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MODULO 3
DESIGUALDADES Y ESTRATIFICACIÓN SOCIAL.
Los autores señalan que, de manera general, podemos definir tres macrosistemas de
estratificación que, a su vez, se pueden analizar en función de los tipos de sistemas sociales
(sistemas cerrados: poca o nula movilidad social; o sistemas abiertos: permiten una
movilidad social mayor). Esos macrosistemas de estratificación son:
ESCLAVITUD.
Es una forma de diferenciación y desigualdad que se basa en el derecho de propiedad que
un grupo de individuos ejerce sobre otro grupo. En América Latina, la explotación de la
fuerza de trabajo esclava, de origen africano, fue una práctica generalizada en toda la
región.
Es la forma más extrema de desigualdad, lo que produjo rebeliones de los esclavos. Una
de las más importantes rebeliones fue la Revolución Haitiana (22 al 23 de
agosto de 1791), que inauguró un ciclo de independencias en América Latina y el
Caribe con una triple connotación: problematiza la idea de libertad en relación con la
surgida en el Siglo de las Luces; promueve la edificación de un Estado negro anticolonial y
antiesclavista; y provoca el enfrentamiento contra una potencia imperial (en ese caso
Francia), con saldo positivo para los esclavos.
La red de compra y venta de seres humanos entre Europa, América y África fue un
componente decisivo en la historia contemporánea, ya que esta explotación favoreció el
crecimiento económico de la industria textil, la naviera y del comercio internacional.
SISTEMA DE CASTAS.
Es una forma de estratificación social basada en características “adscriptivas” de las
personas. Es característico de la India y deriva del hinduismo. Allí, el lugar que ocupan las
personas en el espacio social está organizado en función del lugar en donde nacen y de su
ocupación. En el escalón más bajo se encuentran los dalits (conocidos como los intocables);
en el nivel más alto, los brahames (conocidos como los sacerdotes).
Crompton señala que las desigualdades sociales en este sistema se derivan de una
estructura de la sociedad establecida por la divinidad. El lugar en la jerarquía social está
ligado a la pureza religiosa. El argumento es que las castas inferiores contaminan a las
superiores y, por eso, hay una serie de restricciones que se aplican a los individuos de las
castas bajas y a sus familias. En esta situación, el sistema de castas se superpone (aunque no
totalmente) con la estructura de la desigualdad.
Si consideramos que hay sistemas ideológicos que justifican las desigualdades,
aquí debemos hacer referencia a dos conceptos religiosos: el karma y el dharma. El
karma implica que las personas nacen en una determinada casta y que eso es lo que
merecen de acuerdo a las acciones que han llevado a cabo en una vida anterior. El dharma,
que significa “existir conforme a lo que es moral”, enseña que vivir la vida presente de
acuerdo con las normas genera como resultado el posterior renacimiento en una casta
superior y, por lo tanto, una progresión última en el sistema de castas.
Este sistema social es cerrado, ya que, en su forma más pura, el destino social del individuo
no tiene posibilidades de ser modificado. Sus cuatro características principales son:
- Las castas suelen ir asociadas a una ocupación específica, de modo que los hijos
generalmente desempeñan el mismo trabajo que sus padres.
- Matrimonios endogámicos: el matrimonio con individuos de otra casta es prácticamente
impensable.
- La pertenencia a una casta determina la vida cotidiana en la medida en que los individuos
sólo se relacionan con otros de su propia casta.
- Como cuestión más importante, los sistemas de castas se apoyan en fuertes creencias
culturales. Se entiende que es un mandato moral aceptar la posición social que a uno le ha
tocado.
SOCIEDAD DE CLASES.
Históricamente, el sistema capitalista erosionó los sistemas feudales y de
esclavitud y provocó su transformación en un sistema de clases. Este sistema, en teoría,
se basa en las capacidades y logros personales. Es más abierto, de modo que los individuos
pueden experimentar algún tipo de movilidad social con relación a la posición que ocupan
sus padres.
