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(MÓDULO 3)

DESIGUALDADES Y ESTRATIFICACIÓN SOCIAL

Para analizar la desigualdad social, discutiremos tres grandes perspectivas: a) análisis propuesto por el
funcionalismo; b) el análisis inspirado en los trabajos de Marx; y c) el análisis de clases inspirado en los trabajos de Max
Weber.
A su vez, para analizar la desigualdad global, presentaremos dos perspectivas: a) la teoría de modernización; b) la
teoría de la dependencia.
En todas las sociedades existe algún tipo de desigualdad, es decir, un sistema de estratificación social que hace
posible que categorías enteras de personas se ubiquen en diferentes posiciones de la estructura social y que, como
consecuencia de esto, obtengan dinero, poder o prestigio. También, toda estructura de desigualdad tiene algún tipo de
sistema simbólico que explica por qué hay una distribución asimétrica de los recursos sociales.
Para hablar de este tipo de desigualdad, Macionis y Plumer se refieren a la estratificación social como la
clasificación o jerarquización de los individuos según la categoría a la que pertenecen (o se les asigna). Para Crompton, la
expresión estratificación social es un concepto general que describe estas estructuras de desigualdad.
En las sociedades preindustriales, la estratificación se consideró un fenómeno “natural”, lo que implicaba que
provenían de una estructura establecida por algún orden divino, por lo que no era necesario investigarlas en términos
sociales.
Con los cambios operados por la Revolución Industrial y la llegada de la Modernidad, se desarrolló el argumento
de que los seres humanos somos iguales, lo que implicó el punto de partida de la reflexión sociológica sobre desigualdad.
Gran parte de la reflexión clásica de la sociología se originó teniendo como punto de partida las profundas
transformaciones operadas en Europa como consecuencia de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa.
Macionis y Plumer señalan que hay características esenciales de la estratificación:
1) La estratificación social es una característica de la sociedad en su conjunto, y no de algunos de sus miembros
considerados individualmente.
2) El sistema de estratificación social (desigualdades) se perpetúa de generación en generación. En todas las
sociedades existe la probabilidad de que los padres transmitan a sus hijos la posición social que ocupan, aunque en las
sociedades modernas existe movilidad social.
3) En su definición más simple, podemos decir que la movilidad social es un cambio en la posición que el individuo
ocupa en la estructura social. En este cambio, se considera el análisis de los patrones intergeneracionales de transmisión
de la posición social. En función del cambio, la movilidad puede ser ascendente, descendente u horizontal.
4) La estratificación es una constante histórica, pero sus especificidades varían de una sociedad a otra. Con el
surgimiento del capitalismo y en la era moderna asistimos a una complejización de los factores de desigualdad.
5) La estratificación social no es sólo una cuestión de desigualdad, sino también de cultura social, y está relacionada
con el sistema de creencias de los individuos. No solo hay una distribución diferencial de los recursos, sino también una
explicación cultural y social que define y justifica la desigualdad. Esta explicación también ha variado a lo largo de la
historia.

Los autores señalan que, de manera general, podemos definir tres macrosistemas de estratificación que, a su vez,
se pueden analizar en función de los tipos de sistemas sociales (sistemas cerrados: poca o nula movilidad social; o sistemas
abiertos: permiten una movilidad social mayor). Esos macrosistemas de estratificación son:

ESCLAVITUD

Es una forma de diferenciación y desigualdad que se basa en el derecho de propiedad que un grupo de individuos
ejerce sobre otro grupo. En América Latina, la explotación de la fuerza de trabajo esclava, de origen africano, fue una práctica
generalizada en toda la región.

Es la forma más extrema de desigualdad, lo que produjo rebeliones de los esclavos. Una de las más importantes
rebeliones fue la Revolución Haitiana (22 al 23 de agosto de 1791), que inauguró un ciclo de independencias en América
Latina y el Caribe con una triple connotación: problematiza la idea de libertad en relación con la surgida en el Siglo de las
Luces; promueve la edificación de un Estado negro anticolonial y antiesclavista; y provoca el enfrentamiento contra una
potencia imperial (en ese caso Francia), con saldo positivo para los esclavos.

La red de compra y venta de seres humanos entre Europa, América y África fue un componente decisivo en la
historia contemporánea, ya que esta explotación favoreció el crecimiento económico de la industria textil, la naviera y del
comercio internacional.

SISTEMA DE CASTAS

Es una forma de estratificación social basada en características “adscriptivas” de las personas.


Es característico de la India y deriva del hinduismo. Allí, el lugar que ocupan las personas en el espacio social está
organizado en función del lugar en donde nacen y de su ocupación. En el escalón más bajo se encuentran los dalits
(conocidos como los intocables); en el nivel más alto, los brahames (conocidos como los sacerdotes).

Crompton señala que las desigualdades sociales en este sistema se derivan de una estructura de la sociedad
establecida por la divinidad. El lugar en la jerarquía social está ligado a la pureza religiosa. El argumento es que las castas
inferiores contaminan a las superiores y, por eso, hay una serie de restricciones que se aplican a los individuos de las castas
bajas y a sus familias. En esta situación, el sistema de castas se superpone (aunque no totalmente) con la estructura de la
desigualdad.

