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La fascinante historia de las palabras –674–

LÁMPARA
Del latín tardío nos llegó esta palabra, que también aterrizó en italiano: lámpada, en
portugués: lâmpada, en inglés: lamp, en francés: lampe. En castellano antiguo se
encuentra como lámpada.
Al origen estaba el término latino lámpada = antorcha, proveniente del verbo lampein
en griego = brillar, y del sustantivo lampás = tea. Porque ya los hombres del neolítico
se habían inventado el modo de iluminar sus senderos: “Lámpara es tu palabra para mis
pasos”, dice el salmo 118. En muchos sitios arqueológicos se han encontrado lámparas
de piedra, de barro cocido y hasta conchas con un cierto tipo de combustible.
En la Edad Media se crearon grandes arañas colgantes (con velas) y nuestros abuelos se
enorgullecían de tener sus lámparas de gasolina Coleman. Hoy hay centenares de
modelos de lámparas para todos los gustos y necesidades.

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