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TEMA 6. LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES (I).

EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY.

6.1. LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES EN GENERAL


La Constitución es la ley suprema que está por encima de todas las demás. Es una norma distinta a
las demás, por lo que hay que controlar la constitucionalidad de la misma en primer lugar (tema 6), y
la reforma constitucional en segundo lugar (tema 7).

Si no existiera el control de la constitucionalidad de la ley y la reforma constitucional, la constitución


no sería la norma suprema del derecho. La supremacía de la constitución nos conduce al control de la
constitucionalidad y su reforma. Es imprescindible arbitrar una vía para eliminar del ordenamiento
jurídico aquellas leyes contrarias a la constitución.

Los textos constitucionales son perfectamente conscientes de que la constitución es la primera


norma. El artículo 6.2. de la constitución americana decía que la constitución era el derecho supremo
del país, de ahí la supremacía y superioridad de la constitución. Por eso, los textos constitucionales
deben organizar la constitucionalidad de la ley y la reforma constitucional.

 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY ¿A qué se refiere?

Implica la posibilidad de invalidar y anular aquellas leyes del parlamento contrarias a la constitución.
El control de la constitucionalidad persigue que la ley del parlamento no vaya en contra de la norma
suprema (la constitución) y es, por tanto, una forma de asegurar la primacía de la constitución frente
al parlamento, el cual controla la función legislativa.

El parlamento aprueba leyes porque tiene el poder legislativo, pero éstas han de ser constitucionales.
Cuando aprueba alguna que no lo es y resulta contraria a la constitución, se desencadena el proceso
de control de la constitucionalidad de la ley. Si se declara que esa ley es anticonstitucional, se anula y
queda eliminada del ordenamiento jurídico.

Todas las constituciones regulan el control de la constitucionalidad de la ley , se ocupan de establecer


procedimientos y reglas para tumbar las leyes del parlamento que violen la constitución.

6.2. ORIGEN Y DESARROLLO DEL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD

 EL CONTROL JUDICIAL ESTADOUNIDENSE

El control nace en los EEUU en 1787 con la primera constitución que se aprobó a lo largo de la
historia constitucional. Esta constitución se reconocía a sí misma como la norma suprema,
afirmándose como el Derecho supremo del país; sin embargo, no decía nada sobre cómo debía
ejercerse el control de la constitucionalidad de la ley.

En el contexto de EEUU federalista, teóricamente se planteó el problema de qué ocurriría si el


parlamento estatal aprobaba una ley contraria a la constitución. Hay que controlar la
constitucionalidad de las leyes contrarias a la constitución, siendo eliminada la ley contraria a ella. La
constitución decía en el artículo 6.2 si un juez se encuentra con que tiene que resolver un caso y en
ese caso chocan dos leyes contradictorias y una de esas leyes es la constitución, el juez aplicará la
constitución y no la ley contraria al texto constitucional, asegurando la primacía de la constitución ,
ya que es el derecho supremo del país.
Los jueces americanos desde el principio (desde que se aprueba el texto constitucional) no aplican
leyes del parlamento contrarias a la constitución. Hay varios casos que lo constatan.

Esta doctrina es ratificada por el tribunal supremo en la sentencia más famosa de la historia del
Derecho: la sentencia Marbury vs Madison en 1803. El tribunal supremo americano por vez primera
tiene revisar un caso en el que un juez local ordinario había inaplicado una ley del parlamento por ser
contraria a la constitución. En esta situación, el tribunal supremo le dio la razón a ese juez por aplicar
la supremacía de la constitución (art 6.2.). Ésta es la primera sentencia en la que el tribunal supremo
americano aclara por primera vez los términos en los que un juez puede dejar sin aplicar una ley para
garantizar la constitucionalidad de la ley.

Se conoce en EEUU como judicial review a la posibilidad de que un juez controle la


constitucionalidad de la ley.

El juez Marshall fue el encargado de la revisión judicial de las leyes inconstitucionales de la sentencia
Marbury vs Madison. Propuso varios argumentos a favor de la sentencia dictada por el juez:
1. La constitución establece una serie de normas de organización de los poderes del Estado en base
a la separación de poderes. Esas normas tienen que ser respetadas por todos los poderes, lo cual
no sucedería si el Parlamento pudiera modificar a su antojo lo previsto en la constitución pues
tiene un poder limitado.
2. Si dos leyes aplicables a un caso están en contradicción, el juez tendrá que optar por una de ellas.
Si una de esas leyes es la constitución, el juez debe aplicar la constitución sin ninguna duda
porque ésta prima frente a todas las demás leyes y se asegura así la primacía constitucional.

