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SENTENCIA DEL 29 DE ENERO DE 2020, NÚM.

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Sentencia impugnada:Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de Santiago, del
16 de enero 2019.

Materia:Civil.

Recurrentes:Banco de Reservas de la República Dominicana y Edy Jacinta del Carmen Rodríguez.

Abogados:Licdos. Guillian M. Espaillat, Alberto José Serulle Joa y Licda. Keyla Y. Ulloa Estévez.

Recurrida:Edy Jacinta del Carmen Rodríguez.

Abogado:Dr. Lorenzo E. Raposo Jiménez.

Jueza Ponente:Mag. Pilar Jiménez Ortiz.

EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA

La PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, competente para conocer de los recursos de
casación en materia civil y comercial, regularmente constituida por los jueces Pilar Jiménez Ortiz, presidente,
Justiniano Montero Montero, Samuel Arias Arzeno y Napoleón R. Estévez Lavandier, miembros, asistidos del
secretario general, en la sede de la Suprema Corte de Justicia, ubicada en Santo Domingo de Guzmán, Distrito
Nacional, en fecha 29 de enero de 2020, año 176° de la Independencia y año 156° de la Restauración, dicta en
audiencia pública, la siguiente sentencia:

En ocasión de: a) el recurso de casación principal interpuesto por el Banco de Reservas de la República
Dominicana, banco de servicios múltiples, organizado de acuerdo con la Ley núm. 6133, de fecha 17 de
diciembre de 1962 y sus modificaciones, con domicilio social en la Torre Banreservas, ubicado en la esquina
sureste del cruce de la avenida Winston Churchill con la calle Porfirio Herrera, sector Piantini, de esta ciudad,
debidamente representado por el sub-administrador general de negocios, José Manuel Guzmán Ibarra,
dominicano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad y electoral núm. 001-1125375-3, quien tiene como
abogados constituidos y apoderados especiales a los Lcdos. Keyla Y. Ulloa Estévez, Guillian M. Espaillat y
Alberto José Serulle Joa, con estudio profesional ad hoc en la avenida Bolívar núm. 353, edificio Elams II,
primera planta, suite 1-J-K, sector Gascue, de esta ciudad.

b) El recurso de casación incidental interpuesto por Edy Jacinta del Carmen Rodríguez, dominicana, mayor de
edad, titular de la cédula de identidad y electoral núm. 031-0189826-4, quien tiene como abogado constituido y
apoderado especial al Dr. Lorenzo E. Raposo Jiménez, con estudio profesional ad hoc en la calle Agustín Lara
núm. 84, apto. 101, condominio Marilyn, ensanche Piantini, de esta ciudad.

Contra la sentencia civil núm. 1498-2019-SSEN-00018, dictada por la Segunda Sala de la Cámara Civil y
Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santiago, en fecha 16 de enero 2019, cuyo
dispositivo copiado textualmente, dispone lo siguiente:

PRIMERO: DECLARA, en cuanto a la forma, regular y válido el recurso apelación incoado por EDY
JACINTA DEL CARMEN RODRÍGUEZ contra la ordenanza civil No. 0514-2018-SORD-00063, dictada en
fecha doce (12) del mes de febrero del año dos mil dieciocho (2018), por la Presidencia de la Cámara Civil y
Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Santiago, con motivo de la demanda en
fijación de astreinte, contra EDENORTE DOMINICANA, S. A. y BANCO DE RESERVAS DE LA
REPÚBLICA DOMINICANA, por ajustarse a las normas procesales vigentes. SEGUNDO: En cuanto al fondo,
ACOGE el recurso de apelación de que se trata y actuando por propia autoridad y contrario imperio, en virtud
del efecto devolutivo, RECHAZA el medio de inadmisión contra la demanda en intervención voluntaria
presentada BANCO DE RESERVAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, por las razones expresadas en el
cuerpo del presente fallo; ACOGE la demanda presentada por la señora EDY JACINTA DEL CARMEN
RODRÍGUEZ mediante acto No. 109-2018 de fecha 25 de enero del año 2018 del ministerial Juan Francisco
Estrella; CONDENA a EDENORTE DOMINICANA, S. A., al pago de un astreinte provisional de cinco mil
pesos diarios (RD$5,000.00), contados desde la notificación de la presente sentencia y hasta tanto sea cumplida
la sentencia civil No. 366-2017-SSEN-00450 de fecha 11 de julio del 2017. TERCERO: CONDENA a las
partes recurridas, EDENORTE DOMINICANA, S. A. y BANCO DE RESERVAS DE LA REPÚBLICA
DOMINICANA, al pago de las costas del procedimiento y ordena su distracción a favor del DR. LORENZO E.
RAPOSO, abogado que afirman haberlas avanzado en totalidad.

