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Sebastián Ramírez Duque

Marketing digital
Módulo: CRM & Big data
19 de octubre de 2019

1) ¿Se considera ético utilizar Big Data o supone cierta invasión de la


intimidad y piensa que se trata al final de la utilización de información
inadecuada o no debidamente permitida por el usuario?

Partiendo del punto que la mayoría de las páginas web, aplicaciones y redes sociales, entre
otros, tienen políticas de protección, así como términos y condiciones de uso que indican
a las personas cómo serán usados y almacenados sus datos y si serán compartidos con
terceros con algún fin específico, además, teniendo en cuenta que las personas pueden
acceder a estas cláusulas en cualquier momento y en algunas ocasiones cambiar el tipo
de información que recopilan las páginas; de hecho en la mayoría de casos, aceptar los
contratos de políticas de privacidad es un requisito para el uso de dicha aplicación o sitio
web. Dicho lo anterior, no considero que haya conflicto ético el uso del big data con fines
comerciales y de publicidad, esto supone un beneficio para las personas al recibir ofertas,
anuncios y demás oportunidades comerciales específicamente diseñadas según sus
gustos y necesidades.

Por otro lado, hay escenarios que sí suponen faltas éticas gravísimas pues el uso del big
data va más allá de fines comerciales, por ejemplo, el escándalo de Cambridge Analtyca y
el uso de una gran cantidad de terabytes de información personal de usuarios de Facebook
para incidir en temas de importancia nacional (con implicaciones mundiales) como el
Brexit o la campaña presidencial de Trump en EE. UU.

2) Plantee una iniciativa comercial que podría realizarse, en el sector


bancario, a partir de la información disponible en un Big Data como el
mencionado que surge de la confluencia de datos de sistemas de
información internos y externos.

Los bancos tienen gran cantidad de información de sus usuarios: ingresos mensuales,
patrones de compra, cantidad ahorrada, gastos esenciales, compras imprevistas, etc. Esta
información no sólo permite establecer análisis de riesgo para créditos, hipotecas, etc.
También supone la posibilidad de desarrollar herramientas personalizadas de educación
financiera basadas en los ingresos y los gastos de los clientes. Sumado a la inteligencia
artificial, los bancos estarían en capacidad de desarrollar alertas respecto a los gastos en
servicios básicos, turismo, ocio, alimentación, vivienda, etc. Así los clientes tienen una
descripción detallada de sus gastos y pueden organizar mejor sus ingresos buscando tener
seguridad financiera. Por otro lado, las miles de transacciones sin efectivo proveen
información de compras y establecimientos, por lo que las entidades bancarias estarían
en capacidad de sugerir a sus clientes comercios que ofrecen mejores precios en los
productos y servicios que consumen.

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