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Luego del control de la vía aérea, la consideración mas importante en el paciente polit es reconocer la
presencia de sangrado, el cual, cuando es externo, difícilmente podremos ignorar sin embargo cuando es
interno debemos sospechar su existencia y actuar con rapidez.
La única posibilidad de reanimar con éxito a un paciente consiste en indagar, encontrar y tratar las causas
reversibles
La hemorragia externa se identifica y controla en la revisión primaria. La pérdida sanguínea externa, que
es rápida, se maneja por compresión manual directa de la herida. Los torniquetes son efectivos en
exsanguinación masiva de una extremidad, pero conllevan el riesgo de daño isquémico a esa
extremidad. Use torniquete únicamente cuando la compresión directa no es efectiva y corre peligro la
vida del paciente. La aplicación de una pinza a ciegas puede provocar daño a nervios y venas. Puede
tener origen en lesiones vasculares tanto arteriales como venosas.
Las mayores áreas de hemorragia interna son el tórax, abdomen, retroperitoneo, pelvis y los huesos
largos. La hemorragia puede ser interna ocasionada por ruptura de orgnos solidos como el bazo, el
hígado, los riñones o bien por lesión direceta de uno de estos órganos por trauma penetrante
En este contexto el estado de shock es debido a hipovolemia hasta que se demuestre lo contrario por lo
qe los objetivos de esta sección son repones liquidos y hemoderivados, y detener el sangramiento.
• Perfusión de la Piel— color y temperatura de la piel son signos indirectos de condición hemodinamica
del paciente. Este signo puede ser de utilidad en la evaluación de un traumatizado hipotenso. Un
paciente con la piel rosada, especialmente en la cara y extremidades, raramente tiene una hipovolemia
crítica después de la lesión. Al contrario, un paciente hipovolémico puede tener la piel de la cara gris y
las extremidades pálidas.
• Pulso—Un pulso rápido y filiforme es típicamente un signo de hipovolemia. Palpe el pulso central (por
ejemplo, arteria femoral o carótida) bilateralmente para evaluar su calidad, frecuencia y regularidad. La
ausencia de pulsos centrales que no pueden ser atribuibles a factores locales implica la necesidad de
acciones inmediatas de reanimación. Recordar que el primer pulso que se pierde en el estado de shock
es el radial.
El control definitivo de la hemorragia es esencial, acompañado de una adecuada reposición del volumen
intravascular.
Compresión externa: compresión directa en primera opción. Los torniquetes son efectivos en
exsanguinación masiva de una extremidad, pero conllevan el riesgo de daño isquémico a esa
extremidad. Use torniquete únicamente cuando la compresión directa no es efectiva y corre peligro la
vida del paciente.
Hemostasia con balos hidrostático )sonda de Foley) inserción de sondas de Foley por el orificio
sangrante, introduzca la sonda y llene el balón. Llene varias de ser necesario, el único lugar a evitar
colocar es en el abdomen el balón hidrostático ejerce una compresión extrínseca capaz de controlar el
sangrado. La aplicación de una pinza a ciegas puede provocar daño a nervios y venas, no esta indicado.
Extraer muestras para laboratorio generalmente Se deben obtener muestras sanguíneas para estudios
hematológicos básicos, incluyendo una prueba de embarazo a toda mujer en edad fértil, grupo
sanguíneo y pruebas cruzadas.
2 catéteres venosos de altos calibres en venas periféricas, administrar gran volumen en el menor tiempo
posible
La sangre completamente tipificada es preferible para este propósito, pero el proceso de pruebas
cruzadas completas toma cerca de una hora en la mayoría de los bancos de sangre. Para los pacientes
que se estabilizan rápidamente, se debe obtener sangre cruzada y tenerla disponible para transfusión si
fuese necesario. Si la sangre con pruebas cruzadas no está disponible, se puede indicar sangre tipo 0
para pacientes con hemorragia exanguinante. Se indica plasma AB cuando se requiere plasma sin
tipificar. A fin de evitar sensibilización y complicaciones futuras, es preferible usar sangre tipo 0 Rh
negativo en mujeres en edad reproductiva. Tan pronto esté disponible se prefiere el uso de sangre
tipificada y con pruebas cruzadas en vez de sangre tipo 0.
Una vía venosa difícil se considera cuando personal capacitado y experimentado tras 2 intentos o mas de
120 segundos no logra acceso venoso, si a pesar de las estrategias antes expuestas no hay éxito
consideramos las segundas opciones
Acceso intraóseo, acceso venoso central o una venotomía quirúrgica pueden utilizarse, dependiendo de
las lesiones del paciente y la destreza del médico.
