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Patogenia
Se producen generalmente por infección. Los factores que la favorecen son los
siguientes:
1. El aparato genital femenino representa un sistema tubular relativamente
corto a través del cual existe una comunicación directa entre el exterior (por la
vagina, de 6 cm de longitud) y la cavidad abdominal.
2. La actividad sexual posibilita la acción de determinados agentes (de
transmisión sexual): sífilis, gonorrea, virus papiloma entre otros.
3. La obstrucción del sistema tubular determina acumulación de secreciones y
sangre (hematosálpinx, hematometra, hematocolpos), que a su vez son
favorecedoras de la infección.
4. Uso de cuerpos extraños (dispositivo intrauterino).
5. Procedimientos médicos (dilatación del cuello uterino, raspado endometrial).
Hay tres tipos de procesos inflamatorios de patogenia diferente, que pueden
llegar a comprometer varios segmentos del aparato genital femenino y órganos
vecinos, como pelvis y peritoneo (enfermedad inflamatoria pelviana ). Estos
son: gonorrea, infección puerperal y tuberculosis.
Gonorrea
El agente etiológico es la Neisseria gonorrhoeae . Se pensaba que la
inflamación producida por este agente era específica, sin embargo, hay otros
organismos que pueden producir una inflamación similar: infección
polimicrobiana (ej. estreptococo-escherichia coli), Chlamydia tracomatis (tipos
diferentes de los que producen la linfoadenopatía venérea), Actinomyces israeli
(frecuente en uso de dispositivo intrauterino).
Es una inflamación ascendente por extensión superficial. Comienza por un foco
como uretritis, cervicitis o inflamación de la glándula de Bartholino (no toda
inflamación de esta glándula es gonocócica). En las niñas se produce una
vulvo-vaginitis, no así en las mujeres, pues en éstas el epitelio es más grueso y
resistente. En el adulto se produce una cervicitis y endometritis, pero la lesión
más intensa es una endosalpingitis.
Se trata de una inflamación fibrinopurulenta, el exudado determina adherencias
entre los pliegues tubarios. La organización del exudado deja secuelas con
tabiques fibrosos y formación de espacios glanduliformes cerrados: es la
salpingitis crónica folicular , en la que hay además infiltración celular
linfoplasmocitaria (Fig. 6-20). Una segunda forma evolutiva lleva a la oclusión
de la fimbria con acúmulo de exudado purulento en la trompa (piosálpinx).
Si la infección cede, se produce proteolisis y absorción del componente
orgánico del exudado, así se constituye un hidrosálpinx. Se pueden producir
adherencias de la trompa al ovario (sinequias tubo-ováricas) y absceso tubo-
ovárico. La inflamación puede propagarse al peritoneo (peritonitis).
Infección Puerperal
El alumbramiento o desprendimiento placentario (también el aborto provocado
y raspado uterino) deja en el útero una superficie interna cruenta, que favorece
la infección. Los gérmenes más frecuentes son los estreptococos, estáfiloco, la
Escherichia coli y los Clostridia . Estos agentes producen así una endometritis
aguda, con compromiso inflamatorio de vasos linfáticos en el miometrio
(linfangitis) y de vasos sanguíneos (flebitis y tromboflebitis miometrial). La
inflamación se extiende al tejido conjuntivo entre las hojas del ligamento ancho
(parametrio) y tejidos blandos intersticiales de la pelvis. Puede producirse una
septicemia, a veces, una pioemia o una septicotoxemia. Las superficies
mucosas están relativamente poco comprometidas.
Tuberculosis
Representa una tuberculosis aislada de los órganos, originada en un foco
hematógeno (tuberculosis metastásica). El foco inicial suele estar en el extremo
distal de la trompa. La inflamación puede extenderse a otros órganos por
contigüidad y por vía linfática. La tuberculosis genital no está especialmente
relacionada con la actividad sexual, puede producirse en vírgenes.
La salpingitis tuberculosa se presenta en dos formas: 1º) la salpingitis nodular ,
de predominio productivo y 2º) la salpingitis caseosa , que habitualmente deja
secuelas deformantes. Con mayor frecuencia esta última forma se acompaña
de una endometritis tuberculosa, caseosa o productiva, o de una endometritis
crónica sin elementos de especificidad. Puede haber compromiso del cuello
uterino en forma de una lesión ulcerada o sólo reconocible bajo el microscopio.
