Está en la página 1de 10

Lima, trece de setiembre de dos mil veintiuno

VISTOS; con los acompañados; y, CONSIDERANDO:

PRIMERO: Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto


por Juan Manuel Sotomayor Lozano de fecha siete de junio del dos mil diecinueve, obrante a
fojas ciento cuarenta y ocho, contra la sentencia de vista, contenida en la resolución número
catorce de fecha catorce de mayo del dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento treinta y dos, que
confirmó en parte la sentencia apelada, contenida en la resolución número siete de fecha veintitrés
de noviembre de dos mil dieciocho, obrante a fojas ochenta y ocho, que declaró fundada la
demanda de acción pauliana, precisando que solamente, se declara ineficaz la donación celebrada
por los demandados, solo respecto al cincuenta por ciento (50%) de las acciones y derechos que
correspondieran al codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano, del bien inmueble ubicado en
la minuta N° 498 del año dos mil dieciséis, escritura N° 195, partida N° 11002815, asiento N°
C00002 de la Zona Registral N° VII-Sede Huaraz; en consecuencia, se dispone su inscripción en
el registro pertinente, para lo cual deberá emitirse los partes correspondientes, con la expresa
condena de costas y costos procesales; y revocar la sentencia contenida en la resolución número
siete, de fecha veintitrés de noviembre del año dos mil dieciocho, integrada por la resolución
número ocho, en el extremo que declara fundada la demanda y reformándola la declaro infundada
respecto a las acciones y derechos que le corresponde a dicha codemandada. Para cuyo efecto se
debe proceder a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por el artículo 1° de la Ley N° 29364.

SEGUNDO: El derecho a los medios impugnatorios constituye una de las manifestaciones


fundamentales del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, proclamado como derecho y principio
de la función jurisdiccional por el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, que
garantiza que a ninguna persona se le prive de los recursos previstos por el ordenamiento jurídico.
Sin embargo, al ser el recurso impugnatorio un derecho prestacional de configuración legal, su
ejercicio y dispensación están supeditados a la concurrencia de los presupuestos y requisitos que
haya establecido el legislador para cada sector del ordenamiento procesal.
TERCERO: Requisitos de admisibilidad
En cuanto a los requisitos de admisibilidad, en el artículo 387 del Código Procesal Civil
modificado por el artículo 1 de la Ley N° 29364, estipula que el recurso de casación se interpone:
1) contra las sentencias y autos expedidos por las Salas Superiores que, como órganos de segundo
grado, ponen fin al proceso; 2) ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada o
ante la Corte Suprema, acompañando copia de la cédula de notificación de la resolución
impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con sello, firma y huella digital, por el
abogado que autoriza el recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad; 3) dentro del plazo de
diez días, contado desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el término
de la distancia cuando corresponda; y 4) adjuntando el recibo de la tasa respectiva.

CUARTO: Con relación a la observancia de estos requisitos, el presente medio


impugnatorio cumple con ellos, esto es: 1) se recurre contra una resolución expedida por la Sala
Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; 2) se ha presentado ante el
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada o ante la Corte Suprema y elevó los
actuados; 3) ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días de notificada la resolución
impugnada; y 4) adjunta el arancel judicial por concepto del recurso de casación. Por consiguiente,
habiendo superado el examen de admisibilidad, corresponde evaluar si el recurso reúne los
requisitos de procedencia.

QUINTO: Causales y requisitos de procedencia


En el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley N.º
29364 y de aplicación supletoria, se señala que el recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Asimismo, en el artículo 388 del acotado cuerpo
legal, modificado por el artículo 1 de la Ley N° 29364, se determinan como requisitos de
procedencia del recurso de casación los siguientes: 1) que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso; 2) describir con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial; 3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada; y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.
SEXTO: Respecto al requisito de procedencia contenido en el inciso 1 del modificado
artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte que la parte recurrente no consintió la sentencia
de primera instancia que le resultó adversa.

