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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

EJECUCIÓN DE SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA DE


DERECHOS HUMANOS

ASIGNATURA:

DERECHOS HUMANOS

ALUMNA:

GLADYS, CONDE HUAMANI

DOCENTE:

ALEX DAVIS, ASTOHUAMAN HUARANGA

CICLO:
X

AYACUCHO -PERU

2022
EJECUCIÓN DE SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS
Por ejecución, entendemos que es aquella actividad del órgano jurisdiccional
tendente a dejar las cosas en el sitio en que se encontrarían de no haber existido
incumplimiento. Es una actividad de sustitución de la actividad que debió realizar el
deudor, prescindiendo o en contra de su voluntad.

La fuerza ejecutiva constituye la posibilidad que tiene un juez de poner en marcha


un aparato coactivo capaz de llevar a efecto los términos de sus resoluciones incluso
prescindiendo de la voluntad del obligado.

Muchos académicos sostienen que las sentencias de Tribunales regionales, corno


lo es la Corte Interamericana carecen de ejecutividad, dado que no existe un poder
extraterritorial que venza la resistencia de un gobierno y lo obligue a cumplir con una
sentencia.

Podría decirse que la ejecución de las sentencias de la CIDH, depende en gran


parte de la voluntad política del momento en los Estados, ya que, en la mayoría de los
casos, no existen los instrumentos o mecanismos jurídicos internos para hacerlas valer o
para exigir su cumplimiento. La facultad de supervisión del cumplimiento, anteriormente
señalada, podría concebirse como un medio de presión moral y político contra el Estado
que no ha cumplido. La obligatoriedad, señalada dentro de la Convención, es indicativo
de que los Estados han aceptado la competencia de la Corte, y, por ende, han adquirido
un compromiso jurídico para cumplir con sus determinaciones.

Si la Corte dictamina que un derecho ha sido violado, ordenará que la situación


sea rectificada. Puede conceder compensaciones para la víctima por los daños reales, el
perjuicio emocional y/o los costos del litigio, pero no adjudicará sanciones. El artículo
63.1 de la Convención incluye la siguiente disposición concerniente a los fallos de la
Corte:

"Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en esta


Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o
libertad conculcados. Dispondrá, asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las
consecuencias de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos
derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada."
La Convención Americana establece la obligatoriedad de las sentencias de la
Corte Interamericana, al establecer expresamente el compromiso de los Estados partes en
la Convención de cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes. Sin
embargo, la Convención también determina que las sentencias serán notificadas a las
partes del caso y asimismo serán transmitidas a todos los Estados partes en la Convención.
Esta disposición debe ser interpretada, en primer lugar, con base en el fundamento de la
protección internacional colectiva, por parte de todos los Estados partes de la Convención
Americana. Pero además de ello, las sentencias de la Corte Interamericana deben ser
transmitidas a todos los Estados partes en la Convención, en virtud de que ellas establecen
interpretaciones auténticas de ésta que pasan a formar parte de la Convención misma.

De esta forma, las sentencias de la Corte Interamericana como sentencias


emanadas de un tribunal internacional o transnacional, son de obligatorio cumplimiento
por los Estados parte y se deben ejecutar directamente por y en el Estado concernido,
evidentemente sin que haga falta para ello ningún procedimiento de pase en el derecho
interno o exequatur. En este sentido la Convención Americana es muy clara ya que
incluso establece expresamente, que la parte del fallo que disponga indemnización
compensatoria se podrá ejecutar en el respectivo país por el procedimiento interno vigente
para la ejecución de sentencias contra el Estado.

En efecto, la ejecución de las sentencias de la Corte Interamericana tiene su


fundamento en el derecho a la tutela judicial efectiva frente a las violaciones a los
derechos humanos por parte de los Estados parte de la Convención Americana. Es en este
sentido que debe ser interpretado ese derecho a la protección judicial reconocido en la
Convención Americana, como el derecho de toda persona a un recurso sencillo y rápido,
o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos reconocidos por dicha Convención. Para que la tutela
judicial sea efectiva, la Convención Americana exige entre sus elementos esenciales que
los Estados partes se comprometan a “garantizar el cumplimiento, por las autoridades
competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso”.

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