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LOS ADVERBIOS

Son los adverbios una clase lexemática, que se caracteriza gramaticalmente porque:
Funcionan siempre como complemento (de un verbo, de un adjetivo, de otro adverbio o
de una oración), es decir, como referentes.
Porque tienen variaciones combinando con sufijos: «pronto» --->«prontito», «cerca» ---->
«cerquísima», etcétera.
La función más característica de estas palabras es la de completar al núcleo del
predicado. al verbo:
«El profesor habla de prisa».
«La barcaza se deslizaba suavemente.»
Con la misma función referente suelen aparecer completando al adjetivo:
«Es muy buen estudiante».
o al adverbio:
«Has hablado muy bien».
y hasta a la oración:
«Desde luego. tienes muchísima razón»
Sus escasas combinaciones con formantes no están generalizadas:
«Habla despacio» ------>«despacito»
pero «habla bien»---------> ?
Otras variaciones son simples alomorfos fonéticos: muy y mucho; tan y tanto; cuan y
cuanto:
«Un chico tan majo como ése no encontraras».
«Habla tanto, que aturde».
En casos muy contados realiza combinaciones que en realidad son trasposiciones.
Cuando se une directamente a un sustantivo, suele éste adjetivarse:
«Ella es muy mujer»
aunque el sustantivo sea complemento preposicional:
«Se da aires muy de postín».
Son casos extremos de su uso.
Es corriente la trasposición de adjetivos a función adverbial:
«Juega fenómeno».
«Dispara largo»
El hablante, sobre todo el hispanoamericano, prefiere la economía de la forma adjetiva,
aunque la lengua tiene la terminación -mente para hacerles funcionar como adverbios:
«Habló largamente del asunto».
«Juega fenomenalmente».
Hay dos variedades gramaticales del adverbio cercanas al valor pronominal, si es que
ya no son pronombres: cuando en vez de completar el núcleo del predicado solicitan
mediante interrogación una complementación:
«He venido en tren».
«¿Cuándo has venido?».
La otra se caracteriza por ser una construcción adverbial capaz de complementar a un
sustantivo, es decir, que se traspone a función adjetiva. Esta trasposición sólo alcanza a
construcciones encabezadas por adverbios, como donde, cuanto, como, cual y cuando,
cercanos a un valor pronominal:
«No dijo cómo lo había hecho».
«El lugar donde lo viste se llama el Lago»
Los adverbios significan complementaciones de modo, lugar, tiempo, cantidad, relación,
grados de autenticidad, etcétera, con respecto a la palabra que complementan:
«Llegará mañana en el correo».
«Mira lejos para no marearte».
«Estudio poco por las noches».
«No quiero complicaciones».
Es corriente la trasposición adverbial del verbo, para lo cual tiene una forma consagrada
el gerundio:
«Vino de prisa».
«Vino corriendo».
A veces es un sintagma complejo -locución adverbial- el que realiza esta función:
«Vino en un santiamén».
«Habló a pedir de boca».
Como se habrá notado por los ejemplos hasta ahora puestos, su movilidad dentro de la
oración es grande:
«Llegará mañana en el tren».
«Mañana llegará en el tren».
«En el tren llegará mañana».
«Llegara en el tren mañana».
«Mañana en el tren llegara».
«En el tren mañana llegara».

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