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Sin embargo, con el tiempo, se han ido difundiendo noticias y rumores, que se siguen
multiplicando y magnificando con el desarrollo de este increíble medio de comunicación que es
Internet… el Romance Anónimo no es ya sólo un producto del genio folclórico español, sino
también del folclore ucraniano, y además parece no ser anónimo, pues hay una lista
considerable de autores que se atribuyen, o a los que se atribuye su autoría.
¿Cuál es la verdad?
Aunque hay noticias más fiables que otras, por ahora no he encontrado nada que pruebe
concluyentemente ninguna de ellas. Sin embargo, un repaso por ellas puede resultar interesante
(y espero que entretenido). El presente artículo es una recopilación de datos recogidos a través
de diversos medios. La investigación sigue en marcha y tengo la esperanza de que quizás se
aclare algún día la autoría y el origen real de esta obra.
Muy recientemente, en otra entrevista para una cadena de TV. Japonesa, la Viuda de Yepes
sigue defendiendo el Romance como obra de su difunto esposo 2 . Sin embargo, la actitud del
propio Yepes y/o sus editores frente a la autoría no es siempre tan clara: en su edición impresa
de la banda sonora de Juegos Prohibidos, la presenta con el título de “Romance”, y como arreglo
suyo de una obra anónima3 . En la propia película, los créditos de Yepes son de ” adaptación
musical e interpretación”, y en las ediciones más recientes de Deutche Gramophon (en CD) de
sus grabaciones, la obra aparece como anónima.
Como veremos enseguida, hay evidencia de que esta obra existía ya en prensa antes incluso de
que Yepes naciera. Yepes no ha podido componer el Romance, pero, paradójicamente (al menos
en España), es su autor legal. Lo tiene registrado en la Sociedad General de Autores de España
como “Romance“, de “Juegos Prohibidos“4 . La explicación que me dieron en la SGAE fue un
tanto pintoresca: después de hacerme tatarear la melodía, para asegurarse de que hablábamos
de la misma música, me aclararon que efectivamente, se trata de un arreglo que Yepes compuso
sobre la letra de unos autores franceses, para la película de “Juegos Prohibidos”, y que los
derechos de autor seguían vigentes. No se puede negar que Yepes tuvo una inspiración de gran
valor comercial, pero al fin y al cabo no deja de ser un acto más de apropiación, dentro de lo que
parece una oscura pero arraigada tradición en el mundo de la guitarra.
Yepes tiene el mérito de haber escogido esta composición para una película que ahora es un
clásico del cine. Cabría preguntarse por qué sólo el Romance Anónimo se ha hecho universal,
mientras que las demás obras que incluyó en la banda sonora de la película, también pequeñas
joyas musicales, no han seguido la misma suerte. No creo exagerado decir que la superviencia de
esta obra en el repertorio se la debemos a Narciso Yepes.
2.-Vicente Gómez
La primera duda seria sobre la autoría de Yepes (que di por buena desde aquella entrevista de
televisión), me la despertó un álbum de partituras de guitarra que compré bastante después, en
1987. Por cierto, que fue la primera vez que vi la música del Romance impresa5 . En las
anotaciones al Romance de la citada edición, se comenta:
“Esta composición es un arreglo que aparece interpretado en la película española “Sangre y
Arena”, y en la película francesa “Juegos Prohibidos”. Aquí presentamos la pieza tal como se
interpretó en “Juegos Prohibidos”, con otra composición insertada en su parte central”. 6
Aunque es cierto que hay varias películas españolas con el título de “Sangre y Arena”, basadas
en la novela homónima de Blasco Ibáñez (en la más reciente actúa una entonces desconocida
Sharon Stone), no es ninguna de ellas la que tuvo el honor de “estrenar” el Romance.
Es Matanya Ophee quien me facilitó el dato correcto7 . La película en cuestión no es española. Se
trata de una producción de Hollywood: “Blood and Sand” (Sangre y Arena), protagonizada por
Tyrone Power en el papel de torero, basada también en la famosa novela, rodada en Méjico, y
estrenada en 19418 . El guitarrista que interpretaba el Romance en esta ocasión era Vicente
Gómez, y según Ophee, también se atribuía la autoría de la obra. Gómez aparece en la película
como actor, en el papel de guitarrista.
