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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

FACULYAD DE CIENCIAS JURIDICAS


ESCUELA DE DERECHO
DERECHO DE LAS GARANTIAS
PROF. EDUARDO VALDEZ
ENSAYO FINAL
KEILA ESTHER DIAZ ENCARNACION

ENSAYO FINAL DE TODO LO EXPUESTO EN CLASES Y LA RELEVANCIA


EN NUESTRO SISTEMA JUDICIAL DOMINICANO.

El contrato de seguro
 Es el acuerdo por el cual el asegurador, se obliga a resarcir de
un daño o a pagar una suma de dinero a la otra parte, tomador,
al verificarse la eventualidad prevista en el contrato, a cambio
del pago de un precio, denominado prima, por el tomador. El
contrato de seguro puede tener por objeto toda clase
de riesgos si existe interés asegurable, salvo prohibición
expresa de la ley.
El contratante o tomador del seguro, que puede coincidir o no
con el asegurado, por su parte, se obliga a efectuar el pago de
esa prima, a cambio de la cobertura otorgada por
el asegurador, la cual le evita afrontar un perjuicio económico
mayor, en caso de que el siniestro se produzca.
El contrato de seguro es consensual; los derechos y
obligaciones recíprocos de asegurador y tomador, empiezan
desde que se ha celebrado la convención, aun antes de
emitirse la «póliza» o documento que refleja datos y
condiciones del contrato de seguro.
Contrato de fianza
La Fianza es un contrato por el cual una persona llamada fiador,
contrae el compromiso de pagarle al acreedor, si el deudor llamado
deudor principal no cumple. La palabra fianza designa una suma de
dinero o algunos títulos que una persona generalmente, un
administrador debe depositar al entrar en funciones como garantía
de su gestión.
La fianza Real es una pignoración o una hipoteca sobre los bienes de
una persona para garantizar la deuda ajena. La fianza es una garantía
mixta, por lo tanto nos limitaremos a la fianza como seguridad
personal.
Se distinguen tres categorías de fiadores: voluntarios, legales y
judiciales. La fianza sea una de estas tres, implica las mismas para el
fiador. El hecho de que el deudor consienta o no un fiador, implica
diferencias entre los diferentes tipos de fianza. Fianza simple.
En la actualidad, tal como resulta de los textos del código civil , la
llamada fianza simple solo funciona en el caso de fianza legal o
judicial, ya que en la fianza convencional, el acreedor exige siempre
una fianza solidaria, garantía mucho más ventajosa que la fianza
simple.
Los efectos de la fianza simple son diferentes según que se trate de
una fianza simple o de una fianza solidaria.

Fianza solidaria.
La fianza solidaria se refiere esencialmente a los efectos de la
garantía. Para reforzar lagarantía del acreedor, en la práctica, los
fiadores renuncian a los beneficios de excusión y división , al hacerles
constar un compromiso solidario con el deudor principal y en su caso
con sus cofiadores.
Para concluir una fianza pueden ser necesarias tres operaciones
sucesivas:
1- Un contrato entre el acreedor y el deudor, el acreedor exige un
fiador y el deudor acepta presentarle uno.
2- Un mandato o gestión de negocios ajenos; el deudor da mandato
al fiador, pero tal mandato no es indispensable, en efecto, el fiador
puede comprometerse válidamente sin saberlo el deudor, existiría
entonces una gestión de negocios ajenos y no mandato.
3- Un contrato celebrado entre el acreedor y el fiador, en virtud del
cual, el fiador se obliga a pagar si el deudor principal no lo hace.

LAS GARANTIAS REALES.

Las garantías reales son aquellas que consisten en que el crédito


garantizado sea por una cosa, ya sea está mueble o inmueble.
Garantías Personales y Reales: La garantía personal consiste en la
intervención de un tercero, el fiador, que asegura el cumplimiento. La
garantía real resulta de la afectación de ciertos bienes del deudor
como seguridad del crédito, ya sea de todos los bienes o de todos los
muebles o de todos los inmuebles, presentes y futuros, del deudor
(garantías generales); ya sea de tales o cuales bienes determinados
del deudor (garantías especiales). Únicamente la ley puede otorgarle
una garantía real general a un acreedor.

Son importantes para el mercado crediticio porque dinamiza la


economía monetaria, para el deudor porque le permite conseguir
más fácil un crédito y es importante para el acreedor porque puede
cobrar con mayor seguridad.
Existen cuatro (4) garantías reales, las cuales son:

1.- La pignoración o empeño, la cual es un contrato mediante el cual


el deudor entrega una cosa al acreedor para garantizar la deuda.
Cuando la cosa entregada es mueble se llama Prenda y cuando es
inmueble se llama anticresis.
2.- El derecho de Retención: Es el que tiene el acreedor de negarse a
entregar la cosa perteneciente a su deudor hasta que se le pague,
aun cuando no haya recibido esta cosa por un contrato de
pignoración, basta una relación jurídica.
3.- Los Privilegios: Es un derecho de preferencia sobre ciertos bienes
o el conjunto de los bienes que tiene un acreedor sobre los bienes del
deudor por la naturaleza de su crédito.

4.-La Hipoteca: Es una garantía real que sin disposición por parte del
deudor se establece como garantía en favor del acreedor, quien a
falta de pago puede cobrarse con la misma, vendiéndola en pública
subasta o adjudicándosela, siguiendo las formalidades del embargo
inmobiliario.
Los privilegios que se extienden a los muebles e inmuebles son
aquellos que se expresan en el Art. 2101 CC. (Art.2104cc).