El control de constitucionalidad americano, la judicial review, responde a las siguientes


características:
1. Judicial. Es un control judicial porque cualquier juez americano puede inaplicar una ley si la
considera contraria a la Constitución, siendo el control de constitucionalidad ejercido por todos
los jueces.
2. Difuso. Es un control difuso y extendido porque cualquier juez puede ejercer el control, por lo
que éste es realizado por una multiplicidad y gran variedad de jueces y miembros del poder
judicial.
3. Incidental. Es un control incidental o indirecto porque el control es ejercido cuando el juez esté
conociendo el caso en el curso de un juicio y un abogado diga que la ley a aplicar es
anticonstitucional. Solo en el caso de que surja la duda de anticonstitucional podrá ejercer el
control.
4. “Ínter partes”. Se refiere a los efectos del control. El juez inaplica una ley pero no tiene potestad
legislativa para anularla o derogarla, por lo que la ley sigue en vigor y puede seguir aplicándose.
Cuando un juez dice que una ley es contraria a la constitución y la inaplica, solo tiene efecto en el
caso concreto que está conociendo, extendiéndose solo a las partes del litigio. En otro caso
distinto, otro juez podría llegar a una solución distinta si considera que la ley no es contraria a la
constitución. Puede parecer un caos que el juez A diga que es inconstitucional y B diga que no lo
es, por lo que existe el principio del Stare Decisis en virtud del cual los jueces inferiores deben
respetar las decisiones del juez superior. Si el juez A ha dicho una cosa y B otra, el juez superior
unificará la interpretación de la ley.
Teóricamente, el juez no deroga una ley, pero en la práctica no se aplica por lo que resulta una
ley obsoleta e inútil y el parlamento acabará cambiándola porque es consciente de que la ley ha
perdido su sentido.
5. “Ex tunc”. (Desde entonces). Se refiere a los efectos del control. Desde su nacimiento, la ley era
inconstitucional. Se declara que la ley en origen era inconstitucional por lo que la declaración de
inconstitucionalidad tiene efectos retroactivos. Se puede revisar el pasado inconstitucional
producido por la ley. Es una declaración ex tunc pero ínter partes, solo para un caso.
 MODELO EUROPEO DE CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD
En Europa el control de constitucionalidad de la ley aparece muy tarde, a partir de la Primer Guerra
Mundial en el periodo de entreguerras. Las primeras constituciones que regularon la
constitucionalidad de la ley fueron la austriaca de 1919 y la de la antigua Checoslovaquia de 1920. En
España, la primera constitución que organizó el control de constitucionalidad de la ley fue la de 1931,
que creó que el Tribunal de Garantía Constitucional.

En Europa, los jueces europeos nunca se consideraron competentes para cuestionar las leyes del
parlamento. Consideraban que su función era aplicar la ley sin más y no debían rebelarse frente a la
ley, pues no tenían legitimidad para ir contra el parlamento. De esta manera, se negaba el problema
del desarrollo de leyes contrarias a la constitución. Esto empezó a cambiar con el fin de la Primera
Guerra Mundial porque en el período de entreguerras se extendió en Europa el federalismo. Eso
motivó que creciera la desconfianza ante el legislador ya que en un mismo país había varios
parlamentos que competían entre sí. Se admite la conveniencia de poder invalidar las leyes del
parlamento aprobadas violando la constitución. De esta manera, el federalismo conduce a la
afirmación del control de constitucionalidad de la ley.

Otra razón de aparición del control de la constitucionalidad es la difusión de obras de Kelsen, jurista
austriaco, que publica trabajos sobre el control de constitucionalidad. Éste pretende crear un nuevo
modelo de constitucionalidad, distinto del modelo americano. Desarrolla el modelo europeo o
modelo kelseniano.

