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1. ESQUEMAS DE CONTENIDOS.
Una vez que se concluyó con el análisis del texto, es necesario sintetizar los
contenidos analizados. Cabe resaltar que esta síntesis siempre se realizará en función de
los intereses de quien lee: no es lo mismo quien sintetiza buscando correspondencia
entre los contenidos y el programa de la actividad curricular que la síntesis realizada por
quien busca documentar diferentes perspectivas sobre un tema. Por lo tanto, la síntesis
es un reordenamiento de los aspectos centrales del texto según la perspectiva del lector,
y significa organizar los conceptos más importantes de manera significativa.
También cabe destacar que este proceso tiene valor sólo en la medida en que cada
estudiante se encuentre frente al texto y extraiga lo que es significativo para él, por lo
que desaconsejamos enfáticamente la utilización de síntesis realizada por compañeros,
ya que no pueden reemplazar a la propia elaboración: no todos prestamos la misma
atención a las mismas cosas. En otras palabras, las únicas síntesis que sirven son las
propias.
Una de las estrategias para abordar la tarea de sintetizar es la utilización de
organizadores gráficos (cuadros sinópticos, cuadros de doble entrada, mapas
conceptuales, líneas de tiempo, señalamiento de palabras clave). Pero no todos son
igualmente adecuados para cualquier texto, ya que su utilización dependerá del tipo de
texto que se esté trabajando. ¿Cómo decidir cuál es la estrategia más adecuada en cada
caso?
Dada la variedad de textos expositivos, es útil conocer algunas características a
tener en cuenta, como la forma en que están estructurados. Por ejemplo, hay textos que
desarrollan procesos históricos o naturales (estructura narrativa); otros se centran en la
descripción, realizando caracterizaciones o enumerando propiedades (estructura
descriptiva) y otros organizan la información taxonómicamente –en clases y subclases-
(estructura clasificatoria).
Como indican Analía Leitte y María Teresa Alcalá “Es importante destacar que
para utilizar cualquier tipo de organizador gráfico, siempre se debe partir de la
comprensión global del texto, es decir, haberlo leído y tener una idea general de
qué trata. La realización de esquemas gráficos forma parte de la poslectura, es el
último paso de la lectura, y por lo tanto refleja lo que se ha comprendido del texto. No
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es conveniente realizar un organizador gráfico al mismo tiempo que lo leen por primera
vez, ya que en ese momento todavía no pueden saber a qué categoría pertenece. Una vez
(…) que se tiene una idea general del contenido, entonces sí se podrá decidir mejor qué
estrategia será más útil”.
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Y, por supuesto, porque desde esta perspectiva permiten fijar contenidos y constituyen una
valiosa herramienta a la hora del repaso que nos permite monitorear lo que estudiamos y
aprendimos del texto. Asumiendo al repaso como la última etapa de un proceso de estudio
organizado, revisemos sus distintos momentos.
3.1 PRELECTURA
Ésta se basa en la lectura de los títulos, subtítulos y elementos paratextuales
(cuadros, gráficos, notas al pie, índices, etc.), que permiten una perspectiva general
sobre el texto a leer.
3.1.2 LECTURA
Análisis pormenorizado del texto: identificación de ideas principales y accesorias;
“hacer preguntas” al texto (caracterizar cuáles son sus temas principales, sus subtemas,
cómo se relacionan), realización de notas marginales u otras modalidades.
Pero veamos algunos problemas que suelen surgir en esta instancia.
Dispersión en la atención
Señalamos en las primeras lecciones que las distracciones a la hora de leer
obedecen, en la mayor parte de los casos, a una baja en el interés por lo que se lee. Pero
también pueden responder a momentáneos bloqueos en la comprensión. Algunas
estrategias para resolver estos bloqueos consisten en monitorear el propio proceso:
- Volver atrás en la lectura para detectar claramente qué es lo que no se entendió.
-Adelantar la lectura para averiguar si se aclara en los siguientes párrafos.
-Clasificar la información: “esto se relaciona con…”
-Resumir lo leído: “hasta aquí se ha señalado que…”
-Desconocimiento de vocabulario técnico o específico de la disciplina. Indicamos
también en lecciones precedentes que se puede tratar de resolver cada término a medida
que aparece, pero eso dificulta poner en juego procesos más generales de comprensión.
Es importante identificar cuáles son estos términos y controlar si, al finalizar la lectura,
se ha resuelto la duda o es necesario consultar otras fuentes.
3.1.3 SÍNTESIS
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Señala el momento en que debemos aplicar “esquemas mentales” sobre lo leído,
de manera de recuperar rápidamente la información previamente analizada. Como ya
indicamos, pueden ser de distintos tipos: resúmenes, cuadros comparativos, cuadros
sinópticos o mapas conceptuales. Por supuesto, esto puede efectuarse si no realizamos
una lectura pasiva sobre el texto (limitarnos a recorrer con los ojos lo escrito tratando de
memorizarlo) sino una lectura activa.
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actitudes para continuar estudiando si los resultados no son los esperados (por ejemplo,
para revisar y aprender de los errores, o sentirse frustrado y desistir del esfuerzo).
4.1 EL EXAMEN
Es razonable sentir “nervios” ante una evaluación -mejor denominarlos estresores,
sean positivos o negativos-, pero es importante recordar que nuestra vida cotidiana está
atravesada por estresores y normalmente no dejamos que nos paralicen. Un examen no
tiene por qué ser distinto. Sobre todo, si entendemos que un examen no es un “juicio”:
no se nos está evaluando como personas, nuestra capacidad de aprender de una vez y
para siempre ni nuestro destino, sino que se está evaluando una instancia del
aprendizaje. Si no podemos discriminar nuestras ansiedades personales de lo que es
realmente un examen, le pondremos a éste una carga emocional que probablemente
afecte no sólo nuestro desempeño (por ejemplo, que “nos olvidemos” lo estudiado
cuando debemos responder por éste) sino la posibilidad de aprovechar cualquier
devolución de la evaluación y entender a ésta como un momento de aprendizaje.
En este sentido, es importante indicar, además, algunos consejos de buen sentido
común: saltearse las comidas necesarias o dormir y descansar muy poco –producto de la
“adrenalina” que nos dispone para una instancia estresante-, son una manera casi
garantizada de fracasar en un examen, sobre todo en instancias presenciales. Un examen
requiere que nos encontremos en buenas condiciones cognitivas, lo que implica
adecuadas condiciones físicas y psicológicas generales.
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PROPUESTA DE TRABAJO
1.1 ¿Qué agregaría a esta línea de tiempo? ¿Preferiría hacer un resumen, un cuadro
sinóptico o ambos?
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Mezclas