Cuatro elementos centrales distinguen a este sistema de estratificación de los otros:
1) A diferencia de los otros sistemas de desigualdad, las clases sociales no se establecen por
disposiciones jurídicas o religiosas, y la pertenencia a ellas no se basa en una
posición heredada, que se haya determinado legalmente o por la costumbre.
2) En teoría, la clase a la que pertenece un individuo es en parte adquirida, es decir, no
está totalmente determinada por el nacimiento.
3) Las clases se basan en las diferencias económicas que existen entre los grupos
de individuos y en las desigualdades en la posesión y control de los recursos materiales.
4) Operan principalmente mediante conexiones impersonales a gran escala. Además, uno de
los corolarios de este sistema es que existen derechos universales que no dependen de la
posición social de los individuos: la igualdad ante la ley es fundamental.
ENFOQUES CLÁSICOS.
Enfoques clásicos para el estudio de la estratificación social y de las clases sociales.
Análisis de clases.
Éste se basa en una concepción relacional de la sociedad y se inspira en los trabajos de Marx
y Weber. Estos enfoques conciben al mundo social conformado por procesos y relaciones
entre las clases sociales.
MODERNIZACIÓN Y DEPENDENCIA.
Modernización.
A partir de la década del cincuenta, se produce un cambio en la orientación en la sociología
latinoamericana que da origen a lo que se denominó la sociología “científica”. Ésta fue un
movimiento cuyo blanco de las críticas fue que la sociología hasta esos momentos era
“precientífica”, “premoderna” y “presociológica”.
Los aportes de la sociología científica inician una renovación de la disciplina, sus
concepciones, metodología y de la forma de concebir la relación entre realidad y
transformación.
La sociología científica tuvo uno de sus mayores exponentes en la teoría de la
modernización.
Esta teoría concibe al desarrollo como la adopción de pautas de comportamiento,
actitudes y valores identificados con la racionalidad económica moderna, caracterizada
por la búsqueda y obtención de la máxima productividad y ganancia. También identifica
los posibles obstáculos que pueden surgir en la implantación de la modernidad y define los
instrumentos de intervención capaces de resolver y alcanzar los resultados deseados.
Postula que el supuesto fundamental es la existencia de tipos ideales (en el sentido
weberiano) en extremos de un proceso evolutivo: la transición de la sociedad
tradicional hacia la sociedad moderna. Según esto, las sociedades latinoamericanas
se encuentran subdesarrolladas porque tienen características tradicionales, que les
impiden ser plenamente modernas. Es decir, la sociedad actual es una “sociedad en
transición” y debe evolucionar hacia el desarrollo. El referente empírico (la sociedad
a la cual deberíamos llegar) son las sociedades más desarrolladas.
El rasgo fundamental del tipo de sociedad industrial moderna es el que se considera en el
concepto de secularización, el cual designa un proceso compuesto por tres tipos de cambios
continuos:
1) Cambios de la estructura normativa predominante, multiplicando las situaciones en que
se puede optar lícitamente entre diversas alternativas (pasaje de la acción prescriptiva a la
electiva);
2) Paso de la institucionalización de lo tradicional a la institucionalización del cambio: se
legitima la innovación, etc.
3) Especialización creciente de las instituciones y surgimiento de sistemas
valorativos específicos y relativamente autónomos para cada esfera institucional.
Las ideas de Whalt Rostow sintetizan los postulados de la teoría de modernización, ellos
son:
1) La situación inicial es la sociedad tradicional, que se caracteriza por una estructura con
funciones de producción limitadas y con un desarrollo científico también rudimentario.
2) La segunda etapa es la del proceso, donde tiene que establecer condiciones previas para
el despegue hacia el crecimiento auto sostenido.
3) En la tercera etapa se vuelve “normal”. Implica la superación de los viejos bloques y
resistencias al crecimiento.
4) En la cuarta etapa hay un período largo de progreso, lo que da como resultado que las
industrias avancen, maduren y se estabilicen.
