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Resumen Int. Priv.

1er parcial

Introducción. Concepto. Finalidad

El derecho interno regula la sociedad jurídicamente constituida como Estado. El derecho interno
público y privado rige las relaciones sociales locales. Pero cuando se establecen relaciones entre
individuos de diferentes Estados, o entre estos últimos, se constituye la sociedad internacional.
Ésta responde a directivas que integran el orden internacional, que se traduce en las normas del
derecho internacional.

La distinción entre derecho internacional público y privado se basa en el sujeto de la relación.


Cuando el sujeto del derecho es el Estado en su calidad de soberano, estamos en presencia del
derecho internacional público. Cuando el sujeto es un particular, o el Estado actuando como tal,
estamos en presencia del derecho internacional privado.
El derecho internacional privado, como su nombre lo indica, es derecho privado. Se estudian los
casos de derecho privado (civil, comercial, laboral) en contacto con distintos ordenamientos
jurídicos en los que se debe determinar cuál es la ley aplicable al caso.
El objetivo del derecho internacional privado —que consiste en la determinación de la ley aplicable
a las personas en sus relaciones privadas de la sociedad internacional— se realiza a través del
estudio del conflicto de leyes y del conflicto de jurisdicciones.

Fuentes:

Son fuentes del derecho internacional: la ley, formada por el derecho estatal, los tratados y la
costumbre, los principios generales del derecho, la jurisprudencia y la doctrina.

El derecho internacional privado es derecho estatal, no supranacional. Como tal, lo encontramos


legislado en nuestra legislación de fondo. El codificador incluyó en el nuevo CCCN un título
específico con normas de derecho internacional privado, pero no todas ellas se encuentran en tal
título ya que muchas otras pueden ser encontradas en normas como la Ley de Sociedades, la Ley
de Quiebras, etc.
La labor codificadora internacional en materia de tratados ha desembocado en la Convención de
Viena sobre el Derecho de los Tratados, firmada en 1969, que entró en vigencia en la Argentina en
1980.

De acuerdo con el art. 31 de la CN, la Constitución, las leyes que en su consecuencia se dicten y los
tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación. Se establece de esta
manera una distinción entre los tratados que versan sobre los derechos humanos y los que no lo
hacen, teniendo únicamente los primeros jerarquía constitucional. Los demás tratados, al ser
equiparados a las leyes y no a la Constitución, no tendrían jerarquía superior a las leyes.

En aquellos supuestos en que un caso privado presente elementos extranjeros que lo vinculen con
nuestro derecho y con uno o más derechos extranjeros, los operadores jurídicos deberán, en
primera instancia, revisar si existen tratados o convenciones internacionales que sean aplicables al
caso antes de proceder a la aplicación de las normas indirectas propias del ordenamiento local.

Determinadas reglas como la lex rei sitae para inmuebles y locus regit actum aplicables a las
formas, son principios generales aceptados internacionalmente. Los principios han sido
consagrados como fuente en la Convención Interamericana sobre Derecho Aplicable a los
Contratos Internacionales de 1994, que en su art. 9º establece que el tribunal tomará en cuenta los
elementos objetivos y subjetivos del contrato para determinar el derecho con el que tiene vínculos
más estrechos, así como los principios generales del derecho comercial internacional aceptados por
organismos internacionales.

La jurisprudencia y la doctrina como fuente del derecho internacional privado serán consideradas
con relación a cada tema en particular.

Artículo 2594 CCyCN → Relacionado con el art. 75 inc 22 de la CN y 31 CN (por la jerarquía de las
normas y pirámide jurídica)

¿Cómo está estructurada la pirámide jurídica en nuestro país? Dos formas de dibujar: Pirámide
egipcia (normal) o pirámide mexicana: la parte superior de la pirámide es plana porque tiene varias
normas. Pirámide jurídica a nivel nacional (mexicana):
- CN + Tratados internacionales

- Tratados Internacionales sin jerarquía constitucional

- Leyes Nacionales

La Constitución incorporó así la última doctrina de la Corte Suprema, que en los autos
“Ekmekdjian, Miguel Á. v. Sofovich, Gerardo y otros” y “Fibraca Constructora SCA v. Comisión
Técnica Mixta de Salto Grande” resolvió que la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, aprobada por ley 19.865 en vigor desde 27/1/1980, confiere primacía al derecho
internacional convencional sobre el derecho interno. → La Corte Suprema, en consecuencia, ha
resuelto que cuando el país ratifica un tratado internacional se obliga internacionalmente a que
sus órganos administrativos y jurisdiccionales lo apliquen a los supuestos que el tratado
contemple, máxime si éstos están descriptos con una concreción tal que permita su aplicación
inmediata [4].

El nuevo CCCN incorporó el artículo 2594 siguiendo lo dispuesto por el art. 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional. Éste nuevo artículo indica que las normas jurídicas aplicables a situaciones
vinculadas con varios ordenamientos jurídicos se determinan por los tratados y las convenciones
internacionales vigentes de aplicación al caso y, en defecto de normas de fuente internacional, se
aplican las normas de derecho internacional privado argentino de fuente interna.

Visión Internacionalista: La Convención de Viena plantea que no puede haber ninguna norma
interna que contradiga un tratado internacional, y algunos entienden que esto alcanza no sólo las
leyes nacionales sino también la CN, por lo que los Tratados Int. estarían por encima de la última.
Art. 25 de la Convención. Aceptación del criterio → criticada por los constitucionalistas (nada
puede estar por arriba de la constitución, siempre la CN es la que garantiza el sistema normativo).
Siguiendo la línea del derecho de los tratados de la Convención de Viena, TODOS los TTII estarían
por encima de la CN, no sólo los de ddhh.

¿podría ocurrir que un gobierno ejerciera un poder constitucionalista derivado que dejara sin
vigencia la constitución? podría llegar a ocurrir, pero es muy extremo.

Doctrina que sostiene que en la pirámide egipcia estaría la primera parte de la CN, luego los ttii del
75 inc. 22, luego la segunda parte de la constitución, luego los demás ttii y luego las demás leyes.
Postura poco común, divide la constitución, pone una cuña entre dos partes de la Constitución.
(Horacio Rosatti habla sobre esto).

Orden público internacional:

Cuando nuestro derecho internacional privado nos remite a un ordenamiento jurídico extranjero,
aplicamos este en tanto no atente contra nuestro orden público.
En materia de derecho internacional privado la regla es la aplicación del derecho extranjero
declarado aplicable por nuestro derecho internacional privado; dejarlo de lado es la excepción.
Estos supuestos de excepción deben ser evaluados con cuidado, pues debemos partir de la
premisa de que el derecho declarado aplicable por nuestra norma de conflicto es el derecho que
mayor contacto guarda con el caso, aunque su contenido difiera del nuestro.
El límite a la aplicación del derecho extranjero se debe buscar en el respeto de aquellos principios
inalienables que hacen a la esencia de la comunidad y que se pueden encontrar plasmados en
disposiciones legales o consuetudinarias.
La diferencia entre orden público internacional y orden público interno se puede clarificar con un
ejemplo: Nuestro Código Civil establecía la edad de 21 años para alcanzar la mayoría de edad, el
Código Civil alemán la edad de 18 años. Se trata de normas coactivas que hacen al orden público
interno de cada nación, pero nadie puede seriamente pensar que la norma argentina no sea
aplicada por un juez alemán o viceversa por considerar el tribunal que una edad diferente para
alcanzar la mayoría de edad atenta contra los principios inalienables de su comunidad.
El orden público es mutable en el tiempo a la par de la sociedad cuando ésta varía en su
concepción de lo que es fundamental a su existencia. Durante décadas los tribunales argentinos
consideraron el divorcio vincular como contrario al orden jurídico para luego considerar contrario
al orden público un ordenamiento jurídico extranjero que no permita el divorcio.
El orden público internacional actúa a posteriori desplazando la norma extranjera declarada
aplicable al caso, cuando el tribunal considera afectados principios básicos de su comunidad.

Disposiciones legales. El art. 2600 CCCN establece que las disposiciones de derecho extranjero
aplicables deben ser excluidas cuando conducen a soluciones incompatibles con los principios
fundamentales que inspiran el ordenamiento jurídico argentino.

El art. 5º de la Convención Interamericana sobre Normas Generales de Derecho Internacional


Privado establece que la “ley declarada aplicable por una convención de derecho internacional
privado podrá no ser aplicada en el territorio del Estado parte que la considerare manifiestamente
contraria a los principios de su orden público.”

Normas imperativas. Cuando normas del derecho local del tribunal deben ser aplicadas inexorable
y automáticamente con preeminencia sobre cualquier disposición extranjera estamos frente a
normas imperativas. Las normas imperativas legislan sobre materias de orden público
internacional.

Si el juez aplica una norma imperativa, no llega a averiguar el contenido del derecho extranjero
declarado aplicable a la causa por nuestra norma de derecho internacional privado, pues debe
aplicar su propia ley. Podría haber resultado que la norma extranjera declarada aplicable
solucionara el caso de la misma manera que la norma imperativa propia, pero el legislador no ha
querido correr el riesgo de dejar librado a los tribunales la decisión de la compatibilidad del
derecho extranjero con lo que considera intereses inalienables de la comunidad. Estas normas
aparecen con motivo de la intervención del Estado en materias de diversa índole, sociales y
económicas. Reciben también la denominación de leyes de policía y la de leyes de aplicación
necesaria.
La regulación de estas normas también fue incorporada al CCCN en el art. 2599. La misma dispone
la aplicación inmediata de las normas imperativas argentinas, es decir, confirma el criterio de
actuación apriorística de las mismas. Las normas imperativas dicho burdamente son las que dicen
“esta situación jurídica se rigen por mi derecho, y no por cualquier otro. No me importa la norma
indirecta” ej. sociedades extranjeras se rigen por la ley argentina, o los inmuebles ubicados en la
ley argentina se rigen por la ley argentina.

Orden público internacional extranjero. La regulación actual del CCCN prevé la aplicación de las
normas internacionalmente imperativas extranjeras en el mismo artículo 2599 donde regula la
aplicación de estas normas del derecho argentino.

Mutabilidad. El concepto de orden público elimina la ley extranjera considerada injusta, asegura
los principios que constituyen los fundamentos políticos y sociales de la comunidad y protege
determinadas políticas legislativas. Esta triple función del orden público hace a su mutabilidad,
pues el concepto de orden público es variable conforme varían las concepciones básicas de la
comunidad. El tribunal aplica siempre el orden público internacional actual.
Art. 2600: Orden público. Las disposiciones de derecho extranjero aplicables deben ser excluidas
cuando conducen a soluciones incompatibles con los principios fundamentales de orden público
que inspiran el ordenamiento jurídico argentino.

Entonces, cuando se habla de normas imperativas, la norma directamente excluye otro


ordenamiento que el local. Mientras que cuando lo que está en juego es una norma de orden
público y no imperativa se aplica la local a la luz del art. 2600.

Clase 27/08:

Estructura de la norma

Para cumplir con su objetivo, el derecho internacional privado utiliza normas de colisión o
indirectas. La diferencia entre una norma directa y una norma indirecta radica en que esta
última no soluciona el caso, sino que únicamente nos remite al ordenamiento jurídico
aplicable al caso o al juez competente para resolver el conflicto, el que, a su vez, en su
norma directa, nos indicará la solución. En otras palabras, la norma ubica el caso y lo asigna
al ordenamiento que el legislador considera que va a resolver, o que es más apropiado para
resolver el caso.
La utilización de la norma indirecta tiene como corolario la extraterritorialidad del derecho.
Cuando cada juez aplica su propia ley, utiliza las normas directas que buscan la consecuencia
dentro de su propio ordenamiento jurídico (territorialismo). En las normas indirectas, la
consecuencia no alude a la solución del caso, sino a la ley aplicable. Remite, pues, al
ordenamiento jurídico en el cual se debe buscar la solución. Cuando ésta se encuentra en un
ordenamiento jurídico distinto al del tribunal, el juez aplica este derecho. De esta manera el
tribunal aplica en su propio territorio derecho de otro.
Para realizar su cometido, la norma indirecta utiliza el punto de conexión. El punto de
conexión “conecta” el caso con el derecho aplicable. Por ejemplo, cuando decimos que la
capacidad se rige por la ley del domicilio, el punto de conexión es ley del domicilio, que nos
permite conocer la ley aplicable a la cuestión que se nos presenta.
La relación de derecho privado, a través del punto de conexión, es localizada en el
ordenamiento jurídico con el que presenta los vínculos más estrechos. Savigny se refería al
asiento de la relación jurídica, que no es otra cosa que el centro de gravedad de la
operación, o la conexión más estrecha.
Los puntos de conexión pueden, en consecuencia, clasificarse de la siguiente manera:

a) Personales, cuando contemplan la nacionalidad, domicilio o residencia de la persona;

b) Reales, cuando se refieren a la situación de los bienes;

c) Conductistas, cuando enfocan sucesos como el lugar de la celebración o del cumplimiento


de un contrato.

En otro orden, los puntos de conexión pueden ser acumulativos o simples:

-El punto de conexión simple es el que remite para el caso a una sola legislación aplicable (a
los inmuebles se aplica la lex rei sitae, art. 2667, CCCN.). Hay un solo punto de conexión.

-El punto de conexión acumulativo exige la aplicación de varias legislaciones para solucionar
el caso. Un ejemplo lo constituye el art. 23 del Tratado de Derecho Civil Internacional de
Montevideo de 1940, que, para la validez de la adopción, exige que se conforme con la
legislación del domicilio del adoptante y del adoptado.

¿Y si los puntos de conexión son diferentes entre legislaciones? Se puede producir un


problema denominado “el reenvío”.
Por ejemplo: Si hay un argentino que reside en España, y hay que determinar si tiene
capacidad o no: la norma española se basa en la nacionalidad para determinar la capacidad,
entonces la norma indirecta española remite a la legislación argentina. Pero la norma
indirecta argentina dice que la capacidad se rige por el domicilio, es decir, España. Una
norma manda al otro ordenamiento y viceversa (ocurre como un “pingpong”).

Problemas del Derecho Int. Privado: Calificación y Adaptación.

Calificación:

Los distintos ordenamientos jurídicos pueden utilizar los mismos términos, pero asignar a
éstos un significado diferente. Asimismo, situaciones o relaciones jurídicas pueden ser
tratadas en diferentes partes del ordenamiento jurídico como institutos distintos.
El ejemplo clásico de la utilización de un mismo término con acepciones diferentes es el
domicilio. Domicilio, en el derecho argentino, es el lugar donde la persona tiene establecido
el asiento principal de su residencia (art. 2613 inc. a) CCCN.). Requiere del corpus y del
animus (art. 2613 inc a) CCCN.). Ninguna persona puede tener más de un domicilio y el
anterior subsiste mientras no se constituya uno nuevo. En caso de no tener domicilio
conocido, se considera que lo tiene donde está su residencia habitual o en su defecto, su
simple residencia. (art. 2613, CCCN.).
Esta definición de domicilio coincide con la de los Estados Unidos, pero difiere del concepto
inglés. Para el derecho inglés, el domicilio implica sujeción a un ordenamiento jurídico. Como
Gran Bretaña está dividida en diferentes áreas legislativas y judiciales, no es igual estar
domiciliado en Escocia, en Gales o en Inglaterra, pues cada región es judicialmente
independiente. Este concepto de domicilio difiere a su vez del continental europeo, que
admite la coexistencia de domicilios en forma simultánea, pudiendo una misma persona
poseer más de un domicilio.
Asimismo, una única institución puede ser tratada en diferentes partes de los
ordenamientos jurídicos. Así, los derechos del cónyuge supérstite a los bienes adquiridos
durante el matrimonio pueden ser legislados como integrantes del derecho sucesorio o
como parte de la disolución de la sociedad conyugal.
Las calificaciones se dan en el derecho internacional privado como consecuencia de la
aplicación simultánea de más de un ordenamiento jurídico que pueden utilizar los mismos
términos con diferente significado o encuadrar una institución en diferentes partes del
ordenamiento jurídico.
Es importante calificar para saber qué normas aplican al caso. Es la contextualización de un
problema dentro del ordenamiento jurídico. El juez cuando aplica derecho extranjero tiene
que aplicarlo según como lo haría el juez cuyo derecho es aplicable.
En la doctrina se proponen tres soluciones para el problema de las calificaciones: la
calificación según la lex fori, según la lex causae y la calificación autárquica.

