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SALA CONSTITUCIONAL
 
Magistrado Ponente: Arcadio Delgado Rosales
Expediente número 2015-1376
 
El 3 de diciembre de 2015, los abogados Auer Barreto Colón y Joseran Barreto
Vásquez, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números
43.480 y 228.203, respectivamente, en su carácter de defensores privados de los
ciudadanos OSCAR JOSÉ APARICIO MANAURE y LUIS JESÚS DÍAZ
GIL, titulares de las cédulas de identidad números V-10.888.938 y 11.488.419,
respectivamente, solicitaron la revisión de la sentencia número 277, dictada el 8 de
mayo de 2015 por la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia,
que i) desestimó por manifiestamente infundado el recurso de casación interpuesto por
la referida defensa contra la sentencia dictada el 25 de noviembre de 2014 por la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, que
declaró sin lugar los recursos de apelación ejercidos contra la sentencia número 039-14
dictada el 20 de junio de 2014 por el Juzgado Primero de Primera Instancia en
Funciones de Juicio del mismo Circuito Judicial Penal, que condenó a los ciudadanos
Oscar Aparicio Manaure y Luis Jesús Díaz Gil -hoy solicitantes-, como co-autores en la
comisión del delito de tráfico ilícito agravado de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas, y como autores en la comisión del delito de usurpación de identidad;
confirmando con ello la sentencia de primera instancia, y declaró sin lugar la solicitud
de declaratoria de nulidad del referido fallo;  ii) declaró inadmisible la solicitud
planteada en el recurso de casación, referida a la nulidad absoluta de la sentencia
recurrida, la acusación y el acta de investigación, y iii) desestimó por manifiestamente
infundado el recurso de casación interpuesto por la abogada Jasmín Flores Valdez, en su
condición de defensora privada del ciudadano Luis Jesús Díaz Gil.
 
 El 4 de diciembre de 2015, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se
designó ponente al Magistrado Arcadio Delgado Rosales, quien con tal carácter suscribe
el presente fallo.
 
El 23 de diciembre de 2015 se reconstituyó esta Sala Constitucional, dada la
incorporación de los Magistrados designados por la Asamblea Nacional en sesión
extraordinaria de esa misma fecha, publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela número 40.816 del 23 de diciembre de 2015; quedando
integrada de la siguiente forma: Magistrada Gladys María Gutiérrez Alvarado,
Presidenta; Magistrado Arcadio Delgado Rosales, Vicepresidente; y los Magistrados y
Magistradas Carmen Zuleta de Merchán, Juan José Mendoza Jover, Calixto Ortega
Ríos, Luis Fernando Damiani Bustillos y Lourdes Benicia Suárez Anderson.
 
El 1 de noviembre de 2016, el abogado Eduar Enrique Moreno Blanco, Defensor
Público Provisorio 2° con competencia para actuar ante esta Sala Constitucional,
actuando en su condición de defensor público del ciudadano LUIS JESÚS DÍAZ GIL,
mediante diligencia presentada ante la Secretaría de esta Sala Constitucional, luego de
indicar que el referido ciudadano en la misma fecha solicitó asistencia jurídica, ya que
se encontraba sin asistencia alguna, manifiesta interés procesal en la presente causa y
solicita pronunciamiento. En esa misma fecha, se dio cuenta en Sala de la diligencia y
se acordó agregarla al presente expediente.
I
DE LA SOLICITUD DE REVISIÓN
 
Los abogados Auer Barreto Colón y Joseran Barreto Vásquez, actuando con el
carácter de defensores privados de los ciudadanos Oscar José Aparicio Manaure y Luis
Jesús Díaz Gil, solicitaron la revisión de la sentencia número 277 dictada el 8 de mayo
de 2015 por la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia ya que, a su
decir, la misma se dictó sin estar probada la participación de sus defendidos, por
cuanto “(…) LO QUE EXISTE DEL JUICIO Y DE AUTOS SON LAS
DECLARACIONES DE DOS FUNCIONARIOS APREHENSORES, INSUFICIENTES
PARA CONDENAR, PORQUE NO HUBO TESTIGOS INSTRUMENTALES QUE
CORROBORARAN EL DICHO DE LOS DOS FUNCIONARIOS ACTUANTES (…)”;
por lo que consideran se apartó tácitamente de la interpretación constitucional contenida
en las sentencias número 1242 del 16 de agosto de 2013 y 1233 del 3 de octubre de
2014, dictadas por esta Sala antes de la emisión del fallo objeto de revisión (destacados
del escrito).
 
Que, con fundamento en el encabezamiento del artículo 451 del Código
Orgánico Procesal Penal, denunciaron  ante la Sala de Casación Penal de este Tribunal
Supremo de Justicia “(…) la violación de la Ley por falta de aplicación, del penúltimo
aparte del artículo 449 eiusdem, en concordancia con el artículo 444 ordinal 5° (sic),
en relación con el artículo 346 ordinal 3° (sic), eiusdem, también por falta de
aplicación” (destacados del escrito).
 
Asimismo, indicó que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia no resolvió adecuadamente el punto sometido a su
consideración e ignoró la aplicación errónea cometida por el Tribunal de Juicio
y “(…) convalidó la condena con el simple dicho de dos funcionarios aprehensores.
Desoyendo el criterio reiterado de la jurisprudencia Constitucional (sic) y de
Casación (sic) Penal (sic), La (sic) Sala Tercera violó la Ley (sic) por falta de
aplicación, del penúltimo aparte del artículo 449, en concordancia con el artículo 444
ordinal 5° (sic), también por falta de aplicación, en relacion (sic) al artículo 346
ordinal 3° (sic), todos del Código Orgánico Procesal Penal. Lo cual… denunció ante la
respetada sala (sic) de Casación Penal, mediante Recurso (sic) de Casación (sic), a
tenor de los artículos 451 [y] 452 del Código Orgánico Procesal Penal, por LA FALTA
DE APLICACIÓN, DE LAS NORMAS ANTES SEÑALADAS…”, por lo que solicitó a la
referida Sala declarara con lugar el recurso de casación y dictara una decisión propia
sobre el caso, conforme a lo establecido en el artículo 459 del Código Adjetivo.
 
