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Un altar es una estructura elevada que puede ser un montículo de barro o arcilla de
piedra, de madera, o una construcción de algún metal. Sobre esta estructura elevada
se presentaba una ofrenda o un sacrificio en honor al Creador. Un altar identifica un
lugar donde establecemos una comunión con el Creador y nos consagramos a Él.
Si bien los altares eran para los sacrificios de animales, también sobre ellos se
ofrendaban cereales, frutas, vino e incienso; cada cosa a su debido tiempo y según un
buen propósito.
Para el pueblo de Israel, el Elohim Viviente ha establecido una regla que es exclusiva
para el pueblo hebreo:
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holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo
lugar donde haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
v.25 Y si me haces un altar de piedra,
no lo edificarás de piedras labradas;
porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.
Si se preguntan ¿por qué se dieron instrucciones tan específicas para construir altares?
, es porque Israel vivía en medio de prácticas donde las naciones gentiles ofrendaban a
sus deidades y el pueblo de Israel no tenía un manual de instrucciones sobre como
acercarse a su Elohim de una forma aceptable. Necesitaban un reglamento para saber
cuál y como es la forma correcta que sería aceptada por su Elohim. El Elohim de Israel
tuvo que comenzar desde cero y enseñar a sus fieles cómo adorarlo. Además, las
instrucciones tenían como propósito mantener un cierto control sobre la forma en cual
se ofrecían los sacrificios.
La idolatría en la adoración era algo común y no se marcaba ninguna diferencia, de
modo que todos practicaban la idolatría pensando que estaban adorando en la verdad.
Las palabras que estamos estudiando fueron dadas para que aprendamos adorar al
Elohim de Israel, así como Él requiere y no como las religiones gentiles enseñan a
nuestro alrededor.
La palabra hebrea que se traduce al español con altar es: “mizbeaj” ( ַ – ) ִמזְבֵּ חaltar.
El termino se refiere a un lugar alto en el que se hacían sacrificios, como pueden leer
en Génesis 8:20.
La palabra mizbeaj deriva del verbo zabaj. Esta palabra se encuentra en el mismo
texto sobre cual estamos estudiando, Éxodo 20:24, que se ha traducido con “tus
sacrificios”.
Zabaj significa literalmente degollar, matar, debido al derrame de sangre como se
indica en Genesis 8:20. El termino aplica a matar para comer (como en Genesis
32:54; 1 Reyes 19:21) o para sacrificar en ofrenda al Creador. El sentido de “matar,
degollar, sacrificar para comer” tiene un uso muy estrechamente ligado a “matar,
degollar para el sacrificio” porque toda comida de carne en la Tanaj tenía un sentido
sacrificial.
Entonces, un mizbeaj es una estructura sobre cual se practicaba un sacrificio.
La sangre se vertía sobre el altar porque la sangre contenía la vida conforme a
Levítico 17:11 y Hebreos 9:22).
Se entiende que del mismo modo como “la sangre” se le entregaba a Elohim, significa
que la vida de la persona se ofrendaba mediante el símbolo de la sangre vertida sobre
el altar. El sacrificio y la sangre derramada constituía el medio para hacer expiación por
los pecados, pero entendemos este acto como ofrenda por el pecado y no porque
tomara el lugar del pecador.
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Zebaj es otra palabra que se encuentra en el hebreo bíblico. Zebaj deriva de zabaj y
significa sacrificio. Zebaj establece la comunión entre el Elohim Viviente y los que
comen del sacrificio. Este sacrificio se refiere tanto al hecho de matar para comer como
a matar para presentar una ofrenda.
Los holocaustos eran sacrificios en los que se consumía por completo el animal (Josué
7:1-10; Éxodo 29:18; Levítico 1:1-17).
Este tipo de ofrenda (la que hizo Yeshúa a nuestro favor) no se refiere solo a que le
debemos entregar al Creador nuestro corazón (como se dice) sino que es una ofrenda
completa, TOTAL, porque el principio de la fe hebrea es que aquel que transgrede una
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sola ordenanza, se hace culpable de toda la Tora. Esto significa que, para esta ofrenda
no debemos dar a nuestro Creador lo mejor de lo que tenemos, sino que debemos
darle TODO-nuestro ser completo y no solo lo que nos gusta o lo que consideramos
nosotros.
El segundo eran los sacrificios pacíficos (shelámim). De estos se quemaban sólo las
partes grasas y las entrañas de la víctima.
“Shélem” es un sacrificio (voluntario) de agradecimiento: -ofrenda de paz.
El termino viene de “shalám – ” שָׁ לַםque se refiere a estar seguro, terminar o hacer
algo por completo, se refiere a un pago justo etc. La raíz hebrea denota perfección en
el sentido de que está “completa” una condición o acción. De aquí viene también la
palabra Shalom.