Art. 2105 cc: Cuando a falta de mobiliario, los privilegiados a que se


refiere el precedente artículo se presentan para ser pagados sobre el
precio de un inmueble en concurrencia con los acreedores
privilegiados
sobre el mismo, se harán los pagos en el orden siguiente;
1ro. Las costas judiciales y las demás enunciadas en el artículo 2101;
2do. Los créditos que se designan el Art. 2103.
Privilegios especiales: solo hay uno que se usa o se aplica en nuestro
país, que es el de un vendedor de un inmueble cuyo precio no ha sido
pagado totalmente sobre el resto que falta por pagar.
No se utiliza mucho, pues es preferible la hipoteca.
La función de la garantía real es reforzar o asegurar la satisfacción de
un crédito dinerario o económicamente valorable mediante la
realización del valor del bien dado en prenda o en hipoteca. De este
modo, si el crédito no existe (por ser nulo o simulado o declararse
anulable) la garantía real carece de causa y es, asimismo, nula. En la
STS 26 de marzo de 1999 fue declarado nulo, por simulación del
crédito garantizado, el contrato de hipoteca que lo garantizaba, si
bien parece que la hipoteca no llegó a inscribirse: Tal contrato, dice el
Alto Tribunal, era nulo por simulación absoluta, por no haberse
probado la existencia real de la deuda cuya seguridad garantizaba la
hipoteca que para ello se constituía (art. 1857-1º C.C). Por otro lado,
en las garantías reales se debe distinguir, como ya se ha señalado,
dos fases: la primera sustantiva o material, y la segunda procesal, que
tiene un carácter eventual: el poder de agresión, que se manifiesta
con la realización del valor del bien, sólo actúa en caso de
incumplimiento de la obligación asegurada y no es sino una de las
facultades que conforman el contenido tradicional de las garantías
reales.
Las garantías reales son indivisibles Así, el citado art. 1.860 CC, el cual
afirma que la prenda y la hipoteca son indivisibles y subsistirán
íntegras, mientras no se cancele, sobre la totalidad de los bienes
hipotecados, aunque se reduzca la obligación garantizada y sobre
cualquier parte de los mismos bienes que se conserve, aunque la
restante haya desaparecido, en nuestro sistema no se admite la
prenda ni la hipoteca sobre cosa propia del acreedor ni la llamada
hipoteca de propietario (vid. arts. 1.857, 1.858, 1.874 CC y 106 L.H.;
por todas, R.R. 22 de marzo de 1988 y 5 de noviembre de 1990). E) El
bien debe ser propiedad del sujeto que lo grava El bien gravado debe
ser propiedad de quien constituye el gravamen, en garantía de deuda
propia o de deuda ajena (art. 1.857-3º C.C.) Según nuestro código
civil nos redacta perfectamente sobre este tipo de contratos,
La prenda y el empeño . Artículos 2071 hasta 2084.

El empeño.

El empeño es un contrato por el cual el deudor entrega una cosa al


acreedor para seguridad de la deuda.
El empeño de una cosa mobiliaria se llama prenda. El de una cosa
inmobiliaria se llama anticresis.

De la prenda

La prenda confiere al acreedor el derecho de hacerse pagar sobre la


cosa que constituye su objeto, con privilegio y preferencia a los
demás acreedores.
Este privilegio no puede tener lugar, sino cuando exista una escritura
pública o privada, debidamente registrada, que contengas la
declaración de la suma debida, así como también la naturaleza y
especie de las cosas dadas en prenda, o un estado anexo que indique
sus cualidades, peso y medida. La redacción del acta por escrito y su
registro no se exigen, sin embargo, sino en materia cuyo valor pase
de treinta pesos.
El privilegio enunciado en el artículo precedente, no se establece
sobre los muebles incorporales, tales como los créditos mobiliarios,
sino por escritura pública o privada, que haya sido también registrada
y notificada al deudor del crédito dado en prenda.
De cualquier modo, el privilegio no subsiste sobre la prenda, sino
cuando ésta se ha puesto y ha quedado en poder del acreedor, o de
un tercero en que hubieren convenido las partes.
Puede darse la prenda por un tercero en lugar del deudor.
No puede el acreedor, por falta de pago, disponer de la prenda, sin
perjuicio de que pueda hacer ordenar en justicia se le entregue como
pago hasta la debida concurrencia, según tasación hecha por peritos,
o que se venda en pública subasta. Cualquier cláusula que autorice al
acreedor para apropiarse la prenda o para disponer de ella, sin las
formalidades expresadas se considerará nula. Hasta la expropiación
del deudor, si fuere procedente, queda propietario de la
prenda, la cual no es en manos del acreedor sino un depósito que
asegura el privilegio de éste.
Es responsable el acreedor de la pérdida o deterioro de la prenda que
hubieren sobrevenido por su negligencia, según las reglas que se
establece en el título de los contratos o de las obligaciones
convencionales en general. El deudor, por su parte, debe abonar en
cuenta al acreedor los gastos útiles y necesarios que haya hecho para
la conservación de la prenda.
Tratándose de un crédito dado en prenda y produciendo aquél
intereses, el acreedor imputará los mismos sobre los que puedan
debérsele. Si la deuda para cuya seguridad fue dado el crédito en
prenda, no produjera interés, se hará la imputación sobre el capital
de la misma.
Excepto en el caso en que el detentador de la prenda abuse de ella,
no puede el deudor reclamar la devolución de la misma, sino después
que haya pagado, no sólo el capital, sino también los intereses y
costas de la deuda, para cuya seguridad dio la prenda.
Si por falta del mismo deudor existiese a favor del mismo acreedor
otra deuda contraída posteriormente a la constitución de la prenda, y
llegase aquella a poder exigir antes de que se realizara el pago de la
primera, no podrá obligarse al acreedor a que se deshaga de la
prenda antes de habérsele pagado ambas deudas, aun cuando no
exista ningún convenio afectándola al pago de la segunda.
La prenda es indivisible, sin embargo, de la divisibilidad de la deuda
entre los herederos del deudor a los del acreedor. El heredero del
deudor, que paga la parte que le correspondía en la deuda, no puede
pedir la restitución de su parte en la prenda, mientras ésta no haya
sido pagada por completo. Recíprocamente,
el heredero del acreedor que haya recibido la parte que le
correspondía en la deuda, no puede pedir la restitución de su parte
en la prenda, mientras ésta no haya sido pagada por completo.
Recíprocamente, el heredero del acreedor que haya recibido la parte
que en la deuda, le correspondía, no puede entregar la prenda en
perjuicio de sus coherederos que no hayan sido pagados.
Las disposiciones antedichas no son aplicables en materia de
comercio, ni a las casas de préstamos sobre prendas autorizadas, que
se rigen según las leyes y reglamentos que les conciernen.

DERECHO DE RETENCIÓN.

