QUINCENARIO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE MONTEVIDEO 13 DE MAYO DE 2023 I N°538 I AÑO XXIII PRECIO $45

ENTRE TODOS

Jacinto Vera es beato

ROMINA FERNÁNDEZ

La Iglesia y el pueblo uruguayo vivieron un día histórico

JACINTO VERA
ENTREVISTA Sociedad
El correo lanzó Concilio Vaticano II:
Dialogamos con el Card. una hoja filatélica
un paso, un camino
Paulo Cezar Costa por la beatificación
del primer obispo
PÁGINAS 12 y 13
uruguayo PÁGINAS 24 a 26
PÁGINA 22

2 JACINTO VERA
El beato del pueblo
La celebración tuvo diversas muestras de fe y creatividad. R. FERNÁNDEZ
LEANDRO LIA
Redacción Entre Todos
La beatificación de Mons. Jacinto
Vera generó el disfrute de los fieles
desde todos los rincones del país.
Y
ya lo ve, y ya lo ve, Jacinto
Vera, beato es. El canto
bajó de los anillos de
la Tribuna Olímpica en
reiteradas ocasiones, mientras
el bullicio era cada vez mayor. La
ceremonia del rito de la beatifica-
ción iniciaba a partir de la santa
misa, a las 16 horas, pero mucho
antes las gradas del mítico estadio
ya estaban colmadas.
“Jacinto es nuestro”, había
dicho Mons. Alberto Sanguine-
tti, obispo emérito de Canelones,
durante el acto académico que se
desarrolló en marzo, en la parro-
quia Nuestra Señora de los Dolores
(Tierra Santa). El pasado sábado,
precisamente, quedó demostrado:
Jacinto es de todos —creyentes y
no creyentes—.
La fuerza de la fe
Cuando el reloj aún no marcaba
la una de la tarde, ya había una
decena de personas aglomera-
das en el acceso a la puerta 1 de la
Tribuna América. Algunas lleva-
ban banderas, mientras que una
señora miraba reiteradamente a
través de la reja que impedía el
ingreso a la tribuna. En los medios
había trascendido que las puertas
se abrirían a partir de esa hora,
pero la ansiedad pudo más.
En las puertas de la Tribuna
Olímpica ya había por lo menos
una decena esperando en cada
ingreso, mientras que, poco a poco,
decenas de ómnibus comenzaron
a estacionar en los alrededores del
mítico Estadio Centenario.
Aquel 6 de mayo parecía una
tarde de sábado cualquiera. Las
personas comenzaron a entrar al
estadio. Pero el movimiento no era
nada habitual.
Para sorpresa de propios y
extraños, el marco de público era
para la celebración de la beatifica-
ción de Mons. Jacinto Vera. Exac-
tamente al mediodía, la Arquidió-
cesis de Montevideo ratificó que la
santa misa se celebraría en el sím-
bolo por excelencia para el fútbol
uruguayo, aunque los pronósticos
y las lluvias de la mañana no pare-
cían ser el mejor augurio.
Con mayor fe que convicción,
cientos y cientos de fieles comen-
zaron a teñir los tres anillos de
la Tribuna Olímpica. Entre para-
guas e impermeables, el color
tampoco había faltado a la cita.
También una llovizna persistente
dificultaba la tarea de los más de
cuatrocientos servidores volunta-
rios presentes.
Las estimaciones finales indi-
can que casi veinte mil personas
presenciaron la celebración. La
fiesta fue total.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
«Estar en el
lugar fue una
experiencia
encantadora,
algo
indescriptible»
Gabriela Vargas
Jacinto de todos
Libros, historias, una hoja filaté-
lica en su honor y hasta un cómic
propio. En las últimas semanas ha
quedado en evidencia que el pue-
blo se apropió de Jacinto Vera y le
rindió un justo homenaje a alguien
que forma indudablemente parte
de su cultura.
Pero, ¿ocurre también fuera de
fronteras? “Era la primera vez que
entraba al estadio, y entre el clima,
la gente y el estar en un evento tan
grande, lo viví con mucha emo-
ción”, afirmó Gabriela Vargas (30)
luego de culminada la celebración.
Para ella, ciudadana venezolana
y oriunda de Maracaibo, fue una
experiencia movilizadora: “Tenía
mucha ansiedad antes y estar en el
lugar fue una experiencia encan-
tadora, algo indescriptible. La
gente estaba tan feliz que también
te transmitía todo eso. No había
tenido la posibilidad de asistir o
de participar de alguna forma en
la beatificación de alguien más, ni
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13 de mayo de 2023
en Venezuela ni en otros lugares.
Gracias a Dios tuve la posibilidad
de vivirlo acá y fue emocionante”.
Vargas, quien pertenece a la
parroquia del Inmaculado Cora-
zón de María, reconoció la impor-
tancia de conocer a nuestro obispo
gaucho. “De las cosas que más me
llamó la atención de su historia
fue la entrega total, incluso de su
misma ropa. Ni me puedo imagi-
nar cómo pasaba, pero tenía un
nivel de servicio total hacia los más
necesitados, que fue lo que más
me marcó. Fue ejemplo de humil-
dad y caridad, y es un digno ejem-
plo para toda la Iglesia”, remarcó.
En la misma comunidad
parroquial también está Jhona-
tan Rodríguez (30), proveniente
de la ciudad de Valencia y quien
resumió la beatificación como un
momento impactante. “Me impre-
sionó cómo, a pesar del clima,
había tantas personas de fe con-
gregadas participando de este
gran momento histórico para la
Iglesia del Uruguay”. En su caso,
también era su primera experien-
cia en una beatificación: “Siendo
para mí la primera celebración
de este tipo, me generó un senti-
miento de gratitud. Es una alegría
poder participar de una Iglesia que
mantiene vivo el legado de Jacinto
Vera. Él fue testimonio de Cristo”.
“Agradezco también a la
comunidad donde pertenezco
por haber vivido esta experien-
cia. Esta celebración de la beati-
ficación de Jacinto Vera genera
un sentimiento especial, incluso
para mí, como extranjero, como
para muchísimos uruguayos que
hoy estuvieron aquí presentes. En
mi caso fue una experiencia única
y una oportunidad que me ayudó
también a retomar mi vida como
Iglesia. Encontramos en el ejem-
plo de Jacinto Vera mucho entu-
siasmo por todo el recorrido que
hizo en Uruguay y proclamar la
Palabra de Dios en cada rincón. La
imagen que me llevo de él es que
fue un gran misionero, un gran ser
humano y un gran hombre, que
JACINTO VERA 3
quedó en la historia”, detalló. declarado beato, que fue cuando
salió el sol. Es un signo más, sen-
La presencia del interior cillo y natural, pero significativo
El entusiasmo por la beatificación para el alma”, resumió.
estuvo presente en todos los rin-
cones del país. De hecho, hubo Una celebración histórica
comunidades provenientes de los «La lluvia no La misa de beatificación estuvo a
diecinueve departamentos. cargo del Card. Paulo Cezar Costa,
Por ejemplo, desde una comu- los detuvo y enviado del papa Francisco para la
nidad de Trinidad, vinieron dos ocasión. También estuvo presente
ómnibus contratados, sumados a eso es algo que Mons. Gianfranco Gallone, nuncio
dos camionetas y algunos vehícu- apostólico en Uruguay.
los particulares. “La beatificación recordaremos Asimismo, se hicieron presen-
se vivió con mucha expectativa. tes diversas autoridades, entre las
Incluso muchos que no pudieron en el corazón» que destacaron el presidente de la
participar, la escucharon y la vie- república Dr. Luis Lacalle Pou y la
ron por diferentes medios y redes vicepresidente Esc. Beatriz Argi-
sociales. En lo personal, eso me P. Gabriel Rainusso món, pero que incluyó a diversos
llenó el corazón”, reconoció el P. integrantes —senadores, dipu-
Gabriel Rainusso, actual párroco tados—, integrantes del cuerpo
de Nuestra Señora de Luján. diplomático —embajadores,
El sacerdote explicó que la climática. La lluvia no los detuvo y representantes consulares—, y
participación en la beatificación eso es algo que recordaremos en el ministros, subsecretarios de car-
implicó un proceso previo: “Como corazón. La misa también tuvo un tera, ediles, e incluso expresiden-
comunidad nos fuimos prepa- signo muy importante cuando fue tes de la república.
rando. Primero con el librillo de
Jacinto Vera, que se difundió lo
más posible entre la gente. Des-
pués también tuvimos un encuen-
tro diocesano el Miércoles Santo,
en donde hubo una charla del P.
Gabriel González en la que habló
sobre la misión de Jacinto Vera: lo
que él había hecho y cómo se había
ido ubicando en la misión que le
tocó, primero como vicario y luego
como obispo. Después nos fuimos
formando en un gesto de religio-
sidad popular que tenemos en la
parroquia, que es la Caminata de
la fe. Ahí fuimos transmitiendo y
acompañando con música y algu-
nos gestos o signos de su vida, a
la comunidad. Así llegamos a con-
formar la delegación, que se formó
con treinta y cuatro personas de
la parroquia y otras dieciséis del
colegio, más otros fieles que fue-
ron por su cuenta”.
¿Cómo vivieron la ceremonia
de beatificación? Sin dudas, de una
manera especial: “En lo personal,
me llenó el corazón. Hubo signos
muy importantes, como por ejem-
plo la cantidad enorme de fieles
presentes a pesar de la adversidad

4 JACINTO VERA
Jacinto Vera en el
corazón de la gente
Tres historias de intercesión del
nuevo beato uruguayo
FABIÁN CAFFA
Redacción Entre Todos
A
gosto de 2006. Eduardo
y su esposa Raquel espe-
raban a su primera hija.
Hasta ese momento
todo había transcurrido con nor-
malidad. Era el séptimo mes de
embarazo. Los futuros padres con-
currieron al control habitual. El
doctor Amílcar Peluffo —fallecido
en 2015— encontró algo en la eco-
grafía que lo asustó, porque nunca
había visto algo así en sus años en
la medicina. María Pía, la bebé que
venía en camino, tenía un tumor
debajo del cerebelo.
Peluffo le pasó la ecografía a
Agustín Dabezies, ginecólogo,
que también se sorprendió al ver
el diagnóstico. Nadie entendía
cómo el tumor había aparecido de
un mes para el otro. A la semana
siguiente, se realizó otra eco-
grafía con el mismo resultado. El
tumor tenía entre treinta y cinco y
sesenta milímetros.
La situación era desoladora
para Eduardo y Raquel. No encon-
traban una respuesta que los ali-
viara. Días después, otro médico
mandó a hacer una ecografía
3D, que en ese entonces era algo
nuevo para el Uruguay. Pero el
panorama seguía siendo angus-
tiante. La doctora que los atendió
también quedó asombrada al ver
que el tumor seguía creciendo.
Las noticias no eran para nada
alentadoras. "Vivíamos rezando y
vivíamos preocupados. Los pronós-
ticos eran totalmente negativos. Se
hablaba de una posible operación",
dice Eduardo a Entre Todos.
El miércoles 20 de setiembre, a
las 15.15 horas, María Pía nació en
el Hospital Británico. En el parto
estuvieron presentes Dabezies y
Fernando Prego, quien después
sería el pediatra de la niña. El naci-
miento de María Pía fue normal,
no hubo ningún tipo de inconve-
niente. Su peso y su estado fueron
normales. "Mi hija era preciosa,
pero tenía eso", recuerda Eduardo.
Después que la revisaron y la
midieron, la recién nacida fue tras-
ladada a una cuna y le hicieron una
tomografía computada.
Sobre las 20 horas, Eduardo
pudo volver a ver a su hija. “Estaba
llena de cañitos”, comenta. Al
día siguiente le hicieron una
resonancia.
El viernes, el resultado que les
dio el neurocirujano era muy poco
alentador. Les dijo que a María Pía
le quedaban pocos días de vida. El
tumor seguía creciendo y pasó a
medir ocho centímetros de largo
y tres centímetros de diámetro. En
la ficha, el médico escribió textual-
mente: "No hay nada para hacer". Y
lo firmó. Después, Eduardo fue al
Registro Civil para anotar a su hija.
En el camino, llamó a su primo, el
P. Gabriel González Merlano.
“Nació tu ahijada. Ahora sí, está
muy comprometida. Está en una
situación muy delicada y le queda
poca vida”, le comentó Eduardo al
P. Gabriel. “Quedate tranquilo. El
domingo la bautizamos y vamos a
pedir la intercesión de Jacinto”, le
dijo su primo.
El P. Gabriel le envió a Eduardo
una oración por correo y los invitó a
rezar. Se armó una cadena de oración
para pedir la intervención de Jacinto
para la curación de María Pía.
Jacinto Vera, testigo de Jesús. R. FERNÁNDEZ
El sábado la niña recibió el alta
y el domingo fue bautizada por el
P. Antonio Ketchedjian en la Igle-
sia Armenia. "El bautismo era entre
alegría y velorio. Estábamos todos
callados. No era un momento de
fiesta. No había ánimo, pero había
fe. Antes de bendecir el agua, el
sacerdote pidió a Jacinto Vera que
intercediera para curar a María Pía,
y después bendijo el agua con el
rito normal”, cuenta Eduardo.
Los primeros días de vida de
María Pía fueron normales. Se ali-
mentaba bien y tenía un control
médico cada diez o quince días.
Eduardo recuerda las palabras que
le dijo Prego en aquel momento:
"Tengan fe que los milagros exis-
ten". Al mes de nacida, a María Pía
se le realizó una tomografía que
indicaba que el tumor se había
reducido a la mitad. Además, había
mejorado su frecuencia cardíaca y
había aumentado de peso.
El 5 de diciembre de 2006, tras
realizarle una resonancia magnética,
los médicos observaron que a María
Pía se le había ido el tumor comple-
tamente. Todo había desaparecido,
hasta los coágulos. “Fue todo muy
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
rápido. Pasamos de la tristeza a la
alegría extrema”, dice Eduardo.
La vida de María Pía transcurrió
de manera normal, nunca tuvo una
secuela. Hoy tiene dieciséis años
y cursa 5° Científico en el liceo
Sagrada Familia. Su deseo es estu-
diar Ingeniería. Además, es anima-
dora de niños y este año ingresó
al grupo de misión. "Ojalá que sea
como Jacinto en sus misiones por
los barrios y por los lugares que les
toque ir. Deseo que pueda brindar
parte de su vida a Dios", anhela
Eduardo. María Pía creció en la fe
y desde pequeña fue a misa. En su
colegio recibió la primera comu-
nión por parte de su padre, que es
diácono permanente.
Al poco tiempo de que María
Pía se curó, su padre quiso presen-
tar su caso para que fuera tomado
como un posible milagro. Reunió la
documentación, los análisis médi-
cos y los testimonios. Sin embargo,
le aclararon que a su hija le faltó
que le hagan un cateterismo cere-
bral. “La gracia estuvo presente, la
sentimos, la vivimos y seguimos
hasta hoy con Jacinto más que
nunca”, comparte Eduardo.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
***
Noviembre de 2013. Juan no
recuerda lo que le sucedió. Todo
lo que sabe es en base a relatos
de sus familiares y allegados. Su
esposa es la que se acuerda de la
historia con lujo de detalles, pero
prefirió no hablar.
Juan es médico. El sábado 9
trabajó hasta la madrugada en la
emergencia del sanatorio Ameri-
cano y de noche fue a comer a una
parrillada. Posteriormente, tenía
una consulta pendiente en un CTI.
Y después, se fue para su casa.
Al despertarse, estaba con cierto
desasosiego. Transpiraba excesi-
vamente. Se bañó y se cambió. El
sudor no paraba. Se volvió a cam-
biar de ropa.
—No estás bien. Vamos a la
emergencia —le dijo la esposa.
—No. No voy a ir un domingo
cerca del mediodía a la emergen-
JACINTO VERA
cia. Es una locura —respondió
Juan.
—No. No sabés lo que sos.
Estás rarísimo y mal.
Juan accedió. No recordaba
cuándo había ido por última vez a
una consulta médica. "Nunca había
tenido una vía venosa, nunca me
habían hecho una placa porque
nunca había tenido un problema
de salud", dice en diálogo con Entre
Todos. Era su primera consulta en
una emergencia. Esa vez los roles
cambiaron y él fue el paciente.
Al llegar al Hospital Británico,
Juan sintió que le quedaban pocos
minutos de lucidez. "Voy a que-
dar en coma en breve", le dijo a su
esposa. Cuando entró a emergen-
cia, una enfermera lo reconoció.
"¿Qué hace acá, doctor?", pre-
guntó la funcionaria. "Vengo como
paciente", respondió Juan.
Juan tenía un dolor abdomi-
nal intenso. Lo pusieron en una
camilla y le colocaron dos vías,
una en cada brazo. De a ratos tenía
momentos de lucidez y por ins-
tantes perdía el conocimiento. Le
hicieron una ecografía que mostró
que tenía líquido en el abdomen.
Un poco después le hicieron
una tomografía que indicaba que
tenía un tumor en el hígado. "Se
está muriendo", fue el mensaje del
médico a la esposa de Juan. "¿Tiene
familiares?", preguntó el doctor.
"Sí, tenemos hijos", dijo la esposa.
"Que vengan a despedirse", ordenó
el médico y pidió que el paciente
fuera trasladado al CTI.
"Mi mujer tiene una fe tre-
menda y vivió la situación con
tranquilidad", dice Juan. Cuando
sus hijos llegaron al hospital, se
encontraron con un panorama
desolador.
—¿Son creyentes? —preguntó
5
alguien del equipo médico a la
familia.
—Sí —respondió su hijo.
—¡Qué suerte! Pídanle a Dios
un milagro porque es la única
opción que tienen.
Juan tenía una pérdida masiva
de sangre, una repercusión car-
díaca y una repercusión encefálica
porque estaba en coma. Lo llevaron
en una camilla al bloque quirúrgico
para operarlo de urgencia. Antes,
se despidió de sus hijos. "No te pre-
ocupes, papá. Dios está con noso-
tros", le dijo su hijo que en aquel
entonces tenía veintiún años.
—¿Yo me daba cuenta que
me moría? —le preguntó Juan
tiempo después a su esposa.
—Sí, eras totalmente cons-
ciente de que te morías porque te
despediste —respondió la mujer.
—Frente a la muerte, ¿soy