Que denunció ante la Sala de Casación Penal “[q]ue La (sic) Sala Tercera violó
la Ley (sic) por falta de aplicación, del penúltimo aparte del artículo 449, en
concordancia con el artículo 444 ordinal 5° (sic), también por falta de aplicación, en
relación al artículo 346 ordinal 3° (sic), todos del Código Orgánico Procesal Penal.
Tal como se evidencia del Recurso (sic) de Casación (sic) interpuesto por esta
defensa. Y no como lo estableció la Sala de Casación en su Decisión (sic): ‘Visto lo
anterior, la Sala también observa que se denuncia la trasgresión por errónea
interpretación del numeral 3 del artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal,
del cual viene asentando la Jurisprudencia (sic) de la sala (sic) de Casación Penal, que
la (sic) misma (sic) no es susceptible de ser infringido por la alzada, por estar referido
a la determinación de los hechos objeto del proceso’.
 
Que la Sala de Casación Penal desconoció su propia jurisprudencia, ya que en la
sentencia núm. 146 del “13 [rectius: 14] de mayo de 2014”, estableció que “Cuando se
alega error por falta o indebida aplicación de una norma jurídica de naturaleza
sustantiva, no basta con señalar que se incurrió en dicho vicio. Por el contrario, para
una cabal fundamentación de tal alegato, es el establecimiento preciso de los hechos
que resultaron probados en el debate oral y público, ya que la función de la Sala no es
establecer los hechos, sino determinar la perfecta correspondencia entre esos hechos y
las disposiciones sustantivas aplicadas o dejadas de aplicar”.
 
Que “(…) de autos, no está probada la participación de [sus] defendidos, por
cuanto lo que existe es la simple declaración de los funcionarios actuantes
(Dos (sic) funcionarios), INSUFICIENTES PARA CONDENAR, PORQUE NO HUBO
TESTIGOS INSTRUMENTALES QUE CORROBORARAN EL DICHO DE LOS DOS
FUNCIONARIOS ACTUANTES (...)”; por lo que según indica se obvió tácitamente lo
establecido en la sentencia dictada por esta Sala bajo el núm. 1242/2013  del 16 de
agosto.
 
Que “[s]i se condena a [sus] defendidos, con la sola declaración de los
funcionarios, se sentaría un precedente peligroso, lo cual trae como consecuencia que
las cárceles de nuestro país, estarían abarrotadas basadas únicamente en los
procedimientos policiales (violaciones de todas las Garantías Constitucionales). Sería
un desacierto jurídico que no contribuye, con la correcta administración de la Justicia
y se generaría INSEGURIDAD JURÍDICA, en el justiciable”.
 
Que la Sala de Casación Penal al declarar inadmisible el recurso de
casación “(…) violó el Derecho a La Tutela Judicial Efectiva, al dictar una decisión
contraria a derecho, que se materializó en la privación de la
Tercera (sic) Instancia (sic), negándose la posibilidad de que la Alzada se pronunciara,
sobre las denuncias planteadas, lo cual constituye una lesión al
Debido (sic) Proceso (sic), en consecuencia se vulneró el Derecho (sic) a
La (sic) defensa a los acusados. Y según el artículo 2° (sic) de La (sic) Constitución,
La (sic) Justicia (sic) constituye, uno de los valores fundamentales e inspiradores de
nuestro ordenamiento jurídico y dentro de este marco referencial, el proceso es el
instrumento fundamental, mediante el cual el Estado, a través del órgano
jurisdiccional, logra su realización, tal como está previsto en el artículo 257 eiusdem. Y
siendo ello materia de Orden (sic) Público (sic), La (sic) Sala como máximo Tribunal
Constitucional, tiene el deber de garantizar la Supremacía (sic) de los principios
Constitucionales (sic) y velar por su uniforme aplicación bajo los criterios de
economía y celeridad procesal que caracterizan la Jurisdicción Constitucional.
(Fundamento en Doctrina Constitucional de esta respetada Sala)” (destacado del
escrito).
 
Que “(…) SOLICITA de esta digna SALA CONSTITUCIONAL, SE SIRVA
REVISAR CONSTITUCIONALMENTE, LA SENTENCIA N° 277, de fecha 08 (sic) de
Mayo (sic) de 2015, mediante la cual DECLARÓ SIN (sic) LUGAR (sic) EL
RECURSO DE CASACIÓN, POR MANIFIESTAMENTE INFUNDADO
INTERPUESTO EN CONTRA DE LA SALA TERCERA DE LA CORTE DE
APELACIONES DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ZULIA, QUIEN
CONVALIDÓ LA SENTENCIA CONDENATORIA DEL TRIBUNAL DE PRIMERA
INSTANCIA, NO ESTANDO PROBADA, LA PARTICIPACIÓN DE NUESTROS
DEFENDIDOS, POR CUANTO LO QUE EXISTE DEL JUICIO Y DE AUTOS SON
LAS DECLARACIONES DE DOS FUNCIONARIOS APREHENSORES,
INSUFICIENTE[S] PARA CONDENAR, PORQUE NO HUBO TESTIGOS
INSTRUMENTALES QUE CORROBORARAN EL DICHO DE LOS DOS
FUNCIONARIOS ACTUANTES. APARTÁNDOSE, OBVIANDO TÁCITAMENTE LA
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL, CONTENIDA EN LA SENTENCIA 1242
DE 16 DE AGOSTO DE 2013 (…)”.
 
Que, además, en el recurso de casación “ADVIRTIÓ Y SE EVIDENCIA UNA
CAUSAL DE NULIDAD ABSOLUTA DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO
257 DE LA CONSTITUCIÓN (sic)”. Al respecto señaló que el “Tribunal a-quo [sin
precisar cuál], Decretó (sic) la Nulidad (sic) Absoluta (sic), de una parte del
Acta (sic) de Investigación (sic), tal como es lo referido a la incautación y registro de
cadenas (sic) de custodia. Vale decir, Declaración (sic) Parcial (sic), del Acta (sic) de
investigación. Incluso, sostiene que la declaración de parte de los acusados y que esos
comentarios insertos en esa Acta (sic) Policial (sic): No (sic) tienen
Valor (sic) Legal (sic) alguno. Quizás olvidándose, [de] que la Declaratoria (sic) de
Nulidad (sic) Absoluta (sic), se hace por violación de
Garantías (sic) Fundamentales (sic), las cuales atañen al ORDEN PÚBLICO. Lo que
envenenó o contaminó toda el Acta (sic) de Investigación (sic)” (destacados del
escrito).
 
