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Teoría de la administración científica

La administración científica es una corriente del conocimiento, también llamada taylorismo, que


une al sector empresarial con la investigación científica. Surgió a raíz de una monografía publicada
en 1911 por Frederick Winslow Taylor, que estableció los principios de la organización para
las empresas industriales.

El nombre de administración científica se debe a la aplicación de métodos de la ciencia a los


problemas de la administración empresarial, con el objetivo de alcanzar una mayor eficiencia en la
producción industrial. Los principales métodos científicos aplicables a los problemas de la
administración son la observación y la medición de resultados.

Frederick Winslow Taylor

fue el creador de los principios de la administración científica, reconocido como el padre de la


contabilidad científica, luego de haber investigado las operaciones fabriles de manera sistemática.
Por eso el nombre que recibió su trabajo: “principios de Taylor” o “taylorismo”.

Taylor nació en 1856 en Pensilvania, Estados Unidos. Fue gerente de manufactura, ingeniero,
mecánico y, tras su investigación, se convirtió también en consultor administrativo.

Origen de la administración científica

La teoría de la administración científica surge a finales del siglo XIX en Estados Unidos, ante la
necesidad de aumentar la productividad debido a la escasa oferta de mano de obra.

La única manera de incrementar la productividad era aumentando la eficiencia de


los trabajadores y, para eso, la administración científica se enfocó en las tareas. Taylor llevó a cabo
un estudio de investigación y detectó los siguientes problemas comunes en las industrias de la
época:

 No existía ningún sistema efectivo de trabajo.


 No había incentivos económicos para que los obreros mejoraran su trabajo.
 Las decisiones eran tomadas de manera arbitraria, más que por conocimiento científico.
 Los trabajadores eran incorporados a su labor sin tomar en cuenta
sus habilidades y aptitudes.

Taylor elaboró varias hipótesis que, en la práctica, permitieron dar soluciones a esos problemas. A


través del análisis de cómo se realizaba el trabajo y de la observación directa respecto a cómo ese
trabajo afectaba la productividad, encontró las respuestas.

Su filosofía se basaba en que hacer trabajar duro a las personas no era tan eficiente como
optimizar la forma en que éstas hacían su trabajo. La obra completa de Taylor demostró que todos
los principios allí planteados podían ser aplicados en cualquier tipo de organización.
Los “principios de Taylor” y sus características

En 1911 Taylor publicó “los principios de la administración científica”, un documento que


explicaba las pautas que debía seguir la actividad empresarial para alcanzar una producción
industrial más eficiente. Los cuatro principios de Taylor eran:

 Reorganización del trabajo. Implicaba reemplazar los sistemas de trabajo ineficientes por


métodos que redujeran los tiempos de producción y la cantidad de maquinaria necesaria,
entre otros. Taylor investigó diversas maneras de alcanzar niveles óptimos de
rendimiento, por ejemplo, diseñó una pala que permitía ser manipulada durante varias
horas seguidas.
 Selección adecuada del trabajador. Implicaba evaluar la habilidad del trabajador para
designarle un puesto idóneo, en lugar de asignar roles sin tener en cuenta su capacidad.
De este modo, se podía mejorar el desempeño profesional porque el empleado se sentía
más motivado y satisfecho con su trabajo, lo que terminaba impactando en la
productividad de la organización.
 Cooperación entre directivos y el plantel. Implicaba la creación de cargos intermedios
para que actúen como responsables de supervisar y de asesorar de manera directa a los
equipos de trabajadores. De este modo, los gerentes y los operarios podían actuar bajo un
mismo propósito y alcanzar el buen funcionamiento de la organización.
 División del trabajo entre los responsables y los colaboradores. Implicaba definir de
manera clara, el rol de cada integrante de la organización. Era necesario que los gerentes
sean los responsables de la planificación y la dirección de la organización mientras que los
trabajadores se dedicaban a la ejecución de dichas decisiones. Esta articulación permitió
alcanzar una mayor eficiencia en los procesos de trabajo.
 Motivación de los trabajadores. Implicaba optimizar el salario del trabajador a fin de que
mejore su rendimiento además de que ocupara un puesto idóneo a sus capacidades.
Taylor promovió la idea de “un salario justo por un día de trabajo justo”, es decir, si un
trabajador no logró producir lo suficiente en un día, no debían pagarle tanto como a otro
trabajador que fue altamente productivo.

Ventajas de la administración científica

Las principales ventajas eran:

 Generar mayor especialización en el puesto de trabajo.


 Generar mayor eficiencia por parte de cada individuo.
 Plantear una división del trabajo que permitió planificar y obtener mejores resultados.
 Distinguir entre el trabajo manual y el intelectual.
 Ayudar a disminuir las presiones que solían recaer en un solo trabajador, al designar un
jefe por área.
 Promover el desarrollo personal a través del estímulo económico como incentivo.
Desventajas de la administración científica

 El principio de unidad de mando colectivo se desvaneció, lo que originó conflicto entre


trabajadores.
 La comunicación era descendente y el empleado no tenía capacidad técnica para opinar.
 La participación de los empleados era nula y se promovía la individualidad como
mecanismo de eficiencia.

El taylorismo con el paso del tiempo

Los “principios de Taylor” fueron la base de la administración empresarial a nivel mundial y


la cooperación resultante entre los trabajadores y los gerentes influyó de manera notoria en la
filosofía del trabajo en equipo. A partir del siglo XXI algunas ideas planteadas por el taylorismo
quedaron obsoletas o fueron mejoradas. Entre las nuevas pautas, se destacan las siguientes:

La mayor autonomía de los trabajadores. Para que puedan aplicar enfoques más apropiados en


su trabajo, rompiendo con la estructura piramidal o descendente del taylorismo donde el
trabajador no podía dar su opinión.