VISTOS TODOS LOS DOCUMENTOS QUE REPOSAN EN EL EXPEDIENTE, RESULTA QUE:

En el expediente constan: a) el memorial depositado en fecha 15 de marzo de 2019, mediante el cual la parte
recurrente invoca los medios de casación contra la sentencia recurrida; b) el memorial de defensa depositado en
fecha 23 de abril de 2019, en donde la parte recurrida invoca sus medios de defensa; y c) el dictamen de la
procuradora general adjunta, Casilda Báez Acosta, de fecha 20 de septiembre de 2019, en donde expresa que
procede acoger el recurso de casación del que estamos apoderados.

Esta Sala, en fecha 30 de octubre de 2019, celebró audiencia para conocer del indicado recurso de casación, en
la cual estuvieron presentes los magistrados que figuran en el acta levantada al efecto, asistidos del secretario y
del ministerial de turno; a la indicada audiencia comparecieron ambas partes, quedando el asunto en fallo
reservado para una próxima audiencia.
El magistrado Blas Rafael Fernández Gómez no figura en la presente decisión por encontrarse de licencia al
momento de su deliberación y fallo.

LA SALA, DESPUÉS DE HABER DELIBERADO, CONSIDERA QUE:

En el presente recurso de casación figura como parte recurrente principal el Banco de Reservas de la República
Dominicana y como parte recurrida principal Edy Jacinta del Carmen Rodríguez. Del estudio de la sentencia
impugnada y de los documentos a que ella se refiere se establece lo siguiente: a) Edy Jacinta del Carmen
Rodríguez interpuso una demanda en referimiento contra Edenorte Dominicana, S. A., tendente a la fijación de
una astreinte como forma de constreñimiento para la ejecución de la sentencia núm. 366-2017-SSEN-00450, de
fecha 11 de julio de 2017, dictada por la Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Judicial de Santiago, que validó el embargo retentivo trabado por ella en perjuicio del
Banco de Reservas de la República Dominicana; b) en el indicado proceso intervino voluntariamente la referida
entidad de intermediación financiera, argumentando que la sentencia a ejecutar era objeto de diversos recursos;
c) el juez apoderado del caso admitió la intervención y rechazó la demanda por falta de pruebas de la dificultad
de ejecución; d) la hoy recurrida interpuso recurso de apelación contra la indicada decisión, el cual fue acogido
mediante sentencia civil núm. 1498-2019-SSEN-00018, de fecha 16 de enero de 2019, que condenó a Edenorte
al pago de una astreinte provisional de RD$5,000.00 diarios, contados desde la notificación de la sentencia.

En primer lugar, es menester ponderar la pretensión incidental presentada por la parte recurrida en su memorial
de defensa, tendente a la fusión del presente expediente con el expediente núm. 003-2019-01589, núm. interno
001-011-2019-RECA-00724, por versar sobre la misma sentencia impugnada.

Con relación a la fusión de expedientes, ha sido juzgado que esta tiene por propósito una buena administración
de justicia y evitar la contradicción de fallos y que procede en casación, siempre que se demuestre (a) que los
recursos cumplan con la condición de ser interpuestos a propósito del mismo proceso dirimido por la
jurisdicción de fondo y (b) que se encuentren en condiciones de ser decididos por esta Corte de Casación. En la
especie, se ha comprobado que el expediente núm. 003-2019-01589, núm. interno 001-011-2019-RECA-00724
no se encuentra en estado de fallo, por lo que no se cumplen dichos requisitos; de manera que procede
desestimar la solicitud planteada.

