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Por
escrito presentado en fecha 24 de octubre de 2019, la abogada Vestalia Rafaela
Tovar Medina,
INPREABOGADO Núm. 126.793, actuando como apoderada judicial de la
ciudadana SOBEYDA DEL CARMEN
MEJÍAS CONTRERAS, cédula de identidad Núm.
8.040.527, interpuso demanda de nulidad conjuntamente con acción de
amparo
cautelar en virtud del silencio administrativo verificado
frente al recurso de reconsideración ejercido en fecha 17 de
junio de 2019 ante
la COMISIÓN JUDICIAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, contra el acto
administrativo signado con el Núm. TSJ-CJ-3560-2018 de
fecha 1° de noviembre de 2018, mediante el cual “se acordó su
remoción del cargo como Jueza Provisoria del Tribunal 1° de
Primera Instancia en Función de Control del Circuito
Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del estado Bolivariano de Mérida, sede Mérida y como Jueza
Suplente de la
Corte de Apelaciones del referido circuito judicial penal”.
(Resaltado del texto).
El 29 de octubre de
2019 se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la Magistrada Eulalia
Coromoto Guerrero
Rivero, a los fines de decidir sobre la admisibilidad de la demanda
de nulidad y la acción de amparo cautelar.
En fecha 20 de
noviembre de 2019, se inhibió la Magistrada María Carolina Ameliach Villarroel.
El 3 de diciembre de
2019 la apoderada judicial de la accionante solicitó celeridad procesal en la
admisión de
la demanda de nulidad y su amparo cautelar.
El 10 de diciembre
de 2019, por auto de Vicepresidencia Núm. 006, se declaró con lugar la
inhibición
planteada y se acordó convocar al suplente respectivo.
El 27 de febrero de
2020 la apoderada judicial de la accionante solicitó celeridad procesal en la
admisión de
la demanda de nulidad y su amparo cautelar.
El 5 de marzo de
2020 el Alguacil consignó resultas de la convocatoria a la Magistrada Ismelda
Rincón
Ocando, en su condición de cuarta suplente, quien manifestó su
aceptación.
El 21 de octubre de
2020 la apoderada judicial de la accionante solicitó celeridad procesal en la
admisión de
la demanda de nulidad y su amparo cautelar.
El 3 de noviembre
de 2020 se constituyó la Sala Accidental, la
cual quedó conformada de la siguiente
manera: Presidente, Magistrado Marco
Antonio Medina Salas; Vicepresidenta, Magistrada Bárbara Gabriela César
Siero,
Magistrado Inocencio Antonio Figueroa Arizaleta, Magistrada Eulalia Coromoto
Guerrero Rivero y la
Magistrada Suplente, Ismelda Rincón Ocando.
Para decidir la Sala observa:
I
FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA Y DE LA SOLICITUD DE AMPARO CAUTELAR
Que la decisión
objeto de nulidad presenta los siguientes vicios:
1.- Inmotivación.
Que el acto
impugnado incurrió en el vicio de inmotivación “previsto en el
artículo 243 ordinal 4 del Código de
Procedimiento Civil de forma supletoria,
en concordancia con el artículo 18 numeral 5 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativa (sic), y la violación
constitucional de los artículos 2 y 3 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela”. (Resaltado y subrayado del texto).
Que el referido
acto “no cumplió con el fin para [el cual estaba] destinado,
vulnerando así, el principio finalista
previsto en el artículo 206 del Código
de Procedimiento Civil, aplicable perfectamente al presente caso bajo estudio”.
(Agregado de la Sala).
Que no existe
elemento probatorio alguno, además que hubo una carencia absoluta de motivos
por parte de la
“Comisión Judicial al momento de emanar su acto
administrativo”.
2.- “Vicios
de (…) falso
supuesto de hecho previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica del Trabajo, las
Trabajadoras y Trabajadores (por falta de aplicación), en concordancia con el
falso supuesto de derecho por la falta de
aplicación [de esa misma
norma] en conexidad con los artículos 59, 60 y 61 del Reglamento
General de la Ley de Carrera
Administrativa, y la violación constitucional de los
artículos 26 y 49 numeral 1 de la Constitución de la República
Bolivariana de
Venezuela”. (Agregado de la Sala).
Que la Comisión
Judicial no tomó en consideración que “a ningún funcionario del Poder
Judicial no se le puede
remover estando de reposo, ya que de ser así, sería una
remoción injustificada” ocasionado con ello un acto lesivo a los
derechos y
garantías constitucionales atinentes al trabajo y a los derechos laborales, los
cuales son irrenunciables.