SÉPTIMO: Antes del análisis de los demás requisitos de procedencia señalados en los
incisos 2 y 3 del modificado artículo 388 del acotado código adjetivo, es necesario precisar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de valoración
probatoria. En ese entendido, la fundamentación del recurso por parte del recurrente debe ser clara,
precisa y concreta, indicando ordenadamente cuál o cuáles son las denuncias que configuran las
infracciones normativas que invocan, ya que constituye la razón de la intervención de la Sala
Suprema; además, el recurrente debe demostrar –argumentar– que la norma denunciada como
infringida va a influir en la decisión adoptada al extremo de cambiar el sentido de lo resuelto por
la Sala Superior, de forma tal que determine su anulación y, en consecuencia, la reposición al
estado que corresponda, o la revocación de tal decisión y su reforma en cuanto al fondo de lo
resuelto; de ahí que debe haber una relación entre las normas que se afirma vulneradas y las
cuestiones analizadas, debatidas y resueltas por la instancia de mérito.
OCTAVO: De la parte expositiva del recurso de casación, se advierte que la parte recurrente
sustenta como causales, las siguientes:

a) Infracción normativa por interpretación errónea de la norma de derecho material.


Manifiesta que la Sala Civil ha interpretado erróneamente en su fundamento 3, la
regulación normativa de la acción revocatoria contenida en el artículo 195 del Código
Civil, toda vez que argumenta que la realización de actos de disposición fraudulentos
que impida o dificulte el cobro, extremos y actos en ese sentido que nunca se dieron ni
fue su intención orientada a ese actuar; por lo que, no existe apreciación sustentada y
motivada por la Sala Civil. La sentencia de vista que solo repite el texto de la ley, más
no expone, si su conducta o ánimo evasivo se ha demostrado, consecuentemente, la sala
debió declarar nula la sentencia.
Asimismo, la sentencia de vista no analizó que no se actuó medio probatorio alguno con
apreciación razonada en la sentencia de primera instancia, para determinar y demostrar
“el acto de disposición con intención fraudulento” que es el espíritu y lo que la norma
exige demostrar.

Concluye, en que existe una interpretación errónea razonada respecto a la carga de la


prueba no valorada contenida en el artículo 196 del Código Procesal Civil, así como, la
valoración de la misma estipulada en el artículo 197 del citado código, pues la
demandante no ha acreditado su conducta fraudulenta.

b) Infracción normativa por inaplicación de la norma de derecho material.


Indica que, la Sala Civil ha inaplicado la norma que contiene los artículos 194 y 200 del
Código Procesal Civil; así como los artículos II del Título Preliminar y 912 del Código
Civil, por lo cual se debió revocar la sentencia venida en grado.

Manifiesta que, en relación al artículo 194 del Código Procesal Civil, que la sentencia de
vista debió revocar la sentencia venida en grado por deficiencia e incoherencia grave al
no haber sido debidamente motivada, debiendo ordenar la prueba de oficio a fin de que
el demandante pruebe el extremo de haber cometido actos de disposición fraudulentos
en la donación efectuada; así como, solicitar el expediente N° 426-2014-HY-JPM-
CSJSA-PJ, sobre obligación de dar suma de dinero, para mejor resolver, donde se
acredite los pagos a cuenta, cuya intención es cumplir el pago de la deuda.

Por último, en cuanto al artículo 200 del Código Procesal Civil, expone que ante la
ausencia de medio probatorio que pruebe el extremo de haber cometido actos de
disposición fraudulentos en la donación efectuada, cuya carga de la prueba correspondía
al demandante.

c) Infracción normativa por contravención de las normas que garantizan el derecho a


un debido proceso.
Refiere que, la sentencia de vista ha afectado el derecho al debido proceso y a la
motivación de la misma, pues no se ha acreditado su intención o conducta de “actos de
disposición fraudulento” que impida el cobro; además, no se ha probado “el
comportamiento o ánimo de mi hija de coadyuvar para hacer incobrable la deuda”. (sic)

Además, alega que esta contravención afecta los derechos de titularidad de su hija,
ocasionando un desamparo jurídico ante la falta de pruebas idóneas, pruebas de oficio y
motivación de la sentencia de vista.