Vicente Gómez nació en Madrid en 1911, y murió en Los Ángeles el 23 de diciembre de 2001 9 .
Niño prodigio y reconocido virtuoso guitarrista, tanto clásico como flamenco, al estallar la
Guerra Civil realiza giras por varios países, para ir a parar finalmente a Nueva York. Allá el éxito
es imparable, y no solo actúa, sino que también graba y edita sus composiciones 10. No es de
extrañar que los productores de Hollywood no tuvieran dudas con él a la hora de buscar un
pintoresco fondo musical para Sangre y Arena. Gómez tuvo el acierto de escoger e interpretar
entre otras obras el Romance (y apropiárselo) para la película. Sin embargo, no tuvo la fortuna
de Yepes en lo que se refiere al éxito de la película en sí, que como tal, y a pesar de un oscar por
su cuidadísimo montaje cinematográfico, ha caído en un total olvido. El Romance contrasta,
dentro de un ambiente completamente flamenco de pandereta, como fondo y leit-motif musical
en las escenas románticas. Se suceden variaciones de guitarra sola, guitarra con orquesta,
orquestal y cantada. Los diferentes arreglos (salvo el original de guitarra sola), en un estilo
excesivamente sentimental, muy típico del Hollywood de la época, se deben al autor de la banda
sonora, el compositor y director Alfred Newman.
Gómez editó su versión del Romance en 194011 11-13 años antes que Yepes-, con el siguiente
título: “Romance de Amor, Canción Tema, Música de Vicente Gómez”.
A diferencia de la versión “minimalista” de Yepes, Gómez deja patente su habilidad y fantasía
como improvisador, creando pasajes espontáneos y coloristas: añade una introducción (nada
despreciable) de ocho compases, y también adorna algo más las conexiones entre las partes
del Romance en sí, con glisandos, armónicos y notas de enlace.
Por lo demás, esta versión es casi idéntica a la de Yepes. La diferencia más interesante está en el
compás 29, donde el bajo es Si (no Mi como en Yepes, y como se suele interpretar ahora), y el
arpegio de acompañamiento desciende Re(#)-La (no Si-Sol(#)), como también se suele
interpretar ahora), lo cual supone un matiz armónico importante.
También, la versión de Gómez es la única (entre las que he visto) donde en los compases 31 y 32
introduce una modificación en el Sol, haciéndolo natural, y definiendo así un final en tono
menor (dentro de la sección en tonalidad mayor).
Y,finalmente, a pesar de que se adjudicó la paternidad de la obra, y la publicó trece años antes
que Yepes, hay evidencia de al menos dos ediciones impresas anteriores, e indicios de alguna
versión más, que dejan claro que el Romance Anónimo ya llevaba muchos años compuesto
cuando lo publicó Gómez.
Cabe pensar que el Romance de del Castillo pueda corresponderse con su “Romance sans
paroles“, que junto con su “Esquisse musicale” nos describe Prat en su Diccionario como obras
sencillas en composición y fáciles de ejecución, que se reeditaron varias veces dada la
popularidad que adquirieron. Dotras nos cuenta que la obra se imprimía de forma rudimentaria
en la Sociedad de amigos de la Guitarra en París, donde se abonaba una pequeña tasa en
concepto de derechos de autor a favor de David del Castillo19 . Aún así, y aunque se conservan
varias composiciones de David del Castillo, todavía no he dado con nadie que conserve un
ejemplar suyo del famoso Romance20 . Sin ello, no es posible ni situarlo precisamente en el
tiempo, ni compararlo con las otras versiones que conocemos de la misma época.
El testimonio de Dotras también es especialmente interesante por la conexión que establece
entre David del Castillo y Fernando Sor21 . Además aporta comentarios reveladores acerca de la
gestación del famoso Concierto de Aranjuez, aunque no es este el lugar para hacer comentarios
sobre ello.