6 JACINTO VERA
cobarde? ¿Cómo soy? ¿Voy con
valor?
—No, ibas con tristeza. Te
daba lástima dejar esto.
Mientras operaban a Juan, su
esposa y sus hijos fueron a la capi-
lla del Británico a orar. Los chicos
lloraban desconsoladamente. "Ya
están rezando por la muerte", les
dijo su madre. "Así no se reza. Se
reza con fe", pidió.
La operación salió bien. El
tumor hepático, que era maligno,
fue extirpado y enviado a anali-
zar. Sin embargo, la situación era
catastrófica. Juan estaba intu-
bado, cocido y con una maza de
gasas adentro. Al día siguiente,
no mejoraba. Estaba en coma y su
corazón no bombeaba bien por-
que tenía poca sangre. Por eso, su
hijo pidió que le dieran el sacra-
mento de la Santa Unción a su
padre.
Esa tarde, su cuñada asistió a
misa en la parroquia Stella Maris.
Antes de que comenzara la cele-
bración, la mujer fue hasta la
sacristía para pedir una intención
por Juan y le comentó al P. Gon-
zalo Estévez lo que estaba suce-
diendo. No se conocían porque
ella pertenecía a la parroquia San
José de la Montaña. Tras la misa,
repartieron estampitas de Jacinto
Vera. La cuñada de Juan se quedó
en el templo, rezando.
En un momento, el P. Esté-
vez la llamó y la dirigió hacia la
sacristía. En el lugar, el sacerdote
le mostró una caja que contenía
una reliquia de Vera. "Ella no sabía
lo que era una reliquia y tampoco
quién era Jacinto Vera", comenta
Juan. El P. Estévez le entregó la
caja a la mujer y le dio las indica-
ciones para imponer la reliquia.
Ella se la llevó a su casa y se la
confió a su esposo, el hermano
de Juan. "¿Querés salvar a tu
hermano? Acá tenés la chance",
le dijo la mujer y le entregó a su
marido la caja que contenía la
reliquia de Vera.
Al otro día, en la mañana, el
hermano de Juan llegó al hospi-
tal con la reliquia. Los médicos no
lo dejaban ingresar por el estado
delicado del paciente hasta que
apareció un amigo de Juan, que
también es médico, y pudieron
ingresar a la sala.
Colocaron la reliquia del pri-
mer obispo del Uruguay en dis-
tintas partes del cuerpo de Juan,
sobre todo en el abdomen. Reza-
ron todos juntos, se fueron y el
hermano fue a devolver la caja con
la reliquia.
A la media hora, los médicos le
informaron a la familia que la con-
dición de Juan había mejorado y
que pasaba al bloque quirúrgico
para ser operado nuevamente. En
la tarde, en la puerta del hospital, la
cuñada de Juan se encuentra con
el cardenal Daniel Sturla. Le contó
sobre lo que estaba ocurriendo y
el obispo se mostró interesado en
conocer más sobre el caso.
El martes de tarde Juan
empezó a mejorar notablemente.
La operación había sido un éxito.
Las cifras comenzaron a norma-
lizarse. El resultado de anatomía
patológica indicó que el paciente
tenía un raro tumor benigno.
Empezaron a despertarlo. Pero
Juan no despertaba. Le sacaron la
medicación. Seguía sin despertar.
Intentaron despertarlo el jueves.
No pudieron. El viernes despertó.
Juan estaba intubado y escuchaba
las instrucciones de los médicos.
Veía borroso. Sus piernas y sus
brazos estaban atados. No tenía
ningún dolor.
— ¿Estás lúcido? ¿Sabés dónde
estás? —le preguntó el cirujano.
Juan no podía hablar y se dio
cuenta de la gravedad de lo que
había sucedido.
—¿Sabés dónde estás? —vol-
vió a preguntar el médico.
—No —respondió Juan.
—¿Dónde suponés que estás?
—No sé. En el Cantegril.
—¿Y por qué en el Cantegril?
—preguntó el médico.
—No sé. Habré tenido un
accidente de auto. No sé dónde
estoy. La otra es que haya tenido
un infarto. No tengo idea. Sé que
estoy en el CTI, pero no sé qué
pasó.
El resto del equipo médico se
acercó al ver que Juan había des-
pertado del coma. El cirujano le
contó que tuvo un tumor maligno
en el hígado y había tenido un
shock hipovolémico.
Juan estuvo diez días inter-
nado. "Yo recibí una gracia, no la
pedí ni la merezco", expresa. El 11
de diciembre volvió a trabajar y
a sus actividades habituales. Un
día fue a misa en la parroquia San
Alejandro. En ese lugar estaba el
retrato de Vera. "De algún lugar
conozco a esta persona", le dijo a
su esposa. "Sí, él fue el de la reli-
quia", le contó ella.
***
Abril de 2023. Martes Santo. Ger-
mán, un joven floridense de 24
años, se dirigía en moto a la casa
de su madre, Andrea, para almor-
zar. En el camino, a media cuadra
de la catedral, chocó contra un
auto. Su estado era delicado. Su
cabeza, que golpeó contra el cor-
dón de la vereda, estaba hinchada
y con varias lesiones. El casco se le
había salido. En un momento, los
médicos manejaron la posibilidad
de trasladarlo a Montevideo.
Desesperada, Andrea se fue
a la parroquia Santa Teresita del
Niño Jesús a pedir por la salud de
su hijo. En el templo se encontró
con el P. Pablo Solana y le contó la
situación. El párroco y los demás
fieles que estaban en el lugar
empezaron a rezar por Germán. El
sacerdote le regaló una estampita
de Jacinto Vera y le recomendó
orar y pedir la intercesión del
entonces venerable.
Germán estuvo tres días inter-
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
nado en el CTI en estado grave.
"Los médicos me decían que me
tenía que preparar para lo peor",
relata Andrea. Al tercer día, los
doctores informaron que lo iban
a "desconectar" para ver si Ger-
mán podía responder por sí solo.
Todo empezó a marchar bien. "Al
despertar estaba perdido, vi que
estaba todo conectado. No sabía
ni dónde estaba. No podía creer lo
que había sucedido", dice Germán.
Los médicos se sorpren-
dieron al ver que el joven evo-
lucionó rápidamente. "Ellos
mismos me dijeron que fue un
milagro porque tenía un coá-
gulo en la cabeza", expresó su
madre. Después de que Germán
despertó del coma, Andrea fue
a la parroquia a agradecer a
Dios y le contó al párroco lo que
había sucedido. El sacerdote
pidió ir a visitar al paciente. Le
llevó otra estampita de Vera y le
dio la Unción de los Enfermos.
"Nos dijo que teníamos que
rezar mucho porque él lo había
sacado de todo esto", cuenta
Andrea.
El joven floridense recibió el
alta el 12 de abril y no le quedó nin-
guna secuela. El proceso de recu-
peración lo continuó en su casa
y está con licencia médica hasta
junio. "Estamos muy agradecidos
por lo que pasó, porque la verdad
que nunca imaginamos que iba
a salir de esto tan rápido", señala
Andrea.
Madre e hijo son creyentes
y asisten a la parroquia frecuen-
temente. "Tengo muchísima fe y
creo en Dios, pero voy a la iglesia
cuando tengo que pedir algo. No
voy mucho a misa", dice Andrea
con sinceridad. "Cuando se me
cumple mi petición, voy y agra-
dezco", agrega. Cuando Germán
salió del sanatorio, su madre lo
acompañó a la parroquia a agra-
decer. "Entrar a una iglesia me da
paz y calma", expresa Germán.
Ambos pusieron las estampitas de
Vera en sus mesas de luz.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
Jacinto nos testimonió la belleza de
seguir a Jesús
Homilía de Beatificación de Monseñor Jacinto Vera
Card. PAULO CEZAR COSTA
¡E
minentísimo Car-
denal Daniel Sturla,
Arzobispo de Mon-
tevideo!¡Excelentí-
simo Gianfranco Gallone, Nun-
cio Apostólico en Uruguay!
¡Hermanos en el episcopado y
querido pueblo de Dios!
Hoy, con el rito de beatifica-
ción, afirmamos que monseñor
Jacinto Vera está en la casa del
Padre, que desde allá nos mira,
intercede por nosotros y nos ins-
pira en nuestro caminar como
Iglesia. En el nuevo beato, monse-
ñor Jacinto Vera, contemplamos
la belleza de una vida santa. Es la
belleza de la pascua de Cristo y de
la Iglesia que se manifiestan con
toda su fuerza salvífica. A quien
tiene hambre, no se le ofrece una
ideología, sino la presencia del
amor de Cristo; a quien tiene sed
de Dios, se le ofrece la Palabra y
los sacramentos, a quien tiene sed
de paz, se le ofrece aquel que es
el príncipe de la Paz: Jesucristo.
El beato nos irradia esta belleza
y nos muestra que las realida-
des de esta vida no son lo último,
sino lo penúltimo. Lo último de la
vida humana es la casa del Padre,
es Dios mismo. Jesús nos indicó
en el Evangelio: “En la casa di mi
Padre hay muchas moradas” (Jn
14,2). Jesús quiere que donde él
está, estén también sus amigos. Él
está en la casa del Padre, los discí-
pulos de Jesús deben estar con él.
El beato nos testimonia la belleza
de seguir a Jesús. Belleza que uni-
fica nuestra vida, que nos permite
tener una visión de la totalidad del
proyecto y del designio de Dios.
JACINTO VERA 7
Que nos indica un camino de uni- enfrentar las adversidades y pro- Proponer la buena noticia de Jesu-
dad en tiempos de fragmentación. poner un camino para la Iglesia? cristo. Este es el gran desafío. Uru-
Tomás, en el Evangelio de hoy, ¿Quién no recuerda su lucha por guay es un país rico de memoria.
hace el papel del hombre que per- la libertad de la Iglesia? ¿Quién no La fe dejó tantos monumentos,
dió la referencia de Dios: “Señor, recuerda su celo para que el Evan- historia, cultura, arte. Dejó testi-
nosotros no sabemos para donde gelio llegase a todos los rincones gos vivos. Los lugares de la memo-
vas. ¿Cómo podemos conocer el de este país? ¿Quién no recuerda ria están entre nosotros. Estamos
camino?”. Tal vez sea esta la expe- su misión pacificadora? La beati- celebrando la memoria del beato
riencia del hombre moderno que ficación es la fiesta del testimonio. Monseñor Jacinto Vera. Ellos
perdió la referencia de Dios, que Pero la secularización es hablan de la fe de nuestros ante-
ya vive de las consecuencias de campo para la evangelización. Es pasados, nos gritan hoy el anuncio
la fe, pero no vive la fe. Benedicto necesario entrar en la lógica de y el testimonio de la fe. San Juan
XVI, ya alertaba para la cuestión los que están sin Dios, a través de Pablo II, cuando estuvo aquí dijo:
de la fe que no puede ser dada nuevos métodos, caminos, prin- “Vemos cómo la cultura de vues-
como presupuesto en la sociedad cipalmente a través de la cultura. tro pueblo hunde sus raíces en el
de hoy: “Sucede no pocas veces
que los cristianos sienten mayor
preocupación con las consecuen-
cias sociales, culturales y polí-
ticas de la fe, considerando esta
como un presupuesto obvio de
su vida diaria. Por tanto, tal pre-
supuesto no solo dejó de existir,
sino que frecuentemente acaba
hasta siendo negado”. La secula-
rización ya es una realidad en la
vida de nuestros países de Amé-
rica Latina. Donde las personas
van perdiendo el sentido de Dios,
de su Evangelio. La secularización
no debe asustarnos, sino que debe
ser una ocasión para el testimonio
y el anuncio de la fe. El testimo-
nio interpela, pues en él la belleza
de la vida de fe va a nuestro lado.
Por eso, san Pablo VI, ya afirmaba
que: “El hombre contemporáneo
escucha más a gusto a los que dan
testimonio que a los que enseñan
[…], o si escuchan a los que ense-
ñan, es porque dan testimonio”
(EN, 41). Estamos celebrando a un
testigo de Jesucristo: Esto fue la
vida de monseñor Jacinto Vera.
¿Quién no recuerda su caridad?
¿Quién no recuerda su fuerza para

