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Bolivia
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0002/2023-S4
I.1.3. Petitorio
Camila Paniagua Ferrufino, Jueza Pública Civil y Comercial Sexta del departamento de
Santa Cruz, a través de memorial presentado el 30 de agosto de 2022, cursante de fs.
2118 a 2120 vta., informó lo siguiente: a) La accionante, no manifestó que medio
probatorio no fue correctamente apreciado para proceder la nulidad del Laudo Arbitral
de 13 de enero de 2022; así como, la trascendencia de la supuesta omisión; y, b) No
fue parte de los agravios de la impugnación interpuesta contra la precitada Resolución,
el tema de la legalidad o ilegalidad de la fusión de las sociedades Kintas S.R.L. y
Nicapolis S.R.L.; por ende, corresponde desestimar la presente acción tutelar por
inobservancia del principio de subsidiariedad.
I.2.4. Resolución
I. CONCLUSIONES
II.1. Consta Laudo Arbitral de 13 de enero de 2022, por el cual el Tribunal Arbitral del
Centro de Conciliación y Arbitraje Comercial de la Cámara de Industria, Comercio,
Servicios y Turismo de Santa Cruz, declaró improbada la demanda y excepción de
prescripción interpuestas por la hoy parte accionante y Carlos Rolando Pacheco
Serrate y probada la reconvencional presentada por la Inmobiliaria Kintas S.R.L. –
ahora tercero interesado–; consecuentemente, ordenó que los demandantes
principales restituyan en el plazo de diez días el monto invertido contractualmente; así
como, el pago de multa e intereses (fs. 1986 a 2001).
Se concluye entonces que, el debido proceso está integrado por distintos elementos
que lo configuran; entre ellos, la garantía de presunción de inocencia, la congruencia
entre acusación y condena y la necesaria fundamentación, motivación y congruencia
de las resoluciones, elementos que, como quedó anotado en el párrafo precedente,
forman parte de los presupuestos propios de las reglas del debido proceso, por tanto,
de obligado cumplimiento, tanto por las autoridades jurisdiccionales en los procesos
que conocen y resuelven, como por las autoridades administrativas que, en el marco
de las competencias específicas asignadas por la ley, resuelven conflictos jurídicos,
sea aplicando sanciones o conociendo recursos administrativos, de manera que se
garantice el libre y pleno ejercicio de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales, previstos en la Ley Fundamental y los Tratados y Convenios
Internacionales en materia de Derechos Humanos; obligación que se encuentra
vinculada con la seguridad jurídica, que es definida por el art. 3 núm. 4 de la Ley del
Órgano judicial (LOJ) –Ley 025 de 24 de junio de 2010–, como la aplicación objetiva de
la ley, de manera que las personas conozcan sus derechos, garantías y obligaciones, y
tengan certidumbre y previsibilidad de todos los actos de la administración de justicia,
con lo que, se pretende lograr la paz social, previsto como fin en el art. 10 de la CPE.
El art. 113.III de la LCA faculta al árbitro único o al tribunal arbitral, para rechazar sin
mayor trámite, cualquier recurso de nulidad de laudo arbitral que sea presentado fuera
de plazo o que no refiera alguna de las causales señaladas en el art. 112 de la citada
ley.
Por previsión del art. 114 de la norma en estudio, una vez recibidos los antecedentes,
la autoridad judicial competente; es decir, el juez público en materia civil y comercial,
por expresa previsión del art. 78 de la LCA, con la modificación dispuesta por el art. 2
de la Ley 936 de 3 de mayo de 2017, radicará la causa; podrá suspender la ejecución
del laudo arbitral; y, dictará resolución sin mayor trámite en el plazo de treinta días
computables, a partir de la fecha de ingreso del expediente a despacho. Conforme
prevé el art. 115, contra dicha resolución no procede ningún otro recurso ordinario.
En cuanto a las causales de nulidad del laudo arbitral, el art. 112 de la LCA, señala:
‘… I. La autoridad judicial competente declarará la nulidad del Laudo Arbitral por las
siguientes causales:
1. Materia no arbitrable.
II. Las partes podrán invocar una o varias causales de nulidad del Laudo Arbitral,
siempre y cuando hubieran hecho debida protesta de dicha causal durante el
procedimiento arbitral…’.