-Calificación según la lex fori: de acuerdo con los partidarios de esta corriente, el juez debe
calificar según su propia ley. Así, por ejemplo, el juez argentino entenderá por domicilio lo
que le indica el CCCN y encuadrará el derecho del cónyuge supérstite en los bienes dentro
de la disolución de la sociedad conyugal. Si la norma de derecho internacional privado
remite a un derecho extranjero, se debe decidir cuál es el ámbito de aplicación del derecho
extranjero conforme al ordenamiento jurídico.
-Calificación según la lex causae: los partidarios de esta doctrina sostienen que debe existir
unidad entre la ley que define el concepto y aquella que lo regula para evitar
contradicciones. Al calificar según la lex causae evitamos que una norma indirecta haga
aplicable una ley que califique de manera diferente la institución de que se trate.

-Calificación autárquica: esta solución consiste en emancipar la calificación de leyes


determinadas y ubicarla dentro del derecho comparado. Una calificación útil en el ámbito
internacional debe ser independiente de un derecho material determinado. Por ello se
buscan los elementos comunes de los diferentes conceptos en los distintos derechos para
aunarlos en una definición “supranacional”. Se hace una síntesis de las diferentes
legislaciones con un valor universal.

Adaptación:

La otra cara de las calificaciones es la adaptación. Una calificación bien hecha evita la
necesidad de adaptar. Existe un problema de adaptación cuando a distintas partes de un
caso se aplican derechos diferentes con soluciones contradictorias.
Dentro de un ordenamiento jurídico las normas están adaptadas unas a otras y evitan la
superposición o lagunas legislativas. Pero en los casos con elementos extranjeros las normas
indirectas pueden remitir simultáneamente a normas de ordenamientos jurídicos diferentes
no adaptadas entre ellas. Como resultado de ello, puede existir una contradicción que se
traduce en las mencionadas superposición o laguna legislativa.
La adaptación busca solucionar estas contradicciones. Por ejemplo: algunos derechos
establecen una sociedad de gananciales, en virtud de la cual el cónyuge supérstite recibe su
porción al momento del fallecimiento del otro, mientras que se niega un derecho hereditario
sobre estos bienes (Argentina, Suecia). Otras legislaciones establecen patrimonios separados
entre los cónyuges durante el matrimonio, pero otorgan al cónyuge supérstite un derecho
hereditario (Inglaterra). Si un inglés fallece domiciliado en la Argentina y deja una sucesión
mobiliaria, a ésta se aplicará la ley argentina. Pero dado que el domicilio conyugal al tiempo
de la celebración del matrimonio se encontraba en Inglaterra, la ley inglesa determinará el
régimen matrimonial. Como el derecho inglés establece el régimen de separación de bienes,
no otorga a la mujer derecho alguno sobre las ganancias obtenidas por el marido durante la
vida en común. Por otro lado, la ley argentina le rehúsa a la viuda vocación sucesoria, pues
entiende que ha recibido su parte en los gananciales en la disolución de la sociedad
conyugal. Aplicando, pues, la ley inglesa al régimen de bienes del matrimonio y el derecho
argentino a la sucesión, la viuda no recibe nada ni en la disolución de la sociedad conyugal ni
en la sucesión.
Puede observarse que la solución es contraria al espíritu de ambas legislaciones. Esta
contradicción entre ellas puede ser resuelta mediante la adaptación. Dado que la cuestión
promovida fue la sucesoria, encuadramos dentro del derecho sucesorio argentino a aplicar
los derechos del cónyuge supérstite en la disolución de la sociedad conyugal. La cuestión se
resuelve mediante la adaptación – es decir, inclusión dentro del derecho sucesorio a aplicar
– las normas sobre la disolución de la sociedad conyugal.
Se afirma que una calificación bien hecha hace la adaptación superflua, pues al encuadrar el
problema en una parte del ordenamiento jurídico, se aplica el derecho extranjero a lo ya
calificado, evitando contradicciones.
Un segundo ejemplo puede ser: un padre francés con domicilio en Francia y su hija inglesa
domiciliada en Inglaterra fallecen en un accidente de aviación. El padre instituyó heredera a
la hija y en el caso de premoriencia de ésta a una amiga. Los amigos de padre e hija disputan
la sucesión. El derecho sucesorio del padre se rige por el derecho francés y la sucesión de la
hija por el derecho inglés. De acuerdo con el derecho inglés, sobrevive el padre y según el
derecho francés, la hija. Kegel propone que el juez aplique su propio derecho interno para
solucionar el caso.

El fraude a la ley.

La segunda excepción a la aplicación del derecho extranjero declarado aplicable al caso por la
norma de colisión se encuentra en el fraude. Esta doctrina fue concebida para sancionar las
manipulaciones de los puntos de conexión.

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en el caso de Fritz Mandel decidió que la noción de
fraude a la ley en el derecho internacional privado es el remedio necesario para que ésta conserve
su carácter imperativo en los casos en que dejaría de ser aplicable a una relación jurídica por
haberse acogido los interesados, fraudulentamente, a una nueva ley. Agregó considerar preferible
que el fraude a la ley tenga un lugar propio, independiente del orden público, pues es una noción
destinada a sancionar en las relaciones internacionales el carácter imperativo de las leyes,
abstracción hecha de toda cuestión de orden público.

En el caso, una persona de origen austríaco nacionalizada argentina, domiciliada en la Argentina y


con inmuebles en el país, enfermando de gravedad en un período de alrededor de seis meses, se
trasladó a Austria, lugar donde tenía residencia y cuantiosos bienes, retomó su nacionalidad de
origen y testó a favor de su quinta esposa y determinados descendientes en forma contraria a la
legítima del derecho argentino.

La sentencia de primera instancia, con gran concisión, estableció la jurisdicción y la ley argentina
por existir bienes inmuebles en el país (art. 10, CCiv.). Fundamentó su aplicación, sin embargo, en
el orden público y no en la lex rei sitae. La sentencia de segunda instancia consideró aplicable a la
sucesión el derecho argentino por existir fraude a la ley y acogió la pretensión de los hijos
desheredados. De las constancias del expediente surge que el causante estuvo domiciliado en la
Argentina hasta 1977, que en marzo de 1977 fue internado en la Argentina por un mieloma
múltiple, y que desde agosto de 1977 hasta su fallecimiento se domiciliaba en Austria. La intención
del causante de trasladarse temporariamente a Austria fue modificada cambiando de domicilio y
nacionalidad. El tribunal entendió que la modificación voluntaria de los puntos de conexión con la
intención de eludir la aplicación de las normas imperativas argentinas privó de efectos al cambio
de nacionalidad y de domicilio. Determinó que la sucesión debió tramitar ante juez argentino y con
aplicación del derecho argentino. La Corte Suprema de Justicia confirmó la sentencia al desestimar
la queja.

La aplicación del fraude a la ley presupone probar la intención fraudulenta y ello implica entrar en
la esfera privada de los hombres, exenta de la autoridad de los magistrados. En el caso “Mandel”
tanto se puede interpretar que el causante intentaba eludir la aplicación de la ley argentina como
que volvía a su lugar de origen al enfermar para morir con los suyos.

Objetivamente debe existir afectación a la ley, y subjetivamente debe haber conocimiento e


intención de ello.
Autonomía del concepto. El fraude a la ley presupone el cambio voluntario del punto de conexión
para eludir la ley que sería aplicable al caso. La demostración del elemento intencional es
necesario.

Debemos asimismo diferenciar el fraude a la ley del forum shopping, en el cual se altera el punto
de conexión para modificar la competencia normal y no la ley aplicable. Sin embargo, el forum
shopping en los países del common law equivale al fraude a la ley en países continentales, por
cuanto elegido el tribunal competente, éste, de acuerdo con su territorialismo, aplica su propio
derecho. El fin último del forum shopping no es otro que modificar la ley aplicable al caso. En el
forum shopping se busca otra autoridad competente que beneficie, en el fraude se pretende un
aprovechamiento de la ley, y probablemente un tercero termine afectado.

Solución en la ley. El CCCN incorporó el instituto en el art. 2598. El mismo dispone que a los efectos
de la determinación del derecho aplicable en materias no disponibles, no serán tenidos en cuenta
los hechos o actos realizados con el sólo fin de eludir el derecho designado por las normas de
conflicto.

¿Cómo demostrar que lo realizó con el solo fin de obtener la aplicación de ese derecho? Teniendo
en cuenta la contracción temporal y la expansión espacial. La contracción temporal, implica que
las circunstancias ocurren en un período de tiempo muy corto. La expansión espacial significa que
el caso se vincula geográficamente con países con los cuales naturalmente no tendría vinculación.
Se deben dar ambos en forma conjunta para que se pueda completar la presunción.

Gonzalo Parra-Aranguren (ex miembro de la Corte Internacional de justicia) no se opuso a la


admisión del precepto pero al ratificar la Convención formuló una reserva con relación con el
artículo por entender:

“Primero. Que su admisibilidad significaría introducir una nueva excepción a la normal aplicación
del derecho extranjero regularmente competente según la regla de conflicto;

”Segundo. Que la excepción sólo podría funcionar cuando haya afectado la aplicación de la ley
propia;

”Tercero. Se introduce un elemento de subjetividad difícilmente discernible, dándose seguramente


entrada a pronunciamientos de dudosa validez ante el texto claro de la norma de conflicto.
”Cuarto. Se iría en muchas circunstancias contra la autonomía de la voluntad de las partes y dado
el carácter claramente objetivo de muchos puntos de conexión, como el domicilio, se estaría
eliminando los textos aprobados en la Conferencia acerca de tal punto de conexión, como el
artículo dos de la Conferencia sobre el Domicilio de las Personas Físicas”.

El fraude a la ley es súper casuístico. En cada caso en concreto hay que determinar si hay o no
fraude.

Clase 31/08: Reenvío.

ARTÍCULO 2596.- Reenvío. Cuando un derecho extranjero resulta aplicable a una relación jurídica
también es aplicable el derecho internacional privado de ese país. Si el derecho extranjero
aplicable reenvía al derecho argentino resultan aplicables las normas del derecho interno
argentino.

Cuando, en una relación jurídica, las partes eligen el derecho de un determinado país, se entiende
elegido el derecho interno de ese Estado, excepto referencia expresa en contrario.

¿El derecho nos remite a la norma indirecta o no? El Viejo Código Civil decía que “la sucesión se
rige por el derecho local del último domicilio del causante”. Había autores que entendían que el
término “local” implicaba que solo se podía aplicar el derecho interno y que la norma indirecta del
derecho extranjero quedaba excluida. Hoy el art. 2596 consagra la obligatoriedad de la norma
indirecta extranjera. Esto genera el reenvío, que es una remisión que hace la norma extranjera
aplicable según la norma indirecta local.

Cuando nos encontramos ante un caso de internacional privado, lo primero es ver cuál es el juez
competente (a través de los factores de atribución de jurisdicción). Una vez determinada la
competencia, hay que ver cuál es la ley aplicable (variable según los puntos de conexión).
Si los dos ordenamientos tienen una norma similar, el caso se resolverá según el primer
ordenamiento que pueda aplicar la norma. Ej.: en Argentina la sucesión se rige por la ley del último
domicilio del causante, este domicilio es en España, la ley española dice que la sucesión se rige por
la ley de la nacionalidad, por lo que volvemos al derecho local. La remisión del derecho argentino
al derecho español no es un reenvío, es un envío. La remisión del derecho español al argentino es
reenvío. El primer ordenamiento que puede aplicar la norma es Argentina, al ser el primero que
remite al derecho español.
Si los dos ordenamientos tienen normas distintas, a veces pareciera que se entra en un círculo del
que no se puede salir (el derecho argentino dice que la sucesión se rige por la ley del último
domicilio del causante, este domicilio es en España, y el derecho español dice que se rige por la ley
de la nacionalidad del causante, que es Argentina, por lo que entramos en un loop). Hay que ver si
en alguno de esos ordenamientos al menos existe una norma similar al reenvío argentino (art.
2596 CCCN). El primer ordenamiento que pueda aplicar esta norma es el que va a regir el caso. Ej.:
ley argentina remite a derecho español, derecho español remite a derecho paraguayo, derecho
paraguayo remite a derecho español; si hay 2596, el derecho español resuelve el caso. Si ningún
ordenamiento tiene art. 2596 hay que aplicar el derecho que más vinculación tiene con el caso.
La norma de derecho internacional privado no resuelve el caso, sino que indica el derecho
aplicable al mismo. Éste puede ser el derecho propio o el extranjero.
Cuando es de aplicación el derecho propio, la norma de derecho internacional privado nos remite
al derecho interno.
Cuando la norma de derecho internacional privado remite al derecho extranjero, puede remitir al
derecho interno extranjero o al derecho internacional privado extranjero, que a su vez remite a
otro derecho interno determinado.
Según se adopte una u otra posición, se aplica una mayor o menor cantidad de derecho extranjero,
puesto que si entendemos que nuestro derecho internacional privado remite al derecho interno
extranjero (civil, comercial, etc.), aplicamos una porción menor de derecho extranjero que si
entendemos que la remisión es a todo el ordenamiento jurídico extranjero, incluido su derecho
internacional privado. En este último caso el derecho internacional privado extranjero puede
efectuar una nueva remisión.
Estas remisiones de un derecho a otro se dan como consecuencia de la utilización de puntos de
conexión diferentes. Un ejemplo ilustra lo presente:
Un argentino fallece con último domicilio en Madrid, dejando un patrimonio mobiliario en la
Argentina. El juez argentino aplica a la sucesión la ley del último domicilio del causante (art. 2644,
CCCN.), es decir, derecho español. Si se entiende que el derecho internacional privado argentino
en el art. 2644, CCCN, remite al derecho interno español, éste se aplica. Pero se puede en cambio,
entender que el derecho internacional privado argentino en el art. 2644, CCCN, remite a todo el
ordenamiento jurídico español, incluido su derecho internacional privado. Como el derecho
internacional privado español dispone que a la sucesión se aplica la ley nacional del causante al
momento de su fallecimiento, cualesquiera sea la naturaleza de los bienes y el país donde se
encuentren, el derecho internacional privado español considera aplicable la ley de la nacionalidad
del causante, que es la ley argentina.
De aceptar el derecho sucesorio español el mismo punto de conexión —la ley del último domicilio
del causante—, la cuestión no se presentaría. Es éste un típico caso de reenvío.

Cuestión previa:

Conjunto de cuestiones que pueden aparecer de forma incidental en un caso y requieren


resolverse de forma previa a la resolución del caso porque su resolución puede afectar la
resolución de la cuestión principal. Ej. la validez de una compraventa donde el vendedor no
contaba con el asentimiento conyugal.