8 JACINTO VERA
Evangelio de Cristo, que ilumina
la elevada dignidad del hombre en
este mundo y su vocación a la eter-
nidad...” (Discurso a las autorida-
des académicas, 1988). Esta matriz
cultural católica dio bases firmes a
la cultura nacional.
Jesús respondió a Tomás: “Yo
soy el Camino, la Verdad y la Vida,
nadie viene al Padre sino por mí”.
Aquí, amados y amadas de Dios
está el corazón del Evangelio.
Jesús se revela como “Yo soy”. Esta
expresión sin atributo, identifica
directamente a Jesús con la reve-
lación del Horeb (8,24.28. 58;13,19).
En estos textos, con la fórmula Ego
eimi, Jesús se atribuye el nombre
divino revelado a Moisés (Ex 23,14),
Jesús da a conocer su ser y actuar
divino; él se presenta así como el
Revelador definitivo del Nuevo
Testamento. Él tiene, en efecto,
consciencia de que su presencia
entre los hombres significa una
intervención actual de Iahweh de
una importancia decisiva para los
destinos de la humanidad. El pro-
pio Jesús es la realidad que viene
y va a vivificar a los seres huma-
nos. En su persona están todas
las promesas divinas, las esperan-
zas mesiánicas. “Yo soy” significa
que “Yo soy y actúo de la misma
manera que Dios es y actúa”. Él
es el Camino que nos conduce al
Padre. Él nos indica el camino, Él
es el camino. Quien lo sigue tiene
el camino de Dios, no se pierde
El Card.Costa durante la homilía. R. FERNÁNDEZ
delante de los diversos caminos
de la historia. Pues, como dice la
Gaudium et Spes 22: “En realidad,
el misterio del hombre sólo se
esclarece en el misterio del Verbo
encarnado [...]. Cristo, manifiesta
plenamente el hombre al propio
hombre y le descubre la sublimi-
dad de su vocación”. En él, el ser
humano encuentra su camino, el
ser humano sabe lo que es el ser
humano y cómo vivir como ser
humano. A un ser humano que
corre el riesgo de perder el sentido
de lo que es ser hombre, pues va
perdiendo su origen y su destino,
la Iglesia le presenta a Cristo; él es
el sentido del hombre. Solamente,
en él encontramos nuestra ver-
dadera vocación. De aquí emerge
una Iglesia que tiene los ojos fijos
en Cristo. Que no se pierde delante
de los caminos de la historia, pues
es contempladora del rostro de
Cristo, está fija en él.
Él es la verdad de Dios para
nosotros. La Verdad para el hom-
bre y la mujer de fe no es una filo-
sofía, una idea, una ideología, sino
el propio Jesucristo. San Agustín,
que buscó la verdad con insisten-
cia, muestra cómo la verdad rea-
liza la existencia. Dice él: “la vida
feliz es la alegría nacida de la ver-
dad; pues es alegría nacida de ti,
que eres la Verdad, Dios, mi luz,
la salvación de mi rostro, oh Dios”
(Confesiones 10,33). Jesús es la
verdad que realiza la vida, la exis-
tencia. Que abre la existencia para
la comunicación de la verdad, para
la misión.
Fue delante del sagrario que
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
monseñor Jacinto Vera descubrió
que la única manera de pacificar
el país dividido por las discordias
y luchas políticas era la misión.
No busca la pacificación a través
de la política, de otros medios,
sino a partir de la verdad de la fe.
La fe pacífica. Ella, anunciada por
la boca y por los gestos del beato
ayudó a pacificar el país.
Jesús es vida. Este concepto
abraza la salvación, contiene en sí
todo lo que el Redentor trae a los
hombres. Jesús es la vida que no
pasa, por eso él es vida y abre la vida
humana para una dimensión de
eternidad. Él por ser la vida, ancla
nuestra pobre vida en el absoluto
de Dios, en la vida definitiva de
Dios. el Documento de Aparecida
nos recuerda que “la importancia
única e insustituible de Cristo para
nosotros, para la humanidad, con-
siste en que Cristo es el Camino, la
Verdad y la Vida. “Si no conocemos
a Dios en Cristo y con Cristo, toda
la realidad se torna en un enigma
indescifrable; no hay camino y no
habiendo camino, no hay vida ni
verdad” (DA, 22).
A Felipe, que pide a Jesús que
«Fue delante
del sagrario
que monseñor
Jacinto Vera
descubrió que la
única manera
de pacificar el
país (...) era la
misión»
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
les muestre al Padre, Jesús le res-
ponde “quien me ve, ve al Padre” y
lo exhorta a la fe. Felipe debe creer
que Jesús está en el Padre y que el
Padre está en él, pero la exhorta-
ción a la fe es para todos nosotros:
“quien cree en mí hará las obras
que hago y hará hasta mayores
que ellas...”. Jesús va al Padre, pero
continúa a operar a través de los
discípulos. Los frutos de su reden-
ción continúan realizándose a tra-
vés de los discípulos. La primera
comunidad cristiana experimentó
la fuerza de la fe, como oímos en
la primera lectura (Hch 6,1-7), pero
experimenta, también, los proble-
mas, pues los helenistas murmu-
ran contra los hebreos porque sus
viudas estaban descuidadas en la
distribución de los alimentos. Allá
donde la fe se torna operativa, a
través de la caridad, da asistencia a
los necesitados de los dos grupos
que experimentan el desacuerdo.
La solución encontrada muestra
cómo la Iglesia debe estar atenta
a los problemas concretos. Ellos
no son indiferentes para la Iglesia;
ellos exigen, siempre y nosotros,
a la escucha del Espíritu. Escogen
«La fe nos
injerta en la
gran familia
de los hijos e
hijas de Dios, la
Iglesia»
JACINTO VERA 9
siete hombres llenos de fe y del
Espíritu Santo. Es la institución
de los diáconos. El texto termina
afirmando que la Palabra de Dios
se propagaba y la Iglesia crecía. La
misión conduce al crecimiento de
la Iglesia. La misión nace de la fe,
de nuestro amor a Jesucristo.
Nosotros estamos aquí como
hombres y mujeres de fe. Es la fe
que movió la vida de monseñor
Jacinto Vera y mueve, hoy, nuestra
vida. La fe ancla nuestra existencia
en el absoluto de Dios. La fe abre
nuestra vida para una caridad ope-
rativa, para el anuncio y el testi-
monio de Jesucristo. Ella nos hace
realizar obras mayores, porque
nos injerta en lo absoluto de Dios,
donde el propio Hijo de Dios opera
a través de nosotros.
La fe nos injerta en la gran
familia de los hijos e hijas de Dios,
la Iglesia. San Pedro nos mostró
Costa habló sobre la secularización en América. R. FERNÁNDEZ
que nosotros somos las piedras
vivas, el edificio espiritual, para
ejercer un sacerdocio santo y ofre- Cristo, que el ser humano se pre- bautizados, cualquiera que sea su
cer sacrificios espirituales agra- para para seguir a Jesucristo. Dice: función en la Iglesia y el grado de
dables a Dios por Jesucristo. Esta “No se empieza a ser cristiano por ilustración de su fe, es un agente
es nuestra identidad. Monseñor una decisión ética o una gran idea, evangelizador, y sería inadecuado
Jacinto tenía conciencia de que sino a través del encuentro con un pensar en un esquema de evange-
todos nosotros somos la Iglesia y acontecimiento, con una Persona, lización llevado adelante por acto-
que tenemos que ser testigos de que da un nuevo horizonte a la vida res calificados donde el resto del
Jesucristo en todas las circunstan- y, con eso, una orientación deci- pueblo fiel sea sólo receptivo de
cias, por eso él afirmaba: “somos siva” (DA, 243). Quien es discípulo sus acciones” (EG, 120). Cada cris-
miembros de la Iglesia militante de Jesucristo, anuncia a Jesucristo, tiano es misionero en la medida
de esa Iglesia que fundada con la es testigo de Jesucristo. El amor en que se encuentra con el amor
sangre de su divino Salvador ha por Jesucristo movió a monseñor de Dios en Jesucristo.
sido y siempre lo será hasta la con- Jacinto Vera a recorrer en nueve La Iglesia se va tornando evan-
sumación de los tiempos”. meses, junto a los sacerdotes José gelizadora, misionera, cuando
Esa misma conciencia debe Letamendi e Inocencio [Yéregui] cada católico asume su misión
estar presente en todos los miem- las regiones de Durazno, Florida, de discípulo misionero de Jesu-
bros de la Iglesia hoy. Nosotros Trinidad San José, Rosario, Colo- cristo en su ambiente de trabajo,
somos la Iglesia, llamados a cami- nia, Carmelo, Nueva Palmira, San de estudio, de entretenimiento,
nar juntos para la evangelización Salvador, Soriano, Mercedes. Gran etc. Es el testimonio bonito de
y para la misión como nos pide misionero que nos inspira hoy, en Jesucristo que todos nosotros
el papa Francisco. El Documento el camino de la evangelización y de estamos llamados a dar. La auten-
de Aparecida tiene consciencia la misión. ticidad de la fe se manifiesta en
de que todo aquel que sigue a Hoy, en la consciencia de la el testimonio de Jesucristo, en la
Jesucristo es discípulo misionero Iglesia, la misión involucra a todos. misión y en la caridad. Que este
de Jesucristo. En este sentido, Cada miembro del Pueblo de Dios, grande beato monseñor Jacinto
Aparecida apuesta por una Igle- en virtud del bautismo, se torna Vera nos ayude hoy, en el testi-
sia madura, una Iglesia de discí- discípulo misionero. cada miem- monio de la fe y en la misión. Que
pulos misioneros. El discipulado bro del Pueblo de Dios se ha con- cada uno de nosotros renueve
nace del encuentro con Cristo. Es a vertido en discípulo misionero nuestra misión de discípulos–
partir del encuentro personal con (cf. Mt 28,19). “Cada uno de los misioneros. Amén.
10
ENTREVISTA
A: JOSÉ GABRIEL GONZÁLEZ MERLANO
SACERDOTE , INVESTIGADOR Y DOCENTE
“Si tenemos fe, se
lo debemos en gran
medida a Jacinto Vera”
Mano a mano con uno de los estudiosos de la vida
del primer obispo del Uruguay
FABIÁN CAFFA
Redacción Entre Todos
E
l padre José Gabriel Gonzá-
lez Merlano (56) debe ser
uno de los pocos sacerdo-
tes uruguayos que estudió
en profundidad la vida de Mons.
Jacinto Vera (1813-1881). El presbí-
tero oriundo de Florida cuenta con
numerosas publicaciones y artí-
culos. Su último libro, publicado
a principios del año pasado, se
tituló: Libre sin licencia y súbdito
sin servidumbre. Mons. Jacinto
Vera: Hechos y Palabras.
En 2005, comenzó a recorrer el
país y ofreció charlas para hablar
sobre la vida y el legado de Vera.
En los últimos meses, en el marco
de la beatificación, fue bastante
requerido por instituciones edu-
cativas y parroquias. “Creo que a
nivel de Iglesia se ha sensibilizado
bastante. He visto que cuando la
gente conoce a Jacinto queda muy
entusiasmada”, dijo a Entre Todos.
Para el P. González Merlano,
el nuevo beato es “el modelo de la
santidad a la uruguaya” y confesó
que se sintió un privilegiado al ver
que el primer obispo de Monte-
video llegó a los altares: "Fueron
muchas décadas las que transcu-
rrieron para ver el glorioso día".
¿Cómo conoció a Jacinto Vera?
Podría decir que lo conozco de toda
la vida. Nací en Florida y me crié
muy cerca del Seminario Menor,
que llevaba el nombre de Jacinto
Vera. Ese seminario lo fundó mon-
señor (Miguel) Paternain, quien fue
el primer obispo de Florida. Pater-
nain le puso ese nombre porque
se había encomendado a Jacinto
Vera para poder terminar la obra
que económicamente era muy cos-
tosa. Al haber dificultades, él había
pedido especialmente rezar para
que Jacinto Vera intercediera y la
obra se concluyera.
¿Por qué se interesó en
estudiar la figura de Vera?
Hace unos veinte años tuve la gracia
de colaborar con la causa de cano-
nización y me desempeñé como
vicepostulador. Ayudé en su trabajo a
Mons. (Alberto) Sanguinetti. Jacinto
Vera se me cruzó en el camino de lo
que era mi línea de investigación a
nivel académico, que es la historia de
la relación entre el Estado y la Igle-
sia. Encontré que Jacinto Vera fue
un personaje central en este tema.
En 2010 publiqué el libro El Conflicto
Eclesiástico (1861-1862). A partir de
ahí empecé a profundizar en su vida
y en otras facetas, como en el rol que
tuvo en la reforma vareliana y otros
conflictos que tuvo que enfrentar con
el Estado. El trabajo de Mons. Sangui-
P. José Gabriel González Merlano. R. FERNÁNDEZ
netti fue tan monumental e impor-
tante que a él no le daba tiempo la
tarea de difusión. Por eso, empecé a
encargarme de la difusión.
Fue así que surgió el boletín
que presenta enseñanzas,
gracias recibidas y noticias
sobre Vera.
Sí. El boletín comenzó a publi-
carse en 2006 y continuó hasta
2013. Después se interrumpió por
un tiempo y volvió a difundirse
hace más de un año. En la pri-
mera época se distribuía de forma
impresa, pero desde que lo reto-
mamos solo se difunde de manera
digital porque tiene gran difusión.
El apartado de gracias recibidas
es por haber difundido la figura
de Jacinto Vera, y por lo tanto se
convierte en alguien conocido y
la gente le empieza a rezar a Dios
por su intercesión. Lo que más me
llamó la atención fue que empecé
a recibir una infinidad de relatos
de gracias que fueron publicados.
En cada boletín también aparece
una pequeña reseña de su vida y
alguna noticia de la causa. Jacinto
Vera es una figura concreta a la
cual la gente se acerca para pedir.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
Eso es muy bueno porque el
modelo de santidad cala profun-
damente en el pueblo.
¿Cuáles han sido sus fuentes
para conocer más sobre la vida
de Jacinto Vera?
Tuve contacto de primera mano con
todo el proceso de canonización
y toda la documentación que iba
elaborando tan magníficamente
Mons. Sanguinetti. Recuerdo que
tuve que pasar en limpio los testi-
monios de todas las personas que
declararon en su causa cuando se
reinició el proceso diocesano en la
década del treinta. Me acerqué a lo
que opinaban sobre él los testigos
que lo conocieron y aquellos que
eran de la generación siguiente,
porque todavía estaba muy fresca
su memoria. Durante 2012 y 2013
escribí en todos los números de
Entre Todos una nota sobre Jacinto
Vera. Esos años fueron los del
bicentenario de su nacimiento.
Siempre traté de publicar y sensi-
bilizar sobre su figura, a través de
distintos medios.
¿Cuál fue su aporte en el
camino a la beatificación?
 11
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023