Que el “Juzgado a-quo” -sin indicar cuál- reconoció que en el contenido del
acta de investigación: i) hubo modificación o contaminación en relación a la incautación
y registro de la cadena de custodia; ii) que las declaraciones allí plasmadas
supuestamente rendidas por los imputados no tienen valor legal, sin reconocer que son
ilícitas por violación a las garantías constitucionales establecidas en los artículos 26 y
49.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; iii) no consideró la
tortura a la cual fueron sometidos sus defendidos, demostrada por la “declaración de la
médica forense durante el Debate Oral y Público”; iv) no consideró la modificación del
lugar de aprehensión de los imputados donde no hubo presencia de testigos, sino que los
mismos fueron conseguidos post-factun (sic); v) tampoco tomó en consideración la
existencia simple del dicho de dos funcionarios, que al no haber testigos que corroboren
sus dichos en el acta policial, debía declarar nulo el procedimiento por violación de
garantías fundamentales; y vi) que el acta contiene contradicciones e inconsistencias, las
cuales pueden evidenciarse al compararse con el dicho de los funcionarios y los
testigos post-factum.
 
Que “(…) con esas violaciones de Garantías (sic) Fundamentales (sic),
inconsistencias y contradicciones e insuficiencia de prueba no hubo evidencia, que
comprometa la responsabilidad penal de nuestros defendidos, aún (sic) así fue
Declarada (sic) la Nulidad (sic) de una parte del Acta (sic) de Investigación (sic), vale
decir sesgadamente. Desoyendo el Criterio (sic) Vinculante (sic) de La (sic) Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (…)” establecido en las sentencia
números 81/2009 del 10 de febrero y la 1228/2005 del 16 de junio de 2005; por lo que,
solicitaron a la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia la nulidad de la sentencia de primera instancia, de la acusación y del acta
de investigación, lo que fue declarado sin lugar.
 
Que, por tal motivo, solicitaron a la Sala de Casación Penal de este Tribunal en
el recurso de casación, la nulidad  de las sentencias dictadas por la Sala Tercera de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia y por el Juzgado de
Primera Instancia -sin señalar cuál- así como de la acusación y del acta de
investigación “(…) por existir violación de Garantías Constitucionales, que afectan el
Orden Público. DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 357 (sic) DE LA
CONSTITUCIÓN”; no obstante, la Sala declaró inadmisible la solicitud planteada.
 
Que “LA DEFENSA ADVIRTIÓ Y SE EVIDENCIA UNA CAUSAL DE
NULIDAD ABSOLUTA, EN CUYO CASO SI (sic) SE IMPONDRÍA DECLARATORIA
EN BENEFICIO DE LOS IMPUTADOS Y PARA GARANTIZAR SUS DERECHOS
COMO JUSTICIABLES. TAMBIÉN APARTÁNDOSE OBVIANDO TÁCITAMENTE
LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL, CONTENIDA EN SENTENCIA 1233
DE (sic) 03 (sic) DE OCTUBRE DE 2014, MAGISTRADA PONENTE Dra. CARMEN
ZULETA DE MERCHAN (sic), TAMBIÉN DICTADA POR ESTA RESPETADA SALA,
CON ANTERIORIDAD AL FALLO IMPUGNADO (…)”.
 
Por último, indicó que con fundamento en todo lo anterior, solicita la revisión de
la sentencia número 277 del 8 de mayo de 2015 de la Sala de Casación Penal de este
Tribunal que declaró “(…) SIN (sic) LUGAR (sic) EL RECURSO DE CASACIÓN, Y
DECLARÓ INADMISIBLE EL RECURSO DE NULIDAD
ABSOLUTA INTERPUESTO EN CONTRA DE LA SALA TERCERA DE LA CORTE
DE APELACIONES DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ZULIA,
QUIEN CONVALIDÓ LA SENTENCIA CONDENATORIA DEL TRIBUNAL DE
PRIMERA INSTANCIA. TAMBIÉN APARTÁNDOSE OBVIANDO TÁCITAMENTE
LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL, CONTENIDA EN SENTENCIA 1233
DE (sic) 03 (sic) DE OCTUBRE DE 2014 (…) ASIMISMO, SOLICITAMOS QUE SE
DICTE MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA DE SUSPENSIÓN DE EFECTOS DE LA
SENTENCIA CUYA REVISIÓN SE SOLICITA”.
 
III
 
DEL FALLO OBJETO DE LA SOLICITUD DE REVISIÓN
 
La Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia, mediante
sentencia del 8 de mayo de 2015, i) desestimó por manifiestamente infundado el recurso
de casación interpuesto por los defensores privados de los acusados ciudadanos Luis
Jesús Díaz Gil y Oscar José Aparicio Manaure, de conformidad con lo establecido en
el artículo 457 del Código Orgánico Procesal Penal; ii) declaró inadmisible la solicitud
planteada por la referida defensa, respecto de la nulidad absoluta de la sentencia
recurrida, la acusación y el acta de investigación,  y iii) desestimó por manifiestamente
infundado el recurso de casación interpuesto por la defensora privada del acusado
ciudadano Luis Jesús Díaz Gil, de conformidad con lo establecido en el artículo 457 del
Código Orgánico Procesal Penal, en los términos siguientes:
 
“En razón de ello, designado para emitir pronunciamiento
sobre el recurso de casación, pasa a decidir bajo las consideraciones
siguientes:
 …Omissis..
 
En la única denuncia del recurso de casación, con fundamento
en el artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal, se esgrime
que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, al dictar sentencia incurrió en la violación de
la ley por falta de aplicación del segundo aparte del artículo 449 del
Código Orgánico Procesal Penal, además de haber cometido, de
acuerdo a la establecido en el artículo 444 numeral 5 del Código
Orgánico Procesal Penal, una infracción por errónea aplicación del
artículo 346 numeral 3 eiusdem, al no haber examinado la magnitud
del daño causado y las circunstancias precisas del caso.
 