Cuando hay elementos de extranjería en la cuestión previa o la principal, hay que ver qué norma
aplicar a la cuestión previa y a la cuestión principal, y para ello hay dos teorías: teoría de la
equiparación y teoría de la jerarquización. La teoría de la equiparación indica que el juez va a
utilizar su propia norma indirecta para determinar el derecho aplicable a las cuestiones previa y
principal. El juez pone en igualdad de condiciones ambas cuestiones. La teoría de la jerarquización
prioriza una cuestión por sobre la otra. El juez utiliza su norma indirecta para determinar el
derecho aplicable a la cuestión jerárquicamente más relevante, y ese derecho es aplicado
directamente a la cuestión jerárquicamente menos relevante. Jerarquización procesal y real: en la
procesal se prioriza el proceso, lo que redunda en priorizar la cuestión principal; en la real se
prioriza el orden lógico en que ocurrieron las cosas, por lo que se prioriza la cuestión previa que
acaeció primero.
Estas teorías pueden o no tener influencia del Derecho Internacional Privado. Si agregamos la
influencia del DIPr en la relación entre la cuestión privada y la principal aparece una norma
indirecta. Si no hay influencia del DIPr, el derecho aplicable a la cuestión jerárquicamente más
relevante se impone a la menos relevante. Si hay influencia del DIPr, se debe buscar en el derecho
aplicable a la cuestión jerárquicamente más relevante la norma indirecta que determine el
derecho aplicable a la menos relevante. Todo esto surge del análisis doctrinario.

El derecho internacional privado tradicional, a diferencia del ordenamiento jurídico interno, no


regula una institución, sino que remite al derecho aplicable.
Así, el derecho internacional privado no va a legislar sobre el matrimonio, sino a indicar el derecho
que se va a aplicar.
La cuestión previa sólo se explica en el marco de la concepción clásica del derecho internacional
privado. La institución nace en la primera mitad del siglo XX, período en que no se cuestiona que
las normas indirectas hacen al derecho internacional privado. Es por ello que, ante el conflicto
entre la norma indirecta que regula la cuestión de fondo y la norma indirecta que regula la
cuestión incidental, la doctrina propone soluciones distintas.
Puede ocurrir que una norma de derecho internacional privado no se refiera a todos los aspectos
de una relación jurídica, sino que remita para ello a diferentes derechos: el derecho internacional
privado nos puede remitir a un derecho para que resuelva acerca de la forma de un contrato, a
otro derecho para que determine la capacidad de las partes y a un tercer derecho para juzgar la
validez intrínseca del contrato.
Nos encontramos, pues, con distintos derechos internos de diferentes ordenamientos jurídicos que
tienen aplicación simultánea a aspectos o partes de un mismo caso.
Doctrinariamente debemos diferenciar esto de la cuestión previa, incidental o conexa.
La cuestión previa es una cuestión prejudicial o incidental que surge con motivo de la solución de
un caso determinado. Así, por ejemplo, con motivo de una sucesión en la tiene vocación
hereditaria el cónyuge, se puede plantear como previa la validez del vínculo.
Si bien aceptamos que distintas partes de una relación jurídica (capacidad, forma, validez
intrínseca) sean reguladas por diferentes derechos internos, doctrinariamente se discute cuál debe
ser la ley aplicable a la cuestión previa.
La terminología del instituto puede causar confusión, dado que nos referimos a la cuestión como
previa únicamente en un sentido lógico, pues el juzgador debe resolver esta cuestión para decidir
el caso sometido a su decisión. En el mismo sentido, la cuestión puede denominarse incidental o
conexa. Pero la cuestión previa, incidental o conexa no es de ninguna manera de entidad
subalterna a la cuestión denominada principal, y una misma cuestión puede ser principal o previa
según el motivo que dé origen a las actuaciones.
La cuestión previa y la cuestión principal no guardan entre sí la relación que une al contrato de
fianza con el de préstamo, del que es accesorio.

CLASE 07/09: Jurisdicción Internacional

La jurisdicción internacional es el poder que tiene un país, derivado de su soberanía, para resolver
un caso de derecho privado con elementos extranjeros, o un caso mixto con el cual el Estado al
cual se atribuye aquella, considera que tiene una relación relevante a tales efectos.

Cada Estado adopta sus propios criterios en forma unilateral, o bien, en el mejor de los casos,
armoniza los foros de jurisdicción internacional a través de normas convencionales, de alcance
universal, regional o bilateral.

Cada legislación, ya sea de fuente interna o internacional, define cuales son los foros razonables y
cuáles son los foros exorbitantes, los foros generales y especiales, si son exclusivos o concurrentes,
determina en qué casos y bajo qué condiciones se podrá prorrogar esa jurisdicción en virtud del
principio de autonomía de la voluntad, como así mismo se encarga de regular algunos foros
particulares como el llamado foro del patrimonio, y los más controvertidos, fórum neccesitatis y
fórum non conveniens.

En nuestro derecho hay foros generales, es decir, aquellos que adoptan como pauta o criterio para
establecer la jurisdicción del juez un elemento que aparece presente en todos los supuestos. El
mejor ejemplo es el del foro del domicilio del demandado. Además, hay foros especiales que sólo
atribuyen competencias para determinadas cuestiones en razón del objeto del litigio y su
vinculación con el foro. Entre estos foros especiales, hallamos el lugar de cumplimiento o ejecución
de los contratos, por ejemplo.

Excepcionalmente, hay casos de jurisdicción exclusiva, en los cuales, el Estado no admite otra
jurisdicción que la de sus propios órganos jurisdiccionales. El típico caso es el de las acciones reales
sobre bienes inmuebles.

Fuentes de la Jurisdicción

El art 2601 del CCCN establece las fuentes de la jurisdicción: “La jurisdicción internacional de los
jueces argentinos, no mediando tratados internacionales y en ausencia de acuerdo de partes en
materias disponibles para la prórroga de la jurisdicción, se atribuye conforme a las reglas del
presente Código y a las leyes especiales que sean de aplicación”.

Este artículo confirma la preeminencia de los tratados internacionales por sobre las leyes
nacionales que contengan normas atributivas de jurisdicción internacional. Es importante
resaltar también si se trata de una materia disponible o no. En el primer caso, las partes tendrán la
opción de celebrar un acuerdo de elección de foro. En cambio, si la materia fuese no disponible, la
jurisdicción se determinará por los criterios generales y especiales previstos en los convenios
internacionales, y en su defecto por las normas de fuente interna.

Foro de Necesidad

El fórum neccesitatis es un remedio basado en el derecho de acceso a la justicia que permite


otorgar jurisdicción internacional a los jueces que, en principio, carecen de tal potestad para
conocer y sentenciar en el supuesto concreto, con la finalidad de evitar supuestos de denegación
de justicia a nivel internacional.

Cuando se presentan casos en los cuales se puede llegar a lesionar de manera grave derechos
humanos fundamentales, los Estados pueden decidir de manera unilateral, arrogarse jurisdicción y
permitir a sus jueces el dictado, por ejemplo, de medidas urgentes.

El art 2602 del CCCN reconoce esta figura: “Aunque las reglas del presente Código no atribuyan
jurisdicción internacional a los jueces argentinos, éstos pueden intervenir, excepcionalmente, con la
finalidad de evitar la denegación de justicia, siempre que no sea razonable exigir la iniciación de la
demanda en el extranjero y en tanto la situación privada presente contacto suficiente con el país,
se garantice el derecho de defensa en juicio y se atienda a la conveniencia de lograr una sentencia
eficaz”.

Medidas provisionales y cautelares

El art 2603 del CCCN establece que: “Los jueces argentinos son competentes para disponer
medidas provisionales y cautelares:

a) cuando entienden en el proceso principal, sin perjuicio de que los bienes o las personas no se
encuentren en la República;
b) a pedido de un juez extranjero competente o en casos de urgencia, cuando los bienes o las
personas se encuentran o pueden encontrarse en el país, aunque carezcan de competencia
internacional para entender en el proceso principal;

c) cuando la sentencia dictada por un juez extranjero debe ser reconocida o ejecutada en la
Argentina.

El cumplimiento de una medida cautelar por el juez argentino no implica el compromiso de


reconocimiento o ejecución de la sentencia definitiva extranjera, pronunciada en el juicio principal.”

Cabe resaltar que, si bien una medida cautelar será estrictamente internacional, cuando, adoptada
por los tribunales de un Estado, está destinada a cumplirse en otro, los convenios vigentes, así
como el derecho comparado han aceptado la posibilidad de medidas cautelares de urgencia
destinadas a asegurar el resultado de un juicio desarrollado o a desarrollarse en otro país,
ordenadas por los tribunales del Estado de situación de los bienes o de la persona a cautelar en
tanto jurisdicción más próxima.

Litispendencia Internacional

La litispendencia tiene lugar cuando existen varios procedimientos sobre el mismo objeto, la
misma causa y con identidad de partes, y tiene por finalidad procurar que, sobre una misma
controversia sometida a un órgano judicial de un país, se produzca otro litigio posterior con
posibilidad de que se produzcan resoluciones contradictorias.

El art 2604 del CCCN establece que “Cuando una acción que tiene el mismo objeto y la misma
causa se ha iniciado previamente y está pendiente entre las mismas partes en el extranjero, los
jueces argentinos deben suspender el juicio en trámite en el país, si es previsible que la decisión
extranjera puede ser objeto de reconocimiento.”

Es importante resaltar que la fuente normativa en materia de litispendencia internacional es


determinante a los efectos de su efectividad. Cuando la regla se inserta, como en nuestro caso, es
una disposición de fuente interna, solo vincula y obliga a nuestros propios jueces y no a los jueces
de los demás países implicados en el caso. Distinto es, cuando se trata de una fuente convencional
ya que aquí quedan obligados todos los jueces de los Estados parte a través de las mismas
consignas.
Prórroga de la Jurisdicción

La prórroga de la jurisdicción permite, bajo ciertas circunstancias, elegir el foro judicial o arbitral
que las partes deseen. Cualquier cláusula de elección de foro, para ser eficaz, deberá ser válida de
acuerdo al derecho internacional privado del Estado designado por las partes y por el derecho del
Estado cuyos tribunales sean requeridos o ante quienes se solicite el reconocimiento y/o ejecución
de la sentencia.

El art 2605 del CCCN consagra la autonomía de la voluntad en el ámbito jurisdiccional, ya que,
reconoce validez en el derecho de fondo al acuerdo de elección del foro. “En materia patrimonial e
internacional, las partes están facultadas para prorrogar jurisdicción en jueces o árbitros fuera de
la República, excepto que los jueces argentinos tengan jurisdicción exclusiva o que la prórroga
estuviese prohibida por ley.”

Exclusividad del foro elegido

El art 2606 del CCCN consagra el carácter exclusivo de la elección de foro: “El juez elegido por las
partes tiene competencia exclusiva, excepto que ellas decidan expresamente lo contrario.”

Atribuir carácter exclusivo a los acuerdos de elección de foro implica que el tribunal designado por
las partes será competente para conocer de un litigio al que se aplique dicho acuerdo, salvo que el
acuerdo sea nulo según la ley de ese Estado. En ningún caso podrá declinar el ejercicio de su
competencia fundándose en que el tribunal de otro Estado debería conocer el litigio.

Prórroga expresa o tácita

El art 2607 de CCCN admite la prórroga expresa o tácita. La primera surge cuando las partes
celebran por escrito y la segunda, cuando el demandado se somete voluntariamente al foro una
vez interpuesta la acción.

El texto normativo sostiene que: “La prórroga de jurisdicción es operativa si surge de convenio
escrito mediante el cual los interesados manifiestan su decisión de someterse a la competencia del
juez o árbitro ante quien acuden. Se admite también todo medio de comunicación que permita
establecer la prueba por un texto. Asimismo, opera la prórroga, para el actor, por el hecho de
entablar la demanda y, con respecto al demandado, cuando la conteste, deje de hacerlo u oponga
excepciones previas sin articular la declinatoria.”

Jurisdicción General

El art 2608 del CCCN, consagra un criterio atributivo de jurisdicción clásico y de alcance general en
materia de relaciones especiales, como es el foro del lugar del domicilio o residencia habitual del
demandado.

En efecto, es un foro general porque adopta como pauta o criterio para establecer la jurisdicción
del juez un elemento que aparece presente en todos los supuestos.

La norma expresa:” Domicilio o residencia habitual del demandado. Excepto disposición particular,
las acciones personales deben interponerse ante el juez del domicilio o residencia habitual del
demandado.”

Este foro concurrirá con los foros especiales, que según la materia sólo atribuyen competencias
para determinadas cuestiones en razón del objeto del litigio y su vinculación con el foro.

Jurisdicción exclusiva

Los casos de jurisdicción exclusiva los encontramos cuando, por la materia, el Estado no admite
otra jurisdicción que la de sus propios órganos jurisdiccionales y excluye en consecuencia la
jurisdicción de cualquier otro Estado.

En el art 2609 del CCCN, encontraremos: “ Sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, los
jueces argentinos son exclusivamente competentes para conocer en las siguientes causas:

a) en materia de derechos reales sobre inmuebles situados en la República;

b) en materia de validez o nulidad de las inscripciones practicadas en un registro público argentino;

c) en materia de inscripciones o validez de patentes, marcas, diseños o dibujos y modelos


industriales y demás derechos análogos sometidos a depósito o registro, cuando el depósito o
registro se haya solicitado o efectuado o tenido por efectuado en Argentina.”
Los foros exclusivos son excepcionales y de interpretación restrictiva; en consecuencia, los jueces
argentinos no deberían asumir este tipo de jurisdicción si no existe una disposición que
expresamente lo indique.

Principio de igualdad de trato

Este principio asegura a las personas físicas, ciudadanos o residentes permanentes en un Estado
extranjero actuante ante tribunales de otro, el libre acceso a la jurisdicción en nuestro país para la
defensa de sus derechos en igualdad de condiciones con aquellas pertenecientes al foro. La
igualdad de trato supone la exclusión de eventuales discriminaciones respecto a la capacidad
procesal, el otorgamiento de los auxilios necesarios ante la carencia de recursos económicos en
idénticas condiciones que se le conceden al litigante local, la exclusión de imponer al foráneo
cauciones o depósitos para acceder a los tribunales.

Esta igualdad de trato procesal reconocida a las personas físicas es extendida también a las
personas jurídicas constituidas, autorizadas o registradas de conformidad a las leyes de un Estado
extranjero.

El art 2610 del CCCN establece: “Igualdad de trato. Los ciudadanos y los residentes permanentes
en el extranjero gozan del libre acceso a la jurisdicción para la defensa de sus derechos e intereses,
en las mismas condiciones que los ciudadanos y residentes permanentes en la Argentina.

Ninguna caución o depósito, cualquiera sea su denominación, puede ser impuesto en razón de la
calidad de ciudadano o residente permanente en otro Estado.

La igualdad de trato se aplica a las personas jurídicas constituidas, autorizadas o registradas de


acuerdo a las leyes de un Estado extranjero.”

El art 2611 “Cooperación jurisdiccional. Sin perjuicio de las obligaciones asumidas por convenciones
internacionales, los jueces argentinos deben brindar amplia cooperación jurisdiccional en materia
civil, comercial y laboral. ” Según este artículo el deber de cooperación en materia civil, comercial y
laboral se erige en un principio que sólo podría denegarse en caso de ausencia de requisitos
básicos exigibles para proceder a la cooperación solicitada o bien que la rogatoria afecte de
manera grave y manifiesta algún principio fundamental de nuestro ordenamiento jurídico.
El artículo 2611 se aplicará en defecto de disposiciones convencionales o bien con la finalidad de
complementarias.