Si consideramos que hay sistemas ideológicos que justifican las desigualdades, aquí debemos hacer referencia a
dos conceptos religiosos: el kharma y el dharma. El karma implica que las personas nacen en una determinada casta y que
eso es lo que merecen de acuerdo a las acciones que han llevado a cabo en una vida anterior. El dharma, que significa “existir
conforme a lo que es moral”, enseña que vivir la vida presente de acuerdo con las normas genera como resultado el posterior
renacimiento en una casta superior y, por lo tanto, una progresión última en el sistema de castas.

Este sistema social es cerrado, ya que, en su forma más pura, el destino social del individuo no tiene posibilidades
de ser modificado.

Sus cuatro características principales son:

 Las castas suelen ir asociadas a una ocupación específica, de modo que los hijos generalmente desempeñan
el mismo trabajo que sus padres.
 Matrimonios endogámicos: el matrimonio con individuos de otra casta es prácticamente impensable.
 La pertenencia a una casta determina la vida cotidiana en la medida en que los individuos sólo se
relacionan con otros de su propia casta.
 Como cuestión más importante, los sistemas de castas se apoyan en fuertes creencias culturales. Se
entiende que es un mandato moral aceptar la posición social que a uno le ha tocado.

SOCIEDAD DE CLASES

Históricamente, el sistema capitalista erosionó los sistemas feudales y de esclavitud y provocó su transformación
en un sistema de clases. Este sistema, en teoría, se basa en las capacidades y logros personales. Es más abierto, de modo que
los individuos pueden experimentar algún tipo de movilidad social con relación a la posición que ocupan sus padres.

Cuatro elementos centrales distinguen a este sistema de estratificación de los otros:

1) A diferencia de los otros sistemas de desigualdad, las clases sociales no se establecen por disposiciones jurídicas o
religiosas, y la pertenencia a ellas no se basa en una posición heredada, que se haya determinado legalmente o por la
costumbre.
2) En teoría, la clase a la que pertenece un individuo es en parte adquirida, es decir, no está totalmente determinada
por el nacimiento.
3) Las clases se basan en las diferencias económicas que existen entre los grupos de individuos y en las desigualdades
en la posesión y control de los recursos materiales.
4) Operan principalmente mediante conexiones impersonales a gran escala. Además, uno de los corolarios de este
sistema es que existen derechos universales que no dependen de la posición social de los individuos: la igualdad ante la ley es
fundamental.

LA IDEOLOGÍA COMO JUSTIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE ESTRATIFICACIÓN

Una de las razones para el mantenimiento y la reproducción de las desigualdades sociales es la ideología. Desde sus
comienzos, la sociología intentó dar respuesta a la pregunta sobre las desigualdades; el eje de análisis fue el estudio de quién
obtiene qué y por qué. Marx, Weber y Durkheim estructuraron distintos paradigmas explicativos, con diversos marcos
analíticos, para comprender por qué existen las diferencias sociales.

Según Wright, existen básicamente tres perspectivas para analizar la desigualdad en las sociedades capitalistas:

1) La perspectiva centrada en el individuo. Bajo este enfoque, la posición económica del individuo es analizada como el
resultado del nivel de éxito personal, el cual está determinado por factores como educación, trasfondo familiar,
motivaciones, conexiones personales. En este tipo de explicación no hay relaciones sociales entre una y otra persona como
factor explicativo. La posición de los individuos en el espacio social se determina por sus “trayectorias” (que son puramente
individuales).
2 y 3) El análisis de clases a partir de otras dos tradiciones: weberiana y marxista. El análisis de clases analiza las relaciones
entre las posiciones. Ambas tradiciones tienen en cuenta los patrones de desigualdad como resultado de conexiones
causales entre las posiciones. En el análisis marxista, la relación de interdependencia es pensada también en términos de
explotación, como un mecanismo causal que genera desigualdad.
En la perspectiva centrada en el individuo hablamos de enfoques gradacionales, y en el enfoque marxista y
weberiano, de perspectivas relacionales.

ENFOQUES CLÁSICOS

Enfoques clásicos para el estudio de la estratificación social y de las clases sociales

El análisis propuesto por el funcionalismo

Dentro del funcionalismo se entiende que la desigualdad social juega un papel crucial para el correcto
funcionamiento de las sociedades.

En una de las explicaciones clásicas de la desigualdad social, Davis y Moore postulan que la estratificación social
tiene resultados positivos para la sociedad en su conjunto. En toda sociedad compleja o moderna existe la división del
trabajo, y esta es una “necesidad funcional” para el correcto funcionamiento de la sociedad.

En esta perspectiva se define a la estratificación como un sistema de desigualdades o de diferencias de prestigio y


de estimación entre los miembros de un sistema social. Toda sociedad debe asegurarse que las funciones sociales: a) sean
ejercidas; b) que sean ejercidas por lo que se encuentran en condiciones de hacerlo; y c) que estos las cumplan del mejor
modo posible. El cumplimiento de ese objetivo se logra a través de la institucionalización de un sistema de estratificación
social: sistema estable de “recompensas” como incentivos para el cumplimiento de diversas funciones, así como mecanismos
que aseguren la distribución de esas recompensas entre los titulares de las diversas posiciones.

Las recompensas son de tres tipos: 1) las que contribuyen al confort y bienestar del individuo; 2) las que
contribuyen a su placer y entretenimiento; 3) las que acrecientan el respeto y la estima de sí mismo.

