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El documento describe los diferentes tipos de mutaciones que pueden ocurrir en el ADN, incluyendo mutaciones puntuales, que involucran un cambio en una sola base; mutaciones que insertan o eliminan bases; y mutaciones que afectan segmentos más grandes de cromosomas. También explica cómo diferentes tipos de mutaciones pueden tener distintos efectos en las proteínas codificadas y en la salud del individuo.
El documento describe los diferentes tipos de mutaciones que pueden ocurrir en el ADN, incluyendo mutaciones puntuales, que involucran un cambio en una sola base; mutaciones que insertan o eliminan bases; y mutaciones que afectan segmentos más grandes de cromosomas. También explica cómo diferentes tipos de mutaciones pueden tener distintos efectos en las proteínas codificadas y en la salud del individuo.
El documento describe los diferentes tipos de mutaciones que pueden ocurrir en el ADN, incluyendo mutaciones puntuales, que involucran un cambio en una sola base; mutaciones que insertan o eliminan bases; y mutaciones que afectan segmentos más grandes de cromosomas. También explica cómo diferentes tipos de mutaciones pueden tener distintos efectos en las proteínas codificadas y en la salud del individuo.
Muchas de las terapias innovadoras que se están desarrollando para las
enfermedades de base genética, como los errores congénitos del metabolismo, tienen que ver con los tratamientos a nivel genético, ya sea insertando copias adecuadas de genes sin mutaciones, alterando la lectura de un gen anómalo, modificando su expresión, etc. Para comprender su aplicación y sus mecanismos es necesario conocer qué tipos de mutaciones diferentes existen ya que, dependiendo del tipo de mutación, el agente que se utiliza es diferente. Es decir, la terapia génica depende más del tipo de mutación que del tipo de enfermedad genética que se padece. El ADN o cromatina se organiza en unos corpúsculos que se denominan cromosomas. Los humanos tenemos 46 cromosomas (23 pares de cromosomas). De ellos, un cromosoma de cada par (es 23 cromosomas) los heredamos de la madre y la otra mitad del par del padre. De forma rápida, podemos recordar que llamamos gen a cada fragmento de ADN que contiene las instrucciones para sintetizar (formar) una proteína. En cada cromosoma hay cientos de genes. Pero no todos están "activos" a la vez. Hay un proceso de lectura de ese ADN a partir del cual se forma una molécula intermedia, el RNA (ácido ribonucleico). Ese RNA es capaz de salir del núcleo para formar una proteína. La lectura de la cadena de RNA para formar una proteína viene determinada por un código: el código genético. ¿Qué es una mutación? A los cambios estables en la cadena de ADN que son capaces de ser heredados, se les conoce como mutaciones. Las mutaciones realmente transcendentes para la descendencia son las que están presentes u ocurren en las células germinales (óvulos y espermatozoides). Las mutaciones que se producen entonces pueden dar lugar a pequeños cambios, grandes cambios (causando enfermedad: mutaciones patógenas) o ser silentes. A la mutación que heredamos de nuestros padres se le llama mutación heredada, a la que se da en el individuo sin que haya un progenitor con la misma mutación, se le conoce como mutación de Novo. Tipos de mutaciones Las mutaciones pueden darse en tres niveles diferentes: Molecular (génicas o puntuales): Son mutaciones a nivel molecular y afectan la constitución química de los genes, es decir a la base o “letras” del ADN. Cromosómico: El cambio afecta a un segmento de cromosoma (de mayor tamaño que un gen), por tanto, a su estructura. Estas mutaciones pueden ocurrir porque grandes fragmentos se pierden (deleción), se duplican, cambian de lugar dentro del cromosoma. Genómico: Afecta al conjunto del genoma, aumentando el número de juegos cromosómicos (poliploidía) o reduciéndolo a una sola serie (haploidía o monoploidía) o bien afecta al número de cromosomas individualmente (por defecto o por exceso), como la trisomía 21 o Síndrome de Down. En este monográfico hablaremos del primer grupo, las mutaciones de nivel molecular. Mutaciones moleculares o puntuales Una mutación puntual es un cambio en un solo nucleótido o en un número reducido de nucleótidos. Se podría comparar con el hecho de cambiar una única letra en una frase completa. Cromosoma con bandas La secuencia de ADN de un gen se puede alterar de diferentes formas. Estas mutaciones tendrán diferentes efectos sobre la salud de las personas, dependiendo de dónde ocurran y si alteran o no la función esencial de las proteínas o de los procesos normales de lectura, transcripción y traducción de las proteínas. Con mucha frecuencia, en la literatura, se respeta o conserva la nomenclatura en inglés de los tipos de mutaciones, ya que, en ocasiones, las traducciones literales llevan a confusión. Intentaremos colocar de forma simultánea ambas denominaciones, para familiarizarnos con ambas. Podemos clasificar los diferentes tipos de mutaciones en: 1. Mutaciones silenciosas En este tipo de mutación hay un cambio en una de las bases del ADN de forma que el triplete de nucleótidos se modifica, pero sigue codificando para el mismo aminoácido. Esto es así porque el código genético tiene cierto margen de seguridad y para cada aminoácido hay varias combinaciones de tripletes que lo determinan. Por ejemplo, lo tripletes CCA y CCC determinan que en esta posición de la proteína se sitúe una prolina. Así, si se produce por error este cambio, será un cambio silente, porque el aminoácido codificado por ambos tripletes es el mismo, la prolina. 2. Polimosfirmos En este tipo de mutaciones hay un cambio de una de las bases de ADN, de tal manera que el triplete de nucleótidos que es una parte se cambia, pero incluso si se necesita un cambio de aminoácido, el aminoácido que entra en el lugar en cuestión resulta tener poco o ningún impacto en la función de la proteína.
