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El concepto de representación
Las representaciones, para el psicoanálisis tienen que ver con la idea que nos formamos de “la
cosa” y cada una de ellas tiene una carga de energía. Por ejemplo, si decimos “perro” está la idea
de perro y la carga psíquica que le damos a lo que está en esa idea. Esto va a ser importante de
entender para entender el funcionamiento del aparato psíquico.
El concepto de represión
Como habíamos dicho, las pulsiones van a adquirir una tensión (displacer) si no se las satisface.
Hay pulsiones que se reprimen. Uno se podría preguntar ¿Y por qué se reprimiría una pulsión, si
la satisfacción de la misma generaría placer? Freud acude, somo siempre a su experiencia en el
consultorio y dice: “Aprendemos entonces que la satisfacción de la pulsión sometida a la
represión sería sin duda posible y siempre placentera en sí misma, pero sería inconciliable con
otras exigencias y designios. Por tanto, produciría placer en un lugar y displacer en otro”. Es decir,
se reprime porque sería placentero para un sistema (inconsciente) y displacentero para otro
(consciente). Ahora veremos cómo define estos sistemas, pero sigamos con la represión. Freud
postula que una represión primordial: una primera fase de la represión que consiste en que al
representante psíquico (representante de la representación) de la pulsión se le deniega la
admisión en lo consciente. Una represión propiamente dicha: que recae sobre representaciones
que estén asociadas a lo reprimido primordialmente, pero a aquellas que estén más alejadas (en
el vínculo) de la represión original se podrá acceder mediante el psicoanálisis (asociación libre).
Los síntomas de los pacientes son también asociaciones de esa representación psíquica de la
pulsión.
Lo más destacable es que la represión puede ser eficaz en cuanto a la idea, pero no en cuanto al
monto de afecto (la energía) de la representación.
El aparato psíquico
El psicoanálisis llama aparato psíquico a la estructura a las diferentes modalidades que toma la
energía psíquica o libido en los procesos mentales del sujeto (el término libido deriva de una
palabra en latín que significa deseo, búsqueda de placer). En una de sus teorías para describirlo,
el psicoanálisis alude a los lugares en los que ocurren los diferentes procesos psíquicos y habla
de cómo la mente se organiza y se divide en distintos sistemas interconectados entre sí, cada uno
con características y funciones específicas.
(Tópico viene del griego topos que significa “lugar”, no obstante, no se refiere con su teoría a
lugares físicos específicos sino más bien, a instancias o partes de nuestra psique).
Cabe aclarar que La teoría freudiana se basa en la práctica que llevaba a cabo el autor. Es decir,
que a partir de lo que se encontraba en la clínica iba avanzando en su teoría. Esta tópica responde
a la pregunta que se hizo Freud sobre el mecanismo de la formación de síntomas.
Consciente: Este sistema es el que nos hace relacionarnos en forma directa con la realidad a
través de todo lo que percibimos. Las representaciones conscientes son todo lo que registramos
ya sea afuera nuestro (lo que vemos, escuchamos, hacemos, etc.) como lo que pasa dentro (lo
que recordamos, deseamos, sentimos, etc.). Con respecto a las representaciones de este sistema
dice Freud “llamemos «conciente» a la representación que está presente en nuestra conciencia
y de la que nosotros nos percatamos {we are aware), y hagamos de este el único sentido del
término «conciente»”. Está regulado por las experiencias y por la realidad exterior.
Inconsciente: En una forma descriptiva sería todo lo que no es consciente, pero su contenido, a
diferencia del preconsciente, no puede acceder a la conciencia por la represión. Lo conforman
contenidos reprimidos, no permitidos e involuntariamente expulsados de la consciencia, o
contenidos que, si bien nunca fueron conscientes, entran en contradicción con lo que caracteriza
al plano consciente. En una concepción dinámica se puede decir que es un lugar donde se alojan
representaciones desalojadas de la conciencia que pugnan por salir y que la represión se lo
impide. En un sentido económico es regido por el principio de placer. En el inconsciente no hay
lógica ni coherencia. La energía pulsional es libre. Se manifiesta a través de los sueños, los lapsus,
los olvidos, los actos fallidos, los síntomas. Actúa por condensación (una representación se
encuentra con una carga energética proveniente de varias representaciones y desplazamiento
(es el desprendimiento de la energía de una representación y volcada hacia otra).
Para que algo del inconsciente aparezca en la conciencia Freud va a tomar como método la
asociación libre, que reemplaza a la hipnosis. La asociación libre es la regla primordial de todo
tratamiento psicoanalítico. Se le dice al paciente que diga todo lo que se le ocurra, sin temor
a que sea una nimiedad, o que crea que carezca de sentido. De esta manera, el autor sostenía
que las representaciones asociadas a la representación de la pulsión iban a llevar al paciente
a aquello que está reprimido. Más adelante dirá que no todo se puede recordar y, allí, estará
la interpretación del analista para inferirlo.