Constituye el nexo entre la poesía anterior y posterior a 1939. Nació en Orihuela, participó como soldado junto al ejército republicano durante la Guerra Civil. Al acabar la contienda fue encarcelado, donde murió de tuberculosis. Poeta de formación autodidacta, convierte lo cotidiano y humilde en poético. Basa sus poemas en metáforas, como se ve en su obra Perito en lunas. Estas metáforas se harán imágenes en la poesía más personal, como ocurre en El rayo que no cesa, en el que trata sus tres temas predilectos: la vida, el amor y la muerte, presente esta en el poema “Elegía a Ramón Sijé”. En su poesía popular predominan las comparaciones más sencillas, como se aprecia en Cancionero y romancero de ausencias. 1.2. LOS POETAS EN EL EXILIO Su mayor preocupación fue España, la patria perdida. Al principio se la considera una madre cruel, lo que se expresa con dolor y odio a los vencedores. Por eso reniegan de su país. Después, la añoranza de la tierra y el deseo de volver va calmando el tono exaltado y lo sustituye por otro más lírico y personal. Destacan: Cernuda (Desolación de la Quimera) y León Felipe (España e Hispanidad).
1.3. POESÍA “ARRAIGADA”
Estos autores, conformes con el régimen de Franco y agrupados en torno a las revistas Garcilaso y Escorial, presentan las siguientes características comunes: formalismo clasicista (métrica, temas y formas del Siglo de Oro), deseo de armonía, orden, claridad y sencillez; temas religiosos, patrióticos, de la naturaleza y amorosos, desde una concepción muy tradicional. Los autores más representativos son Dionisio Ridruejo (Cuadernos de Rusia), José García Nieto (Poesía) y Luis Rosales (La casa encendida). 1.4. POESÍA “DESARRAIGADA” Es una poesía en desacuerdo con su realidad y que ofrece una visión pesimista de la vida y del mundo. El tono es trágico, el lenguaje desgarrado, seco, directo, y la forma más utilizada es el verso libre. El núcleo de esta tendencia es la revista Espadaña, que agrupa a autores como Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso). 1.5. POSTISMO Y GRUPO CÁNTICO Ajenos a la situación del país, realizan una poesía vanguardista (en el caso del postismo), o intimista y refinada (los autores del Grupo Cántico). Publican en las revistas Postismo, La cerbatana y Cántico y los autores más representativos son Eduardo Chicharro y Pablo García Baena. 2. POESÍA SOCIAL DE LOS AÑOS 50 La poesía se convierte en instrumento de denuncia de injusticias sociales, marginación, paro y falta de libertad. Los poetas dejan a un lado los problemas individuales para centrarse en los colectivos, lo cual se plasma con un lenguaje directo, sencillo y prosaico. Autores: Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Gabriel Celaya (Cantos íberos) y José Hierro (Cuanto sé de mí). 3. AÑOS 60: POESÍA RENOVADORA - Muchos de ellos son amigos, fueron los “niños de la guerra”. - Influencia de los poetas sociales y, sobre todo, del intimismo personal de Machado. - Poseen una sólida formación cultural. - Abogan por la renovación del lenguaje, haciéndolo más elaborado y retórico y los temas se orientan preferentemente hacia lo personal (la infancia, el amor, la familia…) a veces filtrado por el humor o la ironía. - Se trata de una poesía escéptica, que asume su incapacidad de cambiar la realidad, de modo que se centra en lo cotidiano e íntimo. Los autores más significativos son Ángel González (Áspero mundo), Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo), José Ángel Valente (Poemas a Lázaro) y Mª Victoria Atencia (Ex libris). 4. AÑOS 70: LOS “NOVÍSIMOS” Preocupación por la forma y el lenguaje; ruptura con la cultura tradicional e inspiración en el mundo del cine, el deporte, televisión, cómic, canciones, incorporación de referencias muy cultas a obras y autores extranjeros (Se les llama los culturalistas; y también "los venecianos" por su gusto por ciudades como Venecia). El nombre procede de una antología publicada en 1970 por el crítico José María Castellet con el título "Nueve novísimos poetas españoles" que incluía a: Pere Gimferrer (la principal figura), Guillermo Carnero, Félix de Azúa, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Mª Panero, Ana María Moix, Vicente Molina Foix y José Mª Álvarez. Al culturalismo se incorporan nuevos nombres como Luis Alberto Cuenca y Luis Antonio de Villena.
Pensadores españoles universales: Un recorrido para acabar con ese dañino cliché, tantas y tantas veces repetido, de que España no ha dado grandes pensadores.