Asistencia procesal internacional

El art 2612 “Asistencia procesal internacional. Sin perjuicio de las obligaciones asumidas por
convenciones internacionales, las comunicaciones dirigidas a autoridades extranjeras deben
hacerse mediante exhorto. Cuando la situación lo requiera, los jueces argentinos están facultados
para establecer comunicaciones directas con jueces extranjeros que acepten la práctica, en tanto
se respeten las garantías del debido proceso.

Se debe dar cumplimiento a las medidas de mero trámite y probatorias solicitadas por autoridades
jurisdiccionales extranjeras siempre que la resolución que las ordena no afecte principios de orden
público del derecho argentino. Los exhortos deben tramitarse de oficio y sin demora, de acuerdo a
las leyes argentinas, sin perjuicio de disponer lo pertinente con relación a los gastos que demande
la asistencia requerida.”

Según dispone el artículo, los jueces argentinos están obligados a dar cumplimiento a estas
medidas solicitadas por autoridades extranjeras, con la única excepción de que se vea afectado el
orden público internacional de la República Argentina.

Temas no codificados por el CCCN en materia jurisdiccional

La doctrina del fórum non conveniens, permite a los jueces declinar la jurisdicción en aquellos
supuestos en que el demandado alega la existencia de un foro más conveniente. → CONFLICTOS
NEGATIVOS

En el fórum non conveniens se parte de la base de que un tribunal tiene competencia


internacional, pero declina su jurisdicción porque considera inconveniente e inapropiado conocer
del asunto. El tribunal se declara incompetente y a la par declara que otro tribunal extranjero es el
foro más apropiado o conveniente.

Es decir, no se trata de un supuesto de falta de jurisdicción sino de la decisión de no ejercerla


fundada en criterios discrecionales que atienden a la existencia de otro foro más próximo, más
razonable.
En el derecho argentino no existe ninguna norma legal vigente que consagre esta doctrina.
Boggiano expresa que: “Los jueces, al interpretar las normas de jurisdicción internacional, no
ignoran cuestiones relativas a un foro extranjero más apropiado para decidir el caso. En primer
lugar incumbe al demandado probar que el foro argentino, fundado en una norma de jurisdicción,
es manifiestamente inapropiado frente a un foro extranjero natural o apropiado para proceder con
el caso. Habrá que estudiar ante todo las circunstancias procesales del caso, la proximidad de las
partes, de las pruebas, los gastos, las dificultades de comunicación, la probabilidad de auxilio
procesal internacional, entre otras.

El reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras y laudos extranjeros. La presentación de


una decisión judicial en un Estado diferente a aquel en el que ha sido adoptada puede tener
distintas finalidades. Desde probar la producción de determinado hecho o la celebración de
determinado acto en un país extranjero, hasta el reconocimiento de su “efecto imperativo”, cuyo
alcance concreto depende del carácter de la sentencia, es decir, de si esta es declarativa,
constitutiva o de condena.

Las normas de derecho internacional privado de fuente interna así como las convenciones
internacionales en materia de reconocimiento y ejecución de sentencias judiciales y laudos
arbitrales extranjeros exigen requisitos de diversa índole.

Tanto el ordenamiento nacional como los tratados internacionales vigentes requieren para el
reconocimiento o la ejecución de una decisión extranjera, que esta no sea contraria al orden
público internacional del Estado requerido.

Institutos de la Jurisdicción Internacional

● Foros de jurisdicción internacional, particularmente el que concierne al ejercicio de la


autonomía de la voluntad en la elección, la prórroga de la jurisdicción.

● Los tipos de Jurisdicción internacional.

Foros constitutivos de jurisdicción


Los foros son circunstancias fácticas o jurídicas presentes en las cuestiones o litigios derivados de
las situaciones jurídicas privadas de tráfico externo que sirven al legislador para determinar la
competencia judicial internacional de sus órganos jurisdiccionales.

Estos pueden ser:

● Según su naturaleza y alcance

o Foros generales

o Foros especiales

● Según el sistema de atribución de competencia

o Exclusivos

o Concurrentes

o Paralelismo

Foros Generales: son aquellos que atribuyen competencia a los jueces de un Estado cualquiera sea
la materia afectada, sobre la base de criterios comunes que conectan al caso con los jueces
nacionales. En el DIpr el domicilio y la residencia habitual son dos de los foros generales
predilectos. El Estado que cuenta con mayor legitimidad para ejercer ese poder con alcance
general es aquel en que el demandado se domicilia, el juez del país en el que vive el sujeto.

En la legislación argentina la conexión domiciliar, así como la residencia habitual, priman sobre la
nacionalidad.

Foros especiales: estos determinan el tribunal del país que se encuentra investido de jurisdicción
internacional para conocer en el proceso, en función de cada materia específica, siempre bajo la
perspectiva de justicia del legislador nacional y con el límite que esto aporta. El foro internacional
del patrimonio le atribuye jurisdicción internacional al juez del país donde el demandado tiene
localizados bienes que integran su patrimonio.

Los foros especiales responden a los principios de proximidad y de razonabilidad y provocan que
un sujeto domiciliado en el extranjero quede sometido a la jurisdicción nacional porque la
internacionalidad de la relación jurídica y su localización en Argentina le es imputable al
demandado.

Foros exclusivos: Son aquellos en los cuales hay un fuerte vínculo entre el litigio y el país que los
torna exclusivos. Se trata de casos en que el tribunal argentino es el único que debe intervenir, a
punto tal que la competencia de un tribunal extranjero resulta inaceptable en nuestro país. El
artículo 2609 del CCCN mencionado antes aplica a este caso, limitando a los jueces a los 3
supuestos enunciados en el texto normativo y a los cuales se le podrán agregar otros 2 supuestos:

● ARTÍCULO 2605.- Acuerdo de elección de foro. En materia patrimonial e internacional, las


partes están facultadas para prorrogar jurisdicción en jueces o árbitros fuera de la República,
excepto que los jueces argentinos tengan jurisdicción exclusiva o que la prórroga estuviese
prohibida por ley.

● Aquellos casos en los que los jueces hayan sido elegidos por las partes. Cualquier otro juez
que no haya sido elegido debe declararse incompetente.

Foros concurrentes: La jurisdicción internacional es concurrente cuando las respectivas reglas la


confieren de manera alternativa a dos o más países. Esta alternancia se justifica en abrir la
posibilidad al actor de interponer su acción ante jueces de otros países siempre que la conexión
sea razonable o derive del ejercicio de la autonomía de la voluntad.

Foros exorbitantes: No hay ningún tipo de conexión entre el juez y el caso, es lo que se busca que
NO SUCEDA.

Foros razonables: Hay conexión entre el juez competente y el caso concreto. De esta clasificación
nacen los foros concurrentes y los foros exclusivos.

Paralelismo: Esta figura consagra la competencia del juez cuyo Derecho resulta aplicable al fondo
del proceso.

La Jurisdicción Directa

Ésta se pondera al momento de inicio del proceso. En primer lugar, se debe determinar ante los
jueces de qué país habrá que presentar la demanda, y el juez examinará su propia competencia
internacional a los fines de asumir o denegar jurisdicción en el asunto que se intenta someter a su
decisión.

La jurisdicción directa es la que analiza el juez ante quien se presenta un caso con elementos
conectados a distintos ordenamientos nacionales para determinar si su Estado es competente o no
en la esfera nacional. El juez analiza su propia competencia con vistas a asumir o no jurisdicción en
el caso concreto. Las normas que regulan la jurisdicción directa tienen por objeto fundar la
competencia de los tribunales de un Estado.

La jurisdicción Indirecta

Ésta es un presupuesto de eficacia de las sentencias extranjeras. La jurisdicción extranjera


responde a un segundo momento, ya que es el juez del foro quien debe analizar frente a un juez
extranjero que le solicita cooperación. El juez del foro analiza si la autoridad extranjera es
competente para entender en la causa.

La diferencia que existe entre jurisdicción directa e indirecta es muy importante por varias razones.
Se refieren a momentos, circunstancias y finalidades diferentes y principalmente, responden a
normas que pueden ser muy distintas.

Inmunidad de Jurisdicción

La inmunidad de jurisdicción consiste en el derecho reconocido a cada Estado, en razón de su


soberanía, de no ser sometido a la potestad jurisdiccional de otro Estado. Se basa en los principios
de soberanía, igualdad e independencia. Frente a actos de gobierno o soberanos, el Estado se
encuentra protegido por esta inmunidad, a menos que haya prorrogado en forma expresa su
jurisdicción.

Teorías relativas a la inmunidad de jurisdicción

Estas teorías permiten determinar los casos en los cuales un Estado goza del derecho a no ser
sometido a la potestad jurisdiccional de otro Estado:

· Teoría clásica o monista: La inmunidad puede ser invocada en todo caso por el Estado
extranjero, sin distinguir la clase de actos que realice.
· Teoría moderna o diferencial: esta teoría parte de considerar la naturaleza de los actos
realizados y no la naturaleza de la persona que actúa. Distingue entre 2 tipos de actos: actos de
imperio, que son aquellos en los que el Estado extranjero actúa en ejercicio de su poder soberano.
Y actos de gestión, que son manifestaciones del Estado extranjero como persona del Derecho
Público, pero actuando con capacidad para realizar actos de Derecho privado.

Evolución de la inmunidad de jurisdicción en el Derecho argentino

Inicialmente, el Decreto 1285/58 establecía un mecanismo a los fines de valerse de la facultad de


inmunidad. La demanda a un Estado extranjero exigía comunicarle que había sido iniciada una
demanda en su contra, a fin que: Oponga la inmunidad de jurisdicción, en cuyo caso el particular
debía recurrir antes los tribunales del Estado extranjero y manifieste la voluntad de someterse a la
jurisdicción del Estado en donde se lo demandó.

Posteriormente la jurisprudencia, a través del caso “Gronda”, consagró una morigeración de la


teoría anterior. Un italiano de apellido “Gronda” demandó al Estado argentino frente a los
tribunales italianos. Argentina fue embargada sin que se le haya comunicado de la demanda para
que pudiera oponer la inmunidad de jurisdicción.

Argentina reclamó y el juez italiano levantó el embargo entendiendo que no existía reciprocidad
entre ambos países, ya que Argentina acogía la teoría clásica por la cual un Estado siempre podía
oponer la inmunidad de jurisdicción, mientras que Italia adoptaba la teoría moderna que
diferenciaba los actos del Estado a los efectos de habilitarlo a oponer la inmunidad.

Argentina dicta entonces el Decreto 9015/63 introduciendo la “cláusula Gronda”, que establece
que el Estado Argentino podrá declarar, respecto de un Estado en particular, la falta de
reciprocidad, y como consecuencia se podrá demandar al Estado extranjero ante nuestros
tribunales.

Más adelante, la ley 24.488 del año 1995, estableció expresamente las hipótesis en las cuales no
puede alegarse la inmunidad de jurisdicción solucionando el problema de vaguedad que afectaba
al decreto 9015/63.

En efecto, Argentina no se enrola en la teoría moderna, sino que adopta la teoría clásica acotada.
Cabe destacar, que el Decreto 1285/63 no se encuentra derogado; es decir, cuando el Estado
pueda oponer la inmunidad de jurisdicción, se le debe comunicar previamente la demanda iniciada
en su contra. En cambio, la comunicación no es necesaria cuando se trate de alguno de los
supuestos contemplados en el art.2, porque en dichos casos no goza de la inmunidad de
jurisdicción por lo que está obligado a someterse a los tribunales argentinos.

Apuntes de clase:

La jurisdicción directa es la aplicación de ese poder soberano dentro del territorio del Estado. El
juez que entiende el caso, para poder realizar actos fuera de su territorio, va a necesitar ayuda de
un juez local de ese otro Estado (jurisdicción indirecta porque colabora y no entiende el problema
de fondo). Ejemplo: el juez argentino no tiene poder de imperio en Uruguay y pide colaboración al
juez uruguayo.

Hay que ver si hay algún tratado que diga si algún juez es competente (prioridad). Después de esto,
hay que ver cuál es el ejercicio de la autonomía de la voluntad; luego ver qué dice el CCyCn y luego
ver si hay alguna ley especial que regule el tema.

La autonomía de la voluntad la podemos ejercer cuando: arts. 2605 y 2606.

Conflictos negativos: ningún juez se quiere hacer cargo. En los conflictos positivos, ambos jueces se
quieren hacer cargo.

En los conflictos negativos, si tenemos un juez competente con jurisdicción directa: se puede
resolver de dos maneras: arts. 2608 (criterio universal del domicilio del demandado: garantiza en
gran medida que la sentencia sea ejecutable) o por el foro de necesidad solo para evitar la
denegación de justicia.

conflictos positivos: una posibilidad es que en el momento en el que se dicte sentencia por un juez
de sudáfrica y desea ejecutar esa sentencia en Argentina, el juez argentino seguramente diga que
el juez sudafricano no tenga competencia: 2604: para evitar escándalo jurídico (sentencias
distintas) y economía procesal.

Si había jurisdicción exclusiva, Argentina no reconoce la sentencia y listo; sino, el 2604 siempre
está presente.
Fallo Manauta (2007):

Hechos: Manauta y otros demandaron a la Embajada Rusa los daños y perjuicios que les habría
irrogado el incumplimiento de las obligaciones en materia de aportes previsionales, sindicales y
asignaciones familiares, a cargo de la demandada.

Decisión de la Corte: En primera instancia, basándose en el decreto-ley 1285/58, se sostuvo que no


se daría curso a una demanda contra un Estado extranjero, sin que previamente éste diera su
consentimiento para ser sometido a juicio. En consecuencia, el Tribunal pidió el consentimiento,
pero el Gobierno de Rusia no contestó, entendiendo el magistrado este silencio como una negativa
tácita a someterse a la jurisdicción, con lo que siguiendo la postura de la inmunidad absoluta,
decidió reconocer la inmunidad de la Embajada y declarase incompetente para entender en el
asunto.

Manauta apeló, la Cámara confirmó el pronunciamiento de primera instancia que consideraba que
la justicia federal era incompetente, por lo que interpuso recurso extraordinario, el cual le fue
concedida.

Solución:

La Corte Suprema hizo lugar al pedido de Manauta basándose en ciertos puntos:

a) No intervención: un Estado no puede intervenir en asuntos internos de otro

b) Teoría restringida de la inmunidad de Estados extranjeros: para que un Estado tenga inmunidad
frente a otro, el demandado tuvo que haber actuado como soberano. Pero en este caso no se
trataba de un acto de gobierno sino de una obligación laboral y previsional cuyo incumplimiento
daba lugar al pedido de daños y perjuicios, por tanto no correspondía aplicar el decreto-ley
1285/58.

En síntesis: No hay inmunidad de jurisdicción ante un reclamo por incumplimiento de obligaciones


laborales y previsionales por parte de una embajada.
En este caso, la Corte modifica su propia jurisprudencia respecto a la inmunidad de jurisdicción,
dejando de lado la postura clásica o absoluta y recepcionando la tesis relativa o restringida
adhiriendo a la evolución producida en el campo del derecho internacional.

El dictado de este fallo motivó que, el Congreso sancionara la ley 24.488 de Inmunidad de
Jurisdicción de los Estados extranjeros ante los tribunales argentinos.

Clase 10/09: Cooperación Internacional. Prueba de derecho extranjero.

Si bien se ha discutido mucho si el derecho extranjero es un derecho como el nacional o un hecho


a ser probado por las partes, no se discute, en cambio, que el principio iura novit curia no se aplica
con relación al derecho extranjero, ya que un juez no puede conocer todos los derechos.

