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Guillermo Rey
1- INTRODUCCION:
El Estado en una sociedad moderna participa en la actividad económica realizando
numerosas tareas, influyendo en la vida de las Empresas y de los ciudadanos. Entre esas
tareas el Estado efectúa la prestación de servicios públicos como ser educación,
seguridad, salud, justicia y desarrollo social, también regula ciertos servicios y aplica
impuestos.
El rol del Estado abarca aspectos de eficiencia (asignar recursos escasos para obtener
mejores resultados) y de equidad (interviene para que la redistribución sea equitativa). En
el primer aspecto, se encuentra todo lo que es la provisión de bienes y servicios Públicos y
la regulación de la actividad económica privada. Respecto de la distribución del ingreso el
Estado debe procurar la equidad en función de consideraciones de justicia social,
tradicionalmente el enfoque de las finanzas públicas atribuirá al Estado el rol de
asignación, distribución y estabilización.
Las finanzas públicas tienen por finalidad de estudio el análisis económico del sector
público, es decir, del accionar del Estado en el ámbito económico.
Según Ahumada: “La ciencia de las finanzas estudia los recursos y gastos del estado y los
efectos que ambos tienen sobre la economía de los particulares y sobre el patrimonio
público.”
Según Due: “El estudio de las finanzas públicas se ocupa de aquella parte de la economía
que se refiere a la actividad económica del estado como organización política.
Comprende la determinación del nivel de actividad y gasto público, la forma como se
obtiene los fondos necesarios para realizar esas actividades, y los efectos del gasto y del
ingreso público sobre el sector privado de la economía.”
S/ Héctor Villegas, establece como sinónimos a: Finanzas = Finanzas publicas = Hacienda
= Hacienda pública. “Es la ciencia que estudia la actividad desarrollada por el Estado para
obtener sus ingresos y efectuar sus gastos”
Finalmente decimos: “Es el estudio valorativo de cómo y porque el Estado obtiene sus
ingresos y hace sus erogaciones, examinando sintéticamente los distintos aspectos del
fenómeno financiero, especialmente económicos, jurídicos y políticos”.
o Económicos: Por los medios utilizados.
o Jurídicos: Por la forma en que actúa y se desenvuelve, o sea, mediante normas
jurídicas.
o Políticos: Por la naturaleza de los fines perseguidos.
Desde un punto de vista económico: “Es la coordinación económica activa de personas y
de bienes económicos, establecidas por los habitantes afincados en un territorio, con la
finalidad de satisfacer las necesidades de orden colectivo o común que los individuos no
podrían atender aisladamente”.
El estado obtiene ciertos ingresos que le permiten realizar los gastos necesarios para
procurar servicios a la población en cumplimiento de su misión de promover el bienestar
general. Esos ingresos se deben obtener en la cuantía, tiempo y forma que previene la ley,
la cual también establece los destinos prefijados presupuestariamente para los fondos
obtenidos. La puesta en marcha y continuidad de los servicios estatales tiene un costo
que deberá ser evaluado, para saber hasta qué punto el gobernante se aproxima al ideal
de la “utilidad social máxima”. Esto indica la necesidad de determinar, en términos
económicos, el sacrificio y verdadero rendimiento que la actividad financiera provoca a la
colectividad en su conjunto o a ciertos grupos especiales.
Tampoco se podrá prescindir de un meditado estudio, e incluso de cálculos de
probabilidades, sobre los posibles efectos de la imposición y de los gastos públicos, con
criterio microeconómico y con visión macroeconómica. A ello se suma el estudio sobre la
obtención de los diferentes ingresos, tranzando sus diferencias en cuanto a régimen
jurídico, efectos y consecuencias. Esto adquirirá mayor relevancia en dos temas básicos.
Por un lado los tributos y por el otro el crédito público. Ambos deberán ser examinados en
cuanto a su estructura, régimen legal y efectos económicos, lo cual determinara a su vez
su utilidad y conveniencia, conforme a los fines que el gobierno desee llevar a cabo.
No será posible prescindir de la planificación y el control de la actividad financiera, lo cual
requerirá analizar los principios generales del presupuesto y su procedimiento de
preparación y aprobación, así como también su ejecución y control. Groves expresa que
en los tiempos modernos el estudio de la hacienda pública incluye cuatro divisiones
principales: recaudaciones públicas, gastos públicos, deuda pública y ciertos problemas
del sistema fiscal en su conjunto, tales como administración fiscal y política fiscal.
Clasificación:
1. Bienes públicos puros: (Justicia; Seguridad Fronteriza, Defensa Nacional, etc.)
▪ Libre elección del consumidor a través de un proceso político de votación obligatoria.
▪ No rivalidad en el consumo.
▪ Consumo conjunto.
▪ No revelación de preferencias.
▪ No exclusión del consumo.