Es necesario destacar primeramente que el recurso de
casación instaurado en el Código Orgánico Procesal Penal, está
sujeto bajo una estructura nomofiláctica, en el que solo puede
delatarse la violación de la ley, ya sea por falta de aplicación,
indebida aplicación o errónea interpretación de una o varias normas
jurídicas.
 
Es precisamente bajo esta fórmula en el (sic) cual debe
apoyarse el formalizante para arribar a las denuncias de forma y
fondo, y es lo que le da el carácter al motivo de casación en el Código
Orgánico Procesal Penal, solo quedándole por explicar de qué
manera se ha violentado la ley en cada caso por las Cortes de
Apelaciones u órganos equivalentes como la competencia de
adolescentes y en la competencia militar.
 
El escrito de interposición del recurso de casación que tiene
como objeto evitar la posible ejecución de la sentencia, no puede ser
elaborado de una manera simple e informal, por el contrario debe
contener sus motivos y propuestas.
 
Para que se considere establecido el recurso de casación, es
indispensable que se haga mediante un escrito exhaustivo y motivado
donde se exteriorice como trasciende el vicio a la dispositiva del fallo
impugnado, y señalarse cuál debió ser la conducta correcta y
como (sic) puede subsanarse el yerro.
 
Sin embargo, en el presente caso la defensa en la misma
denuncia indica que la Corte de Apelaciones además de violentar la
ley por falta de aplicación del contenido del segundo aparte del
artículo 449 del Código Orgánico Procesal Penal, aduce de esta
manera, que aplicó erróneamente el contenido del artículo 346
numeral 3 establecido en dicha norma adjetiva, efectuando una serie
de cuestionamientos de la labor realizada no solo por la alzada sino
por el tribunal de juicio, pero sin expresar un razonamiento técnico
conforme a la ley adjetiva penal.
 
 Así  pues, se evidencia que los recurrentes en su única
denuncia, plantean dos (2) motivos de casación en forma
indiscriminada como lo es la falta de aplicación y la errónea
aplicación; adicionalmente consideran vulnerados diversos
dispositivos legales que no guardan relación entre sí.
 
Por consiguiente, se debió realizar las denuncias de forma
separada e indicando en cada caso en qué forma la alzada incurrió en
el vicio, lo cual no ocurre en el presente caso, donde además de
presentar las delaciones conjuntas no se concreta ni se precisa un
argumento más allá de la simple alegación genérica. 
 
Sobre la base de lo indicado por los recurrentes, en primer
lugar en cuanto a la denuncia por la falta de aplicación del segundo
aparte del artículo 449 de la norma adjetiva penal, se observa que la
referida dispone:
 
Artículo 449:
 
           …omissis…
                                                                                                                                
   
De lo anterior se colige, que el planteamiento esgrimido por
los impugnantes resulta incongruente, dado el hecho de que los
mismos han ejercido recurso de casación contra la sentencia
proferida por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, que declaró sin lugar el recurso de apelación
interpuesto por la misma defensa. De ahí que, la aludida norma no ha
podido ser aplicada por la alzada y menos aún violentada, toda vez
que el fallo proferido con motivo del medio impugnatorio sometido a
su conocimiento no le otorgó la razón al recurrente dado al hecho de
que no se declaró “con lugar” el recurso de apelación por ellos
interpuesto.
 
Visto lo anterior, la Sala también observa que se denuncia la
trasgresión por errónea interpretación del numeral 3 del artículo 346
del Código Orgánico Procesal Penal, del cual viene asentando la
Jurisprudencia de la Sala de Casación Penal, que
la (sic)  misma (sic) no es susceptible de ser infringido por la alzada,
por estar referido a la determinación de los hechos objeto del
proceso, siendo un acto donde se vierte un elemento intelectual de
contenido crítico, valorativo y lógico, propio de los tribunales de
primera instancia, por ende es imposible reprochárselo a las cortes de
apelaciones.
 
De la manera en que se planteó el recurso de casación lo que
en realidad se busca y realiza es una argumentación donde indica que
la referida corte (sic) no analizó correctamente la valoración dada
por el tribunal de juicio a las pruebas; en efecto, lo que realmente se
ataca es la decisión del tribunal de primera instancia haciendo
referencia a un error de actividad sólo atribuible a éste.
 
Por lo que es evidente que la defensa pretende que esta Sala
analice la actuación del Tribunal de Primera Instancia en Funciones
de Juicio, específicamente al momento de haber sido valorados
algunos órganos de prueba controvertidos durante el debate oral y
público. Tal afirmación que se hace se desprende de las
trascripciones parciales sobre el pronunciamiento realizado por la
Corte; ‘… Como puede observarse el Juez de instancia para decidir
sobre los hechos controvertidos realizó un análisis de todo[s] los
medios de prueba llevados al juicio oral y público (…) toda vez que,
al momento de otorgar un criterio valorativo a las pruebas
promovidas en el juicio oral y público, aplicó las reglas de la lógica,
las máximas de experiencia y la sana critica (sic). Configurándose
con ello una decisión motivada y ajustada a derecho…’.
 
En este orden de ideas, reitera la Sala que nuestra norma
adjetiva penal ha establecido tal como lo dispone en el artículo 451
del Código Orgánico Procesal que ‘El recurso de casación sólo podrá
ser interpuesto en contra de las sentencias de las cortes de
apelaciones que resuelven sobre la apelación’, en consecuencia la
decisión que debe ser objeto del recurso de casación es la del tribunal
de alzada.
 
Conforme con lo anterior, considera esta Sala que el recurso
de casación debe plantear una queja contra las sentencias de las
cortes de apelaciones (última Instancia) y para verificar la existencia
de errores de derecho cometidos por éstas; de allí precisamente que el
impugnante al acudir a esta vía, no puede utilizar el recurso de
casación para expresar un descontento con el fallo que le fue adverso
sin exponer razones de derecho distintas a las del recurso de
apelación, debiendo versar únicamente sobre vicios propios de la
alzada.
 
