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Área: Lengua
Grado: 5º
Docentes: Fabiana Toranzo
Fundamentación:
Esta secuencia didáctica pretende trabajar con cuentos de terror de diferentes autores. Se
presentarán actividades variadas que les permitan a los alumnos adquirir el sentido de la literatura,
fomentar la capacidad de escucha y proponerles la búsqueda de sus propios caminos para constituirse
como lectores críticos, competentes y autónomos.
Es imprescindible continuar ofreciéndoles a los alumnos una amplia variedad de obras literarias
para profundizar y enriquecer la imaginación, la exploración de sensaciones y sentimientos; formando
lectores activos que puedan construir significados a partir de lo que leen.
Se favorecerá la construcción de un ámbito privilegiado para que los alumnos puedan
reflexionar sobre el lenguaje intercambiando ideas, convicciones y emociones; potenciando el deseo de
escribir más y mejor; relacionando cada situación de aprendizaje con la cotidianeidad; pudiendo
transferir lo aprendido con situaciones de la vida diaria aplicando las diversas estrategias que van
adquiriendo a lo largo de su trayectoria escolar.
Propósitos:
Comprensión y producción oral:
Participar en conversaciones sobre experiencias, lecturas, opiniones e ideas.
Escuchar comprensivamente textos leídos por el docente y otros alumnos.
Narrar y renarrar cuentos de terror caracterizando el tiempo, el espacio, los personajes y
el orden de las acciones.
Lectura y producción escrita:
Demostrar fluidez en su lectura oral respetando las convenciones propias de esta práctica
Participar en situaciones de lectura con diversos propósitos.
Aplicar diversas estrategias de escritura de cuentos con propósitos comunicativos:
planificación, construcción, revisión y versión final.
Literatura:
Leer cuentos de autor con fines estéticos.
Confrontar con sus pares interpretaciones acerca de lo leído.
Reflexión sobre la lengua y los textos:
Identificar a través de la reflexión elementos puntuales en los cuentos de terror.
Eje: Literatura:
Saberes:
La participación frecuente en situaciones de lectura, comprensión y disfrute de
obras literarias (cuentos de terror) con el propósito de formarse como lector de
literatura.
Esto supone:
Frecuentación y exploración de textos literarios.
Leer textos literarios, con la colaboración del docente, con distintos propósitos:
descubrir y explorar el mundo creado, identificar recursos propios de este discurso,
realizar interpretaciones personales teniendo en cuenta los indicios que aporta el texto
y características del género al que pertenece la obra, expresar emociones, construir
significados con otros lectores.
Participar en situaciones de lectura e intercambio de interpretaciones de diversos
cuentos de terror.
Explorar y reflexionar en torno a la diversidad de relaciones y vínculos interpersonales
que permitan expresar emociones y sentimientos.
Escuchar y leer en voz alta para otros en situaciones que le den sentido a esa práctica.
Evaluación:
Procesual y cualitativa respetando los ritmos de aprendizaje de cada uno de los alumnos y
sus singulares trayectorias escolares.
Indicadores de evaluación:
1. Participa en conversaciones sobre experiencias, lecturas, opiniones e ideas.
2. Escucha comprensivamente textos leídos por el docente y sus pares.
3. Narra y renarra cuentos de terror caracterizando el tiempo, el espacio, los personajes
y el orden de las acciones.
4. Participa en situaciones de lectura con diversos propósitos.
5. Identifica a través de la reflexión elementos puntuales en los cuentos de terror.
6. Escribe cuentos aplicando diversas estrategias.
7. Lee variados cuentos de autor para formarse como lector de literatura.
8. Produce textos orales y escritos de manera individual, grupal y colectiva.
9. Confronta con sus pares interpretaciones acerca de lo leído.
10. Emplea el diccionario.
Sesión 1
1- Se comenzará la clase proyectando la siguiente imagen y se conversará con los alumnos sobre
¿Qué elementos de la imagen se relacionan con el tema?
¿Algunos de ellos te producen miedo? ¿Cuál?
¿Qué personajes o elementos le agregarías a la ilustración?
¿Qué otras cosas te producen miedo?
¿Cómo hacen para enfrentar esas situaciones?
Lectura:
2- ¿Cuáles de estas palabras los llevan a pensar en historias que dan miedo? Marcalas con color.
3- Comparen las palabras que eligieron con las de sus compañeros, para pensar juntos si son
las mismas o si son distintas y por qué.
4- En parejas traten de pensar una posible definición de cuento de terror.
5- La docente presentará la siguiente imagen:
6- Se conversará con los alumnos sobre:
¿Qué es una “apuesta”?
