económica, etc.
del paciente que lo padece.

Lic. Andrea López Lampa


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Determinación de las necesidades nutricionales


• Aporte Calórico
Adecuado a la valoración antropométrica, siempre teniendo en cuenta de normalizar el peso
corporal. Se aplicarán los diferentes métodos para obtener la reducción calórica.
• Carbohidratos
En general, del 45- 60 %. Se preferirá aumentar los complejos a través de la selección de frutas
y verduras, para buscar un aumento de la fibra dietética, especialmente la soluble por su efecto
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metabólico.
Es sabido que los carbohidratos no afectan la glucemia de manera similar. Así, un carbohidrato
que ha despertado el interés dado su creciente disponibilidad dietaria y particular metabolismo
hepático es la fructosa. Este carbohidrato posee un bajo índice glucémico, aunque no atribuido
a una menor tasa de absorción intestinal, sino más bien a que la mayor parte de su metabolismo
ocurre en el hígado y sólo una pequeña fracción se transforma en glucosa disponible para ser
liberada a la circulación. En este sentido, Hawkins et al. encontró que la fructosa posee un efecto
catalítico de la utilización hepática de glucosa, lo cual determina una menor producción de
glucosa. Aunque no existe una recomendación especial que promueva la ingesta de fructosa, al
menos el consumo de frutas, las cuales contienen fructosa, no está contraindicado en individuos
con SM.

Se limitarán o disminuirán los carbohidratos simples concentrados, según los valores de


triglicéridos plasmáticos. En el caso de presentarse intolerancia a la glucosa y/o diabetes tipo 2
ya declarada, el manejo de los carbohidratos se manejará en función al tratamiento
farmacológico acompañante.
• Proteínas Se manejará aproximadamente el 15% del valor calórico total.
• Grasas Se buscará manejar el programa ATP III, respetando entre el 25 y 35 % de las calorías
totales, con control de las grasas saturadas, colesterol y ácidos grasos trans. La recomendación
nutricional tendiente a favorecer la ingesta de ácidos grasos monoinsaturados por sobre los
saturados resulta aconsejable, en términos de su impacto sobre la resistencia a la insulina.
• Fibra Dietética
Otro componente importante de la dieta es la fibra y los carbohidratos no digeridos en el
intestino delgado. Estas sustancias dietarias pasan al intestino grueso donde son fermentados
por la flora residente. Producto de este proceso se liberan ácidos grasos de cadena corta, los
cuales son un sustrato energético para la mucosa intestinal. Por otra parte, estos ácidos grasos
pueden alcanzar otros órganos e impactar la sensibilidad insulínica a nivel sistémico. Esta
información es sustentada por diversos estudios epidemiológicos que describen una relación
inversa entre la ingesta de fibra y la prevalencia de SM y RI.
Se deberá manejar aumentada, tratando de aportar entre 10 y 25 g/día de fibra soluble.

RECOMENDACIONES ALIMENTARIAS Y DIETÉTICAS PARA EL TRATAMIENTO


Y PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR

Dieta variada, equilibrada, con ingesta calórica adecuada para mantener el peso ideal.

Los hidratos de carbono complejos aportarán 55% de la energía consumida diariamente. La cantidad
recomendada de fruta, verdura y hortalizas debe superar los 400 g diarios. Consumo de vegetales
frescos (legumbres, cereales integrales, frutas, verduras y hortalizas), pescado, aceite de oliva y
frutos secos.

Limitación de la ingesta de sal, sinergia con el ión cloruro en la forma de la sal común. Máximo de
2.400 mg de sodio o 6 g/día de cloruro sódico. Moderación al añadir sal para condimentar, alimentos
frescos y de bajo contenido en sodio. Las frutas y las verduras son fuentes de potasio y la mayoría

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contienen calcio, hipotensoras.

No se promoverán las bebidas alcohólicas como un instrumento para la prevención cardiovascular,


en exceso aumentan niveles plasmáticos de triglicéridos y presión arterial sistólica

Ingesta de productos vegetales por aporte de fibra, ácido fólico, sustancias antioxidantes y
flavonoides. Cantidad recomendada de fibra superior a los 25 g/día, con predominio del tipo soluble
ya que disminuye niveles plasmáticos de LDL. Reduce concentraciones de triglicéridos y mantiene los 4
niveles plasmáticos de HDL. Regula la glucemia y el control del peso corporal. La fibra insoluble,
reduce el riesgo cardiovascular, pero no modifica el colesterol de las LDL. Fitoesteroles, ingesta de
2gr/d.

Es más relevante el tipo de grasa consumida que la cantidad total, cuyo límite superior podría
situarse entre el 30 y el 35% de la energía total, siempre con predominio de ácidos grasos
monoinsaturados. La ingesta de colesterol será inferior a 300 mg/día.

La ingesta de la grasa saturada será menor al 7% de la energía total.

La eliminación o reducción de las grasas de tipo trans a menos del 1- 2% de la energía aportada.

Promoción del consumo de grasa monoinsaturada, aceite de oliva, 23 g/día, reemplazando grasa
saturada, también en frutos secos (avellana, almendra y pistacho) y palta.

Incremento de la ingesta de ácidos grasos esenciales, en particular omega - 3. El aporte aconsejado


es de 2 g de ácido a - linolénico en aceites vegetales de soja, canola y chia y 200 mg/día de los ácidos
eicosapentaenóico (EPA) y docosahexaenóico (DHA), presentes en el pescado. Respecto al consumo
de ácidos grasos poliinsaturados omega - 6 oscila entre el 4 - 8% de la energía total, aceites
vegetales como girasol y maíz.

Pacientes con hipertrigliceridemia deben evitar el consumo de alcohol y de azúcar simples. En


hipertrigliceridemia severa > 1.000 mg/dL la restricción de grasa es clave por riesgo de Pancreatitis
Aguda.

Lic. Andrea López Lampa

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