▪ Beneficios indivisibles entre los usuarios.
▪
2. Bienes públicos preferentes:
• El ciudadano no tiene la libre elección del consumo.
• La decisión del consumo está a cargo del Estado.
• Beneficios internos y precios de exclusión.
• Se satisfacen aun con interferencias de los consumidores.
•
3. Bienes públicos Mixtos
• Combinan características de bienes públicos, privados y preferentes.
• Son bienes privados que por alguna razón es recomendable que sean financiados por el
Estado: Ej: Vacunas.
• Son bienes divisibles, se pueden excluir a las personas.
• Se pueden comprar en el mercado pero por motivo de diversa índole es provisto por el Estado
en forma gratuita. EJ: salud en hospitales; educación primaria.
CAMARA DE DIPUTADOS
PODER LEGISLATIVO
NACION CAMARA DE SENADORES
C.S.J.N corte suprema justicia nacional
PODER JUDICIAL
TRIBUNALES INFERIORES
PODER EJECUTIVO gobernador
NATURALEZA:
Según Valdés Costa la actividad financiera del Estado tiene un contenido económico que
constituye su carácter universal, ya que se refiere siempre a la obtención de los medios
para la satisfacción de sus necesidades. Pero, además, esa actividad está determinada
por elementos políticos como consecuencia de la naturaleza de su sujeto activo, que
actúa en función de intereses generales, valorados con criterios relativos según
circunstancias de tiempo y lugar.
Este autor agrega, que hay acuerdo total en que los medios son económicos y que las
motivaciones son políticas.
Al pensamiento del autor mencionado, agregamos que junto con los elementos
económicos y políticos no podemos olvidar la relevante importancia que tienen los
aspectos jurídicos, que proporcionan los cauces legales por los cuales debe transitar la
actividad financiera, atento el principio de legalidad que rige en los países democráticos.
Se presentan tres teorías:
1. Teorías económicas
Estas tesis responden a las ideas del liberalismo clásico, y plantean cuestiones superadas
por las doctrinas y por los hechos sucedidos en años posteriores (Ideas socialistas).
Fueron elaboradas bajo las premisas de una concepción individualista que veía a un
estado restringido a satisfacer las necesidades publicas primarias de la población, lo cual
lo llevaba a formalizar una especie de “contrato económico” con los ciudadanos. El estado
vendía sus servicios y, a cambio de ellos, los ciudadanos pagaban el precio de tales
funciones.
Adam Smith, ejemplificaba concibiendo al Estado como una gran finca rustica en el cual
los integrantes pagaban conforme al grado de protección recibida, la cual variaba según
el grado de riqueza poseída (a mayor riqueza, mayor protección).
Say sostenía que la actividad financiera pertenecía a la etapa económica del consumo. El
fenómeno financiero representa, en definitiva, un acto de consumo colectivo y público, por
lo cual los gastos públicos se deben considerar consumos improductivos de riqueza y se
pueden comparar con el granizo por sus efectos destructores. Cuando un valor ha sido
pagado por el contribuyente está perdido para él, y cuando el valor es gastado por el
gobierno se pierde para todos, no ofreciendo ventaja para la colectividad. El estado
sustrae bienes a los particulares, quienes, si los conservasen en su poder, los utilizarían
mejor y más productivamente.
De Viti De Marco propone el principio del “máximo rendimiento económico”, que tendría
plena vigencia en su modelo de “Estado democrático”.
Según Dalton, el criterio fundamental debe surgir de la comparación de los dos lados de la
actividad financiera, es decir, de la carga de la tributación y los efectos del gasto público.
Propicia la aplicación del principio de la “utilización social máxima”. Ésta se produce
cuando la utilización por el estado de las riquezas extraídas de los particulares tiene
efectos socialmente ventajosos.
El principio de máximo rendimiento económico es valedero para las actividades estatales
que solo persiguen la obtención de recursos para cubrir gastos, con un estado ligado a la
cobertura de necesidades publicas primarias. Por el contrario, el principio de la máxima
ventaja social tiene claro fundamento político intervencionista, y es la más apropiada para
aquella actividad relacionada con la obtención de fines económicos o sociales.
2. Teorías Sociológicas
Según Pareto el estado es solo una ficción en cuyo nombre se impone a los
contribuyentes todos los gravámenes posibles, y luego se gastan para cubrir no ya sus
pretendidas necesidades sino las infinitas de la clase dominante. No es, entonces, el
estado el que gobierna efectivamente y elige en materia de gastos e ingresos públicos,
sino las clases dominantes, que imponen al llamado “Estado” sus intereses particulares.
Por ello, el estado no es un ente superior y distinto de los individuos que lo componen, sino
tan solo un instrumento de dominación de la clase gobernante.