El Derecho de Retención es el que tiene el acreedor de negarse a


entregar la cosa perteneciente a su deudor hasta que pague, aunque
no haya recibido esta cosa por un contrato de pignoración, basta una
relación jurídica.
Requisitos que debe tener el Derecho de Retención:
1. El crédito debe ser cierto, liquido y exigible.
2. La cosa deber ser corporal y enajenable.
3. Para el acreedor retener la cosa, debe tener la misma.
El acreedor debe rendir cuenta de la cosa retenida, no debe usarla, ni
percibir su fruto, pero puede venderla en pública subasta a falta de
pago, según las formalidades de la Ley.
El derecho de retención es «erga omnes» (frente a todos), es
oponible a todos los terceros. Cuando el acreedor ha perdido la cosa
o le ha sido robada, puede perseguirla en cualquier mano que se
encuentra. Pueden ser objeto de retención
tanto los muebles como los inmuebles.
En el ordenamiento jurídico dominicano, se aplica el derecho de
retención en diferentes escenarios, a saber: El caso del artículo 1612
del Código Civil,
permite al vendedor al contado no entregar la cosa vendida hasta
tanto no haya sido pagado el precio de venta; de igual manera, el
comprador en la retroventa puede retener la cosa vendida hasta
tanto el vendedor que hace uso del derecho de retracto, reembolse
no solamente el precio principal, sino también los gastos y costas
legales de la venta, los reparos necesarios y los que hayan
aumentado el valor de la cosa.
Art. 1673 del Código Civil el comprador puede rehusar pagar el
precio, esto es, retener el pago, si es perturbado, o tuviese justo
título para temer que lo será en la posesión de la cosa vendida, hasta
que el vendedor haya hecho desaparecer la perturbación.
Art. 1653 del código civil locatario no puede ser constreñido a
abandonar los lugares hasta tanto no le hayan sido pagadas algunas
indemnizaciones (art. 1749 Cód. Civ.); el depositario puede retener
la cosa depositada hasta el completo pago de las sumas que se le
deban en razón del depósito.
Asimismo, el derecho de retención reconocido al acreedor
beneficiario de una prenda (art. 2082 Cód. Civ.) o de una anticresis
(art. 2087 Cód. Civ.). Los Almacenes Generales de Depósito gozarán
de los derechos de retención
y privilegio prendario sobre los productos depositados para hacerse
pagar con preferencia los cargos almacenaje, seguro, empaque,
comisiones y demás gastos (art. 276 Ley. Núm. 6186 de 1963).
Igual acontece con los contratos de hospedaje, los hoteles, las casas
de huéspedes y establecimientos de hospedaje en general pueden
retener el equipaje o cualquier otra pertenencia del huésped por
falta de pago de la deuda que contraída este último con el hotel. El
huésped solo podrá recobrar su equipaje y pertenencias mediante el
pago de la suma adeudada, si lo hace dentro del término de seis
meses, a partir de la fecha de la incautación (art.
37 Ley núm. 541 de 1969, Orgánica de Turismo).

LA ANTICRESIS Y SUS CARACTERISTICAS.

Según nuestro código civil dominicano nos dicta en sus artículos 2085
hasta 2091 todo lo relacionado a la Anticresis, sus características y
todo lo relacionado.
Mediante el contrato de Anticresis el deudor entrega un inmueble al
acreedor Como garantía de la deuda y para que del producto que
genere la cosa, los aplica A los intereses y luego al capital y que el
acreedor rinda cuenta anual, a menos
Que se haya acordado otro plazo.
Este Contrato debe estar por escrito y es oponible a los terceros a
partir de la Inscripción en el registro de título o la transcripción en la
conservaduría de hipoteca.
Para que se configure el anticresis sea válido es obligatorio que el
deudor entregue el inmueble al acreedor.
Un acreedor anticresista no puede ser objeto del procedimiento de
purga (pago) por los demás acreedores, aunque sea un acreedor
hipotecario.
El contrato de anticresis se extingue por vía accesoria, lo cual ocurre
cuando deudor paga y en tal caso el acreedor devuelve el inmueble al
deudor.
También se extingue por vía principal, lo cual ocurre cuando:
1) Por renuncia o abandono que haga el acreedor de la propiedad;
2) Cuando el acreedor obliga al deudor a recobrar la propiedad en
virtud de art. 2087 del Código Civil;
3) Cuando el acreedor es privado del inmueble por mal uso.

LA HIPOTECA
. La hipoteca es un derecho real de garantía, que se constituye para
asegurar el cumplimiento de una obligación (normalmente de pago
de un crédito o préstamo), que confiere a su titular un derecho de
realización de valor de un bien, (generalmente Inmueble) el cual,
aunque gravado, permanece en poder de su Propietario, pudiendo el
acreedor hipotecario, en caso de que la deuda garantizada no sea
satisfecha en el plazo pactado, promover la venta forzosa del bien
gravado con la hipoteca, cualquiera que sea su titular en ese
momento (reipersecutoriedad) para, con su importe, hacerse pago
del crédito debido, hasta donde alcance el importe obtenido con la
venta forzosa promovida para la realización de los bienes
hipotecados. La hipoteca es ante todo un derecho real de realización
de valor, y como tal derecho real, se halla investido de la
reipersecutoriedad, pero nace de un Contrato, de modo que en el
instante inicial, antes de su inscripción en el Registro de la propiedad,
con la cual nace y adquiere la condición de derecho real eficaz frente
a terceros, la hipoteca es un contrato. Las características en una y
otra situación se resumen en las siguientes: • Como contrato: o Es un
un contrato nominado o típico, ya que se encuentra reglamentado en
la ley. o Es un contrato unilateral, debido a que solo se obliga, porque
supone la existencia de una obligación principal cuyo cumplimiento
asegura (préstamo o crédito). o Es un contrato oneroso, por regla
general, en cuando produce equivalencia en las prestaciones. o •
Como derecho real: o Es un derecho real de garantía, o sea, es un
derecho que se ejerce sobre la cosa y no respecto a determinada
persona, y no se ejerce de forma indirecta puesto que el acreedor
hipotecario puede iniciar directamente la venta forzosa de la cosa
hipotecada en caso de que el deudor hipotecario no cumpla la
obligación garantizada con la hipoteca. o Es un derecho inmueble3,
es decir, se ejerce sobre bienes raíces. o Es un derecho accesorio,
puesto que sigue la suerte del derecho principal al que garantiza, si la
obligación principal es nula, la hipoteca constituida no es válida. O El
deudor hipotecario no pierde la posesión de la cosa. Constituye una
limitación al derecho de dominio o propiedad, es decir, el deudor
puede servirse del inmueble con la restricción de los de Antigua
Grecia, aunque adquirió su significado actual en Roma. En el marco
de la civilización romana se lo denominó prenda, y constituía una
garantía de pago en la compra de tierras. En consecuencia, la idea de
la hipoteca es heredada del derecho romano. Concretamente, en la
Antigua Roma había dos formas básicas de garantizar una deuda: • 1.
Fiducia: Qué consistía en que el deudor traspasaba la propiedad de
un bien al acreedor para garantizar la deuda. Generaba una gran
desprotección para el deudor. • 2. Prenda o pignus, con una
regulación muy parecida a la actual. Como en ocasiones el deudor
necesitaba sus bienes para poder pagar la deuda, surgió la prenda sin
desplazamiento. Se utilizaba para que los arrendadores de La tierra
garantizasen el pago al arrendatario, ignorando sus aperos de
labranza (que iban a necesitar en todo caso para trabajar, por lo que
no podían ceder al acreedor). Fue esta figura el germen de la
hipoteca actual. Sin embargo, por motivos de seguridad jurídica, no
fue sino hasta la invención de los registros, cuando empezó a
utilizarse de forma generalizada. Avanzando en el tiempo, en la Edad
media las hipotecas sirvieron como pagos feudales. Los granjeros
solicitaban dinero a los señores feudales para adquirir tierras,
hipotecando al mismo tiempo el terreno. El pago podía concretarse
con lo cosechado, con dinero o con animales. Mucho tiempo
después, la evolución de la securitización sobre 1970 y el nacimiento
de los títulos de deudas respaldados, o sea garantizados por un activo
real, como por ejemplo prendas de automotores o hipotecas sobre
viviendas, permitió un mayor auge del mercado hipotecario,
sobretodo en su versión inmobiliaria. • Estados Unidos fue el país
iniciador del boom de las hipotecas, donde se creó un organismo que
impulsó el mercado de securitización, desarrollando un título
garantizado por préstamos hipotecarios para viviendas, a lo que
luego se sumaron los bancos comerciales y las sociedades de ahorro.
Inglaterra, Francia y otras naciones europeas siguieron este camino,
que actualmente está ampliamente difundido en todo el mundo. • En
el contexto dominicano, el Sistema de publicidad de las hipotecas y
de las transmisiones inmobiliarias estaba lejos de ser perfecto, pese a
las intervenciones del legislador luego de 1804. Fue preciso remediar
esa imperfección cuando se quisieron desarrollar los préstamos para
eh construcción, a fin de permitir los empréstitos sin los cuales muy
pocas personas hubieran dispuesto de los fondos necesarios para
hacer que se edificara una vivienda. De ahí la reforma operada por el
decreto del 4 de enero de 1955, tanto en lo concerniente a la
publicidad de las transmisiones inmobiliarias como a la de las
hipotecas.