Los recursos de casación que ocupan nuestra atención se refieren, el principal, a la impugnación de la decisión
de fondo de la demanda en referimiento y el incidental, a la inadmisibilidad por falta de calidad e interés del
recurrente principal para intervenir en el conocimiento del caso ante los jueces de fondo. En ese sentido, esta
Corte de Casación procederá a conocer en primer lugar el recurso de casación incidental incoado por Edy
Jacinta del Carmen Rodríguez, en razón de que la valoración de la calidad e interés del recurrente principal para
actuar en justicia constituye un aspecto previo a las cuestiones de fondo impugnadas por el Banco de Reservas
de la República Dominicana en el recurso de casación principal.

En cuanto al recurso de casación incidental incoado por Edy Jacinta del Carmen Rodríguez

En su memorial de casación, la parte recurrente incidental invoca el siguiente medio: único: violación de los
artículos 141 del Código de Procedimiento Civil por falta de motivos para justificar la admisibilidad de la
intervención voluntaria del Banco de Reservas de la República Dominicana y 69 de la Constitución dominicana
en cuanto a la tutela judicial efectiva y el debido proceso, y por vía de consecuencia falta de base legal;
violación del artículo 446 del Código de Procedimiento Civil.

En el desarrollo de su único medio de casación, la parte recurrente incidental aduce que la corte incurrió en las
violaciones denunciadas al rechazar, sin motivación alguna, su pretensión de inadmisibilidad de la demanda en
intervención voluntaria por falta de calidad e interés del Banco de Reservas; que además contrario a lo
analizado, dicha entidad es un tercero extraño al proceso, pues la astreinte pretendida tiene por finalidad la
ejecución de la sentencia que condenó a la sociedad Edenorte Dominicana, S. A., motivo por el que la
intervención devenía inadmisible.

De la revisión del fallo impugnado se comprueba que, contrario a lo que se alega, la alzada motivó su decisión
de rechazo del medio de inadmisión referente a la demanda en intervención voluntaria, indicando que el Banco
de Reservas de la República Dominicana contaba con interés para intervenir ante el primer juez, por cuanto la
fijación de astreinte pretendida tenía por objeto el constreñimiento para la entrega de fondos de su propiedad
detentados por el tercero embargado Edenorte Dominicana.

Al establecer la alzada que la hoy recurrente tenía calidad e interés para intervenir de manera voluntaria, se
comprueba, contrario a lo alegado por la recurrente incidental, que la sentencia en cuanto al aspecto impugnado,
contiene motivación que justifica satisfactoriamente la decisión adoptada, pues así como fue establecido por
dicha jurisdicción, es posible a un tercero deducir intervención voluntaria, accesoria o principal, cuando sus
intereses pueden verse afectados. En ese orden de ideas, en la especie se ha hecho una correcta aplicación del
derecho, por lo que se rechaza el recurso de casación incidental.

En cuanto al recurso de casación principal incoado por el Banco de Reservas de la República Dominicana

En su memorial de casación, la parte recurrente principal invoca los siguientes medios: primero: no
ponderación de documentos, violación de los artículos 115, 116 y 117 de la Ley núm. 834 del 15 de julio de
1978; segundo: falta de base legal. Violación de los artículos 68 y 69 de la Constitución dominicana, 116 de la
Ley núm. 834 del 15 de julio de 1978 y 147 del Código de Procedimiento Civil. Incorrecta aplicación de la
figura del astreinte, desproporcionalidad y atentado al derecho patrimonial; tercero: violación a la tutela judicial
efectiva y al debido proceso por falta de motivación.