Por vía linfática se puede comprometer el ovario con lesiones generalmente
sólo microscópicas. La inflamación puede extenderse a la serosa uterina y al
peritoneo restante, con deformación de las trompas y sinequias tubo-ováricas.
La reacción inflamatoria crónica del endometrio puede ser difícil de reconocer
aun histológicamente cuando carece de elementos de especificidad. El
endometrio rara vez presenta en estos casos ulceraciones o desarrollo de
tejido granulatorio. Es normal la presencia en el estroma endometrial de
acúmulos linfoides y linfocitos dispersos. El reconocimiento de la endometritis
sin elementos de especificidad se basa fundamentalmente en el hallazgo de
células plasmáticas.
PATOLOGIA ESPECIAL DE VULVA
Histología
Labios mayores: constituidos por piel. Epidermis con epitelio escamoso
estratificado, cornificado. Anexos cutáneos: pelos, glándulas sebáceas,
odorosas apocrinas y ecrinas sudoríparas. Tejido adiposo en el conjuntivo
subepitelial.
Distrofias Vulvares
Son lesiones que se presentan como zonas blanquecinas y que
histológicamente muestran alteraciones mixtas, de la arquitectura epitelial y de
la dermis, no neoplásticas. No tienen potencial maligno mientras no se
encuentren en ellas atipias celulares del epitelio escamoso. Producen prurito.
Se reconocen las siguientes:
Displasias
Son equivalentes a las encontradas en el cuello uterino. Se denominan
neoplasias intraepiteliales vulvares (NIV I: displasia leve, NIV II: displasia
moderada, NIV III: displasia avanzada o carcinoma in situ). La asociación con
el carcinoma invasor es menos estrecha que en el cuello uterino, lo mismo vale
para la asociación entre neoplasia escamosa vulvar y el virus papiloma. Se
manifiestan como lesiones blanquecinas, generalmente ubicadas hacia la línea
media, pruriginosas. NIV I es frecuentemente multifocal; NIV II y NIV III,
frecuentemente únicas, en el 50% de los casos hay lesión intraepitelial o
invasora en el resto del tracto genital, con mayor frecuencia en el cuello uterino.
Cáncer Vulvar
Carcinoma escamoso
Representa cerca del 90% de los cánceres de la vulva y el 3,5% de los
ginecológicos. Cuando es microinvasor ( infiltración de no más de 1 mm de
profundidad en el estroma) el riesgo de metástasis es despreciable.
Melanoma
En frecuencia es el segundo tumor maligno de la vulva (cerca del 10% de los
cánceres vulvares). Constituye el 3-4% de los melanomas en la mujer, a pesar
de que la vulva representa sólo el 1% de la superficie corporal. La mayoría es
de tipo de extensión superficial o de lentigo maligno.
Adenocarcinoma
Poco frecuente. Existe una forma especial de adenocarcinoma: la enfermedad
de Paget de la vulva. Se trata de células de carcinoma mucosecretor
intraepidérmicas, en la mayoría de los casos (75%) sin lesión en la dermis. Se
originaría de una célula multipotente (con capacidad de diferenciarse a
queratinocito y célula mucosecretora) del estrato germinativo embrionario de la
epidermis. La infiltración tumoral compromete también anexos cutáneos. Es de
evolución lenta.
PATOLOGIA ESPECIAL DE VAGINA
Lesiones Intraepiteliales
Las neoplasias intraepiteliales vaginales corresponden a: NIVA I: displasia leve,
NIVA II: displasia moderada, NIVA III: displasia avanzada o carcinoma in situ .
Pueden estar asociadas a virus papiloma (de oncogenicidad baja, intermedia o
alta). En la mayoría de los casos estas lesiones se dan en la cúpula vaginal en
pacientes con histerectomía previa. Lesiones de bajo grado pueden ubicarse
en cualquier zona y ser multifocales.
Carcinoma
Es poco frecuente: menos del 1% de los cánceres genitales. Por lo general es
escamoso. Cabe mencionar el adenocarcinoma vaginal de células claras (en
hijas de mujeres tratadas con dietilestilbestrol).
PATOLOGIA ESPECIAL DE CUELLO UTERINO
Datos Anatomicos e Histológicos
Las dos partes anatómicas están delimitadas por el orificio cervical externo: el
exocérvix anatómico o porción vaginal del cuello y el endocérvix anatómico o
canal cervical.