TRAUMA ABDOMINAL
La cavidad peritoneal se encuentran higado, bazo, estomago, y asas intestinales y el area retroperitoneal
donde se ecnuentran los grandes vasos abdominales (aorta, cava, vasos renales, iliacas, ademas riñones,
duodeno, parte del recto y de la vejiga. El conocimiento y la existencia de estas dos areas nos permite
sospechar de lesiones en los organos contenidos en cada una de ellas, ademas de orientarnos acerca de
cual estudio solicitar para evaluarlas.
LESION VASCULAR
Existen signos que nos hacen sospechar acerca de cuando un paciente polit tiene una lesion periferica.
Dichos signos son agrupados por dos grandes renglones, signos duros que representan mas de 97% de
probabilidade de que exista una lesion vascular, y los pacientes que lo presenten deben pasar
inmediatamente a quirofano, el segundo es denominado signos blandos lo cual la posibilidad de lesion
no llega al 40% siendo en estos casos importante la realizacion de estudios diagnosticos especificos para
la demostracion de la lesion: arteriografia, ecosonograma doppler, angio TAC o angio resonancia
LESION OSTEOMUSCULAR
Los pacientes polit con fracturas oseas pueden producirse hemorragias internas importantes
dependiendo de la estructura osea comprometida siendo las de mayor consideracion las de femur y
pelvis ya que estas pueden condicionar a una perdida sanguinea compatible con shock grado 3 y 4
respectivamente. Se debe sospechar fractura pelvica en presencia de
Es la regla mas que la excepcion que el px victima de trauma cerrado presenta mas de una estructura
osea comprometida, por tanto la perdida sanguinea debe ser la sumatoria de todas las estructuras
lesionadas.
VALORACION NEUROLOGICA
• Una evaluación neurológica rápida establece el nivel de conciencia del paciente y el tamaño y
reactividad de las pupilas; identifica la presencia de signos de lateralización motora; y determina
el nivel de lesión medular, si estuviera presente.
La Escala de Coma de Glasgow (ECG) es un método rápido, simple y objetivo para determinar el nivel de
conciencia. La puntuación motora de la ECG se correlaciona con la evolución posterior. Un descenso en
el nivel de conciencia puede indicar una disminución de la oxigenación y/o perfusión cerebral, o puede
deberse a una lesión cerebral directa. Un nivel alterado de conciencia indica la necesidad de una
reevaluación inmediata de la oxigenación, ventilación y perfusión del paciente. Hipoglucemia, alcohol,
narcóticos y otras drogas también pueden alterar el nivel de conciencia. Salvo que se demuestre lo
contrario, siempre sospeche que los cambios en el nivel de conciencia son el resultado de lesión del
sistema nervioso central. Recuerde que la intoxicación por drogas o alcohol puede acompañar a la lesión
cerebral traumática.
Secuencia y manejo de C
Manejo de D
1. Oxigeno suplementario a 10 L/min con o sin entubación (depende del Glasgow) la prioridad
siempre será la via aérea.
4. Adecuada hidratación
EXPOSICION
• La valoración inicial del paciente politraumatizado debe realizarse con el paciente totalmente
desnudo, para la y descripción de las lesiones
ANEXO AL EXAMEN
Los parámetros fisiológicos, como presión arterial, frecuencia cardíaca, presión de pulso, frecuencia
respiratoria, valores del ABG, temperatura corporal y gasto urinario son determinaciones evaluables que
reflejan cuán adecuada es la reanimación. Los valores de estos parámetros deben ser obtenidos cuanto
antes, ya sea durante o luego de completada la revisión primaria, y deben ser reevaluados
periódicamente
Sonda vesical
El gasto urinario es un indicador sensible del estado de volumen del paciente y refleja la perfusión renal.