En el desarrollo del primer medio de casación y un aspecto del segundo medio, los cuales se reúnen para su
examen por su estrecha vinculación, la parte recurrente alega, en esencia, que la corte a qua no tomó en cuenta
que la decisión que sirve como sustento para solicitar la astreinte no le fue notificada, a sabiendas de que el
título que se pretende ejecutar contra Edenorte Dominicana, S. A. recae en su contra y que el mismo estaba
siendo cuestionado ante el Tribunal Constitucional mediante un recurso de revisión de decisión jurisdiccional.

La parte recurrida defiende la ordenanza impugnada de dicho medio alegando en su memorial de defensa, en
síntesis, que la sentencia que validó el embargo es ejecutoria no obstante cualquier recurso, por lo que el recurso
de revisión ante el Tribunal Constitucional que alega el recurrente no surte ningún efecto suspensivo.

Del análisis de la sentencia impugnada se comprueba que, contrario a lo argumentado, la alzada constató que
mediante acto núm. 087-2018, de fecha 18 de enero de 2018, diligenciado por el ministerial Juan Francisco
Estrella, la hoy recurrida notificó tanto al Banco de Reservas de la República Dominicana como a Edenorte
Dominicana, S. A. la sentencia núm. 366-2017-SSEN-00450, de fecha 11 de julio de 2017, dictada por la
Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de
Santiago. La corte a qua también dejó por establecido la existencia del recurso de revisión constitucional de
decisión jurisdiccional ante el Tribunal Constitucional, de la sentencia núm. 1315 dictada en fecha 23 de
noviembre de 2016, por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, señalando que no existía constancia
de que haya sido ordenada la suspensión de la misma, de lo que retuvo correctamente que la decisión podía ser
ejecutada. Por tanto, en el presente caso, de la revisión de las motivaciones contenidas en la sentencia
impugnada se puede establecer que, contrario a lo alegado por la parte recurrente, la alzada no incurrió en el
vicio denunciado, por lo que se rechaza el medio de casación y aspecto examinado.

En el desarrollo del segundo medio de casación, la parte recurrente alega, en esencia, que la corte a qua no
ponderó los documentos que fueron sometidos a su consideración.

La parte recurrida se defiende de dicho medio alegando en su memorial de defensa, en síntesis, que el
recurrente no establece los vicios en que la corte a qua incurrió al ordenar la fijación de astreinte; que la
sentencia recurrida carece de vicio alguno que amerite su casación.

Ha sido juzgado que la falta de ponderación de documentos solo constituye una causal de casación cuando se
trate de piezas relevantes para la suerte del litigio, habida cuenta de que ningún tribunal está obligado a valorar
extensamente todos los documentos que las partes depositen, sino solo aquellos que puedan ejercer influencia
en el desenlace de la controversia; que en este caso la parte recurrente ni siquiera ha señalado cuáles fueron los
documentos que la alzada no tomó en cuenta, ni la relevancia o incidencia de los mismos en la decisión
adoptada, verificándose del estudio del fallo impugnado que la corte a qua valoró debidamente aquellos
documentos que consideró relevantes para la solución del litigio, de lo que resulta evidente que la alzada no
incurrió en las violaciones denunciadas por el recurrente, por tanto se rechaza el medio de casación examinado.

En el desarrollo del tercer medio de casación, la parte recurrente alega, en esencia, que la corte a qua no tomó
en cuenta lo analizado por el tribunal de primer grado, de que la parte hoy recurrida no indicó cuáles eran las
dificultades que han tenido para la ejecución de la sentencia.

La parte recurrida se defiende de dicho medio alegando en su memorial de defensa, en síntesis, que la sentencia
impugnada contiene motivos justos y adecuados para revocar la decisión de primer grado, que erróneamente
entendía que era necesario que el demandante demostrara la dificultad en la ejecución de la sentencia, ya que no
se trata de una ejecución, sino de una medida de constreñimiento para el cumplimiento de la obligación puesta a
cargo del tercero embargado.