Ectropión y Entropión
(Fig. 6-5)
Es la eversión de la mucosa endocervical hacia el exocérvix anatómico.
Macroscópicamente se ve como una zona circular rojiza por fuera del orificio
externo que parece una erosión debido a la transparencia del epitelio cilíndrico
y la hiperemia por leve inflamación. El ectropion es muy frecuente en la mujer
en edad fértil y en embarazadas a causa de un aumento de volumen del cuello
y de la acción de estrógenos.
E= Epitelio
C= Epitelio cilíndrico
M= Metaplasia pavimentosa en mucosa endocervical
Figura 6.5
Modificaciones de la zona de unión escamoso-columnar del cuello uterino con
la edad: a: antes de la pubertad, b: después de la pubertad y durante el
embarazo: se desplazan mucosa endocervical y unión escamoso-columnar
hacia el exocérvic, c: durante la vida reproductiva, d: después de la
menopausia: se desplazan mucosa endocervical con metaplasia escamosa y
unión escamoso-columnar hacia el canal endocervical (según Coleman DV,
Evans DMD (1989) Biopsy Pathology and Cytology of the Cervix. Chapman and
Hall Medical. Modificado)
Hiperplasia
Pólipo endocervical
Es una hiperplasia focal de la mucosa. El pólipo es generalmente pediculado,
con mayor frecuencia se halla en el canal. Generalmente tiene un eje
conjuntivo vascularizado e inflamado. Es frecuente.
Hiperplasia microglandular
Es una proliferación circunscrita del epitelio cilíndrico con formación de
estructuras tubulares pequeñas. Se presenta como pólipo sésil en mujeres que
toman anticonceptivos orales.
Carcinoma
El carcinoma cervicouterino ocupa en Chile el 4º lugar en tasas de mortalidad
por cáncer (después del cáncer vesicular, pulmonar y mamario). Es la causa
más frecuente de mortalidad por cáncer en mujeres entre 35 y 54 años. Es el
cáncer ginecológico más frecuente en Chile. En países desarrollados, es el
cáncer del endometrio.
Tipos Histológicos
Carcinoma pavimentoso (75%).
Macroscopía
El carcinoma cervicouterino puede presentarse con las siguientes formas
macroscópicas:
Diseminación
1. Local. Es la más frecuente. Se produce hacia abajo (vagina) y arriba (útero),
generalmente por la pared profunda, no por la mucosa; hacia adelante (vejiga y
ureteres), hacia atrás (recto), hacia los lados (en los parametrios).
Carcinoma microinvasor
Es un carcinoma que, a pesar de invadir el estroma de la mucosa, tiene una
probabilidad casi nula de originar metástasis. Esto rige cuando:
a) la invasión es de menos de 3 mm de profundidad,
b) la extensión en superficie es menor de 7 mm y
c) no hay permeaciones vasculares tumorales.
Figura 6.6
Representación esquemática de las lesiones precursoras del carcinoma
escamoso invasor del cuello uterino (según Kurman (Editor) (1987) Blaustein's
Pathology of the Female Genital Tract, Springer, New York; modificado)
Las lesiones precursoras del carcinoma invasor del cuello uterino se localizan
en la zona de transición (generalmente en el exocérvix anatómico, debido a
que es más frecuente en edad fértil, de 20 a 40 años). El promedio de edad
para NIE I está entre 25 y 28 años; para NIE II y III en conjunto, entre 31 y 33
años. Para el carcinoma invasor está por sobre los 50 años.
Endometrio Gravidico
En el embarazo no involuciona el cuerpo lúteo y así persiste la secreción de progesterona.
Las glándulas endometriales muestran mayor secreción y núcleos hipercromáticos, las
células predeciduales se transforman en deciduales (con más organelos), de citoplasma
abundante, límites netos y disposición epiteloidea, lo que constituye la decidua (del verbo
decidere : caer ). Las células deciduales controlan el grado de invasión del trofoblasto. El
endometrio puede mostrar el fenómeno de Arias-Stella: glándulas con hipersecreción y
núcleos atípicos (grandes, irregulares, hipercromáticos).
