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LA GENERACIÓN DEL 27: COHESIÓN GRUPAL Y NÓMINA DE AUTORES

La Generación del 27 es un conjunto de poetas que formaron el grupo literario más


notable de la época. Este grupo está formado por: Federico García Lorca, Dámaso
Alonso, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Emilio Prados, Luis
Cernuda, Manuel Altolaguirre y Vicente Aleixandre. Se denomina Generación del 27
porque en 1927 se juntaron en Sevilla para homenajear el tercer centenario de la
muerte de Luis de Góngora. Se les ha llamado “Generación de la amistad”

Algunos datos sobre la vida del Grupo: cohesión grupal:

1.- Sus nacimientos son en fechas próximas, siendo Pedro Salinas el más mayor
(1891) y Manuel Altolaguirre el más joven (1905).
2.- Residencia de Estudiantes de Madrid y su vinculación a la Institución Libre
de Enseñanza. Fue un lugar de encuentro; algunos viven allí y otros acuden
asiduamente porque era un lugar de actividades culturales y tertulias literarias
(colaboración con la Sociedad de Cursos y Conferencias). El Centro de Estudios
Históricos de Madrid también es un lugar que en el que se reúnen para trabajar sobre
autores medievales y clásicos.
3.- Organización de actos y celebraciones para conmemorar el centenario de
la muerte de Góngora.
4.- Organización y participación en movimientos contraculturales, siendo
estos ingeniosos pero no violentos, ya que eran buenos estudiantes que protestaban
pero siempre tenían nuevas propuestas.
5.- Colaboración en las mismas revistas. Destacan la Revista de Occidente y La
Gaceta Literaria, aunque podrían citarse otras muchas: Litoral, Verso y Prosa, Cruz y
Raya, Caballo Verde para la Poesía, etc
6.- La Antología preparada por Gerardo Diego junto con los Machado, Juan
Ramón, etc. que incluye la obra escrita por los poetas del 27 hasta el momento,
además de explicaciones sobre “poética” de cada autor; puede considerarse como un
manifiesto de la nueva poesía.
En esta antología se incluyen como poetas del 27 a Federico García Lorca, Vicente
Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso
Alonso y Gerardo Diego. Son ocho poetas, todos varones.

En la edición de 1932 no había ninguna mujer; en la de 1934 se incluyó a Ernestina de


Champourcín y Josefina de la Torre: la primera, futura esposa de Domenchina; la
segunda, hermana de Claudio de la Torre. Es reseñable que las mujeres del 27, que
derribaron puertas de instituciones como la Universidad, sean a menudo conocidas en
función de los hombres con los que se vinculan familiarmente: además de las citadas,
María Teresa León figura como la mujer de Alberti; Concha Méndez, la de Altolaguirre;
María de Maeztu, hermana de Ramiro; Jimena Menéndez Pidal, hija de don Ramón.
Rosa Chacel, María Zambrano … Muchas de estas mujeres, aunque dejaron sobrada
muestra de su talento, han quedado relegadas al anonimato durante años. Hoy
comienza a recuperarse su memoria con el proyecto “Las sinsombrero”.
Todavía podría abrirse la nómina a prosistas, cineastas o pintores, como Buñuel o Dalí
y a otros poetas como Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, que suelen incorporarse a
la
nómina de poetas como “epígonos del 27”.

7.- Mantienen afinidades estéticas y comparten una tendencia al equilibrio


entre: lo intelectual y lo sentimental, entre una concepción cuasi-mística de la poesía y
una lucidez rigurosa en la elaboración del poema, entre la pureza estética y la
autenticidad humana, entre lo minoritario y la “inmensa compañía”, entre lo culto y lo
popular, entre lo universal y lo español, la inspiración y el esfuerzo, entre la tradición y
la vanguardia.
8.- Reciben influencias de Juan Ramón Jiménez y de Ramón Gómez de la Serna;
de Bécquer (Alberti Sobre los Ángeles, Cernuda Donde habite el olvido); de los clásicos
(Góngora); de las formas populares: romancero, cancionero tradicional, etc.; realizan
estudios sobre Manrique, Quevedo, Lope de Vega, etc.;

ETAPAS COMUNES:
La primera etapa (Tanteo) dura hasta 1927. Recibe la influencia de Bécquer y del
postmodernismo, de las primeras vanguardias (ultraísmo y creacionismo), de Juan
Ramón Jiménez (poesía pura), de lo clásico cultivando estrofas tradicionales, siendo
Góngora el más admirado por sus deslumbrantes metáforas.
Desde 1927 hasta la Guerra Civil, aparece una poesía más humana y apasionada.
Comienza a notarse cierto cansancio del puro formalismo. Comienza un proceso de
rehumanización. Irrumpe el surrealismo, opuesto a la “poesía pura”. Lo social y lo
político aparecen en la poesía.
Después de la Guerra Civil, el grupo se dispersa, Lorca ha muerto. Pero todos seguirán
los pasos de una poesía más humana. La poesía deriva en España hacia un humanismo
angustiado y de tonos existenciales (Dámaso Alonso: Hijos de la ira). Muchos de los
integrantes del grupo parten al exilio y en ellos aparecerá la nostalgia de la patria
perdida.