Relevancia en la República Dominicana en nuestro sistema jurídico.


Es muy relevante el papel que desempeña la garantía a primer
requerimiento del mundo de los negocios especialmente
financiero y Bancario. En este mismo sentido las personas u
empresas se ven en la necesidad de ampliar su negocio o
expandir sus créditos, porque necesariamente se ven obligados
de recurrir a préstamos, ofertando todos los medios por lo cual
puedan garantizar a su acreedor el cobro de sus acreencias,
afectando con algunos instrumentos todo su patrimonio. La
garantía que elegiría en el momento de afectar el patrimonio
dependerá del Riesgo que presente el Deudor para llevar a
cabo el pago de la Obligación, y También tiene gran
importancia y en efecto se evalúa en ese momento la solvencia
del deudor.
Proporcionan una gran seguridad al beneficiario ya que con la
simple acreditación mediante documento del hecho reflejado en
la garantía, el banco pagará la cantidad estipulada. Se utilizan
generalmente por empresas que acuden a licitaciones públicas,
concursos, o para compromisos de ejecución de obras.  Esta
forma de emisión de una garantía es muy frecuente en el
comercio internacional.
Garantías a Primer Requerimiento 1. CONCEPTO La garantía
a primer requerimiento se puede definir como aquella forma de
garantía independiente del contrato u obligación garantizados
mediante la cual el garante (generalmente un banco) se obliga
ante el acreedor de una obligación (beneficiario de la garantía)
a pagar una suma de dinero desde el momento en que éste le
notifique el incumplimiento del deudor (ordenante de la
garantía) sin que el beneficiario tenga que acreditar de ningún
modo dicho incumplimiento.
La garantía a primera demanda o a primer requerimiento (First
demand guarantees) es aquella forma de garantía
independiente a un contrato originario o principal, mediante la
cual el garante (generalmente un banco) se obliga ante el
acreedor de una obligación (beneficiario de la garantía) a pagar
una suma de dinero desde el momento en que este le notifique
el incumplimiento del deudor (ordenante de la garantía), sin
que el beneficiario tenga que acreditar de ningún modo dicho
incumplimiento. Recibida la reclamación del beneficiario
(requerimiento de pago escrito) u otros documentos
especificados en la garantía, el pago del banco es automático,
inmediato y efectivo.
Una garantía a primer requerimiento tiene la particularidad de
hacerse efectiva a partir de un requerimiento de pago escrito
acompañado de un documento que demuestre el
incumplimiento de lo acordado en la garantía.

2. BASE LEGAL a. Ámbito Internacional Las garantías a


primera demanda o a primer requerimiento se encuentran
reguladas en las Reglas uniformes relativas a las
garantías a primer requerimiento, dictadas por la Cámara
de Comercio Internacional (ICC Uniform Rules for
Demand Guarantees), publicación No. 458, las cuales
constituyen una sumisión a un cuerpo normativo hecho
por voluntad de las partes y cuya sumisión sustituye lo
que hubieren sido las cláusulas en un contrato
determinado; éstas se aplican a toda garantía, fianza,
seguro o compromiso similar.

Asimismo, en ellas también se recogen aquellas garantías que


requieren la presentación de un laudo arbitral y varias formas
intermedias de garantías que requieren una declaración de
incumplimiento por el beneficiario, o la presentación de un
certificado expedido por un especialista.
En República Dominicana una garantía personal se puede
interpretar de acuerdo a estas Reglas por cuanto no existe
ninguna disposición de orden público que impida que una
garantía personal o contrato similar pueda regularse por
normas diferentes de las disposiciones del Derecho Común,
además se ha determinado que en aquellos casos en que
alguna disposición de las Reglas sea contraria a una
disposición de la Ley aplicable a la garantía y la cual no pueda
ser derogada por las partes, esta disposición de la Ley
aplicable es la que privará, es decir, las normas de orden
público prevalecen.
Las garantías sometidas a las Reglas y Usos de Garantías
Contractuales están sujetas a ciertas reglas, tales como: I.
Monto de la garantía: El monto de la garantía contractual debe
estar fijado y las obligaciones del garante generalmente no
pueden sobrepasar el monto indicado en la garantía y el monto
no puede ser reducido en base a una ejecución parcial del
contrato, a menos que la garantía especifique lo contrario por lo
cual el monto de la garantía siempre permanecerá igual hasta
la fecha de vencimiento de la misma. II. Fecha límite para girar
la garantía: Es indispensable que en la garantía se establezca
una fecha de vencimiento de la obligación del banco de pagar
al beneficiario. Si el garante no ha recibido una demanda de
pago para la fecha máxima de validez, la garantía cesa de
tener vigencia y todos los derechos del beneficiario quedan sin
efecto. Si en las garantías incondicionales no se ha fijado una
fecha de vigencia se aplican las siguientes normas: 1. Caso
Garantía Sumisión: La garantía tiene una fecha de sumisión de
seis (6) meses después de la fecha de su emisión. 2. Caso
Garantía de Buena Ejecución: La garantía tiene una vigencia
de seis (6) meses a partir de la fecha de su ejecución o
terminación de los trabajos que está garantizando. 3. Caso
Garantía Reembolso: La garantía tiene una vigencia de seis (6)
meses después de la fecha prevista de entrega de los bienes o
terminación de la obra.

1970. Ámbito Nacional Se trata de una figura jurídica


completamente nueva en el Derecho de las Obligaciones.
En este sentido la jurisprudencia francesa, en ausencia de
disposición legal alguna sobre las garantías autónomas,
ha admitido que se trata de una figura jurídica nueva que
debe ser aceptada a aras de salvaguardar los intereses
existentes en la práctica comercial. Las garantías
independientes fueron aceptadas por primera vez en el
Common Law en el año 1970. Y por otro lado Francia
admitió por primera vez la existencia de una garantía
independiente en una decisión del 20 de diciembre del
1982 que versa “Paribas, se obliga ante la sociedad
creusot- Loire a pagar a primer requerimiento…. Esta
obligación no constituye una caución pero si una garantía
autónoma….”