Los polimorfismos pueden incluso conducir a una reducción de la función de la proteína
en cuestión, pero por sí sola no es suficiente para causar la enfermedad (de lo contrario no serían llamados polimorfismos pero mutaciones patógenas). Ellos pueden, sin embargo, ser factores de riesgo cuando más de una junta. Un ejemplo paradigmático en el ámbito de los errores innatos del metabolismo, son polimorfismos del gen MTHFR, cuando los dos más comunes surgen al mismo tiempo en un solo individuo, darles la susceptibilidad a ciertos cambios. 3. Missense mutation En este tipo de mutación hay un cambio en una de las bases del ADN de forma que el triplete codifica para un aminoácido diferente del que debería, es decir, en esa posición de la proteína habrá un aminoácido incorrecto, lo que puede alterar más o menos la función de la proteína dependiendo de su localización e importancia. 4. Nonsense mutation En este tipo de mutación hay un cambio en una de las bases del ADN de forma que el nuevo triplete que se forma determina la señal de fin de la cadena de aminoácidos. Esto es, se trunca la proteína, no se continúa formando a partir de ahí. Según dónde quede truncada la proteína será capaz de preservar algo de función o no. Aplicándolo a los ECM, hay algunos fármacos que permiten que el ribosoma no se detenga, "salte" ese error y siga leyendo a pesar de la señal de STOP, son el ataluren (PTC124) y la gentamicina. Su uso ha sido más frecuente en fibrosis quística y en distrofia muscular de Duchenne, pero también hay estudios en aciduria metilmalónica tipo Mut, que de forma frecuente presenta una mutación tipo non-sense. 5. Inserción En este tipo de mutación se añade una o más bases al ADN original. De esta forma se puede alterar el marco de lectura (ver punto 8) para formar la proteína o insertar aminoácidos extra que son inadecuados. Algunos ejemplos de mutaciones en el ser humano son: Polidactilia:. Es una alteración genética que se da durante el desarrollo del feto y que ocasiona la aparición de uno o varios dedos extra en las manos o los pies. Estos dedos suelen ser disfuncionales y a menudo deben ser extirpados. Síndrome de Marfan. Es causado por defectos en un gen llamado fibrilina-1, que tiene que ver con la información genética que determina la formación del tejido conectivo. Quienes padecen este síndrome presentan contextura extremadamente delgada con extremidades anormalmente largas, lo cual ejerce una presión anormal en sus aortas, que puede desarrollar un infarto. Resistencia al VIH. Se han dado casos muy raros de personas resistentes a la infección con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (virus que causa SIDA). Esto se debe a que una mutación en el gen CCR5, que el retrovirus reconoce como “puerta” a la célula humana, hace a ciertas personas “invisibles” a la infección e impide que puedan ser infectadas fácilmente. ¿Qué es el ADN? El ADN o ácido desoxirribonucleico es un polímero esencial para la vida, encontrado en el interior de todas las células de los seres vivos y en el interior de la mayoría de los virus. Es una proteína compleja, larga, en cuyo interior se almacena toda la información genética del individuo, esto es, las instrucciones para la síntesis de todas las proteínas que componen su organismo: podría decirse que contiene las instrucciones moleculares de armado de un ser viviente. Las unidades mínimas de dicha información genética se llaman genes y consisten en una secuencia específica de los nucleótidos que componen el ADN, y permiten además su transmisión hereditaria, algo vital para la evolución de la vida. Además, en estas estructuras está contenida también la información respecto a cómo y cuándo deben darse las síntesis de los componentes básicos de las células. El ADN está contenido en las células, ya sea disperso en su citoplasma (en el caso de los organismos procariotas: bacterias y arqueas) y o dentro del núcleo celular (en el caso de los eucariotas: plantas, animales, hongos). Para su decodificación y empleo como molde, hace falta la intervención del ARN o ácido ribonucleico, que lee la estructura y la emplea como molde, en un proceso denominado trascripción/traducción. Cabe decir que el ADN de cada individuo es único y diferente, producto de la combinatoria de los códigos genéticos de sus padres en un proceso que se da al azar. Esto, claro, en los organismos de reproducción sexual, en