Al respecto, se considera que el recurso de casación
interpuesto por la defensa, el mismo se encuentra planteado de forma
indebida, de difícil comprensión, careciendo el mismo de la
correspondiente técnica recursiva. Siendo obligación de los
recurrentes presentar el recurso de acuerdo a las previsiones y
exigencias legales establecidas en los artículos (sic) 454
todos (sic) del Código Orgánico Procesal Penal.
 
En razón de lo expuesto la presente denuncia no cumple con
las exigencias previstas en el artículo 454 del Código Orgánico
Procesal Penal, de ahí que la Sala de Casación Penal, de acuerdo a
lo establecido en el artículo 457 eiusdem, considera que lo procedente
es DESESTIMAR POR MANIFIESTAMENTE INFUNDADO el
recurso de casación planteado por los abogados AUER BARRETO
COLÓN y JOSERAN BARRETO VÁSQUEZ, en su carácter de
defensores privados de los ciudadanos LUIS JESÚS DÍAZ
GIL y OSCAR JOSÉ APARICIO MANAURE. Así se decide.
 
En relación a la petición de nulidad absoluta planteada por
los abogados antes identificados, quienes consideran que desde el
comienzo del proceso se viene ejerciendo acciones contrarias a la
constitucionalidad y legalidad.
 
Sustentando su petición de nulidad sobre la base de
consideraciones subjetivas respecto a que en el juicio oral y público
se verificó lo siguiente:
 
‘… como consecuencia La (sic) Acusación, presentada por la
representación Fiscal, tomando en consideración que fue violentado
o fueron violentados, Garantías Fundamentales establecidas en el
artículo 25 de La Constitución, 26 de La Tutela Judicial Efectiva, El
Debido Proceso, establecido en el artículo 49 ordinal 5° (sic), incluso
el Principio de Presunción de Inocencia, tal como lo describiré con
los hechos desplegados por los funcionarios que hicieron la
aprehensión (…) la incautación y la retención de teléfonos celulares
y los funcionarios practicaron un vaciado de contenido que
irrespetando el artículo 48 de La Constitución, que nos habla de las
comunicaciones privadas e intimas (sic), establecidos en los artículos
204, 205 y 206 del Código Orgánico Procesal Penal, nos remite que
debe hacer meterse e incautar en las conversaciones privadas de las
personas, y nos informa que se debe pedir la autorización al Juez de
Control (…) también se violentó el artículo 49 ordinal 5 (sic), por
cuanto se plasmo (sic) en el Acta Policial, que los acusados y otras
personas habían manifestado voluntariamente que ellos iban en la
camioneta, que ellos eran esto y que ellos eran esto otro, violentando
con ello el artículo 49 ordinal 5° (sic), que ellos no podían declarar,
si lo hacían voluntariamente con la presencia de su abogado
defensor, cosa que no estuvo, tal como quedó demostrado por la
propia declaración de los funcionarios aprehensores (…) otra
violación de la Garantías Fundamentales es con respecto a la
Cadena de Custodia (…) hay llamadas posteriores (…) ellos colocan
a nuestros defendidos en estado de indefensión, diciendo cosas que
ellos no dijeron, para tratar de inculpar a nuestros defendidos (…) Y
así se pidió La Nulidad del Acta de Investigación, de La Acusación
por violación de Garantías Constitucionales’.
 
Asimismo, sobre la solicitud de nulidad planteada a la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
estado Zulia, expresaron que ‘… Ciertamente, con esas violaciones de
Garantías Fundamentales, inconsistencias y contradicciones e
insuficiencias de prueba que comprometa (sic) la responsabilidad
penal de nuestros defendidos, aún (sic) así fue Declarada la Nulidad
de una parte del Acta de Investigación, vale decir sesgadamente.
Desoyendo el Criterio Vinculante de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia (…)’.
 
Indicando la Sala que, no pueden pretender las partes buscar
el impugnar un fallo mediante una solicitud de nulidad, cuando este
es objeto de los recursos de apelación o de casación según la
instancia en que se encuentre el proceso penal.
 
Lo anterior implica que una vez dictado el fallo definitivo,
pretender lograr la nulidad absoluta de un acto procesal supondría
perturbar el orden procesal, y, por tanto, conculcar el derecho al
debido proceso; en un supuesto como el planteado será menester
atacar la sentencia, propiamente, pero la solicitud de nulidad que se
presenta con tal fin es improcedente.
 
En consecuencia, como bien se sabe es plausible el régimen de
las nulidades de los actos procesales consagrados en el Código
Orgánico Procesal Penal, por aquello de la depuración de los
defectos de los cuales eventualmente adolecen tales actuaciones; no
obstante, esta Sala aprecia que una interpretación acorde con el
derecho al debido proceso y el principio non bis in idem, únicamente
admite que la nulidad de un acto procesal, como ocurrió en el
presente caso, solo sea declarada por el sentenciador antes de dictar
el fallo definitivo; por ende la decisión judicial precluye la
oportunidad para una declaratoria de tal índole.
 
          Por lo antes explanado esta Sala de Casación Penal considera
procedente declarar INADMISIBLE la solicitud planteada en el
presente recurso por los abogados AUER BARRETO
COLÓN y JOSERAN BARRETO VÁSQUEZ, en su carácter de
defensores privados de los ciudadanos LUIS JESÚS DÍAZ
GIL y OSCAR JOSÉ APARICIO MANAURE, referido a la nulidad
absoluta. Así se decide.
  
V
DE LA ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE CASACIÓN
INTERPUESTO POR LA ABOGADA JASMÍN FLORES VALDEZ
EN REPRESENTACIÓN DEL CIUDADANO LUIS JESÚS DÍAZ
GIL
 
Ahora bien, respecto a (sic) la fundamentación del presente
recurso se verifica en primer lugar que la impugnante consideró
vulnerado ‘… por indebida aplicación de la norma contenida en el
artículo 346 (numeral 3) del Código Orgánico Procesal Penal…’.
Para luego indicar que la referida decisión es ‘…incongruente,
desacertada y carente de fundamentos jurídicos…’.
 