El control de la constitucionalidad en Europa se caracteriza por:


1. Concentrado, no difuso. El control europeo es concentrado porque solo lo realiza un órgano
especifico: el Tribunal Constitucional. En Europa, a diferencia de lo que ocurre en EEUU, los
jueces ordinarios no pueden declarar la inconstitucionalidad de la ley, sino que solo lo puede
hacer el Tribunal creado expresamente para ello. El juez europeo cuando encuentra una posible
ley contraria a la constitución, no la puede inaplicar por lo que paraliza el juicio que está
conociendo y le pregunta al Tribunal Constitucional si esa ley de la que duda es constitucional o
no. Planteará lo que se llama cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.
2. Instancia de parte. Los Tribunales Constitucionales Europeos nunca actúan por iniciativa propia,
solo a instancia de parte, es decir, solo cuando se lo pida otro órgano del Estado: el Congreso, el
Senado, el Consejo del poder judicial, el Defensor del Pueblo…
3. Directo, inmediato, no incidentado. En Europa el control de constitucionalidad es directo e
inmediato en el sentido de que la decisión se adopta en el curso de un proceso cuyo único
objetivo es declarar si la ley es o no constitucional. No se pronuncia sobre el caso en el que nace
la duda, sino que el Tribunal Constitucional valora si la ley en general es constitucional.
Hay dos procesos distintos, cuya resolución corresponde a dos jurisdicciones distintas.
4. Erga Omnes. (Frente a todos). Se refiere a los efectos del control. En Europa, el control de
constitucionalidad tiene efectos erga omnes ya que cuando el Tribunal Constitucional considera
que una ley es contraria a la constitución, se deroga la ley y desaparece del ordenamiento
jurídico. La declaración de inconstitucionalidad implica la derogación de la ley. La sentencia
tiene efectos erga omnes.
5. Ex nunc. (Desde ahora). Se refiere a los efectos del control. Alude a los efectos temporales de la
sentencia. No tiene efectos retroactivos, no se revisa el pasado inconstitucional producido por la
ley que ahora se deroga; salvo las leyes penales. Por seguridad jurídica conviene no remover el
pasado. La sentencia tiene efectos ex nunc o retroactivos .
Este modelo está vigente en la mayoría de los países europeos, quedando recogido en la constitución
el modelo kelseniano de control de constitucionalidad de la ley.

**COMPARAR MODELO AMERICANO Y MODELO KELSENIANO. Cada uno obedece a una tradición
constitucional parcialmente diferente. En Europa puede hablarse de un modelo común para Europa,
pero en cada país hay unas reglas especiales y una características singulares a la realidad de cada
país.

6.3. EL MODELO ESPAÑOL DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD


En España, en la historia constitucional no siempre ha habido jurisdicción constitucional. De hecho,
salvo la constitución actual de 1978, en España solo una constitución histórica diseñó un Tribunal
Constitucional. La Constitución de la Segunda República de 1931 fue la primera en recoger la
existencia de este órgano. Hasta entonces no existía la posibilidad de invalidar aquellas leyes del
Parlamento contrarias a la constitución. En teoría el Parlamento al aprobar leyes debía respetar la
constitución, pero en la práctica, cuando aprobaba alguna ley contraria a la constitución no existía
ningún órgano competente para anular dicha ley.

En 1931, la Constitución de la Segunda República creó el Tribunal de Garantías Constitucionales. Ese


y el Tribunal Constitucional actual se enmarcan en el modelo kelseniano.

En la Constitución actual hay todo un título, el titulo noveno, dedicado al Tribunal Constitucional. En
él se especifica quiénes componen el tribunal, cómo se eligen los miembros del tribunal y sobre todo,
se especifica cuáles son las funciones del Tribunal Constitucional. La principal función del Tribunal
Constitucional es velar por la supremacía de la ley, ocupándose sobre todo de eliminar del
ordenamiento jurídico las leyes contrarias a la constitución.

Desde 1980 hasta ahora el Tribunal Constitucional ha derogado en muchas ocasiones leyes del
parlamento contrarias a la constitución. En otras ocasiones, pese a la polémica que pudieran tener,
ha mantenido vigente y ha validado las mismas. Por ejemplo, anuló una ley que prohibía los toros en
Cataluña; la ley del aborto.

El parlamento es un órgano muy importante en el Estado, pero está sometido a la Constitución y no


lo puede todo. En España tenemos el Parlamento Autonómico y el Parlamento Nacional. El Tribunal
Constitucional controla la legalidad de las leyes autonómicas y las leyes nacionales.

El titulo IX, es un titulo breve con seis artículos. Una ley orgánica del año 79 aprobada por el
Parlamento que se llama Ley Orgánica del Tribunal Constitucional 2/1979 desarrolla con cierto
detalle y complementa lo dispuesto en el titulo noveno. Para entender bien el Tribunal Constitucional
español conviene conocer ambos: el titulo IX y la ley orgánica 2/1979.

