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Con las Oposiciones cada vez más cerca es momento de ultimar los preparativos sobre
las Programaciones Didácticas, y perfilar todas y cada una de las Unidades Didácticas
que las componen, tratando de introducir elementos que llamen la atención del Tribunal
y nos distingan del resto de aspirantes.
Una de las tareas más tediosas a la hora de confeccionar unidades propias suele ser la
elaboración de los listados de contenidos, evitando copiar directamente lo que aparece
en el desarrollo curricular de nuestra asignatura o materia.
Para ayudarte con esta labor, te presentamos una técnica muy poderosa: el Análisis
Asociativo de Decroly.
Las rutinas del pensamiento consisten en lograr comprender cómo y qué piensa el
estudiante considerando, ante todo, su intuición (su opinión, sus ideas previas, sus
preferencias, sus ideas…) y, a partir de ahí, desarrollar su pensamiento en varias
direcciones (pensamiento musical, lenguaje plástico, pensamiento literario, etc.).
Las rutinas del pensamiento son diversas actividades y situaciones que se basan en
intentar que el alumno adquiera diversos puntos de vista (tantos como inteligencias
existen), plantee ideas, hipótesis, causas y efectos, mientras verbaliza, gesticula o
comunica de la forma que prefiera todos sus pensamientos.
Análisis Asociativo
El Análisis Asociativo podría decirse que es una de las innumerables rutinas del
pensamiento que existen. Aunque su origen es mucho anterior a éstas, debido a su gran
poder está siendo considerado como una estrategia de estimulación de las inteligencias
múltiples.
Puede asemejarse a una lluvia de ideas sobre el tema que se quiera investigar y sobre el
que se pretenda aprender, para conocer tanto qué sabe el alumnado (procurando que el
aprendizaje sea significativo) como qué quiere saber, consiguiendo que los nuevos
aprendizajes sean útiles, reales y transferibles a la vida práctica.
Se realiza a través de una serie de preguntas en torno al tema que interesa, lo cual sirve
tanto como para detectar los conocimientos previos de los alumnos como sus anhelos
con respecto al tema que estemos tratando, de tal forma que, en base al diálogo,
pueden surgir nuevas líneas de investigación, a la vez que los alumnos comprenden
lo que saben, lo que van sabiendo y el punto en el que se encuentran sus compañeros en
dichos conocimientos.
Esta técnica tiene el poder para aumentar la capacidad de análisis y síntesis de los niños,
potenciar la atención, el recuerdo, el pensamiento lógico… Proporciona una vía para
desarrollar y materializar herramientas de aprendizaje al plantear y responder a una serie
de “preguntas tipo” que se reconocen como “los caminos hacia el pensamiento”: qué,
dónde, cómo, cuándo, quiénes, con qué, para qué, desde qué principios, etc.
Este análisis asociativo en concreto ha sido extraído de un proyecto realizado con niños
de 3 años sobre los gusanos de seda.
Las preguntas modelo y el tipo de asociación que se realiza con ellas sobre la
propuesta a estudiar desencadena diferentes respuestas o, lo que es lo mismo,
distintos contenidos a tratar.
Ambas opciones serán gratamente consideradas por parte del Tribunal, que verá
en esta técnica una nota distinta e innovadora para el tratamiento de un elemento
tan convencional del currículo como son los propios contenidos.