5) La quinta etapa es el período de consumo masivo. La sociedad ha efectuado el cambio
hacia una modernización.
A su vez, hay dos postulados en los que puede sintetizarse la metodología para comparar
sociedades desarrolladas y subdesarrolladas:
1) El subdesarrollo es una etapa previa y necesaria para alcanzar un capitalismo pleno. Hay
un continuum en un proceso lineal de desarrollo, donde es necesario reunir condiciones de
la primera etapa para poder alcanzar la plenitud.
2) La segunda tesis es de orden metodológico. Se utilizan índices como alfabetización,
nutrición, natalidad y mortalidad, ingreso per cápita, niveles de pobreza, que expresan el
nivel en el que se encuentra una sociedad en relación al continuum evolutivo.
Teoría de la dependencia.
Esta teoría surgió en América Latina en los años sesenta para explicar las
nuevas características del desarrollo dependiente de la región. Solari y sus colaboradores
señalan que esta teoría postula: a) una integración entre las ciencias sociales y la historia; b)
una concepción del desarrollo muy diferente; c) la consideración de la inserción de
las sociedades latinoamericanas en el sistema capitalista mundial como elemento esencial;
d) la consideración del problema político y del papel del Estado; e) la identificación de las
situaciones estructurales básicas y de las formas en que se sucedieron en América Latina.
Señala que no existen grados de desarrollo, lo que encontramos son pautas históricas de
explotación de unos países sobre otros y un sistema económico mundial interconectado y
desigual.
La teoría de la dependencia representó un esfuerzo crítico para comprender la limitación de
un desarrollo iniciado (en América Latina) en un período histórico en que la economía
mundial ya había sido constituida bajo la hegemonía de enormes grupos económicos y
poderosas fuerzas imperialistas.
(MÓDULO 4)
El cambio social tiene una connotación positiva (evolución y adaptación de una sociedad a
las necesidades particulares de cada momento histórico) y una connotación negativa
(entiende el cambio como un abandono de ciertos valores y reglas de conducta
tradicionalmente aceptados como correctos). Los sectores considerados progresistas
y modernistas tenderán a ver al cambio social como algo deseable en pos de buscar nuevas
estructuras, mientras que los sectores denominados conservadores o reaccionarios
tenderán a cuestionar los cambios sociales, que percibirán como nocivos frente a las
estructuras tomadas como válidas.
EL EVOLUCIONISMO CLÁSICO.
La idea de comparar el organismo biológico con la sociedad surge como una metáfora, pero
más tarde esa metáfora fue tomada en su literalidad. Esto implicó que, al considerarse como
organismos, las sociedades fueran entendidas como “naturales”, en lugar de ser pensadas
en relación con su constitución social e histórica.
La analogía orgánica.
Los teóricos que plantean esta analogía encuentran dos puntos de encuentro
fundamentales entre un organismo biológico y lo que denominan organismo social:
1) En referencia a la anatomía (la construcción interna del organismo), el organismo
biológico y el social se asemejan, porque se trata de elementos agrupados en unidades
más complejas y unidos o integrados por una determinada red de relaciones
(denominada “estructura”).
2) En referencia a la fisiología (funcionamiento interno del organismo), la similitud estaría en
el hecho de que los elementos orgánicos y sociales realizan acciones específicas,
contribuyendo a su preservación y continuación.
¿Y qué es la dialéctica?.
Se entiende a la dialéctica como la unión y la superación de los contrarios.
Marx reescribe la dialéctica en términos materiales, es decir, referenciando al mundo de
manera objetiva, tal como existe, incluyendo a la naturaleza, la sociedad y los individuos.
Adopta una perspectiva relacional del mundo social, nunca se centra en una sola unidad. Se
interesa por la relación de los fenómenos sociales del mundo observado y los fenómenos
sociales pasados y futuros. Contempla tanto los actores involucrados como las estructuras, y
afirma que las influencias sociales nunca se dan en una sola dirección.