Sostiene Griziotti, que es justo desenmascarar los intereses particulares que se anidan
detrás de los del Estado, y considerar las fuerzas y las consecuencias de los hechos
financieros observando la verdad experimental.
3. Teorías Políticas
Cuyo mejor expositor fue Griziotti quien afirma que teniendo presente que el sujeto de la
actividad financiera es el Estado y que son los fines del Estado los que se satisfacen con la
actividad financiera, debe aceptarse que esta actividad tenga necesaria y esencialmente
una naturaleza política.
Los procedimientos de los cuales se vale el Estado para procurarse recursos son en su
mayor parte coercitivos y están guiados por criterios políticos, así como son políticos los
criterios de la repartición de la carga tributaria entre los particulares. Sobre todo son
políticos los fines que el Estado se propone con su actividad financiera pues son
consecuencia de su propia naturaleza de sujeto activo de las finanzas públicas.
ANTES DEL SIGLO XVII: en los estados de la antigüedad la riqueza se obtenía mediante la
guerra y la conquista de otros pueblos. Los recursos surgían de un conglomerado de
medidas destinadas a satisfacer las necesidades inmediatas de los gobernantes. La
concepción del estado era muy diferente. En términos generales, el estado se identificaba
con quien ejercía el gobierno, el cual procuraba sus ingresos personales principalmente
por conquistas guerreras o donativos que pagaban los súbditos a cambio de justicia y
protección. A su vez, los gastos se cubrían con los ingresos personales del jefe de
gobierno.
Durante la edad media siguió rigiendo la indiferenciación entre bienes del estado y
gobernantes, por lo cual no se produjeron cambios significativos. Se suscitan, sin
embargo, variantes de importancia en la estructura social, dado que los señores feudales
pasaban a un primer plano y la producción, quedaba a cargo de los vasallos, individuos
subordinados a los primeros. Las gabelas y otros tributos exigidos por los señores
feudales eran obtenidas a cambio del privilegio para el vasallo de usar la tierra y realizar
trabajos viles durante toda su vida contando con la protección del noble poseedor del
feudo.
A PARTIR DEL SIGLO XVII: se afianzo la soberanía del estado sobre cualquier otro poder,
aun cuando persistió la confusión de patrimonios entre el monarca y estado. Fue cesando
el fraccionamiento feudal y apareció el concepto de Estado-Nación, originando la
jerarquización de los reyes. Esta concepción debía originar actividad financiera, porque se
requerían gastos para reclutar a los hombres que formaban sus ejércitos y para otras
necesidades que forzosamente producía la administración de la cosa pública. Se
necesitaban recursos y personal técnico que asesorara a los monarcas sobre cómo
conducir lo mejor posible el manejo de la hacienda pública. El primer concepto de
soberano-Estado obligo a aplicar postulados o reglas económicas y financieras.
FISIOCRACIA: la posición económica se basó en que el orden natural era establecido por
Dios para proporcionar el bienestar de los hombres y que actuaba merced a la acción
libre de los individuos en la búsqueda de su interés, con la consiguiente remoción de las
trabas del estado a las actividades individuales con la adopción del lema “laissez faire,
laissez passer”. La teoría económica consistió en considerar que la única actividad
humana de la cual se obtenía un producto neto era la explotación agrícola, porque dicho
producto era superior a los medios empleados para su obtención. En relación a las
finanzas públicas, contribuyeron con su reacción contra la multiplicidad de gravámenes
existentes por considerar que coartaban la libertad individual y con su propuesta de crear
un impuesto único sobre la renta de la tierra, rédito éste al que consideraban como el
único acrecentamiento real de riqueza. También fue importante su aporte en dos
aspectos: su convencimiento de que los gastos públicos se debían limitar al producido de
los impuestos, límite establecido por el orden natural; y que los impuestos eran un
sacrificio mediante el cual los ciudadanos pagaban la protección de Estado.
SIGLO XIX: la ciencia de las finanzas comenzó a sistematizarse como disciplina con
contenido propio e independiente de la economía. Durante la primera mitad del siglo, el
pensamiento financiero continúo bajo la influencia de los economistas clásicos, lo cual
llevo a que la mayoría de los estados occidentales limitaran su actividad financiera a lo
imprescindible para asegurar, básicamente las necesidades primarias de los ciudadanos.
Los estados se autolimitaron mediante las normas jurídicas emanadas de las
constituciones que fueron surgiendo. Esto significo que el estado solo debía adoptar
resoluciones financieras mediante disposiciones legales. Wagner sostenía que el aspecto
financiero no consiste solo en la producción del estado y sus gastos, sino también en la
redistribución del ingreso, y propuso que el impuesto sea progresivo. El propósito era el de
recaudar fondos de las clases más pudientes y distribuirlos, en forma de servicios públicos
y otros beneficios, a los sectores más necesitados.