¿De qué se tratará esta historia?
¿Será real o fantástica? ¿Por qué?
¿Creen que el personaje ganó o perdió la apuesta? ¿Por qué?
¿Qué apuesta habrá hecho el personaje?
Apuesta
La anciana tenía fama de bruja. Muchas ancianas la tienen, pero ésta había justificado esa creencia llevando la
buena y la mala suerte a uno u otro hogar, según los encargos.
Cuando murió, mucha gente experimentó un gran alivio, sintiéndose a salvo de sus hechicerías, verdaderas o
no. Claro que siempre hay algún descreído. Y precisamente uno de los que siempre se había burlado de sus poderes
era el ayudante de lo estación de servicio, un muchacho común cuyos únicos rasgos sobresalientes eran el
descreimiento y el desmedido gusto por las apuestas.
Tras la muerte de la anciana, el muchacho apostó a que visitaría la tumba durante la noche. En prueba del
cumplimiento de tal desafío dijo a sus dos compañeros de trabajo que pintaría la lápida de verde.
A las doce de la noche, se despidió de sus amigos en la misma estación de servicio y montó en su bicicleta
llevando una linterna y un aerosol en el bolsillo de su campera.
En los alrededores del cementerio, la oscuridad era absoluta. El muchacho dejó la bicicleta sobre unos
matorrales y, con decisión, trepó por el enrejado.
Empezaba a inquietarse ahora que caminaba por la galería principal del cementerio. Según recordaba, la
tumba de la anciana estaba en el otro extremo y para llegar a ella debería salir de ese camino e internarse en un
angosto sendero. Pensó luego que, una vez que pintara la lápida de la anciana, tendría que regresar hasta la puerta del
cementerio dándole la espalda a esa tumba. Era una tontería, sí, pero por un momento no pudo apartar su
pensamiento de ello.
En fin, ya no podía volverse atrás. Continuó, ahora echando rápidos vistazos a los costados y con las fugaces
vueltas de cabeza hacia atrás, alerta, presintiendo que algo deslizaba detrás de él. Conocía el cementerio de día,
iluminado, no así poblado por las sombras de la alta noche. Pero llegó el momento que tuvo que detenerse:
claramente había escuchado un ruido. mantuvo la respiración, apoyó la espalda contra una pared de nichos
superpuestos y se animó a sacar la linterna del bolsillo, aunque no a encenderla. Sintió otro roce. Cerró los ojos. Algo
le tocaba las piernas y no tuvo coraje ni para retirar el pie. Tardó una eternidad en deducir que se trataba de un gato.
Fue necesario que prendiera la linterna para ubicar la tumba de la anciana.
Al fin la encontró. Empezó a rociar la lápida con la pintura verde de su aerosol.
Poco después, se incorporó dando por terminado el trabajo. Pensó que, de ocurrir algo sobrenatural como
una aparición o una venganza llevada a cabo por la anciana cuyo cadáver yacía ahí nomás debajo de una capa de
tierra a centímetros de donde estaba él parado, tendría lugar en ese mismo instante en que, terminada su
profanación, debía salir del cementerio. Un prolongado estremecimiento recorrió su cuerpo. Ya no pudo mantener
la calma. Empezó a caminar apurado hacia la salida como si algo lo persiguiera.
Recién a las seis o siete cuadras del cementerio, pudo recuperar la calma.
A las diez cuadras, ya se felicitaba por su valentía y pensaba en la cara de sus amigos cuando les dijera que
acababa de cumplir con su apuesta.
Llegó a la estación de servicio. Empujó la puerta de vidrio y se paró ante los dos hombres que se
encontraban jugando a las cartas. ambos alzaron la vista al oír que se abría la puerta. Estaba por decirles que había
cumplido con la apuesta, pero se contuvo porque vio la extraña expresión de sus rostros.
Los dos hombres lo miraron espantados. Después se cubrieron la cara y se precipitaron a la puerta trasera
llevándose todo por delante. El muchacho hizo dos pasos hasta un espejo, pero antes de mirarse lo comprendió
todo. Afuera, uno de sus amigos seguía gritando: “¡La vieja!”.
Ricardo Mariño
Poslectura:
8- Se realizará un comentario oral de lo leído a través de los siguientes interrogantes:
¿Por qué muchos sintieron alivio con la muerte de la anciana?
¿Qué pruebas había de que la anciana tenía poderes?
¿Quién no creía en lo que se decía de la anciana?
¿Qué propuso hacer para demostrar que eran sólo habladurías?
¿Logró comprobar que los poderes de la anciana no eran reales? ¿Por qué?