Finalmente, argumenta que no han aplicado la apreciación razonada de los actuados y


pruebas conforme a lo señalado en el artículo 197 del Código Procesal Civil. Por lo tanto,
se afectó su derecho al debido proceso, conforme al artículo I del Título Preliminar del
referido código, pues la Sala Civil tenía la obligación de tutelar efectivamente el ejercicio
del derecho a la defensa y derechos.

NOVENO: Análisis de las causales de casación invocadas


En lo que respecta a las causales de los literales a) y b) se advierte que el recurrente cita los
artículos 195, II del Título Preliminar y 912 del Código Civil y los artículos 196, 197, 194 y 200
del Código Procesal Civil, argumentando que la Sala Superior no ha valorado los medios
probatorios que determinen o demuestren la realización de actos de disposición fraudulentos, así
como, disponer la actuación de medios probatorios de oficio; no obstante, el análisis de estos
fundamentos involucraría un nuevo análisis de los medios probatorios, lo cual no es acorde con el
objeto y finalidad del recurso de casación. Más aún, si la instancia de mérito realizó un análisis de
los medios probatorios, en concordancia con los argumentos de ambas partes y de acuerdo a los
agravios planteados por el recurrente, tal es así, que en el considerando octavo, expuso que don
Juan Manuel Sotomayor Lozano conocía de la deuda que mantenía frente al demandante, y al
deshacerse del bien inmueble de su propiedad, ello perjudicaría al demandante al dificultar el cobro
de la deuda. Asimismo, en el considerando noveno, sustenta que el recurrente conocía que dicho
tema estaba siendo materia de cobro mediante proceso judicial de obligación de dar suma de
dinero, conforme el expediente N° 00426-2014-0-2503-JP-CI-01, en el cual se aprecia que se
apersonó y formuló contradicción, conforme se desprende del auto final, contenido en la resolución
número diez, de fecha veinte de mayo de dos mil dieciséis, declarado consentido por resolución
número doce; y, en ese sentido, siendo un proceso de ejecución cuando no es amparada la
contradicción y la parte ejecutada no ha cumplido con el pago íntegro, el bien o bienes de propiedad
del ejecutado pasan muchas veces a ser materia de remate hasta cubrir el monto materia adeudado.

Cabe agregar, que el recurrente no precisa como se habría incurrido en la infracción


normativa alegada, ya que la instancia de mérito si realizó una valoración conjunta de los medios
probatorios, tal como se aprecia de los considerandos sétimo a décimo primero de la sentencia, la
cual argumentó de manera adecuada las razones para emitir su decisión. Asimismo, de la
fundamentación del medio impugnatorio se aprecia únicamente su discrepancia con el criterio de
la instancia de mérito, más no la explicación de cómo se habría incurrido en la causal alegada. En
ese sentido, no solo se incumple con el requisito de claridad y precisión, sino el de demostración
de la incidencia directa en lo resuelto, no satisfaciendo así lo dispuesto en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil; por lo que las causales examinadas, devienen en
improcedente.

DÉCIMO: Respecto de la causal descrita en el literal c), debe indicarse que el Tribunal
Constitucional ha señalado, en reiterada y uniforme jurisprudencia –como es el caso de la sentencia
de fecha once de diciembre de dos mil seis recaída en el Expediente Nº 3943-2006-PA/TC–, que
el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no garantiza una motivación extensa de
las alegaciones expresadas por las partes, y que tampoco cualquier error en el que eventualmente
incurra una resolución judicial constituye automáticamente la violación del contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, sino que
basta que las resoluciones judiciales expresen de manera razonada, suficiente y congruente las
razones que fundamentan la decisión del juzgador respecto a la materia sometida a su
conocimiento.