Debido a que la posición tiene determinado estatus o prestigio es que se obtiene un determinado salario. La
posición de un individuo en la jerarquía del prestigio y de la estima resulta una manifestación social de su valor personal (por
cómo cumple una función y según la eficacia de ese cumplimiento). Según los autores, la función de la estratificación es
asegurar la coincidencia entre el valor personal de un individuo con su valor para el sistema social. Por ello, la desigualdad
social institucionalizada puede ser definida como un mecanismo establecido por las sociedades para garantizar que las
posiciones importantes sean cubiertas por los individuos más competentes.

El corolario de este argumento es que, si queremos que la sociedad funciones, tenemos que ofrecer recompensas
desiguales, acordes a los méritos de cada persona (meritocracia).

Análisis de clases

Éste se basa en una concepción relacional de la sociedad y se inspira en los trabajos de Marx y Weber. Estos
enfoques conciben al mundo social conformado por procesos y relaciones entre las clases sociales.

El análisis de clases inspirado en Marx

Para Giddens, el argumento de Marx es que la clase es un grupo de personas que tienen una relación común con
los medios de producción. Las dos clases principales en las sociedades industriales modernas son los industriales o los
capitalistas y la clase obrera o el “proletariado”.

Según Marx, las clases sociales están determinadas por el proceso de producción. Los burgueses, propietarios de
los medios de producción, y los proletarios, que tienen que vender su fuerza de trabajo para subsistir. Esto es lo que explica
gran parte de la dinámica social.

Al tratarse de una perspectiva relacional, se asume que existen relaciones entre las clases sociales, y éstas son de
explotación.

El argumento clásico de Marx es que un día de trabajo de los trabajadores produce más de lo que el empresario
necesita para recuperar el salario que les paga (esto es el origen de las ganancias que los capitalistas utilizan para aumentar
su beneficio), mientras que el trabajador está sometido a la mecanización y la opresión, a tener que realizar durante muchas
horas la misma tarea rutinaria.

Además de ello, las instituciones políticas y legales garantizan que las desigualdades sociales se reproduzcan
generación tras generación, es decir, que se reproduzca la estructura de clases. Para responder al interrogante de por qué no
ha habido una revolución proletaria en las sociedades capitalistas, se pueden argumentar, al menos, los siguientes
fenómenos:

1) La fragmentación de la clase capitalista (mayor cantidad de propietarios).


2) Trabajadores de cuello blanco, azul y rosa: existen empleos de mayor reconocimiento que requieren el desempeño
de habilidades mentales. Trabajadores de cuello blanco (actividades profesionales, gerenciales o administrativas), de cuello
azul (tareas manuales, trabajos físicos) y de cuello rosa (interacción con clientes, entretenimiento, orientados a servicios).
3) Mejora en las relaciones laborales: en la actualidad, los trabajadores tienen más recursos organizativos que hace un
siglo. Surgimiento de los sindicatos.
4) Mayor protección legal: mejora en la legislación que protege a los trabajadores.

Análisis de clases inspirado en Max Weber

Para Weber, existen factores fundamentales fuera y dentro de la economía que pueden ser relevantes para
explicar la desigualdad social. Las divisiones de clase se derivan no sólo del control o no de los medios de producción, sino
también de los conocimientos técnicos y las credenciales o las calificaciones que influyen en el tipo de trabajo que las
personas pueden obtener. Además, Weber distingue otros dos aspectos básicos de la estratificación (además de la clase): a
uno lo denomina status, y al otro partido. Así, para Weber la desigualdad social se produce por la interacción de tres
dimensiones:

1) Desigualdad económica, denominada como posición de clase (esfera económica).


2) Desigualdad en relación al prestigio social – status – (esfera social).
3) Desigualdad en relación al poder – partido – (esfera política).

LOS SISTEMAS MUNDIALES. AMÉRICA LATINA EN EL MUNDO

Una inicial categorización de la ubicación de América Latina en el contexto mundial fue la que propuso Alfred
Sauvey en 1952, en el que se caracterizó a nuestra región como “tercer mundo” (no pertenecía a ninguno de los bloques
enfrentados en la Guerra Fía – primer mundo – ni al bloque comunista – segundo mundo -). Esta forma de caracterización
está en desuso porque implica un criterio esencialmente político. Otra manera de categorizar es dividir a los países “en vías
de desarrollo” (están en una etapa de transición desde un estado subdesarrollado a otro de pleno desarrollo económico) y
los “países desarrollados” (ya han alcanzado niveles plenos y óptimos de desarrollo económico).

MODERNIZACIÓN Y DEPENDENCIA

Modernización

A partir de la década del cincuenta, se produce un cambio en la orientación en la sociología latinoamericana que
da origen a lo que se denominó la sociología “científica”. Ésta fue un movimiento cuyo blanco de las críticas fue que la
sociología hasta esos momentos era “precientífica”, “premoderna” y “presociológica”.

Los aportes de la sociología científica inician una renovación de la disciplina, sus concepciones, metodología y de la
forma de concebir la relación entre realidad y transformación.

La sociología científica tuvo uno de sus mayores exponentes en la teoría de la modernización.

Esta teoría concibe al desarrollo como la adopción de pautas de comportamiento, actitudes y valores identificados
con la racionalidad económica moderna, caracterizada por la búsqueda y obtención de la máxima productividad y ganancia.
También identifica los posibles obstáculos que pueden surgir en la implantación de la modernidad y define los instrumentos
de intervención capaces de resolver y alcanzar los resultados deseados.

