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1953.

Se descubre el secreto de la vida: el


ADN
Uno de los grandes logros médicos del siglo XX fue el descubrimiento del ADN, el
soporte físico de la herencia.

El 25 de abril de 1953 la prestigiosa revista Nature se hacía eco de un descubrimiento


sorprendente: el ADN tenía una estructura helicoidal y eso permitía explicar que
pudiese estar contenido dentro del núcleo celular.

La doble hélice

En 1952 dos científicos norteamericanos -Alfred Hershey y Martha Chase- habían


realizado una serie de experimentos en viru,s los cuales les habían hecho suponer que la
herencia se encontraba en el interior de los núcleos celulares, pero no en las proteínas,
como se intuía en ese momento, sino en un ácido nucleico (el ácido desoxirribonucleico
o ADN).

A pesar de este revelador avance científico Hershey y Chase no supieron explicar de


qué forma el ADN conformaba los genes y, lo más importante, cómo se disponía. Tan
sólo un año después, en 1953, el científico norteamericano James Watson (1928-) y el
biólogo británico Francis Crick (1916-2004) descubrieron que el ADN se disponía
formando una doble hélice anticomplementaria.

Desde entonces se sabe que el ADN se dispone formando una doble hélice dentro del
núcleo de las células, de forma que la parte central sea ocupada por las bases púricas y
pirimidínicas, y que en la parte externa se sitúen los residuos de los hidratos de carbono
(desoxirribosa) unidos al ácido fosfórico.

El secreto de la vida se anunció en un pub

La primera explicación pública del hallazgo de la disposición del ADN se produjo el 28


de febrero de 1953: Francis Crick anunció públicamente en el pub “The Eagle” de
Cambridge, un lugar donde solía acudir de forma asidua, que había descubierto “el
secreto de la vida”. Actualmente en una de las paredes del pub “The Eagle” hay una
placa conmemorativa que recuerda ese importante momento de la historia de la ciencia.

Este hallazgo, como tantos otros a lo largo de la historia, estuvo marcado por una fuerte
polémica. En la publicación de la revista Nature no se citaba un experimento realizado
por la científica Rosalind Franklin, del King´s College de Londres. Años atrás Franklin,
utilizando técnicas de rayos X, había conseguido deducir que las bases nitrogenadas de
los ácidos nucleicos se disponían de forma helicoidal, lo cual era un hecho trascendental
para la compresión final del modelo de la doble hélice.
¿Conocían Watson y Crick los trabajos de la doctora Franklin? No hay ningún resquicio
de duda de que conocían sus hallazgos. Al parecer en 1951 otro científico, el físico
inglés Maurice Wilkins, durante el transcurso de un congreso internacional celebrado en
Italia, mostró a Watson y Crick unas imágenes de los resultados de Rosalind Franklin.
Además, a partir de ese momento Wilkins se incorporó al equipo científico de Watson y
Crick y participó con ellos en el hallazgo definitivo.

Se han escrito ríos de tinta sobre la falta de ética profesional de Wilkins y el hecho de
que Rosalind Franklin no haya sido reconocida como coautora del descubrimiento de la
disposición del ADN. En 1962 el premio Nobel de Medicina y Fisiología fue
compartido por Watson, Crick y Wilkins, como premio a sus trabajados sobre la
comprensión del ADN.

Primer borrador del genoma humano

A partir del descubrimiento del ADN se produjo un desarrollo exponencial de la


biología molecular que terminaría en el año 2003 con la secuenciación completa del
genoma humano.

A lo largo de la década de los noventa se fueron produciendo pequeños avances: en


1995 se consiguió secuenciar el primer genoma de un organismo de vida libre, se
trataba del código genético del Haemophilus influenzae. Al año siguiente se completó el
genoma de una eucariota: la levadura Saccharomyces cerevisiae. En 1998 se dio a
conocer por vez primera la secuencia de una eucariota pluricelular: el nematodo
Caenorhabditis elegans.

En marzo del año 2000 dos grupos de científicos, uno encabezado por el doctor C
Venter –presidente de la empresa privada Celera Genomics- y otro dirigido por el
doctor G M Rubin, anunciaron que se acababa de secuenciar el genoma de la mosca de
la fruta (Drosophila melanogaster), un insecto con un genoma compuesto por unos
13.600 genes. ¡Cada vez los científicos estaban más cerca del genoma humano!

Tan sólo tres meses después, el 26 de junio de 2000, Craig Venter y Francis Collins –el
director del Proyecto Genoma Humano- consiguieron zanjar sus diferencias científicas
y anunciaron que se había logrado, mediante técnicas diferentes, el primer borrador del
genoma humano secuenciado. Consiguieron descifrar las partes esenciales del genoma
humano, se acababa de determinar el 90% de la información del genoma.

Proyecto genoma humano completado

En el año 2001 las revistas Science y Nature se hicieron eco de los resultados de los dos
equipos de investigadores (los del Proyecto Genoma Humano y los de la empresa
Celera Genomics) del proyecto genoma humano. En el año 2003 un consorcio
internacional formado por científicos pertenecientes a seis países diferentes descifró la
secuencia completa del genoma humano, dando por terminado su secuenciación.

Gracias a este proyecto sabemos que hay unos 35.000 genes en cada molécula de ADN
y que están formadas por unos 3 billones de bases químicas.
Del genoma a la primera célula sintética

En el año 2010 el científico Craig Venter, uno de los padres del genoma humano, da un
paso más y anuncia la creación de la primera célula sintética, abriendo una puerta hacia
la vida artificial. Los autores publicaron su estudio en la prestigiosa revista Science. El
genoma está copiado del genoma del Micoplasma mycoides (un agente infeccioso del
ganado) y ha sido sintetizado utilizando métodos químicos. El precio del experimento
es, de momento, poco competitivo: 40 millones de dólares.

La célula sintética de Venter es casi idéntica al modelo natural –los científicos


eliminaron 14 genes implicados en la patogenicidad-, esto significa que en sentido
estricto no se ha creado una célula nueva. Venter lo que ha hecho es copiar el genoma y
reconstruirlo en el laboratorio y a continuación ha trasplantado el ADN nuclear a la
célula de otra bacteria a la que se le había extraído el núcleo. El microorganismo
exógeno asumió el control y tomó las riendas de la célula. ¿Esto que demuestra?
Básicamente que la técnica de Venter es útil para generar células vivas a partir de una
secuencia genética. Este hecho tiene implicaciones científicas, éticas y filosóficas
infinitas.

Ante este gran paso y ante la ausencia de una legislación al respecto, el presidente de los
Estados Unidos, Barack Obama, ha encargado una comisión para que publique una serie
de recomendaciones legales sobre la creación de células sintéticas.

Referencias bibliográficas

. Dahm, R. Discovering DNA: Friedrich Miescher and the early years of nucleic acid
research. Human Genetics 2008;122:565–581.

. Franklin R, Gosling R. Molecular configuration in sodium thymonucleate. Nautre.


1953; Nature 171(4356):740-1

. Watson JD, Crick FHC. A structure for deoxyribose nucleic acid. Nature.
1953;171:737-8.

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