Las soluciones posibles son varias:

a) el derecho extranjero debe ser probado por quien lo invoca;

b) el derecho extranjero debe ser aplicado por el juez de oficio;

c) el contenido del derecho extranjero no puede ser probado.

La norma indirecta nos manda a un ordenamiento jurídico determinado.


Antes en el código de Vélez, las partes tenían que probar e invocar el derecho extranjero.
Ahora los jueces pueden solicitar que se invoque y se pruebe el derecho extranjero, pero sí hay
tratados internacionales entre los países, se aplica el tratado.

Pero ¿dónde se busca la ley extranjera?

La Convención de Montevideo (1979) o ley 23.506, nos dice ciertos mecanismos. También hay
embajadas que prestan esa información. Internet es la otra opción, pero hay inconvenientes, ya
que no se sabe si la normativa está bien transcrita y si está vigente. También está el problema de la
traducción al idioma específico. Sin embargo, a pesar de estas barreras que puede haber, internet
sirve.
Se pueden aplicar todos los medios de prueba para probar el derecho extranjero. También se
puede acompañar jurisprudencia.
Artículo 3º (convención de Montevideo)- La cooperación internacional en la materia de que trata
esta Convención se prestará por cualquiera de los medios de prueba idóneos previstos, tanto por
la Ley del Estado requirente como por la del Estado requerido.
Serán considerados medios idóneos a los efectos de esta Convención, entre otros, los siguientes:
a) La prueba documental, consistentes en copias certificadas de textos legales con indicación de su
vigencia, o precedentes judiciales;
b) La prueba pericial, consistente en dictámenes de abogados o expertos en la materia;
c) Los informes del Estado requeridos sobre el texto, vigencia, sentido y alcance legal de su
derecho sobre determinados aspectos.

Cada Estado va a autorizar a una autoridad central para informar el derecho. Por ejemplo,
cancillería es quien tiene que informar el contenido del derecho argentino cuando un juez
extranjero lo pide oficialmente a través de autoridades.
También puede ocurrir que no haya relación consular entre países: por ejemplo, hasta el año 92
Argentina no tenía relaciones diplomáticas con el Reino Unido, y si un particular tenía que mandar
un documento, había que hacerlo a través del consulado brasileño que si mantenía relaciones
consulares con dicho país.

Artículo 2595 CCyCN: Aplicación del derecho extranjero. TEORÍA DEL USO JURÍDICO
Cuando un derecho extranjero resulta aplicable:

a) el juez establece su contenido, y está obligado a interpretarlo como lo harían los jueces del
Estado al que ese derecho pertenece, sin perjuicio de que las partes puedan alegar y probar la
existencia de la ley invocada. Si el contenido del derecho extranjero no puede ser establecido se
aplica el derecho argentino;
b) si existen varios sistemas jurídicos co-vigentes con competencia territorial o personal, o se
suceden diferentes ordenamientos legales, el derecho aplicable se determina por las reglas en
vigor dentro del Estado al que ese derecho pertenece y, en defecto de tales reglas, por el sistema
jurídico en disputa que presente los vínculos más estrechos con la relación jurídica de que se trate;
c) si diversos derechos son aplicables a diferentes aspectos de una misma situación jurídica o a
diversas relaciones jurídicas comprendidas en un mismo caso, esos derechos deben ser
armonizados, procurando realizar las adaptaciones necesarias para respetar las finalidades
perseguidas por cada uno de ellos.

b) Si existen varios sistemas jurídicos co-vigentes, el derecho aplicable se determina por las reglas
en vigor dentro del estados al que pertenecen. Si la norma da la solución, se aplica esa norma.
Hay que aplicar el derecho que mayor vinculación tenga con el caso, y eso depende de cada caso.
Por ejemplo: En Estados Unidos hay un ordenamiento jurídico diferente en cada estado, además
del federal, entonces según cuál de estos ordenamientos de la solución al caso, se aplica ese.
c) Hay que buscar la forma en que todos esos derechos funcionen armónicamente y depende de
cada caso, no hay una regla general.

En primer lugar, trata el alcance que tiene el derecho extranjero. En tal sentido la norma pone en
cabeza del juez el deber de determinar el contenido e impone el parámetro de interpretación al
decir que debe hacerse como lo harían los jueces del Estado al cual pertenece el derecho. Así, al
decir la norma que el juez debe establecer el contenido de la norma, el Código recepta el criterio
de la aplicación de oficio del derecho extranjero por parte del juez y va más allá establecer que el
derecho extranjero debe aplicarse en la forma en que lo aplicaría el juez de donde proviene dicho
derecho en una clara recepción de la teoría del uso jurídico.
Si bien el juez debe aplicar de oficio el derecho extranjero, el código mantiene la previsión que
existía en el art. 13 del Código Civil de habilitar a las partes a invocar y probar el derecho
extranjero. Por último, con relación a este punto, la norma prevé, como alternativa residual, que si
el derecho extranjero no puede ser establecido se aplicará el derecho argentino. Esta parte de la
norma debería funcionar en forma excepcional y no como regla ya que, de otro modo, se estaría
desnaturalizando la función del derecho internacional privado.
En segundo lugar, el código trata el problema de covigencia normativa, tanto en materia territorial
como personal. El código establece un sistema subsidiario en donde, en primer lugar, se deben
tener en cuenta las reglas que utilice el propio derecho aplicable y en segundo el sistema jurídico
que presente los vínculos más estrechos con el caso.
Es claro que si, como dice el párrafo anterior, el juez debe aplicar el derecho como lo haría un juez
del lugar de donde proviene dicho derecho, las reglas allí establecidas para la determinación y
elección del derecho aplicable en casos de covigencia es la regla más cercana y clara que podemos
encontrar.
Ahora, como el legislador sabe que es posible que la norma extranjera no haya previsto una
solución, previó como alternativa aplicar el sistema jurídico que presente los vínculos más
estrechos con el caso.
Por último, ante supuestos de depeçage (es decir de aplicación de diferentes derechos a distintos
aspectos de la situación jurídica), el código promueve la armonización desde la adaptación
buscando una solución que sea armónica y respetuosa de todos los derechos involucrados.

En conclusión, cualquiera que sea el rol que se le asigne al tribunal en la averiguación del
contenido de la ley extranjera, no se puede soslayar que el juez no está obligado a conocer las
normas extranjeras designadas por nuestra norma de conflicto como aplicable al caso. Su función y
el rol de las partes se equilibran, al ser primordial la carga de la prueba que pesa sobre estas
últimas. Todos los medios de prueba son admisibles y el juez de oficio no sólo puede, sino que
debe investigar con la condición de observar el principio contradictorio. Pero cuando la
averiguación intentada por todos los medios al alcance del tribunal y partes resulta imposible, en
el caso de la legislación argentina, se debe resolver según la lex fori.
No se puede ignorar que la función instructoria del tribunal que averigüe el contenido del derecho
extranjero no puede ser igual en materias dispositivas y en las que son de orden público. Cuando
en las primeras la parte no prueba el contenido del derecho extranjero, el juzgador debe decidir
con los elementos que obran en el expediente, pues de lo contrario está supliendo la actividad
probatoria de las partes y produciendo una desigualdad en un procedimiento que se entiende es
entre iguales. Cuando la materia es de orden público como el derecho de trabajo y el derecho de
familia, la actividad desplegada por el tribunal no es sino una consecuencia de la protección de la
parte débil en el proceso y que merece ayuda.
Si bien la Corte Suprema ha sostenido, como ya se expresara , que la Convención Interamericana
sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado no impone a los jueces el deber de
investigar oficiosamente el contenido e interpretación del derecho extranjero, pues dicha carga
continúa pesando sobre la parte que invoca el derecho extranjero, sin perjuicio de las medidas que
se pudieran adoptar en los supuestos de duda sobre puntos suficientemente invocados y
controvertidos, dicha Convención, con el concepto reforzado por el CCCN, parece cambiar el
criterio por lo que los jueces deben realizar la investigación correspondiente.
La interpretación de la ley extranjera cuyo contenido ha sido establecido corresponde al tribunal,
teniendo en cuenta la interpretación que le asigna el juez extranjero.
CLASE 14/9: Fallo Reef.

CASO REEF EXPLORATION.

Reef Texas es una empresa de exploración de petróleo y gas, y crea Reef Argentina. Que, a su vez,
se asocia con Compañía General de Combustibles.
Hacen una exploración y encuentran gas, pero Reef solo estaba interesada en la exploración, no en
la explotación. Entonces, buscaron interesados en explotar ese gas, por lo cual Reef buscó
interesados en Texas y Compañía General de Combustibles buscó en Argentina.
Como no encontraron ningún interesado, Compañía general de combustibles compra el 100% del
paquete accionario de Reef Argentina SA, pero por un tema impositivo lo hacen como “Compañía
general de Combustibles Panamá”. Después Compañía General se lo vende a Shell por 150
millones de dólares (a espaldas de Reef, cuando Reef le vendió el paquete accionario por 48
millones).
El contrato de compraventa de acciones se hace con ley aplicable Texas y con jurisdicción aplicable
de un tribunal arbitral texano. El contrato de UPSTREAM se hizo con ley aplicable Argentina.
Reef inició un arbitraje contra Compañía general de Combustibles Panamá y Argentina,
denunciando por fraude, alegando que Compañía general tenía una obligación fiduciaria de
informar a Reef SA del interés de Shell en comprar.
En el procedimiento arbitral, tienen un panel de 3 árbitros, uno lo propone el demandado, otro el
demandante y los dos árbitros a su vez proponen el tercero. Compañía general de combustibles
solo aparece para designar el árbitro, cuestionó la competencia del tribunal y después no aparece
más en todo el proceso.
Luego presenta una demanda de inhibitoria en Argentina: se le pide al juez que se declare
competente y le solicita al otro juez que remita el expediente al juez competente.
El tribunal arbitral de Texas condenó a Reef Panamá y Reef Argentina (como garante) a pagar 150
millones de dólares. Conociendo esta sentencia, se retiraron todos los bancos de la mesa de
negociación y el grupo Soldati tuvo que concursarse.
Reef SA tiene que reconocer y ejecutar una sentencia extranjera en Argentina, y en Argentina
existe una decisión de la cámara diciendo que el tribunal competente es argentino.
¿Le conviene a Reef SA sortear el expediente o pedir conexidad con esa inhibitoria?
Reef pidió conexidad: el juez de primera instancia entendió que el contrato aplicable era el de
compraventa de acciones y no el de UPSTREAM. Entonces, apoyan al juez que entendió como era
la cosa (fue la idea detrás de esta estrategia), para que le diga a la cámara que se equivocó.
Sin embargo, el juez se enfermó y pide licencia, entonces no sirvió de nada la estrategia.
El juez de concurso recibió la demanda, pero no se puede pedir la ejecución porque está en
concurso, por lo cual lo máximo que se puede hacer es reconocer la sentencia extranjera pero no
hay posibilidad de ejecución porque no hay contenido patrimonial.
Vuelve a la inhibitoria, se sigue sosteniendo la postura.
¿Se puede o no verificar un crédito si todavía no tiene contenido patrimonial?
Reef si o si tenía que verificar de forma tardía, porque si se cumple el plazo de 2 años, quedaban
afuera.
Reef apela y el fallo de cámara dice que la inhibitoria es una invitación a declinar la competencia. El
tribunal arbitral no contestó enseguida, sino que recién con la resolución. Entonces la cámara
reconoció la sentencia extranjera.
Compañía general de combustibles iba a apelar por recurso extraordinario, pero al final llegaron a
un acuerdo y desistieron del recurso.