Para facilitar el entendimiento del modelo español de control de la constitucionalidad de la ley se


pueden distinguir cinco apartados diferentes:

1. El parámetro del control. Es aquello que le sirve al Tribunal Constitucional para decidir si una ley
es o no contraria a la constitución. Cuando el Tribunal Constitucional decide que una ley es
contraria a la constitución, lo que hace es comparar el texto de la ley con el texto de la
constitución y ése es el parámetro de control. La Constitución es el parámetro de control. El
Tribunal Constitucional solo está vinculado a la Constitución. Según las normas constitucionales
transgredidas se pueden distinguir dos formas de inconstitucionalidad:
o Inconstitucionalidad formal. Se produce cuando una ley no ha sido elaborada por las
Cortes siguiendo el procedimiento de formación de leyes provisto en la propia Constitución,
de modo que el TC dirá que las formas han violado el proceso de formación. En España,
primero se tiene que plantear una iniciativa legislativa, que pasara primero por el Congreso
y luego se someterá al Senado. Si la ley pasara primero por el Senado y luego por el
Congreso, estaría violando el proceso de formación por lo que es contraria a la
constitución.
o Inconstitucionalidad material. Se produce cuando una ley en el fondo del texto es contraria
a la Constitución, aunque se haya elaborado bien siguiendo las pautas que marca la
Constitución. Es la inconstitucionalidad más frecuente y usual porque en España se suele
respetar la forma, y suele saltarse el fondo.
También pueden distinguirse por los actos otras de formas de inconstitucionalidad:
o Inconstitucionalidad por acción. Se produce cuando el Parlamento aprueba una ley
contraria a la Constitución Es la más frecuente. El Tribunal Constitucional declara que una
ley del Parlamento es contraria a la Constitución.
o Inconstitucionalidad por omisión. Se produce cuando el Parlamento no aprueba una ley
que la Constitución le pide que apruebe. El legislador no ha hecho nada. Por ejemplo, el
articulo 54 de la constitución dice que una ley orgánica debe regular el Defensor del Pueblo.
2. El objeto del control. El Tribunal Constitucional se ocupa de una categoría de normas, habiendo
algunas que no controla porque las controlan jueces ordinarios.
El ordenamiento jurídico está integrado por tres tipos de normas:
1) La constitución, poder constituyente
2) Leyes y normas de ley, Parlamento.
3) Reglamentos, Gobierno.
El Tribunal Constitucional solo controla las leyes y otras normas con rango de ley, es decir, el
segundo nivel de la pirámide normativa. El artículo 161 de la constitución aclara que solo se
pueden recurrir ante el Tribunal Constitucional las leyes y otras normas con rango de ley. Los
reglamentos son controlados por los jueces ordinarios.
3. El órgano de control. El único órgano que ejerce el control el Tribunal Constitucional. Esta
capacitado para invalidar una ley y expulsarla del derecho, solo leyes y normas con fuerza de ley.
El juez, como mucho, suspenderá el caso que lleva para preguntarle al Tribunal Constitucional
para ver si la ley de la que duda es contraria a la Constitución. Así, decide el TC y no el juez.
4. Los procedimientos para el control. Existen tres vías para llegar al Tribunal Constitucional,
pudiéndose llegar a él solo a través de una de ellas:
o Recurso de inconstitucionalidad. Vía para impugnar ante el Tribunal Constitucional una ley
que se acaba de aprobar. El Parlamento vota la ley, e inmediatamente se puede preguntar al
TC si esa ley en caliente es constitucional o no. Se contempla en el artículo 162.1. que desde
que la ley se aprueba, existen tres meses para poder plantear el recurso de
inconstitucionalidad. Si pasan los tres meses, no podrá plantear este recurso.
La Constitución prevé seis sujetos legitimados para plantear el recurso:
o El presidente del Gobierno, impugna leyes autonómicas de otras comunidades; EJ: se
impugnan muchas leyes de Cataluña.
o 50 diputados, la minoría puede impugnar las leyes del partido mayoritario.
o 50 senadores, la oposición puede impugnar las leyes de la mayoría.
o Los Gobiernos autonómicos, impugnan leyes del Estado contrarias a sus competencias.
o Los Parlamentos autonómicos, cuando entiendan que una ley estatal va en contra de la
autonomía.
o El Defensor del Pueblo, institución del Estado que vela por la defensa de los derechos
fundamentales, impugna leyes que puedan ser contrarias a los derechos fundamentales.
o Cuestión de inconstitucionalidad. Vía para impugnar leyes regulada en el art. 163 de la
Constitución: “Cuando un órgano judicial considere, en algún proceso, que una norma con
rango de ley, aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, pueda ser contraria a la
Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la
forma y con los efectos que establezca la ley, que en ningún caso serán suspensivos.”
Solo puede ser planteada por los miembros del poder judicial. Los jueces son los sujetos
legitimados para plantear la cuestión de inconstitucionalidad. El juez planteara está cuestión
cuando considere que una ley que debe aplicar al caso puede ser contraria a la
constitución, duda que sea compatible con la misma, teniendo la obligación constitucional de
plantear la cuestión. Él no tiene la competencia de inhabilitar él mismo una ley, lo que hace
es suspender el caso y elevar la cuestión al TC. Éste revisará la ley y decidirá si es
constitucional o no. En el caso de que sea inconstitucional, la derogará.
La cuestión de inconstitucionalidad guarda cierto parecido con el modelo americano de
control constitucional. Gracias a ésta, el juez español puede colaborar en el control de
constitucionalidad y tiene cierto protagonismo en el mismo.
A diferencia del recurso de inconstitucionalidad, no existe un límite temporal, la constitución
no establece un tiempo para que el juez pueda elevar la cuestión ante el TC.
Cuando el juez dude la constitucionalidad de una ley, debe plantear la cuestión al TC. Pueden
darse situaciones diferentes:
- El juez duda de la constitucionalidad de la ley por lo que planteará la cuestión.
- El juez no duda, él tiene claro que la ley es contraria a la Constitución. Tendrá que
plantear la cuestión de inconstitucionalidad. (No está capacitado para ejercer el
control por sí solo por lo que no puede derogar una ley)
- El juez no tiene duda, él tiene claro que la ley es constitucional, por lo que la aplica al
caso. Aunque haya partes que soliciten el control de constitucionalidad la última
palabra la tiene el juez.

