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PERMANENTE
Se cuestiona el pagaré y la hoja adherida al mismo, considerando que las acciones cambiarias
derivadas de este Título Valor no surten efectos ya que la firma no se encuentra en ambos folios;
y, por consiguiente, la acción que se pretende ejecutar es inviable. Art. 4.2 de la Ley de Títulos
Valores
I. ASUNTO
Viene a conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación de fecha trece de julio de dos
mil dieciséis, interpuesto a fojas noventa y siete, por María Susana Del Carmen Rabines Llontop,
contra la resolución de vista de fecha treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis, de fojas setenta
y siete, que Confirmó el auto de primera instancia de fecha doce de noviembre de dos mil quince,
de fojas cincuenta y seis, que declaró Infundada la contradicción con lo demás que contiene; en
los seguidos por Scotiabank Perú S.A.A Sucursal Trujillo, sobre obligación de dar suma de dinero.
II. ANTECEDENTES
1. Demanda
Mediante escrito de fecha veintiséis de setiembre de dos mil catorce, obrante a fojas ocho,
Scotiabank Perú S.A.A Sucursal Trujillo interpone demanda,
la que dirige contra Inversiones & Servicios Generales de la Libertad S.A.C, en calidad de obligada
principal y sus garantes Demetrio Gaspar Santisteban Otero, María Esther Rodríguez Núñez, Luis
Daniel Pando Rodríguez y su cónyuge María Susana Rabines Llontop, siendo su pretensión el pago
de la suma de S/ 48,418.20 (cuarenta y ocho mil cuatrocientos dieciocho soles con vente
céntimos); asimismo, solicita el pago de los intereses compensatorios y moratorios que se irán
devengando desde el vencimiento hasta la total y definitiva cancelación de la deuda, así como
las costas y costos del proceso. Como argumentos de su demanda señala:
1.- La demandada Inversiones & Servicios Generales de La Libertad S.A.C. y sus garantes
suscribieron a su favor un pagaré por la suma de S/.48,418.20 (cuarenta y ocho mil cuatrocientos
dieciocho soles con veinte céntimos), asumiendo así todos los derechos y obligaciones que
conforme a ley se derivan del título valor.
2.Contradicción
La demandada María Susana Del Carmen Rabines Llontop, formula contradicción obrante a fojas
veintinueve, sustentando el mismo en la inexigibilidad de la obligación contenida en el título
señalando básicamente:
- Que no es cierto que con fecha trece de setiembre de dos mil trece, su persona haya suscrito
en calidad de avalista un pagaré por un importe de S/48,418.12 (cuarenta y ocho mil
cuatrocientos dieciocho soles con vente céntimos), a favor de la entidad financiera Scotiabank
S.A.A, en la cual mediante hoja adherida hace constar sus nombres, DNI y firma.
-Indica que, la hoja adherida al pagaré no cumple con las formalidades requeridas que la Ley de
Títulos Valores establece de conformidad con lo prescrito por el artículo 4.2 de la Ley 27287.
El Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad,
mediante resolución de fecha doce de noviembre de dos mil quince, ha declarado entre otros
INFUNDADA la contradicción.
4. Recurso de Apelación
Mediante escrito de fecha catorce de diciembre de dos mil quince, obrante a fojas cincuenta y
cuatro, William Villacorta Corcuera, en calidad de abogado de María Susana Del Carmen Rabines
Llontop, interpone recurso de apelación contra la resolución mencionada, alegando lo siguiente:
5. Auto de Vista
Elevados los autos al Superior, la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de la Libertad, mediante resolución de vista de fecha treinta y uno de mayo de dos mil
dieciséis, obrante a fojas setenta y siete, Confirmó la apelada que declaró INFUNDADA la
contradicción.
Primero.- Según se advierte del auto calificatorio de fecha treinta y uno de enero de dos mil
diecisiete, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de casación por
infracciones normativas de carácter procesal y material, por lo que, corresponde en primer lugar
el análisis de las primeras. En el presente caso, el examen de la denuncia de infracción normativa
de los artículos 139 inciso 3 y 141 de la Constitución Política del Estado. En efecto, la estimación
de esta incidiría directamente en el trámite del proceso judicial debido a su efecto nulificante,
puesto que, al producirse la nulidad, carece de objeto emitir pronunciamiento sobre las demás
infracciones de carácter material, específicamente la formalidad prevista en el artículo 4.2 de la
Ley de Títulos Valores.
Segundo.- Es preciso, hacer la salvedad que este Supremo Tribunal al calificar el recurso de
casación de la recurrente, en la parte resolutiva del auto calificatorio del recurso, ha consignado
por error tipográfico como procedente la infracción normativa del 686 del Código Civil, que no
ha sido parte de los fundamentos del presente recurso de casación, y que tampoco guarda
relación con lo que es materia de autos, error material que tampoco ha sido aducido ni
cuestionado por la parte recurrente, razón por la cual se hace la correspondiente aclaración, sin
tener incidencia respecto al fondo del asunto.
Cuarto.- En el presente caso, de la lectura del propio recurso de casación se aprecia que no se
precisa en que habría consistido la infracción del debido proceso; principio y derecho de la
función jurisdiccional que es un derecho continente y este Supremo Tribunal tampoco advierte
ningún vicio insubsanable en que se hubiese incurrido en el transcurso del proceso; pues se ha
ejercido ampliamente el derecho de defensa, a la prueba, a la doble instancia, etc, por lo que
esta denuncia debe desestimarse.