Que el remover a un
funcionario dentro del ejercicio de sus funciones y en reposo médico, comporta
una falta de
aplicación del artículo 31 de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras en conexidad con los artículos
59, 60 y 61 del
Reglamento de la Ley de Carrera Administrativa, lo cual evidencia que la Administración
incurrió en un
falso supuesto de derecho, toda vez que “la figura del reposo
médico laboral es de riguroso orden público por estar inmerso
[en] el
derecho a la salud consagrado en el artículo 83 del Texto Fundamental como
principio de rango constitucional”,
siendo el caso que su representada
convalidó su reposo médico laboral por más de tres (3) días ante el Instituto
Venezolano
de los Seguros Sociales con sede en Mérida, cumpliendo así con la
ley. (Agregado de la Sala).
Que la
Administración incurrió en un falso supuesto de derecho, por cuanto, en
apariencia la Comisión Judicial
desconocía que su representada había cumplido
con la convalidación del reposo médico, encontrándose por ello suspendida
la relación
laboral por razones de salud al momento de su remoción “siendo coaccionada
por la Presidenta del Circuito
Judicial de [esa] Entidad Regional para
que se reincorporara solo [a] firmar la notificación”. (Agregados de
la Sala).
Que el acto
impugnado “es totalmente inconstitucional, pues adolece de vicios de nulidad
absoluta ya que incurrió
en (…) falso supuesto de hecho y de derecho (…),
trayendo como consecuencia jurídica la subversión de procedimiento al
debido
proceso consagrado en el artículo 49 numeral 1 del Texto Fundamental,
transgrediendo así (…) la tutela judicial
efectiva y eficaz establecida
en el artículo 26 de [la] normativa constitucional”. (Agregado de la
Sala).
Que el derecho a la
jubilación nace de la relación laboral entre el trabajador y el ente público o privado
para quien
prestó el servicio y se obtiene una vez cumplidos los requisitos de
edad y tiempo de servicio en el trabajo, establecidos en
las leyes que regulan
la materia, derecho éste originado en la relación laboral, considerado por
ende, como un derecho social
enmarcado en la Constitución y desarrollado por
las leyes.
Primero: la admisibilidad y
procedencia de la pretensión de nulidad incoada.
Cuarto: se oficie a la
Dirección Administrativa Regional (DAR) con sede en Mérida, para que envíe su expediente
personal, en el que consta la documentación que confirma que laboró durante
diez (10) años en el Instituto de Previsión y
Asistencia Social del Ministerio
de Educación (IPASME), antes de ingresar al Poder Judicial, la cual fue enviada
al
Departamento de Carrera Judicial de la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura.
Quinto: se oficie a la
Comisión Judicial de este Alto Tribunal a los fines de la remisión del
expediente administrativo
relacionado con el presente caso.
II
COMPETENCIA DE LA SALA
Establecido lo anterior se
advierte que, con la creación de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura
(DEM),
mediante la Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Administración del
Poder Judicial, dictada por este Alto Tribunal y
publicada en la Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela Núm. 37.014, de fecha 15 de agosto de
2000, cesó
la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial
en las funciones que correspondían al extinto
Consejo de la Judicatura en sus
Salas Plena y Administrativa, y se creó la Comisión Judicial, según lo
dispuesto en su
artículo 2, como órgano del Tribunal Supremo de Justicia, para
ejercer por delegación las funciones de control y supervisión
de la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura (DEM) y las demás competencias previstas en esa
normativa.
En virtud de
ello, este Máximo Tribunal le ha asignado
a la Comisión Judicial la función de designar y remover
jueces, pero siempre
sujeta a la determinación de la Sala Plena. En efecto, esta Sala estableció que
la Comisión Judicial
es “(…) la representación abreviada de
la totalidad de los miembros que componen el Tribunal Supremo de Justicia, al
punto que se encuentra integrada por un Magistrado de cada una de las Salas (…)”;
además, está legitimada “(…) para
actuar por delegación en las tareas que le
sean asignadas por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, dentro del
amplio espectro que conlleva la dirección, gobierno y administración del Poder
Judicial (…)”, lo cual implica el ingreso y
permanencia de los
jueces. (Vid., sentencia Núm. 01798 de fecha 19 de octubre de
2004, ratificada entre otras en decisiones
Núms. 0548 del 30 de abril de 2008 y
930 del 2 de agosto de 2018).