PERFIL
JOSÉ GABRIEL GONZÁLEZ
MERLANO
Nació el 20 de setiembre de 1966
en Florida.
Fue ordenado sacerdote el 8 de
diciembre de 1991.
Es docente, director del
Departamento de Investigación
de la Facultad de Teología del
Uruguay y redactor responsable
de la revista Soleriana.
Vera, se hicieron un par de jornadas
y una exposición de objetos perso-
nales en la Universidad Católica. En
la medida de lo posible se hicieron
muchas cosas para ir poniendo
nuevamente en nuestra realidad a
Jacinto Vera, una figura tan cono-
cida y querida cien años atrás
pero que paulatinamente se había
enfriado su memoria. Sobre todo
tratamos de continuar con aquella
comisión que se había creado en
la década de los ochenta cuando
se había revitalizado todo el pro-
ceso de canonización después de
varias décadas de estar estancado.
La comisión hizo mucho, publicó
materiales y organizó actos de difu-
sión. En la década de los noventa, la
comisión decayó. Después, cuando
Mons. Sanguinetti retomó la vice-
postulación de la causa, recomen-
zamos la difusión. Ha sido una causa
muy larga, de noventa años, que
ha tenido marchas, contramarchas
y estancamientos. Hubo muchas
etapas y esta es la última. Tenemos
que reconocer todo lo que hicieron
nuestros antecesores.
Jacinto Vera insistía que sus
sacerdotes predicaran nada más que
el Evangelio y que estuvieran en sus
comunidades y que ahí sean instru-
mentos de reconciliación y de paz.
Vivió hace ciento cincuenta años,
pero es un modelo muy actual de lo
que debe ser el sacerdote porque,
quizás, él fue un adelantado en su
época por su compartimiento en la
vida pública y los valores sacerdotes.
¿Cuál es el legado de Vera en la
Iglesia uruguaya?
En primer lugar, la fe. Cuando voy
por el interior digo: "Si tenemos
fe, se lo debemos en gran medida
a Jacinto Vera". Él llegó a lugares
donde nadie había llegado antes o
donde no se llegaba hacía muchas
décadas. Luego esa gran tarea de
evangelización realmente apostó-
lica fue continuada por la Iglesia.
Todo lo que tenemos en la Iglesia
se lo debemos a él. Por eso deci-
mos que es el padre de la Iglesia
uruguaya. Fue el gran estructu-
rador de nuestra Iglesia, el que
realmente la reformó y el gran
defensor de la fe del pueblo, dado
que su tarea de evangelización
comenzó en el inicio del proceso
de secularización.
Para nosotros realmente es un
modelo de evangelización en una
época que fue diferente, pero que
finalmente tuvo las mismas dificul-
tades y los mismos enfrentamientos
de hoy, a nivel de ideas con aquellos
que se oponen a la fe católica. Esto
se transforma para nosotros en estí-
mulo y modelo de acción.

¿Qué cualidades de Vera imita

Obtuvo el título de doctor
en Derecho Canónico en la
Pontificia Universidad Católica
Argentina.
Fundamentalmente colaborar
en el trabajo de Mons. Sanguine-
tti y sobre todo en la difusión de
la figura de Jacinto Vera a través
del boletín, impartiendo charlas,
publicando artículos y libros. En
algún momento encabecé una
comisión para organizarnos y
divulgar más la figura de Jacinto
Vera junto a personas que eran
referentes, devotos y que trabaja-
ron desde siempre por la causa de
canonización.
En 2013, con motivo del bicen-
tenario del nacimiento de Jacinto
usted para vivir su sacerdocio?
Siempre decimos que Jacinto Vera
es el padre de la Iglesia uruguaya, o
sea tiene mucho para enseñarnos
a cualquier fiel cristiano pero espe-
cialmente a los sacerdotes. Creo
que tanto para los sacerdotes como
para los fieles confluye el modelo
de caridad que él nos presenta.
Esta caridad se manifiesta en
el amor a Dios y en el amor al pró-
jimo. Él es un ejemplo para todo
sacerdote porque vivía esta cari-
dad, la predicaba y la exigía a sus
sacerdotes. Otras cualidades son:
la devoción a la eucaristía, la devo-
ción a la Virgen, el esplendor del
culto, el cuidado de los templos y
el cuidado de los objetos litúrgi-
cos. Él no tenía nada para sí, pero el
culto tenía que ser esplendoroso.
12
ENTREVISTA
A: CARD. PAULO CEZAR COSTA
ARZOBISPO DE BRASILIA
La fe nos
hace salir al
encuentro
El cardenal Costa habló de Mons. Jacinto Vera y la
actualidad de su legado.
CAMILO GENTA
Redacción Entre Todos
E
l pasado viernes 5 de mayo
arribó a nuestro país el Card.
Paulo Cezar Costa, arzo-
bispo de Brasilia y enviado
del papa Francisco para presidir
la misa de beatificación de Mons.
Jacinto Vera. La mañana posterior
a la histórica celebración, Entre
Todos pudo dialogar con el Card.
Costa sobre varios temas. Compar-
timos con ustedes parte de este
encuentro.
¿Cómo transcurrieron estos
días en nuestro país?
Llegué el viernes y el nuncio
apóstolico —Mons. Gianfranco
Gallone— estaba en el aeropuerto
para recibirme. La idea era llegar el
jueves, pero mi padre había falle-
cido y me quedé para el funeral.
Fui muy bien recibido, es un pue-
blo muy querido y muy agradable.
El Card. Daniel Sturla y el nuncio
apostólico me han recibido muy
bien. Ha sido una experiencia muy
bonita este viaje.
Para el pueblo uruguayo la
beatificación de Mons. Jacinto
Vera fue un hecho histórico.
¿Usted cómo la vivió?
Fue un momento que viví con
mucha emoción. Además, para
mí fue la primera beatificación en
nombre del papa. Noté, también,
que fue un momento muy bonito
y movilizante para el pueblo uru-
guayo, para los obispos y sacerdo-
tes —se les notó muy alegres—.
Es un momento fuerte para la Igle-
sia en Uruguay.
El Card. Paulo Cezar Costa, arzobispo de Brasilia. R. FERNÁNDEZ
La beatificación de Jacinto
Vera marca un mojón para la
historia de la Iglesia en nuestro
país. Pero yendo a la persona
de Jacinto Vera, ¿cuál es la
característica como pastor que
más le llamó la atención del
nuevo beato?
Yo creo que fue un gran misionero.
Recorrió el Uruguay para anunciar
el Evangelio, para estar próximo a
la gente. El papa Francisco habla
de la proximidad, que la Iglesia
tiene que estar cerca de la gente;
así era Jacinto Vera.
En las misiones pasaba todo
el día confesando, acompañando
al pueblo, en eso es un verdadero
ejemplo de pastor. Era un hom-
bre de profunda caridad, de amor
hacia los pobres y necesitados.
Y también fue una persona que
trabajó por la pacificación del país.
Y destaco el detalle que delante
del sagrario tuvo la percepción
que para esta pacificación era
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
importante la misión. No la iba a
hacer como un político, sino como
un hombre de Dios, a través de la
fe. Porque la fe puede pacificar:
pacificar el corazón de las perso-
nas, pacificar el país.
En la homilía habló de la
secularización como una
realidad en América Latina,
¿qué tienen para decirnos a
los cristianos de hoy ejemplos
como el de Jacinto Vera y
otros tantos santos y beatos de
nuestras tierras?
Creo que la secularización es una
realidad aquí en Uruguay, pero
también en Brasil y en todos los
países de América Latina. Me
parece que tenemos que ver la
secularización como una opor-
tunidad: oportunidad de evan-
gelización, oportunidad para la
misión. Para esto tenemos que
ver cómo entrar en la lógica de
la secularización, no sólo mirarla
desde afuera sino que conocer su

ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
lógica. Pero una vez que entramos
en esta lógica, que la entendemos,
debemos ser testigos de Jesús,
testigos del Evangelio.
De la misma forma, es un
tiempo importante para el testi-
monio de nuestra fe en el hacer, en
la caridad, la proximidad. No es un
tiempo para hablar solamente.
Y también los testigos en el
mundo de la cultura, en la litera-
tura, en las artes plásticas, en las
artes visuales, con la sociedad en
general. La Iglesia tiene que estar
cercana a la vida de la sociedad,
tiene que ser parte.
El testigo debe establecer un
diálogo con la sociedad. El papa
Francisco habla mucho de esta
cultura del diálogo y de lo impor-
tante que es hoy, y las nuevas for-
mas de evangelización.
Hace unos momentos —y
también en la homilía, durante
la beatificación— usted
expresó que el camino político
no es el único para alcanzar la
paz. ¿Podría profundizar en
este concepto?
Está claro que la política es algo
muy importante e imprescindible
para la sociedad. No se puede vivir
sin política. Pero es interesante
marcar que Jacinto Vera percibe
que en el momento que estaba
viviendo era necesario algo más
para alcanzar la paz. Y ese algo
más lo va a encontrar delante
del sagrario: era la percepción
de que se necesitaba pacificar los
corazones. La fe pacifica el cora-
zón, porque para construir la paz
social primero deben estar en paz
los corazones.
Esto se opera cuando hace
la misión, anuncia el Evangelio,
cuando escucha a las personas,
cuando las confiesa. En defini-
tiva, Jesús es el príncipe de la
paz. Hay momentos de la historia
en los que se necesitan nuevas
13
respuestas. Y esto es de lo que perdiendo el origen del hombre y debe pautar nuestra actitud ante
habla el santo padre, la cultura también su destino, el gran pro- los pobres y los necesitados.
de diálogo que a veces es difícil blema antropológico de la actua- La fe es capaz de construir
en sociedades muy polariza- lidad, en Jesús podemos contem- pequeñas y grandes cosas, por-
das, donde las subjetividades plar la verdad. que la fe es la certeza de que no
son muy fuertes y cada uno cree Y Jesús también es vida que estamos solos, de que el Señor
que su pensamiento es el más viene a nuestro encuentro, que está con nosotros, camina a
importante. Precisamente en a su vez abre los horizontes de nuestro lado y su presencia
estos contextos es que se deben nuestra vida a la dimensión de la impulsa y da esperanza, alegría;
construir puentes de diálogo, no eternidad de Dios. nos hace mejores.
muros. Por eso Jesús es camino, El Evangelio es un camino de
En un momento como el verdad y vida; es el corazón del alegría, porque el Señor está entre
actual se necesitan nuevas res- evangelio. nosotros. Por eso la fe nos hace ir
puestas, además de las políticas; al encuentro de los otros, sobre
la fe puede ayudar a construir esa Para finalizar, ¿podría ahondar todo los más excluidos.
cultura del diálogo, para poder en el concepto de fe operativa? La fe hizo, por ejemplo, que
llevar adelante en común peque- La fe debe ser operativa. Tiene Jacinto Vera recorriera todo el
ños y grandes proyectos, por el que estar presente en todos los Uruguay para pacificar a su pue-
bien de la vida en sociedad. momentos de la vida humana, blo, para anunciar el Evangelio.
debe organizar las relaciones Porque así es la fe, te hace salir e
¿Cómo podemos llevar la entre las personas. Además, ir al encuentro.
buena noticia de Jesús en esta
parte del mundo?
Pienso que tenemos que hablar
de la proximidad de Dios con los
hombres, presentar la belleza de
Dios. Uno de los problemas de la
sociedad es la falta de sentido en
la vida y de la vida humana. Creo
que son momentos en los que la
fe tiene una palabra muy impor-
tante para decir. La vida humana
es más que las cosas materiales,
que los bienes de este mundo.
Dios tiene una palabra para el
hombre de hoy.
Uno de los problemas grandes
de la evangelización son las imá-
genes que hay de Dios, en las que
en muchos casos se ha perdido la
confianza de que Dios camina con
nosotros, hace historia con noso-
tros. Por eso es camino.
Jesús, además, nos dice qué es
el ser humano, da sentido a nues-
tra existencia. Cuando miramos
a Jesús vemos al Hombre según
el proyecto de Dios. La Gaudium
et Spes [documento del Concilio
Vaticano II], en su número 22, dice
que Jesús es el sentido del hom-
bre. En una sociedad donde se va