Los que presentaban las ofrendas de paz tenían que comer con regocijo ciertas
porciones del animal sacrificado (Josué 7:11-21; Levítico 3:1-17). Es por esto que el
Pesaj también se refiere a un momento de júbilo porque al comer de la ofrenda del
Cordero, también tenemos asegurada la bendición de la redención y por lo tanto de la
restauración completa tras retornar a nuestras tierras hebreas.
Según lo que nos revela este segundo tipo de ofrenda y según las evidencias que
hemos citado: ningún tipo de deuda podía quedarse sin ser cancelada. Todas las
deudas se cancelan con una ofrenda voluntaria “shélem”.
Si no han entendido que relación tienen estas citas con el proceder en esta nuestra
Comunidad hebreo Israelita, deben saber entonces que para todo lo que se les ofrece
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en este espacio, se les demanda algo a cambio.
El ladrón se aprovecha, toma, se va y se lo atribuye sin agradecer ni al hombre ni al
Amo quien ordeno al hombre en cómo y en que servir. Aquel que regresa en teshuvah,
debe presentar su ofrenda “shélem” devolviendo (shalám)lo que se requiere y donde
se necesita. Pueden preguntar más a fondo respecto a estas legislaciones.
Tal como está escrito en la instrucción que estudiamos, no está permitido que los hijos
de Israel construyan un altar en cualquier parte donde y como ellos consideran a la
manera que les parece oportuno.
Esto nos enseña que solo hay un proceder que sirve para la redención, para la
reconciliación, para la expiación de los pecados y como ofrenda aceptable por shalom.
Estos detalles fueron añadidos para enseñarnos que en la EMUNAH Hebrea no debe
haber divisiones en cuanto a ideas e interpretaciones propias. El propósito de estas
ordenanzas es para que evitemos comenzar propias formas de credos. No hay que
obrar cambios en la forma en cual Él ha diseñado nuestra Emunáh Hebrea!
Como sabemos, el Elohim de Israel no está en contra de que usemos nuestra
capacidad creativa, pero esta no debe sobrellevarse por encima de los principios que Él
nos ha establecido ya que de lo contrario, nos creamos nuestra propia religión.
Siempre se podía elevar un altar que servía por un uso momentáneo y especial y cual
no tenía el ánimo de sustituir el Altar que estaba establecido en el Santuario/Templo
donde el Elohim de Israel había escogido como lugar de su morada (Deuteronomio
12:2-6,13-14).
La segunda instrucción respecto a que tipo de material se debía usar para el altar era
el de piedras. Esta segunda instrucción contenía detalles adicionales. No debía ser de
piedras sobre cual el hombre había ejercitado una fuerza en moldearla. Y se explica la
razón del porque no se podría usar herramientas de metal para dar forma a las
piedras.
El hecho que este segundo tipo de altar era de piedras sin labrar no era un dato casual.
Este tipo de altar no era algo especial que solo podían hacer aquellos que sabían labrar
piedras. Esto significa que todo hombre puede y debe edificar un altar en su vida.
Nadie necesita de un título que lo califique como apto para edificar la Emunáh hebrea,
no necesitas ser rabino, profesor en el idioma hebreo etc., sino solo una persona
dispuesta a obedecer las ordenanzas y que procures entenderlas. Todo aquel que
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desea la presencia del Elohim Viviente en su vida debe elevar este altar sobre cual
ofrendar sus dos tipos de sacrificios.
Ahora, construir un altar (sea de arcilla o de piedras) tomaba su debido tiempo pues se
tenía que buscar y juntar las piedras para edificarlo. Esto significa que debemos
hacernos tiempo, apartar el tiempo, hacer que suceda ese momento para poder
conectarnos con el cielo. Las personas tienen tiempo para todo menos para el estudiar
por escrito o mediante un audio, pero aun así esperan que sean bendecidos. Muchos
quieren gozar de las bendiciones que ofrecen las Condiciones del Pacto para los que
están dentro del Pacto, pero no hacen ningún esfuerzo para entrar en Alianza con el
Elohim y Redentor de los hijos de Israel.
Abraham era un hombre bastante ocupado, pero siempre encontraba tiempo para
levantar un altar al Elohim Viviente. Donde fuera que mudaba su campamento,
Abraham edificaba un altar para ofrendas en aquel lugar. Genesis 12:7; 12:8; 13:3-
4; 13:18 presenta 4 lugares en cuales Abraham elevo un altar. Esto revela que la
adoración espiritual era una parte importante en su vida. Si somos hebreos, lo somos
por revelar una actitud semejante a nuestro padre, el primer hebreo.