El arbitraje viabiliza un medio alternativo a la resolución judicial de las controversias
emergentes de la ejecución de los contratos, en el que uno o varios árbitros dicta una
solución obligatoria para las partes, que al escoger dicha vía en forma consensuada y
en ejercicio de la autonomía de voluntades, optan contractualmente por la inserción de
una cláusula de arbitraje para acudir a un modo privado de solución de sus discusiones
en lugar de acudir ante los tribunales ordinarios, lo que implica el sometimiento a dicha
forma de solución de sus conflictos, mediante un procedimiento que debe contar con
las garantías procesales necesarias para avalar el ejercicio del derecho a la defensa y
el debido proceso por mandato constitucional del art. 115.II de la CPE.
Sobre las causales de nulidad del laudo arbitral; es decir, de la resolución pronunciada
por el árbitro único o tribunal de árbitros, la jurisprudencia de este Tribunal
Constitucional Plurinacional, como es el caso de la SCP 1481/2016-S3 de 16 de
diciembre, consideró que la Ley de Conciliación y Arbitraje (Ley 708 de 25 de junio de
2015), flexibilizó el desarrollo del arbitraje dejando de lado los formalismos para
adoptar una posición más dispositiva o contractual, tanto respecto a la determinación
del contenido del convenio y la cláusula arbitral, como en relación a la designación de
árbitros, operando en el mismo sentido, el desarrollo del procedimiento arbitral desde la
etapa inicial, de méritos, de elaboración y emisión del Laudo arbitral, sobreponiendo su
eficacia de cosa juzgada y restringiendo taxativamente la etapa recursiva, rescatando
la visión de una ‘justicia pronta’, como principal finalidad de este instituto.
III.5.1. Sobre los antecedentes y sustentos del recurso de nulidad contra el Laudo
Arbitral
Mediante Laudo Arbitral de 13 de enero de 2022, por el cual el Tribunal Arbitral del
Centro de Conciliación y Arbitraje Comercial de la Cámara de Industria, Comercio,
Servicios y Turismo de Santa Cruz, declaró improbada la demanda y excepción de
prescripción interpuestas por la hoy accionante y Carlos Rolando Pacheco Serrate y
probada la reconvencional presentada por la Inmobiliaria Kintas S.R.L. –ahora tercero
interesado–; consecuentemente, ordenó que los demandantes principales restituyan en
el plazo de diez días el monto invertido contractualmente; así como, el pago de multa e
intereses (Conclusión II.1). Después, por memorial presentado el 27 de enero del
mismo año, la solicitante de tutela interpuso recurso de nulidad del merituado Laudo
Arbitral, con los siguientes argumentos: i) No existió fundamentación intelectiva ni
valoración concreta y conjunta de cada medio probatorio, tampoco respecto de los
Autos Supremos 61/2010 y 649/2013; ii) Nunca se aclaró, si el contrato base del
proceso es de naturaleza civil o comercial; por ende, no hubo claridad en la norma
aplicable al caso; iii) No se estableció, la razón por la que se consideró “equitativo”
condenarla al pago del 50% del valor de los terrenos; pues, el arbitraje es de derecho y
no puede invocarse la equidad; iv) Los árbitros son abogados y no auditores
financieros; por tanto, no pueden examinar eficientemente los estados contables,
siendo sus conclusiones ambiguas, imprecisas y genéricas sobre ello; y, no tenían
competencia para decidir sobre la legalidad de la fusión societaria de Kintas S.R.L. y
Nicapolis S.R.L.; v) El supuesto convencimiento concerniente a las pericias, está
basado sólo en relatos de lo actuado y en recopilación de normas; empero, no se
explicó por qué son atendibles ambas; vi) El merituado Lauro Arbitral, sobredimensionó
la prueba testifical y fue contrario al orden público, atentando frontalmente al debido
proceso; y, vii) La reconvención, fue “citado” sólo a su apoderado, lo que contaminó
todo procedimiento posterior (Conclusión II.2).
de 20 de abril de 2022
Con base en todo lo anterior, este Tribunal advierte que la Resolución Judicial
impugnada a través de la acción de amparo constitucional, cumplió con los elementos
extrañados del debido proceso; puesto que, la Jueza de la causa resolvió las
cuestiones expuestas en el recurso de nulidad, bajo una interpretación del debido
proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y congruencia; por ende,
aclaró las contradicciones de las afirmaciones del mismo, analizado las justificaciones
dadas en el Laudo Arbitral sobre pruebas producidas por las partes;
consecuentemente, no es evidente la falta de valoración de tales medios y que fueron
indicados por la accionante.
POR TANTO
MAGISTRADO
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