La revolución.
También la revolución puede ser entendida desde diferentes niveles de análisis. El abordaje
que nos ofrece Sztompka nos permite analizar la revolución desde el nivel histórico-
mundial, desde el nivel socio estructural y desde el nivel de la acción.
En el nivel histórico-mundial las revoluciones significan transformaciones de toda
la formación socioeconómica; en el nivel socio estructural, las revoluciones implican el
reemplazo de la clase dirigente por la clase contendiente; finalmente, en el nivel de la
acción individual, la revolución se refiere a las acciones masivas, colectivas, en las que los
intereses, primordialmente económicos, de algunas personas prevalecen sobre los de otros.
En definitiva, también el mecanismo de cambio es material y no ideológico.
La concepción de futuro.
El futuro para Marx implicaba la emergencia (en el sentido de “emerger”) del comunismo, el
que sería posible a partir de la abolición de la propiedad privada y la disolución
del Estado. Esto implicaba, a nivel socio estructural, el establecimiento de una
sociedad sin clases, y a nivel individual, la completa desalinización de los miembros de la
sociedad.
¿Qué es el eurocentrismo?.
Según Samir Amin es un “culturalismo”, es “anti universalista”. En términos de teorías, no es
una teoría social que pretenda explicar el conjunto de los problemas que las teorías sociales
proponen dilucidar. Es un “paradigma subyacente” que funciona de manera espontánea en
la vaguedad de las evidencias aparentes y se manifiesta de diferentes maneras.
El eurocentrismo supone que Europa y su cultura fueron el centro y el motor de la evolución
social; concibe a la historia europea como la “historia universal”.
Decolonialidad.
El pensamiento “decolonial” o “descolonial” puede ser entendido como un conjunto de
reflexiones críticas sobre lo que se llamó el “lado oscuro de la modernidad”, cuyo objetivo
es transformar los contenidos, términos y condiciones en los cuales el eurocentrismo y la
colonialidad se han expandido en las ciencias sociales
Seis rasgos principales en los cuales los intelectuales vinculados a este “paradigma”
confluirían y estarían de acuerdo son:
1) El primer punto es distinguir “colonialismo” de “colonialidad”. Por colonialismo
entendemos la dominación política o militar que garantiza la explotación de las
colonias de manera directa; por colonialidad, un fenómeno histórico más complejo, cuyo
origen es en el colonialismo, que se trata de un patrón de poder que opera naturalizando
jerarquías territoriales, raciales, culturales y epistémicas. La colonialidad es más profunda
que el colonialismo y sus efectos son perdurables hasta nuestros días. Para Restrepo y
Rojas, con descolonización se hace referencia a un proceso de superación del
colonialismo (por ej. Las independencias políticas de las colonias); con de
colonialidad, se busca trascender históricamente a la colonialidad.
2) El segundo punto es entender a la colonialidad como el “lado oscuro” de la modernidad.
Para los teóricos de coloniales la modernidad está indisolublemente ligada a la historia del
colonialismo y la colonialidad: no hay modernidad sin colonialidad y no hay colonialidad sin
modernidad.
3) En tercer lugar, problematizar los discursos eurocentrados e intramodernos de la
modernidad. Esta tradición argumenta que hay que entender a Europa desde una
perspectiva sistema-mundo en la que este continente es resultante de este sistema-mundo
geopolítico. Europa es parte del sistema-mundo, pero no el centro.
4) En cuarto lugar, pensar en términos de sistema mundializado de poder. Esta tradición no
analiza los problemas en términos de países, estados o regiones aisladas, sino que el
objetivo es comprender lo que sucede en un país o región en relación con un sistema
mundial de poder. Esta perspectiva global del sistema de poder es la clave para comprender
cómo se produce la modernidad, expandiendo a escala planetaria las formas políticas y
económicas imaginadas como propias de la experiencia europea y sus repercusiones en
todos los ámbitos de la vida.
