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SEMINARIO MENOR DIOCESANO DE TENANCINGO

CURSO DE NIVELACION INTEGRAL

JUAN JAIME LARA CERON

TALLAER DE LECTURA Y REDACCION

INVESTIGACION DE CAMPO
VISITA AL COMPLEJO ARQUEOLOGICO DE TEOTIHUACAN

PROFRA.: BLANCA DOMINGUEZ GALLEGOS

2do PARCIAL
INTRODUCCION

México, un país que se ha distinguido a nivel mundial por su cultura, cabe mencionar que
muchos lo consideran como de los pises más consentidos y más bellos del mundo.

La cultura mexicana, no se formó de un día a otro, desde aquel día en el que los primeros
hombres que cruzaron el Estrecho de Bering pusieron un pie en tierras americanas que en
un futuro serian conocidas como México; comenzaron a construir algo que hoy podemos
definir los mexicanos como: orgullo mexicano.

Nuestro orgullo va desde las calles hasta la cocina, para que este orgullo se cada vez más
grande y algo indestructible hay que conservar las tradiciones que día con día nutren en
buen sentido a las próximas generaciones. Hoy en día los mexicanos somos considerados
como unos de los más “fiesteros”, desde enero hasta diciembre hay siempre un motivo por
el cual brindar con un buen trago de tequila, las fechas que a diario se recuerdan en cada
rincón de México, fue necesario cierto acontecimiento que dejaría marcadas a todas las
generaciones de hoy y las futuras; un ejemplo que es parte de cada uno como mexicano, la
festividad del 12 de diciembre, la fiesta de Nuestra Virgen morena, la Virgen de
Guadalupe, aparecida diez años después de que nuestros pueblos indígenas sucumbieron
ante las potencias europeas, en el caso de México fue España quien lo conquisto, dando por
finalizada una de las etapas históricas más importantes y representativas de nuestro México:
la etapa prehispánica.

La etapa prehispánica dejo en México un legado que a pesar del tiempo y de las
circunstancias hoy en día sigue vigente. Hoy en día algunas de las cosas que heredamos de
nuestros ancestros fue el lenguaje, la comida y esta tierra en la que dejaron prueba de su
existencia y que en el extranjero hace que un mexicano se “alce el cuello”. Siempre en
vacaciones encontramos nuestros centros arqueológicos abarrotados de extranjeros quienes
al observar estos inmuebles se queda boquiabiertos. Uno de los centros arqueológicos más
importantes y que hasta al Papa sorprendió, es Teotihuacán, del cual se hará un enfoque
histórico y geográfico
TEOTIHUACAN

San Juan de Arista, Teotihuacán, es un poblado


ubicado en el noreste del Estado de México, en
este poblado se encuentra uno de los destinos
turísticos más visitados del mundo, conocido por
las Pirámides de Teotihuacán.

La ciudad prehispánica de Teotihuacán apareció


alrededor del 200 d. C. y fue abandonada aproximadamente en el año 750. Hoy en día
Teotihuacán es considerada una de las ciudades antiguas más importantes en conjunto con
la Atenas en Grecia, Alejandría en Egipto, la Antigua Roma, entre otras.

Esta magnífica ciudad prehispánica, según datos de arqueólogos, fue


fundada por hombres olmecas y cuicuilcas, procedentes del actual
Veracruz y Morelos y sur de la Ciudad de México.

El nombre de esta ciudad Teotihuacán, procede del náhuatl que


significa: ciudad de los dioses o ciudad donde los hombres se vuelven
dioses; hubo también otro nombre que los mexicas adoptaron para
llamar a ese lugar cuyo significado era: la ciudad abandonada.

La extensión de esta ciudad según datos arqueológicos fue de


aproximadamente 23 kilómetros de los que actualmente hoy solo tres
kilómetros se pueden conocer

Los restos de esta ciudad son: la pirámide del sol, la pirámide de la luna, la calzada de los
muertos y el templo de Quetzalcóatl. La arquitectura de esta ciudad, a pesar de la zona
geográfica en que se ubicaba por ser una zona montañosa y volcánica se encuentra
perfectamente construida. La manera en que esta civilización prehispánica levanto una
majestuosa ciudad, nos da un punto a reflexionar, puesto que partiendo de ciertos puntos las
circunstancias nos arrojan hacia grandes dudas: cómo es posible que grandes estructuras
elaboradas hace más de veinte siglos sigan de pie tal cual las dejaron sus constructores.
El método utilizado por los constructores prehispánicos fue muy peculiar que incluso
culturas como la tolteca, totonaca, purépecha y azteca imitaron a sus predecesores y de la
misma manera levantaron sus centros ceremoniales.

Los templos erigidos, por difícil que parezca, no tienen


cimientos subterráneos como las construcciones actuales, si no
que tiene una estructura que
consistía en varios niveles de
construcción. Estas construcciones tenían un sentido
religioso y social, puesto que visto desde la filosofía
teotihuacana lo alto y ancho de los templos tenía un
significado “especial”, ya que cada momento, cada
acontecimiento tenía un motivo por el cual ser recordado por sus futuras generaciones, y
esto quedó plasmado en estos inmuebles, ya que los teotihuacanos creían que cada cosa en
este mundo tenia cierto tiempo de vida terrena, el mundo tiene en si un tiempo para cada
uno de nosotros, nos tiene contemplados dentro de una etapa de la historia.

Los elementos de toda pirámide teotihuacana y muchas


de las prehispánicas fueron: talud el cual era la base, el
cual en sus extremos estaba inclinado, y sobre este se
encontraba otro tipo de base, el cual hoy se llama
tablero, las alfardas y escalinatas. Todos estos elementos
los podemos apreciar en todas las pirámides de este
centro arqueológico. Como se mencionó anteriormente
cada acontecimiento importante, cada etapa y cada
momento quedo en estos templos, la manera de pensar de nuestros ancestros decía que una
vez transcurrido todo este lapso temporal había que dar una nueva imagen al mundo, puesto
que acababa de concluir un ciclo dentro del mundo, y fue esta manera de pensar la que dejo
abandonada a Teotihuacán.

Muchos expertos han relacionado las semejanzas de estas pirámides teotihuacanas con las
pirámides de Giza en Egipto, al principio se pensó que al igual que estas los inmuebles
prehispánicos podían ocultar algo en su interior, pero resulto un teoría totalmente falsa,
puesto que en la primera década del siglo XX por orden del presidente Porfirio Díaz,
Leopoldo Batres, quien fue designado por el mandatario
para restaurar en un lapso de cinco años la antigua ciudad;
decidió excavar por dentro de algunos ejemplares para
posiblemente hallar algo que diera más pistas acerca de esta
cultura, sin embargo estos templos no guardaban nada
dentro de, sino que eran prácticamente piezas completas.

Esta ciudad floreció en la etapa del clásico, entre los años 200 y 750 cuando desapareció,
los motivos de su abandono se creen que fue la invasión de tribus nómadas procedentes del
norte, a lo que se llamaban chichimecas. Con la caída de Teotihuacán, surgieron nuevas
ciudades del posclásico como Tula, capital de la cultura tolteca, según datos arqueológicos
la ciudad que se ubica en el actual estado de Hidalgo

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