MI ENCIERRO

ADVERTENCIA. Si casualmente le encuentras querido hermano, algún día en el que curiosees por
mis documentos en este aparato ya sea que lo tomes sin mi permiso o te lo preste, hermano no me
juzgues, soy humano, esto es parte de una crisis que tuve cuando estuve aislado, te lo ruego
encarecidamente, lleva el cursor a la equis del lado superior derecho y continua tus labores, aquí
hay cosas que no he hablado nunca.
MIS DEPRESIONES TONTAS
Valga, cuando pensé en entrar al seminario hace casi seis años, Dulce María me gustaba, pensé en
olvidarme de ella, lo hice, pero todo esto fue inútil, lamentablemente, eso fue en vano, porque ni a
Dios le ofrecí ese esfuerzo, y no sé si aún se lo pueda ofrecer.
La primera vez que me enamoré, no fue de niño, de niño solo fueron fantasías, que eran construidas
por mí mismo, las construí en la arena de las malas telenovelas de Televisa, fueron solamente dos,
algo que realmente, no me afectó demasiado, simplemente con el paso del tiempo, me olvidé de
ello.
Me acuerdo muchas veces de estas cosas, era 2014, acababa de pasar el Mundial de Brasil, yo fui a
un retiro del Movimiento de Pandillas de la Amistad, lo del retiro es una cosa, admito, había
muchas muchachas bonitas ahí, me intimidaba andar ahí, ver a compañeros mayores que yo, las
mismas muchachas, yo no había charlado con mujeres de una manera tan directa como la hice ahí,
ni había saludado de beso a una muchacha, ni había visto que las muchachas también me podían
saludar y yo saludarlas y andar como si nada, no sabía como comportarme, en fin, a pesar de mi
papá ahí presente, vigilando cada uno de mis gestos y los regaños llegando a la casa, me enamoré de
una jovencita de doce o trece años en aquel entonces.
Ella se llama Sídney Abigail Peña Sánchez, en pocas palabras, a ella la tuve presente solamente
unos dos meses, pero en esos dos meses, sentí lo que nunca volví a sentir, maripositas en el
estómago, así dicen algunos, las canciones de banda eran mis favoritas, claro no todas, las que me
fascinaban eran: “todo tuyo”, “eres una niña”, “excepto a ti”, eran más, pero con las canciones que
deliraba eran esas, la música ha sido para mí como un portarretratos, cada recuerdo va enmarcado
con una canción que escuchaba en aquel entonces, puedo armas una lista de los momentos de mí
vida con canciones.
Supe lo que era desvelarse por pensar en una muchacha, en pocas palabras, supe que era estar
enamorado, pero no le hable, me daba mucho miedo ligar y me daba mucho mas miedo ligar en otro
pueblo y que mi papá me viera, me frustré por ello, el querer hablarle a esta jovencita y no poder, el
no sentirme seguro, porque admito, nunca me sentí seguro ahí en el MPA, disfrutaba de estar con
algunos camaradas y amigos, sin embargo, yo nunca me sentí seguro ahí.
Lo que no me gustaba de ella era su extrema sensibilidad, lloraba en muchas ocasiones, ella en
aquel entonces no era muy atractiva, pero aún así estaba enamorado de ella, con el paso de los días,
esa experiencia se fue pervirtiendo, el porno en mi secundaria fue tomando las vidas de muchos.
Yo sin saber, quería pretender a esta muchachita, era hija del Tío Manolo, yo a este señor le tengo
un respeto muy grande al igual que a su hermano, aún le veo en la calle y le saludo y me saluda, sin
pensar que algún día su hija me gustaba.