En cuanto a la alegada infracción del artículo 141 de la Constitución Política del Perú; basta con
precisar que este numeral de la Ley de Leyes es el que regula las competencias de nuestra Corte
Suprema de Justicia de la República; entre otras la que le permite conocer y resolver en casación;
por lo que no hay infracción alguna.
Quinto.- En cuanto a la infracción normativa del artículo 4.2 de la Ley de Títulos Valores N° 27287,
que recoge el principio de literalidad, cuyo texto reza “El primero que utilice la hoja adherida
deberá firmar en modo tal que comprenda dicha hoja y el documento al que se adhiere. En caso
contrario, no procederá el ejercicio de las acciones derivadas del título valor por quienes hayan
intervenido según la hoja adherida, quedando a salvo sus derechos causales” (sic); tal como se
puede desprender del artículo en mención, se tiene que, éste se refiere a la hoja adherida al título
valor, y que deberá ser firmada por la primera persona que la utilice de modo tal que comprenda
dicha hoja y el documento que la contiene. Este artículo tiene sus antecedentes en la anterior
Ley de Títulos Valores N° 16587, específicamente en el artículo 2, segundo párrafo que señalaba:
“El primero que utilice la hoja adherida deberá cuidar que su firma comprenda el documento y
la hoja”, en tal sentido Remigio Pino Carpio indica que en los casos en que resulte insuficiente la
extensión del documento constitutivo del título-valor, para que puedan seguirse anotando los
actos que se sucedan durante su circulación. Si así ocurre, debe agregarse una hoja de papel en
blanco, añade que como garantía tendiente a evitar la sustitución de la hoja inicial agregada al
título-valor, el artículo dispone que el primero que utilice dicha hoja cuide de que su firma
abarque el documento y la hoja. Asimismo, Ulises Montoya Manfredi, indica que si el documento
no es suficiente para contener materialmente alguna de las declaraciones atinentes a él, como
serían, por ejemplo, los sucesivos endosos, puede adherírsele una hoja que se identificará con el
título por la firma que debe estampar comprendiendo el documento y la hoja por quien primero
la utilice. También se considera que se trata de una promesa unilateral y abstracta que vincula al
emitente con los terceros, poseedores primeros del título.
Sétimo.- De la cabal lectura e interpretación de la segunda parte del numeral 4.2 de la Ley de
Títulos Valores N° 27287subrayada “En caso contrario, no procederá el ejercicio de las acciones
derivadas del título valor por quienes hayan intervenido según la hoja adherida” (resaltado es
nuestro), se desprende que dicha exigencia está orientada a proteger la correcta utilización de
los Títulos Valores y las acciones que estos contienen, al producirse endosos de los mismos; lo
que no ha sucedido en el presente caso, en el cual el banco ejecutante, en ejercicio de su legítimo
derecho ha dirigido la acción cambiaria contra el obligado principal y los garantes (avalistas) del
mismo título valor. Esta exigencia formal prevista en el numeral acotado debe respetarse pero
también interpretarse con un mínimo de razonabilidad, acorde con el sentido de la norma.
Octavo.- Este Supremo Tribunal no puede dejar de mencionar que la ejecutada recurrente, en
ejercicio legítimo de su derecho de defensa, formuló contradicción, basándola
fundamentalmente en el presunto incumplimiento del artículo 4.2 de la Ley de Títulos Valores;
ya dilucidado; y luego en el recurso de apelación afirmando que la obligación había sido
cancelada en su oportunidad, sin ofrecer ni presentar medio probatorio alguno; por todo lo cual
el recurso de casación debe desestimarse.
Noveno.- Resulta necesario precisar que el Recurso de Casación tiene como objetivo un control
de contenido eminentemente jurídico, no correspondiendo atender el pedido formulado por la
parte dirigido directamente a lograr que esta Sala Suprema realice una nueva revisión de los
hechos, o una nueva valoración de las pruebas, que ya han sido admitidas, actuadas y valoradas
en las etapas correspondientes del proceso, especialmente por la Sala Superior, al momento de
dictar la resolución de vista. El pedido revisorio no puede jamás sustentarse únicamente en la
disconformidad con la decisión adoptada sobre el fondo por la Sala Superior, en uso de su
apreciación razonada y valoración conjunta del caudal probatorio; pretendiendo que esta Sala
Suprema actúe como tercera instancia.
VI. DECISIÓN:
Por las consideraciones expuestas y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por María Susana del Carmen Rabines
Llontop, obrante a fojas noventa y siete, contra la resolución de vista de fecha treinta y uno de
mayo de dos mil dieciséis, de fojas setenta y siete, que Confirmó el auto de primera instancia de
fecha doce de noviembre de dos mil quince, de fojas cincuenta y seis, que declaró Infundada la
contradicción y ordenó que se lleve adelante la ejecución de los bienes dados en garantía, con lo
demás que contiene; MANDARON publicar la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”
conforme a ley; en los seguidos por el Scotiabank Perú S.A.A Sucursal Trujillo, sobre obligación
de dar suma de dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Távara
Córdova.
SS.