La Compañía Reef Exploration es una compañía de Texas de Estados Unidos que se dedica a la
exploración y explotación de petróleo y gas en distintos lugares del mundo. Hizo una inversión
para explorar pozos de gas en Argentina. Para poder hacerlo compró una empresa local, a la que le
cambió el nombre por “Reef Argentina SA” y se asoció con una empresa que se dedica a lo mismo
en el ámbito local que es Cía. Gral. de Combustibles. El vínculo entre CGC y RA S.A. estaba
materializado en contratos de up-string, que son contratos que se usan en la industria petrolera
para regular las obligaciones de las pates cuando trabajan juntas en un proyecto de explotación o
explotación. La ley aplicable era ley argentina y jurisdicción competente era la de los tribunales
comerciales en CABA. Entre las dos lo que hicieron fue realizar proyectos de exploración buscando
pozos de petróleo y gas en Argentina, sobre todo en el norte del país. Finalmente encontraron un
pozo de gas enorme, tras lo cual Reef dijo que hasta ahí llegaba la asociación, porque no quería
compartir con CGC la explotación. Reef quería vender, por eso buscó interesados en Texas y le
pidió a CGC que buscara interesados en Argentina. Entonces hicieron dos data-rooms, en TX y otro
en Argentina. En el de Texas (manejado por Reef) no hubo interesados y en Argentina (manejado
por CGC) solo Shell Argentina por un tiempo y al final no compró. Entonces se reunieron el
presidente de CGC con el de Reef y ofreció comprar el 100% del paquete accionario de Reef
Argentina. Celebraron un MOU (memorándum of understanding) en que se establece una línea
para llevar adelante un new diligence, un proceso antes de la compra de una empresa para pedir
toda la información relevante y verificar que no haya pasivos ocultos, etc. Pasado ese proceso, se
transfieren las acciones y se paga el precio. Así funciona. En el caso, un miércoles Reef vendió a
CGC el 100% del paquete accionario, que en verdad, y por razones impositivas, se le vendió a CGC
Panamá y no CGC Argentina, poniendo a CGC Argentina como garante del cumplimiento de la
operación. El viernes de la misma semana, CGC Argentina le vendió el paquete accionario a Reef
Argentina S.A., cobrando 150 millones de USD más de lo que le había pagado a Reef por ese
contrato de compraventa. El contrato firmado entre Reef y CGC tenía como ley aplicable Texas y
jurisdicción competente en tribunales arbitrales con sede en Texas (American Arbitration
Association). Shell Argentina terminó comprando CGC, cosa que CGC le ocultó a Reef. Reef inició
un procedimiento arbitral contra CGC ante la AAA en Texas. Como la venta fue hecha a espaldas de
Reef, en virtud de la ley texana, Reef invocó fraude por ruptura del deber fiduciario (en el caso,
negociar a espaldas para conseguir un negocio propio y no informar del interés de Shell).
Normalmente los procedimientos arbitrales tienen un panel de 3 árbitros (actor propone,
demandado propone y árbitros designados proponen un 3er árbitro que hace de presidente del
tribunal). Cuando se notificó a CGC la demanda arbitral, esta se presentó, designó árbitro,
cuestionó la competencia del tribunal arbitral y luego no se presentó más en el proceso. En
paralelo, planteó una inhibitoria en la justicia argentina. Una inhibitoria procesal es un planteo que
se puede hacer a un juez que se considera competente para que se haga cargo del caso y le diga al
juez interviniente que se abstenga de conocer en el caso y le remita las actuaciones. Si el juez está
de acuerdo se comunica con el otro juez y le pide que le remita las actuaciones; a su vez, si este no
está de acuerdo insiste (puede apoyarse en los argumentos del actor para llegar a esa conclusión),
tras lo cual el juez al que se la planteó la inhibitoria también puede insistir en su competencia. En
este caso, se remiten las actuaciones a un tribunal superior que resuelva. El problema es que a
nivel internacional ese tribunal superior no existe. CGC invocó los contratos de up-string, por lo
que en primera instancia el juez rechazó la petición diciendo que esos contratos no tienen que ver
porque de lo que se trata es de la compraventa. CGC apeló y la Cámara les dio la razón, por lo que
CGC libró exhorto al tribunal texano informando del reconocimiento de la justicia argentina de su
propia competencia. El tribunal texano decidió resolver la cuestión de la competencia al momento
de dictar el laudo (teoría del competence-competence). El laudo arbitral fue unánime contra CGC
Panamá y CGC Argentina en carácter de garante, condenándola a pagar 150 millones de USD. Reef,
por su parte, tenía que ejecutar el laudo en Argentina porque CGC tenía los bienes en Argentina.
Mientras, el Grupo Soldati estaba realizando una renegociación privada de pasivos con bancos
acreedores, que tras la noticia en Ámbito Financiero de la condena de CGC se vio interrumpida
porque los acreedores se retiraron de la mesa de negociación. El Grupo Soldati se vio obligado a
concursarse. A la vez, Reef se enfrentó con el dilema de sortear expediente y que vaya a cualquier
juez o pedir conexidad con la inhibitoria. Pidió conexidad porque el juez de primera instancia le
había dado la razón pero ese juez se enfermó y vino un subrogante, con lo cual esa táctica se vio
frustrada. En paralelo, llegó al juzgado de la inhibitoria el pedido de reconocimiento de ejecución
de sentencia extranjera. Como se pide ejecución, la sentencia tiene contenido patrimonial. Como
CGC está en proceso concursal, se ve atraída por el fuero de atracción del concurso y debe ir al
concurso. El juez de concurso recibió la demanda y dijo que se estaba pidiendo el reconocimiento
de sentencia extranjera, mas no su ejecución, porque en el concurso no se puede ejecutar de
forma individual al deudor, por lo que el proceso a lo más que puede llegar es a reconocer la
sentencia, y una vez hecho esto el acreedor puede ir al concurso a verificar su crédito. Entonces, si
no hay ejecución no hay contenido patrimonial, si no hay contenido patrimonial no hay fuero de
atracción y devuelve la demanda al juzgado de la inhibitoria. El juzgado insistió y mandó a cámara.
La cámara resuelve que quede en el juzgado de la inhibitoria. ¿Reef debe verificar su crédito antes
de que la sentencia esté reconocida? Se presenta a verificar, porque si lo hace en el plazo de dos
años de la verificación tardía debe pagar las costas del incidente, y si no tiene sentencia (de
primera instancia, de cámara y de Corte) en el plazo de dos años luego no podría hacerlo. Primera
instancia rechazó el exequátur por la inhibitoria (el reconocimiento de la sentencia extranjera).
Reef apeló y la Cámara hizo lugar al pedido de reconocimiento. CGC planteó recurso
extraordinario. Mientras tanto, las partes llegaron a un acuerdo y CGC desistió del recurso.
Buscan alguien que comprara los permisos para que pudiera continuar con la explotación del pozo
por lo tanto hizo un dateroom- donde se ofrece a los compradores- y le pidió a Compañía General
de combustibles que hiciera lo mismo en Argentina. En un momento Shell parecía interesada, pero
luego no hizo oferta. En medio de eso, en EEUU tampoco apareció ningún potencial comprador. En
ese momento el dueño va a visitar al dueño de REEF y le ofreció comprarle el 100% del paquete
accionario. Hubo negociación, se hizo una verificación de cuestiones ocultas, y luego de ello la
compañía general de combustibles, le dijo que por un tema impositivo en vez de que sea Compañía
general argentina si podía ser Compañía general combustibles Panamá. Siendo ellos garantes de
esa compañía.
Normalmente cuando se compran acciones de una empresa que no cotiza en bolsa, siempre hay
riesgo de que te vendan un “buzón”, de que haya algo oculto. Debida diligencia. Cuando se
compra entonces este tipo de paquetes que al no cotizar en bolsa y no brindar información a la
bolsa, a la autoridad de supervisión, se supone que toda la información que necesita un eventual
inversor, está disponible en el mercado. De lo contrario no hay información disponible en el
mercado sobre su funcionamiento. Entonces no se sabe si tomo un crédito, si no paga a
proveedores, trabajadores, etc. Entonces una vez que compraste el paquete accionario ya está, la
plata ya está invertida. Podes llegar a perder esa inversión.
Firmas un MEMORANDUM DE ENTENDIMIENTO. Normalmente está en inglés. Durante x días se
van a revisar las cuentas para ver si la compra o no. Siempre de esto deriva un acuerdo de
confidencialidad porque va a tener acceso a toda la información. Una vez que está clara la
información, la tranquilidad de estar frente a algo que sea un buen negocio, se firma un CIERRE DE
LA OPERACIÓN- CLOSING, ese día se da un precio.
Esto sucedió en el caso “REEF”- le vendió el 100% a Compañía General de Combustibles Panamá,
ese mismo día esta compañía se lo vendió a SHELL por 200.000.000 de dólares, mientras que lo
había comprado a 48.000.000 de dólares.
El contrato de compra venta tenia ley aplicable y prorroga de jurisdicción a favor de Texas y la
jurisdicción a favor de la Asociación Americana de Arbitraje, con sede en Texas EEUU. Por lo tanto,
si había algún conflicto, debía resolverse frente a tribunales arbitrales texanos.
REEF: demandó a ambas compañías, basado en fraude según la Ley de Texas. El fraude incluye la
obligación del deber fiduciario en cuanto al deber del apoderado, había una especie de violación al
mandato porque esta compañía oculto la intención de SHELL fraudulentamente a REEF. REEF inició
el proceso arbitral, propuso un árbitro cuando notificó a Compañía General Combustibles quien se
presento ante el tribunal arbitral, propuso un arbitro y dijo que era incompetente el tribunal. Esos
dos árbitros designaron a un tercero y comenzó el proceso.
La compañía inició recurso de inhibitoria en Argentina. El juez rechazo la inhibitoria. Apeló y en
Cámara le dieron la razón. Corresponde que el juez competente sea el Argentino. Con esta
resolución, envió un exhorto al tribunal arbitral de Texas, el cual expresó que prorroga la discusión
de la competencia hasta el momento del dictado de la sentencia y siguieron adelante con el
proceso. Se produjo toda la prueba, se notificó a ambas partes de las etapas del proceso y
finalmente dictó el laudo. Lo primero que hizo fue analizar su propia competencia. Dicto el laudo y
REEF vino a Argentina con la sentencia a Argentina, el laudo publicado en ámbito financiero. La
Compañía es parte de un grupo económico importante de Argentina “Soldati”. Estaba en medio de
una negociación con los acreedores y al ver esto se echaron atrás.
Comienza el proceso de concurso. REEF solicita el reconocimiento de la sentencia extranjera, del
laudo.
Art. 517 CP: uno de los requisitos que se plantea para reconocer sentencia extranjera es que no
sea contraria a una sentencia local.
Se plantea uno de los problemas: hay que iniciar reconocimiento extranjero. ¿Dónde lo inicio? En
el mismo juzgado o en el que reconoció la inhibitoria. En el caso se pide la conexidad, porque el
juez de primera instancia rechazó la inhibitoria, sostuvo que el contrato aplicable era el contrato
de compra venta. Fue la cámara la que dio vuelta esa decisión. Que mejor forma de tener un juez
de “buen humor” y que simpatice con tu reclamo, entonces que ese juez pueda reforzar la postura
y demostrar que se trabajo bien. En paralelo corría el plazo del Art. 32 del concurso. Cuando se
inició la demanda invocando la conexidad, el juez verifico los elementos para el fuero de atracción
(patrimonial, extranjero), el juez del concurso dijo NO, que no se puede tramitar en ese proceso la
ejecución porque no fue tramitada en el concurso. Solo puede pedirse el reconocimiento, y es un
juicio sin elemento patrimonial. Una vez que se reconozca la sentencia ahí si debe presentarlo en
el proceso para cobrar el crédito.
El juez de origen insistió con que tiene contenido patrimonial y lo envió a la Cámara la cual dijo que
no hay contenido patrimonial, solo se está pidiendo el reconocimiento de la sentencia, por lo
tanto, tiene que tramitar ante el juzgado de origen.
Mientras esto tramitaba, se vencía el plazo del Art. 32 y se planteó otro dilema, si hay que verificar
o no el crédito.
En un concurso o quiebra, la lógica es que son procesos universales a los cuales van todos los
acreedores del deudor, hay un determinado plazo previsto. Se designa un sindico y ante él, hay
que llevar toda la documentación sobre el crédito para verificarlo y vencido el plazo ya no se
podrá. Ya hay una presunción en contra en el proceso de verificación y se sabe que el crédito no va
a ser reconocido hasta tanto no tenga sentencia. La verificación tardía también tiene un plazo,
antes de que se cumplan los 2 años. En primera instancia se rechazo por la inhibitoria que dice que
el juez argentino es el competente y no el texano. Cuando primera instancia dictó la sentencia (los
expedientes tienen que ir al Fisco para comprobar si se pagó bien la tasa de justicia o no) el monto
era indeterminado de tasa de justicia y el Fisco dijo que $70 no era acorde, reclama entonces el 3%
sobre el crédito.
Reef no tuvo que pagar ese monto porque la Cámara ya había dicho que el juicio solo busca el
reconocimiento y no busca la ejecución, no queda absorbido por el fuero de atracción del
concurso, entonces la tasa de justicia de monto indeterminado $70, es porque no tiene elemento
patrimonial y es solo reconocimiento. El expediente luego pasó a la Cámara y ahí la Cámara dio
vuelta la sentencia. La Cámara planteó que la inhibitoria no funciona internacionalmente porque
no hay un Tribunal Superior común a ambos, entonces ya de por si estuvo mal planteada y
utilizada. Cuando el demandado se presenta ante el Juez B y le dice usted es competente y el Juez
B lo remite al Juez A, es una invitación, puede rechazarlo. En este caso lo que ocurre no es una
sentencia firme. La inhibitoria es una invitación, no una sentencia firme y el laudo o la sentencia es
la contestación a esa invitación. Ahora como jurisdicción argentina tienen que ver si coinciden o no
con esa respuesta y coincidió. Hizo lugar al reclamo de REEF. La Compañía presentó recurso
extraordinario y mientras tramitaba las partes llegaron a un arreglo y la Compañía desistió del
recurso.

Clase 17/09: Arbitraje.

Concepto. En palabras de Emmanuel Gaillard, el arbitraje es el “método normal de solución de


controversias internacionales, [que] sólo puede considerarse ‘alternativo’ en una concepción
anticuada en la que todo lo que no es de origen estatal es alternativo.
Fuentes del arbitraje comercial internacional.
- Fuentes de derecho interno. A partir de la sanción de la LACI, Argentina pasó a contar con un
sistema “dual” de fuentes de derecho interno, en el que se regula, por un lado, el arbitraje local o
doméstico (códigos procesales de cada jurisdicción argentina, CCCN, arts. 1649/1665) y por el otro,
el arbitraje comercial internacional (ley de arbitraje comercial internacional).
- Fuentes de derecho internacional. En materia de convenciones y tratados internacionales
ratificados por la Argentina cabe señalar como fuentes del arbitraje comercial internacional: Los
Tratados de Derecho Procesal Internacional de Montevideo de 1889; La Convención sobre el
Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras celebrada en Nueva York
en 1958; La Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional de Panamá de
1975 y la Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos
Arbitrales Extranjeros de Montevideo de 1979; El Acuerdo sobre Arbitraje Comercial Internacional
del MERCOSUR, etcétera.

Conforme al art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, que recepta el principio de primacía del
derecho internacional convencional reflejado en el art. 27 de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados (ratificada por la Argentina), los tratados internacionales, una vez
ratificados, prevalecen por sobre las leyes nacionales o provinciales. Por lo tanto, si la cuestión que
se suscita entre partes en relación al arbitraje se encuentra bajo el ámbito de aplicación de alguno
de los tratados ratificados por la Argentina, el mismo desplaza la normativa de arbitraje de fuente
interna. Asimismo, el artículo 1 de la LACI reconoce este criterio de forma expresa.

El carácter comercial e internacional del arbitraje.


La LACI se aplica a los arbitrajes comerciales internacionales con sede en Argentina, y rige la
materia en forma exclusiva. A partir de ello, cabe entonces abordar el carácter “comercial” e
“internacional” de un arbitraje.
Respecto del carácter “internacional”, en su artículo 3° establece que un arbitraje es internacional
si:
a) Las partes en un acuerdo de arbitraje tienen, al momento de la celebración de ese acuerdo, sus
establecimientos en Estados diferentes; o
b) Uno de los siguientes lugares está situado fuera del Estado en el que las partes tienen sus
establecimientos:
I. El lugar del arbitraje, si éste se ha determinado en el acuerdo de arbitraje o con arreglo al
acuerdo de arbitraje;
II. El lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación comercial o
el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más estrecha.

Es importante destacar el elemento temporal contenido en la norma: el momento pertinente para


evaluar los establecimientos de las partes es el de la conclusión del acuerdo de arbitraje, y no el de
la controversia. En aras de promover cierta previsibilidad y estabilidad se estipuló que, si en ese
momento tenían sus establecimientos en Estados distintos, el arbitraje debe ser considerado
internacional, incluso si han pasado a tener sus establecimientos en un mismo Estado con
posterioridad a ello.
En lo que hace al carácter comercial del arbitraje, el artículo 6 de la LACI dispone que se
considerará que es comercial cualquier relación jurídica, contractual o no contractual, de derecho
privado o regida preponderantemente por él en el derecho argentino. En su última parte, prevé
que la interpretación será amplia, y en caso de duda, deberá juzgarse que se trata de una relación
comercial.

Arbitraje de derecho y de equidad o por amigable componedor.

El arbitraje puede ser de derecho, entendiéndose por tal aquél en que el árbitro debe decidir la
cuestión conforme a las leyes de un ordenamiento jurídico determinado; o de equidad o de
amigable componedor, donde el árbitro lauda conforme a su leal saber y entender, según los usos
y costumbres, de acuerdo al principio de buena fe, como cualquier persona común con experiencia
en esa actividad lo hubiera hecho. Tanto la LACI como el CCCN y el CPCCN regulan esta cuestión.

En el arbitraje de equidad o de amigable componedor, el árbitro no posee poderes ilimitados, ya


que no podrá obviar la aplicación de las normas imperativas de derecho, sino sólo las normas
supletorias o dispositivas. En la esfera del derecho internacional privado, autorizar al árbitro a
decidir ex aequo et bono ante un caso con elementos internacionales no lo releva de encontrar el
ordenamiento jurídico aplicable al caso que habrá de indicar (i) si la facultad de resolver el litigio de
esa manera, y no según derecho estricto, está o no permitida; y (ii) si la solución alcanzada por el
amigable componedor es compatible o no con el ordenamiento jurídico respectivo.

Arbitraje institucional y ad hoc.

El arbitraje puede ser institucional o ad hoc, de acuerdo a lo que las partes establezcan en ejercicio
de la autonomía de sus voluntades. Lo que distingue a una clase de la otra es la intervención de
una institución especializada administradora en el procedimiento arbitral.