14
EDITORIAL
MONS. LUIS EDUARDO GONZÁLEZ
OBISPO AUXILIAR DE MONTEVIDEO
Damos gracias a Dios por el
beato Jacinto
¡¡¡J
acinto Beato es!!! fue el canto de los fieles en
diferentes momentos previos a la celebración de
la Santa Misa donde fue beatificado Mons. Jacinto
Vera, primer obispo del Uruguay. Aún resuenan en nuestros
pensamientos —y en el corazón— los ecos de lo vivido ese día.
La celebración de la Eucaristía fue el momento culminante
de un camino recorrido que comenzó hace muchos años, con
el inicio del proceso de canonización. Sin duda, desde el 6
de mayo de 1881, con la muerte de Jacinto, la Gracia de Dios
comenzó a obrar en muchos corazones creyentes, y hoy somos
testigos de su beatificación. El camino continúa y esperamos
con fe, el momento en que don Jacinto sea proclamado santo,
para toda la Iglesia. En los días siguientes a la beatificación,
seguramente hemos compartido la experiencia de lo vivido. De
mi parte, al escuchar a los demás, me ha permitido alegrarme
y maravillarme con la obra del Señor en cada persona y en su
Iglesia. De una forma breve, quiero compartir con ustedes, lo
que experimenté espiritualmente.
Desde el inicio de la celebración, y al ver a la gente llegar a la
tribuna —con sus carteles y banderas— me alegró saber que venían
de diferentes puntos de la Patria. Seguramente, al iniciar el viaje
hacia Montevideo, el corazón se fue templando con la oración, el
canto y los gestos compartidos. Al llegar al estadio Centenario, se
sumó la alegría y el entusiasmo de quienes desde la Arquidiócesis
ENTRE TODOS
OPINIÓN 13 de mayo de 2023
de Montevideo dieron la bienvenida. Se preparó un espacio para
rezar junto a María Santísima la oración del rosario, que nos ayudó
a prepararnos interiormente para la Eucaristía. Al inicio de la Santa
Misa, se hizo la proclamación de Mons. Jacinto Vera como beato, y
fue un momento de mucha alegría y entusiasmo. Luego, escuchamos
la Palabra de Dios que resonó con claridad en nuestros corazones,
y a Cristo diciéndonos: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Al
preparar la mesa del altar, vinieron a mi recuerdo los esfuerzos y tra-
bajos realizados por tantas personas que dedicaron tiempo para los
preparativos de la celebración y las reuniones previas, los momentos
de oración, los gestos de servicio y cercanía, las esperas y decisiones,
las inquietudes y las tensiones para que todo saliera bien. En el altar
del Señor, cada uno, se encontraban como ofrenda a la espera del
obrar del Espíritu Santo. Así, llegamos al momento culminante de
la Comunión eucarística. De mi parte, experimenté la paz, el gozo y
la belleza de la Presencia del Señor entre nosotros. En el momento
de la Comunión, me detuve a contemplar con los ojos de la fe, como
los discípulos de Jesús distribuían el Pan de Vida eterna a todos los
presentes, venidos de todo el país. Seguramente, don Jacinto, que
recorrió tres veces nuestra Patria, con ardor misionero y saliendo
al encuentro de los más pobres, alejados y sufridos de su época, se
alegraría de ver que el pueblo de Dios recibía a Cristo. Algunos de los
presentes venían de esos lugares por donde el beato había estado
en sus misiones. De alguna manera, todos somos frutos de la siem-
bra amorosa y misionera de don Jacinto. Como Jesús, Buen Pastor,
Jacinto supo cuidar la fe del rebaño encomendado. Con un corazón
manso y humilde, obró conforme a la misión encomendada y defen-
dió con decisión la fe de la Iglesia cuando tuvo que hacerlo.
Al finalizar la celebración de la Eucaristía, recibimos la ben-
dición y nos saludamos unos a otros, con un corazón lleno de
alegría y esperanza. Jacinto Vera ya es beato y recibiremos bendi-
ciones en toda la Iglesia que peregrina en el Uruguay. Finalmente,
todo lo vivido ese día se unió en mi corazón como una profunda
experiencia de encuentro con Cristo. Damos gracias a Dios y
pedimos la ayuda e intercesión de María, Madre de Dios y Madre
de la Iglesia, y la del beato Jacinto Vera, el obispo gaucho.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
CLERO
CUMPLEAÑOS Y
ANIVERSARIOS
LUNES 15
R.P. Juan Algorta S.D.B.
Pbro. Sebastián Pinazzo (aniv.)
R.P. Carlos Medina O.C.D.
(aniv.)
JUEVES 18
Pbro. Mauricio Cabral
Diác. Mauricio Calleo Abreu
R.P. Alejandro Fontana S.A.C.
(aniv.)
VIERNES 19
Diác. José Lima (aniv.)
DOMINGO 21
Pbro. Mathías Soiza
Pbro. Fernando Lema
Pbro. Gregory Nuñez
R.P. Jorge Martínez S.D.B.
Pbro. José Francisco Nolla
(aniv.)
MARTES 23
Pbro. Aurelio Vázquez
SANTA RITA DE CASIA
LUNES 22 DE MAYO
La santa de lo imposible. Fue una hija obediente, esposa fiel,
maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y santa
incorrupta. Santa Rita lo experimentó todo pero llegó a la santidad
porque en su corazón reinaba Jesucristo.
OPINIÓN 15
EN LA VOZ DE_
ALEJANDRO CID
PhD en Economía
Universidad de Montevideo
@AlejandroCid_uy
MIÉRCOLES 24
Licencia maternal
U
Pbro. Juan Andrés Verde
na mayor licencia mater-
JUEVES 25 nal aumenta, en el futuro,
el rendimiento académico
R.P. Antonio Ketchedjian S.D.B.
y laboral de los hijos. El desafío
R.P. Elie Matar O.M.M.
Diác. Marcelo Giménez
de los diseñadores de políticas
públicas es no castigar a la mujer
«¿Qué pasaría
R.P. Fabián Silveira S.A.C (aniv.)
DOMINGO 28
que toma esa licencia.
En Noruega aumentaron
si no existiera
R.P. Siby Thomas C.M.F.
la licencia maternal paga. El
mayor tiempo que las madres
la licencia
R.P. Yandri Loor O.S.F.S. (aniv.)
pudieron destinar a sus hijos
hizo que cayera la tasa de
maternal?»
abandono escolar en 2% y que
el salario de sus hijos aumen-
tara 5% al cumplir treinta años
de edad. Estos son los resul-
tados de la investigación de Señalan los citados autores que
Pedro Carneiro (University ninguna de estas opciones es
College London) y coautores. necesariamente un buen susti-
El estudio se titula A Flying tuto del tiempo de la madre en
Start? Maternity Leave Bene- ese período de vida del niño. La
fits y se publicó en el Journal of sugerencia para los diseñadores
Political Economy. de política es clara. Han de faci-
Uno se podría preguntar: litar que los padres puedan dedi-
¿qué pasaría si no existiera la car tiempo a los hijos: esto ten-
licencia maternal? ¿Lo cuidarían drá efectos positivos en el hijo
los vecinos? ¿Asistirían a guar- (educación, trabajo) y, por ende,
derías de horario completo? en la sociedad.

16
EN LA MIRADA DE_
ROMINA FERNÁNDEZ
Fotógrafa
rominalfc
1. El Correo Uruguayo homenajeó
a Jacinto Vera y presentó en el Par-
lamento un sello conmemorativo.
2. El día previo a la beatificación,
se realizó una vigilia de oración en
la parroquia del Sagrado Corazón.
ENTRE TODOS
LA IGLESIA EN FOTOS 13 de mayo de 2023
3. La celebración de la beatifica-
1.
ción reunió a miles de fieles.
4. Ana Durán y el mago Daniel K
animaron antes de la misa.
5. Hubo diversas propuestas artís-
ticas previas a la Santa Misa.
6. La multitud le puso color a los
tres anillos de la Tribuna Olímpica.
7. El domingo hubo una misa de
acción de gracias, en la Catedral
(Foto: Dante Fernández)
3.
2. 3.
4. 5.
6. 7.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023 LA IGLESIA EN FOTOS 17

8. Luis Lacalle Pou y Beatriz 12. José Mujica, expresidente de

8.
Argimón vivieron de cerca la nuestro país, concurrió acom-
celebración. pañado por la exsenadora Lucía
Topolansky.
9. Varias autoridades legislativas y
diplomáticas estuvieron presentes 13. En un gesto de convivencia polí-
para la beatificación. tica, la beatificación generó que la
platea estuviera ocupada por inte-
10. El exsenador de la República
grantes de distintas corrientes
Pedro Bordaberry y Álvaro Vázquez
políticas.
situados en la Platea Olímpica.
14. El Card. Daniel Sturla con Roby
11. El expresidente Luis Alberto
Schindler, presidente del Comité
Lacalle Herrera y los ministros
Central Israelita del Uruguay.
Javier García y Robert Bouvier .

9. 10.

11. 12.

13. 14.

18
Card. Sturla:
“Está el corazón
latiendo fuerte”
LEANDRO LIA
Redacción Entre Todos
En la tarde del viernes 5 de mayo,
cientos de jóvenes compartieron
una vigilia de oración en la
parroquia del Sagrado Corazón.
U
na beatificación no es
algo de todos los días.
Sobre todo, para un
pequeño y luchador país
como Uruguay, donde los testimo-
nios de fe son verdaderas patriadas
evangelizadoras.
En tal sentido, Iglesia Joven
Montevideo organizó una vigilia
de oración y agradecimiento en la
parroquia del Sagrado Corazón,
en el Colegio Seminario. La activi-
dad contó con cientos de jóvenes
de diferentes comunidades, ade-
más de la participación del Card.
Daniel Sturla. También estuvieron
presentes el nuncio apostólico,
Mons. Gianfranco Gallone, y el
Card. Paulo Cezar Costa, enviado
del papa Francisco para la ocasión.
Más allá de las intenciones
personales, también se pidió que
el pronóstico del tiempo —que
en varios portales especializa-
dos indicaban una probabilidad
de lluvias cercana al 100% para el
correr del sábado— no impidiera
el normal desarrollo del rito de la
beatificación.
Preparar el corazón
Antes y durante la vigilia, los jóve-
nes tuvieron la oportunidad de
recibir el sacramento de la confe-
sión. Esta instancia permitió que
JACINTO VERA
tuviesen el corazón dispuesto y
preparado para la santa misa del
sábado.
El altar fue acondicionado por
varios voluntarios, minutos antes
del comienzo. Las luces prove-
nientes de las velas fueron adqui-
riendo protagonismo, a medida
que la luz del templo se iba apa-
gando. Los presentes vivieron
momentos de oración, instancias
de silencio y también algunos can-
tos que los acompañaron durante
la hora de la vigilia.
"Queridísimos amigos y herma-
nos, damos gracias a Dios en esta
noche, en las vísperas de la beati-
ficación del querido Jacinto Vera.
Está el corazón latiendo fuerte por
esta alegría inmensa, y nosotros
nos hemos preparado confesándo-
nos, rezando y adorando al Santí-
simo Sacramento. Él es el volcán del
más grande amor, decía Jacinto, en
la carta en la que invitaba a la con-
«Esto nos habla
de la fama que
tenía Jacinto en
vida»
Card. Daniel Sturla
La vigilia sirvió como preparación para la beatificación. R. FERNÁNDEZ
sagración del Uruguay al Sagrado
Corazón de Jesús, en 1875", expresó
el Card. Daniel Sturla.
Fama de santidad
El arzobispo de Montevideo
remarcó que la obra de Jacinto
generó su admiración ya en vida:
“Estamos, precisamente, en la igle-
sia del Sagrado Corazón de Jesús,
y aquí en este templo, en este
lugar que fue el Seminario, que
hoy se lo recuerda también con
el nombre de Colegio Seminario y
que fue fundado por Jacinto Vera
en 1880, están también algunas
de sus reliquias. Era tal su fama de
santidad, que cuando muere el 6
de mayo de 1881, además de haber
sido embalsamado para traerlo
desde Pan de Azúcar, sus vísceras
fueran trasladadas hacia distintas
comunidades, para que el pueblo
sintiera su cercanía”.
“Esto nos habla de la fama
que tenía Jacinto en vida. Y ahora
la Iglesia, después de 140 años,
reconoce su santidad declarán-
dolo beato. Por todo ello damos
gracias a Dios, y queremos dispo-
ner el corazón. Hemos invocado
a María con la seguridad que
nos da ese lema de Jacinto Vera:
Jacinto triunfará por María. Y hoy,
también, nuestra Iglesia en el
Uruguay, quiere triunfar. No con
hazañas deportivas —brillantes,
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
sí, pero que buscan un aplauso
fácil—, sino que el triunfo de la
Iglesia es llevar a Cristo al corazón
de cada hermano”.
Antes de finalizar la vigilia, el
arzobispo pidió un aplauso para el
Card. Paulo Cezar Costa. “Mañana
tendremos la beatificación.
Jacinto Vera es la santidad, es la
belleza del evangelio de Jesu-
cristo vivo. Mons. Jacinto Vera
nos dice que también estamos lla-
mados a ser santos. La santidad
es el camino de todos”, expresó
el representante del papa para la
beatificación de Jacinto Vera.
«Jacinto Vera
es la santidad,
es la belleza del
evangelio de
Jesucristo vivo»
Card. Paulo Cezar Costa
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
La admiración a
Jacinto Vera
hecha canción
LEANDRO LIA
Redacción Entre Todos
A partir de la beatificación
de nuestro obispo gaucho,
conocemos la historia detrás de
algunas composiciones en su
honor.
T
u pueblo guarda viva tu
memoria. Jacinto Vera, el
hombre más amado, del
Uruguay del siglo dieci-
nueve, honrado por sus mismos
adversarios.
Con estas estrofas comienza
uno de los tributos a Jacinto Vera.
Su aparición no fue, en realidad,
reciente, sino que hace diez años
que el P. Jorge Martínez Lena la
compuso. En las últimas sema-
nas las producciones artísticas en
torno al primer obispo de Uruguay
cobraron una mayor trascenden-
cia, como justo homenaje a su
memoria y legado.
“La canción había quedado un
poco en el olvido, pero con motivo
de la beatificación, el Card. Daniel
Sturla me pidió hace dos meses
que la volviera a grabar”, reconoce
el P. Martínez, para luego aclarar
que la canción tuvo una pequeña
modificación: “Le cambiamos el
primer verso, que decía A un barrio
le dio nombre tu memoria. Creo
que lo veían muy montevideano,
entonces lo cambiamos”.
“En 2013 me trajeron la idea de
escribirle una canción a Jacinto
Vera. De su figura me impresionó
esa gran capacidad de pacifica-
ción, de reconciliación, su espíritu
misionero y su empuje pastoral.
Incluso esa frase de que fue hon-
rado por sus mismos adversa-
rios, eso me llegó. Después me
JACINTO VERA 19
llamaron muchísimo la atención
sus cartas con Don Bosco, tuve
la oportunidad de leer varias de
ellas”, resume.
La canción fue presentada
durante una misa en la Catedral
de Montevideo, al cumplirse el
sesquicentenario de la ordenación
episcopal de Jacinto Vera, en una
celebración concelebrada por casi
todos los obispos del Uruguay.
El P. Ferrés cantó antes de la celebración. R. FERNÁNDEZ
Corazón de pastor
La figura de Jacinto Vera está sacerdote, eso quedó de lado. La cumplió ese sueño. Gracias a nues-
presente en nuestra sociedad misericordia del Señor, los cami- tra Iglesia y a Jacinto, para quien
como hacía mucho tiempo no nos de Dios son increíbles. Él me fue este homenaje”, afirma.
sucedía. El P. Mauro Fernández
y Santiago Soares de Lima tam-
bién compusieron en homenaje
para el obispo gaucho. Otro
sacerdote que también le escri-
bió fue Luis Ferrés.
¿Qué lo llevó a componer?
“Hace muchos años que lo comencé
a conocer, sobre todo en la etapa
de la formación hacia el sacerdocio.
Siempre me atrajo mucho su cora-
zón de pastor, sus virtudes apostó-
licas. Todo eso me llevó, también
sabiendo que se venía su beatifi-
cación, a componer una canción
titulada Pastor de nuestra patria,
que se publicó en marzo. Sabemos
que a través de la música podemos
tener una herramienta para acer-
carnos más a su figura, a conocerlo
más a él. También los invito a cono-
cerlo más”, explica.
Precisamente, el P. Ferrés,
tuvo la posibilidad, además, de
cantarla en el Estadio Centenario
durante las actividades previas a
la ceremonia de beatificación. “De
niño y adolescente mi sueño era
ser cantante y poder estar en un
escenario. Fui creciendo, y al dejar
todo para entrar al seminario y ser
 ENTRE TODOS
20 JACINTO VERA 13 de mayo de 2023