Postula que el supuesto fundamental es la existencia de tipos ideales (en el sentido weberiano) en extremos de un
proceso evolutivo: la transición de la sociedad tradicional hacia la sociedad moderna. Según esto, las sociedades
latinoamericanas se encuentran subdesarrolladas porque tienen características tradicionales, que les impiden ser
plenamente modernas. Es decir, la sociedad actual es una “sociedad en transición” y debe evolucionar hacia el desarrollo. El
referente empírico (la sociedad a la cual deberíamos llegar) son las sociedades más desarrolladas.

El rasgo fundamental del tipo de sociedad industrial moderna es el que se considera en el concepto de
secularización, el cual designa un proceso compuesto por tres tipos de cambios continuos:

1) Cambios de la estructura normativa predominante, multiplicando las situaciones en que se puede optar
lícitamente entre diversas alternativas (pasaje de la acción prescriptiva a la electiva);
2) Paso de la institucionalización de lo tradicional a la institucionalización del cambio: se legitima la innovación,
etc.
3) Especialización creciente de las instituciones y surgimiento de sistemas valorativos específicos y relativamente
autónomos para cada esfera institucional.

Las ideas de Whalt Rostow sintetizan los postulados de la teoría de modernización, ellos son:

1) La situación inicial es la sociedad tradicional, que se caracteriza por una estructura con funciones de
producción limitadas y con un desarrollo científico también rudimentario.
2) La segunda etapa es la del proceso, donde tiene que establecer condiciones previas para el despegue hacia el
crecimiento autosostenido.
3) En la tercera etapa se vuelve “normal”. Implica la superación de los viejos bloques y resistencias al
crecimiento.
4) En la cuarta etapa hay un período largo de progreso, lo que da como resultado que las industrias avancen,
maduren y se estabilicen.
5) La quinta etapa es el período de consumo masivo. La sociedad ha efectuado el cambio hacia una
modernización.

A su vez, hay dos postulados en los que puede sintetizarse la metodología para comparar sociedades desarrolladas
y subdesarrolladas:

1) El subdesarrollo es una etapa previa y necesaria para alcanzar un capitalismo pleno. Hay un continuum en un
proceso lineal de desarrollo, donde es necesario reunir condiciones de la primera etapa para poder alcanzar la
plenitud.
2) La segunda tesis es de orden metodológico. Se utilizan índices como alfabetización, nutrición, natalidad y
mortalidad, ingreso per cápita, niveles de pobreza, que expresan el nivel en el que se encuentra una sociedad
en relación al continuum evolutivo.

Teoría de la dependencia

Esta teoría surgió en América Latina en los años sesenta para explicar las nuevas características del desarrollo
dependiente de la región.

Solari y sus colaboradores señalan que esta teoría postula: a) una integración entre las ciencias sociales y la
historia; b) una concepción del desarrollo muy diferente; c) la consideración de la inserción de las sociedades
latinoamericanas en el sistema capitalista mundial como elemento esencial; d) la consideración del problema político y del
papel del Estado; e) la identificación de las situaciones estructurales básicas y de las formas en que se sucedieron en América
Latina.

Señala que no existen grados de desarrollo, lo que encontramos son pautas históricas de explotación de unos
países sobre otros y un sistema económico mundial interconectado y desigual.

La teoría de la dependencia representó un esfuerzo crítico para comprender la limitación de un desarrollo iniciado
(en América Latina) en un período histórico en que la economía mundial ya había sido constituida bajo la hegemonía de
enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas.

Las ideas centrales de esta teoría son:

1) El subdesarrollo está conectado estrechamente con la expansión de los países industrializados;


2) El desarrollo y el subdesarrollo son aspectos diferentes del mismo proceso universal;
3) El subdesarrollo no puede ser considerado como la condición primera para un proceso evolucionista;
4) La dependencia no es solamente un fenómeno externo, sino que se manifiesta también en diferentes formas
en la estructura interna (social, ideológica y política).

(MÓDULO 4)

CAMBIO SOCIAL: CONCEPTOS FUNDAMENTALES

El cambio social tiene una connotación positiva (evolución y adaptación de una sociedad a las necesidades
particulares de cada momento histórico) y una connotación negativa (entiende el cambio como un abandono de ciertos
valores y reglas de conducta tradicionalmente aceptados como correctos). Los sectores considerados progresistas y
modernistas tenderán a ver al cambio social como algo deseable en pos de buscar nuevas estructuras, mientras que los
sectores denominados conservadores o reaccionarios tenderán a cuestionar los cambios sociales, que percibirán como
nocivos frente a las estructuras tomadas como válidas.

EL EVOLUCIONISMO CLÁSICO

La idea de comparar el organismo biológico con la sociedad surge como una metáfora, pero más tarde esa
metáfora fue tomada en su literalidad. Esto implicó que, al considerarse como organismos, las sociedades fueran entendidas
como “naturales”, en lugar de ser pensadas en relación con su constitución social e histórica.