 De lo anterior se constata que la impugnante a pesar de
referirse a la infracción del artículo 346 (numeral 3) del Código
Organico (sic) Procesal Penal, al sustentar su denuncia ataca
fehacientemente la disposición contenida en el numeral 4 de la
aludida norma, relativo a la fundamentación de los fallos recurridos.
 
Además, es criterio reiterado de la Sala que la corte de
apelaciones, en los términos denunciados, no pueden (sic) infringir el
numeral 3 del artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal, por
falta de aplicación. De ahí que, su planteamiento resulta incongruente
al develar dos situaciones distintas en una misma denuncia.
 
En este orden de ideas, la defensa aduce que ‘… la Sala de
Alzada reconoce que en la aprehensión no hubo testigos
presenciales…’ planteándose la interrogante acerca de quién podría
dar fe de lo que realmente ocurrió, argumentando con ello que la
Corte de Apelaciones según su apreciación no le dio respuesta.
 
No obstante, de su mismo recurso se observa lo dicho por la
recurrida al expresar en el fallo ‘…se observa que si bien en el primer
momento del procedimiento, no hubo testigos presenciales de la
aprehensión de los acusados, no es menos cierto que
quedo (sic) plenamente demostrado a través de todas las
declaraciones rendidas, que el sitio de la aprehensión era un sitio
solitario (…) aunado al hecho de tratarse de un hecho en flagrancia,
por lo que no se hace indispensable la presencia de testigos…’.
  
De tal suerte que la defensa pese a señalar que no fueron
resueltos sus planteamientos, con sus mismos argumentos utilizados
para fundamentar lo denunciado en casación, muestra la respuesta
recibida incurriendo en francas contradicciones. Denotándose
además que lo que pretende a través del recurso de casación es
mostrar su inconformidad con el fallo que le es adverso.
       
Finalmente, dice que ‘…tanto la sentencia emanada del
tribunal de instancia como el (sic) tribunal de alzada, presenta graves
vacios (sic), contradicciones y no cumple (sic) con los requisitos que
prevé el legislador para que la sentencia tenga plena validez…’.
 
En relación a este punto preciso es [de] resaltar que ha sido
doctrina reiterada de esta Sala de Casación Penal, la
incompatibilidad que representa atacar conjuntamente tanto los fallos
proferíos (sic) por los tribunales de instancia como por las cortes de
apelaciones. Y ello es así, por cuanto al recurso de casación le es
inherente de forma exclusiva la revisión de las sentencias emanadas
de la segunda instancia.     
 
En razón de lo expuesto al (sic) resultar (sic) palmario que la
presente denuncia no cumple con las exigencias previstas en el
artículo 454 del texto adjetivo penal, de ahí que la Sala de Casación
Penal, de acuerdo a lo establecido en el artículo 457 del Código
Orgánico Procesal Penal, DESESTIMA POR
MANIFIESTAMENTE INFUNDADO el recurso de casación
planteado por la abogada JASMÍN FLORES VALDEZ, actuando
con el carácter de defensora privada del acusado LUIS JESÚS DÍAZ
GIL. Así se declara.”
 
IV
DE LA COMPETENCIA
 
Debe esta Sala determinar su competencia para conocer la presente solicitud de
revisión y, al respecto, observa que conforme lo dispone el cardinal 10 del artículo 336
de la Constitución, la Sala Constitucional tiene atribuida la potestad de “revisar las
sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los tribunales de la
República, en los términos establecidos por la ley orgánica respectiva”.
 
Por su parte, en el fallo número 93/2001 del 6 de febrero (caso: Corpoturismo),
esta Sala determinó su potestad extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional,
de revisar las siguientes decisiones judiciales:
 
“1. Las sentencias definitivamente firmes de amparo
constitucional de cualquier carácter, dictadas por las demás Salas
del Tribunal Supremo de Justicia y por cualquier juzgado o
tribunal del país.
2. Las sentencias definitivamente firmes de control expreso
de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas por los
tribunales de la República o las demás Salas del Tribunal Supremo
de Justicia.
3. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido
dictadas por las demás Salas de este Tribunal o por los demás
tribunales o juzgados del país apartándose u obviando expresa o
tácitamente alguna interpretación de la Constitución contenida en
alguna sentencia dictada por esta Sala con anterioridad al fallo
impugnado, realizando un errado control de constitucionalidad al
aplicar indebidamente la norma constitucional.
4. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido
dictadas por las demás Salas de este Tribunal o por los demás
tribunales o juzgados del país que de manera evidente hayan
incurrido, según el criterio de la Sala, en un error grotesco en
cuanto a la interpretación de la Constitución o que sencillamente
hayan obviado por completo la interpretación de la norma
constitucional. En estos casos hay también un errado control
constitucional”.
 
En este mismo orden de ideas, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia
dispone en el artículo 25, cardinal 11, lo siguiente:
 
 “Artículo 25. Son competencias de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia:
 (…)
 11. Revisar las sentencias dictadas por las otras Salas que
se subsuman en los supuestos que señala el numeral anterior, así
como la violación de principios jurídicos fundamentales que estén
contenidos en la Constitución de la República, tratados, pactos o
convenios internacionales suscritos y ratificados válidamente por
la República, o cuando incurran en violaciones de derechos
constitucionales.
(…)”.
 
Ahora bien, en el caso de autos se solicitó la revisión de una sentencia firme
dictada por la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia; por lo que,
conforme a las normas antes citadas, esta Sala resulta competente para conocerla. Así se
declara.
 
V
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
 
Establecida la competencia de esta Sala para conocer de la presente revisión,
pasa a decidir y, para ello, observa:
 
La vía extraordinaria de revisión prevista en el cardinal 10 del artículo 336 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en los cardinales 10 y 11 del
artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, ha sido concebida
como un medio para conservar la uniformidad de la interpretación de normas y
principios constitucionales, o para corregir graves infracciones a sus principios o reglas,
lo que será determinado por la Sala en cada caso, siendo siempre facultativo de ésta su
procedencia o no.
 