RECURSO CUESTIÓN
Presidente del gobierno, 50 diputados, 50 senadores,
SUJETOS Gobiernos autonómicos, Parlamentos autonómicos, Solo jueces
Defensor del Pueblo
PLAZOS Tres meses Sin plazos

o Consulta previa sobre la constitucionalidad de un tratado internacional.


El objeto de la consulta previa son solo y exclusivamente los tratados internacionales. Éstos
no son leyes porque no las aprueba el Parlamento, sino normas con rango de ley. Son
acuerdos entre dos o más países, cuya negociación corresponde al gobierno de la nación
(poder ejecutivo). El rey es quien firma dicho tratado. Normalmente, una vez el tratado está
negociado por los gobiernos, el texto se somete a las Cortes del Parlamento.
Se regulan según el procedimiento previsto en el artículo 95.2 de la constitución: “El
Gobierno o cualquiera de las Cámaras puede requerir al Tribunal Constitucional para que
declare si existe o no esa contradicción.”
Dice el art. 95.1 que el tratado está por debajo de la Constitución, el gobierno debe
asegurarse que el contenido del mismo respete los principios constitucionales.
El Gobierno negocia el tratado y durante ese proceso podrá plantear la consulta previa;
también podrán hacerlo Congreso y Senado. Aunque quien negocia el tratado es el Gobierno,
las Cortes están informadas.
La consulta previa se llama así porque es un procedimiento de control que se activa antes de
de que la norma exista: antes de que el tratado se firme por el rey y se publique en el BOE.
Si el gobierno ha negociado el tratado, ha informado a las cortes y se firma el tratado, una
vez firmado y publicado en el BOE ya no cabe plantear la consulta previa. En ese caso, si el
tratado es contrario a la Constitución, se puede recurrir al recurso o incluso a la cuestión.
Es un procedimiento que se utiliza muy poco. Desde el año 80 hasta hoy se han planteado
dos consultas previas: 1992 al hilo del Tratado de Maastricht, y 2004, en relación al Tratado
Constitucional Europeo.