La analogía orgánica

Los teóricos que plantean esta analogía encuentran dos puntos de encuentro fundamentales entre un organismo
biológico y lo que denominan organismo social:
1) En referencia a la anatomía (la construcción interna del organismo), el organismo biológico y el social se asemejan,
porque se trata de elementos agrupados en unidades más complejas y unidos o integrados por una determinada red de
relaciones (denominada “estructura”).
2) En referencia a la fisiología (funcionamiento interno del organismo), la similitud estaría en el hecho de que los
elementos orgánicos y sociales realizan acciones específicas, contribuyendo a su preservación y continuación.

Las transformaciones dinámicas en los organismos

Lo que caracteriza a un organismo, así como a una sociedad, es la existencia de una resistencia de las totalidades,
que duran más que sus partes. Asimismo, el lapso vital de un organismo y la historia de una sociedad están marcados por el
crecimiento, y la noción de crecimiento posibilita la idea sociológica de evolución.

Comte y el concepto IDEALISTA de la evolución

Cuando hablamos de Comte, no podemos omitir su planteamiento de la ley de los tres estadios. Estos estadios se
refieren a formas por medio de las cuales las personas explican los hechos que ocurren en la realidad. La evolución, entonces,
está dada por la aparición de nuevas maneras a las cuales las sociedades recurren para explicar su entorno.

En el estadio teológico, las personas encuentran la explicación para los hechos en poderes sobrenaturales.

En el estadio metafísico, las cuestiones de la realidad se explican a partir de entidades tales como la soberanía o la
ley, es decir, a partir de causas y esencias abstractas que operan como principios de la realidad concebidos por la razón.

Por último, en el estadio positivo, para la explicación de los hechos se invocan leyes basadas en la evidencia
empírica. Etapa de la ciencia y el industrialismo que, para Comte, daría lugar a un desarrollo infinito. Por tanto, para Comte,
la evolución es del conocimiento y el depósito de conocimiento.

Spencer y el concepto NATURALISTA de la evolución

El presupuesto básico de Spencer es que toda realidad, natural o social, es básicamente material. Por tal razón, la
evolución es el principio común a toda realidad. La evolución procede por medio de la diferenciación estructural y funcional:
de la simplicidad a la complejidad; de lo amorfo a la articulación de las partes; de la uniformidad y hegemoneidad, a la
especialización y heterogeneidad; y de la fluidez a la estabilidad.

Spencer se refiere a la formación de las profesiones como forma de heterogeneidad social. En su texto “El origen
de las profesiones”, parte del principio de que la vida de la sociedad es interdependiente y que esa interdependencia
aumenta a medida que la sociedad se complejiza. Por ello, el primer objetivo que se debe lograr para mantener la estabilidad
de una sociedad es la preservación de la paz social. Con este fin en mente, se deben establecer las reglamentaciones e
instituciones sociales necesarias para la defensa y la regulación de la vida individual, a través de lo cual se logrará la
conservación de la vida del organismo social.

El mecanismo de la evolución está basado en tres regularidades: 1º) hay una inestabilidad inherente de las
poblaciones uniformes, homogéneas; 2º) hay una tendencia a amplificar estas desigualdades, la especialización de los
papeles se profundiza, las disparidades de poder y riquezas crecen; 3º) la sociedad empieza a dividirse en fracciones, clases y
grupos según diferenciaciones de clase, de nación y de ocupación.

Una vez constituidos y establecidos los límites que protegen esas identidades, la segregación de la población se
fortalece y ya no es posible volver a la homogeneidad inicial.

Ese mecanismo de segregación produce una serie de estadios:

Lewis Morgan y la concepción MATERIALISTA de la evolución

Lewis Morgan propone una mirada de la evolución basada en la tecnología. Desde esta lógica, las necesidades
(materiales) humanas funcionan como motor para el cambio, puesto que, para satisfacerlas, se desarrollan las invenciones
tecnológicas que modifican significativamente la vida familiar de las personas, su organización, sus modelos económicos y
políticos, sus valores culturales y su cotidianeidad.

En su libro “La sociedad primitiva”, Morgan propone tres fases en la historia de la humanidad, distinguidas en
función de la complejidad tecnológica alcanzada:

Emile Durkheim y el concepto SOCIOLOGISTA de evolución

Durkheim buscaba las causas de todo hecho social en otro hecho social. Por ello, buscó las razones de la evolución
social en la división del trabajo.

Afirmaba que la diferenciación de tareas y de funciones provocaba la evolución de las sociedades, lo que lo
habilitaba a hablar de un tránsito de la sociedad tradicional a la sociedad moderna: la primera, caracterizada por una
solidaridad mecánica, con vínculos fuertes, alto grado de control social y colectivismo; la segunda, con una forma de
solidaridad orgánica, de individuos autónomos, con actividades claramente diferenciadas, en el marco de la división de
trabajo, de lazos de complementariedad y ayuda mutua.

El motor que genera esa división del trabajo, según Durkheim, es la densidad dinámica, que está en relación
directa con dos variables: la densidad poblacional y el nivel de interacción entre los miembros de una sociedad. Si estas dos
variables se articulan, la densidad dinámica posibilita la constitución de un nuevo tipo de solidaridad.

Ferdinand Tönnies y la evolución SIN PROGRESO

Tönnies realiza su aporte explicando el pasaje de un tipo de sociedad a otro bajo los términos de comunidad y
sociedad.