Jacinto Vera y su tiempo

Segunda parte del discurso del Prof. Juan J. Arteaga Zumarán a cien años de la muerte de Mons. Jacinto Vera
cando en su auxilio un artículo de
la Constitución de la República"
(Eduardo Acevedo, Anales Históri-
cos del Uruguay, T. IV, Montevideo,
1933, pp. 30 y 31).
Lo que importa de esto es que
el juicio de la sociedad nos dice
que el catolicismo estaba en deca-
dencia y que ahora algo sucede,
que se ha puesto de nuevo en
movimiento.
De la crisis interna, entonces,
la Iglesia salió evidentemente
fortalecida, apretados sus cua-
dros, pronta para enfrentarse si
era necesario a los enemigos de
afuera: el racionalismo deísta, el
positivismo materialista y más
adelante el liberalismo anticleri-
cal. Filosofías todas, que son hijas
en definitiva del pensamiento
Jacinto Vera, promotor de una sociedad uruguaya más unida. DECOS europeo que nace en la Ilustra-
ción, en los tiempos modernos,
Prof. JUAN J. ARTEAGA a raíz de la aparición de El Bien dos, hasta cierto punto liberales, a través de una clase culta y alie-
ZUMARÁN Público en 1878, realizó el siguiente y algunos sacerdotes extranjeros nada, extranjerizada en sus ideo-

L
a dinámica que Vera
impuso a la Iglesia uru-
guaya fue descrita muy bien
por sus propios enemigos
del momento, los racionalistas. La
Razón, periódico fundado espe-
cialmente para atacar a la Iglesia,
comentario:
"El catolicismo estaba hasta
hace poco en este país, si no
muerto [por lo menos lo daba por
muerto], al menos completamente
desprestigiado. Componían su
apostolado una docena de sacer-
dotes nacionales poco ilustra-
que con muy marcadas excepcio-
nes, más se ocupaban de adquirir
medios de fortuna, que de aten-
der a la cura de almas. La Iglesia
vivía de las mezquinas pensiones
que le asignaba el presupuesto,
pobre, sin brillo, regenteada por
un Vicario que sabía hacerse res-
petar por su carácter afable, sus
morales consejos y su pródiga
caridad... Pero [y esto parece que
les rompe el esquema a los libe-
rales] de repente, aprovechando
circunstancias que no es del caso
enumerar... emprende una cam-
paña empeñosa para ponerse
nuevamente en auge.
Funda liceos, establece cole-
gios, y abandonando las estrechas
columnas del periodismo, se lanza
a las más amplias del diario, desde
donde fulmina anatemas contra
los no católicos, llegando en su
intransigencia a pedir se corten las
manifestaciones liberales, invo-
logías, clase doctoral y universita-
ria, llamada también "principista'
en la década del 70. Todas estas
ideologías fueron como las olas a
las rocas de la costa golpeando el
edificio de la Iglesia.
Contemporáneamente Pío IX,
en la encíclica Quanta Cura y en el
Syllabus, condenaba el panteísmo,
el naturalismo, el socialismo, el
comunismo, la moral autónoma y
el liberalismo.
Durante el gobierno del coro-
nel Latorre, hay una especie de
segundo round, polémico, muy
serio y muy grave con la Iglesia,
que se suscita por el tema de la
reforma escolar propiciada por el
positivista José Pedro Varela.
Desde su óptica de historiador
liberal el Dr. Eduardo Acevedo nos
relata esto:
"A la cabeza de todos los adver-
sarios de la reforma escolar, estaba
el clericalismo [yo niego que exis-
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
tiera ‘clericalismo’ en el Uruguay]
que no perdonaba al reformador
que hubiera establecido en su pro-
yecto de ley de educación común,
que el programa obligatorio sólo
comprendería los principios de
Moral y de religión natural y que
sería facultativo de las comisiones
de distrito establecer también la
enseñanza de la religión católica,
pero a condición de darse fuera
del horario de clase y sin carácter
obligatorio" (Eduardo Acevedo,
ibíd., 1, 113).
Cuatro puntos fundamentales
de la reforma escolar, abarcaron,
dice Acevedo, la campaña cleri-
cal: la centralización técnica de la
enseñanza, las escuelas mixtas,
las inspecciones departamentales
y el programa escolar.
Signo de esta oposición de la
Iglesia a la reforma escolar fue el
proyecto del diputado e intelec-
tual católico Bauzá, que fue apro-
bado por la Cámara de Diputados
a mediados del 79, por el cual se
suprimían la dirección general y
las inspecciones departamenta-
les. Años después, y es importante
decirlo porque no se lo ha des-
«Todas estas
ideologías
fueron como
las olas a las
rocas de la costa
golpeando el
edificio de la
Iglesia»
JACINTO VERA 21
tacado suficientemente, la obra
positiva de Bauzá en esta materia,
Bauzá impulsó y orientó la obra
del Instituto Pedagógico.
Pivel Devoto en su biogra-
fía dice que es el esfuerzo edu-
cacional de mayor importancia
realizado en el país por el sector
privado con una concepción espi-
ritualista, realista y nacionalista
de la educación. En oposición a la
enseñanza oficial, laicizante, enci-
clopedista y desteñida de sentido
práctico que desde 1877 mantenía
dividida nuestra sociedad.
Bauzá es muy claro al deter-
minar la importancia de la trans-
misión de la fe católica en la
enseñanza. Pero "dígase lo que
se quiera", decía Bauzá, "sin creen-
cias religiosas no hay pueblo que
pueda vivir, ni nación que llegue
a ser grande" (Estudios Constitu-
cionales, Montevideo, 1887, p. 264).
El problema de la reforma de la
enseñanza nos mostró entonces
a una Iglesia ya activa, con capa-
cidad de reacción, coherente, dis-
puesta a defender sus derechos,
todo esto gracias, en gran parte,
al dinamismo de Mons. Vera y a la
presencia junto a él de una gene-
ración de sacerdotes y de laicos Luego de un largo camino, Jacinto ya es beato. R. FERNÁNDEZ
comprometidos con su misión.
con Roma se hacían a través del Patronato, para pasar a actuar e
El marco latinoamericano Real Patronato. No había más Real influir en el medio a través de ins-
Pero es necesario que nosotros Patronato y la Iglesia está huér- tituciones propiamente cristianas.
enmarquemos este período his-
tórico en el cual le toca actuar
fana, y va a ser un trabajo duro y
lento retomar las relaciones con
Cuando estas instituciones
aparecen estamos frente a la pri-
a Jacinto Vera, en el contexto
latinoamericano. Si volvemos
Roma. Este período de la segunda
mitad del siglo XIX, en general
mera muestra de vitalidad del
cuerpo eclesiástico. Es un signo de
un poco atrás, la independencia
había fragmentado el imperio his-
en toda América está signado por
dos procesos, uno el de seculari-
reacción y de renovación. Y Vera
es el obispo bajo el cual se crean
pánico y había roto el marco de la
nueva cristiandad indiana, como
zación, que en el caso de Uruguay
comenzó con la de los cemente-
estas instituciones cristianas en el
Uruguay y el gran dinamizador de
lo llamaba el arzobispo de Lima
santo Toribio de Mogrovejo.
rios y siguió con el Registro civil
y el matrimonio, hasta que en el
las mismas.
Si a Larrañaga le tocó entonces
La Iglesia latinoamericana va a
tener que afrontar el período caó-
período de Batlle el proceso se
aceleró y culminó con la separa-
ser el jefe de la Iglesia nacional en
el período de la revolución polí-
tico que sucede a la revolución en
el que se van delineando y desti-
ción de la Iglesia y el Estado.
Y segundo: la conformación de
tica, a Vera le correspondió ser el
timonel de la barca en la época
ñendo las nuevas nacionalidades.
Y la primera experiencia vital de
una sociedad pluralista.
En el proceso de secularización
en que se produce la verdadera
revolución, que es la ideológica,
la Iglesia, de las iglesias naciona- la Iglesia va dejando de intervenir que va a significar la ruptura más
les, de esa América dividida fue el en la sociedad, por medio de los profunda de la historia de Amé-
aislamiento. Todas las relaciones resortes legales del Estado y del rica Latina.
 ENTRE TODOS
22 JACINTO VERA 13 de mayo de 2023

El Correo reconoce a Jacinto Vera

CAMILO GENTA
Redacción Entre Todos
El jueves 5 de mayo, en el
Palacio Legislativo, el Correo
Uruguayo presentó una hoja
filatélica conmemorativa de la
beatificación de Mons. Jacinto
Vera.
pondencia a ser una actividad que,
por sus vínculos con actividades
culturales, es el reservorio del ser
nacional, porque preserva todas
las expresiones de la vida de la
comunidad.
Una vez que las autoridades del
Correo Uruguayo y el Card. Daniel
Sturla descubrieron la gigantogra-

E
n el evento estuvieron
presentes autoridades
eclesiásticas como el
Card. Daniel Sturla, arzo-
bispo de Montevideo; Mons.
Arturo Fajardo, presidente de la
Conferencia Epicopal del Uru-
guay; Mons. Alberto Sanguine-
tti, obispo emérito de Canelones
y vicepostulador de la causa de
canonización de Jacinto Vera;
entre otros obispos de nuestro
país. Por el Correo Uruguayo se
hicieron presentes el vicedirec-
tor Julio César Silveira y el direc-
tor Jorge Pozzi. Entre los con-
currentes estaban los diputados
Aldo Lamorte y Rodrigo Goñi.
Un gran ciudadano
El primer orador fue el vicedirector
del Correo Uruguayo, Julio César
Silveira. Dijo que “en nombre del
estado laico, pero contenedor de
todas las ideas y de todas las perte-
nencias, venimos a prestar nuestro
homenaje a un hombre de la Iglesia
católica, pero especialmente a un
gran ciudadano de nuestro país”.
Destacó, además, el esfuerzo,
decisión y ganas de Mons. Vera al
recorrer el país, haciendo un para-
lelismo con el trabajo del correo
nacional, que nacía al final de
la década del 20, en el siglo XIX,
tiempo que coincide con la juven-
tud de Jacinto Vera.
Explicó que con el tiempo la
filatelia pasó de ser un elemento
esencial del franqueo de la corres-
fía de la hoja filatélica, se procedió
a matasellar dicha hoja. Se invitó a
Julio César Silveira, al Card. Daniel
Sturla, a Mons. Alberto Sanguine-
tti, a Mons. Arturo Fajardo, a los
diputados Aldo Lamorte y Rodrigo
Goñi, al P. Gabriel González Mer-
lano, a Jorge Pozzi, a la profesora
emérita María Emilia Pérez San-
tarcieri, a Winston Casal y a la
Dra. Silvia Puentes de Oyenard al
matasellado, llevándose cada uno
de ellos un ejemplar de la hoja.
Consolidó la nación desde la fe
Luego de matasellar la hoja fila-
télica fue el turno de la Dra. Sylvia
Puentes de Oyenard. La acadé-
mica recordó un soneto del Mtro.
Ramón Cuadra en referencia al
próximo beato: “Rostro sereno,
cabellera blanca,/ ojos profundos,
tierna la mirada,
una sonrisa apenas insinuada/
y su figura de nobleza franca.
Tan padre y tan pastor que esta
su forma/ no basta para darnos su
retrato;
firme en la convicción, bueno
en el trato/ que escucha, que con-
suela, que transforma…”
También mencionó que
honor, destierro, aplauso y
lucha forjaron la vida de Jacinto
Vera. Y concluyó su alocu-
ción con estas palabra: “Entre
el cielo y la tierra, sea nuestro
bienaventurado Jacinto Vera
el héroe de lo doméstico, el
santo de las virtudes natura-
les y de ese simbólico zapato
que marca con su destino de
El Card. Sturla durante el matasellado. R. FERNÁNDEZ
conductor y se convierte, con
la cruz, en cáliz contenedor de
una luz que enciende otras para
lograr el mejor destino de hom-
bres y mujeres que, crecidos en
la fe, hermanan esfuerzos”.
Más adelante, fue el turno de
la profesora María Emilia Pérez
Santarcieri que habló sobre el
tiempo histórico de Jacinto Vera.
Subrayó la procedencia canaria
del primer obispo uruguayo y de
la realidad que se vivía en el terri-
torio con gente de distintas pro-
cedencias. También mencionó la
violencia que en ese momento
había ganado el territorio nacio-
nal y los problemas económicos,
sobre todo en la campaña
“Vera reacciona a una realidad
de la campaña en donde no hay
catequesis, no hay matrimonios”,
destacó. También puso en el tapete
el tema de la migración, en la que
llegaban tanto creyentes como no
creyentes, y que permite que entre
la masonería en nuestro país.
Para finalizar el acto, tomó la
palabra el arzobispo de Monte-
video, el Card. Daniel Sturla. En
primer lugar agradeció en nom-
bre de la Iglesia en el Uruguay al
Correo por la hoja filatélica y por
la oportunidad de realizar el acto
en el Palacio Legislativo. Apuntó
que “Jacinto Vera ayudó a la
consolidación nacional”, y que
“la beatificación es algo de todo
el Uruguay; porque tenemos
héroes nacionales, figuras estu-
pendas en la filosofía, la historia,
la ciencia. Faltaba aquella per-
sona que fuera héroe por su vida
de santidad, que trabajara por
los pobres y el entendimiento
entre los orientales como pocos”.
Remarcó que Mons. Jacinto
Vera fue un hombre que se jugó por
los más pobres, los enfermos, pero
también por la educación —ya
desde su tiempo en Canelones—.
“En Vera encontramos una figura
de consolidación nacional, sobre
todo llevando el Evangelio. Un país
tiene alma y Vera cuido como nadie
a esa alma”, concluyó.
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
50 años de sacerdocio
para alabanza de la
gloria de su gracia
Mons. ALBERTO SANGUINETTI
C
omparto con los lectores
mi alabanza a Dios, Padre
de nuestro Señor Jesu-
cristo, por cuanto, según
el designio de su voluntad, ha reali-
zado en mí y por mí, para “alabanza
de la gloria de su gracia”.
Ya cuando fui ordenado diá-
cono el 7 de mayo de 1970 elegí
esa frase paulina repetida en el
himno de Efesios 1 y la retomé el
18 de mayo de 1973, cuando por el
ministerio de Mons. Carlos Parteli
fui ordenado presbítero.
Más aún desde el comienzo del
Seminario, en Toledo, en 1962, me
había centrado en esas palabras,
guiado por sor Isabel de la Trini-
dad OCD.
El estudio, en todas sus formas,
desde el latín, hasta la más pro-
funda teología, el esfuerzo de mis
acciones y servicios, todo fue dis-
puesto por la Providencia de Dios,
para que conociera y proclamara
la sobreabundancia de su caridad,
entregada en Cristo, el don de la
gracia del Espíritu Santo.
No fue casual que los tratados
que especialmente enseñé fue-
ran el de la gracia de Cristo, con
el perdón de los pecados, la filia-
ción divina y la inhabitación de la
Trinidad Santísima, y las virtudes
teologales, la vida divina en la fe,
esperanza y caridad.
En mi tesis profundicé en san
Agustín, el doctor de la gracia, y
más precisamente en la gratuidad
del amor de Dios y en la respuesta
que produce en nosotros de amor,
ACCIÓN DE GRACIAS
alabanza, adoración, culto gra-
tuito solo por amor a él.
Al mismo tiempo, siempre he
sido un buscador de la verdad.
No la mía, no la mera opinión.
La verdad hay que buscarla, hay
que ser obediente a ella, aun a
costa de contrariar lo que hoy se
dice “políticamente correcto”. Vi
pasar muchas “ondas” en mi vida
y siempre me senté a ver dónde
estaba la verdad. En la búsqueda
de la verdad, padecí bastante sole-
dad, mucho juicio adverso, sin
embargo, tuve la gracia de ser más
libre, de haber ayudado a otros a
buscar la verdad y de darle gloria
al Verbo de Dios.
La gracia y la verdad nos vie-
nen por Jesucristo (Jn 1,17), es él
mismo, y por eso se vuelve para
nosotros camino y vida que lleva al
Padre (Jn 14,6).
Esta unión de verdad y de gra-
cia ha sido la búsqueda de mi vida
y lo que he entregado en mi sacer-
docio, en acciones, docencia, ora-
ción, silencio.
Ese don se da en plenitud en
la liturgia. Mi amor al culto divino,
a la liturgia de la Santa Iglesia,
Esposa y Cuerpo de Cristo, no es
una “sensibilidad” afectiva, ni un
gusto intelectual. Es simplemente
la atracción de la realidad, allí se
da como fuente y plenitud la unión
de gracia y amor entre el Verbo y la
Iglesia, y en esa participamos los
bautizados y confirmados.
Por ello ciertamente he sufrido
y sufro, en el Corazón de Cristo, la
incomprensión del misterio de la
liturgia, la infidelidad a su verdad,
el que se substraigan al pueblo las
riquezas de la Iglesia.
En mi ministerio he sufrido
persecuciones, contradicciones y
calumnias. No las voy a magnifi-
car, porque no he resistido hasta
la sangre en esta lucha (cf. Heb 12,
4), y tener que tomar la cruz no es
sino la verdad del ser discípulo de
Jesús. Las agradezco de manos
de Dios, que con ella como buen
padre y artífice me ha ido puliendo
y construyendo. “Todo lo soporto
por los elegidos, para que también
ellos alcancen la salvación que
está en Cristo Jesús con la gloria
eterna” (2 Tim 2,10).
Por cierto, mi vida está salpi-
cada de mis límites, mis defectos
y pecados, que no han hecho sino
enaltecer la misericordia divina,
el don inmerecido, el triunfo de la
misma gracia y la paciencia de los
demás.
Recuerdo con gratitud la com-
pañía de tantos hermanos sacer-
dotes, de laicos, familias, religio-
sas, en la gran comunión de la
Iglesia católica y también fuera
de ella. Sin duda estoy particular-
mente agradecido con la Iglesia de
Montevideo, que es mi madre por
el bautismo y la unción del crisma,
en la que estuve incardinado 43
años y serví como presbítero 37
23
años. A su vez, desde 2010 perte-
nezco a la Iglesia de Canelones, en
la que como amigo del Esposo, y
como presencia del Esposo, estoy
entregado hasta el fin.
Si faltaba un regalo del Amigo y
Señor, para este jubileo, aconteció
con el presente de la beatificación
de Jacinto Vera. En lo personal ha
sido como un sello a mi vida.
Invito a que se unan conmigo
para alabanza de la gloria de la
gracia del Padre, de la forma que
quieran.
En especial, celebraré el 21
de mayo en la Iglesia Catedral de
Canelones. A las 16 h: Vísperas y
bendición de una pintura al óleo
del beato Jacinto. A las 17 h: la misa
solemne.
Aprovecho la oportunidad para
compartir mis deseos y mi disponi-
bilidad para:
Celebrar misa por mis 50 años
en las comunidades.
Charlas o encuentros sobre el
beato Jacinto Vera
Comunicar mi amor a la liturgia
y, si quieren, ayudar a renovarse y
convertirse a ella.
Además siempre me pueden
encontrar en mi página “ami-
cus-sponsi.com” y en mis canales
“amicus Sponsi Alberto Sanguinetti
e introitus verus”.