La garantía clásicas tienen su fundamento en una obligación


ulterior (obligación principal) que les sirve de causa para su
existencia, a la cual están subordinadas (carácter accesorio);
en el caso de las garantías a primer requerimiento, al ser
independientes y no estar subordinadas a la existencia de una
obligación principal, podría entenderse que se trata de una
obligación sin causa, puesto que su nacimiento se podría ver
disperso, dado que el nacimiento, la causa o el fundamento de
esta figura se encuentra dado por la existencia de un acto
abstracto. De hecho la doctrina francesa ha reconocido la
institución de la delegación de deuda como una garantía.
En la legislación dominicana, estas garantías encuentran su
fundamento (causa) en la institución jurídica de la delegación
imperfecta de deuda, contenida en los artículos 1275 y
siguientes de nuestro código Civil. De hecho una gran parte de
la doctrina francesa ha reconocido la figura de la delegación
como un acto abstracto. El Derecho Francés admite la
institución tradicional de la delegación imperfecta de modelo a
la garantía a primer requerimiento.
En otro aspecto el artículo 1132 CC: “La Convención será
válida, aunque no se explique la causa de ella”, excluyendo los
casos donde la causa constituya un ilícito, sea falsa, cuando
este prohibida por ley, sea contraria al orden público a las
buenas costumbres. Lo cual le da total validez a las
convenciones que versen sobre garantías a primer
Requerimiento en derecho privado”. En realidad, cuando
hablamos de garantía a primeros requerimientos estamos
hablando de las mismas instituciones jurídicas que es la
delegación imperfecta de deuda, toda vez que su causa y sus
consecuencias jurídicas serán las mismas