La gestión por objetivos. Establece que los gerentes deben participar del proceso de planificación
estratégica y unificar el consenso entre directivos y empleados, a diferencia del taylorismo que
mantenía una única estructura en la que los gerentes tomaban las decisiones y los trabajadores las
ejecutaban.

Las iniciativas de mejora continua. Implican que la empresa se cuestione todos los métodos de
productividad (no solo el trabajo del empleado) a fin de encontrar innovaciones, a diferencia del
taylorismo que sostenía que la máxima eficiencia en la producción recaía en el rendimiento físico
del trabajador.

La motivación a través de la valoración. De la persona por su aporte individual no fue


contemplado en la gestión científica del taylorismo que solo se centraba en la mecánica y su
recompensa económica.

Teoría de la Burocracia
Esta teoría surgió para solventar las limitaciones de la teoría clásica y la teoría de las relaciones
humanas que, por otro lado, eran opuestas y contradictorias entre sí. Así, Weber planteó esta
teoría de corte racionalista mediante un enfoque eficiente, siendo ésta aplicable a las fábricas y a
las diferentes formas de organización humana.

Max Weber

Maximilian Weber (1864-1920) fue filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y


sociólogo alemán. Se le considera el fundador del estudio moderno de la sociología y la
administración pública.
Weber inició el estudio sistemático de la burocracia. Desarrolló una serie de observaciones en
relación a ella y configuró las condiciones que contribuyen a ella, con conceptos como la economía
monetaria, el sistema capitalista, la revolución industrial, etc.

Teoría de la burocracia de Weber

La teoría de la burocracia de Weber consiste en una forma de organización jerárquica del


trabajo donde los funcionarios o trabajadores están especializados en su campo y funciones. Para
Weber, la burocracia es un instrumento de dominación.

Weber establece las condiciones para que una persona con poder justifique su legitimidad;
además, explica cómo los sujetos sobre los que se ejerce tal poder son sometidos a él.

Además de legitimar el poder, para que sea posible el ejercicio del poder es necesario cierto grado
de organización administrativa. La organización administrativa de tipo burocrático planteada por
Weber proporcionará el más alto grado de eficacia en el trabajo y la organización. El objetivo de
tal organización será resolver los problemas de la sociedad, y por extensión los de la empresa.

Como características positivas de su teoría de la burocracia versus otros tipos de organización del
trabajo, Weber defiende que esta es: precisa, rápida y uniforme, entre otras. Además, destaca que
su organización ahorra costos objetivos y personales.

Tipos de sociedad

Dentro de su teoría de la burocracia, Weber plantea 3 tipos de sociedad según sus características
que también las define como tipos de autoridad legitima:

1. Sociedad tradicional

Destacan el patriarcado y la herencia (por ejemplo, la familia).

2. Sociedad carismática

Destacan características místicas, arbitrarias y personalistas (por ejemplo, los partidos políticos).

3. Sociedad burocrática, racional o legal

Destacan las normas impersonales y la racionalidad (por ejemplos las grandes empresas). A partir


de ella explica su teoría de la burocracia.

Tipos de autoridad legítima

Asimismo, Weber define tres tipos de autoridad legítima:

 Autoridad tradicional.
 Autoridad carismática.
 Autoridad legal, racional o burocrática, propia de su teoría.

Ideas principales de su teoría

La teoría de la burocracia de Weber plantea tres ideas fundamentales características de la


burocracia:
1. Carácter legal de normas y reglamentos

Existen una serie de normas y reglamentos escritos en la burocracia, que están elaborados de
forma detallada y racional. Estos son coherentes con los objetivos de la burocracia.

Así, la burocracia se basa en una legislación propia que define su funcionamiento.

2. Impersonalidad

Todas las reglas, decisiones y cuestiones administrativas se formularán y registrarán por escrito.

El trabajador cumplirá su tarea de forma impersonal.

3. Jerarquía de la autoridad

La legislación comentada se compone de una serie de reglas abstractas y establecidas de forma


racional e intencional.

El sujeto con autoridad posee una serie de funciones, derechos y obligaciones. Este sujeto tiene
poder a razón de su cargo.

Por otro lado, el sujeto que obedece a la autoridad lo hace porque así lo determinan las leyes, y no
tanto por obedecer a la voluntad del jefe.

4. Profesionalización y racionalidad

Cada profesional será seleccionado por su grado de preparación y especialización en la materia.

El trabajo a desarrollar se planteará como una carrera donde uno puedo ser promovido
(ascendido) según su antigüedad, capacidad y conocimientos técnicos.

5. Máxima división del trabajo

Existen una serie de cargos de poder dentro de la organización burocrática. Cada cargo de poder
obedece a una serie de competencias, que están delimitadas a partir de una serie de reglas.

Los cargos se organizan de forma jerárquica; así, cada cargo está bajo el control y supervisión de
un cargo superior. Cada sujeto será responsable de sus decisiones y acciones, así como de las de
sus subordinados.

6. Determinación de reglas

Las reglas y las normas rigen la conducta de los trabajadores. Cada una de ellas se aplica a cada
caso y situación en concreto de forma coherente.

Efectos de la burocracia

Weber plantea una serie de efectos surgidos a partir de su organización burocrática: por un lado,
la organización burocrática ayudará a prever el comportamiento humano, y por el otro, facilitará la
estandarización del desempeño de los trabajadores.
Como se ha comentado anteriormente, el objetivo último será disponer de una mayor eficiencia
en todos los procesos y cargos desarrollados en la empresa, es decir, la máxima eficiencia de la
organización.

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