En efecto, la propia Sala dejó sentado en la sentencia número 93 del 6 de febrero
de 2001 (caso: Corporación Turismo de Venezuela CORPOTURISMO), que la potestad
de revisión puede ser ejercida de manera discrecional; por lo tanto, la misma no debe ser
entendida como una nueva instancia, puesto que su procedencia está limitada a los casos
de sentencias definitivamente firmes, esto es, decisiones amparadas por el principio de
la doble instancia judicial, las cuales gozan del carácter de cosa juzgada.
 
En el caso de autos, el fallo judicial sometido a revisión de esta Sala fue el
número 277 dictado el 8 de mayo de 2015 por la Sala de Casación Penal de este
Tribunal Supremo de Justicia, que: i) desestimó por manifiestamente infundado el
recurso de casación interpuesto por los defensores privados de los acusados ciudadanos
Luis Jesús Díaz Gil y Oscar José Aparicio Manaure, de conformidad con lo establecido
en el artículo 457 del Código Orgánico Procesal Penal; ii) declaró inadmisible la
solicitud planteada por la referida defensa, respecto de la nulidad absoluta de la
sentencia recurrida, la acusación y el acta de investigación;  y iii) desestimó por
manifiestamente infundado el recurso de casación interpuesto por la defensora privada
del acusado ciudadano Luis Jesús Díaz Gil, de conformidad con lo establecido en
el artículo 457 del Código Orgánico Procesal Penal.
 
Así las cosas, la sentencia sometida a revisión se encuentra definitivamente
firme, por cuanto no existe en el ordenamiento jurídico recurso alguno para impugnarla;
por lo que adquirió la firmeza de una sentencia inimpugnable.
 
Establecido lo anterior, esta Sala procede a pronunciarse acerca de la presente
solicitud de revisión; en tal sentido, observa que la Sala de Casación Penal de este
Tribunal, el 8 de mayo de 2015, dictó sentencia con respecto al recurso de casación
presentado por los defensores privados de los ciudadanos Luis Jesús Díaz Gil y Oscar
José Aparicio Manaure, el cual fue declarado inadmisible por manifiestamente
infundado, al no haberse satisfecho los extremos contenidos en el artículo 454 del
Código Orgánico Procesal Penal, ya que -en una única denuncia- señaló dos motivos de
casación en forma indiscriminada -falta y errónea de aplicación de una norma- además
de que consideró vulnerados diversos dispositivos legales que no guardan relación entre
sí, resultando incongruente el recurso, por lo que consideró que lo que realmente se
atacó fue la decisión del tribunal de primera instancia haciendo referencia a un error de
actividad sólo atribuible a éste.
 
Con relación a la solicitud de nulidad planteada en el recurso de casación, la Sala
de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia señaló que las partes no pueden
pretender impugnar un fallo mediante una solicitud de nulidad, toda vez que este es
objeto de los recursos de apelación o de casación según la instancia en que se encuentre
el proceso penal.
 
A tal efecto, la parte solicitante alegó que la sentencia cuyo examen pretende,
desestimó por manifiestamente infundado el recurso de casación que ejerció contra la
sentencia dictada por la Sala Tercera Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, que confirmó el fallo dictado por el Juzgado de Primera Instancia
mediante el cual resultaron condenados sin estar probada su participación, toda vez que
no hubo testigos instrumentales que corroboraran el dicho de los dos funcionarios
actuantes, apartándose tácitamente de la interpretación constitucional establecida en las
sentencias dictadas por esta Sala bajo los números 1242 del 16 de agosto de 2013 y
1233 del 3 de octubre de 2014. Igualmente, señaló que la Sala de Casación Penal
desconoció su propia jurisprudencia establecida en la sentencia núm. 146 del 13 de
mayo de 2014; por lo tanto, a su juicio, la misma quebrantó las garantías referidas a los
derechos a la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la defensa de sus defendidos,
desconociendo criterios previamente sentados por esta Sala.
 
Asimismo, señaló que mediante el recurso de casación advirtió una causal
de “nulidad absoluta conforme al artículo 257 de la Constitución”,  ya que -según
indica- se decretó la nulidad de una parte del acta de investigación -lo referido a la
incautación y registro de cadena de custodia- siendo que dicha declaratoria se hace por
violación de garantías fundamentales que atañen al orden público; en tal sentido, indica
se desatendió el “criterio vinculante” de esta Sala establecido en las sentencias números
81/2009 del 10 de febrero y 1228/2005 del 16 de junio de 2005.
 
Ahora bien, la Sala considera preciso reiterar el criterio sostenido en cuanto a
que para proceder a la revisión de una sentencia, es necesario no sólo el carácter
definitivo de la misma, sino que además, para que prospere una solicitud de este tipo, es
indispensable que el fallo cuya revisión se solicita haya i) realizado un errado control de
la constitucionalidad al aplicar indebidamente la norma constitucional; o ii) incurrido en
un error grave en cuanto a la interpretación de la Constitución; iii) u obviado por
completo la interpretación de la norma constitucional, o iv) violado de manera grotesca
los derechos constitucionales.
 
En este sentido, el cardinal 11 del artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, es claro al señalar que la Sala Constitucional tiene competencia
para revisar las sentencias definitivamente firmes que sean dictadas por las otras Salas
cuando hayan desconocido algunos de sus precedentes; efectuado una indebida
aplicación de una norma o principio constitucional; o producido un error grave en su
interpretación; o por falta de aplicación de algún principio o normas constitucionales,
así como que se subsuman en la violación de principios jurídicos fundamentales que
estén contenidos en la Constitución de la República, tratados, pactos o convenios
internacionales suscritos y ratificados válidamente por la República, o cuando incurran
en violaciones de derechos constitucionales.
 