Alteraciones de la Fase Secretora
1. Ausencia de secreción (ciclo anovulatorio): endometrio proliferativo o hiperplástico.
Los pólipos endometriales son frecuentes; generalmente, sésiles. En el 20% de los casos son
mútliples. Se producen alrededor de la menopausia. Por lo común son asintomáticos, pero
pueden sangrar. Se desarrollan por estimulación estrogénica prolongada en áreas de
endometrio refractarias a la progesterona. De regla el resto del endometrio es proliferativo.
Hiperplasia (difusa)
Corresponde a un aumento de volumen del endometrio por aumento tanto del componente
glandular como del estroma. Las glándulas son de tipo proliferativo, pero con mayor
estratificación nuclear y más mitosis. El endometrio puede ser normal macroscópicamente o
estar engrosado y ser irregular. Se presenta generalmente alrededor de la menopausia y se
produce por niveles prolongadamente altos de estrógenos con ausencia o disminución de la
actividad progestativa. Da origen a metrorragia. Básicamente existen dos formas de
hiperplasia del endometrio: la normotípica y la atípica.
Hiperplasia atípica: puede interpretarse como una respuesta anormal del endometrio a la
estimulación estrogénica elevada y mantenida. Las glándulas son irregulares; el estroma,
escaso. La atipia nuclear está dada por núcleos redondeados, grandes, con cromatina clara y
nucléolos prominentes, a diferencia del endometrio proliferativo, que tiene núcleos,
hipercromáticos, alargados, en cigarillo . La hiperplasia atípica es una lesión precancerosa. El
riesgo de que se desarrolle un carcinoma es mayor en las hiperplasias con atipias nucleares.
Figura 6.8
Hiperplasia glandular quística del
endometrio.
Es el tumor uterino más frecuente: ocurre en una de cuatro mujeres en edad fértil. En dos
tercios de los casos son múltiples. Aumentan de volumen en el embarazo y disminuyen de
tamaño después de la menopausia. Tienen más receptores estrogénicos que el miometrio
vecino y una mayor proporción de receptores estrogénicos en relación con receptores de
progesterona.
Macroscópicamente son tumores firmes, blanquecino o rosado grisáceos, fasciculados, bien
delimitados y no encapsulados. Pueden ser intramurales (en el espesor del miometrio), que es
la localización más frecuente; submucosos, ubicación en que comprimen y atrofian el
endometrio, deforman la cavidad endometrial y pueden provocar abortos, y subserosos,
ubicación en que pueden ser pediculados o sésiles y desprenderse e implantarse en el
peritoneo (leiomioma parásito).
Leiomiosarcoma
Constituyen sólo poco más del 1% de los cánceres uterinos. La razón con los leiomiomas es
de 1:800. El recuento de mitosis es el elemento fundamental para el diagnóstico: más de 15
mitosis por 10 campos de aumento mayor. Son altamente agresivos y pueden dar metástasis.
De regla son muy celulares, con mitosis atípicas y necrosis.
Los tumores de esta estirpe con 2 a 15 mitosis por 10 campos de aumento mayor son de
comportamiento biológico intermedio entre leiomioma y leiomiosarcoma.
En países desarrollados es el tumor genital invasor más frecuente. Se dan en dos grupos de
pacientes:
Morfología
Factores pronósticos
Figura 6.9 Figura 6.10
Patrones arquitecturales Caracteres citológicos típicos del
frecuentes del carcinoma del carcinoma del endometrio:
endometrio: C: cribas epitelio cilíndrico, estratificacón
(con D: desmoplasia del nuclear, núcleos ovalados o
estroma), P: papilas, E: compone alargados.
nte escamoso
Tumor del endometrio derivado del estroma (lámina propia) de la mucosa endometrial.
Constituido por células de escaso citoplasma, núcleo redondeado, ovoideo, y con abundante
proliferación vascular. Pueden ser nodulares o difusos. De bajo grado: menos de 10 mitosis
por 10 campos de aumento mayor. Tienen frecuentemente crecimiento intravascular y bordes
infiltrantes, a pesar de esto, rara vez dan metástasis. De alto grado: más de 10 mitosis por 10
campos de aumento mayor. Son infiltrantes, tienen acentuadas atipias nucleares, las
metástasis son frecuentes.
Otros tumores
Entre los mixtos hay con componente epitelial benigno y componente sarcomatoso (ej.:
adenosarcoma) y a la inversa (ej.: carcinomesenquimoma). Son raros. Linfomas y
hemangiomas del útero también son poco frecuentes.