3. CARACTERISTICAS Por lo tanto, lo característico de


estas garantías es la independencia o autonomía
respecto de la obligación garantizada. El hecho que
origina la ejecución de la garantía no es propiamente el
incumplimiento del deudor, sino la mera notificación de
este incumplimiento al garante por el beneficiario de la
garantía (acreedor de la obligación). Recibida la
reclamación del beneficiario, el pago del banco es
automático, inmediato y efectivo. Este carácter de la
independencia o autonomía permite distinguir las
garantías a primer requerimiento de aquellos supuestos
en los que se constituye una garantía clásica, como la
fianza, en la que para que el beneficiario ejecute la
garantía y el banco pague, el beneficiario debe acreditar
que el deudor incumplió la obligación garantizada. Las
garantías a primera demanda constituyen promesas de
pago autónomas respecto a la relación subyacente; la
característica fundamental de estas garantías es su
independencia y autonomía del contrato principal para
proceder a su ejecución, pues basta con que el
beneficiario le notifique al banco garante el
incumplimiento del deudor (ordenante de la garantía),
presentando la reclamación (conocida en la terminología
anglosajona con la denominación de «statement»), para
que el banco garante efectúe el pago, no estando
obligado el beneficiario a demostrar el incumplimiento de
la otra parte, con lo que se invierte la carga de la prueba,
ya que corresponde al ordenante probar la ejecución
indebida de la garantía por el beneficiario. De ahí estriba
su diferencia con las fianzas mercantiles en las que sí se
requiere para su ejecución que el beneficiario acredite al
fiador el incumplimiento de la obligación garantizada del
afianzado (deudor u ordenante de la garantía). Por tanto,
son «incondicionales», lo que significa que no están
condicionadas por la obligación principal y son totalmente
independientes. En las garantías a primera demanda el
banco emisor asume una obligación propia y no la del
deudor principal, lo que sin duda alguna tiene
implicaciones en la ejecución de las garantías, pues
técnicamente se ha originado un nuevo vínculo obligatorio
y una nueva afección patrimonial. En ellas es común
encontrar las siguientes frases «payment will be made in
the event of the principal debtor’s default» or «should the
principal debtor fail to comply with the terms and
conditions of the … contract», cláusulas llamadas en el
Derecho alemán Effektivklauseln, y tienen los mismos
efectos que en la práctica financiera cubana, europea e
inglesa, pues no se requiere probar tampoco el
incumplimiento por parte del beneficiario. El principio de
ejecución de las garantías a primer requerimiento, con
independencia de que haya habido incumplimiento o no
por parte de su ordenante, puede originar en ocasiones el
abuso de derecho y fraude por parte del beneficiario. Nos
referimos a aquellos casos en que a pesar de que el
ordenante ha cumplido su obligación contractual, el
beneficiario de la garantía exige su ejecución, o cuando
en ocasiones el beneficiario presiona a la otra parte
contractual, de que va a hacer uso de la garantía, en caso
de no prolongar la garantía con el siguiente requerimiento:
«Prolonguen ustedes la garantía bancaria o paguen
inmediatamente». El mismo abuso se constata cuando el
beneficiario se niega a devolver el documento de
garantía, a pesar del cumplimiento contractual por parte
del ordenante; aun cuando en las legislaciones de
algunos Estados las garantías bancarias se cancelan solo
mediante la devolución del documento de garantía como,
por ejemplo, en la India y Paquistán, se pueden reclamar
garantías no devueltas durante 30 o 60 años, a pesar de
haber cumplido cien por ciento el contrato, y si la ley
aplicable en el texto de la garantía corresponde a
cualquiera de estos Estados, no se podrá aplicar lo
estipulado en el artículo 23 de las Reglas de la CCI
relativas a las garantías a primer requerimiento respecto a
las cancelaciones, que indica que se cancelará la garantía
por la presentación al garante de la propia garantía o de
una declaración escrita por el beneficiario que libere al
garante de su obligación a título de la garantía, con
independencia de que la garantía y sus enmiendas hayan
sido devueltas o no. El objetivo de las garantías a primera
demanda es proteger al acreedor precisamente en los
casos en los que la acreditación por su parte del
incumplimiento del deudor es complicada o se puede
complicar por las exigencias del banco garante
(normalmente banco del deudor que hará lo posible para
protegerlo). Con estas garantías, el pago es seguro e
inmediato con la mera notificación del acreedor. Pero esta
independencia de la garantía con respecto al
incumplimiento o cumplimiento de la obligación plantea el
peligro del abuso de derecho, del fraude y de la mala fe
por parte del beneficiario. Se trata de aquellos supuestos
en los que la obligación garantizada se ha cumplido
correctamente por el deudor pero a pesar de ello el
acreedor ejecuta la garantía cometiendo de esta forma un
evidente fraude y enriquecimiento injusto. En estos casos,
excepcionalmente, sólo se puede parar la ejecución
abusiva de una garantía a primera demanda si se acredita
de modo rotundo e inequívoco dicho carácter abusivo y
fraudulento de la reclamación del beneficiario.
Precisamente para evitar los abusos cometidos en los
últimos años con la ejecución fraudulenta de estos avales,
la Cámara de Comercio Internacional (CCI) ha publicado
las Reglas Uniformes de la CCI relativas a las Garantías a
Primer Requerimiento. Dichas Reglas entre otras medidas
exigen que, a la hora de ejecutar una garantía a primera
demanda, el beneficiario tenga que manifestar al banco
garante que efectivamente ha habido un incumplimiento, y
además lo tenga que describir. No es necesario
acreditarlo o probarlo (lo cual eliminaría la razón de ser de
estas garantías y su carácter de independientes) sino
simplemente manifestarlo y describirlo. Para evitar los
abusos cometidos en los últimos años con la ejecución de
las garantías a primera demanda, la Cámara de Comercio
Internacional ha establecido en las Reglas uniformes
relativas a las garantías a primer requerimiento, en su
artículo 20, que el beneficiario tenga que manifestar al
banco garante que efectivamente ha habido un
incumplimiento y, además, lo tenga que describir. No es
necesario acreditarlo o probarlo (lo cual eliminaría la
razón de ser de estas garantías y su carácter de
independientes), sino simplemente manifestarlo y
describirlo. Asimismo, las reglas establecen que aun
reconociendo las necesidades del beneficiario, el
ordenante puede esperar, en virtud de los principios de
equidad y buena fe, a ser informado por escrito por qué
motivos se le acusa de haber incumplido sus
obligaciones. En este tipo de garantías el garante no
podrá oponer frente al beneficiario más excepciones que
las derivadas del propio contrato de garantía, debiendo
hacer frente a las obligaciones del deudor principal ante el
requerimiento al pago de la garantía, por lo que su texto
debe ser claro y estar desprovisto de cualquier
ambigüedad. Dentro de los aspectos que se deben tener
en cuenta en la elaboración y negociación del texto de
una garantía a primer requerimiento se encuentran: •
Indicar expresamente quién es el ordenante, el
beneficiario y el garante, la causa de emisión de la
garantía, la moneda de pago y el importe máximo a
pagar, que no es otra cosa que la cifra de responsabilidad
que se compromete el garante a pagar. • La validez de la
garantía que supone a partir de qué fecha o momento la
garantía es válida (Generalmente las garantías entran en
vigor en la fecha de su emisión, salvo que expresamente
se estipule en ella que entrará en vigor en una fecha
posterior, o que su entrada en vigor esté sujeta a
condiciones especificadas en la garantía). Existen
Estados en que se exigen indefinidas o prorrogables por
exclusiva voluntad del beneficiario. • La fecha de
expiración y/o el hecho que entrañe la expiración de la
garantía, es decir, cuando caducará la misma. • Los
términos del requerimiento de pago. • El número de
cuenta del beneficiario en el que se acreditará dicho
importe. • La reducción del valor de la garantía. • La
devolución de la carta de garantía. • La ley aplicable que
se indique expresamente en el texto. (En caso de que el
texto sea omiso en cuanto a la ley aplicable, se
considerará como tal la ley del lugar del establecimiento
del garante, y de tener este más de un establecimiento,
se aplicará la ley del lugar en que se encuentre enclavada
la sucursal que haya emitido la garantía). La inclusión de
la fuerza mayor en el texto de las garantías a primera
demanda por las cuales el beneficiario no podrá solicitar
la ejecución de la mismas, no es práctica si tenemos en
cuenta la imposibilidad de la institución financiera de
poder determinar cuándo deberá abstenerse de
ejecutarla, pues desconoce a partir de qué momento
comenzó a tener lugar la fuerza mayor, además de tener
que tomar en consideración la certificación emitida por la
autoridad facultada a tal efecto, que acredita la fuerza
mayor, trámite que teniendo en cuenta la volatilidad del
tráfico mercantil no impide que el banco emisor de la
garantía la ejecute antes de que sea notificado de la
fuerza mayor. Por ello es recomendable que esta cláusula
aparezca en el contrato principal y no en la garantía. La
reclamación debe hacerse durante el plazo de vigencia de
la garantía, pero ¿en qué momento se entiende por
presentada la reclamación, cuando es enviada por el
beneficiario al garante o solo cuando es recibida por este
último? Desde el punto de vista legal resulta conveniente
precisar este particular para poder determinar cuándo la
reclamación es considerada extemporánea y carente de
efectos, pues puede suceder que el beneficiario haya
emitido la reclamación dentro del plazo establecido y la
envíe por correo certificado, pero esta haya sido
recepcionada por el garante cuando ya había expirado el
término de vigencia de la garantía. Sin embargo, las
Reglas uniformes de la CCI relativas a las garantías a
primer requerimiento omiten este detalle. Solo en su
artículo 22 establece que la expiración del plazo
especificado en una garantía para la presentación de los
requerimientos tendrá lugar el día del calendario
especificado (fecha de vencimiento), o resultará de la
presentación al garante de los documentos especificados
a los fines del vencimiento (hecho que provoca la
extinción).Si una garantía estipula a la vez una fecha de
extinción y un hecho que provoca la extinción, dicha
garantía tendrá fin en cuanto surja el primero de dichos
dos motivos, tanto si la garantía y sus enmiendas han
sido devueltas o no. Consideramos que la respuesta a
esta interrogante la tiene lo regulado al respecto en ley
aplicable al Estado donde se encuentra el establecimiento
del garante. Así mismo ocurre con el término «plazo
razonable» utilizado por el comercio en el artículo 10 de
sus reglas, de que dispone el garante para examinar un
requerimiento al amparo de una garantía y para decidir si
debe pagar o rechazar la demanda. Para que la
reclamación presentada por el beneficiario surta efectos
debe reunir determinados requisitos, entre los que se
encuentran: que se pueda exigir el cumplimiento
directamente al garante; que reúna los requisitos de forma
preestablecidos; que la garantía esté en vigor en el
momento de la reclamación; que acredite en su caso y en
el plazo pactado el incumplimiento de la obligación
principal y, por último, que la obligación esté dentro del
límite garantizado. La reclamación formulada por el
beneficiario de la garantía al garante podrá ir
acompañada en ocasiones de: un certificado del
beneficiario en el que se expone el incumplimiento total o
parcial de la obligación principal y su causa o copias de
protestos, certificados técnicos de pesaje, de calidad,
análisis, o de un fallo judicial o arbitral, o del
consentimiento del ordenante, certificados expedidos por
un tercero donde se constate la no ejecución de algunas
prestaciones contractuales. 4. CLASES DE GARANTÍA A
PRIMER REQUERIMIENTO: A) Las garantías a primer
requerimiento se pueden clasificar de acuerdo a sus usos
en la práctica, según las Reglas y Usos Uniformes para
Garantías Contractuales (RUGC), en cuatro usos
diferentes: a. La Garantía de Sumisión, oferta o licitación
(tender guarantees) Es la garantía que se presenta en el
caso de una empresa que está cotizando o presentando
ofertas para la ejecución de una obra, aquí el banco o
compañía de seguros que está emitiendo la garantía
incondicional a primera demanda, conviene en pagar una