24
... y la Palabra era Dios (Jn. 1,1)
Tercera entrega de la serie "Concilio Vaticano II. Un paso. Un Camino
El papa san Juan XXIII durante el Concilio Vaticano II. CNA
EMILIA CONDE
"T
e doy mi pala-
bra”. ¿Quién no ha
escuchado esto
alguna vez? ¿Qué
nos dicen estas palabras cuando
alguien nos mira de frente y las
pone ante nosotros? Y cuando
hacemos nuestras estas pala-
bras, ¿qué queremos suscitar en
quien nos está escuchando? Y ¿si
es Dios quien promete darnos su
Palabra? Y ¿si la Palabra que nos
da es Dios mismo, que “se hizo
carne y habitó entre nosotros”?
Si realmente nos hacemos
cargo de lo que escuchamos que-
daremos sin aliento, absoluta-
mente superados y de seguro, pro-
fundamente conmovidos.
En nuestra mirada al Concilio
Vaticano II encontramos una de
las dos constituciones dogmá-
ticas dedicada a este tema y a la
búsqueda de una respuesta y una
actitud coherente ante esta asom-
SOCIEDAD
brosa y comprometedora opor-
tunidad de relación con Dios, que
él mismo ha querido poner ante
cada hombre.
La Constitución Dei Verbum
—Palabra de Dios— es una vía
abierta a la escucha de la Palabra
que nos ha sido dada y que ha que-
dado expuesta a nuestra limitada
«El concilio
capacidad de comprensión.
Nos animan las palabras cita-
pone énfasis
das en el Proemio:
«Les anunciamos la vida eterna,
en que la
que estaba junto al Padre y se nos
manifestó. Lo que hemos visto y
revelación
oído, se lo anunciamos, para que
ustedes también vivan en esta
ocurre en la
unión nuestra, que nos une con el
Padre y con su Hijo Jesucristo.
historia, en la
Y así, siguiendo las huellas de
los Concilios Tridentino y Vaticano
vida misma de
I, este Concilio quiere proponer la
doctrina auténtica sobre la reve-
los hombres»
lación y su transmisión” y a este
propósito cita las palabras de san
Agustín que afinan el para qué de
este esfuerzo: “para que todo el
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
mundo la escuche y crea, creyendo
espere, esperando ame”».
En consecuencia la primera
precisión de Dei Verbum es res-
pecto al concepto mismo de
Revelación que se identifica como
acción libérrima de Dios. Es, lo que
Dios quiso: “revelarse a sí mismo
y manifestar el misterio de su
voluntad” en orden al objetivo
previsto “que los hombres puedan
llegar hasta el Padre y participar de
la naturaleza divina”, “por Cristo la
Palabra hecha carne y con el Espí-
ritu Santo”(DV 2).
La revelación es un mensaje
para el hombre, lo que determina
la necesidad de una palabra que
él pueda comprender y un rostro
en que él pueda reconocerse. Dios
le da al hombre “su” Palabra, y en
el mismo acto abre la puerta a la
palabra del hombre.
“La Palabra” espera una pala-
bra que le responda. Solo con la
palabra “fe” podremos tentar una
respuesta a un Dios que se revela
“movido de amor”, que “habla a los
hombres como amigos para invi-
tarlos y recibirlos en su compañía”.
(DV 2) No se trata de la fe como
convicción intelectual, sino la fe
vivida como esencia del propio
ser y fuente de sentido de la exis-
tencia total. Entonces el término
‘revelación’ adquiere todo su sig-
nificado: el que se ha presentado
ha sido recibido.
Es necesario entender la reve-
lación como un largo proceso,
pedagógicamente orientado, que
se inicia en la creación, recorre la
entera historia de la humanidad y
culmina en Cristo, su mediador y
plenitud.
Dios se revela, se confía, se da
incondicionalmente “en obras y en
palabras intrínsecamente ligadas;
[…] a su vez las palabras proclaman
las obras y explican su misterio”
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
(DV 2). La respuesta debiera ser en
el mismo idioma: obras y palabras.
El concilio pone énfasis en que
la revelación ocurre en la historia,
en la vida misma de los hombres.
Es Dios quien sale al encuentro,
quien abre el diálogo, quien toma
la iniciativa y… espera.
El segundo capítulo del docu-
mento se hace cargo de una pre-
gunta relevante: ¿Cómo ha lle-
gado y cómo llegará esta iniciativa
de auto revelación de Dios al hom-
bre, a través del tiempo?
Como vimos en el Proemio, se
alude expresamente a los con-
cilios de Trento y Vaticano I. En
ambos se trató el tema de la trans-
misión de la revelación. Dei Ver-
bum lo retoma y hace un aporte
que incluye: Escritura, Tradición y
Magisterio
En Trento la Iglesia debió res-
ponder, entre otras, a la afirma-
ción de Calvino y Lutero, que solo
SOCIEDAD 25
proceso vital en el que se recibe lo
reconocían como vía de revelación
ya vivido por la Iglesia para que,
divina la Escritura y descalificaban
a su tiempo, sea entregado enri-
la Tradición.
quecido con un aporte nuevo, de
El Concilio Vaticano II propone
modo que la Tradición “va cre-
la consideración de la Escritura y
de la Tradición, no como dos fuen-
«Es Dios ciendo en la Iglesia con la ayuda
del Espíritu Santo; es decir crece
tes distintas de revelación sino
como dos caminos que tienen su
quien sale al la comprensión de las palabras e
instituciones transmitidas cuando
origen en Dios.
Las rispideces entre ambas
encuentro, los fieles las contemplan y estu-
dian repasándolas en su corazón.
confesiones continuaron desarro-
llando lo que conocemos como
quien abre La Iglesia camina a través de los
siglos hacia la plenitud de la ver-
la polémica de las dos fuentes. La
idea de Tradición en el Vaticano II
el diálogo, dad” (DV 8).
“La Tradición y la Escritura
parte de una visión diferente. Se
trata de superar la idea de la Tra-
quien toma la están estrechamente unidas
y compenetradas; manan de la
dición como un fenómeno con-
gelado en el pasado que se repro-
iniciativa y… misma fuente, se unen en un
mismo caudal, corren hacia un
duce en el presente sin variantes
de ningún tipo. Algo que se iden-
espera» mismo fin, […]. Por eso la Igle-
sia no saca exclusivamente de
tifica más con un “tradicionalismo”
la Escritura la certeza de todo lo
que con la Tradición. Cuando Dei
revelado. Y así ambas se han de
Verbum habla de Tradición parte
recibir y respetar con el mismo
del significado del verbo tradere
espíritu de devoción”. (DV 9 )
—hacer entrega—. Se trata de un
26 SOCIEDAD

En cuanto al Magisterio tam-

bién ha habido polémica. Para las
Iglesias protestantes los católi-
cos hemos subordinado la Escri-
tura al Magisterio. En cambio, las
palabras del Concilio pasan clara-
mente por otro lado. Se comienza
diciendo que “El oficio de interpre-
tar auténticamente la Palabra de
Dios oral y escrita ha sido enco-
mendado únicamente al Magiste-
rio de la Iglesia, el cual lo ejercita
en nombre de Jesucristo” y agrega
enfáticamente que “el Magisterio
no está por encima de la palabra
de Dios, sino a su servicio, para
enseñar puramente lo transmi-
tido, pues por mandato divino
y con la asistencia del Espíritu
Santo, lo escucha devotamente, lo
custodia celosamente, lo explica
fielmente; y de este depósito de la
fe saca todo lo que propone como
revelado por Dios para ser creído”.
Otro punto relevante abordado
por la Dei Verbum es el de la Inspi-
Pablo VI fue el papa que concluyó el concilio. CNA
ración de la Escritura y la Verdad
que comunica. En continuidad
trar el origen de cada texto, el con- bíblica en la Iglesia que aporta al una escucha del Jesús de los Evan-
con Trento asume el canon bíblico
texto en que fue escrito, sus fuen- tema diciendo que “la exégesis gelios que permitan un encuentro
entonces aprobado, puesto que
tes y sus probables receptores. católica no tiene un método de personal con Él”.
todos sus libros “tienen a Dios por
Se advierte que, de este modo, interpretación propio y exclusivo Pocas palabras las de Dei Ver-
autor” […]. “Él se valió de hombres
el texto podría permanecer fijado sino que, partiendo de la base bum, pero suficientes para que “se
elegidos, que usaban de todas
en un momento histórico con- histórico crítica, sin presupuestos difunda y brille la Palabra de Dios
sus facultades y talentos; de este
creto, desconectado del cuerpo filosóficos, ni otros contrarios a y para que el tesoro de la Reve-
modo, obrando Dios en ellos y por
bíblico total, sin peso ni conexión la verdad de nuestra fe, aprove- lación encomendado a la Iglesia
ellos, como verdaderos autores,
con la vida del hombre de hoy. cha todos los métodos actuales, llene más y más los corazones de
pusieron por escrito todo y sólo lo
El papa Pablo VI, en 1970 en buscando en cada uno de ellos la los hombres” (DV 26).
que Dios quería” (DV 11).
un Discurso a los Profesores de semilla del Verbo”. Aquí llegados nos queda claro
Se promueve la lectura atenta
Sagrada Escritura, opinó al res- El papa Benedicto XVI en el que así como el tiempo y el espa-
de la Escritura poniendo en con-
pecto afirmando que “la inter- segundo tomo de Jesús de Naza- cio marcan el estilo en que un
texto a los autores y sus escritos,
pretación de la Escritura no ha ret publicado en 2011, afirmaba autor se expresa, también lo hacen
considerando el género literario
llegado a su término sino cuando que ha llegado el tiempo de no con el ojo que contempla la obra.
al que la obra pertenece y espe-
ha mostrado cómo su signifi- permitir que los textos queden Ante la realidad de un Dios
cialmente teniendo en cuenta su
cado se pueda referir al presente secuestrados en el pasado sino de buscador y rescatador del hombre
carácter inspirado para intentar
momento salvífico […] y que su perseverar en la búsqueda de la vino a nuestra memoria una pre-
leer y comprender los textos con
mensaje sea presentado, en su verdad fundante que vive en ellos gunta de Lope de Vega:
el mismo Espíritu con que fueron
integridad, no al hombre en gene- y aplica tanto al presente histórico
escritos.
ral, sino al hombre de hoy, al que el comunitario como al presente ¿Qué tengo yo que mi amistad
En el tiempo siguiente al conci-
mensaje se anuncia ahora”. personal de todo hombre de todo procuras,
lio alcanza gran desarrollo el abor-
En 1993, cumplidos veinticinco tiempo. qué interés te sigue, Jesús mío,
daje interdisciplinar de la Escritura
años de la conclusión del Concilio Insistía el papa, en primera per- que a mi puerta cubierto de
mientras que comienzan a levan-
Vaticano II, el papa Juan Pablo II sona, diciendo que “conjugando rocío
tarse ciertos cuestionamientos al
encargó y obtuvo de la Pontificia las dos hermenéuticas —la histó- pasas las noches del Invierno
llamado método histórico crítico
Comisión Bíblica la publicación rico crítica y la de la fe— he tra- oscuras?
mediante el que se trata de mos-
del documento La Interpretación tado de desarrollar una mirada y Será hasta la próxima.
27
28
ENTRE TODOS