La comunidad se caracteriza por presentar relaciones sociales fuertes a partir de los lazos de parentesco. La
institución típica es la familia. El individuo es un sujeto apegado a tradiciones y costumbres, y regido por leyes familiares
relacionadas a la religión, que opera como forma de control social. La institución que centraliza la actividad es la aldea, y la
riqueza se basa en la tierra y su producción.

La sociedad, para Tönnies, significa una forma de evolución nociva, negativa, que va contra las necesidades
humanas. Aquí, las relaciones se gestan a partir del intercambio económico, la familia pierde importancia frente a
instituciones como el Estado y la economía, y el sujeto se vuelve persona o ciudadano que obedece leyes de contratos y cuya
institución central es la ciudad que se despliega. El control social se da, además de al amparo de la ley, a partir de la opinión
pública.

Tönnies es un evolucionista, pero no considera a la evolución como sinónimo de progreso.

Lester Ward y la EVOLUCIÓN de la evolución

Su idea es que el mecanismo mediante el cual las sociedades evolucionan también evoluciona. En las sociedades
avanzadas, la evolución se da a partir de la planeación de las acciones en la búsqueda de ciertos fines. Se gesta con
anticipación y adoptando la perspectiva de construir el futuro, lo que la hace más humanizada, ya que involucra una suma de
voluntades que la planifican y accionan en pos de una idea de futuro.

MODERNIZACIÓN Y MATERIALISMO HISTÓRICO


Hablar de teorías de la modernización implica adoptar una postura particular y más restringida en torno a la forma
en la que este proceso (el paso a la modernidad) ha sido llevado a cabo por ciertas sociedades denominadas
subdesarrolladas.

Las teorías de la modernización surgen en la etapa posterior a la 2da Guerra Mundial, momento en que el mundo
queda dividido en tres: el primer mundo, integrado por países capitalistas, desarrollados e industriales; el segundo mundo,
socialista y en proceso de industrialización; y el tercer mundo, conformado por las sociedades poscoloniales y preindustriales.

Sztompka considera que las teorías de la modernización y la de la convergencia (que analizan el contraste entre el
primer mundo y el tercer mundo, y el contraste entre el primer mundo y el segundo mundo, respectivamente) puede
entenderse como formas de “reencarnación” de la orientación evolucionista porque están orientadas a analizar e interpretar
el avance de las sociedades menos desarrolladas hacia sociedades más desarrolladas.

Los cambios sociales son unilineables e irreversibles

Significa que hay un único camino a seguir para alcanzar el estado de desarrollo considerado como deseable, y ese
camino es el que han seguido los países industrializados.

Desde este enfoque, el desarrollo se entiende como un cambio inevitable e irreversible mediante el cual las
sociedades se mueven hacia la modernidad, la cual se evidencia en las características de las sociedades democráticas,
industrializadas y capitalistas de occidente según los sociólogos,

Los cambios sociales son graduales y deseables

Según los autores, los cambios ocurren de manera gradual, incremental y pacífica, por lo que proponían ciertos
estadios inevitables por los que las sociedades debían pasar para alcanzar su desarrollo. Ese cambio se explica en términos de
causación inmanente (la causa que motiva el cambio está dentro de la sociedad misma), de diferenciación estructural y de
gradación adaptativa.

Los adeptos a esta postura entendían que el proceso de modernización daría lugar a una mejora universal de la
vida social, por lo que era considerado como necesario, además de irreversible, endógeno y beneficioso.

Sin embargo, más adelante en el tiempo, empezaron a ver el proceso de modernización como una forma de
emulación de los países subdesarrollados en relación con los desarrollados.

La crítica de la idea de modernización

La teoría de la modernización ha sido criticada tanto desde el punto de vista empírico como teórico.

Empíricamente, por ser contraria a la evidencia histórica. Las pruebas de que las sociedades modernas son ese
“mundo mejor” están a la vista. En cuanto a las críticas teóricas, los presupuestos evolucionistas fueron considerados
inaceptables, así como la visión unilineal que explicaba el desarrollo sólo a partir de causas endógenas (interiores).

Los diez puntos que caracterizan a las nuevas teorías de la modernización


El cambio desde el materialismo histórico

La concepción materialista de la historia se encuentra presente en los trabajos de Marx, Engels y sus seguidores.
Ésta encuentra sus raíces en el evolucionismo, porque los autores hablan de una historia como proceso natural, cuyas leyes
deben ser comprendidas para luego poder intervenir en su curso.

Los rasgos evolucionistas de las propuestas de Marx son que creía fielmente en el progreso, entendía que el
mecanismo de cambio era inherente a las sociedades y explicaba los cambios históricos a partir de estadios.

Sin embargo, la propuesta de Marx complejiza significativamente al evolucionismo, ofrece una mirada compleja y
multidimensional de aspectos generales y particulares de las sociedades analizadas.

¿Por qué materialismo?

Cuando hablamos de materialismo, planteamos una oposición al idealismo hegeliano, del cual Marx parte para explicar su
concepción del mundo. Marx retoma de la propuesta de Hegel la forma dialéctica de entender al mundo.

Hegel ofrece una postura filosófica en la cual la pregunta central es cómo se genera el saber absoluto, y la respuesta que da
reside en la dialéctica del espíritu (diferentes estadios que atraviesa el saber hasta convertirse en saber absoluto, pasando de
un estadio a otro de forma dialéctica, no lineal).

¿Y qué es la dialéctica?