En los arbitrajes ad hoc, las partes definen todos los aspectos necesarios para que se pueda llevar a
cabo el procedimiento arbitral, sin la intervención de ninguna institución arbitral. Son las partes las
que se encargan de definir la conformación del tribunal arbitral, y establecer las pautas bajo las
cuales este conducirá el procedimiento. Es posible que definan por su cuenta las reglas procesales
a utilizar, o que acuerden regir el proceso bajo un reglamento de arbitraje existente. Los arbitrajes
institucionales son aquellos que se llevan a cabo con el respaldo de una institución arbitral, a la
que las partes en una controversia le reservan cierta autoridad decisoria sobre etapas y aspectos
particulares del proceso, para facilitar su desarrollo, de conformidad con un conjunto de reglas.
Generalmente, los arbitrajes institucionales se conducen bajo las reglas de la propia institución
arbitral que intervenga en cada caso (por ejemplo, un arbitraje administrado por la Cámara de
Comercio Internacional se conduce bajo su Reglamento de Arbitraje de 2012, modificado en 2017).
Sin embargo, algunas instituciones arbitrales admiten con frecuencia administrar arbitrajes bajo el
ya mencionado Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI.

El acuerdo arbitral

Si bien existen amplias discusiones sobre la naturaleza jurídica del arbitraje, su origen convencional
es universalmente aceptado en la actualidad, ya que sin acuerdo de partes, no puede existir un
arbitraje comercial internacional que se repute como válido. Dicho acuerdo debe contener la
intención común de partes de someter a arbitraje una disputa actual o futura, que se derive de una
relación jurídica. En este sentido, el acuerdo arbitral no es ni más ni menos que un contrato.

El CCCN establece en su art. 1649 que “hay contrato de arbitraje cuando las partes deciden
someter a la decisión de uno o más árbitros todas o algunas de las controversias que hayan surgido
o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no
contractual, de derecho privado en la que no se encuentre comprometido el orden público”.

Cláusula compromisoria es cuando se pacta antes de la controversia, compromiso arbitral es


pactado luego de la controversia (no se usa esta distinción en materia de arbitraje comercial
internacional, se habla de acuerdo arbitral englobando los dos términos, para el arbitraje
doméstico sí porque el Código Procesal le asigna otro sentido)

Validez del acuerdo arbitral

Según Roque Caivano, para establecer qué normativa rige las condiciones de validez del acuerdo
arbitral se debe privilegiar la elección que las partes hubiesen efectuado al respecto y, a falta de
ésta, será aplicable la ley de la sede del arbitraje. Esta solución es compartida por la doctrina
mayoritaria.

En particular, el artículo 15 establece que el acuerdo de arbitraje deberá constar por escrito, y que
“se entenderá que el acuerdo de arbitraje es escrito cuando quede constancia de su contenido en
cualquier forma. La LACI requiere la forma escrita como presunción de validez de la cláusula
arbitral. El fundamento de este requisito es doble: se basa en la necesidad de asegurar que las
partes efectivamente acordaron someter una disputa a arbitraje (función interna), y en la
evidencia de la existencia de dicho consentimiento (función externa).
El acuerdo arbitral debe establecer la exclusividad de la jurisdicción arbitral. Es decir, pactar que la
competencia arbitral prevalece por sobre la estatal.

De igual manera, aunque el acuerdo arbitral esté pactado, la controversia puede terminar siendo
resuelta por un tribunal estatal si las partes así lo desean.

Arbitrabilidad. No toda controversia es susceptible de ser sometida a arbitraje conforme al


ordenamiento jurídico argentino. Esta cuestión es de fundamental relevancia, ya que si el objeto
de un acuerdo arbitral no puede ser sometido a arbitraje, su validez material se verá
comprometida. Sin perjuicio de que el tribunal arbitral ante el cual se someta una controversia
examinará esta cuestión, lo cierto es que los jueces estatales también podrán revisar que las
materias sometidas a arbitraje sean arbitrables: por ejemplo, al momento de considerar la acción
de anulación de un laudo arbitral.

En consecuencia, siguiendo el artículo 1649 del CCCN, la arbitrabilidad se circunscribe a aquellas


materias “de derecho privado en la que no se encuentre comprometido el orden público”. A su
vez, el artículo 1651 del CCCN dispone que no pueden someterse a arbitraje las siguientes
materias: (i) las que refieren al estado civil o la capacidad de las personas; (ii) las cuestiones de
familia; (iii) las vinculadas a derechos de usuarios y consumidores; (iv) los contratos por adhesión
cualquiera sea su objeto; y (v) las derivadas de relaciones laborales. El artículo 737 del CPCCN
establece que “no podrán comprometerse en árbitros, bajo pena de nulidad, las cuestiones que no
puedan ser objeto de transacción”.

Competencia de la competencia y autonomía del acuerdo arbitral

A efectos de resguardar la celeridad y la autonomía del proceso arbitral, se han elaborado dos
principios que en la actualidad parecieran ser universalmente aceptados en torno al arbitraje
comercial internacional:

A. El principio de la competencia de la competencia (Kompetenz-Kompetenz), por el que se


sostiene que el árbitro tiene potestad para decidir por sí mismo si una objeción de las partes a
su competencia es fundada o no. La falta de competencia puede basarse en que se ha
planteado ante el árbitro una cuestión no incluida en la cláusula compromisoria, o una cuestión
no susceptible de ser resuelta por arbitraje (por ejemplo, cuestiones que no se pueden transigir
conforme al art. 737 CPCCN, o de jurisdicción exclusiva de los tribunales nacionales) o porque se
alega la inexistencia o invalidez del contrato que contiene el acuerdo arbitral. Si el árbitro se
declara competente, llegado el momento de ejecutar el laudo ante los tribunales locales, se
podría alegar nulidad del laudo por incompetencia del tribunal que lo dictó. La LACI incorpora el
principio en el artículo 35, que establece que el tribunal arbitral estará facultado para decidir
acerca de su propia competencia, incluso sobre las excepciones relativas a la existencia o a la
validez del acuerdo de arbitraje (el CCCN lo recepta en el art. 1654).
B. El principio de autonomía del acuerdo arbitral sostiene que éste es una convención autónoma
que puede ser contemporánea o no al contrato principal, pero que no depende de éste último
en cuanto a su validez, a la ley aplicable, ni al juez dotado de jurisdicción internacional para
resolver una eventual controversia. Por lo tanto, si se alega la nulidad del contrato, ello no
alcanza necesariamente a la cláusula arbitral incorporada al mismo, y por lo tanto, no se ve
afectada la competencia del árbitro para resolver sobre la validez o invalidez del contrato (por
esta razón este principio se relaciona con el principio de la competencia de la competencia). Ello
es así en la medida en que el vicio no afecte la cláusula arbitral misma (por ejemplo, dolo, error
en el consentimiento, objeto ilícito del contrato), casos donde corresponderá al juez estatal
decidir en definitiva.

La aplicación del principio de la autonomía de la cláusula arbitral implica que el derecho que
regula la validez de la cláusula arbitral y por ende, la arbitrabilidad del litigio, no necesariamente
es el mismo que rige la relación jurídica sometida al arbitraje.

Sede del arbitraje. En primer lugar, la sede del arbitraje es el “lugar” donde se considera dictado el
laudo arbitral. En segundo lugar, determina qué tribunales actuarán como “tribunales de apoyo”,
por ejemplo para cuestiones tales como la constitución del tribunal arbitral; en la recusación de un
árbitro; para la ejecución de medidas cautelares y órdenes preliminares; en la ejecución del laudo
(sobre este punto es relevante destacar la falta de imperium de los tribunales arbitrales, reservada
de manera total a la justicia estatal); y en los recursos contra todas las decisiones del tribunal
arbitral. En tercer lugar, la elección de la sede juega un rol fundamental para determinar si una
materia es susceptible de ser sometida a arbitraje.

Respecto de la determinación de la sede arbitral, la LACI adopta el criterio universalmente


aceptado en su artículo 65: las partes pueden elegir libremente la sede del arbitraje. En caso que
las partes no hayan acordado sobre este respecto, la solución debe buscarse, en las normas del
reglamento al que las partes se hubiesen sometido.
Derecho aplicable a la existencia del tribunal arbitral y sus actuaciones (la lex arbitri). Cuando las
partes de un acuerdo arbitral escogen una sede arbitral, deciden resolver sus controversias
sujetándose a las normas “procesales” de ese ordenamiento jurídico. La ley aplicable al proceso, o
lex arbitri, no es necesariamente la que rige la sustancia o el fondo del litigio, ni tampoco la que
determina específicamente el tiempo o modo en que los actos procesales deben cumplirse. La lex
arbitri define aspectos tales como las ya referidas condiciones de validez del acuerdo arbitral, la
materia arbitrable, los estándares mínimos de procedimiento tendientes a garantizar el debido
proceso, el grado de intervención de los tribunales judiciales sobre el arbitraje, las cualidades
básicas que deben reunir los árbitros, los requisitos de validez del laudo o el modo y las causas por
las cuales un laudo puede recurrirse.

La ley aplicable al arbitraje no da la solución de conflicto sino que establece los estándares bajo los
cuales se realizará el arbitraje. La ley aplicable al procedimiento arbitral es la que establecerá la
forma o las cuestiones de procedimiento.

Se podría decir que el derecho aplicable se divide en tres, lex arbitri, ley aplicable -al fondo de la
controversia- y ley procesal.

Medidas cautelares

El CPCCN prohíbe expresamente a los árbitros “decretar medidas compulsorias, ni de ejecución”,


disponiendo que “deberán requerirlas al juez y éste deberá prestar el auxilio de su jurisdicción para
la más rápida y eficaz sustanciación del proceso arbitral”. Esta disposición refleja la idea de que la
falta de imperium de los árbitros implica que ni siquiera pueden “dictar” medidas cautelares. Sin
embargo, como bien se ha señalado, la norma debe ser entendida no como un impedimento a los
árbitros para “resolver sobre la procedencia de la medida cautelar” sino como la prohibición de
ejecutarla por sí mismos cuando para ello sea necesario ejercer compulsión.

la sanción de la LACI eliminó toda duda posible en torno al arbitraje comercial internacional. Esta
última prevé en su artículo 38 que, salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral
podrá, a instancia de una de ellas, otorgar medidas cautelares. Asimismo, el artículo 56 dispone
que toda medida cautelar ordenada por un tribunal arbitral se reconocerá como vinculante y, salvo
que el tribunal arbitral disponga otra cosa, será ejecutada al ser solicitada tal ejecución ante el
tribunal competente.
Ahora bien, la LACI establece como requisitos para el otorgamiento de una medida cautelar (salvo
para la prevista en el último inciso del artículo 39), que la parte requirente “convenza al tribunal”
de que: (i) de no otorgarse la medida es probable que se produzca algún daño no resarcible
adecuadamente mediante indemnización, que sea notablemente más grave que el que pueda
sufrir la parte afectada por la medida, en caso de ser ésta otorgada; y (ii) existe una posibilidad
razonable de que su demanda sobre el fondo del litigio prospere.

Recursos contra el laudo

El control judicial sobre el arbitraje internacional puede ejercerse en dos instancias: (1) por parte
del Estado donde se desarrolla el proceso arbitral y donde se emite el laudo, al conocer de los
recursos en contra dicha decisión, y (2) posteriormente, por parte del juez nacional ante quien se
presente el laudo extranjero para su reconocimiento y ejecución (estas son las maneras de actuar
cuando se está en contra de un laudo).

Respecto a la primera instancia de control, la LACI prevé como único recurso contra el laudo, la
petición de nulidad. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 13 de la LACI, el tribunal
competente para entender en un recurso de nulidad contra un laudo arbitral será la Cámara de
Apelaciones con competencia en lo comercial de la sede del arbitraje. El laudo arbitral sólo podrá
ser anulado por las causales taxativamente enunciadas en el artículo 99 de dicha Ley. Entre tales
causales que la parte requirente deberá probar se incluyen: (i) la incapacidad o restricción a la
capacidad de alguna de las partes o invalidez del acuerdo arbitral; (ii) defectos en la designación
de un árbitro que hubieren afectado el derecho de defensa de una de las partes; (iii) que el laudo
se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene decisiones que
exceden los términos del acuerdo de arbitraje; y (iv) defectos en la conformación del tribunal
arbitral o el procedimiento arbitral. Por otra parte, el tribunal podrá anular el laudo si comprueba:
(i) que el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje; o (ii) que el laudo es contrario al
orden público argentino.

El artículo 100 de la LACI fija un plazo de treinta días para la presentación de la “petición de
nulidad”. Dicho plazo se contará desde la fecha de la recepción del laudo o, desde la fecha en que
el tribunal arbitral resuelva la solicitud de interpretación del laudo –en caso que se solicitarse–.

RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE LAUDOS ARBITRALES


Un laudo arbitral no es ni más ni menos que el resultado del ejercicio jurisdiccional de un tribunal
arbitral, y en este sentido, debe ser presentado como una decisión obligatoria. En efecto, esa
obligatoriedad se concreta con las acciones que habilitan la posibilidad de hacer cumplir
coactivamente sus efectos. Lo distinto que tiene el laudo arbitral a una sentencia judicial es que el
laudo no tiene poder de imperio. Es decir, la sentencia judicial goza de ejecutoriedad, el Estado
puede ejecutar la sentencia de forma coactiva. En el caso del laudo arbitral, éste es obligatorio,
pero en caso de no ser cumplido requerirá la intervención de tribunales estatales.

Resulta necesario hacer una distinción entre (i) la ejecución de un laudo en el Estado donde el
tribunal arbitral que lo dictó tenía su sede, y (ii) la ejecución de un laudo en otro Estado distinto.
Asimismo, también es necesario dar cuenta de que el laudo en cuestión puede ser el resultado de
un arbitraje internacional, o de un arbitraje doméstico.

Cuando se trate de un laudo dictado en Argentina en un arbitraje doméstico, el proceso de


ejecución se regirá por las normas del código procesal aplicable de la jurisdicción correspondiente.
En particular, con base en el CPCCN, será ejecutable mientras no esté sujeto a las causales de
nulidad establecidas en los artículos sus arts. 760 y 761.

Siguiendo la redacción del artículo 102 de la LACI, cuando se trate de un laudo dictado en un
arbitraje comercial internacional, “cualquiera que sea el país en que se haya dictado, será
reconocido como vinculante y, tras la presentación de una petición por escrito al tribunal
competente, será ejecutado en conformidad con las disposiciones” de dicha Ley. Esto permite
inferir que un laudo dictado en Argentina en un arbitraje comercial internacional sería ejecutado
siguiendo las normas de la LACI y no las del código procesal aplicable de la jurisdicción
correspondiente.

Ahora bien; si el laudo se dictó en una jurisdicción extranjera, pero en un litigio puramente
nacional, en primer lugar, será necesario observar las normas del Tratado Internacional que fuera
aplicable. De acuerdo con el artículo 517 del CPCCN, en ausencia de un Tratado, dicho laudo será
ejecutable siempre y cuando: 1) el laudo haya sido dictado por un tribunal con competencia
basada en las normas del ordenamiento jurídico argentino sobre jurisdicción internacional (es
decir, arts. 1 del CPCCN y 2609 del CCCN, por lo tanto la materia se refiere a “derechos
patrimoniales” y es susceptible de ser resuelta por arbitraje); 2) la parte contra la que se solicita la
ejecución del laudo ha sido válidamente notificada y se ha respetado su derecho a ser oída; 3) el
laudo es válido y ejecutable en el lugar en que se dictó y cumple los requisitos de autenticidad
previstos en la legislación argentina; 4) el laudo no afecta los principios de orden público del
derecho argentino; y 5) el laudo no está en conflicto con otra decisión dictada antes o al mismo
tiempo por un tribunal argentino.

Clase 24/09: Reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras.

Cuando hay una sentencia dictada por un juez extranjero o un árbitro, esta no se reconoce
automáticamente en nuestro país porque el poder judicial deriva su poder de imperio del poder
soberano del Estado.