los que cada progenitor aporta la mitad de su genoma para fabricar un individuo nuevo. En el caso de organismos unicelulares de reproducción asexual, la molécula de ADN se reproduce a sí misma en un proceso llamado replicación. El contenido genético del ADN es sumamente valioso para la vida, y a pesar de ello es posible que sufra daños debido al contacto con mutágenos: radiación ionizante, ciertos elementos químicos o incluso algunos fármacos (como en el caso de la quimioterapia), lo cual acarrearía errores de trascripción a la hora de la síntesis celular. Esto puede conducir a la enfermedad y muerte del individuo, o también a la transmisión hereditaria de las estructuras defectuosas, dando origen a descendientes con defectos congénitos. Estructura del ADN La molécula de ADN es una tira larga de unidades llamadas nucleótidos, que consisten a su vez en una molécula de azúcar (en este caso desoxirribosa: C5H10O4), una base nitrogenada (que puede ser adenina, guanina, citosina o timina), y grupo fosfato que sirve de enlace entre los nucleótidos. De allí que cada nucleótido se distinga de los demás en la base nitrogenada que posee, y que todas juntas elaboren una cadena llamada secuencia del ADN y que puede ser trascrita empleando la inicial de cada base, por ejemplo: ACTAGTCAGT. El ADN además posee una forma de doble hélice, enrollada sobre sí misma en tres distintos patrones (denominadas A, B y Z), de acuerdo a su secuencia, cantidad de bases y función específica. Esta estructura se produce debido a la unión de dos tiras de nucleótidos mediante puentes de hidrógeno. La replicación es el proceso mediante el cual una molécula de ADN genera dos idénticas a sí misma, y es clave en la reproducción celular, ya que todas las células del cuerpo han de tener el mismo exacto genoma (al igual que en los organismos de reproducción asexual, que son prácticamente clones el uno del otro). El proceso consiste en la separación de las dos hebras del ADN, cada una de las cuales funcionará como un molde para sintetizar una nueva compañera. Si todo sale bien, al final habrá dos moléculas idénticas del ADN original, ambas en doble hélice. De allí que la replicación sea clave para la herencia. Se suponen tres tipos de replicación del ADN: Semiconservativa. Tal y como se describió antes, las hebras se separan y de cada una de las antiguas se sintetiza una nueva. Conservativa. Tendría lugar si las dos hebras antiguas, luego de servir de molde, volvieran a juntarse con su antigua compañera y al final hubiese una molécula de ADN enteramente nueva, junto a la vieja que se reconstituiría. Dispersiva. Ocurriría si las hélices resultantes estuvieran compuestas por fragmentos del ADN viejo y del nuevo. Diferencias entre ADN y ARN El ADN y el ARN son cadenas de nucleótidos similares, pero se diferencian, como su nombre lo indica, en el tipo de azúcar presente en su estructura: desoxirribosa y ribosa, respectivamente. Además, el ARN es casi cuatro veces más grande que el ADN, y está compuesto por una hélice simple, en lugar de dos. Esta distinción también es funcional, obviamente, pues el ADN contiene el molde genético y el ARN es el encargado de ejecutarlo o transportarlo. El ADN no está disperso en nuestras células, está cuidadosamente empaquetado en estructuras llamadas cromosomas. ¿Sabías que, de no ser así, el ADN de una sola célula ocuparía más de 2 metros de longitud? El ADN está compuesto principalmente por cuatro sustancias químicas: adenina, timina, guanina y citosina, que se unen de un modo muy concreto: A con T, C con G. Para entender qué es el ADN debemos imaginarnos dos cadenas que se unen formando una doble hélice o una escalera de caracol; ésta fue descrita por primera vez en 1953 por James Watson y Francis Crick, lo que supuso un hito en la historia de la biología. Muchos, miles, millones de adeninas, timinas, guaninas y citosinas se unen formando una secuencia que sigue un orden determinado como, por ejemplo: ACTAGTCAGT. La secuencia completa de estas sustancias químicas compone nuestro código genético, nuestro genoma y determinadas secuencias de estas “letras” dan lugar a “frases” conocidas como “genes”.
Más allá del ADN: La Revolución Epigenética: Desde Mecanismos Celulares hasta Factores Ambientales: Cómo la Epigenética Moldea Nuestro Destino Biológico y las Implicaciones para la Salud, el Comportamiento y el Futuro de la Investigación