Respecto al debido proceso, el Tribunal Constitucional, a través de la sentencia recaída en


el Expediente Nº 04944-2011-PA/TC, ha manifestado que el derecho al debido proceso previsto
por el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, aplicable no solo a nivel judicial
sino también en sede administrativa e incluso entre particulares, supone el cumplimiento de todas
las garantías, requisitos y normas de orden público que deben observarse en las instancias
procesales de todos los procedimientos, incluidos los administrativos y conflictos entre privados,
a fin de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante
cualquier acto que pueda afectarlos.

Teniendo en cuenta ello, en el presente caso se advierte que el pronunciamiento de la Sala


Superior se ha ceñido a la pretensión principal planteada expresamente por el demandante, esto es,
se declare nulo y sin valor legal la donación del inmueble, tanto del acto jurídico como el
instrumento que lo contiene, celebrado por los demandados ante la notaria del doctor Antero
Tiofilo Huayta Perales, según kardex 651, de fojas dos mil doscientos sesenta y seis -vuelta, minuta
498, del año dos mil dieciséis, escritura N° 195, la misma que está inscrita en la partida N°
11002815, asiento C00002, de la Zona Registral VII-Sede Huaraz, Oficina Registral de Casma y
acumulativamente, nula la inscripción registral de dicho acto jurídico.

En ese sentido, se advierte que la sentencia de vista expuso los motivos por los cuales se
resolvió confirmar en parte la sentencia apelada, que declaró fundada la demanda sobre acción
pauliana, precisando que solamente, se declara ineficaz la donación celebrada por los demandados,
solo respecto al cincuenta por ciento (50%) de las acciones y derechos que correspondieran al
codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano, del bien inmueble ubicado en la minuta N° 498
del año dos mil dieciséis, escritura N° 195, partida N° 11002815, asiento N° C00002 de la Zona
Registral N° VII-Sede Huaraz; en consecuencia, se dispone su inscripción en el registro pertinente,
para lo cual deberá emitirse los partes correspondientes, con la expresa condena de costas y costos
procesales; y revocar la sentencia, en el extremo que declara fundada la demanda y reformándola
la declaró infundada respecto a las acciones y derechos que le corresponde a dicha codemandada,
la cual expresa los siguientes argumentos:

“10.- Siendo así, el codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano, al saber que la demanda de
obligación de dar suma de dinero tuvo un resultado favorable para el demandante, tal como se visualiza
en el Sistema Integrado del Poder Judicial, ya que la resolución que ordena continuar con la ejecución
forzada y la que la declara consentida fue notificada a don Juan Manuel Sotomayor Lozano en junio y
agosto del 2016, al traspasar el bien inmueble a favor de su hija Merle Sotomayor Rurush (bien materia
de medida cautelar de embargo en forma de inscripción), mediante donación celebrada el 8 de julio del
2016, evidencia un actuar malicioso y de mala fe en busca de evitar la satisfacción de la deuda y evadir
su responsabilidad. En ese sentido, es que también se denota el actuar de parte de Merle Sotomayor
Rurush, pues al tener un vínculo de familiaridad con el codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano,
en su calidad de hija, se colige un comportamiento con el ánimo de coadyuvar a su padre para hacer
incobrable la deuda que tenía este con el demandante.
11.- En cuanto al argumento de defensa del codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano,
consistente en que al haber dispuesto de su bien inmueble ello no impide que cumpla con el pago
de la deuda que tiene con el demandante. Lo alegado no corresponde analizar en el presente
proceso, ya que la materia a dilucidar es de naturaleza distinta, y estando que la deuda a la cual
se refiere el recurrente ha sido materia de análisis y solución en el proceso de obligación de dar
suma de dinero (Expediente N° 00426-2014-0- 2503-JP-CI-01), carece de objeto pronunciarse
respecto a lo argumentado, e incluso respecto a los pagos a cuenta que indica viene haciendo. Sin
perjuicio de lo antes manifestado, de la revisión de autos podemos concluir que el codemandado Juan
Manuel Sotomayor Lozano, a fin de descartar el argumento del accionante no ha manifestado, ni
probado tener otros bienes con los cuales podría hacer frente al importe materia de deuda (...)”.
(resaltado es nuestro)

