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EMPRENDER EN EL ÁREA MUSICAL EN EL SIGLO XIX

Cuando no se pertenece a un círculo familiar y social económica e intelectualmente


privilegiado suele verse con recelo el que las personas elijan una carrera artística, como por
ejemplo la música, como proyecto de vida. Los reparos recibidos, así como las mismas
dificultades que se presentan para tomar esta decisión, en gran parte tienen que ver con la
incertidumbre respecto al campo laboral y, por tanto, a la viabilidad económica de la
misma. Una de las rutas que se presentan como opción para viabilizar el proyecto de
dedicarse al arte es el emprender con el mismo; lo que nos lleva necesariamente a
preguntarnos ¿Qué características exige el mundo actual para el emprendedor del
ámbito musical?

El músico y el emprendedor: obstinación, resiliencia y motivación

Lo primero que consideramos necesario mencionar es el hecho de que lo que se consideran


como características ideales en un emprendedor -creatividad, disciplina, visión
largoplacista- no son antagónicas a las características de un músico; de hecho, son similares
y se relacionan directamente con el quehacer musical. Por ejemplo, la creatividad del
emprendedor es similar a la del músico en tanto ambos deben estar en la capacidad de
proponer soluciones creativas a problemáticas específicas de su área; tanto el músico como
el emprendedor requieren disciplina y proyección para lograr sus objetivos.

Otro aspecto que ambos trabajos comparten estrechamente son las presiones sociales en las
que ambos se ven inmersos. Tal como lo señalaba el video “Historias de bolsillo” nuestro
círculo cercano está compuesto por personas que, lejos de entender o motivar, van a evaluar
de manera negativa nuestras decisiones; además de apelar siempre a volver a la normalidad,
a “corregir el rumbo” y retomar una vida convencional: tener trabajo en empresa, estudiar o
dedicarse a algo de plata, etc. Allí emerge otra característica importantísima del
emprendedor/músico y es la capacidad de recordar el porqué de su elección, de -en medio
de un ambiente desfavorable- apelar a su perseverancia, de motivarse y no temer al fracaso.

Emprender en la era de la información y la comunicación

La revolución digital de las últimas dos décadas ha traído una serie de cambios enormes en
tema de cómo nos comunicamos, cómo nos relacionamos, y hasta de cómo consumimos.
En la actualidad los espacios físicos, como vitrinas o tiendas, son reemplazados por
posicionamientos en el ciber espacio; cada vez se imprimen menos volantes, afiches o
tarjetas, éstas son reemplazadas por publicidad digital, imágenes y anuncios en redes.
Así mismo se ha expandido el concepto de lo que es posible comerciar y ser transado,
asistimos a un auge en oferta de servicios.
Esto conlleva a que el emprender en la época actual implica algo más actitud, capital o
tener un buen producto. Demanda una serie de habilidades que nos permitan generar un
espacio en medio de la saturación actual de productos y servicios ofertados como, por
ejemplo, la innovación, la capacidad de generar asociaciones, redes y hasta el manejo de
herramientas digitales.

Labores y oficios del músico emprendedor

Partiendo de que el oficio del músico, de lejos, no es ajeno a los dramáticos cambios de
nuestra época, ni es inconciliable con la labor del emprendimiento, se hace necesario
preguntar por ¿cuáles son los roles del músico en la sociedad actual? Y ¿de qué manera
se puede emprender con ello?

De antaño bastaba con ser un excelente instrumentista, cantante, compositor, interprete y


tener algo de suerte para vivir de la música. Actualmente el músico es requerido en roles,
además de los propios de la música, como la producción de audio, su promoción y su
distribución. En el ámbito de la docencia son demandadas metodologías virtuales, a
distancia y materiales de apoyo que propendan por el aprendizaje autodidacta y masivo. El
auge de los almacenamientos digitales ha posibilitado que la música esté en todas partes,
pero asi mismo ha revalorizado la música en vivo. En el ámbito comercial, audiovisual y
demás nunca fue más importante el componente musical y sonoro.

Todo esto abre un abanico inmenso de posibilidades que no se limitan solo a la generación
de recursos o de oportunidades laborales momentáneas, sino que posibilita el
emprendimiento como proyecto de independencia económica, de asociación con otros
músicos, de creación de empresas lideradas por lo mismos artistas, de la posibilidad de que
los intérpretes, compositores, docentes, sonidistas, ambientadores, directores, se
desvinculen de su labor como algo específico y puedan plantearse la organicidad en la labor
musical.

Conclusiones

- El músico es por excelencia un emprendedor, en tanto requiere para su oficio


características como la creatividad, la innovación, la resiliencia y la capacidad de
proyectar a largo plazo.
- Si bien el mundo, en su avance tecnológico, cambió radicalmente la forma en la que
se consume y se escucha la música; también amplió los oficios y roles en los cuales
se puede desempeñar un músico y, por tanto, en los cuales puede emprender.

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