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Camellia sinensis - Información Botánica

La planta del Té es un árbol de hoja perenne que procede del sureste de Asia.
Su nombre científico es Camellia Sinensis Crece espontáneamente en hábitats
lluviosos y húmedos. Presenta follaje perenne, flores blancas y fruto capsular.

Florece en primavera y fructifica en verano – otoño. En estado silvestre puede


alcanzar hasta 10 o 15 metros de altura, pero la planta bajo cultivo es podada
para limitar su porte, favoreciendo así la generación de nuevos brotes y hojas y
facilitando la cosecha. Se cultiva con éxito desde el nivel del mar hasta los 2.200
metros de altitud, obteniéndose producciones de alta calidad en las zonas de
alturas superiores a los 1.200 metros.

El clima óptimo para la especie es el subtropical húmedo, isohídrico, con


precipitaciones entre 1.800 y 2.200 mm anuales y suelos con ph ácido (4,5 - 5,5)
bien drenados.

Para elaborar el Té se aprovecha únicamente la parte más tierna de cada brote


que está constituido por 2 hojas, una más pequeña -aún en proceso de
crecimiento- y el tallo que las une.

Los principales componentes del Té son los aceites esenciales que le dan su
aroma, la cafeína que estimula el sistema nervioso central y la circulación
sanguínea y los polifenoles que le confieren sus propiedades terapéuticas y
anti-oxidantes. Aunque originario de los bosques montañosos situados en los
límites de India y China, el té (Camellia sinensis), se cultiva hoy en los cinco
continentes.

A partir de sus brotes y hojas se obtienen diversos tipos: Té blanco, verde,


oolong, pu erh y negro. En el momento de la recolección, solo se extraen las
hojas que se encuentran entre los 3 á 5 centímetros superiores de la planta
madura. Estos brotes y hojas conforman lo que se cosecha.

La planta proporciona brotes y hojas nuevos cada 7 á 10 días durante la estación


de cosecha. Dependiendo la época puntual del año en que se realiza, pueden
dividirse en primera cosecha, segunda cosecha, etc. La planta del té puede
llegar a convertirse en un árbol si se la deja crecer de manera silvestre, pero las
variedades que se dedican al cultivo, son regularmente podadas, para que
resulte accesible para los artesanos o las maquinarias, su recolección.

Existen tres variedades principales de esta planta, que son las que se utilizan en
la gran mayoría de las plantaciones mundiales: la camellia sinensis sinensis, la
camellia sinensis assámica y la camellia sinensis camboya.

Las flores son solitarias, blancas o rosadas, sostenidas por un pedúnculo axilar;
el cáliz, persistente, está formado por 5 sépalos; la corola, por 5 a 9 pétalos
cuyas bases están soldadas entre sí.
El Té en América Latina
Argentina es uno de los importantes productores de Té del mundo. En
Argentina la cosecha se realiza entre octubre y mayo. Durante el período otoño-
invernal se aprovecha el receso fisiológico de las plantas para llevar a cabo las
podas anuales, periódicas y de formación. La región tealera argentina está
comprendida entre los 26° y 28° latitud Sur, constituyéndose en la más austral
del mundo. En la actualidad existen alrededor de 40.000 has implantadas, de las
cuales el 95% se encuentra en la provincia de Misiones y el restante 5% en la de
Corrientes. También existen cultivos de Té en Brasil, Perú, Colombia, Bolivia,
Mexico, Guatemala, Ecuador, Paraguay, y el polo más nuevo de Sudamérica se
halla en Chile, que se ha iniciado en estos cultivos.

La química del Té
Los componentes del té más importantes solubles en agua son:

Aminoácidos: el Té contiene cerca de 2 docenas de ellos, el más importante es la


L- TEANINA, responsable transmitir del sabor del té. También es la que
contribuye a dar el efecto calmante que genera una taza de té, o sea que
minimiza el efecto de la cafeína. Su presencia es la que hace que beber muchas
tazas de té no tenga el mismo efecto que beber muchas tazas de café.

Taninos: el Té contiene flavonoides, las catequinas del Té son responsables de


que sea saludable, que tenga efectos antioxidantes y también le dan la textura al
licor del Té.

Alcaloides: la cafeína, junto con la theophylline y la teobromina, la trinidad de


alcaloides q le dan la cualidad estimulante al Té. En ciertos tés de baja gama
estos componentes le confieren sabor amargo.

Componentes volátiles: una variedad de componentes volátiles unidos son


responsables de hacer que sea escurridizo y difícil de palpar el sabor del Té.

Vitaminas y minerales: entre sus componentes destaca el flúor por lo que son
constatables sus beneficios sobre la placa dental. Además de flúor, entre los
minerales se encuentran el calcio, el potasio y el magnesio, y entre sus
componentes vitamínicos, especialmente vitaminas del grupo B (con un
importante papel en el funcionamiento del sistema nervioso) y provitamina A.

Ventajas e inconvenientes de su consumo: Sus componentes antioxidantes


(polifenoles) le atribuyen diversas propiedades saludables a esta planta:

– Protege al organismo frente a la acción nociva de las sustancias oxidantes y las


radicales libres que debilitan al sistema de defensa natural del cuerpo, y
aceleran el proceso de envejecimiento.

– Contribuye a regular los niveles de colesterol, ayudando al cuerpo a absorber


menos grasa y excretar más.
– Evita la formación de coágulos en la sangre, ya que inhibe una sustancia
liberada por las plaquetas, – el tromboxano – que provoca que estas se unan
formando bloques (trombos).

– Previene la formación de caries, debido a su contenido de flúor.

– Ejerce un importante efecto diurético en la medida que su ingestión ayuda a la


eliminación de líquidos.

– Su bajo contenido calórico lo convierte en una buena alternativa a las bebidas


gasificadas y azucaradas, especialmente recomendable para quienes se aburren
por tener que ceñirse al consumo de agua.

– Contribuye a la hidratación de la piel dado que permite la oxigenación de las


células y de los capilares.

– Ciertos componentes del té, los taninos, que le confieren el característico sabor
amargo, tienen efecto astringente, por lo que su consumo está aconsejado en
caso de diarrea.

- El Té es una buena bebida estimulante que contribuye a despejar la mente y a


despertar al organismo cuando más le cuesta reaccionar (excelente para iniciar
el día por las mañanas).

Obviamente, que siempre es importante no exagerar en el consumo, pero un


promedio de hasta 4 tazas diarias es recomendable sin problemas. Algunos
estudios citan que el té negro podría inhibir la absorción del hierro utilizado
durante las comidas principales. No así otras variedades.

Nota: Recomendamos la consulta al médico en casos puntuales de personas que


padecen alguna enfermedad crónica o aguda. Seguramente el profesional podrá
indicar la variadad de té más apropiada.

Liliana Venerucci y Diego Morlachetti, Escuela Argentina de Té.

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