Para la edificación de un altar de piedras se usaban las piedras salientes del campo. La
acción humana en proceder a tallar una piedra para edificar el Altar del Altísimo sería
un atentado en contra de la propiedad divina. La tierra es Suya a fin de cuentas y
nosotros solo custodiamos lo que es Suyo y para esto nos dispuso reglamentos para
saber cómo custodiar bien lo que Le pertenece.
En muchas otras leyes hemos visto que el Creador marco para los hijos de Israel un
contraste evidente entre nosotros y los gentiles. En la instrucción sobre la edificación
de los Altares también encontramos este mismo principio de separación y contraste.
Las piedras sin labrar hace evidente contraste con las piedras labradas de los altares
cananeos. Esto nos enseña que debemos preservar la diferencia entre la EMUNAH
Hebrea y la fe cristiana o el credo que sea.
El altar en el cual el pecado iba a ser expiado requería estar libre de toda mancha de
corrupción humana.
La prohibición de labrar las piedras para el altar era porque, para labrarlas se usaba
metal, y el metal es la materia prima para hacer las espadas, y las espadas son una
herramienta para acortar la vida, que a su vez es un símbolo anti redención del ser
humano y más bien es un símbolo de la destrucción.
A diferencia de un símbolo que trae la muerte, al edificar un altar, las personas tienen
la oportunidad para pedir el perdón al Eterno por sus pecados y alargar su vida. Aplicar
la espada sobre la piedra es sinónimo de cortar la oportunidad de que la persona sea
redimida y esto sería contrario al propósito del Altar ya que el sacrificio inmolado sobre
este altar era el símbolo de un acto de justicia que a su vez devolvía la posibilidad a
que el hombre pudiera seguir viviendo.
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Si el altar es un símbolo de la Jésed que provee una segunda oportunidad para la vida,
la espada que se operaria sobre el altar reflejaría que el poder de la Guevurá quitaría el
derecho a vivir al pecador. Recordemos que Jésed y Guevurá son dos extremos que se
equilibran mediante la intervención de la Rajem. La Rajem es la fuerza que, en este
caso, puso una separación entre las dos realidades dando así tregua al pecador, que al
elegir la obediencia y al hacer lo que se le ordenaba, pudiera cambiar el rumbo de su
vida y en lugar de morir, y seguir viviendo por el símbolo de la ofrenda que inmolaba
sobre el dicho altar.
El corazón orgulloso del hombre está muy ansioso de tener una actividad propia con
cual justificarse ante el Creador y esta es la razón por cual muchos acudirán en el día
de la Redención diciendo: ¿“NO HEMOS HECHO NOSTROS ESTO Y AQUELLO”?
Si un altar era hecho de piedra labrada, era posible que se le diera la atención, y muy
posiblemente el honor, al que haya labrado la piedra. Pero como sabemos, el Redentor
de Israel es celoso, no comparte su honor con ningún hombre. Cuando se trata sobre
la redención del ser humano, el humano no tiene mérito en esta tarea, lo bello de la
redención esta exclusivo en lo que el Redentor dispone, aunque para los ojos carnales
puede ser algo rudo y sin atractiva hermosura. La belleza de LA VERDAD no está en
cuan bien puede hacer a uno sentir sino más bien en cuán bien lo puede fundamentar.
La clave no es el ornamento que puede tener un altar sino lo que se ofrenda sobre el -
la ofrenda quemada y la de paz.
Es importante saber que no todos los sacrificios y ofrendas son aceptables para el
Elohim de Israel. Sólo son aceptadas aquellas ofrendas que se presentan sobre el altar
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correcto, por las personas que actúan correctamente, y obviamente son aceptables
aquellas ofrendas presentadas en medio del pueblo correcto.
Es necesario entender que en todo altar algo tiene que morir, algo debe ser destruido,
algo debe ser sacrificado.
No debemos olvidar que Kefa enseñaba en 1 Pedro 2:4-5 que los hijos de Israel son
comparados con “piedras vivas” que están siendo edificadas en ser un altar y hasta un
Templo, con el propósito de ofrecer sacrificios espirituales.
Sobre este altar tenemos que quemar nuestras debilidades, iniquidades, y cosas que
nos avergüenzan para poder establecer la comunión con nuestro Creador.
No debemos olvidar que las condiciones del Pacto establecido en Sinaí determinan que
cosas nos corresponde a nosotros cumplir para nuestro propio bien y para mantener la
unión con El, y que incumbe al Elohim de Israel a favor nuestro.
Deseo que Yeshúa Ha Mashíaj nuestro Elohim y Redentor los guíe para crecer en todo
entendimiento.
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- En Defensa de LA VERDAD Hebrea -
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DANIEL UDROAICA