¿Qué función cumplen en el relato los dos hombres que jugaban a las cartas en la
estación de servicio?
En la carpeta:
10- Subrayen en el cuento todas las palabras que las asocian con el
miedo. 11- Ordenen los núcleos narrativos, escribiendo los números del 1
al 6.
12- Marca la opción correcta:
El protagonista de “Apuesta” es:
la anciana hechicera.
el chico de la estación de servicio.
el gato.
Sesión 2
Seguimos contando
Prelectura:
1- Se comenzará la clase solicitándoles a los alumnos que renarren el cuento leído en la
clase anterior.
2- Se conversará sobre las características que tiene el cuento leído: personajes, ambientes,
temas, hechos, objetos, etc.
Lectura:
3- Lee la siguiente información:
El cuento de terror
Los cuentos de terror son narraciones que buscan provocar miedo en el lector. Con este tipo
de cuentos el lector disfruta del miedo, porque está seguro que el horror de la ficción no podrá
alcanzarlo en la vida real.
En la carpeta:
4- Con la información del texto leído completa el siguiente esquema. Ayudate con las palabras en
negrita.
....................................
Mied
o
Hechos Popular
TEMAS
Complicación
Sesión 3
Seguimos con miedo…
Prelectura:
1- Se comenzará la clase presentando la siguiente imagen:
Debajo de mi cama
Sufro mucho, pero no tengo a quién contárselo. Cuando mi mamá me presenta, aclara que soy la más chica
de sus cinco hijas y la más miedosa. Es verdad. Cuando era bebé me asustaba ante cualquier rostro desconocido.
Después, por la noche, comencé a ver monstruos llenando el aire de mi cuarto. Solo desaparecían cuando mi
hermana mayo me daba la mano. Con muecas horribles, se acercaban, entonces le mostraba a Cuqui, mi pequeño
ratón, mi muñequito relleno con mijo. Aún duermo con Cuqui a mi lado, aunque dicen que ya soy grande para eso.
Aguanto las bromas y me callo, porque sé cuánto lo necesito.
El motivo de mi sufrimiento, ahora, es esa cosa, ser, fantasma, que habita debajo de mi cama. Cuando se lo
conté a mi hermana, ella abrió de par en par la ventana y dejó entrar una invasión de luz, levantó el volado de la
colcha que cae sobre el lado izquierdo de mi cama y, ayudándose con una linterna, iluminó cada rincón. Nada por
aquí, nada por allá…
El ser, cosa, fantasma no se ve, es cierto, pero yo lo siento… Por eso, me duermo tapada hasta la punta del
flequillo. Soy un ovillo de susto en la cama, y el aire de la habitación se llena con las preguntas que no le puedo hacer
a mi hermana, porque ella, antes de acostarse, levantó mi colcha y comprobó que nada por aquí ni nada por allá
debajo de mi cama.
¿Y si al dormirme saco el brazo izquierdo fuera de las sábanas sin darme cuenta, y éste se desliza hacia el
costado? ¿Y si mi mano se abre mientras estoy dormida, y Cuqui cae el suelo? Y mucho peor, ¿si este ser, fantasma,
cosa que me está acechando es más grande que los monstruos y no le teme a los ratones?
En un diario de la tarde, un periodista sorprendido escribió: “Una niña de 11 años desapareció de su
domicilio situado en Catalinas Sur durante la noche de ayer. No existe el menor rastro o indicio de extraños que
hayan ingresado en el departamento”.
– La nena no puede haber escapado, porque es terriblemente miedosa – nos dijo la madre – agregó.
Mientras tanto, en el barrio, circula una versión muy curiosa. Dicen que la jovencita busca y rebusca debajo
de la cama de su hermana menor, alumbrándose con la linterna, mientras repite una y otra vez: “Por algún lado
tienen que estar…”.
Griselda Gálmez
Poslectura:
5- Se conversará con los alumnos sobre lo leído con preguntas que guiarán la comprensión:
¿Cuál es el hecho sobrenatural en este relato?
¿Qué presentía la protagonista que estaba ocurriendo?
¿Qué hacía para combatir sus miedos?
¿A quién le contó lo que estaba sucediendo? ¿Qué hizo esta persona
¿Qué hizo esta persona para tranquilizarla?
¿Qué ocurrió finalmente con la protagonista?
¿Qué comentario circula en el barrio a partir de este hecho?
En la carpeta:
Sesión 4
1- La docente les solicitará a los alumnos que elijan las opciones marcando con una x el lugar, los
protagonistas, el conflicto y el final que más les guste para escribir un cuento de terror. Para
ello se organizarán en forma individual, pareja o grupos, según prefieran.