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TEORÍA CONSTITUCIONAL
En la cultura jurídica actual se diferencia con bastante nitidez entre criterios interpretativos
admisibles e inadmisibles.
Ahora bien, al igual que ocurre en el uso ordinario y cotidiano del lenguaje, también en el
derecho las palabras han de entenderse en el marco de su inserción contextual. Esto implica que los
términos se interpretan en el marco de lo que es la interpretación de conjunto de los enunciados
legales que los contienen, y tampoco los enunciados se analizan, al menos a efectos prácticos y
decisorios, aisladamente, sino en el ámbito más amplio de un determinado capítulo, de un cuerpo
legal y, en última instancia, del conjunto del ordenamiento jurídico-positivo. Así pues, la
interpretación jurídica en la práctica es siempre interpretación «total» (sistemática).
¿Qué hace que unos métodos se tengan por admisibles y otros no? Cada método
interpretativo generalmente admitido lo está en razón de su sustrato valorativo. En la metodología
jurídica se consideran válidos ciertos métodos, se hace así porque se estima que sirven a los valores
básicos que justifican el derecho y su práctica. Detrás de los métodos admisibles de interpretación
está la valoración positiva de cosas tales como la seguridad jurídica, el respeto a la autoridad
legítima, la coherencia del sistema jurídico o la sintonía del derecho con las necesidades y opiniones
sociales. Por ello, se consideran inapropiados como métodos de interpretación el estético o
teológico, porque servirían a valores personales de cada individuo (en la era moderna el gusto
estético y el sentimiento religioso han pasado a verse como manifestaciones de la conciencia
subjetiva).
3) en una tercera acepción, “Constitución” denota un documento normativo que tiene ese
nombre (o un nombre equivalente). La Constitución entendida como conjunto de normas
fundamentales es llamada a su vez Constitución en sentido “sustancial” o “material”. Al concepto
“material” de Constitución, entendido en este sentido específico, se conectan las nociones de
“materia constitucional” y de “norma materialmente constitucional”.
Se llaman materialmente constitucionales las normas “fundamentales” —en uno u otro
sentido — de todo ordenamiento jurídico.
Se llama materia constitucional el conjunto de objetos que son disciplinados por tales
normas.
✓ En tercer lugar, la Constitución se distingue de las otras fuentes del derecho en virtud
de sus destinatarios típicos: si no todas, casi todas las normas constitucionales se refieren no ya a
los ciudadanos particulares, y ni siquiera a los órganos jurisdiccionales comunes, sino a los órganos
constitucionales supremos (como: el jefe de Estado, las cámaras, el gobierno, la Corte
Constitucional, etcétera).
II - Poder constituyente, reforma y supremacía constitucional
Se sostiene que toda la teoría constitucional se asienta sobre la concepción de la
Constitución Nacional como norma suprema.
El “poder constituyente” es el pleno ejercicio de soberanía popular de la más alta raigambre.
Surge en los albores de la ruptura con los regímenes monárquicos. Su creador fue el Abate de Sieyès,
mentor de la Revolución francesa, quien imbuido de las teorías contractualistas pone en poder de
lo que denomina “tercer estado” –es decir la burguesía por oposición al clero y la nobleza– la
atribución de dictar el pacto fundacional.
Reforma constitucional
Podemos entender que las constituciones se clasifican en rígidas o flexibles, según sea su
proceso de reforma: será flexible si puede modificarse por el mismo órgano y bajo el mismo
procedimiento del dictado de una ley ordinaria o con presupuestos mínimos de intervención o, por
el contrario, será rígida si requiere para su dictado un proceso especial.
En el caso argentino, el procedimiento de reforma está contenido en el texto del artículo 30
de la propia Constitución:
“La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de
reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus
miembros; pero no se efectuará sino por una Convención convocada al efecto.”
El procedimiento de reforma
. Se consideran dos etapas:
1 – Etapa preconstituyente: según el art 30, la necesidad de la reforma debe ser declarada
por el Congreso de la Nación, con el voto de al menos las dos terceras partes de sus miembros. La
Ley Declarativa debe contener el límite material (los artículos a reformar), el límite temporal (en
cuánto tiempo se debe cumplir con la tarea), la cantidad y forma de elección de los convencionales
constituyentes, lugar de deliberación, presupuesto entre otras.
2 – Etapa de reforma propiamente dicha: está a cargo de la Convención Nacional
Constituyente, cuerpo colegiado especialmente electo por el pueblo que tiene a su cargo la reforma
del texto constitucional, según el límite material y temporal impuesto por la ley declarativa.
Supremacía constitucional
• Antecedentes y doctrina de la supremacía constitucional
Debe partirse de la existencia de una Ley Suprema o súper ley, a la que debe adecuarse todo
el sistema jurídico del Estado.
La norma suprema emana del Poder Constituyente como manifestación soberana del pueblo
de dictarse su ordenamiento jurídico, político, institucional. Esta instancia fundacional requiere un
proceso y un órgano especial para su dictado primero y para ser reformado luego.
Este principio de supremacía en un Estado Federal se vincula a la concordancia y coherencia
de una graduación de normas, incluso las del orden provincial.
La legislación no sólo debe conformarse a la Constitución Nacional, sino también a los
tratados internacionales.
Este instituto encuentra antecedente en el art VI de la Constitución de Estados Unidos.
El caso "Sojo" tiene una similitud con "Marbury" y es el que incorpora ese precedente a
nuestro derecho. Aunque la solución no es similar, ya que no se declara inconstitucional una norma.
El caso "Municipalidad de la Capital c. Viuda de Elortondo" de 1888 es habitualmente citado
como origen del control judicial de constitucionalidad en la Argentina porque es el primero que
establece la inconstitucionalidad de una ley federal.
Con estos fallos, se estructura la facultad judicial de declarar la inconstitucionalidad de una
norma emanada de los poderes públicos, siguiendo el razonamiento del precedente
norteamericano.
La Reforma en tela de juicio: el control judicial sobre los actos del poder constituyente derivado
Una vez sancionada la Constitución reformada, se suscitó un planteo sobre una de las
cuestiones modificadas por la Convención, dando lugar en el año 1999 a un fallo sin precedentes en
la teoría constitucional. Posteriormente, hacia 2017, la Corte revirtió su criterio.