En el presente caso, esta Sala observa que los hoy solicitantes denuncian que la
Sala de Casación Penal con el fallo objeto de revisión -en su criterio- quebrantó
sus garantías constitucionales referidas a sus derechos a la tutela judicial efectiva, al
debido proceso y a la defensa, desconociendo criterios previamente establecidos por
esta Sala, por lo que se“SOLICITA de esta digna SALA CONSTITUCIONAL, SE SIRVA
REVISAR CONSTITUCIONALMENTE, LA SENTENCIA N° 277, de fecha 08 (sic) de
Mayo (sic) de 2015, mediante la cual DECLARÓ SIN LUGAR EL RECURSO DE
CASACIÓN, POR MANIFIESTAMENTE INFUNDADO INTERPUESTO EN CONTRA
DE LA SALA TERCERA DE LA CORTE DE APELACIONES DEL CIRCUITO
JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ZULIA, QUIEN CONVALIDÓ LA SENTENCIA
CONDENATORIA DEL TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA, NO ESTANDO
PROBADA, LA PARTICIPACIÓN DE NUESTROS DEFENDIDOS, POR CUANTO
LO QUE EXISTE DEL JUICIO Y DE AUTOS SON LAS DECLARACIONES DE DOS
FUNCIONARIOS APREHENSORES, INSUFICIENTE[S] PARA CONDENAR,
PORQUE NO HUBO TESTIGOS INSTRUMENTALES QUE CORROBORARAN EL
DICHO DE LOS DOS FUNCIONARIOS ACTUANTES”.
 
Conforme a la solicitud anterior y de la sentencia objeto de revisión arriba
transcrita, se observa que lo que se pretende, mediante este mecanismo objetivo de
protección constitucional, es que se interfiera en la autonomía e independencia de la que
gozan los jueces en su función juzgadora, ya que de acuerdo con los términos en los que
fue planteada la solicitud, se persigue un nuevo análisis del acervo probatorio contenido
en el expediente de la causa penal, lo que ya fue objeto de estudio por las
correspondientes instancias, cumpliéndose a cabalidad con el principio del doble grado
de jurisdicción, sin trascendencia práctica fuera de la esfera subjetiva de los intereses
del accionante, cuya tutela no constituye el objeto de la revisión.
 
Por otra parte, la Sala observa que la sentencia sometida a revisión, desestimó
por manifiestamente infundado el recurso de casación interpuesto por la defensa privada
de los hoy solicitantes, siendo que, en materia penal, el recurso de casación debe
cumplir con determinados lineamientos y formalidades -necesarios y de obligatorio
acatamiento- los cuales resultan una carga que no es susceptible de ser suplida o
corregida por el juez de casación -a quien solo corresponde el examen de la
fundamentación del mismo- por ello, su inobservancia trae como consecuencia su
inadmisión o desestimación, según sea el caso.
 
En el presente caso, la Sala de Casación Penal desestimó el recurso de casación
debido a la falta de cumplimiento de los requisitos de procedencia, por lo que no pudo
incurrir en una interpretación contraria de algún criterio jurisprudencial previamente
establecido por esta Sala Constitucional o vulnerar principios fundamentales del Texto
Constitucional, ni conculcar los derechos constitucionales alegados, ya que la
desestimación del recurso de casación fue producto de la aplicación de los criterios
reiterados de esa Sala respecto de la técnica casacionista.
 
En virtud de lo anterior, no pudo la Sala de Casación Penal apartarse de la
interpretación constitucional establecida en las sentencias dictadas por esta Sala bajo los
números 1242/2013 del 16 de agosto, 1233/2014 del 3 de octubre, 81/2009 del 10 de
febrero y la 1228/2005 del 16 de junio, ni de la sentencia núm. 146 del 13
[rectius: 14] de mayo de 2014 de la Sala de Casación Penal, como fue alegado por los
hoy solicitantes.
 
De allí que esta Sala concluye que fallo sub examine  no menoscabó derechos,
ni principios, ni valores contenidos tanto en la Constitución como en los Tratados,
Pactos o Convenios Internacionales o Regionales de Derechos Humanos; por lo tanto,
no se dan los supuestos de procedencia de revisión constitucional que prevé el artículo
336.10 del Texto Fundamental.
 
Una vez más, resulta oportuno resaltar el criterio que reiteradamente ha
sostenido este órgano jurisdiccional, según el cual se ha indicado que la revisión no
constituye y no debe ser entendida ni empleada como un medio ordinario de
impugnación o como una nueva instancia en los procesos cuyas decisiones son
sometidas a examen por parte de esta Sala, sino que se erige como un mecanismo
procesal constitucional excepcional, extraordinario y discrecional, que se encuentra
limitado a unos supuestos claramente establecidos tanto en la ley como en la
jurisprudencia vinculante de este máximo órgano.
 
En tal sentido, la Sala estima que la revisión planteada no contribuiría a la
uniformidad de la interpretación de las normas y principios constitucionales; más bien,
de los alegatos de la solicitante lo que se evidencia es su disconformidad con la decisión
impugnada, razón por la cual, resulta forzoso para este órgano jurisdiccional, declarar
que no ha lugar la revisión solicitada de la sentencia núm. 277, dictada el 8 de mayo de
2015 por la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia. Así se decide.
 
Por último, esta Sala Constitucional considera que resulta inoficioso pronunciarse
respecto de la medida cautelar solicitada, dado el carácter accesorio de esta última. Así
se decide.
 
DECISIÓN
 
Por las razones antes expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela
por autoridad de la ley, declara que NO HA LUGAR la solicitud de revisión
presentada por los abogados Auer Barreto Colón y Joseran Barreto Vásquez, en su
condición de defensores privados de los ciudadanos OSCAR JOSÉ APARICIO
MANAURE y LUIS JESÚS DÍAZ GIL, de la sentencia núm. 277 dictada el 8 de
mayo de 2015 por la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia.
 Publíquese y regístrese. Archívese el expediente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas a los días del mes de diciembre de dos mil
dieciséis (2016). Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.
 
La Presidenta,
                                                                                                 
Gladys María Gutiérrez Alvarado
 
 
                                                                         El Vicepresidente,
 
 
 
Arcadio Delgado Rosales
               Ponente
 
 
Carmen Zuleta de Merchán
             Magistrada
 
Juan José Mendoza Jover
                                                                            Magistrado
 
 
Calixto Ortega Ríos
       Magistrado
 
 
                                                                    Luis Fernando Damiani Bustillos
                              Magistrado
 
 
Lourdes Benicia Suárez Anderson
                Magistrada
 
La Secretaria,
 
 
 
Dixies Josefina Velázquez Reque
 
Exp. Nº 15-1376
ADR/

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