Se entiende a la dialéctica como la unión y la superación de los contrarios. Marx reescribe la dialéctica en términos
materiales, es decir, referenciando al mundo de manera objetiva, tal como existe, incluyendo a la naturaleza, la sociedad y
los individuos. Adopta una perspectiva relacional del mundo social, nunca se centra en una sola unidad. Se interesa por la
relación de los fenómenos sociales del mundo observado y los fenómenos sociales pasados y futuros. Contempla tanto los
actores involucrados como las estructuras, y afirma que las influencias sociales nunca se dan en una sola dirección.

¿Cuál es el motor de cambio?

En primer lugar, dada la forma dialéctica de entender al mundo, el origen del cambio estaría en la contradicción, que podría
observarse en el conflicto de intereses que se da entre una clase y otra, que dan lugar al quiebre del sistema tal como está y
a la constitución de uno nuevo.

En segundo lugar, dada su raíz evolucionista, el motor de cambio se entiende como endógeno con respecto a la sociedad.
Marx afirmaba que la lucha de clases y el conflicto entre estas, resuelto una y otra vez en un nuevo modo de producción,
darían lugar, finalmente, y mediante la revolución, al comunismo (que para Marx era un sistema sin clases en donde el
conflicto se resolvería definitivamente).

La metáfora de los escalones

Sztompka analiza la teoría de Marx e indica que ésta debe comprenderse como una mirada de la sociedad desde
distintos niveles. Cada escalón representa un nivel, y atravesar los escalones en una u otra dirección implica comprender a la
sociedad desde lo individual hacia lo colectivo, y a la inversa; desde lo empírico hacia lo abstracto, y a la inversa. Allí radica,
según el autor, la complejidad de la propuesta de Marx. El cambio definitivo para Marx estaría dado por la revolución, la cual
permitiría construir una sociedad sin clases, pero esta revolución sólo sería posible a partir de que el proletariado tomara
conciencia de su condición de clase, de su opresión.

La revolución

También la revolución puede ser entendida desde diferentes niveles de análisis. El abordaje que nos ofrece
Sztompka nos permite analizar la revolución desde el nivel histórico-mundial, desde el nivel socioestructural y desde el nivel
de la acción. En el nivel histórico-mundial las revoluciones significan transformaciones de toda la formación socioeconómica;
en el nivel socioestructural, las revoluciones implican el reemplazo de la clase dirigente por la clase contendiente;
finalmente, en el nivel de la acción individual, la revolución se refiere a las acciones masivas, colectivas, en las que los
intereses, primordialmente económicos, de algunas personas prevalecen sobre los de otros. En definitiva, también el
mecanismo de cambio es material y no ideológico.

La concepción de futuro

El futuro para Marx implicaba la emergencia (en el sentido de “emerger”) del comunismo, el que sería posible a
partir de la abolición de la propiedad privada y la disolución del Estado. Esto implicaba, a nivel socioestructural, el
establecimiento de una sociedad sin clases, y a nivel individual, la completa desalienización de lis miembros de la sociedad.

NUEVAS PERSPECTIVAS EN SOCIOLOGÍA

Crítica a los fundamentos eurocéntricos de las ciencias sociales y la sociología


El problema de la teoría de Marx y Engels (en el Manifiesto del Partido Comunista) es que las sociedades no
capitalistas fueron analizadas desde la perspectiva de las sociedades modernas europeas, dejando al descubierto el lugar del
“mundo periférico”.

En esta visión de la historia, el colonialismo es un fenómeno marginal, y no central en la construcción de la modernidad; no


tenía alguna incidencia fundamental ni en la emergencia del capitalismo ni a nivel cultural.

La noción de colonialismo en la estructuración del sistema capitalista, a diferencia de lo teorizado por la corriente marxista,
es un concepto clave en el que se basa uno de los puntos de partida de la crítica a los fundamentos eurocéntricos de las
ciencias sociales

¿Qué es el eurocentrismo?

Según Samir Amin es un “culturalismo”, es “antiuniversalista”. En términos de teorías, no es una teoría social que pretenda
explicar el conjunto de los problemas que las teorías sociales proponen dilucidar. Es un “paradigma subyacente” que
funciona de manera espontánea en la vaguedad de las evidencias aparentes y se manifiesta de diferentes maneras.

El eurocentrismo supone que Europa y su cultura fueron el centro y el motor de la evolución social; concibe a la historia
europea como la “historia universal”.

Decolonialidad

El pensamiento “decolonial” o “descolonial” puede ser entendido como un conjunto de reflexiones críticas sobre lo que se
llamó el “lado oscuro de la modernidad”, cuyo objetivo es transformar los contenidos, términos y condiciones en los cuales el
eurocentrismo y la colonialidad se han expandido en las ciencias sociales.

