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DÍAZ ÁVILA LESLIE MARIEL

LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL


las personas resilientes no nacen, se
hacen, lo cual significa que han tenido
que luchar contra situaciones adversas o
que han probado varias veces el sabor del
fracaso y no se han dado por vencidas. Al
encontrarse al borde del abismo, han
dado lo mejor de sí y han desarrollado
las habilidades necesarias
para enfrentarse a los diferentes retos
de la vida.

La resiliencia no es una cualidad innata,


no está impresa en nuestros genes,
aunque sí puede haber una tendencia
genética que puede predisponer a tener un
“buen carácter”. La resiliencia es algo
que todos podemos desarrollar a lo
largo de la vida.
AUTOCUIDADO
Son todas esas acciones que hago para mí mismo con el
objetivo de cuidar mis emociones y con ello, mi
persona. Abarca actividades como darse un espacio para
dedicar tiempo a tus hobbies, poner límites, ser asertivos
en nuestras relaciones, y todas aquellas cuestiones que
contribuyen a hacernos sentir bienestar y tranquilidad.
Practicar el autocuidado es esencial ya que garantiza el
bienestar físico y mental.
Es común que el autocuidado se subestime. Muchas
personas creen que implementarlo es egoísta o inútil.
Pero desconocen que la desatención de las emociones
conlleva graves repercusiones sobre la salud.
El autocuidado emocional y personal es
el conjunto de hábitos que llevamos a
cabo para alcanzar el bienestar y
mantenernos saludables. Mas allá de la
realización de una serie de prácticas,
implica un estilo de vida adecuado, en el
que se incluye lo siguiente:
✓ Dieta balanceada.
✓ Ejercicio físico.
✓ Buen descanso.
✓ Higiene personal.
✓ Eliminar el consumo de sustancias
tóxicas (como el alcohol y el tabaco).
✓ Actividades de ocio.
✓ Cultivar espacios de interrelación con
otros.
✓ Contacto con la naturaleza.
TIPOS DE AUTOCUIDADO
Practicar el autocuidado es indispensable ya que beneficia tanto a nuestro bienestar físico como
emocional y esto influirá de manera positiva sobre nuestro entorno y nuestras relaciones
interpersonales ya que si conservamos una buena salud mental nos convertimos en personas mas
respetuosas, apacibles, empáticas, solidarias y aprendemos a estar en armonía con el resto y
nosotros mismos.
El ser resiliente nos convierte en personas fuertes capaces de superar las adversidades que se nos
presenten, el aprender a reconocer nuestras emociones es de suma importancia para no vivir auto
juzgándonos, el reconocer nuestras emociones nos ayudara a desarrollar la empatía con nosotros
mismos y por ende con el resto de las personas, por lo tanto, esto nos permitirá tener una actitud
positiva ante la vida y cualquier situación que pueda interrumpir nuestra paz mental y entonces
podremos afrontarla sabiamente.

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