El monitoreo más adecuado del gasto urinario se logra con la colocación de una sonda vesical
permanente. Adicionalmente, debe tomarse una muestra de orina para laboratorio de rutina. Está
contraindicada la cateterización vesical a través de la uretra en aquellos pacientes de quienes se
sospecha una lesión de uretra. Se debe sospechar una lesión de uretra en presencia de sangre en el
meato o equimosis perineal. En igual sentido, no inserte un catéter vesical sin antes examinar el perineo
y los genitales. Cuando sospeche una lesión de uretra, confirme la integridad uretral realizando una
uretrografía retrógrada antes de insertar una sonda. Algunas veces anormalidades anatómicas (por
ejemplo
Sonda nasogastrica
Una sonda gástrica está indicada para descomprimir una dilatación gástrica, disminuir el riesgo de
aspiración y evaluar la presencia de hemorragia digestiva por trauma. La descompresión gástrica
disminuye el riesgo de aspiración, pero no la evita totalmente. El contenido gástrico espeso y semisólido
no puede aspirarse por la sonda, y la colocación de la sonda puede inducir el vómito. La sonda es
efectiva solamente si está colocada en la posición correcta y conectada a una apropiada fuente de
aspiración. Sangre en el aspirado gástrico puede indicar sangre de origen orofaríngea (por ejemplo,
tragada), inserción traumática o lesión real proveniente del tubo digestivo superior. Si tiene certeza o
sospecha de fractura de la lámina cribiforme del etmoides, coloque la sonda en forma orogástrica, para
prevenir su pasaje dentro del cráneo.
Anexos
. La radiografía de tórax puede mostrar lesiones potencialmente letales que requieran tratamiento o
mayor investigación y la de pelvis puede evidenciar fracturas de pelvis que indiquen la necesidad de
transfusión temprana. Estas radiografías se pueden tomar en el área de reanimación con un equipo
portátil, pero no cuando van a interrumpir el proceso de reanimación (n FIGURA 1-5). Debe obtener
radiografías diagnósticas esenciales, inclusive en pacientes embarazadas. FAST, eFAST y LPD son
herramientas diagnósticas útiles para la detección rápida de sangrado intraabdominal, neumotórax y
hemotórax. Su uso depende de la habilidad y experiencia del profesional médico. El LPD puede ser un
reto realizarlo en pacientes que están embarazadas, que han tenido laparotomías previas, o aquellos que
son obesos.
REVISION ECUNDARIA
La revisión secundaria no empieza hasta que la revisión primaria (ABCDE) haya finalizado, los esfuerzos
de reanimación están en marcha y se haya demostrado el mejoramiento en las funciones vitales.
La historia AMPLiA es una regla mnemotécnica para este fin: • Alergias • Medicamentos que
actualmente utiliza • Patología pasada/Embarazo • Libación/última comida • Ambiente relacionado con
la lesión/Eventos El estado del paciente está ampliamente influenciado por el mecanismo de lesión. El
conocimiento del mecanismo de lesión puede ampliar la comprensión del estado fisiológico del paciente
y proveer pistas para anticipar lesiones. Algunas lesiones pueden predecirse basándose en la dirección y
cantidad de energía asociadas con el mecanismo de lesión (n TABLA 1-1). Los patrones de lesión
presentan variaciones según los grupos etarios y actividades.
La revisión secundaria comienza con la evaluación de la cabeza para identificar todas las lesiones
neurológicas relacionadas y cualquier otra lesión significativa. Se debe examinar todo el cuero cabelludo
y la cabeza en búsqueda de laceraciones, contusiones y evidencia de fracturas
o, los ojos deben ser reevaluados para determinar: • Agudeza visual • Tamaño pupilar • Hemorragia
conjuntival y/o del fondo de ojo • Lesión penetrante • Lentes de contacto (retirar antes que ocurra el
edema) • Luxación del cristalino • Atrapamiento ocula
MAXILOFACIAL
El examen de la cara debe incluir la palpación de todas las estructuras óseas, la evaluación de la oclusión,
el examen intraoral y la evaluación de los tejidos blandos. El trauma maxilofacial que no está asociado
con obstrucción de la vía aérea o hemorragias mayores debe ser tratado únicamente después que el
paciente esté estabilizado y que las lesiones que amenacen la vida hayan sido controlada
CUELLO Y COLUMNA
En los pacientes con trauma maxilofacial o craneoencefálico se debe presuponer que tienen lesiones de
la columna cervical (ejemplo, fracturas y/o lesiones en los ligamentos). La evaluación del cuello incluye
inspección, palpación y auscultación. Dolor a la palpación de la columna cervical, enfisema subcutáneo,
desviación de la tráquea y fractura laríngea pueden ser descubiertos con un examen detallado. Las
arterias carótidas deben ser palpadas y auscultadas en la búsqueda de soplos. El hallazgo de hemorragia
arterial activa, hematoma en expansión, soplo arterial o compromiso de la vía aérea suele requerir una
evaluación quirúrgica. La parálisis inexplicable o aislada de una extremidad superior debe elevar la
sospecha de una lesión proximal nerviosa y debe documentarse con precision
TORAX
. Las contusiones y los hematomas de la pared torácica alertarán al médico sobre la posibilidad de
lesiones ocultas. Una lesión significativa en el tórax puede manifestarse con dolor, disnea e hipoxia. La
evaluación incluye la inspección, palpación, auscultación y percusión del tórax y una radiografía de tórax.