En cuanto al aspecto impugnado, la alzada se fundamentó en los motivos que se transcriben textualmente a
continuación: “Al expresar el juez a quo, que la parte actualmente recurrente no ha establecido las dificultades
encontradas para ejecutar la sentencia, sobre todo, estando las vías ordinarias de derecho abiertas para perseguir
el cobro, por lo que ´no hay necesidad de imponer un astreinte´, incurre en una evidente desnaturalización de la
figura del astreinte, ya que () basta al solicitante demostrar al juez apoderado la existencia de la obligación
legal, judicial o contractual, así como el no cumplimiento voluntario del deudor, a fin de que el juez estime la
necesidad de ordenar esta medida y su posible alcance; () el astreinte en cuanto medida de ejecución forzosa
indirecta, puede proveer los medios de asegurar la realización de una sentencia, sobre todo cuando, como
resulta comprobado en la especie, la condición de ejecutoriedad ha sido adoptada por la propia decisión cuyo
cumplimiento se persigue ()”.
La doctrina jurisprudencial constante de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, ha definido la
astreinte como una medida de carácter puramente conminatorio que es ordenada por los jueces con la finalidad
de asegurar la ejecución de sus decisiones; que esta medida compulsoria no constituye una vía de ejecución, ni
crea una obligación inminente de pago, toda vez que debe ser liquidada antes de servir de base a un embargo y,
en caso de no ser fijada por el juez con carácter definitivo, puede ser objeto de aumento o reducción al momento
de iniciarse el procedimiento de liquidación de astreintes.

Adicionalmente, ha sido jurisprudencia constante de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, la cual
se confirma mediante la presente decisión, que el otorgamiento la astreinte se circunscribe dentro de la
discrecionalidad de los jueces de fondo, los cuales son quienes pueden valorar si ha existido o no alguna
dificultad que haya imposibilitado la materialización de lo ordenado por ellos. En el caso, la alzada consideró,
dentro de su soberano poder de apreciación, que le bastaba valorar que existía una obligación pendiente de
cumplimiento contenida en una sentencia y que había intervenido intimación de pago a la parte obligada, para
determinar la necesidad de imponer dicha medida conminatoria, cuestión que como ya se estableció, escapa a la
censura de la casación.

En definitiva, el examen general de la sentencia impugnada pone de manifiesto que dicho fallo contiene una
relación completa de los hechos y documentos de la causa y motivos suficientes y pertinentes que justifican su
dispositivo, permitiendo a esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, comprobar que en la especie se ha
hecho una correcta aplicación del derecho, razón por la cual, en adición a las expuestas con anterioridad,
procede rechazar el presente recurso de casación.

Al tenor del numeral 1 del artículo 65 de la Ley sobre Procedimiento de Casación, en combinación con el
artículo 131 del Código de Procedimiento Civil, se permite la compensación en costas cuando ambas partes
hayan sucumbido parcialmente en sus pretensiones, tal como sucede en la especie, por lo que procede
compensar las costas.

Por tales motivos, la PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, por autoridad y mandato
de la ley y en aplicación de las disposiciones establecidas en la Constitución de la República, la Ley núm. 25-
91, de fecha 15 de octubre de 1991, modificada por la Ley núm. 156-97, del 10 de julio de 1997, los artículos 1,
2, 5, 6, 11, 13, 15, 65 y 70 de la Ley núm. 3726-53, sobre Procedimiento de Casación, de fecha 29 de diciembre
de 1953, modificada por la Ley núm. 491-08, de fecha 11 de febrero de 2009; 141 y 146 del Código de
Procedimiento Civil.

FALLA:

PRIMERO: RECHAZA el recurso de casación interpuesto por el Banco de Reservas de la República


Dominicana, contra la sentencia civil núm. 1498-2019-SSEN-00018, dictada el 16 de enero 2019, por la
Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santiago.

SEGUNDO: COMPENSA las costas del procedimiento.

Firmado: Pilar Jiménez Ortiz, Justiniano Montero Montero, Samuel Arias Arzeno y Napoleón R. Estévez
Lavandier. César José García Lucas. Secretario General.
La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran en su encabezamiento, en la
audiencia pública del día, mes y año en él expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí, Secretario
General, que certifico.

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