5) En quinto lugar, en vez de pensar en un “nuevo paradigma”, la inflexión decolonial se
considera en sí misma como un “paradigma otro”. El objetivo es cuestionar las bases
epistemológicas de la producción de conocimiento, estableciendo nuevas formas de
análisis y no contribuyendo a los sistemas establecidos de pensamiento.
6) Finalmente, aspira a consolidad un proyecto decolonial. No solamente tienen
como objetivo problematizar la colonialidad del saber, sino que también busca la
articulación práctica con intervenciones en el mundo social.
Perspectiva de género.
Durante la posguerra de la 2ª Guerra Mundial se inició una incorporación masiva del sexo
femenino al ámbito laboral, contexto que es uno de los puntos centrales para comprender
la irrupción en el escenario de la perspectiva de género en sentido amplio.
En el último tercio del siglo XX, las crisis económicas fueron constantes y la baja del poder
adquisitivo y el incremento del costo de vida provocaron condiciones económicas y sociales
necesarias como para que las mujeres se incorporaran al trabajo. Esta situación, entre otras,
se articuló con los planteamientos de equidad de los derechos humanos y dio lugar a
condiciones contradictorias para la mujer, que llevaron a que cada vez una mayor
proporción de ellas se integrara al mundo de lo público. Esta incorporación no fue lineal ni
en bloque, sino que dependió de cadaclase social, del estatus, de los niveles económicos, de
los niveles educativos, los aspectos culturales y sociales de losgrupos a los que pertenecían
las mujeres, así como los diferentes entornos, momentos y circunstancias individuales.
Carapia, ubica al feminismo en este marco, y lo define como un movimiento social que llevó
a las mujeres a plantear, primero, el derecho a la ciudadanía, después, a la igualdad, y hoy, a
la equidad de género.
Destacamos tres elementos fundamentales en el cambio de la condición social de las
mujeres en el siglo XX:
1) El primer aspecto fue la incorporación al trabajo remunerado.
2) En segundo lugar, la incorporación masiva de las mujeres a la educación, en particular a la
educación superior en la segunda mitad del siglo XX.
3) En tercer lugar, la participación de la mujer en la vida cotidiana: el hecho de
identificarse como ciudadana, como ser social y su derecho a participar en las votaciones
explicaron la importancia de este sujeto histórico.
Cuando se habla del análisis de la condición social de las mujeres, se parte de
entender un enfoque macro social integrado por categorías de análisis como son: la
estructura económico-social y política, las relaciones de poder, las clases sociales y la lucha
de clases.
Etnicidad.
Hace referencia a las prácticas culturales y perspectivas que distinguen a una determinada
comunidad de personas. Los miembros de los grupos étnicos se ven a sí mismos como
culturalmente diferentes de otros grupos sociales, y son percibidos por los demás de igual
manera. Las características más habituales que sirven para distinguir a unos grupos étnicos
de otros son la lengua, la historia de la ascendencia, la religión y las formas de vestirse o
adornarse. Las diferencias étnicas son totalmente aprendidas, se trata de construcciones
sociales.
Uno de los conceptos asociados a la noción de etnicidad es el de minoría. Giddens señala
que el concepto de grupo minoritario se emplea frecuentemente y es más que una
diferenciación numérica.
Los miembros de los grupos minoritarios se encuentran desfavorecidos en relación con la
mayoría de la población, pero tienen cierta solidaridad entre sí y un sentido de
pertenencia común (frecuentemente por esta experiencia de ser objeto de prejuicios y
discriminación).
Otro de los conceptos vinculados al de etnicidad es el de raza. Giddens señala que mucha
gente piensa equivocadamente que los seres humanos pueden separarse por razas
biológicamente distintas. Sociológicamente, las razas no existen, sólo existen variaciones
físicas entre los seres humanos que derivan del grado de consanguineidad dela población, la
cual varía según el margen de contacto entre las distintas unidades sociales o culturales. Por
esta razón, los sociólogos y antropólogos piensan que el concepto de raza debería ser
desechado por completo.