cierta suma de dinero que sirve una forma indemnización
al beneficiario de la garantía en caso de que el oferente
en el contrato de la obra para el cual se ha presentado
una oferta luego se niegue a someterse a él. El fin de esta
garantía es asegurar que el oferente, una vez que su
oferta ha sido aceptada, se sujete a las condiciones y
suscriba los contratos para la ejecución de la obra.
Siempre son exigidas cuando la contratación se realiza
mediante concurso o licitación. Se prestan en el momento
de concursar para la obtención de una obra, servicio o
suministro al extranjero, y garantizan que el licitador
(vendedor), luego de haber sido declarado adjudicatario,
no retirará ni modificará su oferta, o que firmará el
contrato de conformidad con los términos ofertados, si
estos son aceptados. Su importe suele oscilar entre el 1%
y el 5% del valor de la oferta, ejecutándose una vez que el
licitador retira su licitación durante el período de validez
de su oferta, o no llega a firmar el contrato o no
proporciona la garantía de ejecución y se libera cuando el
licitador haya firmado el contrato y haya aportado la
garantía de ejecución exigida. Las garantías de licitación
a veces declaran explícitamente que deben retornar o ser
devueltas a los desacertados licitantes, debiendo liberarse
en un término posterior a la expiración del período de
validez de la oferta. La extensión del período de validez
continúa siendo causa de inquietud y los vendedores
licitantes deberán prever este particular en sus garantías,
especialmente en lo que respecta al cómputo del tiempo
respecto al valor del contrato. Generalmente, su fecha de
expiración se corresponde con la fecha de adjudicación,
aunque en ocasiones se permite extender el período de
su validez, siempre que así se indique expresamente en
el texto de dicha garantía. La documentación de la
garantía a menudo fija su texto y generalmente son
pagaderas a primera demanda. Las regulaciones sobre
este tipo de garantía requieren también un licitante
(vendedor) para suministrar una garantía de cumplimiento
dentro de un determinado período después de la
adjudicación o desde la fecha de apertura de las ofertas.
Estas garantías no pueden ser ejecutadas cuando el
contrato ha sido adjudicado a otro vendedor. Después de
que el adjudicatario elegido ha sido notificado de que se
le ha adjudicado el contrato durante un período de tiempo
determinado (por ejemplo, 30 días siguientes a la fecha
en que recibió la notificación), se le exige en las
licitaciones de obras y suministros una garantía de
ejecución. Por lo general, no se le efectúa ningún pago al
contratista antes de que haya presentado la garantía de
ejecución, y es liberada en un plazo determinado (por
ejemplo, 30 días) a contar desde la expedición de la
liquidación final del contrato. El objetivo principal del
período de garantía es demostrar en condiciones de
funcionamiento, que el contrato se ha llevado a cabo
técnicamente de acuerdo los requisitos del contrato El
contratista será responsable de subsanar todo defecto o
deterioro de cualquier parte de las obras o suministros
que pueda presentarse durante el período de garantía o
durante un determinado período (por ejemplo, 30 días)
siguiente a su expiración, siempre que los defectos sean
a él imputables, y comienza a correr nuevamente el
período de garantía respecto a las piezas sustituidas o
renovadas a partir del día en que la sustitución se haya
realizado a satisfacción del supervisor, existiendo, por
tanto, diferentes períodos de garantías. Los pagos sirven
de compensación por la pérdida de tiempo y gastos
incurridos como resultado de que el comprador tenga que
reexaminar las ofertas propuestas por otros contratantes.
La ventaja para el contratista es que no incurre en ningún
costo en relación con la garantía de licitación, y que su
facilidad crediticia no será bloqueada por el momento. La
desventaja consiste en que el valor total de la garantía de
ejecución tiende a hacer más alto que el de la garantía de
licitación. a. La Garantía de Buena Ejecución. Esta
garantía tiene como propósito garantizar la buena
ejecución de un contrato por parte de un suplidor de
bienes o servicios u otro tipo de empresario. En
Venezuela, esta garantía se denomina de fiel
cumplimiento. Es la que garantiza que el ordenante de la
garantía va a cumplir su obligación frente el beneficiario
de la garantía de prestación de ciertos bienes en la forma
estipulada en el contrato; en caso de no ejecutarse
debidamente la obligación, el beneficiario gira sobre la
garantía, es decir, exige por parte del banco emisor de la
garantía el pago de una indemnización preestablecida (en
inglés garantía de fiel cumplimiento es igual a
«Performance Bonds»). Son aquellas que le permiten al
beneficiario, si los trabajos se han ejecutado mal, confiar
la ejecución de otra empresa compensando por la
garantía el aumento de precios que resulte. A medida que
se van expidiendo certificaciones de obra, puede ir
reduciéndose proporcionalmente la garantía. Se pueden
caracterizar como la contraparte de los cobros
documentarios. El cobro documentario asegura al
exportador el pago, una vez que se hayan recibido los
documentos de embarque u otros especificados en el
crédito. Por su parte, las garantías de cumplimiento
aseguran los pagos al importador o al contratista en caso
de que el exportador o contratante no haya cumplido en
tiempo total o parcialmente sus obligaciones
contractuales. De hecho, muchos contratos de
compraventa internacional están provistos de dos
instrumentos de seguridad en el tráfico mercantil: uno es
el crédito documentario a favor del vendedor, y el otro es
una garantía de buena ejecución (performance
guarantees) a favor del comprador. Pueden operar
también en instrumentos financieros, especialmente en
relación con contratos de construcción. El denominado
«contractor» (contratista) es asegurado de los pagos a
medida que va progresando la ejecución del contrato en
sus diferentes etapas; el monto total de la garantía de
ejecución puede incluso incrementarse. El valor máximo
de la garantía se incrementa con un monto igual a la
suma pagada por el beneficiario, en correspondencia con
lo estipulado en el contrato. Estas garantías se mueven
en un rango de un 5 a un 10%, aunque en ocasiones
pueden moverse en un rango superior, en dependencia
de los pagos efectuados por el beneficiario al
«contratista». El ámbito de las garantías de ejecución se
extiende no solo a la entrega, por ejemplo, de
equipamiento, sino también a su instalación, Obligaciones
de garantia contractual durante el período de la garantía,
así como a aquellas otras obligaciones que forman parte
del contrato principal. También es utilizada en los
contratos llave en mano en los cuales se desea que la
garantía abarque la puesta en marcha de la planta,
contratación del personal, el entrenamiento y monitoreo
de la gerencia, la transferencia de la tecnología, el know-
how y el marketing de los productos. Se pueden emitir
tantas garantías de ejecución como se requieran en un
proyecto inversionista, debiendo el contratista asegurarse
de que estas no correrán simultáneamente. Esto puede
ser perfeccionado con una exacta descripción del riesgo y
por cláusulas, estipulando que las garantías sucesivas no
entrarán en vigor hasta la entrega o devolución de la
garantía precedente. La ventaja en la pluralidad de las
garantías de ejecución consiste en que la máxima
exposición bajo cada garantía es pequeña, pero el costo
total por el contratista suele ser más alto que si se
emitiera una sola, por lo que, generalmente, se emite una
sola garantía de ejecución que cubra la totalidad del
proyecto, permitiendo esta la reducción parcial de su
monto total en la realización o terminación de las
sucesivas etapas del proyecto inversionista. b. La
Garantía de Reembolso. Es la garantía que ofrece el
ordenante a favor del beneficiario, que le permite a éste
recuperar los montos que haya anticipado sobre un
contrato de prestación o de suministro de bienes y
servicios. La garantía de reembolso se extiende a los
montos no reembolsados mediante la prestación de los
servicios estipulados en el contrato de sujetos a los
montos fijados en la garantía. Una forma de garantía de
reembolso es la garantía del anticipo, la cual cubre el
pago del anticipo del precio de una cosa y donde el
exportador garantiza la devolución del anticipo recibido.
En la mayor parte de los contratos el exportador solicita a
su banco la emisión, a favor del importador, de una
garantía de pago anticipado cuyo rango oscila entre un
5% y un 30% del valor del contrato. En el caso de nuestro
país, para los financiamientos de importaciones este pago
no debe exceder del 15% del valor total del contrato. Al
exigir una garantía de pago anticipado, el comprador se
asegura de que el vendedor empleará bien el importe del
anticipo en la prefinanciación de sus obligaciones y que,
por consiguiente, el pago adelantado no se dilapidará por
el vendedor. Se ejecuta cuando el exportador incumple
con sus obligaciones relacionadas con la ejecución del
contrato; cuando la mercancía recepcionada por el
importador difiere en cantidad y calidad de la
originalmente pactada en el contrato; cuando el vendedor
utiliza los fondos anticipados para otros fines ajenos al
objeto del contrato, o cuando el cumplimiento en la
ejecución del contrato por parte del vendedor ha sido solo
parcial, es decir, que no cubre el monto realizó el pago
anticipado. Esta garantía también es usada cuando el
contrato es cancelado por mutuo acuerdo entre las partes
contratantes, o si el contrato no puede ser ejecutado por
causa de fuerza mayor, o si el contrato tiende a ser nulo o
inválido. Es aconsejable que la garantía de pago
anticipado estipule expresamente que no surtirá efectos
hasta que el pago anticipado haya sido recibido por el
vendedor. Es también muy importante en este tipo de
garantía que la documentación correcta haya sido
acordada previamente entre vendedor y comprador para
asegurar que el garante (banco emisor) esté informado de
la reducción del valor de esa garantía. Asimismo, cuando
el vendedor solicite su emisión, se interesará por prever
en el texto de la garantía una cláusula según la cual la
garantía se reducirá automáticamente en la medida y a
prorrata del valor de cada entrega; también estará
interesado en reservarse una prueba documentaria de la
reducción de la misma.
4. La Garantía de Mantenimiento. Son las que utilizan que
convienen en prestar un servicio de mantenimiento de
determinados bienes y equipos (denominadas en inglés
«Maintenance Bonds»). Estas garantías vienen a ser
garantías de buena ejecución o de buen fin. Estas
garantías referidas anteriormente son aquellas donde la
institución garante se obliga frente al beneficiario a pagar
una suma determinada de dinero en caso de que ocurra
un evento, normalmente el incumplimiento de una
obligación subyacente entre el ordenante de la garantía y
el beneficiario. En ocasiones suele suceder que, además
de la emisión de una garantía de ejecución, se emita la
llamada «maintenance guarantees» para asegurar que en
caso de que el exportador o una firma constructora no
cubra cualquier defecto detectado en la mercancía
después de su embarque o en la puesta en marcha de la
planta, el banco emisor lo haga. Generalmente, es
utilizada en aquellos contratos de construcción y para
propósitos específicos. Esta garantía cubre el período en
que el exportador continúa siendo responsable del
adecuado funcionamiento del equipamiento. Se diferencia
de las garantías de ejecución en lo siguiente: • El
porcentaje del valor del contrato al que se aplica esta
garantía es considerablemente menor al que se aplica a
las garantías de ejecución. • Se emite siempre y cuando
no haya sido emitida una certificación de aceptación
provisional. • Si el beneficiario ha pagado en su totalidad
el valor del contrato.
5. B) Una segunda forma de clasificación para las garantías
a primer requerimiento, se basa documentación requerida
para que el beneficiario pueda girar la garantía y en este
sentido, existen tres tipos: La Garantía a Primera
Demanda. Es aquella donde el beneficiario puede girarla
por un simple requerimiento hecho al banco. a. La
Garantía Documentaria. Es aquella donde el beneficiario
puede girar la garantía mediante la presentación de
ciertos documentos al banco; es la que más se asemeja a
la carta de crédito de garantía. b. La Garantía Sujeta a
Arbitraje. En esta garantía se conserva el carácter no
accesorio de la garantía a primer requerimiento; sin
embargo, para obtener el pago de la garantía, se requiere
una decisión de árbitro donde se afirme que la obligación
principal no se ha cumplido