Seis rasgos principales en los cuales los intelectuales vinculados a este “paradigma” confluirían y estarían de acuerdo son:

1) El primer punto es distinguir “colonialismo” de “colonialidad”. Por colonialismo entendemos la dominación


política o militar que garantiza la explotación de las colonias de manera directa; por colonialidad, un
fenómeno histórico más complejo, cuyo origen es en el colonialismo, que se trata de un patrón de poder que
opera naturalizando jerarquías territoriales, raciales, culturales y epistémicas. La colonialidad es más profunda
que el colonialismo y sus efectos son perdurables hasta nuestros días.
Para Restrepo y Rojas, con descolonización se hace referencia a un proceso de superación del colonialismo
(por ej. las independencias políticas de las colonias); con decolonialidad, se busca trascender históricamente a
la colonialidad.
2) El segundo punto es entender a la colonialidad como el “lado oscuro” de la modernidad. Para los teóricos
decoloniales la modernidad está indisolublemente ligada a la historia del colonialismo y la colonialidad: no hay
modernidad sin colonialidad y no hay colonialidad sin modernidad.
3) En tercer lugar, problematizar los discursos eurocentrados e intramodernos de la modernidad. Esta tradición
argumenta que hay que entender a Europa desde una perspectiva sistema-mundo en la que este continente
es resultante de este sistema-mundo geopolítico. Europa es parte del sistema-mundo, pero no el centro.
4) En cuarto lugar, pensar en términos de sistema mundializado de poder. Esta tradición no analiza los
problemas en términos de países, estados o regiones aisladas, sino que el objetivo es comprender lo que
sucede en un país o región en relación con un sistema mundial de poder. Esta perspectiva global del sistema
de poder es la clave para comprender cómo se produce la modernidad, expandiendo a escala planetaria las
formas políticas y económicas imaginadas como propias de la experiencia europea y sus repercusiones en
todos los ámbitos de la vida.
5) En quinto lugar, en vez de pensar en un “nuevo paradigma”, la inflexión decolonial se considera en sí misma
como un “paradigma otro”. El objetivo es cuestionar las bases epistemológicas de la producción de
conocimiento, estableciendo nuevas formas de análisis y no contribuyendo a los sistemas establecidos de
pensamiento.
6) Finalmente, aspira a consolidad un proyecto decolonial. No solamente tienen como objetivo problematizar la
colonialidad del saber, sino que también busca la articulación práctica con intervenciones en el mundo social.

Perspectiva de género

Durante la posguerra de la 2ª Guerra Mundial se inició una incorporación masiva del sexo femenino al ámbito
laboral, contexto que es uno de los puntos centrales para comprender la irrupción en el escenario de la perspectiva de
género en sentido amplio.

En el último tercio del siglo XX, las crisis económicas fueron constantes y la baja del poder adquisitivo y el
incremento del costo de vida provocaron condiciones económicas y sociales necesarias como para que las mujeres se
incorporaran al trabajo. Esta situación, entre otras, se articuló con los planteamientos de equidad de los derechos humanos y
dio lugar a condiciones contradictorias para la mujer, que llevaron a que cada vez una mayor proporción de ellas se integrara
al mundo de lo público. Esta incorporación no fue lineal ni en bloque, sino que dependió de cada clase social, del estatus, de
los niveles económicos, de los niveles educativos, los aspectos culturales y sociales de los grupos a los que pertenecían las
mujeres, así como los diferentes entornos, momentos y circunstancias individuales.

Carapia, ubica al feminismo en este marco, y lo define como un movimiento social que llevó a las mujeres a
plantear, primero, el derecho a la ciudadanía, después, a la igualdad, y hoy, a la equidad de género.

Destacamos tres elementos fundamentales en el cambio de la condición social de las mujeres en el siglo XX:

1) El primer aspecto fue la incorporación al trabajo remunerado.


2) En segundo lugar, la incorporación masiva de las mujeres a la educación, en particular a la educación superior
en la segunda mitad del siglo XX.
3) En tercer lugar, la participación de la mujer en la vida cotidiana: el hecho de identificarse como ciudadana,
como ser social y su derecho a participar en las votaciones explicaron la importancia de este sujeto histórico.
Cuando se habla del análisis de la condición social de las mujeres, se parte de entender un enfoque macrosocial integrado
por categorías de análisis como son: la estructura económico-social y política, las relaciones de poder, las clases sociales y la
lucha de clases.

Etnicidad

Hace referencia a las prácticas culturales y perspectivas que distinguen a una determinada comunidad de
personas. Los miembros de los grupos étnicos se ven a sí mismos como culturalmente diferentes de otros grupos sociales, y
son percibidos por los demás de igual manera. Las características más habituales que sirven para distinguir a unos grupos
étnicos de otros son la lengua, la historia de la ascendencia, la religión y las formas de vestirse o adornarse. Las diferencias
étnicas son totalmente aprendidas, se trata de construcciones sociales.

Uno de los conceptos asociados a la noción de etnicidad es el de minoría. Giddens señala que el concepto de
grupo minoritario se emplea frecuentemente y es más que una diferenciación numérica.

Los miembros de los grupos minoritarios se encuentran desfavorecidos en relación con la mayoría de la población,
pero tienen cierta solidaridad entre sí y un sentido de pertenencia común (frecuentemente por esta experiencia de ser
objeto de prejuicios y discriminación).

Otro de los conceptos vinculados al de etnicidad es el de raza. Giddens señala que mucha gente piensa
equivocadamente que los seres humanos pueden separarse por razas biológicamente distintas. Sociológicamente, las razas
no existen, sólo existen variaciones físicas entre los seres humanos que derivan del grado de consanguineidad de la
población, la cual varía según el margen de contacto entre las distintas unidades sociales o culturales. Por esta razón, los
sociólogos y antropólogos piensan que el concepto de raza debería ser desechado por completo.

Finalmente, el racismo es un prejuicio que se fundamente en distinciones físicas socialmente significativas.

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