En virtud de lo anotado se aprecia que el recurrente persigue que este Supremo Tribunal
emita un nuevo pronunciamiento sobre un cuestionamiento que ya ha sido absuelto y desarrollado
en la sentencia de vista recurrida, referido al extremo que declara ineficaz la donación celebrada
por los demandados, solo respecto al cincuenta por ciento (50%) de las acciones y derechos que
correspondieran al codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano, del bien inmueble ubicado en
la minuta N° 498 del año dos mil dieciséis, escritura N° 195, partida N° 11002815, asiento N°
C00002 de la Zona Registral N° VII-Sede Huaraz; ello debido a que la Sala Superior argumentó
que el codemandado Juan Manuel Sotomayor Lozano, al saber que la demanda de obligación de
dar suma de dinero tuvo un resultado favorable para el demandante, tal como se visualiza en el
Sistema Integrado del Poder Judicial, ya que la resolución que ordena continuar con la ejecución
forzada y la que la declara consentida fue notificada a don Juan Manuel Sotomayor Lozano en
junio y agosto del dos mil dieciséis, al traspasar el bien inmueble a favor de su hija Merle
Sotomayor Rurush (bien materia de medida cautelar de embargo en forma de inscripción),
mediante donación celebrada el ocho de julio del dos mil dieciséis, evidencia un actuar malicioso
y de mala fe en busca de evitar la satisfacción de la deuda y evadir su responsabilidad. Argumentos
que no han sido desvirtuados por el recurrente.

Siendo así, se aprecia que la Sala Superior cumplió con analizar los argumentos expuestos
por el recurrente en su recurso de apelación, así como realizar una valoración conjunta de los
medios probatorios y precisó la norma aplicada. Más aún, si se advierte que el recurrente pretende
que se vuelvan a valorar los medios probatorios actuados durante el proceso, lo cual no es propio
del recurso de casación.
Además, de la fundamentación del recurso no se aprecia más que su discrepancia con el
criterio de la Sala Superior, pues no explica cómo se habría incurrido en la causal alegada, por
consiguiente, no solo incumple con el requisito de claridad y precisión, sino que tampoco expone
de qué manera tiene influencia directa en lo resuelto, no satisfaciendo así lo dispuesto en los incisos
2 y 3 del modificado artículo 388 del Código Procesal Civil. Por último, el recurrente no demuestra
la incidencia directa de la infracción denunciada sobre la decisión que se impugna; por lo que las
causales examinadas, deviene también en improcedente.

DÉCIMO PRIMERO: Finalmente, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del


artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurrente no cumplió con indicar si su pedido casatorio
es anulatorio o revocatorio, por lo tanto, el recurso de casación, en mérito a lo dispuesto en el
artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley N.º 29364, por lo
cual, también incumple esta causal, en consecuencia, deviene en improcedente.

Por las razones antes expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que se
hace referencia en el artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley
N° 29364, y en ejercicio de la facultad conferida según el artículo 392 del anotado cuerpo
normativo modificado por el artículo 1 de la Ley N°29364, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Juan Manuel Sotomayor Lozano de fecha siete de junio del
dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento cuarenta y ocho, contra la sentencia de vista contenida
en la resolución número catorce de fecha catorce de mayo del dos mil diecinueve, obrante a fojas
ciento treinta y dos; en los seguidos por José Luis Diaz Nery contra Juan Manuel Sotomayor
Lozano y otras sobre acción pauliana; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, conforme a ley, y los devolvieron. Interviene como ponente la
señora Jueza Suprema Yalán Leal.-

S.S.
QUISPE SALSAVILCA
YAYA ZUMAETA
YALÁN LEAL
HUERTA HERRERA
BUSTAMANTE ZEGARRA
Ckvl/ ahv

También podría gustarte