El art. 517 CPCCN se aplicará siempre que no haya un tratado internacional con el país del cual
proviene la sentencia. Si se trata de un arbitraje hay que ver si no hay un tratado con el país que
fue sede del arbitraje.

Algunos de los tratados internacionales más importantes de los que Argentina es parte son:

-La convención de Nueva York de 1958 (sobre reconocimiento de laudos arbitrales extranjeros).

-La convención de Panamá de 1975.

-Protocolo de “Las Leñas” (en el ámbito del Mercosur).

-Tratado de Montevideo.

-Etc.

Art. 517. - Las sentencias de tribunales extranjeros tendrán fuerza ejecutoria en los términos de los
tratados celebrados con el país de que provengan.

Cuando no hubiese tratados, serán ejecutables si concurriesen los siguientes requisitos:

1) Que la sentencia, con autoridad de cosa juzgada en el Estado en que se ha pronunciado, emane
de tribunal competente según las normas argentinas de jurisdicción internacional y sea
consecuencia del ejercicio de una acción personal o de una acción real sobre un bien mueble, si
éste ha sido trasladado a la República durante o después del juicio tramitado en el extranjero.

2) Que la parte demandada contra la que se pretende ejecutar la sentencia hubiese sido
personalmente citada y se haya garantizado su defensa.

3) Que la sentencia reúna los requisitos necesarios para ser considerada como tal en el lugar en
que hubiere sido dictada y las condiciones de autenticidad exigidas por la ley nacional.

4) Que la sentencia no afecte los principios de orden público del derecho argentino.
5) Que la sentencia no sea incompatible con otra pronunciada, con anterioridad o
simultáneamente, por un tribunal argentino.

1) -Que sea cosa juzgada: aquella sentencia que ya no puede ser recurrible, bien porque pasó el
tiempo para plantear la apelación, o bien porque se apeló y fue rechazada. En Argentina hay 2
tipos de cosa juzgada: formal y material. La cosa juzgada formal es la que surge de los
procedimientos ejecutivos en los cuales lo que se ejecuta es un título ejecutivo y que, por lo tanto,
el margen de discusión es acotado. En cambio, en la cosa juzgada material hay un proceso de
conocimiento, en virtud del cual se discutió todo lo que se podía discutir sobre el caso, entonces ya
no queda discusión futura.

El artículo se refiere más que nada a que haya cosa juzgada material.

-Se tiene que cumplir con el factor de jurisdicción argentina.

2) La importancia del respeto del ejercicio del derecho de defensa, y que es fundamental que se
pueda demostrar que hubo oportunidad de defensa si se pretende ejecutar la sentencia. Después,
si el demandado lo ejerció o no es su problema, pero lo importante es demostrar que tuvo forma
de defenderse.

3)Los requisitos que se piden en Argentina para que una sentencia sea considerada como tal, como
sentencia judicial. Por ej.: tiene que tener el nombre del expediente, tiene que tener una parte
resolutiva, tiene que tener fecha, fojas, la firma del juez, etc. Además, tiene que estar legalizada la
sentencia.

No es igual en todos los países: por ej.: en Corea del Sur los jueces tienen sellos específicos, pero
no firman. Entonces, no se puede pedirle a alguien que viene con una sentencia coreana para
ejecutarla en Argentina una firma del juez, porque la formalidad requerida en Corea es un sello
especial.

4)Que la sentencia no sea contraria al orden público es algo clave en el derecho internacional: por
ej. cuando en Arg. no existía el divorcio, muchas parejas se divorciaban en México, pero los
tribunales argentinos rechazaban las sentencias alegando que eran contrarias al orden público
porque Arg. era un país no divorcista.

5)Si ya hay una sentencia comenzada en el extranjero, no se puede reconocer al mismo tiempo en
Argentina.
Art. 518. - La ejecución de la sentencia dictada por un tribunal extranjero se pedirá ante el juez de
primera instancia que corresponda, acompañando su testimonio legalizado y traducido y de las
actuaciones que acrediten que ha quedado ejecutoriada y que se han cumplido los demás
requisitos, si no resultaren de la sentencia misma.

-Para pedir el exequátur se tiene que acompañar copia legalizada y certificada de todas las partes
del expediente que necesitemos.

-Para el trámite de los exequátur se aplican las normas de los incidentes.

Art. 519. - Cuando en juicio se invocare la autoridad de una sentencia extranjera, ésta sólo tendrá
eficacia si reúne los requisitos del artículo 517.

Artículo V de la Convención de Nueva York: SÓLO PARA SENTENCIAS Y LAUDOS ARBITRALES.

1. Sólo se podrá denegar el reconocimiento y la ejecución de la sentencia, a instancia de la parte


contra la cual es invocada, si esta parte prueba ante la autoridad competente del país en que se
pide el reconocimiento y la ejecución:

a) Que las partes en el acuerdo a que se refiere el artículo II estaban sujetas a alguna incapacidad
en virtud de la ley que le es aplicable o que dicho acuerdo no es válido en virtud de la ley a que las
partes lo han sometido, o si nada se hubiera indicado a este respecto, en virtud de la ley del país
en que se haya dictado la sentencia; (que hubiera habido un vicio en la voluntad al momento de
firmar el acuerdo del laudo arbitral: es importante porque lo que plantea es que la jurisdicción
arbitral es un acuerdo voluntario, y si hubo un vicio de la voluntad dicha jurisdicción no es válida).

b) Que la parte contra la cual se invoca la sentencia arbitral no ha sido debidamente notificada de
la designación del árbitro o del procedimiento de arbitraje o no ha podido, por cualquier otra
razón, hacer valer sus medios de defensa; (plantea si se ha violado el derecho de defensa de la
parte demandada, pero se refiere a que haya sido violado, no que la parte no lo haya ejercido. Por
ej.: en el caso Reef, Compañía General de Combustibles, se presentó ante el tribunal arbitral y
propuso un árbitro, pero después nunca más se presentó al proceso arbitral. Por lo cual no se le
limitó el derecho de defensa, sino que eligió no ejercerlo).

c) Que la sentencia se refiere a una diferencia no prevista en el compromiso o no comprendida en


las disposiciones de la cláusula compromisoria, o contiene decisiones que exceden de los términos
del compromiso o de la cláusula compromisoria; no obstante, si las disposiciones de la sentencia
que se refieren a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden separarse de las que no han sido
sometidas al arbitraje, se podrá dar reconocimiento y ejecución a las primeras; (está hablando de
cuestiones que excedan al arbitraje, es decir, al compromiso arbitral. Entonces por eso motivo hay
una violación a la autonomía de la voluntad. Si el laudo se puede dividir, se podrá reconocer la
parte para la cual se prestó conformidad, pero no la parte para la cual no se prestó conformidad).

d) Que la constitución del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al


acuerdo celebrado entre las partes o en defecto de tal acuerdo, que la constitución del tribunal
arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado a la ley del país donde se ha efectuado el
arbitraje;

e) Que la sentencia no es aún obligatoria para las partes o ha sido anulada o suspendida por una
autoridad competente del país en que, o conforme a cuya ley, ha sido dictada esa sentencia; (habla
de cosa juezgada).

2. También se podrá denegar el reconocimiento y la ejecución de una sentencia arbitral si la


autoridad competente del país en que se pide el reconocimiento y la ejecución, comprueba:

a) Que, según la ley de ese país, el objeto de la deferencia no es susceptible de solución por vía de
arbitraje; o

b) Que el reconocimiento o la ejecución de la sentencia serían contrarios al orden público de ese


país. (orden público como filtro siempre: juega un rol muy relevante. También si el objeto no es
susceptible de arbitraje, también es extensible al país en donde se pretende reconocer la sentencia
o el laudo extranjero).

ARTICULO 19 del Protocolo de Las Leñas: La solicitud de reconocimiento y ejecución de sentencias


y de laudos arbitrales por parte de las autoridades jurisdiccionales se tramitará por vía de exhortos
y por intermedio de la Autoridad Central.

ARTICULO 20 del Protocolo de Las Leñas: Las sentencias y los laudos arbitrales a que se refiere el
artículo precedente tendrán eficacia extraterritorial en los Estados Partes si reúnen las siguientes
condiciones:

a) que vengan revestidos de las formalidades externas necesarias para que sean considerados
auténticos en el Estado de donde proceden;

b) que éstos y los documentos anexos que fueren necesarios, estén debidamente traducidos al
idioma oficial del Estado en el que se solicita su reconocimiento y ejecución;
c) que éstos emanen de un órgano jurisdiccional o arbitral competente, según las normas del
Estado requerido sobre jurisdicción internacional;

d) que la parte contra la que se pretende ejecutar la decisión haya sido debidamente citada y se
haya garantizado el ejercicio de su derecho de defensa;

e) que la decisión tenga fuerza de cosa juzgada y/o ejecutoria en el Estado en el que fue dictada;

f) que no contraríen manifiestamente los principios de orden público del Estado en el que se
solicitare el reconocimiento y/o ejecución.

Sentencias declarativas, constitutivas y de condena. El reconocimiento directo.

La interdependencia de los países señalada con relación a la competencia internacional directa


también se advierte en esta materia de competencia indirecta. Es por ello que las reglas para
reconocer y ejecutar sentencias extranjeras han ido evolucionando en forma paralela. No se puede
soslayar que la competencia directa se estudia en miras al eventual reconocimiento o ejecución de
la sentencia. No se trata de una cuestión académica sino eminentemente pragmática: el juez debe
ser competente en el orden internacional para que su sentencia sea eficaz.

Dentro de la división clásica de las sentencias en declarativas, constitutivas y de condena,


observamos que las primeras dos pueden ser reconocidas, pero no ejecutadas, mientras que las
sentencias de condena pueden ser reconocidas y ejecutadas. La ejecución implica el
reconocimiento, pero el reconocimiento no va seguido de una ejecución cuando de sentencias
declarativas o constitutivas se trata.

Una sentencia extranjera adquiere eficacia en el país por medio de su reconocimiento o ejecución
judicial. Los requisitos exigidos para reconocer y ejecutar una sentencia extranjera son
generalmente los mismos. En el reconocimiento el juez acepta un derecho consagrado por la
sentencia, como por ejemplo la existencia de un divorcio; en la ejecución el titular del derecho
consagrado por la sentencia extranjera exige el concurso de la fuerza pública local por intermedio
del juez para obtener la satisfacción material, como por ejemplo la ejecución de bienes promovida
por un acreedor.

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil declaró que “no se concibe que la orden judicial del
juez extranjero se ejecute sin más por las autoridades de seguridad, sin previamente dar
intervención a la justicia argentina, sea para admitir su eficacia imperativa, sea para examinar su
fuerza ejecutoria, pues en todos los casos, sin excepción, el fallo debe presentarse al juez
argentino, provocando el juicio de exequátur en donde se examina si están cumplidas las
condiciones expuestas”.

En materia de sentencias relativas al estado y capacidad de las personas persiste la discusión


acerca de la necesidad de su reconocimiento por un tribunal local. La sentencia de adopción, por
ejemplo, ¿requiere de algún trámite para ser válida en país extranjero?

La Cámara Nacional en lo Civil resolvió que en virtud del plenario del 8/11/1973 no es necesario,
para privar de eficacia a la partida de matrimonio extranjero contraído con impedimento de
ligamen en fraude a la ley, la promoción de la acción de nulidad prevista por la ley 2393. Agregó
que la partida de matrimonio carece de fuerza probatoria por sí sola, pues su presentación importa
una forma de ejecutar la sentencia extranjera o de asignar a la misma el valor de cosa juzgada,
razón por la cual el actor debe cumplir con los recaudos exigidos en el Código Procesal para la
ejecución de sentencias.

La Corte de Casación francesa resolvió por la negativa. En autos las partes habían adoptado un
menor en Colombo, Sri-Lanka, en febrero de 1987. En septiembre del mismo año solicitaron la
adopción plena ante los tribunales franceses. Debido a serias dificultades económicas producidas
por paros laborales, los adoptantes reclamaron los beneficios de la seguridad social francesa
prevista para niños desamparados hasta su adopción, alegando que entre febrero y septiembre de
1987 no existía una adopción válida para la ley francesa. La Corte resolvió que no es necesaria la
inscripción de la adopción en los registros civiles franceses a los efectos de otorgarle validez.

La sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones Civil de mayo de 1996 expresamente


manifiesta que ninguna especie de eficacia jurídica puede tener en nuestro país una sentencia
extranjera sin el exequátur, salvo acuerdos especiales. La sentencia extranjera en sí es un
documento, y, como tal, es prueba de un hecho, pero para que adquiera eficacia de prueba en
nuestro ordenamiento jurídico debe ser revisada por un juez argentino.

El procedimiento de exequátur busca otorgar el mismo nivel de validez a una sentencia extranjera
que el que tiene una sentencia local. De este modo se expidió la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Civil cuando indicó que “el trámite preparatorio para el reconocimiento de una sentencia
extranjera que culmina con el exequátur, puede ser definido como la declaración en cuya virtud se
acuerda a aquélla la misma eficacia que revisten las sentencias dictadas por los jueces nacionales.
Ese trámite se halla constituido por un breve proceso de conocimiento cuyo objeto no es la
relación jurídica substancial litigiosa sino la sentencia extranjera, a cuyo respecto sólo se trata de
comprobar si reúne los requisitos a los que el ordenamiento interno supedita sus efectos
ejecutivos”.

Exhortos y Cartas Rogatorias:

Son comunicaciones entre tribunales, solo funcionan entre distintos tribunales de distintos países.
Si un tribunal necesita realizar una notificación, o producir prueba o trabar una medida cautelar en
otro país, necesita la colaboración de un juez del otro país.
Para ello necesita informarle al juez lo que necesita mediante exhortos o cartas rogatorias. Hay 4
formas de tramitarlos:
1- Por vía diplomática: el juez requirente es el juez que necesita la colaboración y el juez
requerido es el juez del estado donde se necesita llevar a cabo la actividad procesal. Entonces,
el juez requirente hace llegar a su ministerio de relacionales exteriores, por el procedimiento
interno que sea en cada país, el exhorto. Va a librar el exhorto, lo tiene que remitir por correo
interno a la cámara, la cámara le va a poner un sello de agua y lo va a certificar, y la cámara se
tiene que ocupar que el exhorto llegue a cancillería. En cancillería se va a verificar que estén las
potestades para remitirlo y va a remitirlo al consulado del país al cual tiene que mandar la
solicitud. En el consulado van a verificar que la persona de cancillería efectivamente tenía
facultades para hacerlo, entonces ahí el consulado lo va a remitir a su país para que siga con el
procedimiento interno que sea.
2- La otra forma es mediante “autoridad central”: en el caso argentino siempre designa como
autoridad central a Cancillería. Entonces, hay que hacer llegar a cancillería el exhorto y en vez
de mandarlo al consulado, lo manda directamente a la autoridad central del país que
corresponda. Es un poco más rápido que la vía diplomática.
3- Por vía judicial: consiste en la facultad del poder judicial de tramitar directamente el exhorto.
En el caso argentino esto no es así, sino que se realiza a través de cancillería. Por este motivo
las comunicaciones siempre se realizan por las primeras dos vías.
4- Vía particular: consiste en que la parte pueda retirar el exhorto de la oficina del juzgado del
juez requirente, mandarlo por correo al Estado del juez requerido, y en el Estado requerido le
tiene que pedir a un abogado local colaboración para que tramite el exhorto. Es importante
que esté legalizado, porque en los casos anteriores el exhorto no sale del poder estatal
entonces la autenticidad está garantizada, pero al traerlo un particular se requiere la
legalización del documento.
Este proceso es bastante más caro, pero la celeridad es mucho mayor.

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