5. Los efectos del control.


En España, cuando se habla del control constitucional se distinguen dos tipos de sentencias:
A. Estimatorias. Aquellas sentencias en las que el tribunal declara la inconstitucionalidad de
la ley. Estiman el recurso, cuestión o consulta previa. La ley es inconstitucional y queda
derogada. La sentencia tiene efectos erga omnes.
B. Desestimatorias. Declaran la constitucionalidad de la ley. Desestiman el recurso,
cuestión o consulta previa. La ley es constitución y sigue en vigor.
En España, a diferencia de muchos países europeos, las sentencias estimatorias tienen efectos ex
tunc o retroactivos, como en EEUU. Se puede revisar el pasado inconstitucional producido por la
ley anulada. Tiene, por tanto, efectos declarativos. El Tribunal reconoce que la ley ya nació
inconstitucional
Excepción al efecto ex tunc. Se revisa el pasado, pero no se revisan las sentencias judiciales
firmes, respecto de las cuales no quepan recurso ninguno. Por ejemplo, una ley se aprueba en
2000; el tribunal la considera inconstitucional en 2018; en 2005/2007/2015/2017, el TC dictó la
última sentencia sobre un caso que ya no es recurrible. No se reabren los casos anteriores con
sentencia firme, aunque después se declare la inconstitucionalidad de la ley por seguridad
jurídica.
Excepción a la excepción. Hay sentencias firmes que sí se pueden reabrir: los casos penales,
pues puede tratarse de la privación de libertad de una persona.

 Composición del Tribunal Constitucional.


Según la Constitución española y la ley orgánica del Tribunal Constitucional, el Tribunal
Constitucional está integrado por doce magistrados de reconocida competencia jurídica. En otros
países, el número es impar para que no haya empate. En España, puede haber empate, en cuyo caso
prevalecerá el voto de calidad del presidente.

El cargo de magistrado es no vitalicio, durando el mandato nueve años, para así evitar que la
renovación de los miembros del TC coincida con las legislaturas políticas.

Los magistrados son juristas de reconocida competencia, no solo expertos en derecho, sino que
también deben tener una trayectoria consolidada en el tiempo, debiendo el candidato acreditar más
de quince años de ejercicio profesional. Los doce son independientes e inamovibles:
- Independientes porque ningún otro poder del Estado puede presionarlo para que tome una
decisión, actuando éste en defensa de la constitución y no en defensa de otros intereses;
- Inamovibles porque no pueden ser separados de su cargo ni destituidos por una razón
distinta a la que contempla la ley (se evita que el gobierno pueda destituir al magistrado
cuando al poder político no le guste la interpretación del magistrado). Un magistrado tiene
que abandonar el cargo cuando pasan los nueve años, si renuncia, si fallece, si queda
incapacitado intelectualmente, si comete un delito, por causas objetivas… Para garantizar la
independencia, la ley orgánica establece que durante el mandato el magistrado no podrá
realizar ninguna otra actividad profesional o política que contamine su interpretación de la
Constitución: exclusividad profesional.
La constitución y la ley orgánica organiza diseñan un sistema de nombramiento con pleno sentido,
aunque presentan algunas dificultades:
- Cuatro magistrados son elegidos por el Congreso de los Diputados, debiendo tener el candidato
al menos el voto favorable de 3/5 partes, para así evitar que un solo partido pueda elegir a un
magistrado.
- Cuatro magistrados son elegidos por el Senado, también deben tener un mínimo de 3/5 de los
votos favorables.
- Dos magistrados son elegidos por el Gobierno, lo que exige un acuerdo del Consejo de
Ministros.
- Dos magistrados son elegidos por el Consejo General del Poder Judicial, órgano del Estado de
los jueces,

De esta manera, intervienen los tres poderes del Estado en el nombramiento de los magistrados.

La constitución dice que el Tribunal Constitucional se renueva por terceras partes cada tres años:
cada tres años salen cuatro magistrados y entran otros cuatros; a los tres años siguientes, lo mismo;
a los tres siguientes, se renueva el TC. Se trata de una renovación paulatina. Un magistrado no
puede volver a ser elegido inmediatamente después de sus nueve años de mandato.

Con este sistema de elección de magistrados existen ventajas e inconvenientes:


- Ventajas: los tres poderes colaboran en la renovación y nombramiento de los magistrados.
Se favorece el acuerdo entre partidos políticos de personalidades jurídicas de mucha solvencia.
- Inconvenientes: el sistema de elección propicia la politización del TC porque diez magistrados
son elegidos por los políticos.

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