6.- Antonio Rubira
Según Matanya Ophee22 , la primera edición impresa del Romance se debe al español Antonio
Rubira, quien la publicaría en 190023 . Lo poco que se sabe de Rubira se lo debemos de nuevo a
Prat24 , quien nos menciona su estancia en Buenos Aires en 1881-84, y de quien dice compuso
un “Estudio de arpegio” que “por su sencillez y agradable melodía mereció reiteradas
ediciones“. Hoy no pocos musicólogos piensan que ese estudio de arpegios pueda coincidir con
lo que hoy conocemos como Romance Anónimo. Dice Francisco Herrera que fue el uruguayo
Cedar Viglieti quien atribuyó a Rubira la paternidad del Romance25 . El mismo Herrera
proporciona un listado de ediciones del Romance de Rubira26 , aunque ninguna anterior a 1940,
y todas ellas posiblemente con revisones editoriales. Aún no he sido capaz de poner la vista
sobre la edición de 1900 a la que se refiere Ophee, por lo que en este momento no puedo añadir
posteriores comentarios.
Lo que más debilita el argumento de Herrera es la propia composición en sí. El Romance es una
obra exquisita, pero completamente lineal y también muy simple en el desarrollo armónico y
contrapuntístico. Si nos fijamos en cualquier composición de Sor ( incluso las obras más
sencillas, como pueden ser su Op. 60 nº1 ó 2), se evidencia una complejidad y maestría
polifónica y contrapuntística que es completamente ajena al carácter del Romance28 . De hecho
sería un excelente ejercicio el intentar armonizar esta melodía con arpegios al estilo de Sor. A
todas luces, sería una composición radicalmente distinta.
La atribución de la melodía, (que no de la armonización), a Sor puede ser más verosímil, ya que
es muy próxima al carácter poético y melancólico de muchas de sus melodías originales, aunque
no deja de ser aventurada.
Aún así, el manuscrito “Melodía de Sor” no deja de ser interesante. Al ser la base de la edición
Fortea, es natural que sean casi idénticas. Sin embargo hay una diferencia importante: el
arpegio del manuscrito es ascendente (si-sol-si), no descendente como lo conocemos ahora (si-
si-sol). En este sentido, creo recordar que la mayoría de los estudios de arpegios que recuerdo de
Sor, Carcassi, etc, son con el arpegio ascendente, en teoría más difíciles de ejecutar que los
descendentes. Sí que hay un hermoso estudio de arpegios (descendentes) de Tárrega, también
en Mi menor, y de una ambiente armónico y melódico muy próximo al del Romance29 . Tanto
Fortea como Llobet podrían haber tenido en mente la composición de su maestro a la hora de
elaborar sus respectivos arreglos30.
Otro detalle que aparece únicamente en el manuscrito es una nota de adorno en glisando, en el
primer tiempo del 5º compás, de SI a MI. Herrera omite este adorno en su transcripción.
La melodía, por su carácter, bien prodría ser rusa, o ucraniana. Pero entonces, ¿por qué hay tal
multitud de guitarristas españoles empeñados en componer o arreglar una y otra vez esta
melodía, y ninguno ruso o ucraniano?, ¿Por qué en las ediciones rusas del Romance se sigue
considerando la obra como tradicional española?, ¿existe esta melodía en alguno de los
cancioneros españoles o ucranianos o rusos?
Por otro lado, la cantidad de arreglos tan similares que aparecieron en los primeros 30 años del
siglo XX, hace pensar que la fuente de todos ellos fuera la misma. ¿Es posible que Rubira tuviera
otro manuscrito anónimo de la “melodía de Sor”, mejor guardado que el de Fortea, de forma que
nunca haya salido a la luz? ¿por qué Fortea nunca hizo mención a Sor, a pesar de contar con el
manuscrito? ¿también pensaba que la atribución a Sor era inverosímil? ¿pudo pasar de manos
de Rubira a Fortea? ¿Cual es la fuente de Llobet? ¿Tiene Tárrega algo que ver en todo esto?
La lista de preguntas sería interminable. Es posible que a base de perseguir documentos y de
seguir indagando, se pueda contestar a alguna de ellas. Pero en mi experiencia de los meses que
he estado trabajando en este ensayo, cada dato o información nueva que he conseguido, no ha
hecho sino multiplicar las dudas sobre esta composición. Y posiblemente siga siendo así. De
momento, para mí, a pesar de haber sido compuesto tantas veces, el Romance sigue siendo
Anónimo.