La auscultación es realizada en la parte superior de la pared anterior del tórax para neumotórax y en las
bases posteriores para hemotórax Los sonidos cardíacos distantes y la disminución de la presión del
pulso pueden indicar un taponamiento cardíaco.
ABDOMEN
Se pueden sospechar fracturas pélvicas mediante la identificación de equimosis sobre las crestas ilíacas,
el pubis, los labios o el escroto. El dolor a la palpación del anillo pélvico es un hallazgo importante en
pacientes lúcidos. Adicionalmente, la evaluación de los pulsos periféricos puede identificar las lesiones
vasculares. Los pacientes con antecedentes de hipotensión inexplicable, lesiones neurológicas, sensorio
alterado secundario a alcohol u otras drogas y hallazgos abdominales equívocos deben considerarse
candidatos para un lavado peritoneal diagnóstico, ecografía abdominal o, si los hallazgos hemodinámicos
son normales, TAC de abdomen.
Se puede realizar un examen rectal para evaluar la presencia de sangre dentro de la luz del intestino, la
integridad de la pared rectal y la calidad del tono del esfínter. El examen vaginal debe realizarse en las
pacientes con riesgo de lesión genital. El médico debe evaluar la presencia de sangre en la cavidad
vaginal y laceraciones vaginales. Además, deben realizarse pruebas de embarazo en todas las mujeres en
edad fértil
MUSCULOESQUELETICO
s. Las rupturas de ligamentos producen inestabilidad articular. Las lesiones de la unidad del músculo-
tendón interfieren con el movimiento activo de las estructuras afectadas. La sensación de deterioro y/o
pérdida de fuerza de contracción muscular voluntaria puede ser causada por lesión o isquemia al nervio,
incluyendo aquella causada por un síndrome compartimental.
NEUROLOGICO
Un examen neurológico completo incluye la evaluación motora y sensorial de las extremidades, así como
la reevaluación del nivel de conciencia del paciente y el tamaño y la respuesta pupilar. La Escala de Coma
de Glasgow (ECG) facilita la detección de los cambios tempranos y las tendencias en el estado
neurológico del paciente. . Hay que monitorear a estos pacientes frecuentemente por la posibilidad de
deterioro en el nivel de conciencia y cambios en el examen neurológico, ya que estos hallazgos pueden
reflejar el empeoramiento de una lesión intracraneal. Si un paciente con una lesión craneoencefálica se
deteriora neurológicamente, reevalúe la oxigenación, la adecuación de la ventilación y la perfusión del
cerebro (es decir, el ABCDE). Puede ser necesaria una intervención quirúrgica intracraneal o medidas
para reducir la presión intracraneal. El neurocirujano decidirá si las lesiones como los hematomas
epidurales y subdurales requieren evacuación, y si las fracturas depresivas del cráneo requieren
intervención quirúrgica.
REVALORACION
Los pacientes traumatizados deben ser reevaluados constantemente para asegurar que nuevas
alteraciones no pasen desapercibidas y para descubrir cualquier deterioro en los hallazgos previamente
observados. A medida que las lesiones iniciales que amenazan la vida son manejadas, otros problemas
igualmente peligrosos para la vida y lesiones menos graves pueden llegar a ser evidentes, lo que puede
afectar significativamente el pronóstico final del paciente. Un alto índice de sospecha facilita el
diagnóstico y manejo temprano
El alivio del dolor severo es una parte importante del tratamiento para los pacientes traumatizados.
Muchas lesiones, especialmente lesiones musculoesqueléticas, producen dolor y ansiedad en pacientes
conscientes. La analgesia eficaz suele requerir la administración de opiáceos o ansiolíticos por vía
intravenosa (se deben evitar las inyecciones intramusculares). Estos fármacos se usan juiciosamente y en
pequeñas dosis para lograr el nivel deseado de comodidad y alivio de la ansiedad del paciente, evitando
el deterioro respiratorio o la depresión mental y los cambios hemodinámicos.