Conforme a lo expuesto, la
Comisión Judicial es una dependencia administrativa de este Tribunal
Supremo de
Justicia, por lo que debe atenderse a lo previsto en el numeral 5
del artículo 26 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, cuyo
contenido se transcribe a continuación:
“Artículo 26. Son competencias de la
Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia:
(…omissis…)
5. Las demandas de nulidad contra los actos administrativos
de efectos generales o particulares
dictados por el Presidente o Presidenta de
la República, el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta
Ejecutiva de la
República, los ministros o ministras del Poder Popular, así como por las
máximas
autoridades de los demás organismos de rango constitucional, cuyo
conocimiento no estuviere
atribuido a otro órgano de la Jurisdicción
Administrativa en razón de la materia”.
Tomando en
consideración el señalado razonamiento, y analizado como ha sido lo relativo a
la competencia, esta
Máxima Instancia pasará a pronunciarse de manera
provisional sobre la admisibilidad de la demanda, para luego -de ser el
caso-
decidir sobre la procedencia de la cautela constitucional peticionada y decidir
conforme al criterio precedentemente
establecido. Así se decide. (Vid.,
sentencia Núm. 00481 del 6 de agosto de 2019).
IV
ADMISIÓN DE LA DEMANDA DE NULIDAD
Precisado lo anterior,
corresponde a esta Sala pronunciarse sobre la admisibilidad de la demanda
incoada. A tal
efecto deberán examinarse las causales de inadmisibilidad
previstas en el artículo 35 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso
Administrativa con excepción de la caducidad de la acción que será
analizada al momento de la admisión
definitiva que realice el Juzgado de
Sustanciación.
En consecuencia, al no
incurrir la solicitud bajo análisis en alguna de las referidas causales de
inadmisibilidad, se
admite provisionalmente la presente demanda de nulidad cuanto
ha lugar en derecho. Así se declara.
V
AMPARO CAUTELAR
En cuanto al periculum
in mora, se reitera que en estos casos es determinable por la sola
verificación del extremo
anterior, pues la circunstancia de que exista una
presunción grave de violación de un derecho de orden constitucional o su
limitación fuera de los parámetros permitidos en el Texto Fundamental, conduce
a la convicción de que por la naturaleza de
los intereses debatidos debe
preservarse in límine su ejercicio pleno, ante el riesgo
inminente de causar un perjuicio
irreparable en la definitiva a la parte que
alega la violación. (Ver sentencia de esta Sala Núm. 062 de fecha 2 de febrero
de
2012).
No obstante, se
observa que la actora en cuanto al fumus boni iuris,
refirió que su remoción del cargo de Jueza
Provisoria del Tribunal Primero de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado
Bolivariano de Mérida, se produjo mientras se encontraba de reposo
médico, “desde el 24 de abril de 2019 hasta el 24 de
mayo de 2019 que
fue renovado y tuvo que hacer acto de presencia coaccionada por parte de la
Presidente del Circuito
Judicial de esa Entidad para que firmara el referido
acto”.
Ahora bien, sin ánimo de
tocar el fondo de la controversia, en lo que respecta al reposo médico, se
observa que hasta
este momento cursan en autos uno del 25 de abril al 15 de
mayo, y otro del 16 al 24 de mayo (viernes), todos de 2019, y no
consta la
prórroga del reposo alegada por la actora. Es el caso que la accionante fue
notificada del acto impugnado el día
jueves 30 de mayo de 2019, fecha posterior
a la indicada en el último de los reposos reseñados.
En este
orden de consideraciones resulta forzoso concluir, que no se verifica la
presunción de buen derecho (fumus
boni iuris), en consecuencia el amparo
cautelar solicitado es improcedente. Así se decide.
VI
DECISIÓN
Publíquese, regístrese y
comuníquese. Notifíquese la Procuraduría General de la República. Remítase el
expediente
al Juzgado de Sustanciación de esta Sala, a los fines de que
verifique la caducidad de la acción. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala
Político-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia, a los dieciocho (18)
días del mes de noviembre del año dos mil veinte (2020). Años 210º de la
Independencia y
161º de la Federación.
El Presidente,
MARCO ANTONIO MEDINA
SALAS
La Vicepresidenta,
BÁRBARA
GABRIELA CÉSAR
SIERO
El
Magistrado,
INOCENCIO FIGUEROA
ARIZALETA
La Magistrada-Ponente,
EULALIA
COROMOTO
GUERRERO RIVERO
La Magistrada – Suplente,
ISMELDA LUISA RINCON
OCANDO
La Secretaria,
GLADYS AZUAJE
BARRETO
En fecha diecinueve (19) de noviembre del año
dos
mil veinte, se publicó y registró la anterior
sentencia bajo el Nº 00171, la
cual no está
firmada por la Magistrada Suplente Ismelda
Luisa Rincón Ocando,
por motivos justificados.
La Secretaria,
GLADYS AZUAJE
BARRETO