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Musicoterapia: La magia de la música

para regular las emociones


 

“Pero es un hecho irrefutable que la música me ha salvado la vida de una forma literal
y creo que también la de un montón de personas más. Ofrece compañía cuando no la
hay, comprensión cuando reina el desconcierto, consuelo cuando se siente angustia, y
energía pura y sin contaminar cuando lo que queda es una cáscara vacía de
destrucción y agotamiento”.
James Rhodes.

Qué es la musicoterapia

La música es un componente universal de la experiencia humana. Actualmente se estudia el papel de la


experiencia de crear música en grupo como una ventaja evolutiva. Parece que podría tener que ver con el
éxito reproductor y con la supervivencia, pues funciona como un mecanismo de comunicación,
construcción de cohesión grupal y cooperación con otros.

En la década de los 90 surgió un fenómeno denominado “Efecto Mozart”. Se vinculaba la escucha de


música con la mejora de las habilidades cognitivas. Se popularizó la idea de que los niños que
escuchasen música de Mozart serían más listos. Sin embargo, parece que la música está más
relacionada con la regulación emocional que con el desarrollo de habilidades exclusivamente
cognitivas, como indica la musicoterapia.

 
Te enseñamos otra técnica muy importante para la regulación emocional: la
ventilación emocional

La regulación emocional en la musicoterapia

Las emociones son fundamentales para nuestra supervivencia. Sentir miedo y enfado nos permite
defendernos o huir ante el peligro. Mostrar alegría favorece la interacción social, fundamental para
nuestro bienestar. Sentir curiosidad por lo que nos rodea nos permite aprender.

Pero tan importante como las emociones, es la forma en la que las regulamos. Debe haber un equilibrio
entre el autocontrol y la desregulación. Por ejemplo, no parece que sea útil sentir tanto miedo que nos
paralizásemos o seguir sintiéndolo a pesar de que el peligro ya no esté.

La musicoterapia nos enseña que mantener este equilibrio emocional es necesario ser capaz de:

 Reconocer las emociones en uno mismo y en los demás.


 Sentir que dichas emociones son legítimas.
 Experimentar las emociones sin que nos desborden o pasen desapercibidas.
 Autogenerar emociones positivas.

Además de estas cuatro habilidades, luego hay un gran abanico de estrategias específicas que se pueden
poner en marcha para regular las emociones. Todas las estrategias son útiles según las circunstancias.
Por lo tanto, la clave para tener una regulación emocional adecuada es la flexibilidad. Tener un abanico
amplio de estrategias que se usen según las circunstancias.

La habilidad para regular las emociones comienza a adquirirse durante los primeros años de vida, a
través de la relación con nuestros cuidadores. De bebés son nuestros cuidadores los que regulan nuestras
emociones. Esperamos que refuercen nuestros estados emocionales positivos y atenúen los
negativos. Esta experiencia queda codificada en la memoria procedimental y emocional y se internaliza.
Aprendemos a regular nuestras emociones a partir de la regulación emocional que nuestros cuidadores
nos hayan proporcionado.
 
TE CONTAMOS COMO INFLUYEN LAS EMOCIONES EN LA SALUD Y EN NUESTRO
CUERPO
APRENDE A REGULAR LAS EMOCIONES
 

Desarrollo emocional en los niños y musicoterapia

El bebé inicia parte de su aprendizaje en la regulación emocional a través de la música. Ya que, al


principio de la vida es un vehículo de comunicación entre los cuidadores y el bebé. Cuando los
cuidadores se refieren a sus bebés cambian su voz y en realidad no les hablan, les cantan. Cuando
hablamos, nuestra voz tiene cierto ritmo y tono, que transmite cómo nos sentimos, nuestras intenciones o
nuestros deseos. Es a través de esta comunicación musical como los cuidadores comienzan a regular la
emoción del bebé, como nos enseña la musicoterapia.

Un estudio realizado en 2012 mostró que la selección de la música que escuchamos es congruente
con la emoción presente. Pero lo más interesante de este estudio es que revela que esta música también
regula dicha emoción. Es decir, la música no sólo puede ser un vehículo para el aprendizaje de la
regulación emocional, sino que, en el presente, parece que podría ser también un instrumento que facilita
la regulación emocional.

El blues es un ejemplo de todo esto. Nace en el delta del Misisipi como un género musical propio de los
afroamericanos. Surge como una forma de lidiar con el dolor de la situación de esclavitud y las duras
condiciones en las que vivían. Esta música convierte información muy dolorosa e incluso traumática en
algo accesible, consciente y de la que se puede hablar sin desregularse y compartir con otros. Y esta es la
magia de la música.
Uno de los temas más conocidos del blues es The thrill is gone, compuesta por Roy Hawkins en 1951 y
popularizada por B.B.King en 1969. B.B. King nace en Misisipi en 1925 en una cabaña de una
plantación de algodón en la que trabajaban sus padres. A los 5 años sus padres se separan y al no
disponer su madre de medios para cuidarle, es cuidado por su abuela. 4 años después, con 9, su madre
fallece. Su primer contacto con la música es a través del góspel que cantaban en la iglesia a la que
acudía. Os invito a escuchar The thrill is gone para apreciar cómo el tema y su intérprete hacen la magia
de convertir el dolor en algo extraordinario.

 “La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.


Leonard Bernstein
 

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Autora. Ana de la Mata

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