CONCLUSION
Finalmente, quiero advertir que en muchas ocasiones la
existencia de una garantía o aval a primera demanda se
produce simplemente porque los términos “a primera demanda”
o “a primer requerimiento” figuran insertos en un extenso texto
que configura el aval y que pueden pasar desapercibidos. Por
lo tanto, no esperemos que en el encabezamiento del aval
figuren siempre los términos “a primera demanda” o “a primer
requerimiento” subrayados y bien visibles. En la práctica la
mera inserción de dichos términos dentro del texto de la
garantía es suficiente para darle esa categoría de aval a
primera demanda. Los elementos a tener en cuenta en la
negociación del texto de una garantía a primera demanda,
entre los que se encuentran la fecha de su validez y expiración,
importe, término de requerimiento, reducción de su valor,
devolución y ley aplicable. La falta de reconocimiento y, por
tanto, de regulación en el ordenamiento jurídico cubano de las
garantías financieras. Omisión de trascendencia, a mi criterio,
medular, para aquellos casos de solución de conflictos en el
Derecho Internacional Privado, relacionados con la ejecución
de estas garantías, en los cuales se deba aplicar la norma
jurídica cubana, y no haya ninguna regulación sobre las
garantías financieras ni en el Derecho Común, ni en el
mercantil (Código de Comercio).

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BIBLIOGRAFIA
1- Abogados,com
2- Código civil dominicano
3- Wikipedia
4- tratado elemental de derecho civil ) Dr. Carlos p. romero butten

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