EVANGELIO
13 de mayo de 2023

DOMINGO 14 DE MAYO, VI DE PASCUA

El Espíritu Paráclito
EVANGELIO SEGÚN
SAN JUAN 14, 15-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si ustedes me aman,
cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro
Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a
quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes,
en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en
ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el
mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también
ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que
ustedes están en mí y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los
cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre,
y yo lo amaré y me manifestaré a él»

Ilustración NATASHA LÓPEZ natiilustra.uy

Padre KRZYSZTOF PACHOLAK la última cena, en la víspera de su muerte, con ellos y en ellos, en la comunidad y en

E
n el Evangelio de Juan, el Espíritu Santo
recibe un título característico, incluso el
nombre: Parákletos, generalmente tradu-
cido como "El Consolador". Este término griego,
como el latín advocatus, significa alguien que
está llamado a ayudar, que está con nosotros
ante el tribunal para defendernos de la con-
denación y para mostrar la rectitud de lo que
decimos.
A lo largo del cuarto Evangelio, hay
un gran cuadro del juicio que tiene lugar
entre Jesús y el mundo, que lo rechaza
y que también persigue a sus discípulos.
Pues el Espíritu Paráclito estará constan-
temente presente con ellos como un amigo
cordial que enseña, anima, da sabiduría y
perseverancia.
En el discurso de su despedida durante
Jesús les deja la promesa del Espíritu. Será
simplemente una continuación de la pre-
sencia del mismo Jesús, quien primero se
llama a sí mismo el Paráclito cuando anun-
cia el envío de "otro Paráclito", "el Espíritu
de la Verdad".
La verdad en el Evangelio de Juan es
ante todo el mismo Jesús, el Hijo del Dios
vivo. Por tanto, la "verdad que nos hará
libres" no es una doctrina sino un encuentro
personal con Jesús, el Salvador del mundo.
Y el "Espíritu de la Verdad" es precisamente
Aquel a través del cual podemos reconocer
y aceptar a Jesús como Hijo de Dios.
Durante la vida pública de Jesús, el
Espíritu Santo se hace presente precisa-
mente en su vida, y después de su resu-
rrección, esta presencia del Espíritu será
"interiorizada": en adelante permanecerá
el corazón de cada creyente. Su presencia
será semejante al soplo de vida que anima
tanto a todo el cuerpo humano como a
cada una de las células que lo componen.
Para permanecer en esta presencia, los
creyentes deben vivir el Evangelio y orar
constantemente por el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo no trae a nosotros
alguna enseñanza nueva, sino que nos hace
asimilar el Evangelio de Jesús de tal modo
que se convierte para nosotros en palabra
de vida, escrita en nuestros corazones, en
dinamismo interior que configura nuestra
vida. Nuestra mentalidad se está volviendo
más y más como la mente de Cristo.
El Espíritu Santo también nos permite
saborear ahora, como anticipadamente, la ale-
gría y el amor que comparten los salvados en
el cielo..
 29
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023

DOMINGO 21 DE MAYO, ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Ir a Galilea
EVANGELIO SEGÚN
SAN MATEO 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña
donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin
embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he
recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos
los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que
yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del
mundo».

Ilustración NATASHA LÓPEZ natiilustra.uy

Padre KRZYSZTOF PACHOLAK los hechos gozosos, llenos de esperanza, En nuestra tradición, generalmente con-

A
ntes de su Ascensión, Jesús se reúne
con sus discípulos en Galilea, que,
en el relato de Mateo, tiene un sig-
nificado simbólico.
Mientras que Jerusalén fue el lugar de
la traición, el rechazo, el sufrimiento y la
muerte de Jesús, Galilea es un lugar favo-
rable con él.
Galilea tiene un significado especial
para los discípulos de Jesús. Recuerda los
lugares donde estuvieron junto a Jesús: la
vocación en el lago de Genesaret, el ser-
món de la montaña, el monte Tabor, la
tempestad en el lago, la curación de los
ciegos, la resurrección del joven de Naín,
la multiplicación de los panes, el anun-
cio de la pasión y resurrección.... Volver
a las experiencias positivas de la vida, a
es un fortalecimiento interior. Tal retorno
arroja nueva luz sobre la vida. Las "grandes
tragedias humanas" también empiezan a
relativizarse y a tomar otra dimensión.
Galilea, por otro lado, es un lugar sin
importancia. Es sinónimo de provincia, la
zona más alejada de la Ciudad Santa, con-
taminada por paganos, "una nación que
vive en tinieblas". "Ir a Galilea" significa ir a
lugares sin importancia, que para muchos
son objeto de burla o desprecio; significa
asumir pequeños asuntos que no despier-
tan aprecio ni aplausos en los ojos de la
gente, que hacen preguntar a muchos:
"¿vale la pena"?
El encuentro de Jesús con los discípu-
los en Galilea es también la entrega del tes-
tamento. Un testamento expresa la última
voluntad, el último deseo del moribundo.
tiene regulaciones financieras y de propie-
dad. En la cultura oriental, el testamento
también tiene una dimensión espiritual;
contiene preceptos y sabiduría espiritual.
Este es el testamento que el Maestro dejó
a sus discípulos. Jesús, partiendo hacia el
Padre, da también su testamento, su última
voluntad: "Vayan, y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos, bautizándo-
los en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir
todo lo que yo les he mandado". Es volun-
tad de Jesús, su última voluntad, que los
discípulos sean sus testigos y depositarios
de sus enseñanzas. La experiencia de la
Ascensión nos envía a la vida cotidiana en la
que vivimos y trabajamos. Debemos llevar
el cielo donde hay oscuridad, donde hay
vacío y la falta de sentido.
 ENTRE TODOS
30 IN MEMORIAM 13 de mayo de 2023

Semana de despedidas
¡y de gratitud!
Prof. ROSA RAMOS
amerindiaenlared.org
“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir…”
Jorge Manrique
“…Y en nosotros nuestros muertos,
pá que nadie quede atrás…”
Atahualpa Yupanqui
En esta semana muchos cris-
tianos de Montevideo nos hemos
encontrado en velatorios de dos
referentes que han iluminado
con su vida nuestro horizonte y lo
seguirán haciendo: Beatriz Brites y
Mario Cayota.
Beatriz Brites era una laica
consagrada, pertenecía al Insti-
tuto Secular Hijas de la Natividad

E
n todos los sitios de este
planeta, en grandes ciu-
dades o en poblaciones
muy pequeñas, innumera-
bles personas despidieron a seres
queridos esta semana. También
recibieron y celebraron nacimien-
tos, como en todo tiempo y lugar
desde que somos humanos. Entre-
tanto, otros viven distraídos o aje-
nos, indiferentes a esta realidad
señera de la vida y de la muerte,
en un mundo de irrealidades, o
de vanidades, como también esta
semana hemos podido ver a través
de pantallas.
La vida y la muerte coexisten.
Muchas veces una misma comu-
nidad o familia, vive casi simultá-
neamente nacimientos y muertes,
bienvenidas y despedidas. Sin
ocultar inquietudes e incertidum-
bres que normalmente provo-
can, junto con esa mezcla de infi-
nita alegría o de profundo dolor,
¡qué hermoso regalo es cuando
se puede vivir en clima de grati-
tud! Siempre es gratitud por la
vida: por la que se nos regala en
un recién nacido, llena de posibili-
dades abiertas, o por la sembrada
generosamente por la persona
que despedimos, recogiendo su
legado como antorcha que ilu-
mina el sentido y el compromiso
a seguir.
de María, más conocidas aquí por
su presencia en el colegio Obra
Banneux que brinda su servicio
en un barrio periférico, de “con-
texto crítico”. Las laicas consagra-
das tienen una vida en el mundo,
más activa e independiente y se
mantienen con sus ingresos eco-
nómicos, pero existen distintas
alternativas de vivirla, contaba
Beatriz en una entrevista: “Hay
dos estilos, uno conlleva estar en
grupos o comunidad (algunas
viven en la casa contigua al cole-
gio que animan), y el otro es aquel
que llamamos en dispersión y que
refiere a quienes vivimos solas o
con nuestras familias (su caso).
Pero en la práctica no depende-
mos de ninguna comunidad para
vivir. Cada laica elige su profesión,
su carrera o su oficio, y desde ese
lugar da testimonio a través de sus
obras, su entrega y de la acción
cotidiana”.
Beatriz era una mujer de perfil
bajo, y a la vez fuerte, destacada
animadora de diferentes iniciati-
vas en favor de mujeres, niños y
jóvenes, que son los más vulnera-
bles en ese contexto. Estaba siem-
pre atenta tanto a las necesidades
del barrio, como de las organiza-
ciones a las que se podía recurrir
para que las acciones sociales con-
taran con recursos económicos y
profesionales, a fin de que fueran
Beatriz Brites. MOVIMIENTO TACURÚ
eficaces. Lideraba propuestas y
talleres que promovieran a las
personas y participaba también
activamente de la vida pública de
la sociedad uruguaya. Cuando se
le requería, hablaba a los medios
de comunicación con claridad y
valentía, denunciaba las violencias
que sufrían los moradores de los
barrios Marconi y Casavalle. Bea-
triz señalaba la violencia cotidiana
del hambre, de la falta de recur-
sos, de vivienda digna, de edu-
cación y futuro para los jóvenes,
que muchas veces era la base de
las otras violencias de las que la
prensa se ocupaba.
Esta mujer comprometida
e inserta en el medio popular,
amiga, compañera, presente en
toda convocatoria a favor de la
vida amenazada, nos dejó siendo
joven aún, con mucha energía y fe
para compartir. El martes pasado
nos sorprendió la noticia de su
fallecimiento, alguien escribió
invitando a la Eucaristía: “La son-
risa de Bea nos sigue inspirando.
Gracias por tu entrega a cuerpo
entero al estilo de Jesús, al estilo
de Cacho, ¡a tu estilo Beatriz! Tu
nueva presencia resucitada nos
seguirá alentando a dar lo mejor
de cada uno.”
Al día siguiente, 3 de mayo,
fiesta de Felipe y Santiago, nues-
tros santos patronos, nos con-
mueve la pascua de Mario Cayota,
muy conocido por su trayectoria
pública a nivel nacional e interna-
cional, puesto que fue embajador
uruguayo en el Vaticano por dos
períodos. Doctor en Filosofía, fue
docente a distintos niveles, en
Uruguay, pero también en Brasil,
Chile, Italia, dando muchísimas
ENTRE TODOS
13 de mayo de 2023
Prof. Mario Cayota. R. FERNÁNDEZ
conferencias. Se dedicó especial-
mente a la investigación histórica,
autor de grandes obras, no sólo por
su volumen sino por su impronta
particular, que denotaba su pasión
y su capacidad de investigación.
Algunas de sus obras más reco-
nocidas: Siembra entre brumas.
Utopía Franciscana y Humanismo
Renacentista: una alternativa a la
Conquista; Artigas y su derrota,
¿frustración o desafío?; Un pasado
que se conjuga en futuro. Pensa-
miento y acción del Presidente
Tabaré Vázquez. Asimismo, ha
escrito con frecuencia sobre la
espiritualidad franciscana.
Mario Juan Bosco Cayota
Zappettini, era su nombre com-
pleto, también fue político: Presi-
dente del Partido Demócrata Cris-
tiano y uno de los fundadores del
Frente Amplio. Hombre de convic-
ciones políticas arraigadas en un
profundo humanismo cristiano y
una concepción de “no violencia
activa”. Mario era católico práctico
y terciario franciscano, fue Minis-
tro de la Orden Franciscana Seglar.
También fue Presidente del Centro
de Difusión de la Doctrina Social
IN MEMORIAM 31
Despedimos a Mario Cayota pasan la antorcha confiada-
con una Eucaristía a su estilo, mente, con una sonrisa cálida y
sencilla y profunda, leyendo un un “ahora tú… ahora ustedes”. Su
pasaje de la biografía de San ausencia, que será desde ahora
Francisco y el Evangelio de las otro modo de presencia, y esa
bienaventuranzas, recordando confianza, nos comprometen
un texto suyo escrito para una mucho más a vivir con sentido y
homilía de Monseñor Parteli, descentradamente, para otros,
así como breves “confesiones aunque queme. “Optar por los
de fe” de los asistentes, a partir pobres, aunque me marquen a
de haber compartido con él un hierro”, fue otro de sus libros.
tramo del camino. La vida y la muerte coexis-
Las muertes de Beatriz y de ten, decíamos al empezar, a la
Mario nos dejan un poco -o un vez que elegimos para encabe-
mucho- huérfanos; personas zar dos textos aparentemente
como ellos “hacen falta”, como contradictorios, el de Manrique
recitaba Alfredo Zitarrosa en y el de Yupanqui, pero volve-
Guitarra negra, los extrañaremos mos a subrayar que es de Dios
en los espacios habituales, nos poder acoger y celebrar la vida
parecerá verlos y dolerá el lugar y la muerte con gratitud. ¡Gra-
vacío de su figura amiga. Pero, cias Beatriz, gracias Mario, por
simultáneamente, su modo de el regalo inmenso de sus vidas!
hacer falta y de decir presente ¡Qué generoso ha sido Dios con
en la historia no fue para nada nosotros en las personas de
posesivo, estoy segura que nos ustedes!
Cristiana… pero no cabe aquí
seguir señalando desempeños
que se pueden ubicar en internet.
Importa sí destacar lo polifacético
de este hombre tan comprome-
tido con la vida, la sociedad, la cul-
tura y la Iglesia uruguaya.
La fecundidad y lucidez de sus
86 años han sido un regalo para
cuantos, en distintos momentos
y ámbitos de la vida del país, lo
hemos conocido. Hemos disfru-
tado tanto sus libros, sus confe-
rencias, como sus charlas infor-
males a la salida de una reunión
o Eucaristía: su pura presencia
siempre sabia, amable, alegre y
humilde, ha sido el mayor regalo.
Mario se entregaba enteramente
a lo que hacía, fuera escribir una
obra monumental, pronunciar
un discurso, dar una clase o reci-
tar a dos voces en una esquina de
calles aún empedradas, poemas
de Líber Falco. Era siempre él y el
mismo, hablando o escuchando,
aportando su sabiduría y apren-
diendo siempre. ¡Era siempre
él, como esposo, padre, abuelo,
como vecino y parroquiano, un ser
entrañable!
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