NÓMINA DE AUTORES:

PEDRO SALINAS:
En su etapa inicial destaca Fábula y signo (donde sigue la línea de “poesía pura” y
aparece la huella de Juan Ramón Jiménez), en la etapa de madurez aparece La voz a ti
debida y Razón de amor (donde adquiere la condición de gran poeta del amor), en la
época de exilio destaca El contemplado y Todo más claro, y tras su muerte se publica
Confianza. En esta última etapa aparecerá una lucha entre su fe en la vida y la angustia
que ve en el mundo.
JORGE GUILLÉN:
Ha dado a su producción el título global de Aire nuestro; Su primer libro es Cántico
(donde exalta el mundo natural, es considerado uno de los libros más importantes de
la lírica del XX), luego Clamor (dan testimonio de la guerra, miseria, dolor, pero sin caer
en la angustia ni en la desesperación), Homenaje ( recoge poemas de personajes de la
historia y las letras), Y otros poemas y Final. Es el máximo representante de la poesía
pura.

GERARDO DIEGO:
Es un ejemplo de la síntesis entre tradición y renovación. En su poesía vanguardista
destaca: Imagen, Manual de Espumas, Fábula de Equis y Zeda, y en su poesía
tradicional Alondra de verdad.

DÁMASO ALONSO:
Se ha llamado a sí mismo “poeta a rachas” porque escribe en momentos separados por
largos lapsos de tiempo. Fue pionero de la poesía pura. Destacan: Hijos de la ira
(ejemplo de “poesía desarraigada”, es una poesía de tipo existencial), Oscura noticia
(libro impregnado de angustia y desazón.

VICENTE ALEIXANDRE:
En 1977 recibe el Premio Nobel de Literatura. La poesía para él es comunicación, utiliza
metáforas visionarias, utiliza el verso libre. Se distinguen tres etapas: 1ª- Visión del
hombre pesimista: ser frágil y vulnerable. La obra más importante de esta etapa es
Sombra del paraíso, (imagina un edén libre de sufrimiento y muerte). Otras: La
destrucción o el amor, Pasión de la tierra. 2ª- La palabra clave de esta etapa sería
“solidaridad”, el hombre ahora es mirado con positividad aunque siga siendo una
criatura desvalida. Destaca Historia del corazón, Retratos con nombre. Estilo más denso
con elementos más surrealistas. Destacan: Poemas de la consumación y Diálogos del
conocimiento, donde predominan la reflexión y las inquietudes existenciales.

EMILIO PRADOS:
De naturaleza enfermiza y tendencia a recluirse en su interior. Sus comienzos están
marcados por las formas populares y por la influencia de Juan Ramón Jiménez: Tiempo
y Cuerpo perseguido; hay también otra etapa surrealista: La voz cautiva y Andando,
andando por el mundo; sigue una breve etapa de poesía política: Llanto en la sangre. Y
en el exilio compone, entre otros, Jardín cerrado.

RAFAEL ALBERTI:
En su producción alternan la poesía pura, lo tradicional, lo barroco y lo vanguardista; el
humor, el juego, la angustia y la pasión política. Destacan: Marinero en tierra (nostalgia
de su tierra gaditada y de su mar, versos llenos de luz), Cal y canto ( barroquismo culto
y vanguardia), en Sobre los ángeles (sigue en la línea vanguardista pero la técnica
usada ahora es surrealista; expresa zozobra interior), Entre el clavel y la espada (poesía
social y política), Retornos de lo vivo lejano ( expresa su añoranza por España).

LUIS CERNUDA:
Su condición de homosexual marcó su vida y su obra; a sus temas serán la soledad , el
ansia de la belleza perfecta y sobre todo el amor. Huye del lenguaje con demasiadas
imágenes y prefiere el tono coloquial, pero bajo este tono se esconde una profunda
elaboración. Obras: La realidad y el deseo, título común que reúne varios libros: Los
placeres prohibidos, Donde habite el olvido, Las nubes, etc.

MANUEL ALTOLAGUIRRE:
Su producción se caracteriza por su musicalidad, el verso corto y las estrofas de corte
tradicional; sus temas: el amor, la soledad o la muerte. Obras: Las islas invitadas, Fin
de un amor, entre otras.

MIGUEL HERNÁNDEZ:
En Perito en lunas se percibe el estilo gongorino. En El rayo que no cesa se descubre el
amor siendo una pasión interior con angustia y presentimientos de muerte. En Viento
del pueblo y El hombre acecha adquiere un compromiso político. Finalmente, en
Cancionero y romancero de ausencias se aprecia una angustia existencial.

FEDERICO GARCÍA LORCA:


En él se funde la tradición y la vanguardia; es un poeta de mitos. Dirige el grupo teatral
“La Barraca”. Destaca Poema del Cante Jondo (es el libro de la “Andalucía del llanto”),
Suites (testimonio de sus inquietudes humanas y estéticas), Canciones (con ritmo
popular e innovaciones vanguardistas), Romancero gitano (donde alcanza la cumbre
de su poesía), y Poeta en Nueva York ( poesía de influencia surrealista).

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